Guía del viaje a Yunnan (Qué ver y hacer) - El rincón de Sele

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Guía un viaje a Yunnan, el secreto mejor guardado de China

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En el suroeste de China nace una de las provincias más variopintas e increíbles del país asiático. Yunnan quiere decir «al sur de las nubes» y su nombre refleja esa ubicación privilegiada que le permite vivir en una eterna primavera durante todo el año. Tras recorrer buena parte de Yunnan en un viaje maravilloso lleno de aprendizajes, certezas y sorpresas me di cuenta que allí estaba esa China que venía buscando desde hacía mucho tiempo. Un collage de paisajes dispares de terrazas de arroz con el sol reflejándose en el agua y grandes montañas que nos prometen un ascenso a fabulosos rincones tibetanos. El sinuoso sendero de la ruta del té y los caballos del cual ya habló Marco Polo. La tradición a la vista de las distintas etnias que visten con colores y autenticidad su forma de entender la vida. Porque así es Yunnan, un largo camino a la diversidad y a las muchas verdades que todavía esconde el lejano oriente.

Lijiang (Yunnan, China)

¿Qué ver en Yunnan? ¿Cuáles son esas experiencias que no debemos perdernos? ¿Cómo llegar? Para resolver algunas cuestiones a quienes tengan interés de hacer un viaje a Yunnan y profundizar en los imprescindibles de esta provincia he preparado una guía y una hoja de ruta con numerosos lugares y buenos consejos con los que descubrir paso a paso el secreto mejor guardado de China. 

¿Por qué viajar Yunnan?

Precisamente esa fue la pregunta que me hicieron no pocos familiares y amigos cuando estaba a punto de partir a mi esperado retorno a China. ¿Por qué Yunnan y no Pekín o Shanghai? Muy fácil. Existen muchísimas razones para viajar a Yunnan. En Pekín o Shanghai, que además tuve la ocasión de conocerlas hace algún tiempo, no está la China con la que sueño y que siempre he andado buscando (ojo, no significa que no me gustaran, simplemente que son otra cosa). En un país tan cambiante como éste deseaba esquivar el mayor número de rascacielos posible, perderme por pueblos que no fueran de cartón piedra y disfrutar de algunos de los paisajes más radiantes del continente asiático. Yunnan (así como Sichuan) cuenta también con una ventaja superior. Y no es otra que albergar a 25 de las 56 etnias con las que cuenta el país, por lo que la diversidad étnica, cultural y lingüística está garantizada. Me interesaba, asimismo, conocer en primera persona los escenarios de la milenaria ruta del té y los caballos que comunicaban la sureña Pu’er con el corazón del Tibet. Porque mientras en el sur de la provincia de Yunnan se obtenía uno de los mejores tés de Asia, en el Tibet disponían de buenos caballos para la batalla. Y de ese modo las necesidades de ambos se transformaron en un nudo de comunicaciones esencial en la considerada como una de las variantes de la ruta de la seda que han funcionado durante más tiempo (incluido siglo XX).

Puente de los dos dragones cerca de Jianshui en Yunnan (China)

Yunnan posee nada menos que cinco lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, observa cómo el Yangtzé (el río más largo de Asia y tercero del mundo) empieza a dar sus primeras vueltas, se hablan más lenguas que en varios países de Europa juntos, profesa diferentes religiones (incluidas las creencias chamanistas) que quedan a la vista en impresionantes templos, cuenta con un clima bastante benévolo durante todo el año (incluso los monzones no son tan agresivos en esta parte del país) y, para más inri, su gastronomía es sobresaliente. La pregunta a formular sería entonces algo así como «¿por qué no viajar a Yunnan?». Os aseguro que una vez regresé de este destino no se me ocurren más razones para descubrir el que para mi es uno de los tesoros de ese gran país llamado China.

Matrimonio de la etnia yi negra en una aldea de Yunnan (China)

Así fue el recorrido realizado en el viaje a Yunnan

Este viaje a Yunnan tuvo una duración de dos semanas entre entradas y salidas (no cuento aquí los primeros tres días en Sichuan visitando a los osos panda de Chengdú y al gran Buda de Leshan). Para ser más exactos fueron catorce jornadas completas de viaje en Yunnan tras volar a Kunming, la capital de la provincia.

Sele en Lijiang (Yunnan, China)

En dimensiones cabe destacar que Yunnan cuenta con un tamaño similar al de España y que las distancias por carretera no podemos medirlas igual (aunque éstas me parecieron sorprendentemente buenas), por lo que en un viaje de dos semanas es imposible e inútil pretender verlo todo. Lo ideal es tratar de abarcar distintas zonas para poder apreciar la gran diversidad que tiene este territorio y tener claro que vamos a tener que descartar lugares fascinantes con total seguridad. Y muchos de ellos auténticos highlights. Pero de ese modo nos quedan motivos para regresar, ¿no creéis?

Mapa con la ruta en Yunnan

En este viaje tratamos de diseñar una ruta lo más completa posible para invertir los días con los que contábamos. Y creo que el recorrido no quedo nada mal, puesto que tuvo un poco de todo. Historia, paisajes, etnias, cultura, paradas esenciales en la ruta del té y los caballos, una gran dedicación a la vertiente tibetana… Nos quedó entonces el siguiente mapa de lugares que pudimos ver en Yunnan:

Itinerario realizado en Yunnan: INICIO EN KUNMING- Dongchuan (Tierras rojas) – Kunming – Shadian (Gran mezquita) – Terrazas de arroz de Yuanyang – Jianshui – Xinmeng (mongoles) – TERRITORIO BAI–> Dali – Xizhou – Zhoucheng – Shaxi – Montaña Shibaoshan – TIBET DE YUNNAN –> Shangri-La – Benzilan – Primera vuelta del Yangtzé – Monasterio Dongzhulin – Niding y valle – Aldea de Xinfu – Lago Napa – Shangri-La – Baishuitai – Haba Village y aldeas de etnias Black Yi y Hui – Garganta del salto del tigre – TERRITORIO NAXI–> Lijiang – Shuhe – Baisha –> REGRESO A KUNMING (Fin del viaje). 

A la capital de Yunnan, Kunming, la utilizamos para entrar, para utilizarla como hospedaje al volver de Dongchuan y para abandonar la provincia. Dadas las distancias entre puntos es muy complicado tener «puntos base» en un viaje de este tipo. Y si lo hubiera, quizás Kunming tiene mejores comunicaciones en coche, bus, tren o avión. Pero realmente salvo en el caso de los arrozales de Yuanyang, en el extremo sur de Yunnan, no llegamos a dormir dos días seguidos en un mismo sitio.

Pequeño templo tibetano en Yunnan (China)

Lugares visitados (¿Qué ver en Yunnan en dos semanas?)

A continuación indagaremos uno a uno por todos esos lugares que formaron parte de este viaje a la provincia más meridional de China (en la etapa previa de Sichuan tuve ocasión de visitar Chengdú, el centro de conservación y cría de osos panda, así como al gran buda de Leshan). Se trata de una recopilación con parte de lo mucho que hay que ver y hacer en Yunnan, un territorio donde las posibilidades son tantas que hagas lo que hagas seguro que aciertas y te marchas con buen sabor de boca.

Kunming, la capital de Yunnan

La capital de la provincia y, por tanto, una de las puertas de entrada más típicas a Yunnan es la ciudad de Kunming (昆明). Allí llegué volando desde Chengdú (90 minutos), aunque también se puede hacer en un tren que tarda casi todo un día en hacer el recorrido. Con cuatro millones de habitantes en su núcleo urbano (bastante más en las zonas metropolitanas) es una de las «grandes ciudades chinas» con menor índice de polución y que deja menos sensaciones de megaciudad. Kunming es una urbe amable y atractiva para poder utilizar como base de manera puntual (transición entre norte y sur) y disfrutar de esa fama de «ciudad de la eterna primavera» con mediodías cálidos y noches frescas, pero iluminada un cielo azul casi perpetuo que no conoce de boinas que sí existen desgraciadamente en otras metrópolis chinas.

Templo Yuantong en Yunnan (China)

Si uno se va a quedar poco tiempo en Kunming le recomiendo estas dos cosas como mínimo:

  • Pasear por el parque del lago verde  翠湖公园, el auténtico pulmón de la city, en el que encontrarse con los relajados ciudadanos haciendo taichi, bailando con sus vestimentas tradicionales (el sábado es un show) y, si nuestro viaje coincide con el otoño y el invierno, ver miles de gaviotas que migran desde Rusia todos los años y que se han convertido en una de las atracciones preferidas de los kunmingeses. Hay pagodas esparcidas por el parque y es un lugar para tomárselo con calma.
  • Visitar el Templo Yuantong 圆通寺 en el norte de la ciudad. Es el más grandioso e imponente de Kunming. Os aseguro que justifica por sí solo una visita a Kunming. Fue erigido hace más de 1200 años durante la Dinastía Tang, se accede a los edificios más importantes de manera descendente (algo no muy corriente) y la fotografía del estanque con su templete octogonal nos regala una auténtica postal. No sucumbe a las masas y recibe a múltiples feligreses y peregrinos de toda China. Lo más curioso, además de sus muchos detalles labrados los distintos edificios del complejo, es que hay representación del budismo zen (propio de China), el theravada (que se ve en países del Sudeste Asiático como Myanmar, Camboya, Tailandia, Sri Lanka o India) y el tibetano.

Dongchuan y las tierras rojas

Para abrir boca, ¿qué mejor que una zona de China a la que aún no ha llegado prácticamente el turismo? El área de Dongchuan 东川区, conocido por albergar «las tierras rojas» ricas en hierro, fue descubierto de forma azarosa por un fotógrafo que se fijó desde la ventanilla del avión en el que iba en un curioso paisaje cultivado que recogía, además del rojo, otros vivos colores. Salió en su búsqueda y localizó apenas a tres horas al norte de Kunming y muy cerca de la frontera con la provincia de Sichuan la que muchos dicen que fue «la paleta perdida de Dios». Se trata de un territorio de colinas y terrazas con distintos cultivos (sobre todo de patata) en los que los colores forman un paisaje impresionista (e impresionante).

Pasarela de Dongchuan, las tierras rojas de Yunnan (China)

Aunque empieza a ser conocido a nivel más local, aún no hay demasiados hoteles ni una infraestructura propia de un lugar turístico (se empiezan a levantar pasarelas). Aquí hay que venir aposta y si es con alguien que lo conozca, mejor aún. Pero esa es la gracia de una escapada a Dongchuan, salir a recorrer en solitario los campos en los que se parcelan tonalidades rojas, verdes o amarillas, y buscar la fotografía perfecta entre la neblina. La mejor época para visitar esta zona es el otoño (de septiembre a noviembre) y la primavera (abril y mayo), aunque cada estación es especial y altamente recomendable.

Sele haciendo fotos en Dongchuan (Yunnan, China)

Perderse por las aldeas de Dongchuan es una incursión a la vida rural que no ha cambiado en siglos. Recuerdo que en una pequeña aldea salimos al encuentro de esas ancianas que de niñas se vendaban los pies para que no crecieran y fueran minúsculos (un símbolo de la alta sociedad). Y no sólo conocimos a algunas de ellas sino que terminamos en la casa de una familia sentados al calor de un brasero y convertidos en toda una atracción. La gente en esta zona es especialmente amable y el choque cultural y lingüístico se solapa con una sonrisa y una tacita de té.

 

Escena cotidiana en una casa de Dongchuan (Yunnan, China)

Shadian y la gran mezquita

Aproximadamente a tres horas al sur de Kunming, Shadian 沙甸镇等 resulta una parada interesante de varios minutos si se va de camino a los arrozales de Yuanyang. En esta ciudad vive la minoría hui, que profesa el Islam y que en todo el país son aproximadamente 10 millones de personas. Sobre una construcción anterior del siglo XVII tienen en Shadian una de las mezquitas más grandes e importantes al sur de China (puede albergar a más de 10.000 fieles rezando al mismo tiempo). Cuatro minaretes de nada menos que 93 metros de altitud acompañan al edificio principal que recuerda en parte al estilo típico de Asia Central, aunque se perciben influencias de más zonas del mundo.

Gran mezquita de Shadian (Yunnan, China)

Si paráis a comer aquí no esperéis encontrar carne de cerdo…

DATO: Durante el verano de 1975 Shadian sufrió las represalias del Ejército Rojo y cerca de un millar de huis fueron masacrados y la mayoría de sus templos destruidos, pero hoy día se trata de una de las ciudades más prósperas y adineradas de Yunnan.

Los arrozales de Yuanyang

En la prefectura sureña de Honghe, poblada mayoritariamente por las etnias hani y yi, se encuentra el condado de Yuanyang  元阳县, convertido en uno de los reclamos paisajísticos más fascinantes no sólo de Yunnan sino de todo el suroeste chino. De hecho la UNESCO declaró al Paisaje cultural de los arrozales en terrazas de los hani de Honghe como Patrimonio de la Humanidad (el 45º de China) en el año 2013. Y razón no les faltó puesto que, a este lado de las montañas Ailao, el trabajo meticuloso de los hani para modelar la difícil orografía y obtener su fuente de alimento en un universo paralelo de terrazas de arroz se ha convertido en una auténtica obra de arte que merece ser conocida.

Arrozales de Yuanyang (Yunnan, China)

Los arrozales de Yuanyang son un IMPRESCINDIBLE en Yunnan tanto por la belleza del entorno (los amaneceres o atardeceres reflejándose en las terrazas de arroz cuando están inundadas son de otro planeta) como por la riqueza cultural de dos etnias minoritarias y tremendamente particulares como son los hani y los yi. El mero hecho de verles caminar entre arrozales con sus bufálos de agua o dirigir a los patos a los distintos bancales convierten a la de Yuanyang en una experiencia rural que nos traslada a la versión de Yunnan más surasiática. De hecho no muy lejos de allí está la frontera con Vietnam, las célebres montañas y arrozales de Sapa. Laos tampoco anda demasiado apartada de esta zona que los franceses consideraron también parte de Indochina.

Escena rural en Yuanyang (Yunnan, China)

Para ver las terrazas de arroz hay que pasar por el centro de visitantes de Quingkou donde hay que abonar 100 yuanes (aprox 13€). Con esta entrada se puede acceder (una sóla vez) a tres miradores diferentes dentro de una ruta circular y en la que las panorámicas de las terrazas resultan excepcionales. La plataforma de Duoyshu es idónea para los amaneceres, mientras que la de Bada con la puesta de sol. Laohuzui regala una verticalidad del paisaje que justifica por sí sola el precio de la entrada y las siete horas en coche desde Kunming. Pero durante el camino, y sin ningún coste, hay vistas maravillosas de manera constante (si la niebla no lo impide).

Terrazas de arroz de Yuanyang (Yunnan, China)

PARA DORMIR: En la aldea de Duoyishu y con preciosas vistas a los arrozales tenemos uno de los alojamientos más amables de Yuanyang. Jacky’s Guesthouse posee la sencillez de una casa de huéspedes, pero te gana con la simpatía de su pequeño gran dueño, Jacky (que habla inglés y francés). Nos hizo sentir como en casa y nos ofreció un montón de consejos para sacarle partido a la visita de esta zona (donde invertimos dos días). Y desde la terraza de arriba uno puede despertarse y ver despedirse el día con los arrozales de fondo.

Sele en Jacky's Guesthouse (Arrozales de Yuanyang en Yunnan)

MEJOR ÉPOCA: Me quedó la sensación de que no existe mala época para visitar Yuanyang, pero entre octubre y marzo (finales de otoño y, sobre todo en invierno) las terrazas de arroz están completamente inundadas, lo que permite disfrutar de un mar de reflejos que vuelven completamente locos a los amantes de la fotografía. Pero más adelante están verdes… después amarillean. Lo dicho, no hay momento malo para ir a esta parte de Yunnan.

Sin duda estas terrazas de arroz se encuentran entre los mejores paisajes de la provincia de Yunnan.

La vieja y hermosa Jianshui

Situada a 220 kilómetros al sur de Kunming y a poco más de dos horas de los arrozales de Yuanyang su emplazamiento estratégico le hacía ser una parada obligatoria si se viajaba desde Vietnam dentro de las distintas rutas comerciales entre China y el Sudeste Asiático. La buena de Jianshui 建水县 tiene la suerte de no haber sucumbido aún al turismo masivo y mantiene un casco histórico la mar de coqueto que además recuerda sus tiempos más prósperos. Basta con atravesar la gran puerta estilo Ming de Chaoyang y recordar el acceso a la Ciudad Prohibida de Pekín por Tiananmen (aunque la de Yunnan se hizo primero) para darse cuenta de que Jianshui fue muy importante hace varios siglos (Aunque ahora los mercaderes han sido cambiados por sus propios ciudadanos en busca de ocio, bailes espontáneos, cuentacuentos y echacartas. Todo un show a cualquier hora del día).

Puerta Chaoyang de Jianshui (Yunnan, China)

De Chaoyang una línea recta convertida en la calle Lin’an atraviesa durante más de un kilómetro la ciudad hasta encontrarse con otra puerta de acceso (antiguamente Jianshui estuvo completamente amurallada y sobreviven tres puertas, aunque la de Chaoyang es la más importante). Las fachadas de los edificios no han cambiado de forma, sino de uso. La arquitectura tradicional de madera, tejados grisáceos que sobresalen más allá de los edificios y algunas pinturas sobre fondo blanco, se deja ver en la parte más antigua de la ciudad. Una de las calles que surge al costado derecho de Lin’an es Hanlin Jie, bastante pintoresca y llena de hotelitos con encanto, restaurantes y tiendas en las que se venden las teteras y tazas que se elaboran en la localidad y que están muy valoradas en toda China por calidad de su cerámica (os aseguro que no se compran a precio de souvenir). En la propia Hanlin Jie se haya una de las visitas preferidas de cuantos llegamos a Jianshui, que no es otra que la Casa-Jardín de la familia Zhu. con una sucesión casi infinita de patios y distintos pabellones que explica a la perfección una de las grandes residencias de los poderosos de la época.

Jianshui (Yunnan, China)

Jiashui se la entiende en sus pozos a los que todavía viene la gente a buscar su agua pura con grandes cubos. O con el templo confucionista más grande del suroeste de China (se cobra entrada pero vale la pena), por el olor a tofu friéndose y, por supuesto, por los famosos «fideos a través del puente» que se pueden saborear siguiendo la receta original en el típico Lin’an Fandian (muy popular y económico, a escasos dos minutos de Chaoyang en la puerta principal).

Niño sorbiendo fideos en Lin'an Fandian de Jianshui (Yunnan)

TOMA NOTA DE ESTOS CONSEJOS DE JIANSHUI

  • Un capricho de lujo para alojarse es el Tingziyun Holiday Hotel (No. 49 Guandimiao Street, Lin’an Road) emplazado en una casa tradicional china con muchísimo encanto (recomendación: hospedarse en las habitaciones antiguas que dan al patio).
  • Una alternativa con una buena relación calidad/precio son el Hotel Huaqing y el Lin An Guesthouse (ambos en Hanlin Street).
  • Para comer, además del Lin’an Fandian (especializado en los fideos a través del puente) está el Xiang Man Lou (No.63-6 Hanlin Street) con una variedad de platos inmensa (carta en inglés y con Ipod, que viene muy bien) y ubicado en otro edificio histórico situado casi enfrente de la cada Zhu.
  • Jianshui, aunque uno al principio la considera una ciudad de paso al ir o venir de las terrazas de arroz de Yuanyang, da para mucho más. Sin ser tan turística como Dali o Lijiang, es para disfrutarla de manera relajada. Se trata, con justicia, de las ciudades más auténticas del sur de China (todavía).

Fachada de Jianshui (Yunnan, China)

El puente de los dos dragones

A las afueras de Jianshui (sólo a 3km.) tenemos uno de los escenarios más fotogénicos de cuantos hay en Yunnan (son muchos, es cierto, pero éste es de nota). El puente de los dos dragones (Shuanglong Qiao 双龙桥), con sus diecisiete arcos, está considerado como una de las obras maestras de la ingeniería civil china realizadas durante la Dinastía Qing. Por la mañana temprano, sin apenas más gente que quienes vienen a pescar pacientemente con su caña, el puente se refleja en las aguas quietas del río y da para quedarse horas mirándolo.

Sele en el Puente de los dos dragones (Yunnan, China)

Xinmeng y los descendientes de Kublai Kan

Yendo a Dali por carretera desde Jianshui, a mitad de camino, nos detuvimos en la pequeña ciudad de Xinmeng 兴蒙蒙古族乡, conocida por estar habitada por mongoles descendientes de las tropas de Kublai Kan (nieto de Gengis Kan), lo que constituye una auténtica rareza puesto que llegaron aquí en el siglo XIII. Cuando terminó la dinastía Yuan fundada por los invasores mongoles en China y comenzó el imperio de la dinastía Ming aproximadamente un siglo más tarde, los habitantes de este área no regresaron a su país de origen y se quedaron para siempre en Ximmeng y en las orillas del Lago Lake. Mantuvieron sus tradiciones, vestimenta y lengua dentro de este territorio. Hoy quedan varios miles de mongoles en Xinmeng y si uno se da una vuelta por esta pequeña ciudad descubre en un instante una pequeña Mongolia dentro de Yunnan.

Mujeres mongolan en el mercado de Xinmeng (Yunnan, China)

Una visita al mercado central de la ciudad, dejando el coche junto a la estatua del caballo de Kublai Kan, permite acercarse a estos supervivientes natos que defienden su cultura a capa y espada. ¡Por este tipo de cosas Yunnan me parece única!

Dali, la histórica ciudad de los bai

La ciudad de Dali 大理 se encuentra a casi cinco horas en coche al noroeste de Kunming (en el momento que hice el viaje eran siete en tren pero se ha reducido a sólo dos), algo más si se va desde Jianshui como fue este caso. Aquí comienza una larga etapa noroccidental en todo viaje a Yunnan y además conocemos una etnia más como es la de los bai (pronúnciese pai, significa «blanco»). Los bai ocupan desde tiempos inmemorales Dali y el lago Erhai (con forma de oreja), aunque su presencia va mucho más allá.

Dali (Yunnan, China)

Dali se trata de una de las ciudades esenciales para comprender la famosa ruta del té y los caballos, pero históricamente siempre será recordada por ser la capital del poderoso reino de Nanzhao (que no sólo abarcaba Yunnan sino que se sumergía en territorio de diversos países del Sudeste Asiático hace un milenio). Está amurallada y se puede hacer el camino de ronda en buena parte de la misma. La entrada ideal para hacerse a la idea de la ciudad es la pintoresca puerta sur, a la que se puede subir para disfrutar de los tejados grises y las formas arquitectónicas que los bai le dieron hace siglos. Entonces surge la arteria principal de Fuxing Lu, donde se agrupan buena parte de los turistas, sobre todo chinos, que visitan la ciudad a diario (por la mañana hay mucha menos gente). Sobra decir que Dali es muy turística (aunque no tanto como Lijiang), pero todavía uno puede encontrar la tranquilidad en callejuelas varias.

Ciudad vieja de Dali (Yunnan, China)

¡SAL A BUSCAR ESTE RINCÓN CURIOSO! En uno de los callejones que surgen de la Calle Renmin, caminando no más de 100 metros, hay una iglesia católica construida con la arquitectura tradicional pai. Parece un templo budista pero la cruz delata que sirve a otro tipo de confesión. Esta construcción absolutamente maravillosa se puede visitar. Si la puerta de metal que hay cerca de la entrada da la casualidad que está cerrada busca el cerrojo y ábrela tú mism@, ya que podrás verla mucho más cerca y percatarte de los muchos detalles de la fachada.

 

Iglesia católica de Dali (Yunnan, China)

Al norte de Dali, pero ya extramuros, se ubica uno de los monumentos más repetidamente fotografiados de la región. Se trata de las tres pagodas del templo Chongsheng  崇圣寺三塔 que corresponden al período Nanzhao. Al abrigo de las extensas laderas de las montañas Cangshan sobresalen tres estructuras tan altas que se ven aunque uno esté alejado no pocos kilómetros. La pagoda del centro, llamada Qianxunes la más grande, rozando los 70 metros de altitud, mientras que la que la flanquean que tienen 42 metros. Cabe recordar que una de las funciones religiosas de las pagodas chinas es albergar reliquias y que, por tanto, éste es uno de los lugares más sagrados para los bai (aunque creo que lo de poner las entradas a 130 yuanes, aprox 15€, se les ha ido un poco de las manos). Por cierto, si nos fijamos bien en la pagoda Quianxun nos recordará bastante a la pequeña pagoda del ganso salvaje de Xian. Al parecer los construcciones provenían de esta localidad china y se aprecia un estilo similar en ambas. 

Las tres pagodas de Dali (Yunnan, China)

Xizhou, un estupendo retiro

Aunque Dali me pareció una ciudad preciosa, creo que fue una buena idea dormir en otro lugar algo menos concurrido. A unos 20 kilómetros al norte Xizhou 喜洲 se le considera como uno de los pueblos bai en mejor estado de conservación y su autenticidad está fuera de toda duda. Fue otro puesto comercial en la ruta del té y los caballos, la etapa inmediatamente anterior (o posterior si se venía del sur) a Dali. Y durante la II Guerra Mundial acogió una pista de aterrizaje y una estación de radio de los conocidos como Fliying Tigers, aviadores estadounidenses que ayudaron a los chinos contra los invasores japoneses.

Sele en Xizhou (Yunnan, China)

Hoy día es un pueblo tranquilo para pasearse, alquilar una bicicleta, visitar el mercado local, comprar artesanía o entrar a algunos templos típicos bai donde entender esa fusión de budismo con la adoración ancestral a una especie de santos o dioses particulares (en cada pueblo bai son distintos) a los que vienen a llamar benzhus. Y, por supuesto, si se tiene la posibilidad, dormir en una casa tradicional china que perteneció a un rico mercader y que ahora se ha convertido en uno de los hoteles más maravillosos de todo Yunnan, el Linden Centre. Y tengo que dar fe porque tuve la suerte de pasar allí una noche.

LINDEN CENTRE, UN HOTEL PARA ENMARCAR

Es probablemente el único lugar con protección histórica perteneciente a un extranjero. Pero es que Brian Linden, su esposa Jeanee así como su equipo restauraron meticulosamente una antigua casona china para convertirla en un alojamiento no falto de detalles en los que los huéspedes sienten que se detiene el mundo. Dormir en Linden Centre es como hacerlo en un museo viviente de la Dinastía Qing. Caminar por sus formidables patios durante la noche, observar la gran colección de arte oriental en corredores y estancias de la casa o salir por la noche a la terraza a observar las estrellas (sólo hay campos de cultivo alrededor por lo que el silencio está garantizado) es uno de los caprichos que uno puede regalarse en Yunnan a precio de Parador en España. Por otro lado Brian y familia están haciendo mucho por incentivar un turismo de calidad y no fast food para que no suceda lo mismo que en Lijiang y otras localidades que han perdido por completo su sentido original.

 

Linden Centre (Xizhou, Yunnan)

 

Más información en www.linden-centre.com

Zhoucheng y su mercado

Saliendo de Xizhou a no más de diez minutos al norte hay otra localidad bai muy interesante, sobre todo si se acude a la plaza del mercado. Zoucheng 周城 es famoso por la venta de batiks. Probablemente fuera el municipio en el que más personas vi utilizando la vestimenta tradicional bai (sobre todo a las mujeres). Ya sólo el tocado que llevan algunas de ellas recoge buena parte de la simbología de todo en lo que creen. Un lugar auténtico como pocos en la prefectura de Dali a orillas del gran lago Erhai.

Mercado tradicional de Zhoucheng (Yunnan, China)

Shaxi, la esencia más pura de la ruta del té y los caballos

Estar a mitad de camino entre Lijiang y Dali (a algo más de 100 km) hizo que Shaxi 沙溪 fuese un puesto esencial en la vieja ruta del té y los caballos. Y si bien en buena parte de Yunnan se encuentran muchas huellas de este recorrido comercial tan importante no se me ocurre un mejor sitio que éste para albergar su esencia más pura. Creo que no soy objetivo con este pueblo, pero me es imposible serlo. Shaxi concreta en un solo lugar el alma de esa China que muchos vamos buscando con la nostalgia de que cada vez quedan menos rincones de este tipo en Asia y en todo el mundo.

Shaxi (Yunnan, China)

Uno puede cruzar el viejo puente de piedra y escuchar el trote de los caballos, así como esas campanillas sonando al compás para avisar de su llegada. Y atravesar estrechas casas de madera y adobe esperando alguien salga a recibirte tras un largo viaje. Pero no hay nada mejor que ponerse en el centro mismo de la encantadora plaza del mercado, levantar los brazos y decir… ¡Por fin! ¡La he encontrado! Voilà… he aquí uno de los lugares más especiales de toda China. En un pueblo pequeño, sencillo y silencioso está la verdad de una ruta y de todo un país.

Plaza del mercado de Shaxi (Yunnan, China)

Puedo contaros que hay que visitar el templo Xingjiao que en la misma plaza custodian dos monstruosos guardianes. O que atraveséis el puente Yujin del que os hablaba hace un momento. Pero el mejor consejo es que os olvidéis de todo y tratéis de perderos en todos los sentidos del término. Tomaros a mi salud un té caliente o un café en la plaza, escuchad venir a los caballos y tocad los farolillos rojos de papel que iluminan lo suficiente como para saber dónde uno pisa. Nada más, Shaxi es vivir el corazón de Yunnan.

TRES CONSEJOS PARA SHAXI Y ALREDEDORES

  • Un alojamiento histórico (y con teatro): A 4 km antes de entrar a Shaxi hay un hotelito pequeño de apenas cinco habitaciones pero realmente encantador. Se llama Old Theatre Inn y su nombre tiene que ver con que cuenta con un teatro típico bai de esos que desde lejos parecen un templo budista. Más info en www.oldtheatreinn.com.

Old Theatre Inn (Shaxi, Yunnan)

  • Un antiguo templo con su propio restaurante: En Diantou, a un paso de Shaxi, se ha restaurado un precioso templo (Pear Orchard Temple) que estaba a en pura ruina para cumplir una promesa a la diosa Guanyin. Y en uno de los costados, pero dentro del mismo templo, hay un coqueto restaurante (Pear Blossom) que sirve comida vegetariana.

Templo en Shaxi (Yunnan, China)

  • La mejor pizza de Yunnan sentado en la barra de un bar:Por supuesto que me declaro fan supremo de la gastronomía de Yunnan y durante el viaje raras veces me salté un plato chino por muy picante que fuera. Pero hay veces que viene bien darse el gusto y cambiar la dieta, aunque sea por una vez. En Hungry Buddha (en la calle que va de la plaza de Shaxi a la puerta sur) no caben más de ocho personas, todas alrededor de la barra, para ver cómo te cocinan con toda la parsimonia del mundo una de las pizzas más ricas que jamás he probado en China. Y si te gusta el vino puedes acompañarlo con un Rioja, un Burdeos o un Oporto… ¡Tienen una colección de vinos espectacular! Es una rara avis en Yunnan, así que no está de más para tener en cuenta.

Shibaoshan, la montaña de los tesoros de piedra

A 15 kilómetros al norte de Shaxi nace otro de esos lugares sagrados que no te esperas. La montaña de los tesoros de piedra o Shibaoshan 石宝山 es un lugar sagrado para los bai. Se trata de una de las escapadas predilectas en los alrededores de Shaxi, aunque si se tiene pensado visitar sus dos grandes templos (Baoxiang 宝相寺 y Shizhong 石钟寺), hay que reservarse al menos medio día.

Dado que teníamos algo de prisa, puesto que nos dirigíamos a Shangri-La, sólo visitamos Baoxiang tras subir unas escaleras (en las que suele recibirte una multitud de macacos, aunque ese día no aparecieron). La sensación que ofrece es la de un templo colgante en un emplazamiento inusual en plena roca y la acogida sonriente de dos estatuas coloridas de la diosa Guanyin emergiendo de una flor de loto and Maitreya, el Buda feliz.

Templo Baoxiang de Yunnan (China)

En Shizhong, más lejano, hay estatuas excavadas en la propia roca. Aunque tampoco es es Mogao ni la mínima parte de lo que tienen las las grutas de Yungang de Datong.

Shangri-La, la utopía de los horizontes perdidos

El viaje entra en su etapa más soñadora cuando se acerca a las estribaciones de un Himalaya no demasiado lejano. No todos los días se alcanza el mítico Shangri-La que James Hilton nos mostró en su novela Lost Horizon. Ni se accede a una parte del Tibet completamente abierta a los visitantes. Y es que Yunnan en su extremo noroeste se convierte de repente en territorio tibetano (no perteneciente políticamente a la región administrativa especial con capital en Lhasa). La población es mayoritariamente tibetana, la lengua es tibetana, la arquitectura de los edificios también lo es y, por supuesto, la vertiente del budismo es el lamaísta. Pero el indicador más certero es que el ganado ya no es de vacas sino de yaks peludos. Y de los que se aprovecha absolutamente todo (el olor a mantequilla de yak está en todas partes, no sólo en la comida sino también hasta en las velas que se ponen en los templos).

Escuela en el monasterio Songzanlin (Tibet de Yunnan, China)

No te pierdas el instante viajero que explica esta foto: Lecciones de fe en Shangri-La.

La ciudad principal de la prefectura autónoma de Dêqên (el Tibet de Yunnan) es la que durante mucho tiempo fue conocida como Zhongdian 中甸, pero que a partir de 2002 pasó a llamarse Shangri-La 香格里拉 porque no está muy lejos de la utopía de los horizontes perdidos. Basta con contemplar el fastuoso monasterio de Songzanlin 松赞林寺 y pensar en que éste pudo ser el lugar en el que se basó Hilton para construir su novela. Los chinos, que para estas cosas tienen ojo, no se lo pensaron dos veces a la hora de cambiarle el nombre a Zhongdian y el efecto llamada funcionó como era esperado.

Monasterio Songzanlin (Shangri-La, Yunnan)

Las visitas esenciales se centran en la ciudad vieja de Shangri-La (Dukezong) y en el propio Songzanlin. Aunque lamentablemente la primera fue escenario de un gran incendio en el invierno de 2014 y la mitad del casco urbano fue arrasado por completo por el fuego. Afortunadamente sobrevivió la otra mitad y la zona dañada se está reconstruyendo, aunque quienes conocieron «el antes» aseguran que la magia de Shangri-La se perdió en aquella fatídica noche. Por fortuna quedó a salvo la Colina de la Tortuga con sus templos sagrados, la rueda de oraciones más grande de Asia (hacen falta veinte personas para moverla en el sentido de las agujas del reloj) y unas vistas excepcionales de los tejados de la ciudad antigua.

Templo en la colina de la tortuga de Shangri-La (Yunnan, China)

Pero si por algo merece la pena escaparse a Shangri-La es por ver el monasterio de Songzanlin, al que se le conoce como «el pequeño Potala» por su parecido al gran palacio de Lhasa. De hecho fue levantado casi a la vez, en el último tercio del siglo XVII, bajo el mandato del quinto Dalai Lama y vive en él actualmente una comunidad de más de 700 monjes (llegó a haber 2000) de la orden Gelugpa (la que lleva los gorros amarillos). La visita al complejo lleva casi toda una mañana, puesto que hay muchos templos visitables y uno puede asistir a ceremonias, clases de la escuela en pleno patio o dar la vuelta por el lago que hay enfrente del monasterio para tomar las mejores fotografías panorámicas que engloban todo Songzanlin.

Monasterio Songzanlin (Yunnan, China)

DORMIR EN UN HOTEL 100% TIBETANO CON VISTAS PRIVILEGIADAS DE SONGZANLIN

Tras el incendio dormir en la ciudad vieja ya no es lo mismo. Pero siempre nos quedará el estupendo Songtsam que queda detrás del monasterio Songzanlin para conocer la fusión del carácter tibetano con las mejores comodidades. Las habitaciones son estupendas, sumamente amplias, y el servicio es propio de un 5 estrellas como éste. Songtsam te gana con los detalles, con la variedad y el producto de su restaurante, con sus salas de meditación (donde se hace yoga cada mañana) y con un spa en el que mientras te das un baño después de recibir un masaje puedes disfrutar de unas vistas privilegiadas del pequeño Potala. Más información en www.songtsam.com/en

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Songtsam de Shangri-La con vistas al monasterio de Songzanlin (Yunnan, China)

Lago Napa

Saliendo de Shangri-La de repente surge una mancha de agua convertida en un auténtico cristal donde se reflejan las montañas nevadas de alrededor. Especialmente sugerente cuando se acercan a beber los yaks o los caballos. Y si se va en otoño, como fue el caso de este viaje, se puede tener la suerte de contemplar la llegada de las grullas de cuello negro que vienen a este pequeño Tibet de Yunnan a pasar lo peor del invierno.

Napa Lake (Shangri-La, Yunnan)

Se puede montar a caballo, en barca o, simplemente asomarse para entusiasmarse con los reflejos de esta maravilla natural. En nuestro caso terminamos en una boda tibetana sin comerlo ni beberlo. Pero estas cosas no se prevén.

Mujer tibetana peinando a la hermana de la novia en una boda en Shangri-La (Yunnan, China)

Benzilan y la primera gran vuelta del Yangtzé

Shangri-La es el comienzo, pero adentrarse entre las montañas de Dêqên es llegar a valles con un otoño primoroso y unos inviernos completamente blancos. El pueblo de Benzilan, de casas blancas y grandes ventanas estilo tibetano, es uno de los núcleos principales si perseguimos al Yangtzé. De hecho pocos kilómetros después el río da su primera gran vuelta formando un meandro mayúsculo 金沙江第一湾 que vaticina que llegará lejos como río más largo de Asia que es.

Primer gran meandro del río Yangtzé en China (Tibet de Yunnan)

Tras poderme alojar en otro Songstam de apenas diez habitaciones el resto fue improvisar. Y subir el valle hasta Niding llevó a ver varios paisajes otoñales en apenas una hora. La frondosidad y la neblina le haría uno pensar en los bosques canadienses, pero aquí en vez de osos hay pandas rojos (eso sí, verlos es casi imposible), lo que nos devuelve a las profundidades de la China más secreta.

La vida rural de los tibetanos en esta parte de Yunnan se deja ver tal y como es. La gente, extraordinariamente amable, no escatima una sonrisa.

Escena rural en el Tibet de Yunnan (China)

Monasterio de Dongzhulin

A no más de media hora de Benzilan surge otro templo-monasterio que, sin ser del tamaño de Songzanlin, merece la pena visitar. Fue levantado a la vez que éste y allí vive una comunidad de aproximadamente dos centenares de monjes. No recibe apenas turismo y uno puede entrar a las distintas dependencias como Pedro por su casa (eso sí, las fotos de los interiores están prohibidísimas bajo multa).

Monasterio Dongzhulin (Yunnan, China)

Contemplar Dongzhulin desde su patio bajo la lluvia es escuchar sólo eso, lluvia. Aunque de vez en cuando se proyecta la musicalidad de una campana o un tambor de los monjes que pronuncian sus mantras a toda velocidad. La verdad que se trata de un lugar carente de aditivos. Muy auténtico. 100% Tibet.

Monje tibetano con paraguas en Dongzhulin (Yunnan)

¡PARA ESTAR ATENTO! Al menos dos veces al año (junio y octubre), aunque sin fecha precisa, se celebra en Dongzhulin una fiesta de máscaras de gran tradición. Los monjes se convierten en fieros dioses guardianes del templo y bailan con coloridas máscaras. Coincidir en uno de estos festejos tiene que ser algo increíble.

Baishuitai, el falso Pamukkale chino

Uno en los viajes también se encuentra lugares absolutamente decepcionantes. Camino a Haba Village nos detuvimos para ver si era verdad lo que decían de Baishuitai 白水台, al que muchos alababan como «el Pamukkale chino» por sus terrazas blanquecinas provocadas por la mineralidad del agua. Pero de lo que se ve en las fotos a la realidad no hay ni la cuarta parte, las infraestructuras para subir son mediocres y no merece la pena el esfuerzo. Lo peor es que hay gente que va en exclusiva desde Lijiang o desde Shangri-La sólo para ésto y la experiencia suele ser un auténtico desastre. Esperemos en los próximos años la cosa mejore y esté más cuidado.

Baishuitai (Yunnan, China)

Haba Village y alrededores

Dado que la intención era entrar a la garganta del salto del tigre desde el comienzo y no sólo limitarnos a la plataforma principal hicimos base en Haba Village. A la sombra de la gran montaña Haba  哈巴雪山 viven etnias como los hui, los yi y los naxi, además de tibetanos. No es una zona muy transitada y aún es posible visitar aldeas muy auténticas en los que conocer más sobre estas etnias. Desde Hapa Village por una carretera que no era carretera sino camino de cabras llegamos a un pueblo hui con una mezquita de madera y, lo más interesante, hasta una población de yi negros (no me preguntéis los nombres porque no aparecen ni en los mapas). Esta versión de los yi, que sólo viven en montañas muy altas, nos deja ver a las mujeres portando unos inmensos tocados de color negro con bordados. Se trata de una sociedad matriarcal aferrada a sus tradiciones y que incluso conserva aún un alfabeto propio (que lamentablemente se está perdiendo). Se la considera muy hermética con los extranjeros. Pero gracias a mi amiga Edith, que habla chino fantásticamente bien, así como una persona del pueblo de Haba que nos quiso acompañar, terminamos en la casa de una familia «black yi» que nos mostró su gran gentileza. 

Con una familia de Yi negros en una aldea de Yunnnan (China)

La Garganta del Salto del Tigre

En la Garganta del Salto del Tigre 虎跳峡 el río Yangtzé se interna en un profundo y estrecho cañón a merced de dos montañas que superan con creces los 5000 metros de altitud (la ya mencionada Haba y la Montaña del Dragón de Jade). Si bien lo clásico es hacer un trekking que lleva un par de jornadas de camino, se puede llevar a cabo también un interesante trayecto por carretera e irse deteniendo en diversos miradores. Hay varias aldeas que se asoman al río que pertenecen a la etnia naxi, quienes además veneran a la Montaña del Dragón de Jade como el rincón del mundo en el que viven sus dioses.

Garganta del Salto del Tigre (río Yangtzé, Yunnan, China)

Existe un mirador, casi al final del camino, con numerosas plataformas en las que se aprecia la mayor estrechez que se permite este gran cañón asiático (el más profundo del mundo, además). Nace aquí una la leyenda que explica el nombre de la garganta. Y es que, al parecer, un tigre que huida veloz de un cazador, escapó de la muerte dando un salto por encima del Yangtzé y salvando milagrosamente su vida. Lo que convierte a esta historia en leyenda y no realidad es que por muy poca separación que hubiera entre los dos márgenes, existe una distancia de 30 metros, que eso no lo hubiera saltado el propio felino ni aunque le hubiesen puesto un trampolín.

UNA TERRAZA INSPIRACIONAL A MITAD DE CAMINO

A mitad de camino, en pleno corazón de la Garganta del Salto del Tigre, la Halfway Guesthouse lleva muchos años acogiendo senderistas. Ahora también se puede acceder con vehículo (siguiendo una carretera no apta para quienes tengan vértigo) a este local con habitaciones compartidas y privadas en una localización inmejorable. Lo mejor de todo es su «Terraza inspiracional» en el que tomarse algo observando los picos nevados de la Montaña del Dragón de Jade. No se me ocurre mejor inspiración posible para llevar a cabo cualquier cosa que uno se proponga.

 

Inspirational terrace (Yunnan, China)

Lijiang, el orgullo de los naxi (y el síndrome de Venecia)

En un mundo en el que no existiera el turismo de masas Lijiang 丽江 sería la reina de Yunnan y probablemente de todo el suroeste de China. La ciudad naxi no puede ser más hermosa. ¡Es imposible! El casco antiguo parece un laberinto en el que la arquitectura local gatea por los tejados y las campanas de los caballos de la gran ruta entre el Tibet y Pu’er parecen escucharse todavía. Atravesada por canales y puentes constituye otra de esas «Venecias del este» con las que cuenta este país, pero ninguna hasta ahora le ha llegado a la suela de los zapatos. Algo de lo que se dio cuenta la UNESCO para proclamarla con justicia Patrimonio de la Humanidad y protegerla para siempre, sobre todo tras un terremoto que en los noventa puso en peligro a la ciudad. Pero el efecto logrado por este organismo internacional fue el contrario.

Lijiang (Yunnan, China)

Lijiang ha multiplicado el número de visitantes por mil, quienes habitaban la ciudad vieja han vendido sus casas para que se hagan tiendas, restaurantes, hoteles, etc. y se ha despoblado por completo todo el casco urbano. Además se cobra una entrada de 80 yuanes (aprox 10€). Así que Lijiang no sólo se convirtió de la noche a la mañana en un museo de sí misma sino que además se puso de moda en China como un destino romántico (con buen clima todo el año). Y hace veinte años los chinos no viajaban más que para el Año Nuevo y el Día Nacional en octubre. Pero ahora hay una clase media de cientos de millones de personas que, con toda lógica, desean conocer su patrimonio. Aunque en Lijiang, la verdad, se les ha ido tanto la cosa de las manos que se ha esfumado buena parte del buen espíritu de esta ciudad. Por supuesto es bonita a rabiar, pero ha perdido por su razón original y, por tanto, su gracia.

Lijiang (Yunnan, China)

CONSEJOS PARA ENCONTRARLE SENTIDO A LIJIANG

Y entonces, ¿merece la pena viajar a Lijiang con semejante panorama? Y la respuesta es SÍ, POR SUPUESTO. Lijiang tiene rincones maravillosos y todavía existe la posibilidad de disfrutarla sin sucumbir a las masas. Toma nota de estos consejos:

  • Visita la ciudad vieja lo más temprano posible, cuando aún no han abierto buena parte de las tiendas y todavía no ha llegado ni la décima parte de los turistas que la recorrerán a lo largo del día.
  • Súbete a tomar un té rojo a la taberna con terraza que hay antes de llegar a la puerta de la pagoda de la colina del león. Las vistas son inmejorables. Si el día está despejado además del mar de tejados grises se puede ver la cumbre nevada de la Montaña del Dragón de Jade. En ese lugar te olvidas de todo por un rato.

Tejados de Lijiang (Yunnan, China)

  • Si puedes evitar alojarte en el centro histórico de Lijiang, mejor, pues es por la noche cuando se vuelve más ruidosa (aunque la iluminación es genial). Shuhe no es para nada una mala idea.
  • En el mismo centro hay un mercado tradicional naxi en el que todavía viene a comprar la gente no sólo de la ciudad sino de muchos de los pueblos de alrededor. Y no hay casi turistas.

Mujer naxi en Lijiang (Yunnan, China)

  • A un costado del famoso puente de piedra de Lijiang hay una tienda de campanas basadas en las que llevaban los caballos en la vieja ruta comercial entre el Tibet y Pu’ar. Es de las más antiguas y auténticas de la ciudad. Se llama Bu Nong Ling y sólo entrar al local es toda una experiencia. ¡Yo me llevé mi campanita a casa!
  • A las afueras de la ciudad vieja se puede visitar uno de los lugares más fotogénicos de todo Yunnan. Se le denomina el estanque del dragón negro  黑龙潭 y tiene auténticas fotos de postal con puente antiguo, pagoda y la Montaña del Dragón de Jade al fondo. Curiosamente no llegan tantos turistas y la gente viene a pasear y relajarse con una imagen fantástica de lo que todavía merece la pena en Lijiang.

Estanque del Dragón negro (Lijiang, Yunnan)

  • A escasos kilómetros Shuhe es la pequeña Lijiang. Resulta ideal para pasear por ella durante la noche sin coincidir con masificación alguna. Cuenta con buenos hoteles para aspirar además, como el Pullman Resort, que tiene sus propias villas privadas en las que parecen antiguas casas chinas. La otra localidad de interés es Baisha, el lugar de nacimiento de la poderosa familia Mu, quienes gobernaron Lijiang desde el siglo XIV hasta el XVIII.

Shuhe, la hermana pequeña de Lijiang

Tan sólo 4 kilómetros separan de Lijiang a la pequeña Shuhe 束河, quien se está convirtiendo en una de las alternativas para disfrutar de una manera más tranquila de una ciudad antigua de este tipo (tampoco es un auténtico remanso, pero por la noche resulta adorable). Cuenta con una arquitectura similar en los edificios y también dispone de una importante red de canales y puentes de piedra así como con una plaza mayor en la que antaño se juntaban aquí los mercaderes del té y los caballos.

Mujer naxi en Shuhe (Yunnan, China)

Tiene muchas opciones para permitirse una cena rica, ir de compras sin que te atosigue la multitud y probar distintas modalidades y añadas del famoso té rojo pu’er con todo su ceremonial.

CATANDO EL MEJOR TÉ ROJO

En Pu’er sigue naciendo el té rojo más delicioso y puro del mundo. Dado que muy pronto fue demandado en otras regiones como puede ser Tibet, se buscó una manera de llevar la mayor cantidad posible sin perder sus facultades. Y ahí nació la técnica del prensado con el que se guardaba en forma de disco o en tableta, de cara a ser transportado más fácilmente a caballo o incluso por hombres que iban a pie hasta la lejana Lhasa. Lo curioso en este tipo de té en el que se aplica su propio proceso de fermentación en barricas de bambú es que, como los buenos vinos, puede mejorar con los años y una tableta puedes abrirla dentro de una década que mantendrá todas sus propiedades. Es un té bastante más caro que los que se producen, por ejemplo, en las Tierras Altas de Sri Lanka (el famoso té de Ceylan), pero se trata de un producto único y muy demandado en todo el mundo. A lo largo y ancho de Yunnan es posible ver comercios donde los venden como si fueran auténticos tesoros. Y hay precios para todos, pero en este viaje he llegado a ver algunos que se vendían a más de 3000 euros.

 

Sirviendo té pu'er en Shuhe (Yunnan)

Baisha, el lugar de nacimiento de los Mu

A los pies de la Montaña del Dragón de Jade cerramos el círculo donde hace casi ocho siglos comenzó todo en el área de Lijang. Quienes serían sus gobernadores de manera hereditaria desde finales del siglo XIV hasta 1723, los Mu, salieron de la antiquísima Baisha. De hecho se puede visitar (algo que recomiendo aunque no mucha gente lo hace) el palacio de esta influyente familia donde además se conservan unas pinturas murales de gran valor artístico que muestran esa confluencia de religiones que conviven en China como son el budismo, el confucionismo y el taoísmo.

Baisha (Yunnan, China)

También este pueblo naxi situado a tan sólo 10 kilómetros de Lijiang resulta especialmente interesante para comprar artesanía, fotografiar al dragón de jade entre tejadillos grises, probar algunas delicias de la gastronomía naxi y de Yunnan en Baisha Times Cafe y, por supuesto, rendirle una «surrealista visita» al famoso Doctor Ho, quien conoce muchos de los secretos de la medicina tradicional china y todas y cada una de las plantas de Yunnan, y que con casi cien años a sus espaldas sigue recibiendo pacientes de todo el mundo, haciendo diagnósticos y recetando soluciones a base de herboristería pura.

El Doctor Ho en Baisha (Yunnan, China)

Sabías quéLos naxi conservan un síntoma cultural de gran valor, y no es otra que su escritura a la que se conoce como dongba. Al parecer es la última escritura pictográfica o jeroglífica que se utiliza en el mundo y creen que se remonta a más de 7.000 años. Cuenta con más de un millar de símbolos en los que se expresan no sólo objetos sino incluso ideas abstractas. En el área de Lijiang, de mayoría étnica naxi, se pueden ver murales en los que se ha utilizado este curioso sistema pictográfico que, además, es absolutamente intuitivo.

¿Viajar a Yunnan por libre o de manera organizada?

Ya se sabe que existe un viaje por cada tipo de viajero. E incluso por cada momento. Y Yunnan no es una excepción, ya que se puede visitar de muchas maneras en función del tiempo o el presupuesto que tengamos, así como de la ruta que nos interese llevar a cabo. El mayor problema que muchos encuentran en China es el tema de la comunicación (o mejor dicho, la incomunicación), ese «Lost in translation» perpetuo y a veces desesperante de quienes el inglés es una auténtica quimera. Pero estas cosas siempre se han solventado con paciencia y saberse hacer entender de todas las maneras posibles.

Mujeres bai en Yunnan (China)

Si el idioma puede ser un enorme condicionante en China, y más en Yunnan donde se hablan además otras 25 lenguas autóctonas, entiendo que el mayor inconveniente a viajar con libre por la zona es la dificultad de andentrarse en zonas más rurales y escasamente comunicadas. Y vivir ese momento insuperable en una aldea black yi (a la que os aseguro no llegan los autobuses) o improvisar en un valle remoto situado en la zona tibetana es posible contando con un vehículo privado y/o un guía que hable chino mandarín. Una ruta como la que os acabo de contar lógicamente llevaría muchísimos más días si tenemos que depender de los horarios de buses o trenes (donde los hubiera).

Mujer tibetana en Shangri-La (Yunnan, China)

Para quien no desee montarse un viaje 100% por libre, necesite de un medio de transporte y llevar cerrado el tema de los hoteles, comidas, visitas, etc. existe la posibilidad de utilizar una agencia de viajes. En español sólo existe una opción actualmente, que es Yunnan Viajes, donde organizan viajes a medida a esta región china. Tuve la suerte de compartir aventura de la mano de su máxima responsable, Edith López, quien vive entre Barcelona y Kunming y que conoce Yunnan como la palma de su mano. Si bien a través de ella o de agencias mayoristas españolas tipo Marco Polo, Tuareg y un largo etcétera con las que colabora, se trata de un modelo de viaje que se adecua a los gustos de quienes quieran llevar a cabo un recorrido en esta zona y deseen tener ciertos aspectos controlados.

Edith y Sele en una aldea black yi de Yunnan (China)

¿Cómo llegar a Yunnan?

No existen vuelos directos entre España y Kunming, la capital de Yunnan. Quizás el método más económico y cómodo por aviones, frecuencias, calidad del servicio a bordo y en aeropuertos, escalas, etc. que encontré para preparar este viaje fue la opción de KLM. Con la aerolínea holandesa hice Madrid-Chengdú vía Ámsterdam, me quedé un par de días en la ciudad de Sichuan para ver a los osos panda y al extraordinario Buda de Leshan, y desde ahí tomé un vuelo corto en código compartido con Southern Airlines que me llevó a Kunming. Otra opción posible es volar a Guanzhou, en Cantón, y desde ahí saltar a Yunnan. Pekín y Shanghai también tienen comunicación con Kunming.

Pantalla táctil en un avión

Quienes estén realizando un viaje por el Sudeste Asiático, dada la cercanía con países como Vietnam, Laos o Tailandia, se puede plantear de manera muy fácil un salto a Kunming. De hecho las montañas de Sapa no andan muy alejadas de la zona de las terrazas de arroz de Yuanyang. Bangkok, Singapur, Kuala Lumpur o Hanoi tienen vuelos directos a Kunming.

El tren Chengdú-Kunming

Para aquellos que estén ya en China y se estén moviendo de manera «terrestre» ya sea por ferrocarril o con autobús, conviene comentar que existen varios trenes diarios que comunican la ciudad de Chengdú con Kunming, aunque la duración estimada puede variar entre las 17 y las 24 horas. El tiempo desde Guanzhou es similar y si a uno le entra la locura y le sobra el tiempo hay casi 40 horas desde Shanghai.

Tren chino en Yunnan (China)

Por otro lado se están haciendo rutas nuevas desde más puntos de China y de Asia. Y no sería de extrañar que un año de estos llegaran los trenes de alta velocidad a Kunming como si lo han hecho a otras zonas de China. Estaremos pendientes de si eso sucede.

El visado chino

Passport control

Aunque el tema del visado chino es algo en lo que me gustaría profundizar en futuros posts me gustaría dejar claras algunas cuestiones al respecto, ya que han sido muchas las personas que me preguntaron sobre el tema cuando estaba de viaje en Yunnan.

¿Hace falta visado para viajar a Yunnan?

Yunnan es China y en China hace falta visado para viajar (salvo que vayas a Hong Kong o Macao, que no lo requieren). Si se pisa la China continental te van a pedir visado porque si vas sin él no tienes nada que hacer.

¿Dónde obtener el visado chino estando en España?

Es curioso, pero hay una dualidad que no había encontrado con otros países. Mientras que para Barcelona se siguen haciendo las gestiones desde la oficina consular  (En Carrer de Lleó XIII, No.34, web http://barcelona.chineseconsulate.org/esp) para el resto de España se tiene que gestionar a través del Centro de solicitud de visados chinos en Madrid situado en la Calle C/ Agustín de Foxá, 29, 4ºA (web oficial: https://www.visaforchina.org/MAD_ES). Hasta ahí normal, pero la cuestión es que mientras que el visado de una entrada obtenido en Barcelona viene a costar 60 euros, si se gestiona desde el centro madrileño (como así indican que se debe hacer en toda España salvo Cataluña) cobran la friolera de 126,50 euros. Y ante eso no hay nada que hacer.

Buda Feliz en China

La oficina consular china en Barcelona atienden al público de 09:30 a 13:30 los lunes, miércoles y el viernes. La de Madrid abre de lunes a viernes (para entrega de solicitudes de 9:00-15:00 y para el pago y recogida de los visados de 9:00-16:00 ) y viene a tardar cinco o seis días en llevar a cabo la gestión. En ambas, eso sí, solicitan las mismas cosas para los visados turísticos:

+ Pasaporte original con vigencia de más de 6 meses a partir de la fecha de solicitud y 2 páginas en blanco para el visado, así como una fotocopia de la página de datos personales del pasaporte (en la que aparece tu fotografía).

+ Formulario de solicitud relleno (se descarga actualizado desde las webs oficiales) y foto tamaño carnet.

+ Copia de los billetes de avión de regreso desde China y una copia de la reserva de hotel (vale con alguno). Si tienes pensado quedarte en casa de un amigo o familiar y, por tanto, no vas a ir a hotel, necesitarás que te envíe una carta de invitación. Si vas con agencia también te enviarían una.

¿Para ir a la zona tibetana de Yunnan hacen falta permisos?

La provincia autónoma tibetana de Dêqên no requiere de un permiso especial. Se puede acceder perfectamente. Sólo si se va a la Región Autónoma del Tibet (capital Lhasa) son necesarios los permisos y tienes que ir, sí o sí, en un grupo cerrado con una agencia siendo imposible llevar a cabo un viaje por libre.

Fila de estupas en el Tibet de Yunnan (China)

POR SI ACASO, VIAJA SEGURO (Y CON SEGURO)

– Siempre que viajamos al extranjero conviene estar perfectamente cubiertos por lo que pueda pasar, por lo que siempre salimos con seguro de viaje. Y China no es una excepción. No es recomendable llevar a cabo un viaje de este tipo sin una buena póliza que nos cubra en China ante posibles accidentes, enfermedades o contratiempos que puedan suponernos un sobrecoste inasumible (los costes de una la hospitalización o atención médica en este país para un extranjero pueden llegar a ser muy elevados). En mi caso para viajar a Yunnan utilicé el Seguro de viajes de IATI, puesto que ofrece una cobertura superior a la media (Más de 60.000 euros en muchas pólizas), te adelantan el dinero si sucede algún problema y ofrecen un trato personalizado. Los lectores de este blog pueden contratar el Seguro de viajes de IATI que mejor se adecué a lo que están buscando con un 5% de descuento (que se aplica de forma directa entrando a través este enlace).

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Yunnan es una de las regiones más seguras de toda China, pero nunca está de más ir cubiertos por cualquier inconveniente que pueda suceder.

La solución más eficaz para conectarse a internet en China y esquivas la censura

Hay gente que piensa que si se accede con una SIM local se acabó el problema. Se adquieren datos en una tienda del país y listo. ¡Para nada! La censura está pensada precisamente para los propios nacionales, por lo que no tendría sentido. Pero… ¿Y si se compra una tarjeta SIM con datos para conectarse a internet en China y un VPN incorporado en la misma? Esa es la idea exitosa de la compañía española HolaFly, que unifica dos trámites diferentes y tras un sencillo proceso de compra envía esta tarjeta a casa en unas pocas horas.

Tarjeta HolaFly

Es decir, no existe la necesidad de pagar dos servicios aparte, se simplifican el proceso, su funcionamiento está garantizado y además este tipo de tarjetas de datos funcionan mucho más rápido que un servicio de VPN corriente como los antes mencionados (utiliza la red china Unicom, que probablemente sea la que más cobertura tiene en todo el país). Además permite compartir datos con distintos dispositivos.

A día de hoy están a la venta tarjetas SIM + VPN de 8 ó 15 días con 5 gigas, y de 30 días con 6 gigas. Se pueden reservar con un 5% a los lectores de este blog, ya que llevo algún tiempo colaborando con ellos, utilizo sus tarjetas a todos mis viajes y creo que es algo que puede venir bien a todos aquellos que necesiten conectarse a internet en China (también Tíbet) o donde sea (tienen a un montón de países más).

Sele con una tarjeta holaflyDurante la Expedición Kamchatka utilicé la tarjeta de Holafly para conectarme a internet, puesto que también las hay para Rusia.

¿Cómo funciona la tarjeta SIM con VPN?

  • Inserta la tarjeta SIM en tu teléfono móvil al aterrizar (no la pruebes antes de llegar sino una vez estés en el país) y activa la itinerancia de datos. El pack recibido incluye llave o elemento metálico para extraer tu SIM habitual e introducir la SIM de datos Holafly (y viceversa). Si tu móvil permite utilizar dos tarjetas SIM, tan sólo es necesario introducir la tarjeta en la ranura que no estás usando.

Tarjeta HolaFly

  • Con esta SIM mantienes tu número en español en WhatsApp para llamar y escribir a tus contactos como siempre. No se pierde absolutamente nada al cambiar de tarjeta. Todo lo que tienes en tu teléfono sigue estando a la vista.
  • Más información aquí.

El país al sur de las nubes te está esperando

Yunnan reúne todas esas condiciones que lo convierten en un destino incapaz de decepcionar. Un lugar que te invita a conocer esa China que muchos andan buscando y que terminan encontrando en un laberinto de arrozales, cumbres nevadas y ciudades milenarias.

Es país al sur de las nubes y el viaje al Shangri-La.

Sele

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Banner del viaje a Yunnan y Sichuan (China)

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