10 octubre 2013
Como dos gatos persas sobre los tejados de Yazd
Durante este viaje me he dado cuenta que nos gusta buscar la manera de subir a los tejados de Irán para encontrar un perfil diferente y jugar con las alturas como hacen los gatos. Diría que es casi una obsesión. Como un clavo ardiendo nos agarramos a la silueta de azoteas y cúpulas para ver cómo la ciudad se paraliza en el horizonte. Ha habido varias veces en las que nos hemos colado en hoteles o hemos buscando puertas abiertas…