50 consejos útiles para viajar a Myanmar - El rincón de Sele

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50 consejos útiles para viajar a Myanmar

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Sin duda Myanmar, el mismo que fuera llamado Birmania hasta hace muy poco, se trata todavía de uno de los grandes desconocidos del Sudeste Asiático. Un rincón del mundo capaz de regalarnos una colección extraordinaria de templos y pagodas, de escenas costumbristas que poco o nada han cambiado en siglos y con una gente maravillosa que trata al forastero como si fuese de su propia familia. Tras regresar de un inolvidable viaje a Myanmar y tomar muchas anotaciones me gustaría compartir un reportaje cargado de información práctica que pueda serle provechoso a todos aquellos que estén interesados en conocer por su cuenta este país. Gracias a todas estas notas he podido documentar una lista de 50 consejos útiles para viajar a Myanmar, los cuales pueden servir de ayuda a los futuros viajeros ansiosos por disfrutar de un destino en alza que se resiste a perder su singular pureza.

Mujer Pa-O en Kakku (Myanmar)

¿Qué no debe faltar en la maleta? ¿Cuál es la mejor época para ir a Myanmar? ¿Cómo moverse por el país? ¿Dónde cambiar kyats?  ¿Qué tal se come? ¿Cuales son lugares que ver sí o sí?  ¿Es seguro? Son muchos temas de interés los aquí expuestos que conviene tener en cuenta a la hora preparar un viaje a un país que se está abriendo cada vez más. Tomad papel y lápiz, que aquí viene una pila de consejos prácticos aplicables en un viaje a Myanmar

DOCUMENTACIÓN NECESARIA PARA VIAJAR A MYANMAR. ¿HACE FALTA VISADO?

Passport control

– Para viajar a Myanmar es necesaria la obtención de un visado. Si bien en el pasado el proceso era mucho más complejo, en los últimos años han aumentado hasta el extremo las facilidades para conseguir el visado de turismo en Myanmar. Lo más sencillo es si vamos a entrar al país por uno de estos tres aeropuertos internacionales: Yangón, Mandalay y Nay Pyi Taw. Para ello desde 2014 existe un medio de solicitud online para visados turísticos que se encuentra en este enlace web evisa.moip.gov.mm. Los solicitantes de la conocida como e-visa deben rellenar la información en un formulario bastante simple (hace falta tener foto carnet escaneada) y pagar online con tarjeta de crédito (válidas Visa, MasterCard y American Express) un total 50 dólares. La tramitación se realiza en un máximo de tres días laborables (nosotros tuvimos la confirmación en sólo dos). Los viajeros recibirán en su email una carta de aprobación que deberán imprimir y presentar en el aeropuerto de destino (ya no habrá que pagar nada más). El visado es de una sola entrada y tiene una validez de tres meses desde su obtención (No desde nuestra fecha de ingreso al país. Es decir, no se debe cometer el error de pedirlo con ocho meses de antelación porque cuando vayáis habrá caducado). Hasta el momento el visado sirve para una estancia de máximo 28 días no renovables a contar desde la fecha de entrada. Y muy importante, nuestro pasaporte debe tener una vigencia superior a seis meses.

Visado de Myanmar

– Hasta aquí la manera de obtener la e-visa de manera rápida y online SÓLO SI VIAJAMOS A MYANMAR CON AVIÓN (Y a los aeropuertos especificados anteriormente). Porque para QUIENES ENTREN POR TIERRA deben tramitarlo como se ha hecho toda la vida, ya que no se expiden de ningún modo visados de turismo en frontera. Es decir, se debe hacer a través de la embajada correspondiente. Desde España, ya que no tiene representación de Myanmar en su territorio, se puede enviar el pasaporte a la Embajada de Myanmar en Francia, Suiza, Italia, Bélgica o Alemania en un proceso postal algo más largo. Pero lo más típico, sobre todo para quienes están recorriendo sobre la marcha el Sudeste Asiático, es hacerlo in situ en la Embajada de Myanmar en Bangkok, que suele expedir el visado en aproximadamente tres días laborables (si bien no estaría de más tener un margen superior por si acaso, existe la posibilidad de pagar más y tramitarlo de urgencia, recibiendo el visado en un sólo día). También se puede hacer esto mismo en la Embajada en Vietnam (Hanoi) o Laos (Vientiane), aunque con la de Bangkok vamos sobre seguro y no encontraremos sorpresa alguna.

Myanmar está cambiando de forma acelerada y todo esto puede variar en cualquier momento, siempre en busca de simplificar más los procesos. Iremos actualizando este apartado para tenerlo lo más actualizado posible. Si viajáis al destino y algo ha cambiado para que debamos corregirlo, por favor, rogamos no lo indiquéis y lo añadiremos gustosamente para orientar mucho mejor si cabe a futuros viajeros que estén interesados en viajar a Myanmar.

VOLAR A MYANMAR, DÓNDE EMPEZAR Y DÓNDE TERMINAR

– Hasta el momento no hay ninguna aerolínea europea que tenga un vuelo directo a ningún aeropuerto de Myanmar. Sí se puede llegar desde algunos países de Asia como India, China (Pekín y Kunming) y, sobre todo aeropuertos importantes a través de diversas aerolíneas como puede ser Bangkok, Kuala Lumpur, Hanoi o Singapur. Desde donde más frecuencias (y posibilidades) hay, sin ninguna duda, es desde Bangkok. Nosotros compramos un billete multidestino con la compañía Etihad con esta ruta: MADRID – ABU DHABI (escala de 2 horas) – BANGKOK – YANGÓN – MANDALAY – RETORNO A ESPAÑA (previo paso por Bangkok y Abu Dhabi) por un precio aproximado de 700€. En Bangkok escogimos hacer un stopover de cuatro días para disfrutar de la capital tailandesa y sus alrededores. Es, para mí, el mejor hub de Asia con diferencia para pasar una escala larga. En la vuelta lo hicimos directo con una escala de tres horas.

Billete de avión Bangkok - Yangon

– Los dos principales aeropuertos internacionales que posee Myanmar son Yangón (sur) y Mandalay (norte), ambos separados por más de 600 kilómetros (que vienen a ser más de 10 horas en bus). Dado que Yangón queda más alejado de muchos de principales lugares turísticos puede resultar una buena idea entrar por aquí y salir por Mandalay (o viceversa). De ese modo ahorramos tiempo al regresar y podemos hacer un viaje mucho más lineal sin que nos suponga un euro de más (comprando con «multidestino» en la propia aerolínea o en cualquier buscador de vuelos).

¿CUÁL ES LA MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR A MYANMAR?

– Los mejores meses para viajar a Myanmar son octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Y, aunque no resta que pueda llover también en ocasiones puntuales, coincide con buena parte de la época seca. Octubre, y sobre todo noviembre, cuando ya han terminado las lluvias, son meses excelentes para visitar Myanmar (probablemente los mejores) puesto que los campos aún están verdes y no hace tanto calor como en diciembre, enero o febrero. Por supuesto en esta temporada (alta en Myanmar) los vuelos pueden ser algo más caros, agotarse con mayor celeridad las plazas de los autobuses y disminuir la cantidad de plazas hoteleras disponibles (aunque va creciendo a buen ritmo). Aún así nada insalvable. No ha llegado aún ese tiempo en el país en el que un viajero se queda sin cama ni transporte.

Nubarrones sobre el Lago Inle (Myanmar)

– Julio y agosto, los meses más transitados por europeos y americanos, están a la par de los monzones. Pero esto no significa, ni mucho menos, que no se pueda ir tranquilamente al Sudeste Asiático. Por supuesto que llueve, pero la mayor parte de las veces que lo hace coincide con el comienzo de la tarde cuando se dedica a diluviar con insistencia en torno a una hora (o a lo sumo dos). Los monzones son, casi siempre (salvo tifones o tormentas tropicales) más intensos que duraderos. Moraleja, el monzón no es impedimento para viajar a Myanmar, aunque existan épocas más apropiadas para hacerlo.

LA CASA DE CAMBIO: TEMAS DE MONEDA Y TARJETAS DE CRÉDITO EN MYANMAR


– La moneda oficial en Myanmar es el es el Kyat, cuya abreviatura es MMK. El cambio aproximado (2015) es de 1375 MMK por 1€ (y 1300 por 1$), aunque lo más aconsejable es consultar la cotización justo antes de llevar a cabo el viaje. Apenas se utilizan las monedas, dado el escaso valor de las mismas. Casi todo son billetes en papel que van desde los 50 Kyats a los 10.000 (desde el año 2012). Es decir, el billete más alto no llega ni a los 10 euros de valor, lo que significa que cuando cambiamos o sacamos dinero en una cantidad medianamente alta, recibiremos un buen taco de billetes.
– En Myanmar aceptan en todas partes tanto dólares como euros, pero está más aceptado el uso del dólar. Aún así lo más conveniente es utilizar todo lo posible los kyats y pagar con dólares o euros cosas puntuales. Suele ser habitual que cuando en una tienda pasen de kyats a moneda extranjera (ya sean dólares o euros) hagan un redondeo a su favor, por lo que ir con moneda local resulta casi siempre más ventajoso. Es, además, extremadamente fácil conseguir kyats en bancos o cajeros automáticos (Hay ATMs en todas partes), así como en casas de cambio (las del aeropuerto dan buen cambio), hoteles o comercios que pueden aplicar una insignificante comisión. No se puede conseguir esta moneda con antelación en nuestro banco o caja de ahorros, ya que el Kyat birmano no cotiza fuera del país asiático. NOTA IMPORTANTE: En el caso de pagar con euros o dólares sólo aceptan billetes en perfectísimo estado. Y no me refiero sólo a un roto que, por pequeño que sea, hará que nos denieguen el pago sino que es muy posible que no nos acepten un billete extranjero si éste se encuentra mínimamente arrugado. Nos contaron algunos locales que en los bancos si no se les dan euros o dólares tan lisos como los billetes del Monopoly les ponen muchas trabas para cambiárselos, por eso que muestren tanta reticencia con los que están muy usados.

Moneda de Myanmar

– En la mayoría de los casos suele resultar mejor realizar pagos en efectivo que con tarjeta de crédito. Si bien es cierto que el uso de la tarjeta de crédito está muy extendido, hay bastantes hoteles que le añaden al cliente un recargo de un 3% cuando paga de esta forma.

Es muy complicado, por no decir imposible, cambiar kyats fuera de Myanmar. Conviene no olvidarse de haber cambiado todo el efectivo que nos sobre antes de abandonar el país, porque no podremos recuperar su valor.

¿HACE FALTA VACUNARSE PARA VIAJAR A MYANMAR?

Vacunas en Irán
– Para viajar a Myanmar no existe ninguna vacuna obligatoria y recomendadas son las mismas que deberíamos tener puestas de siempre (Hepatitis A + B, Tétanos, etc…). Generalmente la gente no se vacuna para ir a Myanmar, salvo que tenga pensado ir a zonas alejadas de selva o regiones pantanosas (a menos de 1000 metros de altura) durante un largo tiempo (en ese caso nunca está de más estar vacunado de fiebres tifoideas y tantear si tomarse la profilaxis de la malaria). Para el tema de vacunas lo más adecuado es consultar bien a un médico o leer las recomendaciones que nos ofrezca el Ministerio de Sanidad de nuestro país y ser consecuentes con nuestra decisión.

– Dado que en el país predomina el clima tropical, salvo en zonas de altura, hay presencia de muchos mosquitos, sobre todo durante la época de lluvias y cuando se está en áreas húmedas. Aunque el riesgo de contraer malaria es mínimo, no existe mejor profilaxis que la de prevenir que nos piquen. Protegerse las zonas del cuerpo que tengamos descubiertas con repelentes de mosquitos (si son extrafuertes, mucho mejor) o ir con manga larga tanto al amanecer como al atardecer (son los momentos en que más insectos molestos puede haber) son recomendaciones habituales en este tipo de viajes. Las famosas pulseritas de olor no tienen ni el 1% de efectividad que el spray antimosquitos. Luego está el modo tradicional, que es el de tomar muchos cítricos, aunque casi deberíamos bañarnos en jugo para evitar nos pique algún bicho.

VISITAS IMPRESCINDIBLES EN MYANMAR (Y COMENTARIOS)

– Es cierto que Myanmar tiene una serie de destinos imprescindibles muy claros para los que son necesarias aproximadamente dos semanas. A partir de ahí uno puede extenderse en zonas más remotas y aún poco accesibles para las que en ocasiones se requieren permisos o en realizar trekkings por aldeas tradicionales (y por supuesto descubrir las zonas de playa y gran cantidad de islas paradisíacas). Los lugares más destacados o highlights de Myanmar son principalmente Bagan, Yangón, Mandalay, las viejas capitales del norte (Sagaing, Mingun, Amarapura y Ava), el Lago Inle (con o sin trekking desde Kalaw) y dos enclaves religiosos como el Monte Popa y la Roca Dorada.

Buda en una estupa en ruinas de Indein (Lago Inle, Myanmar)

Información¿Tienes pensado irte de viaje a Myanmar? Pues no te pierdas estos los lugares más asombrosos que ver en Myanmar durante un viaje (de dos y tres semanas de duración).

Los templos de Bagan de todas las maneras posibles

– Si debemos escoger un lugar de Myanmar que nos llene de sensaciones, imágenes únicas y nos devuelva la razón por la que amamos viajar, ese es Bagan. Tierra que cuenta en una extensión llama con más de dos mil templos escapándose de una selva árida cortada por el río Irrawaddy. Lo que Angkor es a Camboya Bagan es a Myanmar. Y eso es decir mucho, así que más vale reservar mínimo tres días para hacerse bien a la zona.

Templos de Bagan (Myanmar)

– Los templos de Bagan se pueden hacer a pie (sobre todo si estás alojado en la zona de Old Bagan), en coche con conductor, en carro de caballos, en bicicleta normal, en bicicleta eléctrica o en canoa para disfrutar de su silueta desde el río. Conviene elegir algunos imprescindibles tipo Ananda, Dhammayangyi, Sulamani, Shwezigon o Thatbyinnyu pero, sobre todo, dejarse llevar por muchos que no son tan conocidos e incluso que ni siquiera aparecen en las guías. Esos están custodiados por familias que viven al lado y a las que hay que pedirles las llaves. El interior de muchos de estos templos están bastante oscuros, por lo que es recomendable llevar siempre en la mochila una linterna (la luz del teléfono móvil no vale siempre) con el objeto de contemplar mejor las pinturas en las paredes que, en ocasiones, superan con creces los cinco siglos de antigüedad.

Sele en uno de los templos de Bagan (Myanmar)

TERREMOTO EN BAGAN

A finales de agosto de 2016 se produjo un fuerte terremoto en Myanmar con el epicentro muy cercano a Bagan. El seismo afectó a un porcentaje importante de los templos, pero no derribó uno solo. Los daños fueron cuantiosos y mucha gente se planteó si aparcar por algún tiempo la visita a los templos, pero sigue siendo un lugar imprescindible. Las partes más afectadas de los templos tienen que ver con las restauraciones mal hechas de ciertos elementos y no con las estructuras antiguas (ya entonces eran antisísimicas). En resumen, Bagan sigue emocionando a los viajeros. Y muchos de ellos, que nos han escrito para contarnos la situación en la zona, nos han contado que disfrutaron al máximo de la visita.

– Uno de los caprichos más inolvidables que podemos «regalarnos» en los templos de Bagan es sobrevolarlos en globo. Se trata, probablemente, de uno de los mejores lugares del planeta para montar en globo. Al amanecer se vislumbra un tapiz repleto de templos que se colorean con los primeros rayos de sol, así como muchas escenas de la vida rural del país. Lo cierto es que se trata de una actividad muy cara que ronda los 350$ por persona (lo ofrecen tres empresas que son Balloons over Bagan, Oriental Ballooning y la nueva Golden Eagle, las cuales ofrecen unos estándares muy similares) y viene a durar aproximadamente una hora. A pesar de que el precio es para pensárselo, la experiencia es tan emocionante que merece la pena «ir ahorrando» o quitarse de otras cosas para poder vivirlo. NOTA: El globo requiere una reserva previa, a ser posible, de varias semanas de antelación, ya que las plazas se agotan enseguida.

Templos de Bagan en globo (Myanmar)No te pierdas el reportaje «El placer de volar en globo sobre los templos de Bagan»

Yangón, destartalada pero con un gran tesoro

– Muchas veces los viajeros que entran por Yangón les cuesta comprender el concepto de esta caótica y destartalada ciudad. Pero basta acudir a su gran atractivo, la Shwedagon Pagoda (se trata de una de las pagodas más grandes de Asia y uno de los lugares más sagrados para los budistas) que uno termina quedándose allí embobado durante horas. El complejo es inmenso, cargado de detalles y pequeños templos, y merece la pena ver cómo va llegando gente aferrada a sus creencias religiosas. Lo mejor es acudir por la tarde, a partir de las 15:00 horas y vivir la experiencia con la mejor luz posible, asistir a un atardecer frente a la gran estupa dorada (más de 100 metros de alta y bañada en oro) y quedarse hasta verla iluminada por la noche. Shwedagon no sólo es el monumento religioso, sino un precioso escenario donde no dejan de suceder cosas.

Shwedagon Pagoda (Yangón, Myanmar)

Los mejores trekkings de Myanmar

– La antigua Birmania se está haciendo cada vez más conocida por sus posibilidades para senderistas. Hay múltiples posibilidades de trekkings que parten tanto del Lago Inle como de Kalaw, siendo la más célebre la ruta que comunica ambas partes en cuestión de tres días. El Kalaw-Lago Inle se ha convertido en un clásico que no se caracteriza por unos paisajes soberbios como pueda ser Sapa en Vietnam, sino por la posibilidad de acceder a aldeas aisladas, entablar contacto con la gente local que trabaja en el campo, asistir a escenas muy fotogénicas de la vida rural e incluso dormir resguardados por las instalaciones de algunos monasterios budistas. Este trekking, que es recomendable contratarlo a un guía local, se puede reservar de un día para el otro en agencias u hoteles (cualquiera lo ofrece) estando en Kalaw o en Nyaungshwe, la localidad más importante en el área del Lago Inle. Además ellos se ocupan de que el equipaje llegue al punto de destino, llevando a cuestas únicamente lo esencial para tres días de marcha que no son excesivamente exigentes y, por tanto, aptos para todos los públicos. Igualmente se pueden hacer en Kalaw o en los campos que rodean el Lago Inle trekkings más cortos de una jornada de duración.

Carro de bueyes en Myanmar

– Otros viajeros nos han aconsejado Hsipaw, 200 km al noroeste de Mandalay, como otra zona perfecta para hacer trekking y con menos público que en Kalaw/Inle Lake. Tiene paisajes «más asiáticos» y sus rutas se encuentran algo menos trilladas. Pero si subimos mucho más al norte, en Putao (capital del Estado Kachin) tenemos las estribaciones de la cordillera del Himalaya y paisajes extraordinariamente alpinos donde llega la nieve. Y esa zona sí que está muy virgen en cuanto a turismo se refiere (en 2015 los extranjeros sólo podían acceder en avión y no por carretera).

El Lago Inle

– Somos muchos los que coincidimos en lo idílico del Lago Inle. Sus aldeas flotantes y escenas típicas de una vida volcada a la pesca, la agricultura y la ganadería, así como su variedad étnica, los convierten en un lugar excepcional donde relajarse, pasear por mercados tradicionales y realizar fotografías de gente que aún es muy auténtica. Ya sea desde Nyaungshwe o desde un alojamiento a orillas del lago (muy caros éstos) conviene (por todo un día viene a costar entre 10 y 15 euros aproximadamente) disfrutar con pausa de este rincón privilegiado de Myanmar que forma parte del Estado Shan. Lo mejor es alquilar una canoa con motor fueraborda y alguien que nos guíe por distintas áreas del lago por las que ver a los pescadores, pagodas solitarias y casitas de madera sostenidas sobre pilotes. Resulta recomendable quedarse aquí mínimo de dos días, pero si son tres o cuatro mucho mejor para estudiar con más detalle una zona que merece mucho la pena.

Pagodas en el Lago Inle (Myanmar)

– Dada la mayor afluencia de turistas en el Lago Inle no es inusual precisamente que los conductores de canoa lleven a sus clientes a tiendas de gemas, plata, regalos… de las cuales, por supuesto, se llevan una comisión. En esto debemos ser estrictos a la hora de reservar una ruta privada en canoa y especificar que no queremos ir de compras (y que si queremos ya se lo diremos). Así que un NO SHOPPING a tiempo puede ahorrarnos pérdidas de tiempo innecesarias. Por otro lado justo en la salida del canal de Nyaungshwe que desemboca en el propio Lago Inle se han colocado dos o tres fulanos que se hacen pasar por pescadores e incitan a pararse a las barcas para hacer unos cuantos movimientos y sacar buenas fotos a condición de que después se les paguen unos kyats. Avisados estáis de que son «pescadores que no pescan más que turistas» y debéis decirle a quien maneje la canoa que esos shows falsos no os interesan y que os detenga donde se hallan los pescadores «de verdad» más adelante que, afortunadamente, son todavía la mayoría (aunque no sé por cuánto tiempo) y nunca os van a pedir la más mínima propina.

Pescador en el Lago Inle (Myanmar)

– Además de visitar aldeas y mercados flotantes en el Lago Inle (está el mercado itinerante de los cincos días, uno en cada sitio) y la maravillosa Indein (subid hasta las estupas de arriba), una excursión muy aconsejable es la que os lleva en apenas dos horas en coche a Kakku. Ésta se encuentra en zona Pa-O, tierra de una etnia minoritaria que no se considera ni de Myanmar si de su propia provincia (el Estado Shan), y que mantienen su ritmo de vida tradicional y sus costumbres ancestrales. La Pagoda de Kakku cuenta con más de 2800 estupas (muchas de ellas con milenios de antigüedad) en lo que parecería un bosque de piedra del budismo y donde resulta del todo extraño encontrarse con turistas occidentales. Para llegar hace falta un coche con conductor (nosotros pagamos 45.000 kyats, aproximadamente 32€) y detenerse en Taunggi donde abonar una tasa de 3$ por persona y otros 5$ (esto por coche) para contratar un guía local Pa-O que es obligatorio acompañe a los visitantes a la pagoda y a una aldea tradicional.

Pagoda de Kakku (Myanmar)

No te pierdas el artículo Kakku, el bosque de las estupas en Myanmar, donde hablamos de manera pormenorizada de este lugar. Uno de los imprescindibles para hacer si se está en la zona del Lago Inle.

Mandalay y alrededores

– Mandalay se trata de una ciudad mucho más amable y calmada que Yangón que requiere de dos a tres días para visitar sus principales rincones así como sus alrededores. Mandalay tiene la característica de haber sido la última capital birmana antes de la colonización de los británicos en el siglo XIX, pero al otro lado del río Irrawaddy se encuentran otras cuatro localidades que también fueron capitales tras el colapso de Bagan. Son Sagaing (una colina sagrada donde muchos ciudadanos budistas acuden a meditar), Mingun (con una pagoda inacabada que hubiera sido la más grande del mundo), Ava (capital durante siglos y con un rico patrimonio de templos y monasterios entre palmerales y campos de arroz) así como Amarapura (famosa por tener el puente de teca más largo del mundo, el de U Bein, con más de 1200 metros de longitud).

Palacio Real de Mandalay (Myanmar)

– Un viaje a Myanmar no es un viaje si no se observa atardecer (también vale amanecer pero habría que estar a las 5:00 de la mañana) en el puente de U Bein. El ambiente, los monjes descalzos caminando, la luz, los colores… son idílicos para lograr una postal perfecta de uno de los grandes iconos del país asiático.

Puente U Bein de Amarapura (Myanmar)

Sobre el Monte Popa y Golden Rock

– Dos de los lugares más sagrados de Myanmar y, también de los más visitados, son el Monte Popa y la Roca Dorada. Ambos destinos, con una fotogenia de la que no dudamos, resultan emocionantes desde el lado de la Fe de sus visitantes locales. Pero es cierto que en ocasiones decepcionan a los turistas extranjeros porque no son lo que uno pueda esperar de ellos. El Monte Popa, considerado el hogar de los 37 nats o espíritus, tiene una fotografía deliciosa desde lejos con un escenario que parece de dibujos animados, pero subir los 777 escalones hasta el templo que hay arriba, con su peculiar estilo kitsch, pisando descalzos orines de macacos (los hay a cientos), no remata la mejor de las experiencias. Es por eso que hay que valorar estos lugares desde el punto de vista religioso y quedarse, sobre todo, con la pasión de la gente que llega hasta ellos dentro de uno de los viajes más esperados de sus vidas. Lo mismo se puede aplicar a la Golden Rock sustituyendo a los macacos por vendehumos en los alrededores.

Monte Popa (Myanmar)

Son muchos más los imprescindibles por descubrir…

– Una de las mejores cosas de Myanmar es que aún gran parte de su territorio está por descubrir. Muchas zonas del país, cerradas al turismo durante décadas, son todavía un mapa en blanco donde cada vez más se empiezan a señalar nuevas rutas y grandes hitos naturales, monumentales o culturales. El tiempo seguirá abriéndolos y haciéndolos más seguros. Por poner un ejemplo, existe otro Bagan en el Estado de Rakhine, al oeste, no muy lejos de la frontera con Bangladesh. Se trata de Mrauk U, antigua capital del Reino de Arakan, con cientos de templos entre frondosas colinas, y del que se dice lo visitan no más de 5000 personas al año (si lo dividimos entre días del año sale una media de 13 visitantes por jornada).

Pescador al atardecer en Myanmar

– Es curioso que de un país del Sudeste Asiático con casi 2000 kilómetros de litoral no se hable apenas de sus playas. Ngapali es la Phuket birmana (salvando la distancias porque no tiene ni el 1% de turistas o infraestructuras) pero mucha gente desconoce que existen en el país incontables de islas paradisíacas y abundantes playas de arena blanca todavía salvajes. Solamente en el archipiélago de Mergui se superan las 800 islas, en su mayoría deshabitadas. Y hablamos del Mar de Andaman, el mismo que baña Tailandia más al sur, por lo que es imposible hacernos a la idea verdaderamente del número de playas de postal y posibilidades de buceo o snorkeling que hay en aquella zona.

Continuar leyendo sobre «Algunos de los lugares más asombrosos que ver en Myanmar durante un viaje».

EL ALOJAMIENTO EN MYANMAR

– Si en algo sale perdiendo por goleada Myanmar con respecto a otros destinos del Sudeste Asiático es que es incapaz de mantener un equilibrio mínimamente decente de calidad/precio en sus prestaciones hoteleras. Lo que en Vietnam da para un buen cuatro estrellas en la vieja Birmania tendríamos un hotelito u hostal muy básico. Estamos hablando de una media de precios de habitación doble de 40-60 euros la noche en una habitación extremadamente sencilla (y sin los umbrales de limpieza que podríamos desear). Tiene una explicación lógica y lo normal es que en los próximos años la situación revierta a una mejora sustancial tanto de los alojamientos como a un abaratamiento de los precios. Myanmar es un país que se ha abierto al turismo hace muy poco y que en estos momentos tiene más demanda que oferta. Se están construyendo nuevos edificios e instalaciones hoteleras a todo tren (basta con pasearse por Yangón para ver carteles de prestigiosas cadenas hoteleras internacionales que anuncian su llegada) pero en estos momentos no resulta suficiente para el turismo que recibe el país. Eso supone que por hotelitos de medio pelo con una estrella, máximo dos, estén haciendo su agosto. Y, por supuesto, que quienes son capaces de dar buenas habitaciones y unas instalaciones más propias del Sudeste Asiático sean considerados como auténticos hoteles de lujo que piden el precio que les venga en gana, por muy desorbitado que sea (300-500€ la noche en no pocos casos). Público con dinero que llega a Myanmar y que esté dispuesto a pagar esas cantidades lo hay, así que lo aprovechan.
Habitación de hotel en Myanmar
Viajeros que estuvieron en Myanmar hace cinco, seis u ocho años me contaron que los precios para dormir en Myanmar eran económicos hasta alcanzar el ridículo (en plan de 3 a 5 dólares la noche). Sin estándares de calidad, pero baratos. Ahora esos mismos hoteles han subido más sus precios que mejorado sus instalaciones, por lo que no es raro encontrarse con hoteles con mobiliario setentero y en el que no han quitado el polvo en años. Aún así la noticia es que empiezan a encontrarse excepciones, los alojamientos se han ido situando cada vez más en distintos portales de internet y empiezan a darse cuenta de sus deficiencias nada más saber que dependen mucho de los comentarios de TripAdvisor y compañía. Por eso digo que la situación va a cambiar en los próximos años, antes de lo que imaginemos.
Habitación doble en Lago Inle (Myanmar)
– Lo que sí es bueno en los hoteles de Myanmar es que su personal es extremadamente servicial y atento con el cliente, que no se enroca ante cualquier situación problemática y que siempre presta su ayuda a la hora de planificar el viaje. Es raro un hotel que no te reserve el autobús que uno necesita o que no tenga a mano un coche con conductor para hacer cualquier tipo de excursión. Empiezan a entender las necesidades de quienes se hospedan en sus instalaciones y tratan de ponerle las cosas fáciles.

SOBRE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE EN MYANMAR (CÓMO MOVERSE)

– Los principales destinos turísticos de Myanmar están comunicados por vía aérea. Hay buen número de aerolíneas que operen en cielo birmano ofreciendo vuelos domésticos como por ejemplo: Air Bagan, Air Kanbawza, Asian Wings, Air Mandalay, Myanmar National Airlines (gubernamental), Yangon Airways, Golden Myanmar, etc.. Los vuelos entre destinos importantes tipo Yangón – Bagan, Yangón – Mandalay, Bagan – Heho (Lago Inle), Heho-Mandalay, etc. tienen múltiples posibilidades pero pocos aviones, por lo que en temporada alta no está de más reservarlos con antelación (algunas no aceptan pago con tarjetas extranjeras y en ocasiones hay que recurrir a agencias con presencia en internet tipo Seven Diamonds u Onway, que incluso llegan a ofrecer precios más económicos que las propias webs de las aerolíneas). De todas formas muchos viajeros, incluso en temporada alta, se han llegado a hacer con billetes de avión en agencias locales estando ya en Myanmar con dos días o incluso uno de antelación, por lo que existe la posibilidad de viajar de manera flexible y adaptarse a las circunstancias. Las de Myanmar son rutas aéreas inferiores a una hora que en bus pueden convertirse fácilmente en 10 ó 12 y los precios de los billetes rondan los 100 euros. 
– Aún así el autobús se ha convertido en uno de los medios preferidos por todo tipo de viajeros (y no sólo de bajo presupuesto) para recorrer Myanmar.Y no es de extrañar. La flota de buses nocturnos o trayectos largos se ha renovado en los últimos años y, aunque parezca sorprendente, algunas compañías del país cuentan con algunos de los autobuses más modernos del Sudeste Asiático. Contratar una plaza en Elite Express o JJ – Express Bus, las compañías más prestigiosas en Myanmar, puede suponer no más de 10 euros en un largo trayecto nocturno y tenemos posibilidad de ir realmente estirados en nuestros asientos, cenar in situ (incluido en el precio, noodles o sandwich) e incluso contar con una pantalla interactiva como la de los aviones de larga distancia (los de Elite son más modernos, se pueden poner los menús en castellano y tienen muchas películas y series conocidas). El único pero es que muchos de estos buses no cuentan con una cabina con WC, por lo que hay que estar a expensas de las paradas que vaya haciendo el conductor (generalmente una cada tres horas) para tales menesteres.

Autobús en Myanmar

– Es tan fácil reservar plaza en un autobús en Myanmar como bajar a la recepción del hotel y pedirlo. Se llevan una pequeñísima comisión pero se ocupan de todo y de traerte los billetes en mano. También los venden, por supuesto, en agencias de viajes locales e incluso en comercios que no tienen nada que ver con el turismo (recuerdo que los billetes de bus Yangón-Bagan con Elite los adquirí en una droguería al otro lado de la calle). Es algo rápido y que se puede hacer sobre la marcha, por lo que no es un tema del que debamos preocuparnos en absoluto.

Sele en una droguería de Yangón comprando un billete de autobús

– El transporte fluvial de Myanmar nos ofrece la posibilidad de hacer algunos trayectos en barco, siendo la de Mandalay – Bagan una de las rutas más concurridas en este medio (se puede hacer en barco lento de dos días, en un ferry express de ocho a diez horas o incluso en crucero de lujo a más de 2000€ por pasajero). Se calcula que hay más de 8000 kilómetros de ríos navegables en el país, por lo que las posibilidades son inmensas. Es otro medio para ir con tiempo y pararnos allá donde todavía los mapas de las guías de viaje están «en blanco».
Hay más de 8000 kilómetros de ríos navegables en Myanmar
– El taxi en Myanmar es bastante económico viniendo a costar un trayecto largo de punta a punta de una ciudad no más de 4000 kyats (aprox 3€). Se negocia siempre, ya que no existe ni se le espera al taxímetro. Y precisamente los taxistas se suelen ofrecer para hacer una ruta de todo el día o incluso hacer recorridos más exigentes. Y no me refiero únicamente a comunicar Mandalay con las antiguas capitales del norte (una jornada entera nos costó unos 45.000 kyats/ 32€) o mañana y tarde de templos en Bagan (pagamos 30.000 kyats diarios/ 22€) sino a destinos situados a unas bastantes horas desde el punto de origen (hicimos en coche Bagan – Lago Inle, que son ocho horas fácilmente, deteniéndonos bastante rato para visitar el Monte Popa, que estaba de camino, y pagando aproximadamente 100€). A este tipo de acuerdos se llega o bien preguntando en el hotel o saliendo a la calle y hablando con la gente. No se tarda en tener respuesta.

Taxista en Myanmar

– Myanmar posee una red ferroviaria más extensa de lo que nos podríamos imaginar originada en los tiempos en que era colonia británica (Birmania o Burma en inglés). Los ingleses fueron muy escrupulosos con el tema de los trenes para comunicar los países que gobernaban (véase la India) y en Birmania esto no fue una excepción. De hecho hoy mucha gente utiliza el tren para moverse por Myanmar, pero como nunca se cuidó ni se fue renovando, este sistema hace aguas por todas partes. Viajar en tren por Myanmar es lo más parecido a ir subido a una lavadora en marcha en la que además no se sabe cuándo se va a partir ni cuándo se va a llegar, ya que retrasos de varias horas son el pan nuestro de cada día. Cierto es que el tren en sí mismo es una de las mejores maneras con las que acercarnos más a la gente, por lo que no está mal utilizarlo alguna vez en el caso en que nos sobre tiempo y busquemos vivir una gran experiencia local. Y si vamos con pastillas para el mareo mejor aún.

Menudo pasajero en Myanmar

– Myanmar no se queda en los transportes tradicionales. A lo mencionado anteriormente cabría añadir las camionetas sube y baja, los rickshaws, los trishaws (una especie ciclorickshaw en los que el conductor pedalea para llevar hasta dos personas), los carros de caballos o incluso de bueyes. La cuestión es moverse… como sea.

Carro de bueyes en Myanmar

EL ARTE DE CRUZAR LA CALLE

– Cruzar la calle puede resultar una actividad de alto riesgo, sobre todo durante nuestras primeras horas en Yangón o Mandalay. Cuando no son los coches son la motos, si no los motocarros, los trishaws, los carruajes tirados por caballos e incluso los carros de bueyes. En este país, como en casi cualquiera del Sudeste Asiático, se hace caso omiso a las señales de tráfico (cuando existen), lo que significa que el mero hecho de cambiar de acera puede hacernos parecer auténticos suicidas. Pero no debe cundir el pánico para nada sino entrar en el juego lo más pronto posible. Uno se acostumbra enseguida a este caos circulatorio y basta con aplicar la mejor técnica de todas para cruzar la calle, es decir, imitar a los propios birmanos. Consiste en cruzar sin prisa pero sin pausa, insuflando mucha confianza, y nunca regresar hacia atrás o quedarnos paralizados porque nos asustemos. El miedo no debe existir. De ese modo como si fuera un milagro de la vida los conductores se irán apartando hasta esquivarnos completamente. Os aseguro que, aunque a veces lo parezca, no está en sus planes del día atropellar peatones.

POR SI ACASO, VIAJA SEGURO (Y CON SEGURO)

– Siempre que viajamos al extranjero conviene estar perfectamente cubiertos por lo que pueda pasar, por lo que siempre salimos con seguro de viaje. Y Myanmar no es una excepción. No es recomendable llevar a cabo un viaje de este tipo sin un buen seguro que nos cubra en Myanmar ante posibles accidentes, enfermedades o contratiempos que puedan suponernos un sobrecoste inasumible (la hospitalización o atención médica en este país para un extranjero es extremadamente cara). En nuestro caso para viajar a Myanmar (y Bangkok, que fue nuestro stopover) utilizamos el Seguro de viajes de IATI porque nos parece que cuenta con una cobertura superior a la media (Más de 100.000 euros en muchas pólizas), te adelantan el dinero si sucede algún problema y ofrecen un trato personalizado. Los lectores de este blog pueden contratar el Seguro de viajes de IATI que mejor se adecué a lo que están buscando con un 5% de descuento (que se aplica de forma directa entrando a través este mismo enlace o en el banner de abajo). Además adaptado a los nuevos tiempos e incluyendo importantes coberturas anticovid para que viajemos más tranquilos.
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– Myanmar se trata de un país realmente seguro para viajar, sobre todo en las áreas que visitan el 99% de los viajeros (la típica ruta de la costa sur, Golden Rock, Bago, Yangon, Lago Inle, Bagan, Mandalay y parte del norte, y un largo ectétera). Sus índices de criminalidad y delincuencia son muy bajos. Se mantiene la tónica del Sudeste Asiático en que uno puede salir a la calle con total tranquilidad y moverse por la noche sin sensación de miedo alguno. Esto no resta que no pueda haber carteristas que se aprovechen de las multitudes y que tengamos la obligación de guardar ciertas precauciones atendiendo a la lógica. Si somos precavidos en nuestra ciudad, lo mismo cuando salgamos de viaje. Sea donde sea.

Sele en una casa con una familia de Myanmar

– Aún así en Myanmar hay que saber que existen determinadas áreas aún cerradas y no recomendadas al turismo independiente, las cuales requieren permisos, sobre todo las próximas a las fronteras de Bangladesh, India, Laos o China) donde existen grupúsculos insurgentes con el régimen militar. El Estado de Rakhine (próximo a Bangladesh) no se encuentra entre los más seguros precisamente por riesgo de enfrentamientos entre diversas comunidades étnicas y religiosas (es donde se encuentran mayoritariamente los Rogingya, musulmanes no reconocidos como ciudadanos de Myanmar por las autoridades del país y que son marginados en guettos o vendidos a traficantes de personas). Sin bien Myanmar es un país que parecía está dejando de lado poco a poco sus conflictos (lamentablemente el 1 de febrero de 2020 se anunció un nuevo Golpe de Estado), conviene estar atento a cualquier noticia de actualidad o consultar en la Embajada que corresponda a cada viajero (en el caso de España no hay Embajada en Myanmar sino que todo se lleva en la Embajada española en Bangkok). Pero, repito, son zonas no preparadas aún para el turismo y que se salen de cualquier circuito o ruta medianamente convencional.

– Para tener información actualizada de la llegada de tifones o tormentas tropicales de cierta virulencia viene muy bien mirar de vez en cuando (sobre todo en época de lluvias) la página web TropicalStormRisk.com (en inglés). A través de este site uno puede seguir un tifón o una tormenta casi al minuto, conocer la ruta prevista y la fuerza con la que llega. Es lo suficientemente precisa, por lo que cuando se acerque algo fuerte podemos prever si nos toca a nosotros y adelantarnos a los acontecimientos, ya que cuando hay tifones fuertes existe la posibilidad de que se suspenden vuelos, transportes terrestres, etcétera.

UN PAÍS DE COMPRAS

– Myanmar es un auténtico filón para las compras, sobre todo de recuerdos y artesanía (tienen unas tallas preciosas). Y los precios son escandalosamente buenos. Si es posible no venir con el equipaje demasiado lleno mejor, o incluso puede resultar buena idea hacernos con otra maleta una vez nos encontremos allí.  Al final de un viaje como este será raro que no vengamos cargadísimos de regalos procedentes de Myanmar. Son muy típicas las figuras que solemos ver en templos budistas así como multitud de marionetas birmanas de todos los tamaños y vivos colores (las hay desde 5000 kyats, que son poco más de 3€, aunque el precio aumentará según su elaboración, vestimenta, dimensiones, rareza o antigüedad). En cambio Myanmar no es el mejor país de Asia para hacerse con ropa de marca barata o falsificaciones bien hechas (ahí China,  Camboya y Tailandia están más avanzadas al respecto). Sea como sea a la hora de comprar no está de más que llevemos un presupuesto establecido para este aspecto del que no pasarse, porque por muy bajos que sean los precios en el país podemos acabar cualquier cosa por puro impulso.
Marioneta de Myanmar (Birmania)
– A la hora de comprar en Myanmar el regateo es algo imprescindible. Y muy divertido. Generalmente cuando queremos un artículo (sobre todo en tiendas de artesanía, regalos, etc.) los comerciantes pueden llegar a pedirnos de primeras más del doble del valor del mismo. Ahí es donde entramos nosotros, nuestra paciencia y nuestra pericia a la hora de negociar. El consejo que doy siempre es no mostrar excesivo interés en el objeto que deseamos adquirir, tener en la cabeza un precio máximo a pagar (del que no deberíamos pasar si no creemos que merece la pena) y entrar en el juego de la negociación posponiendo lo máximo posible dar una cifra concreta (y más vale que esta se aleje de nuestras pretensiones, que ya serán ellos quienes se ocupen de subirla). Cuando veamos que no somos capaces de acceder nuestro artículo deseado al precio que estamos dispuestos a pagar puede resultar eficaz realizar un último intento consistente en dar media vuelta y marcharnos de la tienda en cuestión dando por rotas las negociaciones. Si de verdad el precio que proponemos es aceptable y, sobre todo justo, el vendedor o vendedora saldrá a buscarnos calculadora en mano para hacernos la última oferta o incluso aceptar nuestras condiciones de manera definitiva. Si no lo hace es que de verdad el objeto que queremos vale más de lo que teníamos pensado pagar. Ahí entrarán entonces las ganas que tengamos de llevárnoslo a casa para retomar de nuevo el regateo. En absoluto debemos sentirnos culpables en cualquier negociación, ni creer que hemos pagado de menos porque eso nunca es así. Ellos conocen a la perfección sus topes y SIEMPRE van a salir ganando con toda lógica. Nadie regala nada. No olvidemos que son comerciantes y que se las saben todas. Y que además estamos jugando en su propio campo…

¿QUÉ TAL SE COME EN MYANMAR/BIRMANIA?

– La cocina birmana no es de las más deliciosas del Sudeste Asiático y muchos la tildan de ser algo «grasienta», pero tiene algo bueno, que se puede encontrar con facilidad una gran mezcla de las influencias de países de alrededor tipo Tailandia, India, Bangladesh y, sobre todo, China. En los restaurantes hay mucha variedad de lo que más que 100% birmano llamaríamos «cocina asiática». En Myanmar se puede llegar a comer muy bien y en las cartas de hasta el restaurante más humilde suele haber multitud de platos a elegir. Los platos, aunque muy especiados, no son demasiado picantes y la tipología de sopa de noodles es tan amplia que lo difícil suele ser decidirse. RECOMENDACIÓN: En Nyaungshwe (Lago Inle) se come el mejor Dim Sum del país con diferencia en Live Dim Sum House (43 Yone Gyi Street). No podía dejarlo de recomendar porque terminamos enganchados a este sitio.

Especias en un mercado de Myanmar

INFORMACIÓN PARA PERSONAS DISCAPACITADAS

– Las facilidades para discapacitados en Myanmar pueden estar probablemente entre las más deficientes del Sudeste Astiático. Las calles no se encuentran para nada preparadas para las sillas de ruedas o gente que necesite ayuda para moverse, no existe el Braille para las personas con alguna enfermedad visual y, la verdad, puede resultar un destino un tanto incómodo para viajeros con algún tipo de discapacidad física. No hay apenas hoteles adaptados para estas personas, al igual que es nula la presencia de facilidades incluso en los monumentos más célebres. Myanmar se encuentra a años luz de los estándares recomendados para estos casos.

POPURRí DE CONSEJOS PARA TENER EN CUENTA

– En Myanmar el acceso a templos, pagodas o cualquier tipo de recinto religioso se debe hacer «completamente descalzo». Y sin calcetines que valgan. Tal cual. No importa si el suelo puede arder por el sol o está sucio, porque la tradición pesa mucho más que la asepsia. Generalmente los sitios que reciben visitas los limpian bastante a menudo, por lo que la suciedad no es demasiado problema salvo con algunas excepciones del tipo Monte Popa en que además de miles de personas subiendo cada día hay muchísimos monos que, como es normal, hacen sus necesidades donde les toca. Quien sea excesivamente escrupuloso puede sentirse incómodo en no pocas ocasiones, pero lo mejor es hacerse a la idea cuanto antes si uno quiere disfrutar de las muchas maravillas y monumentos de la antigua Birmania.

Monje budista caminando descalzo en una pagoda de Myanmar

– No es necesario llevar un adaptador para los enchufes, ya que nos sirven los mismos que en Europa. Funcionan con 220 voltios y es la misma clavija. ¡Un problema menos en el que pensar!
– El wifi en Myanmar se basa casi exclusivamente en los hoteles, por lo que conectarse a internet cada día es posible. Otra cosa es el nivel de conexión, con una capacidad de subida/bajada tan lamentables que nos recuerda a cómo era la red hace más de una década. Y con la cantidad de cortes de luz que hay en el país (sobre todo en el el área del Lago Inle) muchas veces ni siquiera funciona. Por tanto, internet sí, pero a pedales. Igualmente nos hemos encontrado con algunos casos que apagan el router por la noche y que ha habido que avisar para que no lo hicieran.
Wifi en Myanmar
– Madrugar a la hora de hacer excursiones, visitas a templos o pagodas, así como rutas turísticas en lugares en plena naturaleza o que supongan un desgaste físico es siempre un acierto. Pasadas las 5 de la mañana ya es de día y no hace apenas calor. En los templos de Bagan se puede estar sin freírse con el sol hasta eso de las 11:00 de la mañana y luego viene bien hacer un descanso para regresar a eso de las 15:00 y hacer un par de horas de ruta antes del atardecer.
– En época de lluvias no conviene olvidarse el chubasquero en la mochila. No nos debe engañar que el día amanezca sin una sola nube (que así suele ser). Una tormenta tropical se cocina en dos minutos y si podemos hacer algo por evitar empaparnos, mucho mejor. Nosotros solemos llevar siempre un poncho o chubasquero de gran tamaño que también proteja la mochila. Más de una vez hemos salvado el equipo fotográfico, documentación u objetos de valor gracias a llevar siempre chubasquero en la mochila.

Templos de Bagan (Myanmar)

– Saludar con el clásico Mingalaba (El «hola» birmano) y aprenderse algunas palabras locales nunca está de más para granjearnos la simpatía de los locales. Son conscientes de que su idioma (hay decenas en el país) es complejo para los foráneos y se valora ese esfuerzo con el que de manera muy rápida nos los meteremos en el bolsillo.

Y DE COMODÍN EL CONSEJO Nº51

– La mejor experiencia que podemos tener en Myanmar es mezclarnos con la gente. A las pocas horas de llegar al país es fácil darse cuenta de que ellos son el mejor tesoro del país, muy por encima de los hermosos templos de Bagan o de la gran Shwedagon Pagoda. La gente de Myanmar es la razón de ser de los viajeros que descubren un destino que conserva aún esa pureza no demasiado fácil de ver en otros países del mundo. Sólo por ELLOS merece la pena embarcarse en una aventura semejante.

Anciana Pa-O en Kakku (Myanmar)

Myanmar es un país que camina descalzo, que apenas está despertando y que tiene mucho que contarnos todavía…

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PD: Seguimos contando cosas de Myanmar. Y para ver todo lo publicado hasta ahora sobre el país en El rincón de Sele pincha en la imagen:

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