Blogtrip Cantabria Infinita Encuentro Bloggers de viajes III

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Blogtrip Cantabria Infinita (III)

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Madrid-28 de febrero de 2011 (08:00 horas). El cuarto y último día del Encuentro de bloggers de viajes celebrado en Cantabria nos llevó al Museo de Altamira, que contiene una réplica exacta de la cueva prehistórica más importante del mundo (la original está cerrada desde hace 9 años). Después sería la villa de Santillana del Mar, con su magnífico Patrimonio histórico-artístico, la que nos dejara caminar a través de su empedrado mojado por la lluvia que reflejaba los escudos blasonados de casonas de piedra supervivientes a los siglos. El broche lo pusimos en Ruente, dentro del Valle de Cabuérniga, entre árboles y ríos desvocados, dando los últimos bocados a una Cantabria más que sabrosa.

Reunir a un grupo de viajeros escribas versión 2.0 es un sinónimo de éxito, de aprendizaje y de que los nudos de nuestra red no son fáciles de romper. Este blogtrip a Cantabria me ha dejado sensaciones inmejorables y una rabia tremenda por tener que hablar en pasado de una experiencia destinada a ser infinita.

DOMINGO 27 DE FEBRERO

EL MUSEO DE ALTAMIRA Y LA NEOCUEVA

Una noche larga no impidió que bien puntuales estuviésemos a las diez de la mañana preparados para subir al autobús, ya con las maletas hechas puesto que por la tarde a las siete y media salían nuestros respectivos vuelos a Madrid y Barcelona. El primer punto del día estaba en Altamira, a 36 kilómetros de P1190193Santander en no más de media hora de viaje. Un buen preludio consistió en conocer de la mano de Pilar, la persona que nos fue acompañando en las visitas por los lugares que teníamos dentro de la ruta, cómo se descubrió la cueva de arte rupestre en mejor estado que se conoce en el mundo. Altamira es para muchos la Capilla Sixtina del Arte de la Prehistoria, aunque en estos momentos poderla visitar es ciertamente imposible desde el año 2002 cuando se decidió cerrarla a cal y canto por tener indicios suficientes de que su conservación estaba en peligro si seguía entrando gente. Ese, no lo voy a negar, es un verdadero chasco para quienes amamos el Arte y la Historia y deseamos tener la oportunidad de conocer in situ la obra cumbre del Homo Sapiens de hace 20000 años. Pero mientras se piensan cómo realizar un régimen de visitas que no dañen las pinturas (van más de 9 años de estudios), el Museo puede servir para abrir boca y entrar a una cueva artificial hecha a imagen y semejanza de cómo era la original en el Paleolítico.

Tengo dudas con respecto a la decisión de privarnos de visitar, aunque fuera con una lista de espera de años como había antes, la Cueva de Altamira, la de verdad. Y lanzo una pregunta al aire: ¿De qué sirve el Arte si nadie tiene acceso a él? Tengo la opinión de que el Arte está hecho para el goce del espíritu y el ánimo de la gente, no para estar bajo llave. Por supuesto que toda medida de protección es poca, pero no se puede mantener cerrado un lugar Patrimonio de la Humanidad, entre los más importantes que existen por sus condiciones tan particulares, sin que se pueda optar, si quiera, a poderlo ver algún día, aunque este sea lejano.

El Museo de Altamira, además de explicar de forma interactiva los detalles de la cueva y cómo debía ser la región en el Paleolítico, posee lo que se le conoce como la Neocueva, la reproducción fiel que antes mencionaba. Antes de entrar nos advirtieron de la prohibición expresa de hacer fotografías a vídeos (¿a una réplica tampoco?), aunque no dudaron en fotografiarnos a nosotros a las puertas, supuestamente para colgarla próximamente en la web del museo.

Entramos a ver un vídeo explicativo algo bizarro de la cueva y las circunstancias de su cierre (que cientos de miles de personas las visitaban sin orden ni control en los 50, los 60 y los 70 y que el efecto se había notado). Trataba de contextualizar cómo era Altamira antes, durante y después de de su descubrimiento. Dicho vídeo de presentación no es precisamente el punto fuerte del museo. Digamos que es mejorable…

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La mejor parte estuvo, sin duda, en la neocueva donde pudimos conocer a la perfección cómo era la Cueva de Altamira en el tiempo en que estuvo habitada y, por supuesto, admirar su techo con una concentración extraordinaria de animales como bisontes, caballos o ciervos. Ahí entonces nos imaginamos el momento en el que en 1879 Marcelino Sanz de Sautuola entró con su hija María a la cueva que una persona que trabajaba para él (Modesto Cubillas) había descubierto años antes tratando de liberar a su perro que se había quedado atrancado en un infructuoso intento de caza. Ella, mientras su padre trataba de buscar huesos y restos de sílex a la entrada, se metió más para adentro y le avisó corriendo de lo que había pintado en el techo. Sautola informó al pueblo, a más de media Cantabria e incluso a París (en la Exposición Universal) de lo que había en la cueva, pero nadie le tomó en serio pensando que era un fraude realizado por un pintor moderno. No sería décadas después, cuando en Francia se descubrieron otras cavidades con pinturas similares a las de Altamira, cuando se empezaron a tomar en serio las aseveraciones del propio Sautola. Aunque fue algo tarde, ya que este había muerto sin haber convencido a nadie de su descubrimiento.

Los comienzos de las investigaciones en tornola Prehistoria llevaron a considerar a Altamira como el mejor ejemplo existente de Arte Rupestre. Conservada gracias a que un derrumbe había taponado la entrada 10000 años antes, permitía observar con suma nitidez los dibujos realizados con carbón vegetal (para el negro) y óxido de hierro (para el hierro) que los pobladores de la cueva habían molido después de dibujar los contornos de las figuras con sílex. Así realizaron un conjunto, en ocasiones superpuesto, representando su realidad en forma de los animales que cazaban y signos incomprensibles para nosotros hoy en día. Aprovecharon la orografía de la cueva, sobre todo del techo, para pintar con gran realismo (hay otras pinturas más esquemáticas en otras cuevas) a la fauna con la que tenían que lidiar en su vida diaria.


Imagen tomada de yellowmapgie.com

La llamada Cúpula de Altamira ha sido repetidamente definida como «La Capilla Sixtina del Cuaternario» por quienes no pudieron hacer más que rendirse a sus pies e incluso a la tumba del denostado Marcelino Sanz de Sautuola. Y eso es efectivamente, una Sixtina hecha en los períodos magdaleniense y solutrense (en torno al 12000 y el 15000 antes de Cristo) por los primeros artistas Homo Sapiens que habitaron la cornisa cantábrica. Una auténtica maravilla, aunque por los motivos que antes he expresdo, no permita alcanzar ese sentimiento que tendría en el caso de estar en la cavidad original.


Imagen tomada de la Enciclopedia Británica

Interés, pero no emoción. Asombro pero no sentimiento. Eso lo reservamos todo el grupo para cuando algún día abra de nuevo Altamira y podamos contemplar esta Obra Patrimonio de la Humanidad tal y como se declaró en 1985.

Tras un breve paseo de no más de cinco minutos nos acercamos a la puerta de la verdadera cueva y nos costó reprimir nuestras ganas de echarla abajo y entrar, aunque el sentido común imperó en el grupo. Algún día quizás lo consigamos…

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SANTILLANA DEL MAR: LA VILLA DE LAS TRES MENTIRAS Y UNA SOLA VERDAD

Si Altamira es la Estrella de la Prehistoria, Santillana del Mar, a apenas 4 kilómetros de la cueva, es uno de los pueblos más bellos no sólo de Cantabria sino de España. En un viaje a la tierruca cántabra nunca puede faltar hacer una visita a la villa de las tres mentiras, ya que ni es Santa, ni es llana ni tiene mar, y de una sola verdad, su maravilloso patrimonio histórico y artístico reconocido por todo el que llega hasta ella.

Durante unos instantes de lluvia fortísima iniciamos la marcha por sus calles adoquinadas que hacían resonar nuestros pasos y cuyas casonas y palacetes de los Siglos XVI y XVII daban cobijo a las mejores tiendas de gastronomía de la región. La concentración de edificios hermosos de esta época se cuentan por decenas.

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Villa de piedra y sobriedad, reflejo de la austeridad del momento, aprovechaba a mejorar sus colores con el agua de la lluvia mojando el suelo. Pocos lugares aprovechan tan bien que llueva o granice, ya que después el suelo y las paredes empapadas convierten en maravilla la silueta natural de una Santillana del Mar repleta de atractivos.

Afortunadamente Pilar, conocedora de las idas y venidas climatológicas de esta tierra, nos había recomendado llevásemos con nosotros los paraguas ya que iba a ponerse a llover. Dicho y hecho, el azul se convirtió en gris y el gris en golpeo fuerte del granizo sobre el suelo de piedra, que tomaba posiciones ante una victoria que llegaría en apenas unos minutos. Porque eso es, entre otras cosas, el tiempo en el norte, que no hay que fiarse ni cuando hay Sol ni cuando llueve, porque pueden pasar las dos cosas en un intervalo muy breve. Si no lo hiciera, ¿cómo de verde serían los prados y las montañas?

Santillana del Mar es la esencia de la Cantabria monumental que ha sabido preservar perfectamente todo su Patrimonio. Por eso se dice que es uno de los pueblos más bonitos del país.

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Dirigiéndonos a la Colegiata de Santa Juliana nos detuvimos unos cuantos en alguna que otra tienda de productos típicos para llevarnos a casa toda «la calidad» que pudiésemos. Llenamos la mochila con sobaos pasiegos, mermelada de mora, queso de cabrales, salchichón de ciervo a la pimienta, anchoas, quesadas… Quizás esta fuera la mejor manera de alargar el blogtrip y, de una forma u otra,  llevar Cantabria a nuestras casas.

Anotamos algunos nombres curiosos pero muy conocidos como el Aguardiente de la marca Hijoputa o los famosos Chochitos, unas pastitas de mantequilla ideales para el café de la sobremesa. Como véis, el lenguaje se atreve con todo…

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Después, con las «alforjas llenas», nos acercamos a la Colegiata de Santa Juliana, el templo cristiano más importante de la región, y poseedor de un hermosísimo claustro. La lástima fue que sus puertas estuviesen cerradas y tuviésemos que conformarnos con verlo desde fuera.

Allí precisamente nos hicimos la última foto de grupo del Blogtrip Cantabria Infinita. Siendo tantos, poblamos por completo las escalinatas de acceso.

Incluso el cielo nos sonrió abriéndose de nuevo. Ideal para otra foto, en este caso con Inés (Mis viajes por ahí) y su mascota viajera Ganesh que nunca le falla esté donde esté. Otra de esas personas de las que uno puede estar orgulloso de conocer mejor en este tipo de eventos.

Abandonamos Santillana del Mar con la firme intención de volver y quedarnos más tiempo. Tomé nota de algunos hoteles dentro de las fachadas del S. XVII que te piden a gritos que te quedes allí. Porque la villa de las tres mentiras y una sola verdad se ha quedado grabada como algo magnífico dentro del suelo patrio. Sí, Santillana del Mar también es eterna…

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CASA NACHO NOS ROMPIÓ LOS ESQUEMAS SOBRE EL MANTEL

Llegaba la hora de comer y los organizadores habían reservado en un buenísimo restaurante en la localidad de Ruente, en el Valle de Cabuérniga, a 19 kilómetros de Santillana del Mar. Todas las comidas/cenas habían alcanzado merecidamente la Matrícula de Honor y Casa Nacho González no se salió un milímetro de dicha evaluación.

En una casona de piedra típica cántabra, Nacho, el dueño del Restaurante, ha llevado a su local un pedacito de Andalucía, y ha mezclado la cocina tradicional de Cantabria con los mejores productos andaluces, muchos de ellos pertenecientes a la Alacena de Carlos Herrera. Nacho y el periodista del que soy «un fósforo» (término que comprenderán quienes el escuchen su programa de radio en Onda Cero: Herrera en la Onda) trabajan juntos desde hace muchos años, de modo que la calidad gourmet está garantizada en Ruente para mucho tiempo.

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Y bien nos lo demostraron con un menú infinito compuesto por jamón ibérico, dos tipos quesos con mermelada de manzana exquisitos, torreznos (una de sus especialidades), arroz meloso con boletus, entrecot con patatas fritas y un postre de hojaldre típico. Sólo nos faltó hacerle la ola a Nacho y a todo su séquito porque comimos increíblemente bien.

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Un día más a este ritmo y algunos teníamos peligro de romper la báscula…

DESPEDIDA Y CONCLUSIÓN FINAL

Lo de Ruente fue el último acto de este Encuentro de bloggers de viajes antes de volver al Aeropuerto y embarcar hacia Madrid y Barcelona. Ya en el aeródromo santanderino surgieron los abrazos de quienes durante cuatro días decidimos formar una familia. Esa fue la mejor señal de todas, que nos habíamos sentido muy a gusto los unos con los otros. Personalmente he aprendido de todos y cada uno de ellos y, sobre todo, a valorar el trabajo que se realiza día a día en los blogs para viajar una y otra vez con miles y miles de personas anónimas que deciden subirte contigo al avión. Creo que no se puede considerar esta actividad como el futuro del turismo y los viajes sino un presente a tener en cuenta desde ya. Los blogs irrumpe con fuerza, se adaptan a las nuevos tiempos y difunden un mensaje que no se pierde en nebulosas. Por ello pienso que es vital el esfuerzo de quienes deciden ejercer este modo de comunicación y, fuéramos diez, once o cien, los seleccionados a este blogtrip en Cantabria, todo el que un día se decide a escribir sus emociones viajeras en un cuaderno de bitácora estará presente siempre en este tipo de eventos.

Lo que es de agradecer es la apuesta de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de Cantabria porque los blogs sean también comunicadores de las excelencias de una tierra que no termina de sorprender. También doy las gracias a Don Andrés Alonso, Jefe de Promoción del Turismo cántabro, por ser la cara más amable y amena del Encuentro y preocuparse de que todo estuviera a punto, a Enrique Sancho por contar con elrincondesele.com y el resto de compañeros blogueros, a Pilar por mostrarnos su tierruca con tanto entusiasmo y a todos los que al fin y al cabo han hecho posible que este blogtrip fuera una realidad. Por supuesto a Maria Jesús, Juan, Enric, Juan Antonio, Rafa, Doris, Inés, Eddy y Juan Antonio por habernos hecho sentir a Rebeca y a mí tan a gusto en todo momento.

 A mi regreso me ha quedado clara una idea, que Cantabria es infinita también en la red…

Sele

PD: Podéis ver el Álbum de fotos del Encuentro haciendo clic aquí

¡NUEVO! Actualizado 03/03/2011: El Diario Montañés ha publicado una noticia del Encuentro de Blogueros en Cantabria

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