Casa Botín: El restaurante más antiguo del mundo está en Madrid
El restaurante Sobrino de Botín o, simplemente Botín, su apelativo más popular, puede presumir de ser uno de los restaurantes con más prestigio del mundo. Comer en Botín no es sólo una experiencia puramente gastronómica, sino que va más allá, consiguiendo transportar al comensal al corazón del Madrid más castizo. Tras sus mesas y fogones se esconde la esencia de aquella Villa de antaño que vio pasar por sus calles a ilustres personajes como Lope de Vega, Benito Pérez Galdós o Ramón Gómez de la Serna. Incluso se cuenta que hasta el mismísimo Francisco de Goya trabajó en las cocinas de Botín en su juventud.
Este restaurante-museo, como bien lo podríamos calificar por su carácter histórico, ha permanecido prácticamente intacto desde su creación, allá por el siglo XVIII ,y puede presumir de contar, entre sus peculiaridades, con el récord Guiness a la casa de comidas más antigua del mundo funcionando de manera ininterrumpida. ¡Qué mejor manera que hablar de este lugar para inaugurar la nueva sección del blog que se titula ¡Cómo vives! Con un lugar como Botín todos los arranques son buenos…
Érase Botín, érase un restaurante con historia
Fue en el siglo XVII, aprovechando de nuevo el traslado de la Corte a Madrid y la importancia adquirida por la Villa, cuando un cocinero de origen francés llamado Jean Botín y su esposa, de origen asturiano, deciden venir a la capital y crear su propio negocio en la Calle Cuchilleros. Será en 1725 cuando un sobrino de la mujer de Botín decide abrir una posada en el número 17 de esta misma calle. Para ello realizó una pequeña obra en la planta baja con objeto de cerrar los soportales del edificio. Así mismo creó un horno de leña, que es el mismo que se conserva y continúa funcionando hoy en día.
Ya en el siglo XIX se introducen en el negocio algunas mejoras, entre ellas un mostrador para la venta de pastelería y productos típicos. Es en el siglo XX cuando la familia González, concretamente Amparo Martín y su marido, Emilio González, deciden adquirir el local y continuar con esta pequeña empresa de carácter familiar.
Tras la Guerra Civil española, que paralizó el negocio reduciéndolo a un simple comedor para milicianos, son los hijos varones del matrimonio los que consiguen reanudar la actividad hasta convertir a Botín en lo que significa hoy en día para la historia de esta ciudad y para los amantes del arte culinario en todo el mundo.
La experiencia de comer en el restaurante más antiguo del mundo
Sele y yo tuvimos el privilegio de comer en el Restaurante Botín después de una agradable mañana visitando Madrid en segway, gracias a Segway Trip. En la web de la empresa se ofrecen varios recorridos por la ciudad, donde destaca el conocido como Tour Botín. Reconozco que siendo de Madrid y habiendo escuchado hablar mil maravillas de este restaurante, nunca había podido conocer el lugar, así que tenía muchísimas ganas de comprobar si la buena fama que precedía a Botín era merecida.
Nada más llegar, la impresionante fachada de ladrillo del siglo XVI nos dio la bienvenida. Una vez dentro te das cuenta que Botín es mucho más que un simple restaurante, es un documento vivo de la historia de Madrid. Quien tenga la oportunidad de visitarlo, no sólo podrá disfrutar de su excelente gastronomía, sino que podrá conocer sus centenarios comedores, su antiguo sistema de alcantarillado, ahora convertido en bodega, su antiquísima cocina y, por supuesto, el famoso horno de leña que lleva funcionando desde el siglo XVII y de dónde salen los más sabrosos asados de la capital de España.
Como enamorados de la historia, estábamos encantados con todo lo que estábamos viviendo. Pero, ¿cómo no se nos había ocurrido ir antes? A partir de ese momento sabíamos que Botín se convertiría en uno de nuestros rincones favoritos. Con todo esto ya sólo quedaba sentarse a la mesa y disfrutar de la comida para completar un día redondo.
El restaurante cuenta con una carta muy variada con comida típica de la gastronomía castellana. Nos aconsejaron probar el cochinillo asado, una de las especialidades de Casa Botín, aunque nosotros ese día decidimos probar otros platos. De entrantes pudimos degustar varios productos típicos de la tierra, entre los que se encontraba una bandeja de surtido de ibéricos y otra de morcilla y croquetas caseras. He de decir que todo estaba realmente exquisito.
Tras abrir boca con los entrantes fuimos a los platos principales. Sele pidió un revuelto de huevos con espárragos trigueros y yo me decidí a probar otro revuelto, esta vez de huevos con salmón ahumado. De nuevo la calidad de los productos nos pareció suprema.
Aún nos quedaban los segundos, por lo que en esta ocasión pedimos uno de los platos estrella del restaurante, concretamente el “Solomillo Botín”. Se trata, como propio su nombre indica, de un solomillo bañado con salsa de champiñones. No es exageración si digo que fue una de las mejores carnes que he probado en mi vida. Jugosa, tierna… prácticamente se deshacía en la boca como si de mantequilla se tratase, y la salsa de champiñones le daba un toque perfecto.
Sin apenas sitio en el estómago para el postre, no nos quisimos ir de Botín sin catar sus dulces. La carta de postres era inmensa y todo sonaba fenomenal, así que tras muchas vueltas decidimos compartir la copa mascarpone con mango que nos entró por los ojos con sólo leer su nombre. ¡Y vaya acierto!
Se trataba de una mezcla de de queso mascarpone, helado y sirope de mango servido en una copa de cristal. El sabor era muy suave y, aunque estábamos llenos, no se nos hizo pesado. De hecho nos hubiéramos podido tomar otra copa más pero, ya se sabe, hay que cuidar la línea.
Después de la comida y tras una agradable sobremesa en la que no faltó la invitación a chupitos, cortesía del restaurante Botín, abandonamos el lugar sabiendo que volveríamos muy pronto. Aquel lugar lleno de historia, solera y sabor nos había conquistado. Un día perfecto para rematar una mañana recorriendo Madrid en Segway.
Rebeca Granero
En Twitter @rebegrad
PD: Estrenamos nueva sección en el blog y en ella hablamos de la buena vida. Se titula… ¡Cómo vives!
6 Respuestas a “Casa Botín: El restaurante más antiguo del mundo está en Madrid”
Muy buen post Rebeca. Qué buenos recuerdos me trajo. Sin duda uno de esos restaurantes imperdibles. Os deseo muy buenos vientos para la sección: ¡Cómo vives! Abrazos!
Rebeca, me ha encantado el post y me encanta la nueva sección del blog :). Me apunto el restaurante y la ruta en Segway para el fin de semana 🙂
definitivamente una joya, el ambiente en el interior debe de ser muy agradable, un destino obligado. Saludos, excelente post
Hola soy Ana vionnet y quisiera saber cómo tengo que hacer para reservar 2 lugares para el botin, somos dos personas y estaremos en Madrid 24, 25, y 26 de Octubre, y quisieramos volver a ese único y exquisito restaurante.
Gracias espero su respuesta
ANA
Hola Ana,
Permiten hacer reservas online en Casa Botín http://www.botin.es/es/reservas
Disfrutad de la experiencia!
Sele
[…] II en Ópera a Madrid Río pasando por el Palacio Real o Plaza de España. Y rematando faena en el restaurante más antiguo del mundo según el Record Guiness, Casa Botín, lo que redondeó una jornada dominical absolutamente perfecta en la que incluso nos acompañó un […]