Las cascadas más bonitas de Islandia - El rincón de Sele

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Las cascadas más increíbles de Islandia

Islandia es un sobresaliente en paisajes naturales. A ello le ayuda, además de contar con rostros desfigurados de fieros volcanes (y sus efectos) o el hielo blanco-azulado de los glaciares, atesorar algunas de las cascadas más hermosas e impresionantes tanto de Europa como de todo el mundo. La colección de cataratas, muchas de las cuales proceden del continuado deshielo glacial, es tal, que se ha convertido para muchos viajeros y viajeras en uno de los grandes objetivos a marcarse a la hora de viajar a Islandia. Y es que perseguir estos saltos de agua en parajes escarpados puede ser toda una obsesión para los amantes de la naturaleza salvaje propia de latitudes septentrionales como en las que se sitúa el territorio islandés así como de la fotografía. El resultado nunca deja de ser sorprendente.

Dynjandi es una de las cascadas más bonitas e imprescindibles de Islandia

Tras llevar a cabo varios viajes en coche por el país, ya sea haciendo la ruta circular al completo, centrándome en el sur, en la cara norte de la gran isla o en el oeste en busca de frailecillos, tengo mi selección particular de las cascadas más espectaculares de Islandia, la cual me gustaría compartir con quienes gusten de coleccionar semejantes maravillas naturales y tengan pensado visitar, más tarde o más temprano, la tierra de hielo y fuego. 

¿Cuáles son las cascadas más bonitas de Islandia? Dándole vueltas al mapa

Miles son las cascadas que mecen las gélidas aguas de Islandia, por lo que elegir con cuáles quedarse no es tarea fácil. Antes de mojarme, en sentido literal y figurado, en las poderosas cascadas islandesas, me gustaría recalcar, como procuro hacer en este tipo de listados, que se trata de una selección completamente personal y subjetiva basada en los lugares que he podido visitar en mis distintos viajes a Islandia. Por supuesto soy consciente de que hay muchas más cataratas alucinantes a lo largo y ancho del país pero os aseguro, que si no están todas las que son, las que os muestro a continuación, son todas las que están. De hecho ni si quiera me he planteado hacer un ranking de las mismas sino que para su ordenación en el presente artículo me he basado en un recorrido en el sentido contrario a las agujas del reloj (desde Reykjavík y empezando por la mítica Gullfoss), que suele ser preferido por la mayoría de viajeros y viajeras que se animan a hacer una ruta por la carretera circular.

Las cascadas más bonitas de Islandia: Gullfoss – Seljalandsfoss – Gljúfrabúi (Gljufrafoss) – Skógafoss – Svartifoss – Dettifoss – Goðafoss – Kolugljúfur – Kirkjufellfoss – Hraunfossar – Öxarárfoss.

¿Empezamos?

Gullfoss, la joya del círculo dorado

Su nombre significa «la cascada de oro» y se encuentra, sin duda, entre los lugares más visitados en Islandia, dado que es la protagonista de una de las excursiones imprescindibles desde Reykjavík (le separan aproximadamente 100 km) a lo que se conoce como la ruta del círculo dorado y compuesta, además de esta prominente catarata, de Geysir y Thingvellir

Gullfoss, la cascada más visitada de Islandia

Se trata, sin duda, de una de las cataratas más espectaculares no sólo de Islandia sino de todo el mundo. Por su grandiosidad y, por supuesto, por su potencia, que permite que el río Hvítá se despeñe, nada menos que en tres ocasiones, durante su accidentado camino en busca de la costa sur. El primer salto es de 11 metros, el segundo de 21 y el tercero de 32. Además viene a romperse en la grieta de una curva pronunciada que hace desaparecer al río de la mirada de los visitantes como si nada hubiese sucedido.

Gullfoss, en el círculo dorado de Islandia

Hay un par de senderos para contemplar y fotografiar esta preciosa cascada del sur de Islandia, uno superior (ideal para captar distintos arcoiris) y uno inferior que se acerca mucho más a la caída del agua y que garantiza empaparse por completo.

Seljalandsfoss, por delante y por detrás

A unos 20 kilómetros de Hvolsvöllur camino hacia Vík, se encuentra una de las cascadas más hermosas, a la vez que originales, de Islandia. En Seljalandsfoss el río Seljalandsá se despeña a lo largo de 60 metros. Nada fuera de lo corriente tratándose de un país con cientos de cataratas, salvo por la cuestión de que uno puede acceder a la parte trasera de la cascada en uno de los boquetes que hay en el propio acantilado. Eso sí, conviene andarse con mucho tiento para no escurrirse, puesto que las rocas resbalan demasiado por el agua y, en muchas ocasiones, el hielo.

Seljalandsfoss (Una de las cascadas más bonitas de Islandia)

Gljufrafoss, la cascada escondida

A escasísima distancia de Seljalandsfoss (se puede ir caminando junto al acantilado) hay otra rareza de esas que llaman la atención. Y es que para poder ver esta maravilla en su plenitud hay que mojarse algo los pies tras entrar por una hendidura en la roca y… ¡Zas! Ahí está la cascada escondida a la que, si uno no acude a propósito, se pasaría por alto.

Gljufrafoss, también llamada Gljúfrabúi (significa «la que se esconde en el cañón»), ya desveló sus secretos hace mucho tiempo, pero no deja de ser uno de los rincones predilectos de quienes se embarcan en un largo viaje a Islandia.

Skógafoss, la belleza tenía un nombre

Continuando a 30 kilómetros de Seljalandsfoss en la carretera circular a su paso por el sur de Islandia aparece una de las caídas de agua más increíbles que existen en el país. De hecho debo reconocer que se trata de mi favorita. Por su entorno, la espuma que genera a lo largo de 60 metros y con un grosor de 20, el doble arco iris redondeando una y mil fotos…

Skogafos, mi cascada preferida de Islandia

En una ocasión, durante una larga escala en Islandia previa a un viaje por Alaska en autocaravana, llegué a dormir en el coche frente a Skógafoss. Al ser verano nunca dejó de haber luz. Despertar y mirarla a primera hora de la mañana fue un preludio perfecto a un viaje apasionante.

Sele en Skogafoss (Islandia)

Excursiones a las cascadas del sur de Islandia (para quien no viaje por la isla con coche de alquiler):

Selección de 13 excursiones de ida y vuelta desde Reykjavík.

Svartifoss, el agua derramada entre columnas de basalto

Acariciando el reino blanco y azul del gran glaciar Vatnajökull viene una de esas cascadas que copan reportajes y guías de viajes de Islandia. Svartifoss, que en islandés quiere decir «cascada negra», deja caer el agua en una muralla de columnas hexagonales de basalto o, lo que es lo mismo, el resultado del enfriamiento paulatino del magma volcánico. De ahí que el resultado sea asombroso, aunque hay quien acusa que el exceso de photoshop en muchas imágenes publicadas, le ha ayudado a aumentar su fama.

Svartifoss, una de las cascadas más fotogénicas de Islandia

Para llegar hasta ella hay que caminar desde el parking del Centro de visitantes de Skaftafell durante tres cuartos de hora (nivel fácil-intermedio). Hay quien lleva el coche a una zona de casas para ahorrarse parte de la cuesta arriba, aunque está prohibido aparcar vehículos a los turistas, ya que las plazas están destinadas a los propietarios de dichas viviendas.

Dettifoss, la cascada más potente de Europa

Damos la vuelta al mapa para situarnos en el norte de Islandia, no demasiado lejos del área del lago Myvatn y en uno de los cañones por los que fluye el Jökulsá á Fjöllum (el 2º río más largo del país) que fueron creados por la separación de las placas americana y euroasiática. Allí el número de cascadas no es pequeño precisamente, pero de entre todas destaca Dettifoss, considerada la más potente del continente europeo, con un caudal que se mece entre los 200 y 500 metros cúbicos por segundo en función de la época del año y el deshielo glaciar en el territorio norte del Vatnajökull. Con nada menos que una anchura de 100 metros de ancho y una caída de 44, tiene bastante similitudes con Gullfoss.

Dettifoss, la cascada más potente de Europa (Islandia)

Dettifoss es una cascada mayúscula que se puede disfrutar a ambos costados del cañón Jökulsárgljúfur a la que para llegar hay que desviarse de la carretera circular y conducir por la nº862 a lo largo de 23 kilómetros. Una brevísima caminata permite admirar esta caída colosal. En el caso de buscar otra perspectiva de la cascada habría que ir por la carretera carretera 864 (sin asfaltar), aunque sólo durante los meses de verano cuando permanece abierta.

¡PARA TOMAR NOTA! Muy cerca de Dettifoss hay un par de cascadas a la altura de ésta por las que el río Jökulsá á Fjöllum se despeña como parte de su agitado viaje. Son Selfoss y Hafragilsfoss y ambas resultan fácilmente accesibles para hacerlas en una excursión de media jornada desde Myvatn o si se viene conduciendo por el este en la carretera circular.

Goðafoss, la cascada de los dioses

A unos 50 kilómetros al este de Akureyri, la capital del norte de Islandia, se sitúa Goðafoss (también escrita Godafoss), cuyo nombre viene a significar «cascada de los dioses». Eso se debe a que cuando los vikingos se convirtieron al cristianismo un milenio atrás dejando atrás creencias religiosas ancestrales, arrojaron infinidad de estatuas paganas. El abrazo a la nueva religión se explica en este rumor de agua que en una caída caracterizada por su anchura, más que por su profundidad, atrae la mirada de miles de visitantes que se encuentran con este preciosa catarata cuyos vapores se aprecian en plena carretera circular.

Sele en Godafoss, la cascada de los dioses (Islandia)

Kolugljúfur, una sorpresa al sur de la península de Vatnsnes

No es muy popular ni conocida pero, personalmente, la encuentro arrebatadora. Desviándose hacia el sur a la altura de Vatnsnes desde la Ring Road a la carretera 715, en tan sólo 6 km se encuentra el fotogénico y solitario cañón Kolugljúfur. Persiguiendo esta grieta rocosa y junto a un puente que lo atraviesa se puede disfrutar de la cascada del mismo nombre. Puro vértigo, velocidad y magia en uno de esos rincones de Islandia que no forman parte de la ruta de muchos viajeros pero que, si no es a propósito, requerirían de mucha fortuna para llegar hasta ella.

Kolugljúfur, una de las cascadas más bonitas de Islandia

La ruta a pie (también a caballo o quad que ofrecen las granjas del entorno) al ras del cañón es digna de mencionar.

Dynjandi, el velo de la novia

En los fiordos del oeste, una de las regiones más insólitas y salvajes de Islandia, con vistas al Arnarfjörður deja deslizar con elegancia en agua del deshielo la conocida como «el velo de la novia». Dynjandi, más impresionante a medida que uno se va acercando a ella, arroja un potente caudal en una obra de arte donde la armonía y el equilibrio encajan perfectamente en la curvatura de la montaña y, por supuesto, en este rincón remoto del país para el que son necesarias no pocas horas de coche para llegar hasta él.

Dynjandi, la gran cascada de los fiordos del oeste en Islandia

Sin lugar a dudas Dynjandi está entre las cascadas más bonitas de Islandia. Quien ha tenido la suerte de admirar esta maravilla, no tiene más opción que reconocerlo. El número de visitantes, además, sigue siendo escaso si lo comparamos con las cascadas situadas en el sur de Islandia. En mi camino a los acantilados de Látrabjárg para ver frailecillos, no titubeé un solo segundo a la hora de tomar el desvío hacia esta catarata.

Dynjandi, el velo de la novia (Cascada de Islandia)

Kirkjufellfoss, una gran postal de Islandia…. y de Juego de Tronos

La península de Snaefellsnes, que recibe el nombre del glaciar y el volcán situado en el extremo oriental de ésta y en la que los protagonistas de la novela «Viaje al centro de la Tierra» escrita por Julio Verne utilizan para acceder a las entrañas de nuestro planeta, es otro de los recodos islandeses que bien merecen una buena ruta en coche dejando atrás la Ring Road. A mitad de camino por la carretera nº 54, pasada la localidad de Grundarfjördur, se sitúa una pintoresca montaña llamada Kirkjufell convertida en todo un icono islandés porque recuerda al tejado de una iglesia (de hecho en le lengua islandesa significa «la montaña de la iglesia»). Se trata, probablemente, uno de los lugares más fotogénicos y retratados de Islandia. Además, desde su aparición en la serie Juego de Tronos, su fama ha aumentado y son muchos quienes se animan a venir a tomar fotos del lugar, tanto en verano como en invierno, cuando las auroras boreales se dejan ver por estas latitudes tan septentrionales.

Kirkjufellfoss (La postal más reconocible de Islandia)

Uno de los miradores mejor ubicados para fotografiar a la montaña es precisamente Kirkjufellfoss, a la salida del pueblo y bien señalizado en la carretera (tiene un pequeño aparcamiento a mano izquierda si se viene desde Grundarfjördur). Esta caída de agua ni es tan grande ni espectacular como las anteriores cascadas mencionadas, pero sí es perfecta para contemplar (o retratar) uno de los mejores escenarios posibles en toda Islandia. De hecho en los últimos años se ha convertido en la foto más repetida en distintas publicaciones. Y es que muchos fotógrafos, tanto profesionales como aficionados, saben de lo especial de este lugar.

Sele en Kirkjufellfoss (Islandia)

OTRAS CASCADAS DESTACADAS EN SNAEFELLSNES

 

Snaefellsness, además de Kirkjufellfoss, cuenta con otras cascadas imponente. Poco antes de llegar a Grundarfjördur destacan los saltos de Grundarfoss y Kvernafoss, aunque su acceso es limitado y salvo que se tenga algún permiso debemos conformarnos con observarlas desde la carretera. Por otro lado merece un inciso Svöðufoss, a mitad de camino entre Ólafsvík y Hellisandur (hay que desviarse tierra adentro), que recuerda a Svartifoss porque el agua cae por columbas hexagonales de basalto. A diferencia de la anterior a ésta no llegan turistas.

 

Svodufoss (Islandia)

Hraunfossar (y Barnafoss)

Dos cascadas diferentes al precio de una. Bajando hacia Reykjavík (a 90 minutos), muy cerca del glaciar Langjökull, surge un extenso campo de lava del que una gran cantidad de agua filtrada se vierte en el río Hvitá (el mismo que se deja caer en Gullfoss). Hraunfossar destaca por el color azulado que toma el río tras recibir nuevo caudal proveniente de un llano poblado de rocas magmáticas. Apenas unos metros más adelante, a unos pocos pasos a pie, aparece Barnafoss, más conocida como la cascada de los niños y donde el río fluye a una velocidad despiadada. Lo de «cascada de los niños» viene de una leyenda islandesa en la que dos pequeños salen de su casa desobedeciendo a su madre y desaparecen tras caerse al agua. Ésta, enloquecida, lanza un hechizo diciendo que todo el que pise el puente de piedra ahora inexistente tras varios terremotos, tendrá la misma suerte que tuvieron sus hijos. Afortunadamente el puente actual no entra dentro de la maldición y permite ser atravesado, no sin cierto vértigo.

Hraunfossar, una de las cascadas más bonitas de Islandia

Öxarárfoss, la cascada que fluye en la grieta que separa dos continentes

Para terminar regresamos a uno de los elementos que forman parte del conocido como «círculo dorado». Concretamente a Thingvellir (también escrito Þingvellir), que muestra de forma palpable la separación de las placas tectónicas americana y euroasiática. En la grieta surgida en el extremo oriental fue desviado a propósito el curso de un río al poco de llegar los vikingos en la isla, algo que se ha conocido recientemente. La razón se desconoce, aunque, al parecer, tiene que ver con el primer parlamento creado en el continente europeo. Historias aparte, Öxarárfoss es incapaz de decepcionar a quien llega hasta ella caminando (acceso sencillo) y, en época de nevadas, es cuando alcanza su mayor fotogenia.

Oxararfoss, una de las cascadas más hermosas de Islandia

OTRAS CASCADAS ESPECTACULARES DE ISLANDIA

Si bien he traído una docena de cascadas (así como otras menos concurridas) no puedo obviar a dos de las más altas de Islandia como son Glymur y Háifoss. La primera está tan sólo a una hora de Reykjavík, aunque requiere una caminata no apta para todos los públicos, si bien el resultado merece la pena. En el caso de Háifoss, cerca del volcán Hekla, sí se puede llegar en coche, aunque el último tramo está en bastante mal estado y se recomienda un 4×4 para hacerlo.

Aldeyjarfoss es igualmente una belleza de basalto (tipo Svartifoss o Svöðufoss), aunque para llegar hay que hacer un desvío de algo más de tres cuartos de hora desde Godafoss por la carretera 842, de ahí que se tienda a pasar por alto. Para cuando regrese a Islandia, que lo haré, prometo no perdérmela por nada del mundo.

Hasta aquí mi turno, comienza el vuestro. Si las conocéis, ¿qué otras cascadas que aquí faltan están entre las más bonitas de Islandia? Me gustaría tomar nota de vuestras propuestas y opiniones y, de paso, echar un cable a quienes estén preparando un viaje por Islandia y anden en busca de buenos consejos. Porque está claro que esta debilidad, la de los paisajes islandeses, es algo que compartimos muchos amantes a la naturaleza y a la fotografía.

Sele

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PD: – Más información práctica en estos 50 consejos útiles para viajar a Islandia. Y aquí tenéis todos los artículos sobre este país reunidos en el blog.

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