Uno siempre viaja en busca de lugares y cosas que le hagan pensar y, sobre todo, aprender, aunque en ocasiones no las veamos venir y nos sigamos sorprendiendo como el primer día. Hace algún tiempo tuve la ocasión de ser uno de los partícipes en la Expedición Kamal al Desierto Líbico de Egipto, de la que ya narré el día a día a través de un diario. Pero en esta ocasión me gustaría compartir con vosotros una breve recopilación de cosas muy curiosas que encontré en aquel viaje, las cuales me llamaron poderosamente la atención porque no se caracterizan por ser precisamente usuales. Son, en su mayor parte, objetos, figuras talladas por la propia naturaleza, representaciones artísticas de la prehistoria y elementos excelentemente conservados de la II Guerra Mundial y de esos años en los que los primeros exploradores llegaron a esta zona tan remota e inhóspita dejando su impronta.
Como si de una lista de la compra se tratase me gustaría compartir estas extrañezas que por sí solas definen lo que es uno de los desiertos más desconocidos e intransitados del mundo. De esa manera podemos conocer mucho mejor este lugar situado en los confines de Egipto, Libia y Sudán. Leer artículo completo ➜