20 preguntas y respuestas para viajar a Costa de Marfil (Consejos prácticos)
¿Por qué viajar a Costa de Marfil? ¿Qué podemos esperar de una aventura de este tipo? ¿Dónde están los lugares esenciales que ver en uno de los países más interesantes del Golfo de Guinea? ¿Cuántas etnias hay realmente que mantengan vivas sus antiguas tradiciones? ¿Cómo son sus carreteras? ¿Se trata de un destino seguro? ¿Resulta más adecuado ir por libre o mejor con agencia? ¿Qué vacunas son obligatorias? ¿Es posible asistir a una ceremonia o danza de máscaras de una de las muchas tribus animistas que lo habitan? ¿Cuáles son los mejores rincones de naturaleza o para ver fauna? ¿Qué tan son los hoteles? ¿Dónde es mejor comprar artesanía? Surgen no pocas preguntas a la hora de preparar un viaje a Costa de Marfil donde pretender obtener el máximo partido. Con experiencias increíbles para aquellas personas aficionadas a la antropología y que desean asistir en vivo y en directo a ceremonias animistas. Aportar respuestas parece más que necesario para echar una mano de cara a llevar a cabo la planificación de un viaje sin parangón a una de las áreas más fascinantes de África Occidental.
Tras realizar un viaje de semanas al país y con el propósito de que pueda resultarle útil a aquellas personas interesadas en realizar algo por allí, he formulado una lista de preguntas y respuestas con las que conocer un poco mejor este territorio. En dicha relación se puede acceder a una extensa recopilación de consejos para viajar a Costa de Marfil desde un punto de vista práctico. Y, de ese modo, abrir por completo las puertas de un universo multiétnico donde lo sagrado y lo cotidiano están unidos de manera intrínseca .
CONSEJOS PARA VIAJAR A COSTA DE MARFIL
(20 preguntas y sus respuestas)
1. ¿Cómo llegar a Costa de Marfil?
No existen vuelos directos entre España y Abiyán (Abidjan en francés), la ciudad más importante del país, dado que la capital de facto es Yamoussoukro. Por tanto, para llegar a Costa de Marfil se requiere, como mínimo, una escala. El aeropuerto internacional de Abidjan (cuyo nombre recuerda a su primer presidente Félix Houphouët-Boigny) recibe vuelos desde París (Francia) con la compañía Air France, Bruselas (Bélgica) con Brussels Airlines, Dubai (Emiratos Árabes) con Emirates (vía Accra), Casablanca (Marruecos) con Royal Air Maroc o Túnez con Tunisair. También hay multitud de destinos africanos con conexión directa (Senegal, Benín, Egipto, Níger, Malí, Ghana, etc.). Pero desde Europa la mejor opción es, sin duda, la de Air France. Cuenta con numerosas frecuencias, al contrario que Royal Air Maroc, quien, por ejemplo, tiende a modificar sobre la marcha fechas y horarios en función de lo llenos que vayan sus aviones. Lamentablemente la compañía portuguesa TAP cerró la ruta desde Lisboa en 2022, puesto que además se trataba del trayecto más corto, económico y fiable hasta entonces.
En nuestro caso para el viaje a Costa de Marfil realizado en mayo de 2022 volamos al aeropuerto Charles de Gaulle de París (CDG) con la compañía de bandera francesa Air France. Se aconseja que la escala en París tanto a la ida como a la vuelta sea superior a las dos horas, pues se debe cambiar de terminal en ambos casos (y pasar control de equipaje) para ir de un avión a otro y no es raro que se formen colas. Pero, al haber múltiples frecuencias desde distintas ciudades españolas (sobre todo Madrid y Barcelona), existe posibilidad de escoger entre distintos horarios y no estar tan pendientes de si nos demoramos demasiado en la escala.
2. ¿Hace falta visado para viajar a Costa de Marfil?
En efecto, sí es necesario obtener un visado turístico para poder visitar Costa de Marfil. Pero, afortunadamente, existe la posibilidad de conseguirlo de manera online, así como a través de la embajada correspondiente (En Madrid se encuentra en la C/ Serrano nº154. Barcelona tiene sólo Consulado Honorario y, en principio, no ofrece este servicio). Aunque esto último, entre idas y venidas, resulta mucho más engorroso, por lo que resulta mucho más ágil, rápido y recomendable tratar de lograr la obtención de dicho visado de manera digital (sea con ordenador, móvil o tablet). Cierto es que lo que se gestiona online no se trata del visado en sí mismo sino de un pre-visado o una aprobación previa con la que, ya en el aeropuerto de Abiyán, obtener el físico y definitivo.
¿Cómo conseguir el la aprobación del visado de Costa de Marfil de manera online? Lo primero de lo que conviene asegurarse es de que se posee un pasaporte válido con un mínimo de seis meses de antelación a contar desde la finalización prevista del viaje. Una vez revisado este aspecto se debe entrar a la página web https://snedai.com/e-visa/ (Se trata de la única oficial, existen otras anunciadas en internet que cobran elevadas tasas de gestión). Está tanto en inglés como en francés, por lo que hay que seleccionar la lengua en la que podamos manejarnos un poco mejor. E iniciar el proceso haciendo clic en donde dice que iniciemos el proceso (en francés pondrá DEMARREZ VOTRE DEMANDE DE VISA EN CLIQUANT ICI mientras que en inglés la línea sobre la que tenemos que pinchar dice START YOUR VISA APPLICATION BY CLICKING HERE).
Hay que rellenar las hojas del formulario que nos van apareciendo donde iremos introduciendo los datos solicitados (identificación, país, vuelos, un contacto en el país etc.). Se aconseja tener preparados de antemano tres documentos para adjuntar: El pasaporte escaneado, los billetes aéreos y una imagen o pdf con la reserva del alojamiento de la primera noche (nos vale cualquier reserva vía Booking). Ninguno de dichos archivos (pdf, jpg, etcétera) debe superar 1 megabyte de peso o no nos lo aceptará. Al final aparecerá una pasarela de pago (Visa o Mastercard) y el precio que hay que abonar es de 73€. Al instante de haber realizado el pago recibiremos un primer código QR con la información que se ha enviado a la agencia oficial encargada de aprobar o no la solicitud. En cuestión de 48 horas (a veces puede tardar un poco más si hay fin de semana o fiestas de por medio) se recibirá otro QR, el definitivo, que es el que debemos imprimir y llevar con nosotros al aeropuerto.
NOTA: Normalmente aprueban todas las peticiones, aunque en el caso hipotético de no hacerlo se debe intentar de nuevo llevar a cabo dicho formalismo a través de la embajada marfileña correspondiente en un proceso más engorroso (y los 73€ no son reembolsables en ningún caso). Mi consejo es no indicar en profesión que se es periodista, militar, policía, etc. en el caso que ese sea nuestro empleo.
Ya en el aeropuerto de Abiyán hay una señal muy clara que dice VISA (Snedai). Se accede y se presenta el documento QR, el pasaporte y una fotografía tamaño carnet (aunque recientemente han adquirido maquinaria que obtiene dicha foto del propio pasaporte, pero conviene llevarla por si acaso). En una hoja libre del pasaporte el oficial de turno pegará el adhesivo del visado. Y lo deberemos mostrar a la salida junto a la cartilla de la vacuna de la fiebre amarilla (exigida en Costa de Marfil, se venga de donde se venga) así como la del Covid-19 o el PCR con resultado negativo (ver más información en el próximo apartado dedicado a las vacunas necesarias y recomendadas).
Todos estos pasos se pueden ver resumidos en un breve vídeo (en francés, pero se entiende bien). El proceso, a pesar de mi extensión a la hora de explicarlo, es bastante sencillo. No tardaremos más de diez o quince minutos en tener hecho el proceso de la obtención del previsado.
3. ¿Existen vacunas obligatorias para viajar a Costa de Marfil?
Para viajar a Costa de Marfil es obligatoria la vacuna de la fiebre amarilla, sin importar si nuestra procedencia es la propia África o Europa. Pueden llegar a pedirla en el aeropuerto o en algún control puntual. La legislación al respecto es determinante y parecería la mejor ocurrencia presentarse en el destino sin ella. Por tanto hay que llevar consigo el certificado de vacunación internacional (carnet amarillo) donde venga reflejada esta vacuna. Antiguamente se pinchaba cada diez años pero se verificó su validez para toda la vida una vez se ha sido inoculada.
En cuanto a las vacunas recomendadas tendríamos las de: Fiebres tifoideas (son tres pastillas y tiene una duración de dos años), tétanos, hepatitis A y B, meningitis y MUY IMPORTANTE, se debe tomar la profilaxis de la malaria, ya que existe presencia de la misma en ambos países. Por tanto es conveniente antes de un viaje de este tipo rendirle una visita al Centro de Vacunación Internacional que corresponda e informarnos convenientemente. Con la salud no se juega.
El tratamiento de la malaria (sea con Malarone u otro medicamento) es de una pastilla al día, que se empieza a tomar se inicia uno o dos días antes de viajar a Costa de Marfil, durante la estancia total del viaje y la semana posterior al regreso. Lo que no quita la prevención básica con repelentes antimosquitos (Relec Extrafuerte u otras marcas tipo Goibi, etc. Muy útil también el repelente Halley para la ropa, ya que tiene permetrina y se ha demostrado su eficacia) así como utilizar manga larga en lugares húmedos, sobre todo cuando amanece y atardece, un momento potencialmente álgido para la aparición de mosquitos portadores de diferentes virus (malaria, dengue, zika, chikungunya así como otros arbovirus no tan conocidos).
Lo de beber agua embotellada (siempre) es una obviedad, pero eso sí que debe ser algo que cumplamos a rajatabla. No se recomienda comer fruta sin pelar, ensaladas o pedir hielo en el vaso donde vayamos a beber.
RESTRICCIONES COVID: Desde mayo de 2022 es necesario presentar el certificado covid (válidas las dos dosis así como el de recuperación) para entrar a Costa de Marfil. En caso de no haber sido vacunados las autoridades competentes exigirán mostrar el resultado negativo de un test PCR realizado 72 horas antes de la llegada al país. ESTO SIGUE VIGENTE EN MAYO DE 2023.
4. ¿Por qué viajar a Costa de Marfil?
Viajar a Costa de Marfil o al corazón del África subsahariana tiene un componente antropológico de primer nivel. Hablamos de un país con sesenta y seis etnias y varias decenas de lenguas. Y, a pesar de que el cristianismo y el Islam están cada vez más extendidos, el mantenimiento de antiquísimas creencias animistas resulta abrumadora. He aquí uno de los grandes valores de un viaje de este tipo, la posibilidad de adentrarse en las raíces no sólo de África sino del ser humano. Donde la justificación del mundo y sus muchos aconteceres se mide a partir de la influencia de los espíritus que rodean a la tribu y que se encuentran tanto en la propia naturaleza como en la poderosa energía de los ancestros en todo momento. A través de la figura del hechicero y de las tradiciones del animismo más primitivo, de las danzas, la música, las máscaras, los fetiches y otros objetos de poder, la gente de estos pueblos buscan que las criaturas del más allá intercedan en el devenir de una aldea, una familia o una persona en concreto. Y eso es algo que se percibe de manera precisa en un destino como Costa de Marfil, donde su faceta multiétnica y multirreligiosa aporta un valor extraordinario a la experiencia.
Este es un viaje para quien desee calentarse con las últimas brasas de una poderosa hoguera de una fe tan antigua como la propia humanidad. Para amantes de las tradiciones culturales y religiosas más variopintas. Un viaje al corazón de los pueblos o, más bien, al corazón de la gente. Donde observar sus modos de vida y la asistencia a ceremonias o danzas se vuelve posible. Por supuesto, una experiencia muy de apreciar por parte de grandes entusiastas de la fotografía (sobre todo de personas) así como de un contacto humano cercano.
Pero Costa de Marfil también es un destino de naturaleza muy a tener en cuenta dentro del Golfo de Guinea. Parques como Täi (Patrimonio de la Humanidad), Comoe, Banco o la Reserva N’Zi representan algunos de los más importantes. Con especies animales únicas como el chimpancé, el hipopótamo pigmeo, así como con presencia de elefantes y multitud de aves. Para más inri, en N’Zi sobrevive el último rinoceronte de África Occidental, todo un reto.
Costa de Marfil no es para urbanitas con pedigrí o para salir a la búsqueda de monumentos porque apenas los hay. Ni para quienes les pongan de los nervios el ritmo lento o imaginen un viaje desde una perspectiva meramente vacacional. Ni para quienes antepongan la confortabilidad del hotel a la experiencia. Porque el alojamiento en el país suele ser bastante básico salvo contadas excepciones. Pero es el precio a pagar por internarse en lugares remotos donde poder contemplar rituales que llevan celebrándose miles de años. Tampoco significa que se pernocte en cochiqueras sino en alojamientos corrientes (pero decentes) donde a veces no hay plato de ducha pero cuyo espacio está suficientemente limpio para dormir a pierna suelta.
En definitiva, un viaje a Costa de Marfil nos permite mirarle a la profundidad de África directamente a los ojos. Nada más. Y nada menos.
5. ¿Cuántos días se recomiendan (como mínimo) para visitar Costa de Marfil?
Comprendiendo que, ni las distancias son cortas y, sobre todo, que debemos contar con cierta suficiente flexibilidad para alcanzar algunos de los acontecimientos o festejos que tengan lugar en determinados pueblos de diferentes etnias mi recomendación es establecer un mínimo de dos semanas para visitar Costa de Marfil. Esto no quita que el país de para mucho más pero quince días parece aceptable para hacerse una buena idea de un país de múltiples atractivos.
En el caso de querer acercarse el área del Parque Täi así como San Pedro (extremo suroccidental) y, a su vez, poder recorrer lugares importantes del centro, norte y conocer algunas de las etnias más ricas culturalmente hablando, no parece en absoluto descabellado considerar añadir una semana extra.
6. ¿Cuándo viajar a Costa de Marfil?
Entre los meses de octubre/noviembre hasta últimos de abril/principios de mayo se da la época de menos lluvias en esta parte del mundo, llegando antes éstas al sur (de carácter más tropical) que al norte (más seco). La fuerza de las mismas va subiendo a partir de entonces y correspondería al «verano europeo» (julio y agosto) la caída mayor de aguaceros. No se trata tampoco de lluvia constante sino, sobre todo, de tormentas que se forman de repente, con una duración corta (una o dos horas, a veces menos) pero de una elevada intensidad.
En la época seca, por razones obvias, los caminos están más practicables (aunque hay un buen número de carreteras asfaltadas) y será más difícil que una celebración o ceremonia vea alterados sus planes por el mal tiempo. Por otro lado, si coincidimos en un período más lluvioso, ganaremos paisajes muchos más verdes y frondosos.
Lo que sí conviene ir asimilando cuanto antes es el calor. No resulta complicado en absoluto llegar y superar los 30 grados centígrados, independientemente del mes en que sea nuestro viaje (en el centro/sur del país habrá que añadir el factor de la humedad). De ahí que debamos asegurar que los hoteles/transportes escogidos cuenten con aire acondicionado (los hay en todas partes en realidad). Y llevar crema solar para protegernos (y, ojo, aunque esté el cielo nublado el sol también quema, aunque sin que te vayas dando demasiada cuenta).
7. Posibles objetivos del viaje a Costa de Marfil (Algunas ideas interesantes)
– Asistir a una danza zaouli de la etnia guro. Estos bailes de máscaras femeninas (aunque los danzantes son hombres) están protegidas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
– El área norte en el entorno de Korhogo es de las más ricas en cuanto a conservación de aldeas de adobe así como de mantenimiento de tradiciones de la etnia predominante senufo. La aldea más encantadora probablemente sea Niofoin, aunque por el camino se verán muchas de este tipo caracterizadas por sus casas de fetiches y sus graneros cilíndricos de tejado de paja u hojas de palmera (aunque con el tiempo empieza a ser sustituida el material vegetal por antiestéticas chapas de hierro).
Además, si se tiene la suerte de asistir a una danza de la Sociedad Poro, que vertebra precisamente a esta etnia, se habrá visto uno de los mejores ceremoniales de África Occidental. Ya sea con la danza Boloye de los hombres pantera o con las máscaras Wambele de grandes fauces y aspecto monstruoso.
– En Kong hay dos mezquitas de barro estilo sudanés saheliano con más de trescientos años de antigüedad y protegidas junto a otras seis esparcidas por la franja septentrional del territorio marfileño como Patrimonio de la Humanidad. Países vecinos como Malí, Burkina Faso (norte) así como Ghana (este) atesoran también este tipo de mezquitas.
– Contemplar una ceremonia acrobática de las conocidas como niñas serpiente (grupo étnico Yacuba Dan) puede ser una de las mejores experiencias de carácter antropológico que tengamos en la vida.
– En la aldea de Godefouma hay un tipo de máscaras zancudas que dan vueltas sobre sí mismas elevadas por maderos en sus piernas. Cuantas más vueltas den, más prosperidad le espera a su pueblo, pues son los espíritus quienes deciden si el danzante cae pronto (mala señal) o tarde (muy positivo).
– El Parc National de Täi es una selva muy frondosa donde se pueden observar en libertad, por ejemplo, a los chimpancés. También hay leopardos, hipopótamos, elefantes y otras muchas especies animales. Sin duda se trata del parque natural más importante y rico de todo el país. Aunque su ubicación (extremo suroeste) requiere que dedicación en cuanto a días, fuerzas y presupuesto. En el nordeste el Parque Comoe es más tipo sabana africana, aunque sin la posibilidad de ver grandes felinos aunque sí otras muchas especies. En el corazón del país, muy cerca de Bouaké, se encuentra la Reserva de Naturaleza N’Zi, con uno de los mejores ecolodges de África Occidental (N’Zi River Lodges) así como la posibilidad de rastrear en safari el último rinoceronte blanco de África Occidental (Nosotros logramos avistarlo, un auténtico milagro). Tampoco conviene olvidarse del Parc National du Banco, a espaldas de la propia Abiyán, un auténtico bosque primario que nadie se espera y extremadamente accesible. Además junto a la entrada se pueden ver lavando la ropa a los fanicos, gremio de lavanderos (son todos hombres) quienes han creado una cooperativa para dar salida a la difícil situación laboral que se vive en la ciudad más importante del país.
NOTA: A mitad de camino entre Yamossoukro y Abiyán por la autopista se encuentra la localidad de Tiassalé, atravesada por el gran río Bandama y donde se puede observar en libertad un buen número de hipopótamos. Para ello se ofrecen paseos tempraneros o vespertinos en canoa para aproximarse a la zona más salvaje de este río. No es algo que pudiéramos hacer en el primer viaje pero que sí realizamos en el segundo. ¡Y mereció la pena la experiencia!
– Visitar la primera capital de la ex colonia francesa, Grand-Bassam, se presume como una manera ideal de rematar un viaje por Costa de Marfil. La ciudad costera defendió la capitalidad durante tres años, pues un brote de fiebre amarilla diezmó a la mayor parte de la población y hubo que moverla a otro sitio (Bingerville, más cerca aún de Abiyán), pero durante ese tiempo levantó numerosos edificios estilo colonial francés. Ahora su aspecto es decadente, con palacetes donde se cuela la vegetación, mientras que otros han sido restaurados y convertidos en museos o en residencias particulares.
Pero esa es la gracia precisamente de Grand-Bassam, la posibilidad que ofrece de pasear por las raíces de uno de los principales puertos franceses en el Golfo de Guinea y reconstruir con la mirada la villa que tuvo que haber sido a finales del siglo XIX. Sin olvidar, por supuesto, su situación estratégica frente a una larga playa de palmeras y arena blanca y un buen puñado de hotelitos que miran al mar y donde comer buen pescado. (Recomendación: El mejor restaurante al que fuimos en Costa de Marfil estaba precisamente en Grand-Bassam, su nombre es «La Case Bleue», pequeño, encantador y con platos muy elaborados (caro, pero para darse un capricho merece la pena).
– Para quienes les apasionen las playas paradisiacas, quizás la mejor zona de costa (con playas más aptas para el baño) sea la oriental, en San Pedro, no muy lejos de la frontera con Liberia. El inconveniente está en las más de siete horas que se tarda en llegar desde Abiyán. A favor, que resulta una plataforma excelente para quienes deseen añadir a su viaje el Parque Nacional de Tai, que desde aquí queda mucho más cerca.
8. Costa de Marfil… ¿Por libre o con agencia?
Quien ha leído en más de una ocasión este cuaderno de bitácora conoce sobradamente mi afición a viajar a los sitios por libre. Sobre todo cuando se cuenta con tiempo suficiente y es fácil trasladarse de un sitio a otro. Pero esto no es Europa. Ni se le parece lo más mínimo al Sudeste Asiático o a Norteamérica. Viajar a Costa de Marfil no es simplemente ir de Abiyán a Korhogo o de Kong a Bouaké. Porque entre medias, por el camino, nos estaríamos perdiendo todo. En los países del África Occidental, más que lugares determinados, lo que muchos venimos buscando es conocer las distintas etnias, visitar aldeas (unas más remotas que otras) y, a ser posible, asistir a algún festejo, ceremonia o ritual religioso. Poner el foco en el lado humano de un territorio donde el interés antropológico marca la diferencia. Sea una danza zaoulí, un baile de máscaras senufo o alucinar con las acrobacias de las niñas serpiente de los Dan Yacuba.
Pues bien, buena parte del éxito de un viaje a Costa de Marfil, tiene que ver, y mucho, con ir con un buen guía que se mueva como pez en el agua donde, de otro modo, nos costaría acceder a ciertas cosas. Por lo que para este viaje de autor conté con mi amigo beninés Euloge Kossouho, dueño de una agencia local llamada Loana Travel, quien habla un castellano casi perfecto y se las sabe todas. Tenía contactos en todas partes y eso nos abrió las puertas de aldeas que no aparecen ni en los mapas. Gracias a él pudimos asistir (e interpretar junto a él) a ceremonias y rituales que, de otra manera, hubiese sido imposible. Él, así como un buen guía que se precie en Costa de Marfil, no se debe limitar a llevarnos de un punto A a un punto B sino que deber tener el máximo conocimiento (y contactos) para averiguar y focalizarse allá dónde estaban sucediendo cosas, e incluso proporcionar cierta flexibilidad al plan. Tener capacidad de improvisar para estar en el sitio correcto en el momento perfecto es otra de las grandes claves de un viaje de este tipo. ¿Y lo mejor? Que seguiremos haciendo cosas juntos por África Occidental en alguno de los viajes de autor que me gusta hacer con los lectores de este sitio web.
Es obvio que se puede pasear por libre por las casas coloniales de Grand-Bassam o caminar por un mercado. Pero donde hace falta ayuda es para tener acceso a poblados, templos o a determinadas personas. Y ahí se encuentra la clave, ir con el guía adecuado quien no sólo se ocupará de que vivas diversas experiencias, algunas muy impactantes, sino que te hará comprender qué es lo que está sucediendo a tu alrededor.
Por no hablar de la necesidad de vehículos preparados para llegar a ciertos sitios donde las carreteras son auténticos caminos de ganado que se llenan de agua y más bien parecen ríos. No me parece, ni mucho menos, un viaje para hacer por libre, la verdad.
9. ¿Costa de Marfil es un país seguro para viajar?
Costa de Marfil se considera actualmente uno de los países más seguros para el visitante en el Golfo de Guinea (Benín y Togo también lo son, así como Ghana). A pesar de haber vivido dos guerras civiles en pleno siglo XXI, actualmente la situación parece bastante tranquila y los índices de delincuencia y criminalidad están por debajo de otros países del África subsahariana. La presencia del islamismo radical se da más en las fronteras de Malí y Burkina Faso.
Conviene ser precavidos y utilizar el mejor de los instintos, la lógica. Sobre todo en las grandes ciudades cuando llega la noche (sobre todo Abiyán) así como evitar la conducción (o ir en coche) a ciertas horas, dado que la luminosidad en las carreteras es bastante deficiente. Y mucho cuidado con bañarse en el mar. En esta parte de África las corrientes marítimas del Atlántico son bastante fuertes y las playas, salvo casos muy excepcionales en el entorno de San Pedro, no son de la placidez que uno pueda imaginar.
No son del todo infrecuentes las mordidas policiales en carretera, aunque es algo que predomina en buena parte de África Occidental (cierto es que en nuestro caso no tuvimos un solo problema en ruta). Y en el aeropuerto, si se trae arte africano (máscaras o esculturas) y vamos con «algo muy grande y visible» pueden llegar a pedirnos certificaciones de exportación que nadie tiene ni te da y compensar «dicha falta» con algún que otro billete. Sí, esto también puede suceder.
Hoy y siempre que viajamos al extranjero debemos estar perfectamente cubiertos por lo que pueda pasar, por lo que siempre conviene no marcharse sin contratar con seguro de viaje. Y, Costa de Marfil no es ninguna excepción. No es en absoluto recomendable llevar a cabo un viaje de este tipo sin un buen seguro que nos cubra en Costa de Marfil y otros países del Golfo de Guinea ante posibles accidentes, enfermedades o contratiempos que puedan suponernos un sobrecoste inasumible (la hospitalización o atención médica en este país para un extranjero es extremadamente cara). En nuestro caso para esta aventura utilizamos el Seguro de viajes de IATI porque nos parece que sus pólizas cuentan con una cobertura superior a la media (Más de 100.000 euros en muchas pólizas), están muy enfocadas a distintos tipos de viajes, te adelantan el dinero si sucede algún problema y ofrecen un trato personalizado. Con ventajosas coberturas anticovid. Los lectores de este blog, además, pueden contratar el Seguro de viajes de IATI que mejor se adecué a lo que están buscando con un 5% de descuento (que se aplica de forma directa entrando a través este mismo enlace o en el banner de abajo).
10. ¿Qué tal son los hoteles en Costa de Marfil?
El tema del alojamiento es una de esas cosas que todas las personas que viajen a Costa de Marfil y salgan de la capital (o de Grand-Bassam) deben tener muy claro. Salvo excepciones, porque las hay, en una ruta que abarque buena parte del país, el alojamiento es básico. En un viaje de este tipo conviene olvidarse, como es obvio, de los lujos. Eso no significa que se pernocte en pocilgas. ¡Ni mucho menos! Pero no se trata, en su mayoría, de hoteles modernos con carta de almohadas ni otros caprichos sino establecimientos moderadamente sencillos y algo anticuados, con baños sin plato de ducha ni demasiadas florituras. Pero, a diferencia de otros países de África Occidental donde en ocasiones se duerme en auténticas cuevas, en Costa de Marfil el alojamiento roza, al menos, la decencia y lo mínimo exigible.
Camas limpias (un tanto durillas), baño privado y aparato de aire acondicionado funcionando. Eso da para estar felices. Sobre todo cuando nos adentramos a zonas rurales asistir a cosas que, por supuesto, no suceden en las grandes ciudades. Poder ser testigos de ceremonias y rituales atávicos que suceden en pequeñas aldeas tiene precisamente ese peaje, que no se hace desde la capital y hay que internarse lo suficiente. Aún así, repito, nada que ver con otros países de la región donde no existe tanta disponibilidad de habitaciones y para acceder a determinadas etnias hay que sudar sangre, dormir en auténticas cochiqueras o incluso poner la tienda de campaña. En eso, de verdad, Costa de Marfil es muy cómodo. Pero no podemos estar en disposición de exigir estándares elevados y adaptarnos al lugar en el que estamos.
Donde puede resultar más sencillo encontrar hoteles confortables y con un perfil más elevado es en Abiyán, Grand-Bassam (de playa) e incluso en Korhogo, al norte, pues se trata de un nudo de comunicaciones desde antiguo. Fuera de aquí empieza a ser más complicado y poner nuestros bártulos hoteles de aspecto setentero, pero con agua caliente, aire acondicionado e incluso wifi. Si bien, a menudo, tenemos sorpresas positivas como el River Lodges de la Reserva N’Zi, un auténtico ecolodge con no pocos galardones en plena selva, o el Beau Sejour de Man.
Algo muy curioso que sólo me ha pasado en Costa de Marfil tiene que ver con la nula disponibilidad de habitaciones con dos camas (Clásicas Twin Rooms). Siempre tienen camas de matrimonio para una o dos personas pero parecen no concebir que vayan amistades juntas o incluso familia que no desean compartir el mismo colchón. Salvo contadísimas excepciones.
Por último comentar que no demasiados hoteles marfileños están en plataformas conocidas tipo Booking.
11. ¿Qué tal la comida en Costa de Marfil?
¿Para qué mentir? Costa de Marfil no se sitúa en el podio de los destinos gastronómicos mundiales. Ni tan siquiera de África. Salvo excepciones, sobre todo en ciudades grandes donde puede darse una mayor disponibilidad de platos, el menú ofrecido en los restaurantes se reduce, como mucho, a pollo (poulet), gallina de Guinea (pintade), pescado de río (generalmente carpa) y alguna vez una carne de cordero (mutton) que, más bien, es de animal que ha muerto de viejo (luego se requiere un palillero bien cargado para eliminar restos). El pollo, eso sí, lo hacen a la brasa y está bastante rico. El tamaño de los mismos no es muy grande precisamente.
Hay bastantes restaurantes libaneses por el país, de ahí que sea usual poder comer kebab, kofta y hamburguesas. También suelen tener pasta en los restaurantes de los hoteles (spaguetti, pizzas de precalentado, etc.).
Algo recurrente en los restaurantes, sin excepción, tiene que ver con la tardanza en el servicio (salvo que vayas a uno donde tengan plato único del día, que normalmente lo tendrán listo). Pedir a veces incluso un pollo con patatas en determinados lugares puede requerir perder mucho tiempo. En muchas ocasiones es porque no tienen el producto en cuestión y se van raudos al mercado a comprarlo en cuanto alguien lo demanda. Por lo que si se conoce el restaurante al que se va a acudir puede ser buena idea encargar previamente el plato que deseamos.
Conviene tener en cuenta, aunque lo comentaré en detalle más adelante, que en Costa de Marfil tienen un problema muy grave con la disponibilidad de billetes de bajo valor, lo que pagar con billetes altos (que suele ser lo normal) a veces se convierte en una odisea a la hora de obtener el cambio. En caso de viajar en grupo, si no se quiere perder demasiado tiempo, una solución es hacer un fondo común y utilizarlo para pagar varias cuentas a la vez. Por el ahorro de tiempo termina compensando.
CONSEJO: Llevarse embutido (envasado al vacío) y latas puede ser una buena idea para hacer algunas comidas tipo picnic cuando vamos cortos de tiempo y no podemos permitirnos pasar dos horas en un restaurante. O se de el caso en que no tengamos ninguno a mano. En nuestro caso había días que hacíamos picnic a mediodía, tomándonos ya la cena con más calma en un restaurante o en el propio hotel.
12. ¿Se trata de un país caro o barato?
No se puede decir que Costa de Marfil sea caro en exceso pero que nadie espere tampoco una bicoca. Los precios de la comida en un restaurante corriente ronda los 5/6€, aunque en los hoteles la cosa sube a 10/12€, mientras que si se come en un puesto de mercado o de carretera el mismo plato puede costar una tercera parte. Dormir en hotel pueden significar 30-40€ (con aire acondicionado) y subir fácilmente a 60/70€ si la categoría es superior. Un refresco cuesta alrededor de 1 ó 2€ y la cerveza, a veces, incluso más.
La gasolina tiene también precios europeos y las agencias, que suelen trabajar con coches de alquiler, pagan precios desmesurados por vehículos de categoría, sobre todo si son 4x4o minibuses de ahí que haya determinadas excursiones que, sueltas, no resultan económicas. El precio de un viaje de este tipo no se mide únicamente en los hoteles
A la hora de comprar se estila el regateo. Siempre.
13. ¿Cuál es la moneda que se utiliza? (Sobre cambiar dinero, la aceptación del euro y las tarjetas de de crédito)
En Costa de Marfil se paga, al igual que en Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Benín y Togo o incluso Guinea Bissau, con el Franco CFA, oficialmente «franco de la comunidad financiera africana». Las CFAs (pronunciadas «sefas») de África Occidental (no confundir con las centroafricanas, aunque son fácilmente intercambiables y aceptadas) vienen fijadas al euro y tiene un valor estable de 655,957 CFA = 1€. Se puede cambiar en aeropuertos, bancos o casas de cambio a un valor aproximado que oscila entre los 640 y los 655 por 1€. De hecho particularmente creo que lo más recomendable, rápido y cómodo es cambiar todo lo que se pueda nada más llegar al aeropuerto de Abiyán (no tienen comisiones).
¿Aceptan euros en Costa de Marfil? Generalmente admiten la moneda europea transacciones de un coste que no sea excesivamente bajo, sobre todo en comercios donde vendan artesanía. Las vueltas, eso sí, las suelen dar en CFAs.
Como he comentado anteriormente, tienen grandes problemas con el cambio, por lo que muchas veces ante una venta y entregar un billete mínimamente grande (da igual si es de 1000 CFS que es menos que 2 euros) se las ven y las desean para dar las vueltas. Algunos incluso aprovechan para decir que les faltan 100 ó 200 CFAs cuando realmente sí las tienen y así arañar una propina. Saben que los turistas a priori, siempre suelen tener prisa, y resulta asumible perder unas monedas de bajo valor. Aunque de cara a propinas siempre viene bien tener billete o moneda pequeña.
Hay cajeros automáticos, aunque escasos, en ciudades grandes. Y normalmente disponen de cash suficiente. Pero es altamente inusual ser menos usual la utilización y aceptación de la tarjeta de crédito, incluso hoteles y restaurantes considerados de alta gama. Basta que digan que sí aceptan para que «casualmente» el datáfono deje de funcionar. Por lo que un buen consejo es, sin lugar a dudas, llevar prácticamente todo el efectivo que vamos a necesitar porque la tarjeta de crédito suele volver a casa muerta de risa.
Billetes y monedas. ¿De qué valor los tienen?
Las CFAs de África Occidental tienen billetes de un máximo de 10.000 francos (lo que equivale a unos 15 euros). También de 5.000, 2.000 y 1.000 y 500. Monedas hay desde 1 franco como mínimo, aunque raras veces se encuentran, a 5, 10 25, 50, 100, 200 y 500.
El problema está en que tienen muy pocos billetes de bajo valor. Últimamente los de 2000, 1000 y, sobre todo, 500, parecen estar en auténtico peligro de extinción.
14. ¿Cómo es el trato del local al visitante extranjero?
Se puede decir sin equivocarse que el trato de los marfileños al turista suele ser bastante bueno en general. Los locales no escatiman en sonrisas y eso hoy día vale mucho. Incluso cuando nos ven tomando fotos en los mercados o zonas concurridas, al contrario que en otros países donde suelen ser más hostiles al respecto. Fuera de las capitales, aún así, todo pasa por ser mucho más relajado. Y en las aldeas dicha percepción sube. Salvo que nos inmiscuyamos sin permiso en alguna celebración privada a la que no hemos sido invitados. Con sentido común, educación y una sonrisa se llega a todas partes si así se desea.
15. ¿Se considera a Costa de Marfil un destino idóneo para amantes de la fotografía?
Replico para este país lo que ya dije de Benín y Togo en su momento. Para las personas entusiastas de la fotografía, sobre todo humana, Costa de Marfil constituye un destino absolutamente espectacular. Sus sus poblados tradicionales de adobe o sus muchas maravillas naturales son dignas de inmortalizar, por supuesto, pero el mayor peso e interés lo tiene LA GENTE. La gran diversidad étnica del país permite gozar a lo grande de la fotografía de acontecimientos culturales o religiosos, como bailes de máscaras, incluso de rostros o escenas de la vida diaria, grandes pilares para quienes consideren esta actividad como esencial dentro de un viaje.
No hay ya tantos lugares en el mundo que permitan tomarle tanto el pulso a la antropología en imagen. Ropajes típicos, ornamentos, máscaras y sonrisas inolvidables. Algo junto a la luz maravillosa de África y a un entorno natural prodigioso. Si se acude con el empeño de llevarse buenos recuerdos fotográficos, la satisfacción final será máxima. Eso lo puedo garantizar.
Fotografía, pero siempre con respeto
Dado que Costa de Marfil se trata de un destino donde la «fotografía humana» representa uno de los objetivos principales por parte de muchas de las personas que llegan hasta aquí, conviene no dejar en casa el sentido común y ser respetuosos en todo momento. Es un pueblo, no un campo de tiro donde disparar y luego pedir permiso. Hay gente que detesta que les tomen fotos (aunque en este país apenas hemos encontrado oposición), por lo que siempre se debe preguntar primero. Aunque no existe mejor truco que ganarse a las personas con gestos, una sonrisa, tratar de conversar y, si surge, pues adelante. Incluso en más ocasiones de las que imaginamos habrá muchísimas personas a las que no sólo no les importe nada que se les retrate sino, al contrario, que les encante y lo pidan sin rodeos. Si, además, después se muestra el resultado en la pantalla de la cámara o el teléfono móvil, más aún lo van a agradecer.
16. ¿Se ven animales salvajes en Costa de Marfil?
Aunque en Costa de Marfil, así como en buena parte de África Occidental, la caza furtiva (y la legal también) dejó una larga lista de extinciones de especies animales, existen rincones excepcionales para tener encuentros con la fauna. Para ello el mejor parque sin lugar a dudas es el Parc National du Täi, selva protegida en el suroeste del país donde se tiene la posibilidad de avistar chimpancés o elefantes. Más difícil pero posible sería toparse con un hipopótamo pigmeo, animal del que quedan muy pocos miembros, o con un leopardo.
En el norte, es decir, sabana, en una esquina donde quedan cerca Burkina Faso y Ghana, el Parc National Comoe también permite observar numerosas especies. Mientras que en la Reserva N’Zi además de antílopes sobrevive el último rinoceronte blanco del Golfo de Guinea. Y a escasa hora y media de Abiyán, en Tiassalé, es posible contemplar hipopótamos en las zonas de menos corriente del río Bandama.
En cuanto a aves, Costa de Marfil es un filón de sumo interés ornitológico. Más de 700 especies tienen en territorio marfileño su residencia habitual u ocasional.
No se trata de Botswana o Kenia, por supuesto, pero tiene numerosos atractivos faunísticos como para tenerlo en cuenta como destino no sólo cultural sino también de naturaleza.
17. ¿Cuál es el estado de las carreteras en Costa de Marfil?
Cuanto más estemos por la zona sur, las carreteras nos parecerán mejores. De Abiyán a Grand-Bassam o a Yamusukro cuentan incluso con una buena autovía. Pero a medida vayamos subiendo la cosa empieza a estrecharse y a empeorar. Los baches agujerean el asfalto como si de un queso suizo se tratara, lo que convierte las distancias cortas en largas letanías, aunque debo reconocer que entre 2022 y 2023 pude apreciar notables mejorías. En el caso de introducirnos a las zonas rurales el asfalto le ofrece el relevo a la pista de tierra roja. Ahí el problema es cuando llueve, puesto que cuesta diferenciar entre lo que es carretera y es río. De ahí que para un viaje donde se pretenda profundizar, sea necesario un buen vehículo preparado (4×4 mejor) con el fin de evitar posibles inconvenientes en ruta.
Pero las carreteras marfileñas no son el peligro precisamente. Si sólo fuera por eso no deberíamos preocuparnos. Lo más complicado pasa por sus conductores, sobre todo de camiones y motocicletas, verdaderos kamikazes del adelantamiento imposible. De ahí que se vean múltiples vehículos accidentados en la ruta. En un viaje de dos horas no resulta del todo descabellado cruzarse con cinco o seis camiones volcados o, lo que es peor, atravesados en la vía.
18. ¿Hace falta algún enchufe especial?
En Costa de Marfil los enchufes y corriente son idénticos a las de España, por lo que no es preciso llevar consigo ningún adaptador.
19. ¿Es fácil conectarse a internet?
Hoy día es extremadamente raro, por no decir imposible, encontrar un alojamiento en Costa de Marfil el cual no ofrezca a sus clientes wifi gratis. Que nadie espere una conexión veloz a la japonesa, pero sí lo suficientemente aceptable como para navegar, subir fotos o vídeos a redes o charlar por whatsapp (tanto por escrito como llamando vía IP).
En todas partes venden tarjetas SIM con datos, aunque luego hay que meterles dinero. Las que mejor funcionan, sin lugar a dudas, son las de ORANGE. Hay de más tipos, pero ninguna funciona como la de esta compañía.
20. ¿Dónde hacer compras de artesanía en Costa de Marfil?
En un país donde la artesanía goza de semejante riqueza, da que pensar que resulte extremadamente fácil que haya tiendas de máscaras, tallas u otro tipo de objetos relacionados con las distintas etnias que conviven en territorio marfileño. Yo también lo creía así. ¡Pero me equivoqué! Hay pocos lugares donde ir de compras, aunque algo se encuentra. Sobre todo, donde más posibilidades hay de encontrar piezas de artesanía a la venta es en Grand-Bassam (la tienda que hay al lado del Palacio del Gobernador, ahora museo) es maravillosa. Buenos productos y precios competitivos.
También en Korhogo hay algunos comercios de venta de artesanía que merece tener en cuenta. Y en la zona se estilan mucho las telas con diferentes motivos (geométricos, aldeas, máscaras, personajes, animales, etc) para convertirlos en cuadros, en centros de mesa, colchas o lo que nos dé la gana.
Hay que pedir las facturas de máscaras, tallas y objetos de madera. No me refiero a meros souvenirs sino a piezas buenas, antiguas o de gran tamaño. Puesto que nos lo puede solicitar la policía aduanera. Lamentablemente resulta usual que algunos policías aeroportuarios (o en frontera terrestre) puedan considerar insuficiente la documentación aportada. ¿Qué quieren? En realidad, una mordida. Así que mejor llevar en el bolsillo el dinero justo para soltar una cantidad pequeña e irse sin líos de más.
Costa de Marfil, un viaje a las raíces del animismo
Son muchas más las preguntas que cabría hacerse ante un viaje de este tipo. Y si surgen, estaré encantado en responderlas.
Mientras tanto podéis leer los mejores momentos vividos en Costa de Marfil así como todas los artículos relacionados con este apasionante destino de África Occidental.
Sele
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One Reply to “20 preguntas y respuestas para viajar a Costa de Marfil (Consejos prácticos)”
Gracias por la información.
Nuestro interés es porque hemos tenido a un niño marfileño acogido por motivos de salud, ha sido tratado en España de Cáncer y ahora está de regreso en Abijan. Tenemos interés en conocer sobre el pais y cómo hacer los viajes, el más proximo sería de Abijan a España.