Resumen de la Exposición y charla viajera de Labastida 2011

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Crónica, Fotografías y Vídeos de la Exposición y charla viajera de Labastida 2011

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El pasado fin de semana en la Rioja Alavesa, y más concretamente en la villa de Labastida, además de un suave aroma a vino contoneándose en el DSC_0125paisaje, se percibieron unas jornadas de puro viaje en copas de cristal al amparo de quienes tenemos pasión por recorrer el mundo y compartir nuestras experiencias con los demás. La web de viajes El rincón de Sele vivió uno de sus mejores momentos cuando más de cincuenta fotografías publicadas en la misma fueron expuestas en las paredes de la Casa Palacio de los Salazar, pasando así de la virtualidad del ordenador a la realidad del papel, mucho más palpable. Por mi parte tuve la ocasión y el orgullo tanto de mostrarlas como explicarlas a la gente del pueblo y a quienes viajaron expresamente desde otras ciudades españolas. También tuvo lugar una Charla sobre viajes independientes en los que removimos tierra, mar y aire para hablar de lo que es más que una simple afición (probablemente unaDSC_0108 adicción). Tocamos distintos temas como qué supone y aporta viajar, inspiraciones, consejos prácticos, anécdotas y demás vanalidades, sin olvidarnos de situar a los blogs de viajes 2.0 en el lugar que les corresponde como nuevos medios de comunicación del sector turístico. Además, el mejor contexto posible jugaba en este evento, la indiscutible belleza, alegría y simpatía de los paisajes y pueblos de la Rioja Alavesa, y la aportación y compañía de quienes quisieron formar parte de todo esto y hacer una piña de «locos viajeros» que aman caminar por los senderos del Planeta Tierra.

En este post trataré de rememorar todo lo vivido en Labastida por medio de reflexiones, fotografías y, por supuesto, los vídeos de la charla al completo. Será una crónica al uso con la que explicar en detalle qué nos deparó este nuevo evento elrincondesele.com y cómo se formó un grupo irreductible… una gran familia viajera.

DE NUEVO NOS ECHAMOS A LA CARRETERA!

No era la primera Exposición de fotos que hacía ni la primera vez que me tocaba ponerme a hablar delante del público, pero los nervios y las expectativas ante lo que me esperaba en Labastida eran tremendos. Son cosas que se van preparando poco a poco, pero con mucho tiempo y trabajo entre medias y, cuando llega el día uno quiere que todo salga lo mejor posible. La selección y montaje del nuevo material fotográfico, la campaña de «comunicación» para que la gente se entere y acuda, la elaboración de los temas a desarrollar en el coloquio, tratar de hacer que el que se desplazara desde lejos tuviese todas las facilidades posibles para llegar y hospedarse e integrarse en el grupo que se iba a formar… y un largo etcétera de preparativos ya eran historia. Afortunadamente la organizadora, Carol (bloggera de En el camino con Moonflower y responsable de la Oficina de Turismo de Labastida) puso sobre la mesa toda la ayuda necesaria y mucho cariño para que todo funcionara a las mil maravillas.

Blai, Rebe y yo en el cocheEl viernes 3 de junio salió el primero coche desde Madrid. Nada más terminar el trabajo, salí a recoger a uno de los amigos que iba a venirse a Labastida, Blai (de Una vida en mil viatges), quien acababa de aterrizar de un vuelo  procedente de Barcelona.  Y justo después a Rebeca. Ya estábamos los tres listos (y un maletero cargado de fotos) para hacer los más de trescientos kilómetros que separan Madrid de Labastida. Una A – I, más conocida como «La carretera de Burgos», llena de incómodas obras nos puso en camino a tierras alavesas. Fue un viaje tranquilo de múltiples conversaciones secundado por otros amigos que se iban desplazando en sus coches hacia el mismo destino.

Era lo que veníamos a llamar…  Expedición elrincondesele.com on the road!!

BIENVENIDOS A LABASTIDA

Antes de las seis de la tarde llegábamos a Labastida tras atravesar distintos paisajes para introducirnos a un casi infinito campo de viñedos de Vinos Denominación de Origen Rioja, que zigzaguea entre la provincias de Álava y La Rioja. El último tramo de carretera jugaba a intercambiar los nombres de dichas provincias en los carteles. A un margen y otro del Ebro el País Vasco y La Rioja marcaban explícitamente sus posiciones.

Nada más tocar Labastida nos alojamos en el Hotel Jatorrena para dejar las cosas cuanto antes y ponernos manos a la obra. El Jatorrena es toda una institución en la zona, siendo un asador con solera que lleva años y más años ofreciendo habitaciones y comidas deliciosas a quienes visitan la zona. Habiendo estado alojado varios meses antes, decidí volver allí, y más cuando me enteré que sus vetustas instalaciones se habían modernizado, cambiando de raíz las habitaciones para adaptarse al Siglo XXI. Además elrincondesele.com y el Hotel Asador Jatorrena llegamos a un acuerdo para ofrecer precios más favorables (los mejores en kilómetros a la redonda) a quienes tuvieran pensado acudir a la Exposición/Charla y quisiesen pasar la noche en Labastida. Creamos para la ocasión un bono descuento a los amigos de El rincón de Sele.

Las habitaciones son mucho más coloridas y diáfanas. Las mesillas castellanas de los años cincuenta y los cuadros de ciervos, bodegones y cacerías han pasado a mejor vida para ofrecer un estilo minimalista dentro de un espacio absolutamente confortable y acogedor. Absolutamente un cambio radical y acertado, no olvidándose de mantener el espíritu tradicional y festivo en los fogones y detrás de la barra de un bar siempre a rebosar de clientes buscando vinos buenos y raciones copiosas.

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Otro amigo más llegó justo a tiempo, Víctor (Mi patria son mis zapatos), tan veloz como un rayo se presentó en el Jatorrena. En ese momento llamé a Carol, quien nos esperaba en la Casa Palacio de los Salazar (Casa de Cultura-Kultur Etxea) para empezar a montar la exposición que inaugurábamos a la mañana siguiente. Y allá nos fuimos.

PRIMEROS TRABAJOS DE MONTAJE DE LA EXPOSICIÓN

Un coche cargado de fotos, el mío, aparcó a las puertas del lugar en el que se celebraría la exposición. Aún faltaba que viniera Pablo y Fran con otra partida de fotografías, pero mientras debíamos ir ordenando ideas para que el montaje fuese el mejor posible con los medios que teníamos. Lo más pesado en estas ocasiones suele ser preparar «los garfios» o los colgantes donde deben irse colocando las fotos y que estas, a su vez, presenten orden y sentido. Si no terminado, debía quedarnos poco trabajo para la mañana siguiente, ya que el planteamiento inicial era abrir las puertas de la Exposición a las 11:30 de la mañana.

Víctor, Rebeca, Blai, Carol y yo iniciamos esas primeras tareas en la Sala en la cual iba a ser tanto la exposición comoPreparando la exposición de Labastida la charla. A diferencia de Olías del Rey y Balmaseda, ambas actividades se iban a celebrar en el mismo espacio, algo que personalmente prefiero. Así que debíamos acondicionar todo de la mejor forma posible para crear un lugar agradable para quienes se quisieran acercar hasta allí. Primero calculamos el número de fotos aproximado que podíamos colocar, después sacamos las varillas, los garfios y tomamos las medidas de todo para que cuando colgásemos las fotos quedasen a una misma altura. Aunque las matemáticas y la exactitud no era el fuerte de ninguno de nosotros, hicimos las cosas lo mejor que pudimos. En un momento se creó una cadena de montaje que funcionó con suma eficacia. Ante un espacio vacío, en principio, fuimos modelando ese «rincón del mundo» como una máquina capaz de teletransportar a la gente a distintos lugares del planeta. La verdad es que si no me hubieran acompañado no hubiera sabido por dónde empezar…

Colocamos en su sitio alguna foto, aunque el dónde y a qué altura también tenía su miga. Hicimos algunas pruebas y esperamos a que Pablo y Fran vinieran con el resto de fotografías, algo que harían cerca de las ocho de la tarde. Aunque no hubo fuerzas para trabajar mucho más, por lo que dejamos todo listo para rematar la exposición el sábado por la mañana. Nos bastaría con no más de una hora para que la cosa tuviese pinta de Sala de Exposiciones, así que podíamos permitirnos el marcharnos con la música a otra parte.

Dos horas y pico de trabajo… muchas más de ocio. Era momento de disfrutar de las excelencias de la localidad de Labastida, que estaba a rebosar de gente «viviendo la calle» como a mí me gusta.

DE POTEOS VARIOS Y CENAS CONTUNDENTES

En Rioja Alavesa el vino se lleva en la sangre, y la pasión por compartirlo y saborearlo junto unos pintxos con la gente es simplemente una religión. A eso se le llama «ir de poteo».  En Labastida, la Calle Frontín, que va desde la Plaza hasta la carretera A124, se convierte los fines de semana (y lo que no son los fines de semana) en el centro de reunión de «poteadores natos» que van de bar en bar llenando su copa y probando pintxos a cada cual más elaborado. Mientras se hacía de noche pasamos a tres bares como mínimo para ir abriendo boca a lo que llegaría después.

Y es que el Jatorrena estaba determinado a ser nuestra base de operaciones para todo. Ya dije que era algo más que un hotel… Sentados en una mesa lo comprobamos decorando el mantel con raciones del tipo:

+ Morcilla tamaño XXL con pimientos del piquillo que suscitó una serie de símiles y metáforas dignas de los poemas más soeces.

+ Pimientos de Guernika, que como los de Padrón, unos picaban y otros no.

+ Huevos rotos con txitxiki (picadillo) de toma pan y moja.

+ Croquetas caseras.

+ Revuelto de gambas y ajetes

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Todo esto por partida doble. Y eso que éramos ocho en la mesa. Empezábamos a darle fuerte a lo que a gastronomía se refería. Y puedo asegurar que no quedó ni una miga de pan cuando de allí nos marchamos.

Hay una frase popular que dice que «de grandes cenas están las tumbas llenas». Pero esta vez no hubo sabiduría proverbial ni refraneros que pudieran con nosotros. Porque de la mesa nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, que nos esperaba un día más que largo.

EL SÁBADO 4 DE JUNIO, UN DÍA QUE TENÍA MARCADO EN EL CALENDARIO

 

Los prolegómenos ya eran historia. Llegaba el gran día. Después de desayunar nos fuimos directos a la Casa de Cultura para comenzar a ordenar con cierto sentido la mayor parte de las fotografías que aún estaban por poner. Pero ese orden no tenía que ser ni por países, ni continentes, ni nada en absoluto. Al revés, quería que las fotos, que iban de dos en dos (una arriba y otra abajo) no tuvieran que ver las unas con las otras. Como si pusiésemos el mundo en una coctelera y lo agitáramos fusionando un león con la noche en Florencia, o las curtiderías de Fez con un caimán, por poner dos ejemplos.

Pablo, Fran, Carol, Rebeca, Víctor, Blai y yo estuvimos cerca de una hora «finiquitando» la sala para que la Exposición quedara lo más llamativa posible. La cadena de montaje seguía en proceso. Rebeca, por ejemplo, era como en otras ocasiones la encargada de las labores de «restauración», ya que algunas de las imágenes se habían movido en el marco desde la última Exposición. Cada vez que veíamos una mal decíamos «esa llevarla a restaurar» y Rebe se ponía manos a la obra desmontando los marcos y centrando las fotografías que estuvieran descolocadas.

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El ambiente del grupo era excepcional y nunca faltó el buen humor. Creo que todos disfrutamos en esta transformación de la sala para acoplar las cincuenta y tantas fotografías de elrincondesele.com. Todos se sintieron partícipes y eso es algo de lo que me siento orgulloso porque de hecho todos ellos hicieron de este, un fin de semana muy especial y tremendamente divertido.

Unos retoques por aquí, otros por allá… centramos esta foto, descartamos una que tiene el cristal rajado, colocamos las sillas despejando los pasillos. La cosa ya había tomado casi su forma y estaba casi a punto salvo unos pequeños flecos con los que rematar la faena definitivamente.

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Y una vez puesta la última imagen…foto de equipo. Sólo faltaba abrir las puertas y se inauguraba la exposición.

QUEDA INAGURADA LA EXPOSICIÓN «RINCONES DEL MUNDO» EN LABASTIDA

Once y media de la mañana y el trabajo estaba concluido. Los «rincones del mundo» pertenecientes a los viajes que he podido realizar en los últimos años estaban perfectamente situados en la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura de Labastida. Algunos de ellos (cinco) tenían que ver con la última aventura vivida en Sri Lanka, pero había representación de un buen número de países.

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Empezaron a venir las primeras personas que bien, de paso, o bien a propósito, estuvieron unos minutos en la Casa de Cultura visitando la Exposición. Algunos del pueblo, otros turistas, siempre era un placer explicarles lo que hiciera falta y contestar a todas sus preguntas en torno a las fotos y las situaciones en que fueron tomadas.

La sensación que genera cuando alguien observa mis trabajos es un contrasentido vestido de orgullo por un lado y vergüenza por otro. No me considero ni fotógrafo ni nada parecido, sino un simple viajero que pone a la luz lo que ve en cada una de sus aventuras. Desconozco las técnicas y mi cámara no es , ni mucho menos, la octava maravilla. En las exposiciones que vengo realizando el objetivo es compartir con los demás estos «rincones del mundo», que la gente viaje a través de las fotografías, y llevar una serie de escenas que a mí me llamaron la atención. Al fin y al cabo un hilo con el que tirar para conversar con la gente de lo que más me gusta, viajar. Y qué demonios… tener una buena excusa para juntarme con amigos y disfrutar de esos lugares que nos brindan tan buena acogida como fue en este caso la villa de Labastida.

Por la puerta siguió entrando gente. Algunas visitas, Sergio y su inconfundible vestimenta motera, su hermano y su cuñada, amigos del pueblo, etc… También hizo su aparición una pareja de zaragozanos, Maria Luisa (Simplemente de viaje) y Marcos (Me voy de viaje), quienes se unieron al grupo no sólo para ver la exposición o la charla, sino para pasar juntos todo el fin de semana. Estaban alojados en el mismo hotel que nosotros.  Tengo que reconocer que ambos fueron toda una sorpresa tanto para mí como para los demás. No nos conocíamos personalmente y tuvimos muy buen feeling desde el principio. Son viajeros natos y, de hecho, nos dieron a todos un poco de envidia contándonos su viaje de vuelta al mundo que realizaron unos años antes. Son de esas personas con las que te puedes tirar hasta altas horas hablando de todo, con conocimiento de causa y con muy buen humor. Y me temo que no será la última vez que compartamos una experiencia de este tipo.

Y Nekane, qué puedo decir de esta viajera vizcaína (de Murueta para más señas) que desprende alegría y buen rollo por los cuatro costados. Me ha demostrado que nunca falla y que está siempre dispuesta a compartir el tiempo que haga falta mientras haya personas y viajes de por medio.

Poco a poco estábamos formando una gran familia en Labastida, y la cosa no había hecho más que empezar…

La Exposición por la mañana funcionó bastante bien y algunas personas tomaron nota para pasarse a la Charla de las seis de la tarde. Aunque ese día Labastida tenía muchos actos previstos, por lo que iba a haber una feroz competencia para ese sábado. Pero de todas formas los viajeros ya tenían claro cuál iba a ser su sitio.

INTERMEDIO A BASE DE CHULETILLAS Y VINO

A las dos y media hicimos un stop y salimos «a la calle de los bares» de Labastida al típico poteo de antes de comer. No hay comida sin beber y picotear algo. Eso es puro arraigo y condición sine qua non para disfrutar una jornada corriente y moliente en la Rioja Alavesa.

Este intermedio festivo entre bares fue otra excusa más para seguir conociéndonos y disfrutar juntos de la «Institución del Santo Poteo» en la entrañable villa de Labastida.

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No pude sentirme más arropado ante esa charla a la que le quedaban tres horas. ¡Así da gusto!

Después nos sentamos a la mesa para comer unas chuletillas al sarmiento típicas de la zona. Todos los huesos quedaron relucientes, y más nos valía ya que las chuletas las pagamos como el oro. No debimos dejar nada en el plato porque esos restos seguro tenían buena salida en el mercado negro…

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DE VUELTA A LA CASA DE CULTURA

Chuletillas aparte regresamos a la Casa de Cultura una hora y media antes de la charla para ir recibiendo a más gente, como finalmente harían Mikel y Sheila, recién llegados de Balmaseda, y a quienes me alegró muchísimo volver a ver. En el último evento de este tipo, ambos fueron los organizadores y lo pasamos tan bien que juntarnos de nuevo fue un verdadero placer.

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También hubo otros que repitieron y que, además trajeron a su familia. Al igual que una pareja que en Balmaseda «vinieron embarazados» y a Labastida trajeron a su bebé que promete ser una gran viajera. Lleva oyendo hablar de viajes desde la tripa de su madre… Lo lleva en la sangre.

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En fín, que a medida que la charla se aproximaba, la sala iba cogiendo forma. Ya en los últimos minutos el ambiente era el idóneo para comenzar.

LA CHARLA-COLOQUIO «MOCHILA Y PASAPORTE»

Da igual las veces que lo haya hecho, pero el minuto antes de salir a hablar en público me pongo hecho un flan. Luego con las primeras palabras y, sobre todo cuando se ve que la gente está implicada en lo que vas a contar (como era el caso), los nervios se templan y por fín llega la naturalidad bucsada. Eso lo sé, pero es inevitable pasar por ello cuando la charla va a comenzar.

DSC_0138Carol fue quien abrió fuego e hizo las presentaciones. Durante esos primeros segundos se me pasaron mil cosas en la cabeza pero fue el momento de centrarme e ir a hablar de lo que más me gusta en la vida. La entrada vino de la mano del último viaje a Sri Lanka y de cómo todos hemos sentido «la magia del viaje» alguna vez en una mirada, en un monumento, en una calle perdida de cualquier ciudad…  Situadas las pasiones y primeras impresiones pedí que no fuera un soliloquio sino una conversación entre viajeros. Considero que la participación es necesaria en este tipo de enventos y en ese sentido no me sentí en absoluto defraudado, porque conseguimos implicar a la gente que estaba en aquella sala.

Hablamos durante un primer tramo acerca de lo que supone viajar y de cómo a muchos ha sido «el viaje» el que nos ha hecho (y nos sigue haciendo) a nosotros mismos. Siempre he considerado que ver el mundo es la mejor forma de conocerse a uno mismo porque sin aprender de los demás, de sus formas de vida y de la naturaleza que puebla nuestro planeta, no llegaremos a ser del todo dueños de nuestra vida. Es algo más que una simple afición o un resorte para saltar de la rutina… simplemente es una forma de caminar por el mundo sin ir de puntillas.

De ahí pasamos a ver nuestros modos de preparar un viaje, si nos gusta planificarlo mucho, lo justo o nada. Ahí la gente desde sus sillas participó bastante contándonos sus opiniones. Y es que cada persona es un viaje. El mejor de todos… el que cada uno de nosotros escojamos y nos haga más feliz.

También la Naturaleza y la satisfacción de ver animales en libertad o un buen paisaje tuvo su sitio en aquella sala de la Casa de Cultura. Se iban juntando los temas y teníamos aún mucho de lo que ir tratando.

Aunque siempre lo más divertido supone sumergirnos en las anécdotas de cada viaje ya sea en modo de sorpresa agradable, desagradable o lo siguiente… Hablamos hasta de los váteres de muchos países y muchos inconvenientes escatológicos surgidos a lo largo de muchos viajes. No pareció que dejáramos demasiadas cosas sueltas en la charla.

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Muchas de las historias contadas tenían que ver directamente con aquellas fotos que había colgadas en la Sala de Exposiciones y Conferencias de la Casa de Cultura de Labastida. Esos momentos reflejados en un instante paralizado eran los testigos de algunas vivencias que estaban saliendo a la luz. Por eso me gustaba la idea de haber juntado las fotografías de viajes en el lugar en el que se desarrollaría la charla. Ese intercambio de palabra + imagen lo hacía todo más real, más natural.

Era un placer escuchar a los demás, reirse con los demás… ver que se sentían a gusto de contar sus anécdotas y pareceres. La participación estaba siendo la clave de que se estuviese consiguiendo tener una conversación amena y productiva. Una charla entre amigos. ¡Ese era el propósito!

DSC_0158Hubo una mención especial a la importancia de los blogs y las redes sociales en lo que a viajes se refiere. Traté de enfatizar la idea de que somos medios de comunicación muy a tener en cuenta, con un sentido bidireccional autor-lector, que compartimos y debatimos distintas informaciones. Los blogs de viajes son hoy en día muy culpables de «la inspiración» en la elección de destinos y en la preparación de rutas, elección de alojamiento, etcétera. Muchos viajeros preferimos buscar experiencias reales de personajes anónimos con credibilidad y sin una línea editorial soplando en el cogote y marcando las pautas. El 2.0 está más vivo que nunca y mueve los textos, los vídeos y las imágenes con una inmediatez que no hace mucho pensábamos era imposible. Y lo mejor de todo es que no hay marcha atrás y que seguimos avanzando.

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Y así superamos las dos horas tocando muchos temas que fueron surgiendo tanto por parte de Carol como mía o del público, que estuvo de sobresaliente. No me enteré del tiempo que llevábamos salvo cuando me di cuenta que tenía la garganta seca y ni una sola gota de agua en la botella de plástico que había encima de la mesa.

LA CHARLA ÍNTEGRA A TRAVÉS DE SUS VÍDEOS

Dado que esto se trata de una web, tenía total sentido que las personas que no pudieran desplazarse a Labastida durante el fin de semana, pudiesen conocer todo lo hablado en la charla entrando en elrincondesele.com cuando así lo desearan. Por ello el coloquio fue grabado íntegramente y ahora está a disposición de todo el que quiera visionarlo y, en cierto modo, seguirlo como si hubiese estado en la Sala de Exposiciones y Conferencias de la Casa de Cultura de la villa alavesa de Labastida.

Son tres vídeos en los que se puede ver la charla de principio a fín y saber, entre otras cosas, qué viaje no contado en esta web realizaremos Rebeca y yo el próximo fin de semana. No tenéis más que dar al play en cada uno de ellos y sentiros partícipes de este coloquio titulado «Mochila y pasaporte» que para quienes gustan de viajar de forma independiente puede resultarle interesante.

He aquí los vídeos:

VÍDEO Nº 1 CHARLA-COLOQUIO MOCHILA Y PASAPORTE (LABASTIDA, 04/06/2011)

VÍDEO Nº 2 CHARLA-COLOQUIO MOCHILA Y PASAPORTE (LABASTIDA, 04/06/2011)

VÍDEO Nº 3 CHARLA-COLOQUIO MOCHILA Y PASAPORTE (LABASTIDA, 04/06/2011)

TENSIÓN PARA ABAJO

Cuando finalizó la charla todos los nervios y todo el trabajo acumulado en los días previos se esfumaron. Tanto que me bajó la tensión, tranformándose en cansancio. Al parón le sucedió otra clase magistral de poteo a la vasca y terminando de nuevo en el Jatorrena hartándonos a delicias gastronómicas típicas que no salieron vivas del plato.

Hasta pasada la una de la mañana cuando casi hubo que subir a rastras a la habitación. Tenía tanto sueño que no recuerdo ni cómo caí en la cama…

Y EL DOMINGO NOS FUIMOS A HACER ALGO DE TURISMO A LAGUARDIA

El domingo estaba reservado para dejarnos perder por lo que quisiera mostrarnos esa región bañada de viñedos, pueblos medievales y las montañas seccionando lo que un día fuera parte del Reino de Navarra. Habíamos previsto hacer un recorrido por la localidad de Laguardia, probablemente el pueblo más hermoso de la Rioja alavesa (aunque Labraza, a más distancia, tiene también una nueva nota). Habían pasado nueve meses desde que lo visitara por primera vez y, con un largo invierno de por medio, regresaba de nuevo aunque con otros amigos. Asomados a la balconada que se deja caer a una llanura inmensa de viñas, bodegas y casas viejas de piedra, nos tomamos una foto para el recuerdo y, quien sabe, si nos emplazábamos a juntarnos una vez más.

La amurallada Labastida no tiene hueco para los coches, ya que sería imposible cruzar sus callejones estrechos con ellos. Bajo el suelo está agujereada como un queso gruyère por infinitas bodegas familiares, por lo que tampoco sería muy conveniente cargarla de vehículos. Es entonces el viandante que camina a pie el protagonista de recorrer de arriba a abajo sus entresijos floreados que recuerdan a la Edad Media. La Puerta de la Carnicería, mandada abrir por el Emperador Carlos V, nos dio paso para adentrarnos en Laguardia (Biasteri en euskera) y dejarnos llevar por su encanto espacial.

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Ese día Carol nos había preparado el ascenso a la vieja Torre Abacial, recién inaugurada para las visitas. Desde lo alto de este lugar que antiguamente formó parte de la estructura defensiva de Laguardia y después se cree que de un monasterio que ya no existe, las vistas tanto del pueblo como del campo de alrededor son fantásticas.

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A la bajada nos reunimos en una pequeña plaza que tenía esculpidas en metal mochilas, bolsos y maletas por un lado y todo tipo de calzado por otro. Es como si les hubieran echado una capa de acero encima y se hubiesen quedado tal cual. Nosotros, obviamente, le cogimos bastante apego a las mochilas y demás bosas, quizás por tener un significado más «viajero».

Aunque la sorpresa de Laguardia pudimos disfrutarla en la Iglesia de Santa María de los Reyes. Y es que esta joya gótica conserva un pórtico policromado delP1210440 Siglo XIV que, al estar cubierto, ha permitido conservar a la perfección todos los tonos con que los que fue pintado. Antiguamente muchas catedrales, basílicas e iglesias tenían un color que siglos después de ha perdido por completo, pero este pórtico es uno de los mejores ejemplos que existen en toda Europa. Un arco apuntado está profusamente decorado con santos, figuras bíblicas y vírgenes, además de la presencia alejada y seria de los Reyes de Navarra. Incluso existe perspectiva con los fondos pintados que dan aún más relieve a las esculturas que componen estos pasajes bíblicos plasmados en tres dimensiones. Normalmente el pórtico se ve con visitas guiadas, pero al ser domingo y haber misa pudimos entrar de forma gratuita y disfrutar de esta verdadera maravilla del arte gótico.

De Laguardia regresamos a Labastida haciendo un parón en la localidad alavesa de Elciego, famosa por las Bodegas y el Hotel Marques de Riscal, diseñado por Frank Gehry, autor del Guggengheim de Bilbao. Sorprende ver retorcerse al metal entre los viñedos, por eso es uno de los lugares más célebres de la Rioja Alavesa.

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APRENDIENDO SOBRE EL VINO EN LAS BODEGAS GONZÁLEZ TESO

En Labastida nos esperaba el mejor de los finales a nuestro paso por la Rioja Alavesa. Era indiscutible visitar una bodega y Carol se ocupó de gestionárnoslo en las Bodegas González Teso, que «cultivan» sus vinos en unas galerías del Siglo XII que parecen no terminar nunca. Probamos lo menos seis vinos y nos enseñaron a oler y saborear el preciado líquido. Necesitaría más tiempo para poder captar todos los matices que trataban de hacernos apreciar, y es que mi paladar para el vino está muy poco amaestrado. Aunque fue productivo y divertido escuchar de la mano de un experto cómo se elaboran los buenos vinos y cómo cualquier detalle, por mínimo que este sea, es importantísimo. La selección de la uva, el proceso de fermentación, los tiempos en barrica y en botella, la madera de la barrica (el roble francés es el más caro) y mil aspectos más que después un catador nato puede diferenciar con los ojos cerrados.

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Sin duda lo pasamos bien y alguno que otro salió de allí con «unas copitas de más».

La bodega puso el punto y final a lo que fue mucho más que una Exposición y una Charla de viajes. No estuve solo, ni mucho menos. Me acompañaron buenos amigos que saben de sobra que un viaje es absorber todo lo que tienen a su alrededor y compartirlo con todos nosotros. Que invierten en vida siempre que pueden.

No puedo decir adiós sin agradecer la generosidad y el cariño de Carol, quien puso las cosas fáciles para poder montar todo esto, el interés de la Concejalía de Cultura de Labastida por llevar los viajes a la villa, la colaboración del Hotel Jatorrena y, por supuesto, las mil gracias que merecen las personas que no quisieron dejarme solo en esta nueva oportunidad que se me concedió para plasmar mis trabajos fotográficos y hablar de lo que más me gusta. Sólo espero que a ellos les haya valido la pena tanto como a mí.

Viajes en la tierra del vino… Labastida eterna.

Sele

* Podéis ver un pase de diapostivivas con muchas de las fotos de este fin de semana. Si queréis descargaros alguna, mejor pinchad aquí.

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