Cuando el otoño colorea el Valle del Jerte
El Valle del Jerte es uno de los mejores regalos que nos ofrece día a día la Naturaleza en Extremadura. Es, sobre todo, conocido cuando en primavera la floración de los cerezos lo envuelve todo de blanco, como si durante días hubiesen nevado pétalos de flores. Entonces acude muchísima gente venida de muchos rincones de España, y del mundo, para observar ese espectáculo que dura unos pocos días. Pero si algo sorprende a los locales, a los habitantes de Tornavacas, Cabezuela, Navaconcejo y otras poblaciones vallenses, es que muchos no hayan descubierto aún el color del otoño en el Jerte. Probablemente sea en el ecuador de la estación otoñal cuando éste se vuelve más bello, cuando los amarillos, ocres y rojos intercalan tonalidades en un paisaje campestre absolutamente soberbio. Recientemente tuve la ocasión de disfrutar de una otoñada en el Jerte y puedo decir que aquello es incomparable, extraordinario, un lienzo digno de presidir el mejor de los museos de arte del mundo.
Cuando el otoño se desliza en el Valle del Jerte se vuelve imparable, lo baña todo con su fulgor caduco. Es como el pincel desbocado de un pintor, de un genio…
Desde Madrid no hay si quiera tres horas de carretera hasta el Valle del Jerte, una de las jugadas que tiene la Sierra de Gredos en la provincia de Cáceres. Cuando comenté a algunos amigos que iba a pasar un fin de semana otoñal en la comarca me preguntaron que cómo se me ocurría no esperar a la primavera, a ver los cerezos en flor. Pero yo deseaba otoño, ansiaba otoño, y tenía la ilusión de ver cómo actuaba este en la montaña, en los castaños, en las hojas que meses antes respiraron cerezas y picotas… en las viejas casas de piedra que dejan en el aire ese aroma a chimenea.
Estuvimos un par de días en la zona, hospedados en el Hostal Puerto de Tornavacas, a unos minutos de la localidad tornavaqueña, y desde allí hicimos dos rutas de senderismo que nos llevaron a disfrutar de lo mejor del otoño en la zona.
+ Ruta circular de la Ermita de Santa María saliendo desde Tornavacas (4,2 km). SL-CC 29
+ Camino Real de Navaconcejo – El Piornal ( 20 km ida y vuelta). PR-CC 15
El Valle del Jerte es una de las regiones de España con mayor número de rutas de senderismo a todos los niveles, bien señalizadas y documentadas. Se organizan marchas casi todos los fines de semana del año desde distintas localidades y mucha gente de los diversos pueblos participa como una buena forma de relacionarse con otras personas y conocer mejor la Naturaleza que los rodea. Hay, de hecho, una Asociación de Senderismo que saca todos los años un calendario provisional de marchas (Nunca puede asegurarse del todo porque se depende del clima y de otros aspectos que están fuera de toda previsión).
La del trekking es una de las actividades preferidas de los visitantes del Valle del Jerte, aunque no la única, ya que allí mismo nos encontramos pueblos realmente auténticos, historias en cada puerta, una gastronomía deliciosa y contundente que se escapa de las chimeneas y, por supuesto, la hospitalidad y buen sentimiento de los extremeños, de los vallenses que reciben al visitante como a un familiar que viene de fuera a conocer su casa. Así, por lo menos, nos hicieron sentir durante nuestra estancia.
IMÁGENES DE LA OTOÑADA EN EL VALLE DEL JERTE
Con este viaje al Jerte tenía encomendanda una misión, llevar el otoño más allá del Valle, señalar en la medida de lo posible que aquí “no sólo existe la primeravera”, que los paisanos se enorgullecen con razón de una estación del año benévola como pocas en la sublime decoración de sus paisajes. Demostrar que su gente no se equivoca al proclamar que los otoños aquí están entre los más bellos de todo el mundo, que merece la pena comprobarlo por uno mismo.
Y como tantas veces, creo que sobran las palabras, consuela únicamente el silencio, el vacío de texto con el que dejar espacio suficiente al sentido de la vista. De esa forma probablemente haré cumplir mejor esa misión de mostrar y compartir un traje con sabor a otoño, un manto de hojas caducas perfectamente expuestas, el idilio de una estación con la tierra fértil de Extremadura, de ese valle de “j” aspirada que enorgullece a sus paisanos, nos enorgullece a todos. De esa forma se entenderá mejor a lo que me refiero…
Fotografías de la Ruta de la Ermita de Santa María
Una ruta circular, amena, de poca exigencia física que parte de Tornavacas y te devuelve a Tornavacas, que pasa por un templete medieval en ruinas y, sobre todo, por un paisaje soberbio. Esa fue nuestra primera piedra de toque, nuestra primera aproximación a las bondades otoñales en las alturas de un valle único como es el del Jerte.
Los bosques de hoja caduca mezclan los colores en la plenitud del otoño.
Tornavacas va quedándose lejos y se puede entrever tras los árboles del camino.
El sendero se va tiñendo de tonos rojos y amarillos…
Las hojas de los árboles son responsables de que la Otoñada en el Jerte sea puro espectáculo.
Paisajes con el rojo fuego tapizado en la piel…
Peña Negra, siempre como telón de fondo a estas alturas del Valle.
Rastros rurales de esta tierra de agricultores…
Fotografías de la Ruta del Camino Real entre Navaconcejo y El Piornal
Es una de las rutas de senderismo más recomendables que he hecho nunca, a pesar de mi nefasta forma física y que los casi 20 km entre la ida y la vuelta me dejaran agujetas hasta en músculos que no sabía que existían. Ya digo que no fue por la dificultad del recorrido que, aunque cuenta con bastantes pendientes, no lo es en demasía sino porque llevaba unos meses sin exigirme demasiado en la montaña y esas cosas pasan factura.
El trayecto es todo un premio, no sólo la llegada a la localidad de El Piornal, el pueblo a mayor altura de la Comunidad Autónoma de Extremadura, donde nos esperaba un sabrosísimo chocolate caliente que de espeso caía a borbotones al tazón. En él se cubren los campos de cerezos, inmensos castaños con cientos de siglos vestidos en tronco y ramas, voraces saltos de agua o panorámicas del valle que dejan sin aliento. Si uno quiere saber lo qué es un otoño (o un verano, o una primavera, o un invierno) en el Valle del Jerte recomiendo no perderse este vetusto sendero que reúne lo mejor de la comarca en cada paso. Y a las fotografías me remito…
El otoño se abre camino desde el mimo momento en que comenzamos la ruta
Las granjas se reparten próximas al Río Jerte.
La subida zigzagueante nos mueve entre esos cerezos que florecerán por primavera.
La ruta entre Navaconcejo y El Piornal en plena otoñada es más fascinante cada metro que se avanza.
El Valle del Jerte dicta cada otoño su propia Ley…
Las hojas cubren la totalidad del suelo que vamos pisando…
El corazón del Valle del Jerte es algo así como un bosque encantado de esos que vemos en los cuentos…
Muros de musgo, árboles que son puertas, suelos de hojarasca…
El antiguo empedrado de el Camino Real a El Piornal se va haciendo más evidente.
Cascada del Calderón vista desde el Puente de los Molinos.
Las hojas rojas de los árboles pintan el Valle del Jerte todos los otoños.
Tengo muchas más imágenes tomadas en estos días que pasamos en el Valle, pero creo que las expuestas son suficientes para darnos cuenta que un otoño en el Jerte no es, ni mucho menos, un otoño cualquiera. Y es que además de estos paisajes hay que destacar que en la comarca en esta época se llevan a cabo numerosas actividades culturales, el turismo masivo de la primavera no invade ni los pueblos ni los hospedajes rurales, el servicio es mejor a todas luces…. Sencillamente el fulgor en el Valle del Jerte no sólo es en el momento de la floración, lo es los 365 días del año. Pero tengo que reconocer que en otoño es especial, muy especial.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
21 Respuestas a “Cuando el otoño colorea el Valle del Jerte”
Preciosa entrada! Las fotos trasmiten hasta el aire del Valle!
Excelente artículo..El Valle del Jerte, es una de las maravillas que no se pueden dejar de visitar. Estuve cuando los cerezos florecían, pero ahora en Otoño tiene mucho encanto.
Recientemente he puesto en marcha una iniciativa en Berlín de visitas guiadas en bici para una o dos personas. Por si os interesa éste es mi blog. http://berlinenbici.com
Un saludo desde Alemania.
Espléndido artículo que refleja la impresionante belleza desconocida del otoño en el Valle del Jerte. Es un verdadero placer leer el relato publicado.
Felicidades por el trabajo, y vuelve pronto al Valle del Jerte.
Un saludo.
Hola Sele, la verdad es que este año en el Valle del Jerte a tenido un Otoño esplendido, un saludo
Que hermosas fotos Sele… no por nada el otoño es mi estación preferida…!
sencillamente espectacular!!!
Que colores! Está claro que en otoño también merece la pena pasarse por allí… 🙂
Siempre me alegra ver cómo alguien descubre mi tierra y se queda pensado de ella. Extremadura es una gran olvidada excepto contadas fiestas, y el valle del jerte no es ninguna excepción. Si no es para ver los cerezos en flor, el resto de España no sabe que existimos.
Pero al igual que hay 4 estaciones, hay 4 valles. Si has visto los cerezos florecidos alguna vez ya has visto dos facetas, pero te quedan el invierno nevado y el verano de la cereza y las gargantas. Si tienes ocasión, vuelve y descúbrelos, porque te sorprenderás 🙂
Uno de los paraísos de España, sin duda. Tengo ganas de estar allí en primavera. Además no tengo escusa, un amigo mío vive allí, en Hervas.
Me ha resultado muy interesante esta entrada ya que el próximo mes de abril nos vamos toda la familia al Valle del Jerte. Mi hermana ha alquilado una casa rural preciosa en Navaconcejo y para allá nos vamos. Nuestro objetivo principal es poder ver los cerezos en flor, pero tras ver tus fotos creo que deberemos regresar en otoño 😉
Un abrazo
Sele, esta entrada del Jerte te ha quedado estupenda, preciosas fotos. Bonitos colores de otoño también los hay muy cerquita del Valle del Jerte, en el Valle del Ambroz con su Otoño Mágico. Gracias Sele.
No nos cansamos de leer este precioso post. Ahora que estamos ya inmersos en la OTOÑADA 2013 y quedan pocos días para poder volver a ver los cerezos tal y como pararecen en las imágenes, que en ningún sitio como en el Valle del Jerte, se tornan en mil colores. Felicidades Sele. Una vez mas.
TUJERTE. Asociación de Turismo del Valle del Jerte
¿Y en qué momento se dan las condiciones óptimas para ver esa maravilla?
Hola Rafael,
Puede variar algo según cómo ande el tiempo este año, pero acertarás seguro en torno a los últimos diez días del mes de noviembre donde no queda ni un resquicio verde. Todo es del color que ves en las fotografías y aún no se han caído todas las hojas al suelo. Así que escaparse por los dos últimos findes del próximo mes, tiene premio asegurado 😉
Del Jerte se conoce su floración en primavera, pero te aseguro que tiene uno de los mejores paisajes otoñales que he visto en mi vida.
Un saludo!
Sele
hacen 15 días que fuimos al Jerte a ver la floración de los cerezos,impresionante el paisaje,los desfiladeros,la garganta de los infiernos etc.como siempre nos fue de mucha ayuda el relato de tu viaje ,muchas gracias.
Maria de Viveiro
Me falta a mi la floración de primavera. Tiene que ser increíble.
Gracias por tu comentario!!
Sele
Que preciosidad! sin duda el Valle del Jerte no defrauda nunca. Desde finales de octubre a mediados de diciembre es cuando puede disfrutarse este espectáculo multicolor. Lo recomiendo.
Coincido contigo Iván, el otoño al Jerte le hace muchísima justicia. Realmente es un destino para todo el año.
Un saludo!!!
Sele
[…] dos años fui testigo de la otoñada en el Valle del Jerte, un lugar conocido por muchos por la floración de los cerezos en primavera pero que tiene el que […]
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