El instante viajero (I): El hombre santo de Benarés
Llevaba días viendo sadhus en la ciudad india de Benarés, esos hombres santos y ascetas del hinduísmo que para su religión se encuentran a un paso de hallar la luz definitiva y romper el largo ciclo de reencarnaciones. Lo hacen dedicándose a rezar, meditar y, por supuesto, viviendo absolutamente separados de los lazos materiales que atan a necesidades creadas de forma artificial. Ciertamente llaman la atención del viajero, sobre todo la primera vez y más si es en la mítica Varanasi donde el Ganges viste sus aguas con el fervor (y la contaminación) de uno de los países más poblados de la Tierra.
Vi muchos de estos sadhus u hombres santos a lo largo de mi primer viaje a India, pero en Benarés hubo un personaje con el que me topé en distintas ocasiones. Sus ojos estaban gastados, pero junto a su barba era lo único que permanecía intacto a las pinturas que poblaban el rostro inmóvil y el resto del cuerpo. Era de los pocos que no pedían dinero a los turistas, de hecho se alejaba de las zonas más transitadas y se recostaba en uno de los ghats más apartados de la ciudad para ejercer su espiritualidad, aunque también sobreviviendo a través de la caridad y la mendicidad. Tras cruzarnos varias veces me senté con él un rato y tras intercambiar algunas palabras le pedí una sola fotografía. La paz y serenidad que me transmitió allí mismo la conservo todavía en uno de los rincones de mi casa. La pose tranquila que desprende es capaz de hacerme bajar de los caballos cuando lo que necesito es caminar despacio. Aquellos ojos tristes, aquella cara pintada de blanco, y su mano izquierda levantada, me hicieron comprender por qué India es diferente a cualquier otro lugar en el mundo.
Con «mi fotografía fetiche» abro fuego en una sección breve que nos acompañará a partir de ahora y que espero os guste. Se titula El instante viajero. Y con ella trataré de hablar a través de una sola imagen que tenga que ver con alguno de los viajes que he hecho en mi vida. Un momento especial, un paisaje hipnótico, una escena humana o de naturaleza sobre la que merezca la pena hacer una reflexión. Será un viaje en imágenes sencillo pero, a su vez, evocador. Que logre inspirar sensaciones que cueste explicar después…
Sobre la India de los sadhus hablamos en el tercer programa de El Galeón de Manila, el espacio radiofónico que presento en Onda Madrid.
¡Hasta el siguiente instante viajero!
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
3 Respuestas a “El instante viajero (I): El hombre santo de Benarés”
Muy evocador este post. Nos imaginamos cómo te debiste sentir en este instante viajero.
Un saludo 😉
Hola Sele.
Varanasi y los Sadhus son uno. «Conocerlos» y visitar Varanasi es un MUST si se quiere saborear la religiosidad de la India.
Felicidades por esta nueva sección que completará más si cabe tu ya ENORME blog.
Un abrazo
Me encanta esta idea del «instante viajero». Esta foto del santón llama realmente la atención.
Un abrazo