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12 cosas que ver y hacer en Bangkok (Guía para primerizos)

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Bangkok, quizás la más canalla de las ciudades asiáticas, se trata de ese verso suelto que se te repite una y otra vez en tu cabeza como aquellas canciones pegadizas de los ochenta. Allí cuando consientes una primera vez puedes considerar que estás perdido, que la ciudad se vuelca en tu mesa de intenciones calle a calle, soi a soi y khlong a khlong. Te das cuenta que los distritos por los que pasaste conforman un universo en sí mismo, que la ciudad en la que vives sería más divertida si contara con el Chao Phraya para poder navegar por él y que eres incapaz de encontrar otro pad thai que sepa igual de intenso. Recuerdas, entonces, el día en que fuiste un novato en Bangkok y te quedaron mil cosas por ver y hacer. Incluso cuando renegaste de aquella escalera al Jardín de las Delicias de la que te habían hablado.

Detalle de una puerta de un templo budista en Chinatown Bangkok

Pero, por supuesto, antes de sentir tantos deseos por una ciudad semejante siempre tiene que haber una primera vez para visitar Bangkok y comprender que estás enganchado a ella. Para futuros viajeros a la caótica y electrizante capital de Tailandia he preparado una guía rápida para primerizos con consejos sobre qué ver y hacer en Bangkok en un viaje (o una escala) de aproximadamente cuatro o cinco días. Si os parece vamos a dar breve paso por aquellos lugares hipnóticos de la ciudad y aquellos momentos sin los que uno no puede regresar a casa bajo ningún concepto. 

¡Bienvenid@ a Bangkok!

Bangkok suele recibir al viajero como mejor sabe, juntando las palmas de sus manos y descendiendo ligeramente la cabeza (lo que viene siendo hacer un wai prah). A partir de entonces, y a pesar de los muchos contrastes culturales y, sobre todo visuales, tendrás la sensación de que ya has estado antes aquí, una percepción que te llevará incluso al confort de cuando te acomodas en tu propio sofá. Arranca así un viaje apasionante al gran Bangkok, a la ciudad de los mil mundos donde perderse se vuelve arte y donde no está permitido echar la mirada atrás. No lo pienses más, por mucho que lo intentes nada volverá a ser como antes.

¿Dónde está Bangkok? ¡Aquí!

Bangkok rasga tus propias vestiduras con su caos, con la primera vez que utilizas su metro, que le pides a un taxista que por favor encienda el taxímetro y que te pierdes entre los espíritus, criaturas y deidades de un templo capaz de enrevesar su tejado hasta formar con él una corona de oro. Puedes pasar del jaleo urbano a la paz más absoluta en compañía de esos pequeños calvitos de túnicas naranjas que habitan los monasterios y templos más insólitos donde aguardan apsaras (ninfas) danzantes contoneando su figura en puertas y muros.

Una vez has asumido el choque que proporciona la ciudad sólo queda empezar… y dejarte llevar.

Mis consejos sobre qué ver y hacer en Bangkok en una primera vez

Nadie duda que Bangkok es de esas ciudades en las que preguntar cuántos días dedicarle sólo tiene una respuesta posible: MUCHOS. A partir de ahí, y basándonos en una propuesta para primerizos en la ciudad puedo atreverme a decir que un mínimo de cuatro días conforman un buen número para enterarse de la película y a partir de ahí seguir descubriendo Tailandia por tierra, mar y aire. Aunque cada vez resulta más usual utilizar Bangkok como un estupendo stopover antes de lanzarse a otros países del Sudeste Asiático como Myanmar, Camboya, Vietnam, IndonesiaLaos, Malasia o Singapur, con los que su aeropuerto internacional tiene numerosas frecuencias aéreas. Bangkok, además de destino en sí mismo, es un gran hub en el continente asiático, un centro de conexión con destinos apetecibles apenas a poco más de una hora de distancia (me vienen a la cabeza los templos de Angkor o Luang Prabang y no puedo evitar sonreír). Mi caso fue precisamente ese, Bangkok convirtió una escala antes de partir a la antigua Birmania en un viaje en sí mismo.

Sele en Bangkok

Una vez has decidido los días que como mínimo necesitamos para adentrarte en Bangkok sólo falta tener una cosa clara. No lo vas a ver todo, no tienes que ir a por todo. ¡Olvídate de eso o cometerás un gran error! La capital tailandesa no es una carrera de fondo sin descanso, sino un fruto que se debe probar con ligeros bocados, siempre suaves pero picantes, y siguiendo siempre un hilo conductor que le de sentido a tu ruta. Por supuesto que hay una serie de imprescindibles con los que no deberías marcharte de la ciudad y que por algún lado hay que empezar (esa suele ser en realidad la parte más difícil, el bocado inaugural). Para eso estamos aquí, no te preocupes. Te propongo 12 cosas que ver o hacer en Bangkok en tu primera vez. El resto, lo debes decidir tú…

1. Escucha palpitar al corazón histórico y religioso de Bangkok en el Palacio Real y el Templo del Buda Esmeralda

Cuando Ayutthaya, capital del Reino de Siam, colapsó en el siglo XVIII, la historia de Bangkok comenzó a escribirse (en la actual Thonburi). El corazón real (de realeza, no de realidad) y religioso de la ciudad vive dentro de una pequeña isleta artificial que debes saber pronunciar cuanto antes porque probablemente sea lo primero que visites: Ko Ratanakosin. Es la parte más monumental de la ciudad y da para pasar unas cuantas horas (mínimo una mañana caminando rápido). Uno se da cuenta de ello cuando accede por la misma puerta al complejo que une el Gran Palacio con Wat Phra Kaew, más conocido como el Templo del Buda Esmeralda.

Templo del Buda esmeralda (Bangkok)

Más de cien edificios forman el complejo utilizado por la realeza tailandesa desde 1782 hasta la actualidad (hasta el año 1925 fue también su residencia) con una representación del mejor arte arquitectónico, escultórico y pictórico del país. Se visita conjuntamente con el Templo del Buda Esmeralda, uno de los lugares más sagrados y hermosos de Tailandia, pero también el más visitado, lo que a ciertas horas del día y en determinadas épocas del año se convierte en un hervidero de turistas. Semejante complejo religioso sirve para hospedar una pequeña figura de Buda de jade de unos 45 centímetros al que los tailandeses (en realidad muchos más pueblos asiáticos) veneran con absoluto fervor. Aquel es un universo asombroso donde es imposible dejar de hacer fotos o maravillarse con lo mejor del arte tailandés.

Gran Palacio Real en Bangkok (Tailandia)

NOTA PRÁCTICA: La entrada del Gran Palacio y de Wat Phra Kaew se compra conjuntamente por 400 bahts (aprox 10€), que incluye un completo mapa de ambos. El horario de apertura del Palacio Real es de 8:00 a 16:30 horas (La venta de tickets se detiene a las 15:30). Dada la gran afluencia de turistas (sobre todo enormes y ruidosos grupos de chinos) conviene llegar justo cuando abre sus puertas para tener la posibilidad de visitar el lugar un poco más tranquilo que si se aparece por allí a las 10:00. La puerta de entrada principal es la Viseschaisri (algo a tener en cuenta en un espacio comparable a 20 campos de fútbol) y hay que pasar un control de seguridad (pero muy fluido).

2. Indaga, inspírate y date un masaje en Wat Pho, el templo más espectacular de la ciudad

En realidad Wat Pho, el templo del Buda reclinado, forma parte del complejo de edificios del Gran Palacio, pero se visita de forma separada. Aquí el protagonista es, como su propio nombre indica, un Buda reclinado que mide la friolera de 46 metros de largo y unos 15 de alto. Hay que darle la vuelta percatándose, sobre todo, en los detalles labrados en nácar sobre la palma de sus pies (contienen las 108 maneras diferentes en que se puede representar un Buda).

Sele junto al Buda reclinado de Bangkok

Pero Wat Pho, además del gran Buda reclinado, contiene numerosos edificios, chedis (pagodas altas, estrechas y puntiagudas, en su mayoría con azulejo) y grandes estatuas chinas vigilando los accesos. Se calcula, además, que hay más de 1000 figuras de Buda en este complejo de aproximadamente ocho hectáreas que fueron traídas de Ayutthaya y Sukhotai.

Se trata, probablemente, del templo más bello de Bangkok (objetiva y subjetivamente lo es), y no suele tener tantos turistas como el Wat Phra Kaew, por lo que se visita de manera más tranquila. Conviene hacerlo despacio y percatarse de los detalles (los tejados de los distintos pabellones y capillas son una absoluta genialidad).

Wat Pho, uno de los templos imprescindibles de todo viaje a Bangkok

NOTA PRÁCTICA: Wat Pho abre de 8:30 a 18:30 horas y el precio de la entrada es de 100 bahts (aprox 2´5€), que incluye una botella de agua que se recoge dentro (y que viene bien cuando el calor empieza a apretar).

¡CONSEJO!: En este templo se encuentra la Escuela Tailandesa de Masaje y Medicina Tradicional, por lo que uno puede recibir un reconstituyente masaje tailandés a menor precio que en otros lugares de la ciudad (ya que muchos masajistas son estudiantes). Hasta la fecha se puede escoger entre tres clases de masajes:

+ Masaje thai normal: 30 minutos por 260 baht (aprox 6´5 €). 1 hora = 420 baht (aprox 10,5€).

+ Masaje thai con hierbas terapéuticas:  1 hora por 520 baht (aprox 13´5€).

+ Masaje de pies: Tiempos y precios semejantes al masaje thai normal.

3. Toma un barco y cruza el Chao Phraya hasta Wat Arun

En el embarcadero Tha Tien (surge practicamente en la confluencia occidental del Gran Palacio con Wat Pho) se toman los barcos públicos, turísticos y privados con los que moverse por el Chao Phraya y algunos de los khlongs más importantes. Pero en esta ocasión el objetivo es cruzar a la otra orilla para ver de cerca (y fotografiar en el trayecto) el tercer templo más importante y visitado de Bangkok, el célebre Wat Arun. Su nombre significa «Templo del amanecer» y su gran prang central de 77 metros es un elemento de la arquitectura jemer muy reconocible, por ejemplo, en los Templos de Angkor (Camboya).

Wat Arun desde la otra orilla del Chao Phraya, el río de los reyes en Bangkok (Tailandia)

Precisamente en este lado de la orilla (ya se le puede considerar Thonburi a esta parte) nació la actual Bangkok. Y allí estuvo el centro real y religioso antes de ser trasladado definitivamente a Ko Ratanakosin, justo enfrente. El prang central de Wat Arun es motivo de estudio, de búsqueda de detalles y merece la pena pagar la entrada para subir a lo más alto.

Wat Arun (Bangkok)

Wat Arun es uno de los edificios más fotogénicos de Bangkok, sobre todo durante la noche (cuando llega la hora azul es sublime) al verse iluminado y parecer todo él de oro puro

NOTA PRÁCTICA: El templo abre a diario de 8:00 a 17:30 y el precio de entrada actual es de 50 bahts (poco más de 1€). En el muelle Tha Tien (nº8) un cross river ferry cruza continuamente a los visitantes de un lado para el otro por sólo 3 bahts (no llega a 10 céntimos de euro).

4. Visita varios mercados de Bangkok

La ciudad de Bangkok está ligada a una gran actividad comercial a todos los niveles. Pero es en el mercado de toda la vida donde uno puede tomar el pulso al país asiático. ¡Y no será por mercados en Bangkok! Lo difícil será elegir a cuáles ir y, por supuesto, encontrar espacio en la maleta para traerse lo que queramos (un buen consejo es llevar poco equipaje o comprarse in situ una maleta donde meter los regalos). Y, por supuesto, no olvidarse de regatear porque lo haremos como si cada baht nos lo tuvieran que arrancar de la piel. Tampoco sobra la cámara de fotos, y es que hay puestos verdaderamente fotogénicos.

Puestos de Patpong Night Market (Bangkok)

Aquí tienes cuatro tipos de mercados ciertamente conocidos en Bangkok:

+ Chatuchak Weekend Market: Se trata del mercado más grande de Tailandia. Se celebra únicamente viernes  (de 18:00 a 00:00), sábados y domingos (09:00 a 18:00) y cuenta con más de 8.000 puestos de todas las temáticas habidas y por haber. A pesar de que se llena de gente, es una de las visitas obligadas de Bangkok si tu viaje o escala coincide con un fin de semana. Lo que no está en Chatuchak probablemente no exista… (NOTA PRÁCTICA: Chatuchak se encuentra bastante alejado del centro de Bangkok pero se puede llegar fácilmente en transporte público. A través del SkyTrain (BTS) y deteniéndose en Mo Chit Station o utilizando el metro normal (MRT) hasta Chatuchak Park Station).

+ Patpong Night Market: Son varios los mercados nocturnos los que se ponen en Bangkok, pero pocos son tan conocidos como el de Patpong. Si bien está pensado al 100% para turistas y no goza de la autenticidad que uno puede esperar, el ambiente sórdido de la zona hará el resto para, al menos, volver al hotel sorprendidos de todo el barullo (y los shows picantes que te van ofreciendo por la calle).

+ Asiatique Night Market: Si tuviésemos que escoger el opuesto de Patpong aparecería enseguida una imagen de Asiatique The Riverfront, un mercado nocturno de estándares occidentales que nos hará creernos en el Waterfront de Ciudad del Cabo, en Fisherman´s Wharf de San Francisco o en algún mercado londinense (tiene hasta su propia London Eye, aunque aquí la noria se llama Mekkhong). Un mercado muy ordenado lleno de restaurantes, de pubs elegantes con música en directo cada noche y, por supuesto, de tiendas de todo tipo.

Asiatique The Riverfront (Bangkok)

El precio de los artículos (hay pequeñas galerías de arte que son verdaderos museos) es considerablemente mayor que en otras partes de la ciudad y el regateo que se realiza allí no es tampoco tan extremo. Se compre o no es un lugar perfecto para darse una vuelta tranquilamente y tomarse algo.

(NOTA PRÁCTICA: Es muy sencillo llegar en transporte público al Asiatique Night Market. Basta con llegar en skytrain (BTS) hasta Saphan Taksin station (el muelle principal para navegar el Chao Phraya) donde desde las 16:30 hasta las 23:30 funciona un barco-lanzadera que te deja en este mercado de manera gratuita. Pasa cada 15 minutos, que es el tiempo que tarda en arribar a su destino. Si se termina más tarde en Asiatique, hay manera de regresar al hotel en taxi (hay una parada donde te ponen el taxímetro cobrándote un suplemento).

+ Mercado flotante de Amphawa: Si bien los mercados flotantes empiezan a ser una «especie en peligro de extinción» desde que cuentan con una gran capacidad para atraer turistas, todavía los hay muy interesantes. A las afueras de Bangkok el de Amphawa es uno de los más auténticos, aunque hay que tener en cuenta que abre los sábados y domingos de 12:00 a 21:00. El cauce del Naam Tha Chin sirve para que decenas de barcas vendan sus productos a sus visitantes (también locales). Aunque el comercio de la fruta y verdura ha disminuido tanto que lamentablemente muchos comerciantes se han pasado a los souvenirs, que les ofrecen mayores dividendos. (NOTA: Salen furgonetas desde la estación de Skytrain BTS Victory Monument que tardan una hora aproximadamente en hacer el recorrido)

Apenas a 10 km hay otro mercado flotante, Damnoen Saduak, pero es mucho más turístico que el de Amphawa (aunque abre desde las 7:00 de la mañana). Hay quien combina ambos mercados en un mismo día, lo que no parece mala idea.

Alguno que conozca Bangkok me preguntará… ¿Y no hablas del MBK Center? La respuesta es que sí, pero tiene su apartado más adelante. Porque aquel es otro mundo.

5. Piérdete en Chinatown

Si quieres hacer un viaje a China sin salir de Bangkok lo más fácil es que tomes un barco a Ratchawong (desde el muelle Saphan Taksin puede haber apenas cinco minutos de navegación). Sube buscando la calle Yaowarat Road y piérdete entre sois (callejones). El alfabeto tailandés deja paso a las letras chinas y los carteles luminosos. Los templos parecen sacados de un callejón de Shanghai donde los dioses a adorar cambian por completo y el humo del incienso inunda todos y cada uno de los altares. ¡Bienvenid@ a Chinatown!

Sele en Chinatown (Bangkok)

Entre mercadillos, templos chinos en callejones (el Mangkon Kamalawat es de los imprescindibles), puestos de especias, afrodisíacos y lamparitas de papel, uno encuentra grandes hoteles, salas de juego y bares tipo Hong Kong años treinta. (En Shanghai Mansion, situado en 481 Yaowarat Rd hay un restaurante que ofrece no sólo la carta más variada de Dim Sum en toda Tailandia sino también espectáculos nocturnos de jazz donde las copas de balón cargadas de GinTonics se chocan entre canción y canción).

Shanghai Mansion (Chinatown de Bangkok)

En Chinatown precisamente se halla el Wat Traimit y su Buda de oro macizo, considerado entre los lugares más venerados por los tailandeses. Otro de esos complejos religiosos que no hay que perderse en Bangkok. Y si decides seguir andando entrarás en los dominios Phahurat Road, más conocido como Little India por razones evidentes. Los ojos rasgados dejarán paso pieles más tostadas, barbas, los turbantes sikh y los delicados saris que llevan las mujeres. De la soja al curry hay tan sólo un breve paseo a pie…

Wat Traimit (Bangkok)

Se empiezan a estilar los tours gastrómicos por este barrio, por lo que está claro que, además del monumental, hay un enfoque muy para foodies.

6. Navega por los khlongs de Bangkok en una barcaza de madera

¿Sabías que a Bangkok se la conocía como la Venecia surasiática? Esta ciudad se encuentra completamente por encima del agua. Entre el famoso Río de los reyes y los muchos canales que hay (khlongs en tailandés), uno puede recorrer muchas partes de esta ciudad acuática en barco. Son muy habituales las excursiones o tours en canoa con el motor fueraborda que se internan en el río Chao Phraya y, desde ahí, a los khlongs más pintorescos donde el asfalto no existe ni se le espera, y el visitante asiste a la cara más tradicional y auténtica de Bangkok, con la que no han podido los rascacielos.

Río Chao Phraya de Bangkok

Los niños juegan chapoteando en el agua mientras recibes una sonrisa de quien está poniendo a remojo su propia ropa. Es un viaje en el que el tiempo pasa mucho más despacio. Otra manera de ver Bangkok, una inmensa metrópoli que se mueve a dos aguas entre la modernidad y la tradición. Y en los khlongs siempre encontrarás la ciudad que siempre fue.

Para hacer una excursión por los khlongs de Bangkok basta con acercarse al embarcadero de Saphan Taksin y allí encontrarás agencias que te ofrecerán paseos de una o dos horas de duración (hay una en la propia estación de skytrain). La parte de Thonburi es realmente pintoresca y merece la pena que el tour recorra ese barrio de canales (en fin de semana se puede compaginar con algún pequeño mercado flotante). Si se hace compartido es mucho más barato, obviamente, que si se hace de manera privada. Se puede negociar el precio, pero tampoco aceptan demasiada rebaja (aprox por 500 bahts por persona, algo más de 10€ suele costar un circuito normal).

En barco por los khlongs de Thonburi (Bangkok)

7. Come en la calle hasta que no puedas más

La gastronomía tailandesa es una de las mejores del mundo, pero en Bangkok además el viajero se encuentra con influencias de otros países del entorno y con que existen restaurantes de prácticamente todo el mundo. Si bien hay locales para todos los presupuestos, una de las recomendaciones en las que cabe insistir en mayor medida tiene que ver con la de «irse de puestos callejeros». Se puede comer rico y de manera abundante por apenas uno o dos euros en todos y cada uno de los sois de Bangkok.

En Bangkok la calle se convierte en el mejor (y más barato) restaurante del mundo. En Sukhumvit 38 son tradicionales las sopas de tallarines con ravioli de gambas, y entre Silom y Convent Road hay puestos que hacen un cerdo a la plancha por el que muchos suspiran. En Charoeng Krung (corazón de Chinatown) se encuentra Nai Mong Hoy Tod y otros lugares cercanos con comida china «de verdad». Aseguran de Thip Samai (en el 313 Maha Chai Road junto al Monumento a la Democracia) que cocina el mejor pad thai de Tailandia, y probablemente del mundo, a 50 bahts (poco más de 1€) el plato.

Sopa agriopicante en puesto callejero de comida de Bangkok

Hay un artículo que publicó la BBC con algunas recomendaciones puestos callejeros de Bangkok del que conviene tomar nota: www.bbc.com/news/world-radio-and-tv-19462109, aunque el mejor consejo es que… salgas a la calle y te dejes llevar por la intuición, así como por tu estómago.

Por cierto, si no te gusta mucho el picante (y la comida thai de verdad lo es), dile al cocinero o camarero «mai pet» que quiere decir «poco picante». Es verdad que muchas veces no te hacen ni caso como cuando vas a India y dices «non spicy» pero, hay que intentarlo.

8. Conoce quién fue Jim Thompson en su propia casa

¿Sabías que un espía norteamericano enviado a Tailandia durante la II Guerra Mundial se convirtió en uno de los tipos más queridos en todo el país? Jim Thompson puso a la palestra la calidad de la seda tailandesa y la vendió por todo el mundo. La compañía, de hecho, todavía sigue existiendo seis décadas más tarde, pero sin el propio Jim Thompson. El multimillonario que no quiso volver jamás a su tierra desapareció (o más bien le hicieron desaparecer) en las selvas de Malasia, pero su legado permanece intacto en Bangkok. Thompson, que además coleccionaba arte asiático no sólo de la propia Tailandia sino también de países como MyanmarVietnam o Camboya, reunió seis casas sostenidas sobre pilotes (traídas en su mayoría de Ayutthaya) para crear su hogar en la ciudad frente a un khlong. Hoy la Casa-Museo de Jim Thomspon es uno de los lugares más visitados de la capital tailandesa. Otro mundo dentro de Bangkok donde, de una forma u otra, recargarás la pilas.

Estanque de flores en la casa de Jim Thompson (Bangkok)

NOTA PRÁCTICA: La casa de Jim Thompson abre a diario entre las 9:00 y las 18:00 horas. La visita (siempre con guía) cuesta 150 bahts (algo más de 3€). La estación de BTS más cercana es National Stadium.

9. Sube al Monte Dorado y piérdete en el universo budista

No recibe ni la décima parte de los turistas que visitan el Gran Palacio o Wat Pho y mantiene por completo esa atmósfera sacralizada capaz de abstraerte del Bangkok moderno de los rascacielos y el tráfico. El Monte Dorado y su templo rematado en un chedi dorado (Wat Saket) que guarda reliquias de Buda se trata de uno de esos lugares sagrados del budismo en Tailandia que convierte algo más de 300 escalones en un cómodo paseo entre frondosos jardines y diminutas cascadas, figuras mitológicas y dongs que se dejan escuchar en cada momento. Además las vistas de la ciudad desde arriba son magníficas cuando el día no está muy cerrado y no se advierte demasiado la polución.

Rebeca en el Monte Dorado de Bangkok (Tailandia)

El monte dorado de Bangkok, conocido por sus ciudadanos como Phu Khao Thong, se trata en realidad de una colina artificial levantada sobre los escombros de construcciones anteriores (incluido un cementerio) tanto del período Ayutthaya como de las primeras décadas de la ciudad siendo capital tailandesa. Tras su colapso, a principios del siglo XX se le dio la forma actual y se trata de un lugar más visitado por feligreses locales que por turistas extranjeros. Durante una semana de noviembre de cada año miles de personas suben con velas hasta lo más alto de la colina para rezar ante Buda y ofrecerle su gratitud.

Sele golpeando un gong en el Monte Dorado de Bangkok

La zona está rodeada de templos menores y no hay que perderse el fotogénico monasterio que hay justo bajo sus pies. En una de sus salas de oración hay una versión thai del infierno con figuras monstruosas torturando penitentes. Es como si el espíritu de El Bosco hubiese atravesado fronteras para poner en liza su desgarradora visión del averno.

Escena infernal en uno de los templos junto al Monte Dorado de Bangkok

NOTA PRÁCTICA: El precio por subir a Wat Saket es de 20 bahts para extranjeros (50 céntimos de euro). Abre sus puertas a partir de las 8:00 hasta el atardecer (sobre las 18:00). Es recomendable visitarlo en las primeras horas del día, antes de que el calor sea insoportable para ponerse a subir escalones (aunque estos son muy bajos y no requieren demasiado esfuerzo).

10. Llena una maleta de ropa en el MBK Center

Si eres de las personas a las que le gusta llevarse un carro de ropa de marca en cada viaje, no puedes marcharte sin Bangkok sin entrar al mayor centro comercial de la ciudad. En el MBK, junto al Estadio Nacional (y a cinco minutos a pie de la Casa de Jim Thompson) se vende de todo, tanto bueno como falso (lo comprobarás en el precio). Es cierto que las falsificaciones del MBK gozan de una merecida fama entre los compradores y que cuantos más artículos más te ajustan el precio.

MBK Center (Bangkok, Tailandia)

Hay más ropa de chico que de chica, eso es evidente en un corto paseo. En realidad lo más complejo del MBK es recorrerlo sin colapsar debido a que hay más de 2000 tiendas (y muchas repiten productos) y si no tienes mucha afición a las compras compulsivas te terminas cansando enseguida.

Para quienes no nos volvemos locos con este tipo de cosas lo mejor del MBK se convierte su última planta (la que tiene sala de cine) donde hay gran variedad de restaurantes asiáticos, sobre todo japoneses, con todas las especialidades que te podrías encontrar en una ajetreada calle de Tokyo.

NOTA: El MBK Center abre de 10:00 a 22:00 horas. Se llega fácilmente con el skytrain, deteniéndose en la parada de la Silom Line denominada National Stadium).

11. Tómate una copa (o incluso cena) en un Rooftop Bar de Bangkok

Si quieres disfrutar de unas vistas privilegiadas del skyline de Bangkok mientras te tomas una copa, debes saber que ésta puede ser una de las ciudades del mundo con mayor densidad de bares en lo más alto de los edificios. Un rascacielos sin Rooftop Bar no es un rascacielos si no se le saca partido a su cima. Los hay archiconocidos como Sirocco, que aparece en la segunda parte de Resacón en Las Vegas (la que se rodó en Tailandia), con unas vistas formidables pero al que la fama le empieza a pesar (el miedo a morir de éxito). Otros como Above Eleven, en la muy de moda Sukhumvit 11, ofrecen además un restaurante en las alturas (están en la planta 33) con lo mejor de la cocina nikkei (fusión japonesa-peruana), por lo que se puede brindar con piscos y tomar anticuchos al terikayi o un sushi que ni en Japón mientras se disfruta de una de las zonas más modernas de Bangkok. Cloud 47 también tiene una fama que le avala. Y en Baiyoke Hotel Sky se puede cenar a buen precio a casi 300 metros de altitud (hasta el momento se trata del hotel más alto del Sudeste Asiático). Aunque basta con preguntar a algún lugareño o incluso expatriado (estos se las saben todas), para descubrir un buen número de Skybars que no aparecen en las guías (todavía).

Above Eleven (Bangkok)

Eso sí, los precios tanto de la comida como de las copas no son precisamente populares para lo que es Tailandia. Aunque tratándose de Bangkok hablamos de lo que sería un precio medio en cualquier capital europea (sin contar París, por supuesto). Por lo que el de ver apagarse el sol tailandés para dar paso a la iluminación de su gran skyline es un capricho asumible para muchos presupuestos.

12. Haz una excursión de un día por los alrededores de Bangkok

Bangkok en sí misma está llena de posibilidades, pero si deseas saborear otra de las muchas facetas tailandesas en un concentrado de 24 horas tampoco te faltan opciones. Una de las excursiones preferidas y más asequibles desde Bangkok es Ayutthaya, la que fuera capital del Reino de Siam durante cuatro siglos. Está a poco más de una hora de la capital y su parque histórico es una oda a la arqueología del Sudeste Asiático con construcciones memorables que recuerdan a templos como los que se ven en la camboyana Angkor. Se puede hacer bastante en una jornada, sobre todo si vamos con una excursión contratada con un vehículo que realice los traslados entre monumentos, aunque a Ayutthaya también llegan los trenes, autobuses o las vans que por apenas 60 bahts salen una pequeña lanzadera que hay a menos de 100 metros al norte del Centro Comercial Century the Movie Plaza (muy cerca del Monumento a la victoria). Si se hace el viaje en transporte público, luego es ideal o alquilar una bicicleta para moverse o acordar precio con un conductor de tuk tuks (o hacer una ruta prefijada por lo mejor de la ciudad) para no saltarnos lo imprescindible de la vieja capital tailandesa. Otra opción increíble es la de un crucero de dos o tres días en una barcaza de arroz reconvertida que resulta ideal para recorrer la zona y hacer un montón de actividades.

Ayutthaya (Tailandia)Imagen de un templo de Ayutthaya desde una barcaza de arroz

Algo más al norte de Ayutthaya se encuentran los templos de Lopburi con el emblemático templo de los monos como estandarte. Y donde llega una pequeña parte de turistas si lo comparamos con la primera.

También una excursión popular desde Bangkok es Kanchanaburi, donde se encuentra el río Kwai y el puente que cuenta con una amarga historia y una película para el recuerdo (¿quién no se sabe la mítica canción construida mediante silbidos?). El puente del río Kwai por supuesto existió. En 1943 se levantó dentro de un proyecto en plena II Guerra Mundial para para unir las líneas ferroviarias tailandesas y birmanas existentes para crear una ruta directa entre Bangkok y la entonces Rangún (ahora Yangón) en Birmania (ahora oficialmente conocida como Myanmar) para apoyar la ocupación japonesa de Birmania. Durante la construcción del mismo, murieron más de 10.000 prisioneros de guerra condenados a trabajos forzados. La película lo alzó a la fama y hoy día suele ser una de las ideas predilectas de quienes se hacen una escapadita desde Bangkok.

Ideas hay muchas: En barco a los mercados de pescado de Mahachai y Mae Klong, en pleno Golfo de Tailandia, una visita de naturaleza al Parque Nacional de Khao Yai o salir a buscar los mercadillos flotantes más desconocidos.

ALGUNOS CONSEJOS RÁPIDOS PARA VIAJAR A BANGKOK

Tras los doce puntos anteriores aquí tenéis algunas cosas más a tener en cuenta. ¡Una de consejos rápidos!

– Si tomas un taxi dile siempre que encienda tu taxímetro. Por la noche esto, por mucho que se intente, casi nunca se consigue. En ese caso tocará negociar, pero la norma durante las horas del día es que te pongan el taxímetro. Se pueden reservar vehículos privados con servicio profesional para traslados desde/a cualquiera de los aeropuertos de la ciudad.

– Bangkok cuenta con una red de metro (BTS y MRT) excepcional. Utilízalo siempre que puedas y junto a tu hotel haya una estación importante. El tráfico de la capital tailandesa es infernal y en horas punta se trata de la mejor opción (el skytrain al aeropuerto es un invento genial para evitar sorpresas).

– Regatea en las tiendas como si no hubiera un mañana. Cuando preguntes el precio de algo te lo van a duplicar sin suspirar, así que no seas tú menos y bájalo todo lo que veas necesario. ¡Comienza la negociación!

– Hazte con una tarjeta SIM válida en Tailandia para tener conexión permanente a internet. Se puede comprar con antelación desde España y que te la envíen a casa en 48 horas.

– No colabores en la proliferación de la prostitución y explotación infantil, ni en esos espectáculos denigrantes que se venden a pie de calle. Esa no es la Tailandia que queremos y además te puedes meter en un buen lío. Lo mismo con el tema drogas, ni mencionarlas si quiera, mucho menos tomarlas, o te las puedes ver pudriéndote en la cárcel de por vida.

Skyline de Bangkok (Tailandia)

– No acudas a espectáculos de animales porque en el 99,9% de los casos están explotados y pagando tu entrada estarás siendo cómplice de quienes están esquilmando la fauna asiática. El show de boxeo de orangutanes que muchas agencias (y taxis de Bangkok) anuncian a bombo y platillo es uno de los culpables de la masacre de esta especie que se encuentra al borde de la extinción (y que hoy día sólo se ve en libertad en Borneo y Sumatra). Roban a los primates de bebés y para hacerlo matan a su madre. Después les rompen el alma para obedecer a los humanos y contentar a cuatro descerebrados.

– Una de las opciones más confortables para volar a Bangkok es la aerolínea KLM, que ofrece además gran flexibilidad (cambio de fechas e incluso destino) adaptada a los tiempos de pandemia en que nos hallamos en estos momentos.

Como último consejo PIÉRDETE EN BANGKOK, olvida muchas guías y recorre los barrios en función de la intuición, del consejo de un amigo y del aroma a comida rica de puesto callejero. Aprovecha el momento, que luego vas a estar el resto del año recordando tus días en la ciudad de los mil mundos…

Sele

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PD: Para tener mucha información actualizada de Bangkok, así como de otros destinos de Tailandia, os recomiendo echarle un ojo a la web oficial de turismo tailandés www.turismotailandes.com.

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