Las Cataratas de Iguazú en helicóptero: Volando en el Paraíso

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Las Cataratas de Iguazú en helicóptero: Volando en el Paraíso

El Río Iguazú se rompe de forma brutal entre el límite de dos países como son Argentina y Brasil proporcionando uno de los mejores escenarios de Naturaleza salvaje que se pueden ver en el mundo. Una cantidad ingente de agua se desploma en las colosales Cataratas de Iguazú ante la admiración de los cientos de miles de turistas que la visitan cada año (en 2012 cerca de millón y medio de personas lo hicieron). A esta Maravilla Natural sin comparaciones que valgan se la puede disfrutar desde sus miradores a uno y otro lado, desde una lancha que se aproxima al máximo a estas caídas de agua, pero también… desde el aire. Y es que sobrevolar en helicóptero las Cataratas de Iguazú es una forma alucinante de asimilar un espectáculo sin igual. Te golpea hasta noquearte, te emociona poder poder asomarte desde arriba a ese increíble Paraíso en plena selva donde todo es más de lo que imaginabas. Tuve la suerte de poder vivir esta experiencia aérea y reconozco que guardo cada segundo de aquello dentro de mi cabeza.

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Se puede volar sobre las Cataratas de Iguazú en helicóptero únicamente desde el lado brasileño del Parque Natural, llegando a un heliopuerto cercano a Foz do Iguaçu y más aún a la entrada al Paque. Os cuento lo que diez minutos en el aire pueden dar de sí…

LA EXPERIENCIA DE VOLAR EN HELICÓPTERO SOBRE LAS CATARATAS DE IGUAZÚ

Aunque las cataratas de Iguazú estén en un 80% en Argentina, en Brasil se encuentra el Palco de Honor, las mejores vistas de estos saltos de agua que rugen como verdaderos gigantes. Pero ¿cómo debe ser verlas desde el cielo? – me preguntaba una y mil veces mientras mojaba mi chubasquero en una de las partes del recorrido que se acercaba más a estas inmensas cascadas. Me apetecía mucho hacer ese breve viaje en helicóptero, pero temía por su coste, sobre todo cuando en el país carioca cada vez los precios suben más y más.

Una vez salí del Parque me dirigí al Helipuerto, a pocos metros de allí. Y pregunté precios a la empresa que los gestionaba, la cual se llamaba «Helisul». Una vuelta en helicóptero de 10 minutos por Iguazú tenía un precio de algo menos de 100€ por persona. Un coste que no le venía bien a un presupuesto que debía durar varios meses para recorrer América. Hablando un poco con los dueños sobre viajes y sobre el proyecto de Mochilero en América que recién había comenzado conseguí que me lo reducieran notablemente. Era el empujón que necesitaba… y en apenas un momento vi llegar al helicóptero en el que debía subirme de inmediato.

Antes de subirme al helicóptero con el que volaría por encima de las Cataratas de Iguazú

Sus hélices hacían un ruido estruendoso. Nos dieron un par de intrucciones sobre cómo entrar con cuidado del aparato y, sin comerlo ni beberlo, me encontré con mi primera experiencia en helicóptero. Había montado en una avioneta pequeña (para sobrevolar el Delta del Okavango) pero las sensaciones no tenían absolutamente nada que ver. No se habría levantado el helicóptero un solo metro que noté una vulnerabilidad muchísimo mayor. Esa sensación de volar era completamente distinta a cualquiera que hubiera podido tener en otras ocasiones, como si fuera un minúsculo y débil mosquito revoloteando por la casa…

Helicóptero que sobrevuela las Cataratas de Iguazú

Una alfombra de selva verde se lucía bajo nuestras miradas. El paisaje era tan tupido que nos parecía imposible encontrar un solo hueco que no estuviese fundido con el color de los árboles. Allí abajo, en la profundidad de un bosque sumamente denso, habría algún jaguar oculto. Como escuché una vez… ese fantasma que apenas nadie ve pero que te está vigilando sin que te percates de ello.

Foto de la densa selva que circunda las Cataratas de Iguazú

De repente, una vez tomamos altura, vimos que de fondo una planicie de selva y río se venía abajo en una enorme grieta de la que salía algo parecido a humo pero que era el vapor del agua desprendiéndose al vacío. Era como un socavón en mitad de la nada, una rotura de varios kilómetros que desaguaba todo un río en un instante. Pero desde arriba se veía a una escala tan inferior que parecía estuviésemos observando una maqueta de las cataratas.

 Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

El helicóptero no era más que una libélula (no se me ocurrió mejor comparativa) surcando los cielos con el privilegio de poder observar lo que se estaba barruntando ahí abajo. Para los ocupantes de aquel aparato aéreo quedó nítida la explicación visual de cómo el Río Iguazú reventaba justo en aquel hoyo formando casi trescientos saltos de agua. El porqué de un fenómeno natural tan extraordinario, y simple a la vez, bajo nuestra atenta mirada…

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

La tierra no resistió más aquella cantidad de agua y cedió durante miles de millones de años de erosión constante. A poco más de 20 kilómetros de este desprendimiento, el Iguazú se fusiona con el gran Río Paraná que sirve como triple frontera para Argentina, Brasil y Paraguay. Y todo ello se certifica siendo testigos desde el aire de ese espectáculo que entra dentro de las 7 Maravillas de la Naturaleza de nuestro mundo.

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

 Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

El regreso consistió en ir bordeando la inocencia curvada de un Río Iguazú que parece no presentir su destino final mientras serpentea entre universo de vegetación tan excepcional. Me venía a la mente el constante recuerdo a la película «La Misión» y a qué fue lo que debieron pensar los primeros ojos colonizadores que observaron aquellos lugares tan diferentes a los que cualquiera hubiera podido soñar en Europa algún día. ¿Existe alguna muestra de Naturaleza tan brutal como aquella? Puede que igual sí, aunque nunca de la misma forma. Lo que sí dudo mucho es que la haya mayor.

Foto de las Cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Aterrizamos en el helipuerto. Cuando volví a poner los pies en el suelo tras los intensísimos diez minutos que acababa de vivir me faltaron las palabras. Estaba entusiasmado, mi cabeza trataba de asimilar las escenas que acababa de vislumbrar ¿Para qué hablar entonces? Hay cosas que no se pueden explicar por mucho que uno lo intente…

¡PROBANDO LA GOPRO!

Para este viaje de Mochilero en América me llevé más de una cámara. Y una de ellas era muy especial y que pude estrenar en las cascadas. Una GoPro que no dudé en enfundarme en la cabeza para grabar lo que mis ojos veían montado en ese helicóptero que surcó los aires de las cataratas de Iguazú.. Por un lado podía tomar fotos tranquilamente y por otro todo lo que hacía quedaba grabado en un gran ángulo (es como un ojo de pez).

A continuación podéis ver a grandes rasgos una pequeña parte de lo vivido en el helicóptero

Mi aventura americana no había hecho más que empezar, pero no tengo duda de que fue una forma inmejorable de hacerlo..

Otro sueño cumplido!

Sele

* Puedes saber más sobre esta maravilla natural en:
* Y recuerda que puedes seguir todos los pasos de este viaje en MOCHILERO EN AMÉRICA

 

18 Respuestas a “Las Cataratas de Iguazú en helicóptero: Volando en el Paraíso”

  • […] Aquí tuve la inmensa fortuna de hacer otra de esas cosas con las que había soñado siempre, montar en helicóptero. La empresa Helisul organiza vuelos de 10 minutos en helicóptero pasando encima de las cataratas. Su precio es de 195 Reales (algo menos de 100€). Aunque esto es algo que contaré más despacio en otra ocasión (que la habrá), ya que grabé todo en vídeo con una cámara GoPro que me puse en la cabeza con una cinta, aquí va un ligero aperitivo. Una experiencia para recordar… (Ver el vídeo y las fotos de las cataratas de Iguazú en helicóptero) […]

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