Las extrañas estatuas de la Lonja de la Seda en Valencia
El edificio más emblemático y probablemente más hermoso de la ciudad de Valencia es el que ocupa la antigua Lonja de la Seda, una joya de la arquitectura civil levantada con los últimos retazos del gótico tardío que se encuentra enclavada y protegida dentro del Patrimonio de la Humanidad que agrupa la UNESCO. Su construcción se inició a finales del siglo XV, viviendo el primer período del Descubrimiento de América y, por lo tanto, el traslado del cuerpo, el alma y el poder de los puertos comerciales más importantes del Mediterráneo al Atlántico. Realmente fue una manera de dar un puñetazo en la mesa por parte de los mercaderes que se aferraban al que había sido un nudo comercial imprescindible en la Corona de Aragón. La Lonja o Llotja desde entonces llevó el apellido «de la seda» para honrar a uno de los gremios esenciales para comprender la ciudad.
Pero la que es una visita imprescindible en Valencia requiere que la prestemos una atención especial y sepamos leer entre líneas sus muchos mensajes sobre la oscuridad del pecado, la brujería y, por tanto, el mal, a través de una magnífica e insólita colección de esculturas y gárgolas más propias del capitel de una iglesia románica que del que fuera el edificio estrella del Siglo de Oro valenciano levantado por esa acaudalada burguesía nacida de una larga tradición mercantil. Es entonces cuando nos sumergimos en un mar infernal habitado por monstruos y lo peor del ser humano con el que se trataba de aleccionar a una población iletrada capaz de comprender aquellos tétricos mensajes.
Cuando visité por primera vez la Lonja de la Seda en Valencia, además de disfrutar de su gran salón, su patio o los trabajados techos del viejo Consulado del Mar, no pude dejar de buscar en muros, vanos y cornisas la que era, a todas luces (o, mejor dicho, a todas sombras) una recreación de los pecados capitales, historias macabras y, en definitiva, algo parecido a la imagen que se tenía del infierno en la época medieval cuando lo usual era leer a través de las pinturas y las estatuas. Es muy importante salir a buscar detalles con otros ojos que se olviden de lo general y los grandes espacios para viajar a lo más concreto y particular, escenas que si no nos fijamos bien pasaremos por alto. La lonja está cargada de símbolos y, sobre todo, evidencias del erotismo con un marcado acento perverso y lascivo.
La imagen de unos ángeles sosteniendo un escudo en uno de los ángulos exteriores del edificio de los mercaderes (calles de La Lonja esquina con Pere Compte) es, probablemente, lo más inocente que vamos a hallar en los muros de la Lonja de la seda. Una señal heráldica y celestial muy lejana a las demás figuras talladas por los picapedreros (el propio Pere Compte, gerundés, fue quien se encargó de las obras en los primeros años).
Si seguimos caminando por la calle de la Lonja nos ponemos ante el que fuera el pórtico principal de entrada que está coronado por la Virgen con el niño, de cuyos pies y siempre hacia abajo parten figuras demoníacas, hechiceras, humanos asustados y, por tanto, escenas que nos llevan al oscurantismo predominante en esta construcción civil. Se la denomina «puerta de los pecados» y a partir de la misma es difícil no hallar una figura que no sea de un monstruo, un pecado capital o una escena más propia del infierno que del mundo terrenal.
¿Jugamos a buscar detalles en las esculturas de la Lonja de la Seda de Valencia?
Os propongo desde este punto hacer juntos una visita «diferente» a la Lonja de la seda de Valencia a través de esas esculturas con criaturas devoradas por el mal, la lujuria y, en definitiva, la imaginería tétrica de la época. Es un juego consistente en percatarse de la originalidad de unas estatuas talladas en piedra con toda la expresividad posible. Hay cientos, si nos fijamos bien, pero me he traído unas pocas para compartirlas con vosotros y teorizar sobre el qué y el por qué.
Un capitel con un juego de a tres muy curioso
En el propio pórtico de los pecados y a la vista de la Virgen María con el niño Jesús nos percatamos de este toma y daca entre tres personas completamente desnudas que se persiguen con las que parecen escobas, las cuales tratan de introducir por el ano a quien tienen delante. Dado que la brujería estaba perseguida en la época personalmente, sin tener ningún dato fehaciente, me parece ver a tres son brujas envueltas en una especie de ritual sexual.
El fornicador de la lonja
En la Edad Media la lujuria era, quizás, el pecado capital más castigado. Era un momento con la prostitución severamente arraigada en la población civil de Valencia y, por tanto, uno de los temas más concurridos en la imaginería dispuesta en las estatuas de la Lonja de la Seda. No hay que olvidar que la ciudad del Turia estaba considerada como uno de los mayores prostíbulos de toda Europa en el siglo XV. En este detalle de la fachada principal nos encontramos un hombre fornicando con el propio edificio, con el mismo muro del edificio civil más importante de la ciudad. No se le advierte si quiera su cabeza pero sí sus genitales. Y muy claramente.
Anciana con una cría de mono
Ente dos medallones netamente renacentistas en las paredes del que fuera denominado Consulado del Mar, dentro del complejo de la Lonja de la Seda (que se visitan con la misma entrada) advertimos una interesante escena en la que una anciana sostiene a un pequeño macaco. Al parecer, en la época, el mono simbolizaba el vicio, por lo que aquí puede haber una de esas explicaciones de esta extraña gárgola que quizás sea la figura maternal de un inminente pecador.
El barbudo y el león
¿Qué significado puede tener que un hombre de cierta edad, con barba poblada, abra por sí mismo las fauces de un león? Original y contradictoria escena en la cual el manso es precisamente el león y no el anciano barbudo. En realidad aquí las evidencias nos llevan a la historia de Sansón venciendo a un león, un paralelismo de la vida de Jesús luchando contra el Demonio.
Hombre amenaza a criatura encadenada
Al principio pensaba que esta escena recreaba a dos hombres peleándose, incluso el asesinato del personaje que está debajo. Pero si nos fijamos bien el hombre con sombrero y pelo largo tiene agarrado con una cadena el cuello de la que parece una criatura no humana de grandes orejas. Con una mano sostiene a la criatura presa, mientras que la otra la compone un puño bien cerrado que amenaza o, quien sabe si está a punto de golpear a esta extraña figura que parece estar condenada.
Monstruo con cabeza de mujer
La de las criaturas monstruosas con cabezas humanas es un clásico desde tiempos inmemoriales, incluso si nos vamos mucho antes del nacimiento del cristianismo. En la Edad Media son muchos los capiteles y esculturas que recrean esta esperpenticidad siniestra en la que hay garras en vez de manos, el cuerpo es de león y el rostro representa a los seres humanos. En la Lonja de la Seda de Valencia hay numerosos ejemplos de esta clase de figuras fantasmagóricas que te miran muy fijamente mucho antes de que te percates de que están ahí.
Mujer desnuda se toca sus genitales
Volvemos a la lujuria, tema más que predominante en las esculturas que decoran (y motivan una lección) la lonja. En uno de los extremos de la parte que da al Consulado del Mar, y que se advierte cuando se suben las escaleras, aparece una mujer completamente desnuda que se toca (y abre) su sexo con las dos manos. Es una figura carente de sensualidad y erotismo que recrea el acto (pecaminoso según la moral de la época) de la masturbación. Probablemente sea la figura más reconocida, famosa y sorprendente a primera vista de la lonja de la seda de Valencia.
El adúltero de la lonja
Un hombre desnudo se sujeta en la ornamentación de la fachada y mira hacia su izquierda. Dada que la interpretación es libre mi hipótesis es la de un caballero escondiéndose después de cometer adulterio. Me recuerda a aquellas escenas tan televisivas como reales del momento en el que el marido aparece de repente sin avisar y el amante sale despavorido a esconderse tras las cortinas, el balcón o donde sea con tal de ocultarse y no ser descubierto.
Pero si nos fijamos bien, bajo la axila de el caballero que vemos a la derecha, casi al final de la fotografía, aparece algo que podría ser una mano (¿os es la continuación de la ornamentación?), por lo que quizás más que un adúltero escondiéndose lo que está haciendo es practicar el acto sexual propiamente dicho.
El escriba
Un hombre escribe en una mesa de tres patas. Posiblemente aquí quien aparezca representada es la labor del comerciante tomando notas en un hipotético albarán medieval. Es una de las figuras de la lonja de Valencia en la que no hay evidencia de «maldades» perseguidas. Pero, ¿qué hace precisamente en el pórtico de los pecados?
Inseminación…¿artificial?
Una de las escenas que más dan que hablar en la lonja de Valencia se encuentra en el salón principal junto a la puerta. Una mujer desnuda agarra los genitales de dos hombres con el culo en pompa. Según los expertos simboliza un ritual de fertilidad muy antiguo en el que se extraía el semen y se guardaba en cuencos. ¿Inseminación artificial en la Edad Media?
El barquero que huye a contracorriente
Sin abandonar la puerta de los pecados vemos muy claramente un hombre con rostro triste manjenando un pequeño bote de madera. En realidad no es el único, en el propio pórtico el río continúa y es un monstruo el que se encuentra al extremo. Pero otra barca va hacia él. Entonces, ¿nuestro hombre huye de esa criatura monstruosa llamada tentación?
Gárgola monstruosamente inclasificable
Una de las gárgolas más llamativas de la lonja nos muestra un monstruo abrazándose a un reptil. Dientes como cuchillos, grandes cuernos y, lo más curioso, hasta caras humanas debajo suyo. En realidad tres si nos fijamos en el que sale de su propia rodilla (con barba). Son rostros tristes, desesperados de una composición del todo apocalíptica que muestra las afiladas fauces del infierno.
Los ángeles sí que tienen sexo
Para terminar nada mejor que una de las gárgolas más extrañas de la lonja de Valencia. Un ángel saca muestra su pene y se dispone a introducirlo en una especie de jarrón que sostiene con la otra mano. Otra de esas figuras cargadas de obscenidad que miran precisamente a la calle, hacia esa ciudad de Valencia que no está en el siglo XV sino en el XXI y cuyos paseantes a veces se detienen para preguntar qué demonios quieren decirnos.
Valencia, Ciudad de la Seda 2016
Documentándome para preparar este artículo me he dado cuenta que me salté decenas y decenas de estatuas de la lonja tan o más extrañas que estas que acabamos de ver. Tenemos, por tanto, un motivo más para forzar el regreso. Y en el caso de ser la primera vez, además de las grandes columnas, los naranjos del patio o el artesonado del consulado del mar, estaremos obligados a ponernos las gafas de cerca para leer entre líneas en un libro cuyas letras son de piedra y el horizonte se tiñe de rojo fuego. Además en el año entrante los motivos se multiplican. La Lonja de la Seda va a estar más en boga que nunca, ya que no sólo cumple 20 años desde su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad sino que además Valencia ha sido nombrada Ciudad de la Seda 2016 por la propia UNESCO. No van a ser pocos los actos que se organicen par poner en valor el papel de la ciudad en este sector durante siglos así como el inmenso patrimonio (tangible e intangible) que guarda relación con el comercio de la seda. No conviene olvidarse de la que se trató un punto esencial para comprender la gran ruta de rutas que unía el lejano oriente con el Mediterráneo (Al respecto es muy interesante este artículo publicado en Chavetas). Valencia reunirá a las localidades esenciales de la mítica Silk Road (seguro que la mítica Samarkanda de la actual Uzbekistán está entre ellas), organizará exposiciones sobre la tradición sedera en la ciudad, así como cursos y diversas iniciativas durante un año que promete estar muy entretenido.
La Lonja, con sus virtuosas estatuas cobrando vida en los muros del edificio, sigue siendo el corazón de un tiempo que aún late con mucha fuerza. Y que tiene todavía muchas cosas que contarnos.
Sele
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16 Respuestas a “Las extrañas estatuas de la Lonja de la Seda en Valencia”
hola quisiera tener mas información sobre este tema Las lonjas de Seda si alguien me pudiera ayudar seria genial .
Cal dir que algunes gàrgoles, les d’un acabat més definit, són un afegitó del s. XX.
Hola
Le agradecería muchísimo que antes de lanzar descabelladas hipótesis sobre la simbología escultórica de la Lonja de los Mercaderes de Valencia, sería conveniente que se informara debidamente.
Muchas gracias
Él ha dado su opinión como podemos hacer todos así que si no te gusta te vas y ya esta.
me agradat molt tot la informacio que hi ha sobre la llotja de valencia
Es una maravilla y tambien como esta explicado.
gomezedeta@hotmail.com
Sobre la gárgola fornicadora…yo siempre he oido comentar que esta gárgola está «defecando» y le veo cierta lógica por la posición de las manos
Curiosamente hubo un guía que nos dijo que las manos no son las de él. Que la posición de los brazos es muy extraña y parece provenir de dentro de la piedra. Casi todas las figuras tienen su significado «pecador» o lascivo. Así que cuadra un poco. Pero a saber!! No lo había pensado hasta que lo has comentado tú y muy probablemente estés en lo cierto.
Saludos y muchas gracias por comentar!
Sele
Las conozco y la tengo Fotografías. Me siguen encantado y más tras leer tú magnífica exposición.
Son realmente una curiosidad. Me alegra que te gustara el artículo!
Un saludo,
Sele
Estuve hace unos días en Valencia y, justamente, me llamaron la atención estas pequeñas esculturas donde los escultores parecen haber dado rienda libre a su fantasía en la Lonja de la seda, por lo demás bastante convencional.
Gracias por las fotos, mucho mejores que las que yo pude obtener.
Sabiendo que la Lonja es un edificio CIVIL y no religioso, de una parte y que, de otra parte el Barrio detrás del edificio era justamente el prostíbulo de Europa, me pregunto si estas gárgolas no servían de reclama para enseñar el camino del barrio de la prostitución. Quizás también es una reacción contra la iglesia misma. No nos olvidemos de la Inquisición, de la caza de las brujas etc…No afirmo nada, solo me hago estas preguntas.
Sin duda, Sergio, mirar estas gárgolas conlleva hacerse un montón de preguntas.
Muchas gracias por una reflexión tan interesante.
Sele
Es un placer como valenciano, poder acercarme mucho más a algo tan nuestro, la explicación, aunque un poco fantasiosa, no deja de ser una apreciación lógica, muchas gracias, y me encantaria mas comentarios de otros monumentos que son muchos.
Gracias por tu comentario, Joaquín. Soy un enamorado de tu ciudad 😉
Estupendas fotos y la narración. Muchas gracias.