Mis rutas preferidas en bici por Flandes
Hay territorios que dan para un gran roadtrip, algunos donde diversos trekkings alzan a nuestros pies como protagonistas para lograr un objetivo determinado. U otros donde deslizarse en una bicicleta representa una propuesta liberadora, sana y extremadamente divertida. Y muy fácil de llevar a cabo, sobre todo cuando al visitante se le proporcionan todos los medios posibles para hacerlo posible. Este precisamente es el caso de Flandes, cuyas planicies y, sobre todo, una infraestructura ideada para un cicloturismo de calidad, permite descubrir sus múltiples facetas entre pedaladas. Sin importar en absoluto nuestra experiencia al respecto, pudiéndose realizar en solitario, en pareja, con amigos o, por supuesto, en familia. Sin más exigencias, de hecho, que las que requieren decidirse únicamente en torno a la ruta, las ciudades, los pueblos o los paisajes que deseemos transitar en nuestro empeño de viajar a Flandes utilizando una bicicleta como fiel compañera.
Ha sido Flandes uno de esos sitios donde en mayor número de ocasiones me he subido a una bici para perseguir el pasado español durante la época de los Tercios, descubrir mejor ciudades como Brujas o Lovaina o atravesar la campiña llegando a pueblos con encanto y menos conocidos. Sobre estas pequeñas rutas particulares en bicicleta y otras más que recomendables en tierras flamencas hablaré en este post para amantes de dar pedales mientras descubren el mundo.
FLANDES, REGIÓN DE EUROPA DONDE LA BICICLETA ES CULTURA
Basta bajarse en una estación de trenes cualquiera para observar a la salida un mar de bicicletas y darse cuenta de que este medio de transporte limpio y económico es parte de la cultura local. Se trata de algo tan integrado de siempre en las ciudades y pueblos de la región, que sobrepasa en uso al coche u otros vehículos a motor. Y si los propios flamencos la utilizan a diario para su vida personal, cómo no iba a ser entonces Flandes un destino favorable para promover los viajes en bicicleta para sus muchos visitantes foráneos. El cicloturismo se alza como elemento vertebrador que se adapta como un guante a las necesidades y gustos de quienes desean descubrir las distintas aristas de un territorio dominado por el arte, ensoñadoras fachadas y paisajes pastoriles ya retratados desde hace siglos por los grandes genios de la pintura.
Flandes aspira a convertirse, si es que no lo ha conseguido ya, en el escaparate predilecto para el turismo en bicicleta en el continente europeo. Además adaptado a todo tipo de visitantes, sin importar la edad o la experiencia previa. Con políticas que defienden la bici como medio de transporte número uno, rutas perfectamente señalizadas y documentadas, compañías que se encargan de facilitar la vida a los cicloturistas o alojamientos perfectamente preparados para ejercer dicha opción de movilidad. Y nutrida información sobre el tema en la propia web oficial de Turismo de Flandes, uno de los escaparates virtuales de la región.
MIS EXPERIENCIAS FAVORITAS CON LA BICI EN FLANDES
He tenido la suerte de viajar en múltiples ocasiones a la región de Flandes. Y, en no pocas de ellas, realizar algunas visitas o rutas en bicicleta. Algunas de las que mejor recuerdo guardo son:
Ruta entre Brujas y Damme
Entre canales, elevados torreones, iglesias góticas y beaterios, atravesar la ciudad de Brujas se halla de forma indiscutible entre mis mejores experiencias con la bici en Flandes. Hay numerosas compañías que proporcionan rutas temáticas, además de alquilarte la propia bicicleta para que vayas por tu cuenta si así lo deseas, por lo me pareció realmente interesante no sólo recorrer las principales calles dentro de esta ciudad de cuento sino también pedalear en la campiña. Tras bordear las murallas y dejar atrás los viejos molinos de viento me entretuve un canal en pleno campo para, a cinco kilómetros de distancia, siguiendo el sendero de Poldestraat, toparme con un hermoso pueblo llamado Damme (hay quien lo hace también en una bonita excursión en barco). No sin antes admirar el emblemático Schellemolen, un molino icónico de finales del siglo XIX, el cual anticipa de manera magistral la llegada a esta villa de hechuras medievales con su ayuntamiento gótico y casitas con encanto donde se demuestra que Flandes va mucho más allá de sus ciudades más emblemáticas (Brujas, Gante, Malinas, Lovaina o Amberes) y que merece la pena desplazarse hacia otros rincones menos conocidos.
+ Más información sobre este recorrido en el artículo: Una ruta en bicicleta entre Brujas y Damme.
Las huellas de los españoles en Gante
En un blog, y más en uno personal como es éste, la subjetividad y las emociones resultan primordiales. Por lo que no me duelen prendas para asegurar que para mí Gante no sólo es mi ciudad preferida de Flandes sino también de Europa. Y por muchas razones, aunque el mero hecho de vislumbrar su puntiaguda silueta desde el puente de San Miguel baste para justificar semejante punto de vista. Pero Gante me parece mucho más que sentarse en el suelo en Graslei o Korenlei o tomarse una cerveza en uno de los paraísos para quienes el término lúpulo está bien integrado en su vocabulario. Históricamente hablando, esta ciudad es un portento. Entre otras cosas porque en ella vino al mundo uno de los personajes esenciales en el devenir planetario, el Emperador Carlos V. Dicen que Juana de Castilla dio a luz a su primogénito en uno de los lavabos del desaparecido palacio Prinsenhof (aunque sobrevive uno de sus portones principales).
Pero son muchas más las huellas de los españoles, no sólo de tiempos del rey emperador sino también de su hijo Felipe II así como otros monarcas de la rama de los Austrias, las cuales resisten el paso del tiempo, siendo una de las más destacadas la abadía de San Bavón, antigua base de operaciones de los célebres Tercios de Flandes en esta ciudad. De ahí que recorrer en bicicleta Gante buscando estos recuerdos de siglos pasados se convierte en una ruta temática suficientemente agradecida como para llenar de contenido una visita irrepetible.
+ Más información en: Gante a golpe de pedal. Y para complementar: 12 lugares que ver en Gante. O Las huellas de del Emperador Carlos V en la región de Flandes.
Lo mejor de Lovaina
El dúo Gante-Brujas copa probablemente el cien por cien de los viajes que se realizan a Flandes. Y, si se me apura, Amberes (sin olvidar, por supuesto a Bruselas, la capital belga que suma la dualidad flamenco-valona). Pero, ¿Cómo diablos se explicaría dejar atrás Lovaina, si tiene una de los ayuntamientos más espectaculares del mundo? En la Grote Markt, el viejo ayuntamiento posee una esplendorosa fachada en estilo gótico, considerada un libro abierto de Historia con la presencia de más de doscientos personajes relevantes que tuvieron que ver con la ciudad. Por no hablar del beaterio de mayor belleza en la región.
Lovaina se trata de una ciudad muy bien pensada para los aficionados al cicloturismo, bastante plana, con un callejero muy sencillo y con una tradición y respeto reverencial a quien va dando pedales. Alquilando una bicicleta, además de los clásicos (la biblioteca, el M-Museum o admirar «La última cena» de Dirk Bouts en la iglesia de San Pedro), es posible añadir a la lista otros rincones recomendables para visitar menos próximos a pie. Como, por ejemplo, castillo Arenberg o el propio beaterio, situados a las afueras de la ciudad vieja, o incluso hacer una de las rutas monumentales o de cervecerías que organizan pequeñas agencias como Leuven Leisure (en Tiensestraat 5, a un minuto escaso de la Grote Markt).
+ Más información en: Lo mejor que ver en Lovaina, la capital cum laude del Brabante flamenco.
OTRAS 9 RUTAS CICLISTAS EMBLEMÁTICAS PARA UNAS VACACIONES CICLISTAS EN FLANDES
Lo anteriormente descrito es un ejemplo vivido en primera persona de cicloturismo en Flandes. Pero conviene poner en valor otras nueve rutas en bici por Flandes para plantearse no uno sino diversos viajes a la región. Estos icónicos itinerarios detallados en la web www.flandesenbici.com permiten interconectar los mejores parajes flamencos a través de un tema diferente. Todas ellas además vienen completamente señalizadas en sendas direcciones para comenzarlo o terminarlo donde se prefiera. ¿Qué cuáles son estas rutas emblemáticas? Ordenadas de menor a mayor kilometraje del recorrido serían las siguientes:
+ Ruta del Mosa (63 km):
El río Mosa, que separa la región de Alemania, se encarga de vertebrar una de las rutas más interesantes de Flandes. Y desconocidas para los visitantes españoles, quizás más acostumbrados a hacer turismo de ciudad (Gante-Brujas-Amberes). Allí nos espera el pueblo más bonito de la provincia de Limburgo (y probablemente de Flandes), Oud-Rekem, así como otros enclaves como la Plaza Mayor de Maaseik.
+ Ruta de la Costa (85 km):
Un recorrido por el litoral de Flandes con el Mar del Norte a un costado. Atravesando, además de la ciudad de Ostende, pequeños pueblos de pescadores, vastos terrenos ganados al mar (pólderes), coquetos bosques y una sucesión incesante de dunas. Entre sus destacados el Parque Natural de Zwin, con una ruta circular en bicicleta de apenas tres kilómetros, y la posibilidad de avistar multitud de especies de aves en esta pintoresca área pantanosa que antaño comunicaba Brujas con el mar.
+ Ruta del Frente de la Gran Guerra (100 km):
La I Guerra Mundial vivió en el norte de Francia y en el sur de Flandes algunos de sus capítulos más destacados. A través de un centenar de kilómetros se pueden divisar búnkeres, trincheras, cráteres originados por los bombardeos y una red de túneles subterráneos, además de multitud de cementerios militares (donde destaca la Colina 62). También lugares que vivieron un posterior renacimiento, como la ciudad Ypres (magnífica su lonja de paños de la época medieval y reconstruida después de la guerra) o Mesen.
+ Ruta del cinturón verde (126 km):
La propuesta pasa por bordear el anillo verde que rodea la gran Bruselas. Es un sube-baja de colinas donde disfrutar de los paisajes inmortalizados, entre otros, por Brueghel el Viejo. Y donde resulta imprescindible la visita a los castillos de Gaasbek y Beersel, corazón medieval del Brabante flamenco.
+ Ruta del Escalda (181 km):
Del sur de la región hasta alcanzar los Países Bajos, el río Escalda es el paraje líquido y dominante de la ruta. Ideal para familias, con múltiples paradas para hacer picnic, rincones de naturaleza y, por supuesto, ciudades importantes como Gante, Amberes o, algo menos popular para los turistas, Oudenaarde. ¡Pero muy sorprendente!
+ Ruta Kempen (213 km):
La Kempenroute o Ruta Kempen conecta dos núcleos urbanos como Amberes y Maasmechelen, dejando atrás una amplia diversidad de paisajes. Desde bosques a lagunas pasando por zonas de dunas. Con paradas interesantes dentro del patrimonio industrial y minero flamenco (ya que se sigue, entre otras cosas, una antigua línea ferroviaria donde se transportaba el carbón).
+ Ruta de las ciudades del arte (342 km):
Probablemente mi favorita. Pues enlaza ciudades míticas como Bruselas, Lovaina, Malinas, Amberes, Gante y Brujas con la costa del Mar del Norte en Ostende. Harán falta varios días pero merece la pena, pues la Kunststedenroute (de color rojo en las señales) toca las ciudades principales de Flandes donde el arte desempeña un papel fundamental. De la Gran Place de Bruselas, al Graslei y Korenlei de Gante. De mirar a Rubens en Amberes a pedalear por la estudiantil Malinas. De soñar con Brujas a ver atardecer sobre el Mar del Norte en Ostende.
Mi amigo Paco Nadal estuvo recientemente haciendo la ruta completa, cuya experiencia se puede ver en este gran vídeo:
+ Ruta de las colinas (459 km):
La Heuvelroute es, probablemente, las rutas más exigentes en bicicleta entre las expuestas hasta ahora, pues hace de este a oeste el sur flamenco, lo que viene a significar que toca numerosísimas colinas y requiere salvar desniveles una y otra vez. Se le recomienda para cicloturistas más experimentados y que, además, puedan contar con más tiempo para realizar los tramos que componen un recorrido que toca regiones como Voeren, Haspengouw, Hageland, así como las Ardenas flamencas y Heuvelland.
+ Ruta de Flandes (962 km): Una suma de lo mejor de las rutas anteriores es lo que propone este recorrido circular para quienes no teman sobrecalentar el cuentakilómetros (y tengan piernas o tiempo para ello). Después de este viaje, uno se convierte en una auténtica enciclopedia andante (mejor dicho, ciclista) de la región de Flandes.
Se puede conseguir mucha más información al respecto, e incluso descargar GPX (con las rutas marcadas por GPS) en la web habilitada en castellano para ello: www.flandesenbici.com.
¿Y a ti? ¿Te gusta incorporar la bicicleta a tus viajes? ¿Qué ruta de las propuestas realizarías?
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
PD: Puedes acceder a todos los escritos sobre la Región de Flandes publicados en este blog.
4 Respuestas a “Mis rutas preferidas en bici por Flandes”
Visité Flandes en agosto de 2019. Una noche en Bruselas, 2 en Gante, 2 en Brujas, 1 Amberes y 1 en Lovaina. Mis lugares preferidos fueron Gante y Lovaina. Brujas es muy fotogénica debido a ciertos rincones por los canales pero, arquitectónicamente, Gante es mucho más bonita. Y escribo esto para decir que se te olvida mencionar lo que más me gustó de Lovaina, el jardín botánico, el Kruidtluin. Es muy espectacular. El mejor que conozco, y mira que el de Valencia es brutal.
Gracias por este blog. Es muy interesante.
Hola Cristian,
Gracias por tu comentario 😉
Me apunto para la próxima vez el jardín botánico de Lovaina. Se me quedó en el tintero. Como tantas cosas, al fin y al cabo.
Un abrazo muy fuerte!
Sele
Hola, para hacer la ruta en bici de Mossad o de la costa en fin de año sería factible??? Y si no es así cual recomendarias, graciasss
Hola Belén,
Lo que veo más complejo de una ruta en bicicleta por Flandes a fin de año es que el tiempo puede ser bastante chungo. Mucha pero mucha lluvia. Yo para una primera vez y sabiendo que el tiempo puede no ser el idóneo, empezaría a alquilar en las ciudades (Gante, Brujas, Lovaina, etc.) y empezar por excursiones cortitas, ya sea por las mismas ciudades o por los alrededores.
Un saludo!
Sele