Mi Homenaje a la Ranita de Ojos Rojos (Agalychnis callidryas)

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Mi Homenaje a la Ranita de Ojos Rojos

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Ayer cuando presentaba el nuevo logo del Rincón de Sele os decía que el dibujo correspondía a la fotografía de una Ranita de Ojos Rojos tomada en Cahuíta (Costa Rica) en mayo de 2007 cuando tanto mi amigo Inti como yo nos dejamos seducir por sus vivos colores y simpática apariencia. Personalmente a partir de ese momento siempre consideré que aquella imagen acabaría siendo una metáfora de mi proyecto viajero escrito-fotográfico. Y es que la ranita representa el exotismo, la lejanía, aquellos lugares tan escondidos que parecen inalcanzables, la luminosidad y el color de un mundo lleno de sorpresas que esperan ser descubiertas por nosotros. Es por ello que me gustaría homenajear a tan insigne anfibio dedicándole el primer artículo de este nuevo Rincón.

P1010839 por ti.

P1010804La verdad es que el nombre científico de la Ranita de Ojos Rojos es Agalychnis callidryas, la cual se encuentra catalogada dentro de la especie de Anfibios Anuros y a su vez incluida en la familia de Hylidae. Reside en las zonas bajas de los bosques tropicales de Centroamérica fijándose como límites el Sur de México y el Norte de Colombia. En algunos países como Costa Rica o Panamá se han convertido en verdaderos iconos que simbolizan la Biodiversidad y la Exhuberancia de sus espacios naturales. Precisamente fue en el primero de estos países donde me topé con varias de ellas, más concretamente en Cahuíta, situada en el área caribeña a muy poca distancia con la frontera panameña. Esta es una zona propicia ya que abunda la selva tropical y se cuenta con la humedad suficiente con la que favorecer la habitabilidad de la especie.

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Está claro que lo que más llama la atención de la Agalychnis callydryas son sus abultados ojos rojos perfectamente adaptados a la oscuridad, ya que es durante la noche cuando desarrollan su actividad. Durante el día, si es que no están durmiendo adosadas al envés de una hoja, sus ojos tienen un color más anaranjado. La piel de su área dorsal es mayoritariamente verde, pero a sus lados se entremezclan líneas tanto azules como amarillas. El azul suele volcarse hacia las patas para retornar de nuevo al verde y teñir sus dedos de un naranja absoluto.

P1010974 por ti.

Las fotografías pueden engañarnos respecto al tamaño de las ranitas ya que cuando se ven al natural son bastante más pequeñas de lo que imaginamos. Estamos hablando de que el macho tiene una media de 5 cm. y la hembra no llega a los 8 cm. Si a esto le sumamos que el color de su piel tiende a confundirse con el de las hojas sobre las que están posadas no es tan sencillo encontrárselas de sopetón, a no ser que uno se guíe pacientemente por su croar en medio de la noche.

Se alimentan de toda clase de insectos, los cuales cazan principalmente entre la puesta y la salida del sol. Cuando no están engullendo moscas o grillos se encuentran acometiendo actos meramente reproductivos. Para los que no hemos estudiado el comportamiento animal ni somos veterinarios la reproducción de estos animales es más que curiosa. Yo tuve la suerte de presenciar gran parte de este largo proceso junto a las sabias explicaciones de mi amigo Inti, que es precisamente veterinario especializado en animales salvajes y que conoce todos los vericuetos de la fauna y flora de Costa Rica como pocos.

Por norma general la reproducción de la ranita de ojos rojos se lleva a cabo eminentemente en hojas se encuentran encima de pequeños estanques o charcas ocasionadas por la lluvia. Sin agua debajo no hay coito que valga. Si continuáis leyendo conoceréis el porqué. Los machos emiten un sonido corto con el que atraen la atención de las hembras, siempre dispuestas a la procreación y a la perpetuación de su especie. Después de mirarse durante un rato y entablar una conversación repleta de croacs por todas partes el macho, más pequeño que la hembra, se sube a su espalda donde se adosa gracias a sus manos y pies con el efecto ventosa que permite también pegarse a las hojas. Pero no ocurre para nada lo que muchos están pensando y esperando. Al contrario, la ranita hembra se lleva a su excitado acompañante a darse un baño en la charca o estanque más cercano para llenar su vejiga a través de su piel. Pero sin separarse, siempre juntos.

P1010834Es entonces cuando regresan a la vegetación y seleccionan la hoja que será su nidito de amor. Él encima de ella. ¿Y dónde está la cópula? me preguntaba yo sin quitarle ojo a la pareja.  Inti me explicó que la reproducción no era tal y como me esperaba, ya que siguen un ritual llamado Amplexus consistente en que la hembra va soltando lentamente los huevos (entre 30 y 80 por puesta) envueltos en una gelatina pegajosa que se adosa a la hoja y mientras el macho los fertiliza con su aparato reproductor. Es además muy normal que las ranitas vuelvan a bajar para que ella se refresque y absorba el agua, ya que al parecer sin su vejiga llena, los huevos se secarían y los renacuajos nunca nacerían.

Cuando ya se ha hecho la puesta y se retiran las ranitas, la masa pegajosa que aglutina los huevos permanece en la hoja para que a los cuatro o cinco días, si es que no se los come una culebra u otro reptil, se caigan al agua donde se rompen los huevos uno a uno para que salgan los renacuajos. Esa es la razón por la que es muy importante que haya una charca justo debajo, ya que de lo contrario, estos morirían nada más caer en un terreno seco.

P1010971 por ti.

Y una vez regresa la luz del día, la noche toledana se olvida para regresar a la soledad. Es entonces cuando cada rana, macho y hembra por separado, procede a buscarse una hojita cómoda con sombra donde dormir y evadirsde de los problemas. Total, sus hijos se crían solos y no hay ni que educarles, ni darles de comer, ni sufrir una adolescencia difícil. Así da gusto tener descendencia…

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Sele

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