No me gustan los aeropuertos
No me gustan los aeropuertos. ¡Ya lo he dicho! Lo pienso desde siempre, y me da exactamente igual haber estado en incontables ocasiones y ser, al fin y al cabo, la lanzadera a casi todos mis viajes. Los considero un inevitable daño colateral dentro de cada aventura. Como la diarrea, el mal de altura, los taxistas timadores y quienes te enganchan del brazo para que veas el género de su tienda en cualquier zoco del mundo. Para mí un aeropuerto es como un café con mal sabor que se bebe en vaso de plástico y te lo cobran como el oro. Pero un café que hay que beberse por narices y con el que hay que llevarse bien porque sin él, muchas veces, no llega la recompensa final.
Hoy me he puesto el disfraz de gruñón y tengo intención de poner los puntos sobre las ies. Desenmascararé a los aeropuertos del mundo con las razones que hacen que no me lleve del todo bien con ellos. Nos miramos de reojo pero no nos hablamos. Porque sencillamente no siempre el roce hace el cariño.
En estos momentos me bato en duelo con todos y cada uno de los aeropuertos que he pisado y pisaré en mi vida. Tengo la espada afilada y cargada de porqués. Vamos allá:
– EL SÍNDROME DEL SOSPECHOSO HABITUAL: Esto creo que nos pasa a casi todos los que tenemos la sana o insana costumbre de tomar un avión de vez en cuando. Los controles de equipaje, de metales, de documentación… A veces me llego a poner nervioso creyéndome que llevo un kilo de cocaína en la mochila o un explosivo camuflado en el champú. Me llega a latir el corazón más rápido e incluso me vienen sudores fríos de culpabilidad. Temo que salga un perro policía a recibirme y me registren en una habitación insonorizada. He debido ver demasiadas veces «El Expreso de medianoche» o quizás es la pose de anti-amabilidad que pone el guardia de seguridad que gira su cuello para vislumbrar ese gran peligro en su pantalla de rayos x que no es otra cosa que un bote de desodorante o una botellita de cristal con colonia barata. La norma de controlar hasta el máximo los líquidos en el equipaje de mano es una de las mayores absurdeces que he visto en mi vida y espero algún día la quiten. Quizás entonces dejaré de creer que el apellido Bin Laden tenga algo que ver conmigo. Por no decir que no puedes meter algo que sea de cristal por ser un «arma potencial», pero sí comprar botellas o cubertería fina de acero dentro del Duty Free de turno. ¡Vaya timo!
– EN EL QUINTO PINO: Hay aeropuertos que están tan lejos de las ciudades que representan que se tarda mucho más en ir del centro a la terminal que el vuelo en sí. Y sin son aeropuertos de Ryanair probablemente estén fuera incluso de la provincia de la que dicen estar (Es el caso del Aeropuerto Frankfurt Hahn que se encuentra en Renania-Palatinado, a 120 km de la ciudad de Frankfurt, en el Estado Federado de Hesse). Sea como fuere llegar o salir de ellos resulta una odisea convertida en trenes costosísimos, autobuses que dan mil vueltas o taxis con carrocería de oro. A la mayoría le resultan más cansados los traslados al aeropuerto que los viajes en sí. Esa lejanía extrema tiene la explicación (y mi comprensión) de que los molestos aeropuertos deben estar apartados de los lugares habitados para evitar ruidos, pero resulta que después aparecen de la nada promociones urbanísticas que se olvidan de ese aspecto y finalmente acaban estando prácticamente pegados a la ciudad. Surge entonces la idea de que nos vuelven a tomar el pelo como siempre.
– VENGA USTED CON SUFICIENTE ANTELACIÓN: No basta con tener el aeropuerto casi fuera del mapa sino que además te dicen que estés en la terminal con tiempo suficiente. Algunos te exigen un mínimo de dos incluso de tres horas (si se viaja a USA directamente es mejor quedarse a dormir en un control). Si contamos el larguísimo trayecto de ida, ese «tiempo muerto» esperando en la terminal y el inevitable retraso del vuelo… al final nos vemos casi medio día de viaje a ese lugar maravilloso llamado Aeropuerto. Es entonces cuando buscar acomodo se convierte en una nueva aventura.
– WIFI, GRATIS NO, GRACIAS: Los aeropuertos, así como los hoteles de categoría, se aferran todavía a que el acceso a la información a través de la red no debe ser gratuita ni para todos. Son muchos los aeropuertos del mundo que cobran un suculento extra por conectarse a internet con el teléfono móvil, con la tablet o con el ordenador portátil. Por fortuna empieza a haber algunas benditas excepciones (Aeropuerto de Doha, Qatar) que se salen de esos rezagados que buscan hacer negocio de absolutamente todo. El acceso a internet gratis debería considerarse un servicio de valor añadido en un lugar en el que pasamos muchas horas. Quizás así las antelaciones y retrasos sean menos desagradables.
– CARO CARÍSIMO: Una botella de agua, un souvenir, una bolsa de patatas fritas… se convierten en auténticos artículos de lujo para quienes visitamos con asiduidad los aeropuertos. Los precios se duplican, triplican o cuadriplican en cuanto cruzamos esa línea imaginaria entre la calle y una terminal. Si fuera una botella de agua cuesta 1€, en la cafetería de la terminal 1, 2, 3, A, B o C son 3€, y además se invierte proporcionalmente la cantidad de líquido que tiene en su interior. Si un simpático imán de nevera de una tienda del centro cuesta 3€, en el aeropuerto puedes llegar a encontrarlos por 10€. ¿Puede ser que vean la última oportunidad de sacar los cuartos al personal antes de marcharse? Directamente no se cortan. Y ni Duty Free ni nada. Sigue siendo todo caro carísimo.
– MISS Y MISTER SIMPATÍA: En estas ciudades llamadas aeropuertos del mundo en los que tantas horas pasamos suele haber algo en el ambiente que hace que la gente esté especialmente irritada. La gente se cabrea por estar allí mucho tiempo, más cuando les dicen que su vuelo se retrasa «porque sí», y en los stands de las aerolíneas la amabilidad suele brillar por su ausencia porque es un verdadero «marrón» tener que dar explicaciones a unos clientes enfadadísimos. Hay quien se olvida que se va de vacaciones al Caribe o pasa de largo toda la tranquilidad que ha tenido en el lugar del que acaba de venir. Es llegar al aeropuerto y comienzan las prisas, la desesperación de tenerse que desvestir en un control de metales y el mosqueo por corroborar que una vez más el avión que esperabas viene una hora tarde.
– LARGAS COLAS, ¿PARA QUÉ?: Esto es algo muy típico en España y que jamás comprenderé. Estás sentado cerca de la puerta de embarque. Tienes tus asientos asignados en tu billete por lo que tu sitio durante el vuelo está completamente asegurado. De pronto ves que media hora antes de que esté previsto embarcar la gente se empieza a levantar y forma una larguísima fila esperando ser los primeros en subirse al avión. Entonces me pregunto, ¿qué más da? Si tienes tu asiento fijado me parece estúpido tener que estar 30 minutos formando una cola absolutamente innecesaria. Hay casos de low cost en que no te asignan tus asientos y corres el riesgo de no poderte sentar donde tú quieres o con quién tú quieres si te quedas demasiado rezagado. Pero fuera de estos ejemplos lo normal es tener escrito en tu billete que te vas a sentar en los asientos X de la fila Y. ¿Por qué se forman colas para embarcar? ¿Acaso nos gusta estar de pie esperando?
– FRÍOS, IMPERSONALES, INTERMINABLES: No me siento cómodo en los aeropuertos. Es como si un halo de frialdad y apatía invadiera cada una de las salas. Sobre todo en el caso de los más grandes, en los que podrías no llegar a saber si estás en Londres, Frankfurt, París o Nueva York. Porque son siempre las mismas tiendas, las mismas escenas, las mismas voces en megafonía, la misma sensación de ser un terrorista o un narcotraficante cuando te registran en busca de algo no susceptible a subirse a un avión como un cepillo de dientes con el mango más afilado de lo normal. Y cómo olvidar esos pasillos kilométricos que hacen que buscar tu puerta de embarque sea otro viaje dentro de tu viaje… ¿Os he dicho alguna vez que odio la T4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas?
LOS ODIO…PERO NO PUEDO VIVIR SIN ELLOS
Es cierto que no me gustan los aeropuertos, que se tarda mucho en llegar a ellos, que las esperas se me hacen interminables, que facturar es, en ocasiones, una odisea, que beberse una coca-cola es un lujo, ver salir tu maleta un alivio, y que lidiar con la policía aduanera es tan apetecible como recibir una patada en el trasero. Pero al fin y al cabo son parte necesaria de algo maravilloso que hay detrás llamado viaje. En cierto modo estas «lanzaderas» que requieren aún de muchas mejoras son la antesala a lo que vivimos después.
Y aunque no me gustan los aeropuertos sé que es buena señal cuando estoy en uno de ellos porque se supone estoy haciendo lo que más me gusta en la vida. Tiene, además, su intríngulis ver gente de todas partes del mundo yendo a un lado u otro. A veces me invade la curiosidad y me pregunto, ¿de qué país serán?, ¿hacia dónde irán?, y reconozco me gusta quedarme mirando los paneles donde vienen reflejados los destinos de los aviones que aterrizan o despegan.
En resumen, no me gustan pero en el fondo me encanta saber que nos vamos a volver a ver.
Y a vosotros, ¿os gustan los aeropuertos?, ¿hay algo que detestéis de ellos y que cambiaríais de inmediato?
44 Respuestas a “No me gustan los aeropuertos”
Pues a nosotros… Nos encantan! Esa sensación de temporalidad irreal y la fantasía de imaginar el destino y las vidas de todas esas personas nos engancha. Además, un aeropuerto es la promesa de un lugar!
Aunque, sí, claro, aveces las molestias e incomodidades son tan evidentes!
Saludos!
Muy bueno Sele, estoy de acuerdo en todo, pero es especialmente significativo la ESTUPIDEZ de las personas con respecto a lo que comentas de las colas 30 minutos antes de embarcar. No busques respuestas, solo hay una, el ser humano en general es bastante torpón y estupido, lento en algunos de sus actos…..aunque algunos de los que encabezan estas colas suelen ser precisamente viajeros no habituales, o turistas de Agosto si se prefiere, OJO con todo el respeto, pero es que suelen ponerse super nerviosos por si se quedan en tierra… ja ja .
Conclusión: yo cada vez odio más todo el proceso que implica un traslado desde que sales de tu casa y llegas al destino, es horrible…..
Pos va a ser que coincidimos, eh? 🙂
Yo coincido con Ahoratocaviajar… tienen algo que fascinan a pesar de todo lo malo que Sele ha explicado, que tiene razón punto por punto, pero la ilusión que me hace ir de viaje todavía me hace pasar por alto incomodidades, maltratos, abusos…
Una de las cosas que más me gustan es que se me despierta el ojo de antropóloga frustrada, porque un aeropuerto es uno de esos lugares transversales de verdad. En un avión viaja desde el inmigrante que ha tenido que ahorrar años para pagarse el billete a el ricacho que paga por un billete lo mismo que yo por la hipoteca de un año. Me gusta observar mientras espero, ver cómo se comportan, igual que en un documental de la 2 e imaginarme quienes son y qué hacen en el aeropuerto.
El comportamiento más absurdo es el de levantarse a hacer cola, yo he llegado a la conclusión de que es para acomodar bien el equipaje de mano, puede ser eso?
Por cierto Sele… fantástico el reportaje fotográfico!
Yo odio los aeropuertos, pero me encanta volar, que al final, es nuestro objetivo. Volar nos permite tener una vista estupenda de las ciudades, llegar pronto a nuestro destino, ahorrarnos palizas de viajes en buses… Con algunas compañías incluso es agradable el hecho de poder comer o ver una película mientras lo haces.
De las colas en la puerta de embarque también me hace mucha gracia en España cuando la azafata dice aquello de «Primero embarcaran desde la fila 20 a la 40» y ahí se rompe todo orden y se cuela todo dios.
Lo del wifi es una vergüenza. Afortunadamente a veces hay algún café generoso que lo deja abierto. Es buen momento para comprobar el correo, consultar el tiempo, actualizar el blog…etc
Felicidades por tu blog y tus aventuras. Te envidio!
Suscribo todo lo que comentas; ahora mismo puedo acordarme de 3 anecdotas, que cuando estas en el momento son mas como: ¿no hay camara oculta, verdad??
1- Aeropuero de Beijing, habiamos comprado vino chino y a la hora de facturar preguntamos y repreguntamos si podiamos llevarlas en la mochila de mano. Y el chinito de turno que si que ningun problema, vamos a pasar el control y que nos las confiscan. Nosotros que no, volvimos donde el chico chino y tuvimos una pelotera en ingles, chino, castellano… de aupa. Finalmente a facturar
2- Aeropuerta de Nagoya, una vez facturadas las mochilas y listos para embarcar nos llaman por megafonia; nosotros, pues que bien seremos los primeros. Pues resulta que no, llevabamos un mechero en la mochila facturada y que estaba prohibido. En el unico lugar que en una mochila facturada nos han requisado un mechero.
3- Charles de Goulle, con una tetera comprada en Japon despues de traerla desde alli en la mochila de mano, que no la podiamos llevar en el equipaje de mano; creo que todavia se acuerdan de la bronca. Finalmente pasó
Eso si como comentan por aquí, estar en un aeropuerto es sinonimo de que algo maravilloso comienza o acaba de terminar.
A ver, Sele, que me toca a mí hacer de Pepito Grillo de nuevo: en mi opinión, TE QUEJAS DE VICIO. Vives en Madrid, capital de España y con uno de los mejores aeropuertos de Europa. Para un viajero no sabes la suerte que es, y lo mismo me vale para los que viven en o cerca de Barcelona. Simplemente usando el metro puedes ir desde tu casa y tomar vuelos directos a muchísimos destinos de 4 continentes.
Los de provincias lo tenemos bastante peor. Yo vivo a 110 km de Zaragoza, donde hay un aeropuerto donde casi no hay vuelos ni a destinos europeos, porque en Marzo los de Ryanair seguramente se largan y ni siquiera podremos volar a Roma, Bérgamo-Milán y/o Londres.
Voy a comentarte dónde fui en mis 3 viajes de 2011: a Suiza, India y Emiratos Arabes Unidos. En las 3 ocasiones tuve que recurrir a aeropuerto de Barajas. ¿Qué me implica eso? Que, aparte de ir en coche a Zaragoza (hora y cuarto), luego he de tomar un autobús hasta Madrid (4 horas y media de trayecto) o tomar un AVE (sólo 1:15 pero que me deja en estación de Atocha, no en el aeropuerto)y que en clase turista la I/V es difícil que baje de los 95 € en la mayoría de horarios. Los chollos Zaragoza-Madrid casi han desaparecido desde que el AVE llega a Barcelona.
Siempre he tenido envidia cuando, cansado y con jetlag tras un largo viaje transoceánico, los de Madrid cogen metro y bus y se presentan enseguida en su casa. En media hora desde que recogen el eqipaje ya están tumbados en su cama o sofá… Los demás tenemos que hacer el mismo recorrido que a la ida en sentido inverso. E imagínate si uno vive en La Gomera,por ejemplo.
Ni que decir tiene que al llegar al aeropuerto tengo que someterme a todas las humillaciones que acertadamente citas en tu artículo. Que sí, que es una faena lo de los controles aeroportuarios, pero eres afortunado de tenerlos tan cerca para volar al destino soñado. Y poder hacer weekends viajeros, que los de la España de provincias y rural no podemos hacer, salvo que nos tomemos 2 días más para los traslados a Madrid o Barcelona.
Un abrazo,
Ricardo.
Sufro una bipolaridad con los aeropuertos…en el viaje de ida me parecen el p… paraíso y en el de vuelta un auténtico infierno…
En el aeropuerto de BCN tenemos WIFI gratis, para cuando te acerques… 😉
Saludos Sele!!
Me pasa igual que Toni, en la ida todo me parece maravilloso, me hago mis películas de hacia donde irá la gente, de que nacionalidad serán, miro la pantalla y pienso en cuales de los destinos me gustaría visitar o ya he estado previamente. Pero a la vuelta todo cambia y el cordero se vuelve lobo…
Los controles, el tema del wifi de pago son 2 cosas insufribles, la primera porque comparada con el AVE, te tiras la vida en ellos y el wifi de pago en los tiempos que corren es un abuso sin más, no hay que darle muchas vueltas.
Luego el tema de los asientos… ¿quien los diseña y elige lso modelos? ¿No saben que hay gente que nos tiramos horas y horas allí? Un poquito de comodidad por favor…
Interesante entrada Sele 😉
Espero que vaya bien la experiencia de hoy por Granada.
Un abrazo!!!!
Di que sí. Molestia necesaria que, en algunos casos, puede ser insufrible, aunque el gusanillo del viaje lo mitigue. Peor en los viajes de vuelta a casa, sin duda alguna…
Es cierto todo lo que dices, así es. Pero lo cierto es que el comentario de Ricardo me ha llegado al alma, porque creo que tiene toda la razón 🙂 No sabes la «suerte» que tienes perdiendo sólo 2 o 3 horas en el aeropuerto al vivir en Madrid. Súmale otras 3 o 4 horas si estuvieras en cualquier otra ciudad.
Por cierto, la cara de la chica «Miss simpatía» lo dice todo, jajaja. Vaya careto.
Jajajaj! Coincido en ciertos puntos contigo, pero nosotros cada vez que estamos en ese rinconcito de Alvedro que huele a nueva aventura, se nos pasan todos los males…
Un abrazo muy fuerte Sele y FELIZ 2012, que aún no te lo había dado
Guaaaaau! Qué de comentarios! Así me gusta, que se debata y se dejen buenos razonamientos. Sois el mejor complemento de este blog.
Estoy en Baeza ahora (la charla con los alumnos del Instituto de Turismo de Granada ha sido genial) y no me he traído el ordenador. Prefiero contestar cuando llegue a casa.
Ya os he dicho porqué no me gustan los aeropuertos. Que sigan corriendo las opiones.
Gracias viajer@s!!!
Sele
Pd: Baeza promete! Mañana lo visitaremos y lo iré narrando en las Redes Sociales.
Para mi tanto aeropuertos como aviones son un medio, nunca un fin. Y un medio que no me gusta nada, pero que no tengo mas remedio que aceptar. Si no estuviera irremediablemente atrapado por el virus de los viajes jamas pisaria un aeropuerto ni subiria a un avion. Volar no me gusta, lo considero antinatural y encima no es ecologico. No esta hecho para mi, vamos.
Por cierto, se te nota algo especial al respecto de ese viaje que descubriras el proximo martes. Me da que tiene que ser algo muy grande, ¿una vuelta al Mundo quizas? He de reconocer que me tienes en ascuas…:-)
Qué bueno, creo que comparto todo lo que has puesto. Lo de las colas es lo que más me molesta pero me entra la risa cuando después de ver a la gente de pie durante media hora o incluso más dicen por los altavoces «el embarque será por filas» y hay desbandada general, jejejeje. Y de las low-cost lo peor que he visto es a la gente que deja la maleta en la cola y se pira por ahí!!!!
A ver cual es tu próximo destino, que intriga!!!
Un abrazo y espero que la charla se te haya dado bien!!! 😉
Joder, Ricardo ha dado en el clavo. Ser de provincias o de alguna isla es una jodienda si vas a en un vuelo de largo recorrido. Piensa que para pillar alguna conexion en Madrid antes tenemos (los que somos canarios)que madrugar y volar, y si ademas te toca otra una conexion europea (vuelo a Japon por ejemplo) ya ves como llegamos al destino!Por cierto, no tienes nada bueno que decir del aeropuerto de Singapur? Ese si que no es frio, tienes WiFi gratis y cualquier cosa que necesites, jeje!
Saludos
Pues yo voy a ser la oveja negra! haha
A mi me gustan mucho los aeropuertos, de verdad! Me fascina ver tanta gente arriba y abajo, cada uno con su historia, con su destino… No sé, me resulta muy excitante. Y no hablar de lo que un aeropuerto significa: VIAJE! Me mola…
Pero en realidad lo que más me mola es que el día 17 nos cuentes cuál es ese viaje que te traes entre manos! Justo un día antes de empezar yo el mío… Hay amigo, qué será, será… Esto me huele pues a que ya hay vuelo. ME APASIONA; ME ENCANTA; ENHORABUENA SELE!
Pues a mi me encantan los aeropuertos! Desde siempre, desde que pisé el primero.
Me resultan emocionantes, me transportan a otros lugares imaginando de donde será el batiburrillo de gente que siempre hay, es como estar viajando ya sólo pisar el aeropuerto.Los siento como cosmpolitas , me gusta esa mezcla de gentes… y además huelen a viaje! No sé, yo me siento como pez en el agua.
Aunque estoy de acuerdo contigo con todos los puntos que expones, pero generalmente son sólo males menores para mi.
Me ha gustado este artículo Sele! Me has hecho sacar unas cuantas sonrisas.. 😉
Yo también estoy en ascuas por el próximo destino… Desde hace ya algún tiempo, me huelo algo muy grande.. Deseando que me lo cuentes en persona la semana que viene.
Hola Sele!!
Estoy de acuerdo contigo en tus razones para odiar los aeropuertos, pero yo, que todavía soy un pequeño imberbe en esto de los viajes aéreos, siento cada vez que voy un nosequé que me hace verlos como un sitio especial. Eso sí, cada vez esa sensación va dando más paso a las que tu nos cuentas aquí.
Pero el primer punto que aparece en tu relato, el de «Sospechosos Habituales», es el que más me saca de mis casillas. Es que me pongo enfermo. ¿No es un derecho constitucional la presunción de inocencia? Porque la sensación que tienes es de que te están buscando las cosquillas para dejarte en tierra. En fin, prefiero callar para que no me tengas que borrar el comentario.
Y por último, quiero romper una lanza en favor del personal de atención al público (de cualquier parte). Ellos son curritos como nosotros, a los que muchas veces ni siquiera les dicen por qué se ha retrasado el vuelo. Y tienen que aguantar mucho, mucho.
Bueno, perdón por el ladrillo y un abrazo!!
P.D.: Yo tengo información fresca de lo del día 17…
Debo confesar que a mí me gustan los aeropuertos, los considero estrés positivo. Aunque me pongan de mal humor, todo sea carísimo me revisen hasta los dientes y haya colas kilométricas, hay algo en ellos que me atrae.
Creo que es lo que conllevan. Ahora estás en el aeropuerto y sabes que en unas horas estarás en otro sitio completamente diferente.
Un saludo crack!
Yo tengo una buena anécdota de aeropuertos, aunque en ese momento no me pareció tan gracioso :p.
El año pasado fui a Nueva York desde Palma, lógicamente con escala en Madrid.
Desde aquí, como no, el vuelo partió con retraso por lo que nos dijeron que no llegaríamos a tiempo para enlazar con el de Madrid, que fueramos a tránsitos y que la compañía nos embarcaría en el siguiente vuelo, nunca es agradable recibir una noticia así pero no teníamos otra que aceptarlo.
Así que llegamos a Madrid, hacemos cola en el mostrador correspondiente, y una amable señora (irónicamente hablando) nos dice que faltan 5 minutos para que despegue el avión, le intentamos explicar que los auxiliares de vuelo nos han dicho que habláramos con ella y que la puerta de embarque estaba a unos 20 minutos (según carteles) y ya no llegábamos, a lo que su única respuesta fue: «estais perdiendo tiempo hablando conmigo, ya podeis correr».
Sí, sabíamos que siendo la misma compañía si perdíamos el vuelo tendría que responder por ello pero por lo visto no sin antes discutir un largo rato.
Después de correr como nunca antes lo habíamos hecho,llegamos a la puerta de embarque cuando ya estaban cerrando las puertas, a mi acompañante lo dejan entrar pero a mi me dicen que me ha tocado control de inmigración (¡que suerte!), así que me llevan a un sala aparte para registrarme, ya sabés por si vas a EEUU a matar al presidente y esas cosas :p.
Tras el registro me dejan subir al avión, la gente mirándome en plan: por su culpa salimos más tarde, y yo hecha un manojo de nervios, y me da por pensar en las maletas, si nosotros hemos llegado justos no habrá dado tiempo a embarcar las maletas. Nos decidimos a preguntar al personal de vuelo, y nos confirman que no, que no es posible que hayan embarcado las maletas, porque no ha dado tiempo pero que al llegar demos los datos de nuestro hotel que no las enviarían.
Nuestros nervios aumentan, porque en Nueva York cogíamos otro vuelo a Washington y desde ahí hacíamos una ruta en coche por la costa este, por lo que no íbamos a estar en el mismo hotel; y encima nuestro inglés es pésimo con lo cual no nos podríamos explicar bien, y además no podíamos entretenernos en el aeropuerto de Washington porque como he comentado teníamos que coger el vuelo a NY.
Para más inri, en el avión me dicen que yo he pedido expresamente comida especial (disculpad mi mala memoria, se que se trataba de un tipo de comida especial árabe), lo cual no me importaba pero yo no la había pedido. Y entoncés relacioné, mi nombre ruso, comida árabe, control de inmigración, está claro! terrorista! jajaja, ya sabeis los americanos como son :p.
Por suerte al llegar a destino allí estaban las maletas, y el resto del viaje salió como esperábamos, un viaje genial. Pero el inicio fue muy atropellado.
PD aparte de este incidente, los aeropuertos me gustan pues los relaciono con lo que vendrá después, una gran experiencia 🙂
Alucinante sigo viendo el debate sobre los aeropuertos. Es un tema que tiene mucho que dar jeje
Aprovecho a pasaros un artículo publicado en un medio local de Granada sobre la charla de ayer y que me ha emocionado muchísimo:
Por cierto Floren, qué más quisiera yo una vuelta al mundo, majete jeje
El martes os cuento un viaje que del que estoy deseando hablaros. Espero no haber creado demasiadas expectativas… O sí jeje
Salimos a disfrutar hoy por Baeza. Podéis seguirnos a través de twitter y FB
Saludosss
Sele
comparto todas vuestras opiniones…y claro, es un mal necesario, pero tb depende mucho de la mentalidad con la que vas al aeropuerto…
si crees que sera todo en hora, y tal, pues te llevas un chasco, pk tipico que te cambian puertas de embarque, subes, baja, abre maleta, cierra maleta….pero aun así tiene su encanto, como todo. ademas en mi caso, experiencias muy agradables he tenido en los aeropuertos…conocer gente y hasta rerime con un policia, pasando el control (cosa mu rara rara…)
obvio que hay aeros mejores, peores…basta con alguno escandinavo, donde no solo la gente es mas civilizada, sino que tb todo el entorno es diferente, a los caos de sitios mas mediterraneos.
ya os contaré como son los aeros del caucaso! 🙂
mmmm… Como a Xixerone, a mi también me chiflan los aeropuertos aunque (igual que tú o que el) reconozco que el tema de los líquidos me saca de quicio… por no hablar de las «famosas» colas para embarcar cuando ya tienes un asiento asignado y que parece ser que nos gustan tanto a los españoles… Aún así, me fascinan su pulcritud, que sean tan asépticos como un hospital, esos techos altos…
Un saludo!
Los aeropuertos, tienen sus cosas malas y buenas. El traslado al aeropuerto (Ricardo, te apoyo en eso, los de Madrid tenemos ventaja), las largas esperas, los retrasos …
Pero siempre que voy al aeropuerto (salvo por trabajo), voy con una sonrisa en la boca, porque es el inicio de las aventuras, y cuando piso el aeropuerto es cuando se me van los nervios pro-viaje y empiezo a relajarme.
Después de facturar, vuelta por las tiendas del aeropuerto … para que, para NADA, porque como dices, todo esta carisimo, el supuesto Duty Free … Señores de las tiendas aeroportuarias, en muchos paises cuesta el tabaco mas barato fuera que en el aeropuerto (para los que fumamos), no lo entiendo, si en principio no tienen impuestos!!!! Pero siempre doy esa vuelta por las tiendas, con la esperanza de ver algo que me guste, pero hasta ahora … Lo haré por hacer tiempo o rutina aeroportuaria!!
Lo peor es cuando tienes un retraso en aeropuertos que la estación de autobús de mi pueblo tiene mas caché y encima no hay nada alrededor. El último que me tocó fue en Indonesia, en LabuanBajo (para el que lo conozca, sabrá de que hablo), cuando te dicen que hay un retraso de 5 horas, pero no te atreves a moverte de ahí, porque dicha aerolínea (Merpati) no sabes si a lo mejor son 3 horas o 10 horas o si cancelan el vuelo. Al final fueron 4 horas, que te hacen perder medio día de tu viaje, pero son los contratiempos que corres al viajar.
Al final nos guste o no, es lo que hay. Y si quieres viajar de forma rápida, tienes que pasar por ellos si o si!!!
Un saludo!
No puedo estar más de acuerdo contigo, salvo en que no me gustan los aeropuertos… Pero si coincido en todos los puntos que dices y qu hacen que sean sitios tan terribles!
Pero sabes por qué en el fondo me gustan??? Porque son precisamente la «puerta» a viajes! Si no fuera por eso, los odiaría a muerte! jejejeje Porque es verdad que son insoportables!
Saludos
Curioso… a pesar de que estoy de acuerdo contigo en todo, a mí sí que me gustan los aeropuertos. Y no solo por lo que dice MC, que es muy cierto, que son la «puerta» a viajes. No sé cual es la razón, pero me encantan. Me los recorro de arriba a abajo (siempre voy con mucho tiempo y me encanta facturar rápido para poder perderme por dentro). No sé, para mí tienen un «algo»…
Pues a mí, en general también me gustan. Simplemente porqué aeropuerto siempre va unido a vacaciones. Ahora bien, estoy de acuerdo contigo en muchos de los puntos que comentas, especialmente en lo odiosos que llegan a ser los controles de seguridad. Y mucho me temo, que con el negocio que tienen montado, eso lo tenemos de por vida. Estoy también impaciente por conocer cuál será tu próximo destino.
Un abrazo y buen fin de semana
Yo me imagino que es un gran decorado y la verdad me gustaría observarlo desde el otro lado del telón. Es curioso que en aeropuertos nuevos se hable de «figurantes» para hacer las pruebas de turno ¿verdad?.
Hay incomodidades, nadie lo va a negar, pero es un excelente sitio para contemplar a los viajeros y delar ir la imaginación.
Por cierto, seguramente «no toca» 🙂 pero aquí dejo el enlace una lista de los aeropuertos más bonitos del mundo
Saludos
Me ha gustado mucho el artículo, como dice alguno por ahí, me has hecho sonreír por momentos.
Aunque tengo que decir que lo de estar haciendo cola media hora antes yo le encuentro el sentido: más de una vez he entrado de los últimos en el avión, teniendo asiento reservado, y cuando voy a dejar mi equipaje de mano… ¡¡¡está todo ocupado porque la gente que ha entrado antes ha ocupado varios compartimentos con su equipaje!!! Y claro, si no tienes ganas de empezar el viaje discutiendo, por mucho que tengas razón, tienes que ir a dejar tus cosas en compartimentos alejados…
Así que yo si puedo soy de los primeros en entrar en el avión, así me aseguro que mi equipaje de mano viaja cerca de mí
Es gracioso el artículo…..a mi me gustan los aeropuertos porque es sinónimo de viajes…Mi rasgo es que me da miedo perder el avión entonces en viajes de larga distancia llego con muuuuuuucho tiempo.
Sele ¿ como puedo entrar en lo de próximos destinos?
gracias
Muy buenas a tod@s!!!
Nunca pensé que fuera a haber más de treinta comentarios opinando sobre este tema, por lo que esta vez contestar a todo el mundo puede ser como escribir el mismo artículo varias veces. Esta claro que lo que quería era que la gente dejara su opinión y debatiera. Y así ha sido! Gracias por compartir vuestras opiniones en este rincón viajero.
La idea era sacar esos puntos que hacen que no me gusten los aeropuertos, aunque al final el resumen delata una especie de relación amor-odio, sobre todo por lo que conllevan. ¿Qué haríamos sin ellos?
Soy consciente no sólo de que son necesarios para mi pasión viajera sino de que tengo mucha suerte de vivir en una ciudad con un aeropuerto grande. Muchas escapadas me ha permitido hasta ahora. Y así seguirá siendo, espero.
Quería comentaros que esta va a ser una semana muy especial. Por varias razones:
+ Lunes: Os contaré en directo a través de Facebook y Twitter una experiencia única que estaremos viviendo Rebeca y yo. Y es que estamos en Valencia para «cambiar de profesión por un día». Seremos entrenadores en el Oceanográfic y os lo mostraremos «desde dentro». Pasaremos un día con los entrenadores, veterinarios y monitores, que nos acercarán a la vida diaria de los leones marinos, las focas, los delfines, las belugas… Será genial!
+ Martes: Podréis saber cuál será el próximo viaje. Será una auténtica aventura con distintos ingredientes… Atentos a este día.
+ Miércoles, jueves y viernes: El rincón de Sele estará presente en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) que se celebra en Madrid.
Esta semana será una de las más intensas que recuerdo en mucho tiempo. Pero cuando es por algo bueno vale la pena.
No hay que detenerse, sobre todo cuando las ganas son muchas y la ilusión intacta.
Un saludo, viajeros!
Sele
Totalmente de acuerdo!, me he sentido identificadisima con todo lo que explicas, especialmente con el tema de los controles, pues la sensación de molestia que me provocan me irrita mucho, aún más sabiendo que todo eso no me garantiza la seguridad. Yo lo paso fatal, me pongo muy nerviosa y me siento como si fuera una delicuente y tuviera que demostrar mi inocencia, personalmente creo que en el momento en el que entras a un aeropuerto eres culpable hasta que no demuestres tú inoncencia, como una especie de estado de sitio en el que ya no tienes derechos y estes expuesto a la arbitrariedad de un señor vestido de guardia jurado que actuará en base a unas normas o criterios diferentes en función del aeropuerto en el que esté, el humor que tenga, o que tal se haya levantado!, en fin! una tocada de narices. Lo de las colas y el ansia de la gente es algo que tambien me desespera, solo hay algo que supere el ansia por subir al avión de algunas personas, y es el ansia por bajar apenas el avión ha tocado tierra. Creo que hay un premio al primer puesto, pero aún no he descubierto cual és… Y en cuanto a los precios, que decir!, en fin por todas estas y muchas otras cosas, éste me ha parecido un articulo al que solo puedo sumarme con un: AMEN!!!!!
Estupenda entrada! Totalmente de acuerdo, todo lo que citas son verdades como puños, pero a mī me encantan los aeropuertos, es algo extraño, porque poco más que nos maltratan, colas, esperas, malos modos, cacheos, te crujen por todo… y a pesar de todo, me gusta estar en ellos, debe ser un gen masoquista que pulula en mi interior. De todos modos coincido con todos a los que les parece mejor el paso por el aeropuerto a la ida que a la vuelta. A mí me encanta ver los destinos en el panel de salida, ver a la gente ir y venir… nunca me aburro en un aeropuerto. Odio llegar al avión y no tener sitio para mi equipaje de mano, así que a veces hago cola y también envidio a los que viven cerca de los grandes aeropuertos, se ahorran unas cuantas horas más de esperas y trasiegos. Me ha encantado leeros a todos 😉
Tienes toda la razón del mundo, hay cosas que son insoportables en los aeropuertos, pero me compensa soportar todos estos males porque significa que… comienza una nueva aventura! Me quedo con lo que ha comentado Fmanega, y los veo como un medio, no como un fin. Además el comentario de Ricardo ha hecho sentirme afortunado, sólo tardo 40 minutos en transporte público desde mi casa al aeropuerto de Barajas, y si tengo la suerte de que alguien me puede llevar en coche apenas son 20 minutillos. Bueno Sele, mañana nos vemos, a ver si me cuentas en que consiste ese nuevo vije que está provocando tanta expectación… jejeje
Un abrazo!
Genial Artículo Sele …
La verdad que yo que vuelo todas las semanas por trabajo (los findes vuelvo a casa -España-), me han sucedido igualmente todo tipo de circunstancias … algunas de ellas … de las que pensabas que jamás podrías ocurrir … a mi personalmente y tras más de 200 vuelos que llevo en tan sólo 3 años …. te puedes imaginar todo lo que me ha pasado …
Pero al final se aprende … hace un par de años vi una película: «UP IN THE AIR» y la verdad que tengo comprobado que lo que dice esa película es cierto, … aunque una cola en el control sea más corta que otra … y que en la corta haya chinos (o Japoneses, Coreanos, etc.) o niños … evita esa cola aunque estén sólos … te aseguro que no falla.
El tema de la seguidad llego a pensar que en la mayoría de los casos es … una auténtica estupidez porque he visto cientos de veces a la persona de seguridad de turno que mira el scanner … mirando a otro lado o hablando con uan compañera y dándole al joystick para que avance todo … eso sí …. ¡¡ los zapatos fuera y te jodes aunque esté sucio el suelo !! … además recuero haber pasado por error artículos prohibidos y darme cuenta una vez en destino …. ¿seguridad? … y en USA?? … País de la seguidad por antonomásia … como sabrás … las cintas de recogida de equipajes tienen salida a la calle donde cualquiera puede entrar … y eso de … factura, pero lleva la maleta a esos chicos que ellos se la llevan para hacerlas un control (no van directamente a cinta), y luego en Madrid el disgusto … me han robado, ¿donde? en USA … alucina!.
Y bueno, no me quiero enrollar porque tengo mil y una historias … la más reciente … tu maleta no ha llegado a Liverpool (donde trabajaba) … ok … nadie sabe donde está … llamar a Madrid y ellos decir, .. NO TENEMOS NI IDEA … y a los 10 días te llamen y te digan … ¡¡ anda !! si su maleta estaba en Madrid!! …
En fin … bueno, lo dicho, genial artículo.
Un abrazo y hasta pronto!.
Alfonso
A mi tampoco me gustan nada, pero como bien dices, sin ellos no podemos vivir.
Me uno al comentario de Ricardo. Que cierto es…esa llegada a Madrid y de nuevo ¡otro avión! bueno, o una «caja de cerillas con alas»(en el mejor de los casos, siempre puedes tener que conducir 4-5 horas o cogerte el tren que conexiona fatal con tu llegada) …mejor aun cuando aterrizas pensando que ya te has librado de esos malditos controles y zas!, ahí están escondidos por si se te ha colado algún liquido «peligrosísimo» en el aeropuerto anterior.
Lo más absurdo que me he pasado. En Helsinki, conexión de vuelo de la misma compañia. Salimos del primer avión y yo con un zumito que me habia guardado de la comida. Directamente del avión pasamos un control de la misma compañia y me hacen tirar el zumo que ellos mismos me habian dado… o_o
O mejor, en Laponia, abrirnos la maleta facturada sin avisarnos por megafonia, para quitarnos un mísero mechero (esto lo he leído en vuestros comentarios también)…eso sí nos dejaron una nota diciéndolo, para quedarnos con cara de imbécil leyéndola…y pensando qué fácil es que nos metan algo ¿no?.
Pero no olvido ese primer cacheo…una negra de 2 metros de alto con cara de pocos amigos, en Amsterdam, que me debió ver cara de traficante por que no le quedó ni un palmo por repasarme…qué horror, la de cosas que pasaron por mi mente.
En fín, que no nos gustan, pero de ellos también sacamos montones de anécdotas.
Pues si, como bien dices son un mal necesario, y aunque a mi también me agobian mucho, y comparto todas las pegas que dices, sobre todo las de la antipatia, los controles y la larga espera, hay una cosa que me molesta más y es que aunque antes me gustaba volar, ahora ya se me hace eterno, así que bueno, este punto también lo veo un mal necesario. Pero si, los aeropuertos cansan y mucho, pero como nos gusta llegar a ellos y coger un vuelo a nuestro nuevo sueño :-). Un abrazo.
Muy buen artículo, aunque hasta que no he leído casi todos los comentarios no me he dado cuenta de que era de hace más de un año. (aunque el tema nunca pasará de moda).
A mí los aeropuertos me ponen bastante nerviosa. Nervios que sólo se me pasan cuando despega el avión.
Comparto la opinión de Igor sobre esperar cola para subir al avión aunque tengas el asiento asignado. Para mi el problema no es que viajes con la maleta en la otra punta del avión sino que no encuentres dónde ponerla y te la bajen a la bodega. Me parece una putada que después de hacer equilibrios con el equipaje para que te quepa todo en una maleta pequeña ésta acabe en la bodega con la consiguiente espera a que salga por la cinta en vez de salir pitando del aeropuerto en cuanto llegas.
Lo único bueno de los aeropouertos es que son una buena opción para ahorrarte una noche de hotel (y conseguir un dolor de espalda). Eso sí, voy a tener que hablar bien de un aeropuerto, el de Jinmen. El control es rápido, hay internet, es pequeño, por lo que es fácil orientarse; el personal es simpático y hasta te lo ponen fácil para cargar tu móvil. Además, aunque está lejos de la ciudad, llegar a él es facilísimo y barato. Creo que es el úico aeropuerto que reecuerdo con cariño.
A mí me sucede igual, me molestan los controles de seguridad y me empiezo a preguntar: por qué me tratarán como si fuese terrorista, que cuando hay terroristas de verdad nunca los identifican? jaja
Muy bueno y muy acertado todo.
Saludos!
Excelente coincido plenamente.
Solo rescataría el aeropuerto de Frankfurt por su sillón masajeador y porque podes servirte gratis chocolate, cafe, cafe con leche etc.
Y luego algunos chiquitos por lo personal por tener identidad propia.
A mi me fascinan los aeropuertos, tanto asi que hasta por esa misma razón quiero ser Aeromosa, para estar mucho tiempo en ellas, no sé tienen algo que me atrae además, saber que voy a viajar a otro lugar se me hace entretenido y platicar con la gente sobreque ciudades van a visitar y luego al subirse al avión y ver las nubes, y en el autobus cuando te subes y esta frio y descansas a mi se me hace muy entretenido estar en un aeropuerto, es como una forma de olvidarte de tus problemas y saber que vas a viajar y conocer nuevos lugares y cuando vas a llegar, en mi opinión son muy entretenidos los aeropuertos!:)
Estoy contigo los aeropuertos son un asco!! pero no creis que se podría hacer algo al respecto para mejorar el servicio a los ususarios?? Con todas las tecnologias que tenemos y no se puede mejorar algo tan sencillo y esencial?
Yo creo que si, por ejemplo gestionar las colas de espera. Existen aplicaciones para el movil que te avisan si estas haciendo cola, de cuando va a llegar tu turno. Y seguro que no es muy caro! El caso es que no se esfuerzan en nada