Noche de auroras boreales en Laponia Noruega
Un largo viaje de Madrid hasta Tromsø nos había hecho llegar bien entrada la noche a nuestra pequeña cabaña de color rojo al otro lado del gran puente. La corriente de un río helado se dejaba escuchar a pocos metros y las nubes pugnaban con las estrellas por adueñarse de los cielos polares de este pequeño punto de Laponia Noruega. De repente alguien señaló el cielo y una banda luminosa que al principio percibimos como gris pasó por encima de nuestras cabezas. Tras correr como locos adentro y preparar los trípodes y las cámaras salimos fuera ante lo que para el grupo se trataba nada menos que nuestra primera aurora boreal.
La mirada enseguida se hizo a la oscuridad y lo que al principio era gris se volvió verde. Parecía imposible pero un juego de luces empezó a jugar con nosotros. Si bien el gran objetivo de nuestro viaje a Laponia Noruega era precisamente ver en directo auroras boreales, no había hecho falta más que aproximarnos a las puertas de la cabaña para disfrutar de uno de los mayores espectáculos que la naturaleza es capaz de ofrecer en estas latitudes.
Noche 1: Las auroras boreales abren el telón de nuestro viaje a Laponia Noruega
Mientras que el horizonte se iluminaba cada vez más con aquellas luces verdes, justo cuando trataba de atinar con el ISO y pelearme con exposición de la cámara de fotos, o que con que no cedieran las livianas patas del trípode, empecé a pensar en que sin comerlo ni beberlo estaba haciéndose realidad algo que me había costado varios intentos y horas bajo el frío nórdico en Finlandia, Islandia y la propia Noruega. ¡Por fin una noche de auroras! ¡Por fin! – gritaba apretando los puños. Los ojos vidriosos me confirmaron que la espera había terminado y sólo quedaba disfrutar de lo que tenía delante (o más bien encima). Estaba soñando despierto…
Aunque había algo de nubes, los verdes se las ingeniaban como podían para colarse por los huecos despejados. Al principio sólo aparecían líneas horizontales que iban y venían. Después las columnas atraídas por el campo magnético de la Tierra le añadían algo de verticalidad a la escena. Incluso llegamos a ver el baile de una «cortina de auroras», un contoneo lento pero visible que desapareció detrás de una de las colinas que se cerraban detrás del camping de cabañas.
Si bien había algo de contaminación lumínica de alguna farola, las evidencias se mantuvieron de nuestro lado durante casi una hora. Después no es que desaparecieran las luces del norte sino que un mar de nubes se ocupó de cerrar el telón definitivamente. Y nos fuimos a calentarnos a las cabañas… y a dormir a la espera de un nuevo día en el que haríamos nada más levantarnos una travesía en trineo de perros. Aunque ya habíamos soñado un buen rato antes de meternos en la cama.
Si las luces del norte son también tu sueño no te pierdas estos 10 consejos para ver auroras boreales en el norte de Europa. Mejor época, lugares más idóneos, trucos fotográficos y otras recomendaciones.
Noche 2: Cielos despejados y gran actividad geomagnética
En el área de Evenskjer, justo en la escasa separación que existe entre la Noruega continental y las islas Vesteralen surgió la mejor noche de auroras boreales de todo el viaje. Los pronósticos eran inmejorables para esta nueva oportunidad de reencontrarnos de lleno con las luces del norte. Por un lado los índices de actividad geomagnética previstos para la jornada eran excelentes (mirábamos diversas páginas web para ello, siendo especialmente útil la del Insituto Geofísico de la Universidad de Fairbanks, Alaska, de la que supe cuando estuve recorriendo Islandia). Y por el otro se avecinaba noche despejada de nubes (algo que según Marc de Tierras Polares, con quien estábamos haciendo esta expedición rumbo a las Islas Lofoten). Dos sumas que son necesarias para confirmar una noche perfecta de auroras boreales a este lado del Círculo Polar Ártico. Pero las previsiones aún tenían que cumplirse. Y de lo que más estaba preocupado era de las nubes, ya que en Noruega hacer un pronóstico del tiempo, incluso a corto plazo, es extremadamente complicado.
Cenamos en la cabaña un buen tataki de salmón fresco y mientras iba yéndose la luz solar en un prolongadísimo atardecer (durante la primavera anochece ocho minutos más tarde cada día hasta la llegada en verano del famoso sol de medianoche) salíamos cada poco tiempo a la terraza para ver si se cerraba la noche y empezaba el show. Sólo teníamos un puente delante de la cabaña, el que unía Evesnkjaer del archipiélago de las Vesteralen. Y precisamente en el puente, tanto encima como a los lados, surgieron las luces verdes de la noche. Pero era sólo el principio de un auténtico safari de auroras boreales.
A diferencia de la noche anterior, más apresurada, íbamos bien surtidos de ropa suficiente para mitigar el frío nocturno lapón. Delante de las cabañas teníamos una plataforma de madera que daba justo hacia el fuente donde instalarnos con los trípodes y empezar así la captura de luces del norte.
Hubo momentos excelentes, de pura emoción. Al no haber una sola nube el cielo se convirtió en una auténtica autopista de auroras boreales. Daba la sensación de que surgía una línea tras otra, destacándose dos inmensos arcos verdes que servían de auténticos puentes lumínicos con las vecinas Vesteralen. Por encima de la cabaña el rojo de la madera contrastaba con el color intenso de las auroras. Costaba creer que se trataba de un fenómeno natural y no de efectos especiales. Pero está claro que la realidad siempre ha superado a la ficción y así seguirá haciéndolo.
Dado que el puente reflejaba bastante luz artificial nos buscamos otro punto de visión. Nos subimos de nuevo a la furgoneta a eso de media noche (en eso Marc, de Tierras Polares, siempre estaba dispuesto a llevarnos donde le dijéramos con su vehículo) y nos alejamos aproximadamente tres o cuatro kilómetros para quedarnos frente al agua (nuevamente con las Islas Vesteralen como telón de fondo) y disfrutar de las auroras boreales con cero contaminación lumínica.
Nos decía Marc que no era sencillo dar con una noche estrellada tan completa, sin una mísera nube colándose por medio. Si mirábamos a izquierda, derecha, o simplemente al frente, donde todavía una ligera luz de fuego solar en el horizonte de Harstad completaba este halo de colores, había actividad geomagnética, la misma que para los samis tiene que ver con la muerte atrapando a nuevos miembros y que para los inuits es todo lo contrario, una bonanza de origen divino.
El baile de las auroras boreales siguió, al menos, durante dos horas más. Y a pesar de ir bien abrigados hacía un frío tremendo. Pero cualquiera se movía de ahí para dejar de contemplar el fenómeno natural por antonomasia en Laponia Noruega, el objetivo de todos quienes durante desde el otoño hasta bien entrada la primavera viajan al norte del Círculo Polar Ártico.
Para los amantes de las luces del norte es bien sabido que el área de Tromsø, las Islas Lofoten y el archipiélago de Vesteralen en Noruega son excepcionales para ver auroras boreales desde octubre hasta mayo (aunque los mejores meses de noviembre a marzo). Para nosotros era principios de abril, pura primavera y con la nieve aún sin deshacer, y la mejor oportunidad de nuestras vidas para ser testigos de algo que conviene observarlo en directo para entenderlo de verdad.
Noche 3: Terceras auroras consecutivas
Dicen que no hay dos sin tres. Y, aunque los pronósticos para la tercera noche no eran los más halagüeños había que intentarlo de nuevo. Esta vez tras la cena, todavía en Evenskjaer, comprobamos que las nubes se habían adueñado de los cielos en esta parte de la Laponia más occidental. Si mirábamos el tiempo en internet decía que «Muy nuboso» durante toda la noche. Y las esperanzas se vinieron abajo.
Pero fue justo antes de meterme en la cama (la resaca de auroras de la noche anterior nos había dejado a todos KO) cuando volví a salir a la terraza una vez más. ¡Y el cielo empezó a despejarse! Así que me despojé del pijama, me volví a «vestir de invierno» y salí fuera con el trípode. Las nubes iban y venían rápidamente pero dejaban huecos suficientes para que se pudiese apreciar una posible aurora.
En este tipo de cosas la paciencia debe ser el mayor arte. Y en ocasiones viene con premio. Como la noche anterior el puente de las Vesteralen se convirtió en un imán de auroras cruzando de un lado al otro. Sin ser tan evidente la actividad como en la jornada anterior las luces verdes se dejaron ver nuevamente. ¡Y por tercera vez consecutiva!
Esta vez el fenómeno de las auroras boreales me atrapó solo, puesto que los demás se fueron a dormir y aún quedarían ocasiones (sobre todo en nuestra etapa de Islas Lofoten) para seguir intentándolo. O eso fue lo que pensamos.
Los siguientes días de ruta tuvimos días «más típicamente noruegos» durante el mes de abril. Y, aunque la actividad geomagnética siguió siendo bastante alta, no hubo manera de volver a ver una vez más el espectáculo de las auroras boreales. Aunque tres noches de una semana no es una mala media, sobre todo si tenía en cuenta los intentos anteriores.
Dijo Paulo Coelho que «es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante». Y he encontrado en los viajes muchas de las maneras de llegar hasta ellos. Viajar al norte de Noruega fue sin duda un puente hacia esa maravilla llamada aurora boreal que nos recuerda continuamente que existe un mundo de fantasía esperando ahí fuera…
Si queréis más información sobre este destino y cómo fue nuestro viaje no os perdáis la web de Tierras Polares así como la siempre recomendada página oficial de Turismo de Noruega. Pero aquí no se han acabado los relatos sobre Laponia Noruega… aún habrá más.
¡¡Salud y viajes!!
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
+ Canal Instagram @elrincondesele
PD: Ver auroras boreales es una de las muchas cosas que se pueden hacer si se aprovecha a viajar a Noruega en invierno.
17 Respuestas a “Noche de auroras boreales en Laponia Noruega”
Amigo, excelente artículo!!! con tus escritos nos transportas a cualquier sitio, enhorabuena 🙂
Me podrías decir que tipo de cámaras utilizas para tus fotos? son increíbles!!
Gracias.
Muchas gracias Rubi,
Estas fotos están hechas con una cámara bridge Panasonic Lumix FZ45. Está ya algo anticuada y me va tocando cambiarla.
Me alegra que te haya gustado el artículo de las auroras boreales. ¡Un sueño cumplido!
Saludos,
Sele
Gracias por tu respuesta.
Aunque toque cambiarla…muy buenas fotos! jaja sigue contagiándonos las ganas de viajar compañero 🙂 🙂
Me ha encantado el reportaje de las Auroras Boreales, una preciosidad ,nunca lo había visto. Haces unas fotos maravillosas y lo explicas estupendamente , Sele. Muchas Gracias. Y continuaré siguiendo tus viajes ¡que suerte tienes! Un abrazo muy fuerte.
Hola Sele,
Me gustó mucho tu artículo de las auroras. Fotos impresionantes que siempre nos devuelven al sueño noruego. Espero la continuación para seguir disfrutando y acordarme de ese destino maravilloso.
Un abrazo
Marc
Qué bueno ver tu comentario por aquí Marc!! ¿Ya viste el de las Lofoten? Aún quedan más cosas por salir.
Fue un placer compartir este viaje con un tipo que conoce el destino tan bien (a pesar de ser culé jejeje)
Un fuerte abrazo!!!!
Sele
Hola Sele, por fin las vistes!!! que gran espectáculo!!! yo por suerte en mis cuatro intentos las conseguí ver.
Te mando este link con info sobre auroras:
clubtrotamundos.blogspot.com.es/2013/07/a-la-caza-de-la-auroras-boreales-y-iv.html
Me he quedado asombrada con el reportaje que has hecho. Ver las auroras boreales es algo que siempre me ha apetecido. Viaje mas que pendiente después de leerlo y ver las fotos.
Hace mucho tiempo que tengo en mente ir a Cabo Norte en furgoneta y poder atravesar toda Noruega de arriba a abajo. Me ha gustado mucho el artículo, me va a servir mucho de inspiración para mi viaje. Los países nórdicos me tienen enamorado.
Un saludo!
[…] te pierdas el artículo Noche de auroras boreales en Laponia Noruega en el que cuento cómo fue la primera vez que presenciamos las luces del […]
[…] Islas Lofoten he tenido la ocasión de estar dos veces. Y en una de ellas de asistir a una noche mágica de auroras boreales en esa joyita de Laponia Noruega. O, muy cerca, hacer una travesía en trineo de […]
[…] ha sido un año cargado de viajes largos y algún que otro sueño cumplido. Hemos visto bailar nuestras primeras auroras boreales en Laponia Noruega, la profunda mirada del tigre de Bengala en las selvas de la India, el brillo las nieves perpetuas […]
[…] mi amigo Isaac (Chavetas) nada menos que tres días seguidos. Y os aseguro después de vivir estas noches de auroras boreales en Laponia Noruega la larga e intensa búsqueda mereció la […]
[…] llegado apenas un día antes a Tromsø, donde fuimos recibidos con una espléndida noche de auroras boreales que se contonearon en el cielo lapón y sobre nuestras propias cabezas. Las nubes parecían llevar varios días vetadas en la ciudad […]
[…] compañero de grandes ocasiones como Irán, Islas Galápagos, o Laponia Noruega donde fuimos a la caza de la aurora boreal. Nos gusta liarlas bastante gordas y cuando surgió el nombre de Alaska nos pusimos manos a la obra […]
[…] más papeletas para regresar a casa con una experiencia que no olvidaremos jamás. Y es que una noche de auroras boreales en Laponia Noruega no se trata de cualquier […]
[…] pude contemplarlas nada menos que tres días seguidos. Y os aseguro después de vivir estas noches de auroras boreales en Laponia Noruega la larga e intensa búsqueda mereció la […]