Para Lucas….
Ahora que estoy sentado frente al ordenador tengo la tentación de mirar hacia abajo para ver si estás ahí como siempre. Fuiste un perro que nunca se separó de mi lado y creo que el sonido de las teclas te adormecía y por eso te arrimabas a la silla mientras a mí me daba por escribir cosas de destinos muy lejanos que nunca conociste. ¿Sabes que el de hoy es el artículo más difícil que he tenido que hacer nunca? Hay que ver Lucas, en vez de hablar hoy de las maravillas de Samarkanda, eres tú el protagonista. Sé que mucha gente no comprende ni comprenderá que tu marcha, siendo un animal a cuatro patas, pueda hacerme llorar como nunca lo he hecho y tener este agujero en mi estómago. Pero es que tú nunca fuiste una simple mascota. Sabes que en mi casa siempre fuiste uno más. No puedo decir ni si quiera que te sintiera como un amigo, porque aunque hubieses sido el mejor, sólo podría llegar a compararte a un buenísimo hermano. Llegaste cuando más te necesitaba, en realidad cuando más te necesitábamos todos, puesto que la casa andaba algo revuelta en esos meses de hace ahora… catorce años. No sé si recordarás que te traje en mis brazos cuando apenas tenías cincuenta días de vida y que ya estabas bastante enfermo. Yo sí me acuerdo porque me dejaste la camiseta hecha una porquería. Donde te compramos nos dijeron que si estabas malito podíamos cambiarte por otro. Pero eso era imposible. Ya te había visto los ojitos. Ya nos habías perseguido hasta la cocina para jugar con ese nudito que te gustaba morder y no soltaste en años. ¿Cómo te íbamos a cambiar por otro? Eras Lucas, nuestro Lucas, e íbamos a hacer todo lo posible para que te pusieras bien y pudieras tener una buena vida. Y eso que los veterinarios nos dijeron una noche que era muy probable que no salieras adelante, pero lo hiciste, y llegaste a vivir 14 años, que en un perro de raza grande te equipara a un humano de cien años. La pena fue que este sábado nos dijeran en dos clínicas distintas que lo mejor era dejarte ir definitivamente porque sino los dolores te iban a acribillar. Y no queríamos que sufrieras, Lucas, habías tenido muy buenos años para fastidiarlo ahora y dejarte agonizar. Ni tú ni nadie se merece algo así. Por eso ahora no estamos juntos…
En casa tenemos una gran caja llena de juguetes tuyos. Tenías de todo, no te quejarás, pelotas de goma, hamburguesas que suenan al morder, nudos que te gustaba que te intentaran quitar para tirar como un descosido y acabar los dos en el suelo y tú gruñendo… Vaya, ahora los miro y te busco sin querer. Ahora escribo esto y pienso que estás aquí tumbado. Ahora preparo algo de comer y me parece que vas a venir para pedirme que te de un extra para tí. No asumo que no voy a poder verte nunca más.
Recuerdo las veces que nos hemos ido juntos al campo para que pudieras correr. Salías corriendo detrás de las liebres y te me ibas tan lejos que pensaba que te habías perdido. Pero siempre volvías, con tu lenguaza fuera, y con ganas de seguir corriendo o buscando una piña a la que despedazar con esos dientes afilados que tenías. Incluso me parecía divertida tu maldita costumbre de revolcarte en el barro justo antes de tener que entrar al coche. Eras siempre tan oportuno… y tan gamberro. Y tan cochino, porque esa afición que tenías de comer porquerías nos tenía ya locos a todos. Una vez le robaste a mamá unas medias y nos dimos cuenta cuando te sacamos a pasear al descampado de siempre y las echaste íntegras como si nada. A veces pienso que tu estómago estaba blindado…
Hemos jugado al fútbol, al escondite (bastaba con decir tu nombre y meterme detrás de la puerta que tú salías a buscarme hasta que me descubrías) y hasta a la lucha libre (partidas que se terminaban cuando me dabas un lametón en toda la cara)… y sobre todo hemos paseado mucho juntos. Mucho, lo sabes. Como con mamá, a la que le gustaba llevarte al parque y que cuando era yo el que te sacaba me decía «nuestro perrito tiene que correr, así que llévatele un buen rato». Y eso hacía, nos dábamos una buena vuelta y regresábamos cansados a casa. Había que sacarte por la mañana, a mediodía, por la tarde (ese era el gran paseo) y de noche antes de acostarnos… lloviera, granizara, hiciera frío, un Sol de justicia o nevara. Sé que puede parecer un sacrificio, y en cierto modo lo era, pero te volvería a sacar a la calle todas las veces que hiciera falta porque me encantaba verte contento.
La gente del barrio te quería mucho. En catorce años viste crecer a muchos niños que ahora te extrañan porque siempre te portaste fenomenal con ellos. ¿Sabes lo que nos decían siempre? «A Lucas se le ve un perro feliz». Y escuchar eso me encantaba porque creo que era verdad, que tú eras feliz. Incluso a veces parecíamos intuirte bajo ese enorme hocico una ligera sonrisa. Reconozco que mi madre y yo podíamos conocer tu estado de ánimo con tan sólo mirarte a los ojos, esos que tú utilizabas para darnos pena «aposta» y que te echáramos algo más de comer. Eras muy listo, pero nosotros más… y sabíamos que era una treta para salirte con la tuya (algo que hacías muy a menudo). Aún así nos hacías caer y siempre te llevabas lo que venías buscando.
Otra cosa que formó siempre parte de tu carácter fue el ser super testarudo. Un cabezón increíble!! Sé que mamá te decía que «habías salido a mí», porque yo también soy muy de ideas fijas. Creo que es más bien algo propio de la raza Golden Retriever, cabezones como ellos solos, aunque a la vez siempre tan agradecidos y tan cariñosos con todo el mundo. Llamaban al timbre y salías a recibir a todo el que viniera, incluso llegabas a bajar las escaleras para acompañarles hasta la puerta. Una vez que estaba yo con fiebre vino un médico que salió corriendo en cuanto te vio irle a recibir. Tuvo que salir mi padre detrás suyo y explicarle que Lucas «era un perro bueno», algo que se acabó dando cuenta porque lo único que querías era jugar con él.
Te encantaba que te acariciaran. Sólo eso era capaz de aplacar tus momentos de nervios y tenerte quieto junto a nosotros durante horas sin moverse si era preciso. Era muy típico estar tumbados viendo la tele en el sillón y que estuvieras debajo mientras te rascábamos el lomo. Si nos cansábamos de hacérselo levantabas la cabeza y nos observabas con cara de decir… «¿Pero por qué me dejáis de acariciar?». Lo que más te gustaba era que te rascáramos detrás de esas orejotas que tenías o que te acariciáramos ese grueso y peludo cuello que no dudabas en levantar lo que hiciera falta.
Los mimos, salir a la calle a jugar y comer… esas fueron tus grandes aficiones. Pero había otras más que todos sentíamos y agradecíamos. Como hacernos compañía, estar juntos siempre allá donde estuviéramos. Aunque no hubiese nadie en casa, tú solito la llenabas con tu presencia. Hacías una fiesta al oir la llave abriendo la puerta, buscabas a la gente y a otros perritos mirando por la ventana sentado en ese sillón del cuarto de estar que acabaste haciendo tuyo, te escondías bajo las cortinas y levantabas tu cabeza de tal manera que parecía que llevabas puesto un traje de novia. El sonido de tus patas y tus garras yendo de un lado para el otro, el sonido que hacías al morder tus juguetes de goma o ese revolcarte en el suelo cuando te veías saciado de la comida que te habíamos puesto.
Te echamos mucho de menos, Lucas. Mamá, que estuvo haciéndote caricias hasta el final, cuando ya te costaba ponerte a caminar, está super triste y añora que le acompañes a todas partes. Siempre decía que «sacar a un perro tan grande» era demasiado para ella, pero nunca ha dudado en reconocer que le diste muchas cosas, que nos diste mucho a todos. Ya te digo que llegaste en el momento más oportuno. Te necesitaba, te necesitábamos. Y ahora, mi vida, te has marchado dejándonos un vacío tremendo, unas ganas de llorar que no se van y esa necesidad de mirar a nuestro lado y verte aquí.
Estuviste con Rebeca y conmigo en casa hace tan sólo una semana. Jugaste en el jardín, te empecinaste en morder una pelota de goma que te encontraste tirada… pero notamos que ya no estabas tan bien. Tan bien como hacía dos meses en los que todavía, a tu edad, corrías detrás de tus juguetes. Habías dado un bajón y ya no querías comer. Soportar 32 kilos de peso con esos años era toda una proeza (un milagro, decía el veterinario, que siempre dijo que era complicado que superaras los 12 años) y nos parecía hasta normal. Pero había llegado tu momento y te tenías que ir a otro lugar, a seguir corriendo, a seguir siendo feliz.
Este fue tu último vídeo, de hace apenas un par de meses:
Miro de nuevo a mi lado y no te veo. Pero tengo clavada tu carita muy nítida en mi mente. Fuiste tanto para mí. Eres tanto para mí…. Vaya, Lucas, otra vez haces que tenga que limpiar mis lágrimas. Se me hace muy duro continuar esta carta que no sé hacia dónde va. Ójala pudieras leerla y saber lo mucho que te queremos y te echamos de menos…
Sele
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PD: El miércoles retomamos los viajes y nos vamos de nuevo a Samarkanda. Necesitaba escribir esto y desahogarme. Lucas también era parte del Rincón y no podían faltar unas palabras…
53 Respuestas a “Para Lucas….”
Ojalá este fuera un comentario que nunca hubiera tenido que escribir, porque significaría que Lucas estaría aún con nosotros. Pero desgraciadamente y aunque pretendamos e incluso en algún momento creamos que lis seres que queremos van a estar a nuestro lado para siempre, la realidad es que no es así.
Lucas, yo ya te conocí tarde, cuando ya eras un perrito mayor, me hubiera gustado conocerte antes, para ver como perseguías liebres o como te subías a dormir boca arriba en ese sillón que tenían en casa preparado para tí. Pero me dió tiempo a verte, a que me miraras con tus pequeños ojos llenos de ternura, a que me pidieras que te diera unos mimos, a que te sacara a la calle para pasear, y me alegro de haber formado parte de tu vida. Ahora nos queda tu recuerdo, porque aunque pase el tiempo y este vacío que ha dejado tu ausencia se vaya llenando, que nunca se borrara de nuestra mente será tu recuerdo y todo lo que vivimos a tu lado.
Seguro que en algún momento volvemos a encontrarnos, mientras tanto sigue corriendo por el campo y rebozandote en el barro.
Un beso y un hasta pronto.
Sabía perfectamente que esta carta terminaría apareciendo por aquí, más tarde o más temprano. Que te voy a decir… que se me ha hecho bastante duro leerla ciertamente. Se bien lo mal que lo está pasando tu madre, se lo fatal que lo estas pasando tu evidentemente, y se lo mucho que Lucas ha significado en vuestra vida, lo se porque en cierto modo hasta ha llegado a significar algo en la mía. Por eso yo también lo pasé mal cuando me enteré el sábado de la inesperada noticia, y tuve que esperar un rato antes de llamarte. No hacía más de cuatro días habíamos estado hablando de el, después de que le llevaras al veterinario, y a pesar de la evidencia, Lucas ya era muy mayor, tu tenías la esperanza y la ilusión de que podría vivir un tiempo más, y yo no tenía ninguna duda de ello, porque tu estabas a su lado. Solo puedo decirte que a pesar de la inevitable tristeza, puedes estar bien tranquilo, porque se ha ido, pero puedo dar fe de que se ha ido siendo el perro más feliz y estando orgulloso del, como tu dices, hermano que ha tenido, el mejor de todos… ¡¡Animo!!.
Muchos ánimos Sele, se lo que se siente al perder a un perro, en mi caso lo perdí hace casi 2 años y fue un duro golpe, estás acostumbrado a entrar en casa y que salga corriendo a recibirte, que los primeros días o incluso semanas de la pérdida se hace raro entrar y notar que falta alguien, que algo no cuadra.
Pero bueno, como todo en la vida son cosas que pasan y que hay que superarlas, piensa que has tenido la suerte de compartir con él 14 años y que ahora posiblemente se encuentre en el cielo de los perros revolcándose en el barro e incluso igual ha conocido a mi perro, Toby y andan contándose la buena vida que le dimos 😉
Un abrazo Sele!!!
Saludos.
Animo Campeón.
Yo también se lo que es perder esas partes de la familia, ya que he llegado a tener a 8 familiares perrunos a la vez y duele mucho perderlos.
14 años son muchos años y seguro que ha tenido una vida marravillosa.
Ahora a pensar en Uzbe poco a poco.
Un abrazo Sele!
Lo siento mucho Sele, no tengo palabras de consuelo para ti. Sólo espero que puedas superarlo poco a poco, y que te queden los bonitos recuerdos de los valiosos momentos que te ha aportado Lucas en tu vida.
Un abrazo muy fuerte.
Sele,
Lo siento. Aunque nunca he tenido un perro, sé lo mucho que significaba para ti Lucas, era uno más de la familia.
Un fuerte abrazo.
¡Lo siento muchísimo Sele!
Yo también tengo una perra de raza grande y sé lo mucho (muchísimo) que se les quiere, pese a lo sacrificado de tener que sacarles a pasear y a las gamberradas que te hacen en casa. Al final su compañía compensa.
Pero es ley de vida que se vayan y has de quedarte con los buenos momentos vividos en esos 14 añazos.
Muchos ánimos en estos duros momentos.
Vaya, había entrado para leer el segundo relato de Samarkanda, y me encuentro con esta triste noticia… Lo siento mucho Sele, yo nunca he tenido perro (no será por ganas, mi madre no le gustan mucho) pero me puedo imaginar que tanto tiempo compartiendo momentos con él, ahora tiene que ser duro, y más leyendo este relato en el que reflejas perfectamente tus sentimientos.
Un abrazo y mucho ánimo!!
=(
Mucho ánimo Sele. No es fácil, pero hay que seguir adelante. Lo más importante es saber que le diste todas tus energías y tus mejores esfuerzos. Yo también tengo una perrita que sufre mucho de la barriguita, pero siempre le damos lo mejor de nosotros y tratamos de llevarla a cuanto viaje podamos. Creo que es lo mejor que podemos hacer con esos pequeños animales que llaman perros, pero que debería llamarse amigos con patas y pelos.
un abrazo grande y ánimo.
Hola Sele,
Siento mucho esta notícia, y me puedo hacer muy bien la idea de qué es lo que sientes. Los perros nos son siempre fieles, siempre están allí con nosotros cuando los necesitamos. Pero estoy seguro de que el tiempo que habéis pasado juntos ha sido magnífico para los dos, así que quédate con esto, él te hizo disfrutar y tu le hiciste disfrutar a él. Y siempre, pase lo que pase, esto será así.
Muchos animos amigo, y te mando un enorme abrazo!
Las lágrimas me han saltado a mi también Sele… Lo siento muchísimo!!! Entiendo perfectamente lo que sientes, yo también lo he vivido y como dices, se convierten en uno más de la más familia y se hace durísimo cuando ya no están.
Estoy segura que Lucas tuvo una vida muy feliz y le habéis regalado 14 fantásticos años, que son muchos!!Quedaros con eso y todos los buenos momentos que compartísteis. Como dice José Carlos, ahora estará en el cielo de los perros correteando y revolcándose, y recordando lo bien que le tratasteis y la buena vida que tuvo.
Un abrazo muy fuerte y muchísimos ánimos!!!
Yo no he perdido ningún perro, pero si un gato… La verdad es que estos bichejos se hacen querer un montón y se convierten en parte de la familia. Así que cuando toca decirles adiós se pasa francamente mal. Pero quédate con su recuerdo! Siempre te acompañará!
Ánimo!!
Saludos
Ohhh! Vaya! No es el artículo que me hubiera gustado leer este lunes, pero se que sale de lo profundo de tu corazón. Además, creo que te entendemos como nadie y en estos momentos sólo decirte que mucho ánimo, muchas fuerzas, y sobre todo.. que te quedes con lo afortunado que somos de compartir la vida con el cariño alrededor de un animalillo como Lucas, a veces más caluroso que cualquier persona. Un abrazo muy fuerte amigo Sele (y Rebeca)
Lo siento mucho Sele! No he podido evitar tener que recurrir al cleenex mientras leia tus palabras… Me pongo en tu lugar porque aunque aun no he perdido ningún «hermano» canino sí tengo a una pequeñaja de 8 añitos bastante enferma, cada vez más, y leyendo tus duras palabras hacia Lucas comprendo que tarde o temprano, y desgraciadamente me espero que será más bien temprano, me tocará vivir lo que ahora estás viviendo tú.
Mucho ánimo para todos en vuestra familia!!
Es un relato precioso y un recuerdo muy bonito de Lucas. Un beso y animo
Lo siento mucho Sele, que sepas que en Barcelona han caido muchas lágrimas al leer tu crónica sobre Lucas. Adoramos a los animales y nos vuelven locos los de esta raza por su nobleza. Siempre hemos dicho que cuando no podamos viajar tendremos uno y esperemos que nos salga con un caracter como tu llorado Lucas.
Muchos ánimos compañero
Hola Sele
Yo ya pase por esto hace un tiempo y tranquilo que la pena y el dolor desaparecen poco a poco aunque ahora te parezca muy dificil. Y ten por seguro que sabia cuanto le queriais!!!!
Un abrazo gigante y mucho animo!!!!
Qué triste es leerte hoy Sele…no sabía lo que era llorar mientras leo un blog, una web…
Pobre Lucas, aunque hay que pensar que está bien, que ha sido por un bien suyo, y que nadie vive para siempre, cuesta tanto acostumbrarnos a que ése alguien, ya no está.
Un beso Sele.
lo siento Sele, se lo que es perder un animal querido, lo mal que se pasa y lo que se les echa de menos una vez se han ido. Nos queda el consuelo de saber que lo hemos querido, que han sido parte de nuestra familia y que han tenido una buena vida.
Hemos de dar gracias a la vida por haber cruzado en nuestro camino a estos maravillosos amigos de 4 patas. Un abrazo
solo una cosa más, por favor que nadie compre perros, hay miles de animales abanonados que viven en perreras, esperando dia tras dia encontrar una familia que les de una oportunidad para ser (y hacernos) felices.
Ánimo Sele!!
Como bien dices en la carta, sé lo importante que ha sido Lucas para ti y para tu familia.
Es una lástima no poder volver a verle y jugar con él; creo que es el primer animal por el que he sentido tristeza a la hora de enterarme de la noticia. Al fin y al cabo, lucas era uno mas de los nuestros.
Eso sí, doy fe de que ha sido el perro mas feliz del mundo. De hecho, si volviera a nacer, no me importaría reencarnarme en Lucas ejej
Un abrazo!!!
Sele, lo siento, se que Lucas era muy importante para ti… pero es lo qeu tienen los perros que mueren jovenes.
Un abrazo!!
Sele, lo siento de corazón. El escrito precioso y muy emotivo. Un abrazo muy fuerte.
Muy buenas!!!
Ufff, no sé qué decir. Son muchos los comentarios y mensajes que habéis dejado tanto aquí en la web como en Facebook y Twitter. De verdad, significan mucho para mí porque es complicado a veces explicar lo mal que se siente uno. Pero me reconforta leer eso de «perro feliz», porque creo que lo ha sido. Muchas veces he oído eso de «ya querríamos muchos vivir como Lucas» y es cierto. Le hemos dado mucha dedicación y cariño en estos catorce años, que se dice pronto.
Siento que se cierra una etapa, muy larga, que pasa desde que el último año de instituto hasta ahora que llevo ya unos cuantos años inmerso en la vida laboral. Las cosas han cambiado, hemos crecido todos, aunque a él ahora le ha tocado marcharse. El veterinario lo calificaba de «milagro viviente» no sólo por sus años sino también porque estaba perfectamente, pero todo se acaba.
La pena se irá enfriando despacio, día a día, pero siempre nos acordaremos de él, de esa mirada tan tierna que tenía, de sus «cabezonadas perrunas» y, sobre todo, de verle correr feliz.
Allá donde esté seguro que está moviendo el rabo y jugando con otros perros. Seguirá siendo un perrito feliz…
Muchas gracias a todos!!
Sele
Muchisimos animos,sele!!!.Se lo que sientes,yo tambien lo pase bastante mal..pero poco a poco..disminuye el dolor..siempre estara en tu corazon recordando su vida tan feliz..los grandes momentos..piensa que fue muy muy feliz.Seguro alli donde este habra leido ese gran relato..que a sinceramente,me he emocionado mucho.Animo..y para hacia adelante!!!.un abrazo enorme..Maria y Dani.
Amigo! lo siento mucho! se que el que no lo pasa no lo entiende, pero son como hermanos, hijos, vamos, que son uno mas de la familia!
Si quieres hablar! sabes donde encontrarme
1000 besos sele.
Tu amigo
Chema
Te entiendo perfectamente porqué sé cuánto se puede llegar a querer a una mascota. Mucha gente no lo comprende pero los que tenemos mascotas nos ponemos en tu lugar y por lo que veo, a más de un@ se nos han saltado las lágrimas viendo las fotos de Lucas y leyendo tu emotivo relato. Mira, hace casi 30 años que conozco a mi marido, Josep María, y sólo le he visto llorar dos veces: la primera cuando murió Neska, su dogo alemán y la segunda, en el cine viendo la película de Hachiko, el famoso perro japonés que fue fiel a su dueño hasta su muerte.¡Qué bonita historia!. Es que sin hablar se hacen querer, se hacen entender hasta tal punto de complicidad que no se consigue la mayoría de veces entre humanos.
Llámalo casualidad o coincidencia: Hará cosa de un par de meses, mis vecinos compraron un perrito y ¿adivina cómo se llama? ¡Lucas!.
Me sorprendió mucho este nombre para un perro pero ahora cuando lo vea corretear por la terraza o cuando oiga a los vecinos regañarlo con un Luuuuuuucas me acordaré de ti y de tu mascota.
Un beso muy grande
M.Teresa
Muy emotivo.
Mucho ánimo y un fuerte abrazo.
Un abrazo, compañero.
Lo siento Sele. Yo también tengo un compañero que se hace mayor cada día. En tu caso tienes la certeza de que si ha vivido tanto es porque le habeis querido y cuidado un montón. Ahora teneis el recuerdo de lo que también él os ha querido a vosotros.
lo siento mucho…yo no he perdido perros sino gatos y me he emocionado leyendo tu carta…yo estoy convencida que todos los q se van antes q nosotros, personas y animales q tanto hemos querido, nos estaran esperando cuando llegue nuestro momento…asi q seguro q Lucas te esperara para darte un lametazo algun dia….
un saludo
Isa
Sele, un abrazo ,reconozco que no soy de mascotas,pero me has emocionado mucho con tu relato, un abrazote
Hola Sele.
Siento mucho lo de Lucas. Yo no tengo perro, pero tu relato es de las cosas más emotivas que he leído. Mucho ánimo. Un abrazo muy fuerte
Gracias de nuevo. Es impresionante cómo os habéis volcado conmigo a través de este y otros medios.
Está siendo una semana difícil, pero los recuerdos son tan buenos que incluso puedo sonreir cuando pienso en el travieso de mi perro. Seguro que está con otros perros correteando como a él le gustaba.
La carta a Lucas la escribí con el corazón y muchas lágrimas. No sé si está bien o mal, pero es el reflejo de un sentimiento.
Gracias por todo, de verdad!
Sele
Un abrazo Sele. te comprendo perfectamente
Tu dulce Lucas !
Sele, cuánto lo siento, sabes la debilidad que tenía por tu fiel compañero…por algo inexplicable siempre le incluía un saludo al final de los emails, te acuerdas ? No estaba en Las Palmas ( de viaje por trabajo )y acabo de leerte. Por mucho que intente hacerte llegar algo de consuelo sé que no podría conseguirlo; piensa tan sólo que te acompañó en todos tus sueños, en cada pedacito de viaje, en cada ilusión de tu vida pero especialmente que él también tuvo el mejor de los amigos y el mejor de los regalos: Tú…..
Un beso muy, muy fuerte……
Gracias Carlos, gracias May!
Sé que comprendéis totalmente lo que se pasa en estos casos. Estoy algo más tranquilo. Ayer, que hizo una semana, lo pasé bastante peor, pero es cuestión de tiempo. De aceptarlo. Aunque ya digo que me encuentro mucho mejor.
Un abrazo!!
Sele
Hola Sele
Me ha costado mucho escribir este comentarion So0lo puedo imaginarteb el tenerte delante y darte un superabrazo silencioso, de esos en los que no decimos nada y solo transmitamos nuestras emociones.
Llevo muchos años viajando , friolera de 30 años, y puedo decirte que lo que mas me cuesta al irme es dejar a nuestro perrito Jambo al cuidado de mi madre…..te puedo pasar unas fots de nuestros blogs de viajes, en los que se pone encima de la ropa antes de empaquetarla. o incluso dentro de la maleta……Hasta antes de la epoca digital, nos llevabamos una foto, ahora su imagen es protagonista en nuestros moviles….Va a cumplir 12 años, y se me hace un nudo en el corazon al pensar cuando nos deje…
Solo te explico una anecdota, no se si te acuerdas que hace 3 años hubo unas movida, y los manifestantes ocuparon los aeropuertos de Bangkok. No sabiamso cuando ibamos a salir, pero un dia antes me dijo mi madre, que ya se arreglaba la situacion, pues Jambo se animó y no dejaba de mirar por la ventana,…y así fue !!!
Animo y piensa que ha pasado una vida maravillosa junto a unos seres que le adoraban y el se ha ido sabiendolo
Un fuerte abrazo
Jose Luis Olaria desde Barcelona
Gracias José Luis,
Me ha emocionado mucho tu escrito. Es curioso lo de la foto del móvil. Fíjate que yo, siempre que me iba de viaje, cuando me despedía de Lucas le sacaba una foto para llevarla conmigo y verla cuando le echara de menos. En este último le hicimos el vídeo que he colgado al final de la carta, donde le veíamos tan bien pese a ser tan mayor. Y reconozco que cuando he puesto el vídeo hace poco no he sido capaz de verlo entero.
Me alegra ver que hay gente increíble que quiere y cuida a los animales.
Un fuerte abrazo!
Sele
No llores por haberlo perdido, sonríe por haberlo conocido.
Un abrazo muy fuerte!
Gracias Tux 😉
La leyenda del Puente del Arco Iris.
Hay un puente que une el Paraíso y la Tierra, y se llama el Puente del Arco Iris.
Cuando un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra muere, entonces va a esperar en este lado del Puente del Arco Iris. Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que ellos puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y seguros.
Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás en la tierra.
Todos corren y juegan juntos, pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la verde hierba, corriendo cada vez más rápido.
Tu amigo te ha visto, y cuando tú y tu amigo especial finalmente os encontrais, los dos os abrazais en un maravilloso reencuentro, para nunca separarse de nuevo. Una lluvia de besos cae sobre tu rostro; tus manos acarician nuevamente esa cabeza tan amada, y puedes mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón.
Entonces los dos cruzais el Puente del Arco Iris juntos…
Lucas te espera alli….
Joder tio lo siento muchisimo. Me he enterado hoy y aunque ya han pasado unos dias queria darte mi apoyo y dejar algo aqui escrito.
Lucas siempre ha sido un miembro mas de nuestras vidas, de la vida en el barrio, y todos tenemos algun recuerdo suyo. Parece que fue ayer cuando estabamos en los soportales del barrio y te veiamos bajar con el y nos ibamos al descampado o se tiraba en el solario, se retozaba y se comia la hierba.
Creo que es el perro que mas cercano he sentido en mi vida y leyendo tu carta, comparto algun sentimiento y no he podid reprimir las lagrimas porque si ualguna vez he echado de menos el barrio, ahi, en ese sentimiento de falta tambien estaba Lucas.
Yo siempre le he visto feliz, contento y con muchisima vida y se que sabeis que asi fué, asique en ese sentido se que estareis tranquilos.
Solo expresate mi apoyo en su perdida y decirte que en mi recuerdo siempre estará LUCAS.
1 abrazo enorme
Hola Víctor,
Me he emocionado leyéndote. He recordado cuando nos íbamos a bañar a los asientos y me llevaba a Luquitas que no hacía más que revolcarse y mojarse en el río. Es cierto que era ya uno más del barrio y que ha sido mucha gente la que ha compartido algo con él. Pero estoy tranquilo porque sé que fue muy feliz.
Por cierto, a ver si nos vemos, que hace siglos. No podemos a Bunbury de concierto en concierto! jeje
Un abrazo, amigo,
Sele
Ché flaco, me hiciste llorar, viste? agarré un pañuelo para secarme las lágrimas. Querido Selestino, este fue el mejor de tus relatos, es muy lindo. Os engrandece como ser humano que acá dedicaras a Lucas unas lineas y que las compartieras con tus compadres viajeros. Os respeto, pibe, sos bárbaro.
Isaac Molina, ¿cuánto tiempo sin verte por aquí? Se te echaba de menos por este rincón y se agradece aparezcas ahora. Con las ganas que tenía de comentar contigo el viaje a Uzbekistán y cómo aprendí lo que hizo un gran viajero como Ruy González de Clavijo, que seguro conoces.
Un fuerte abrazo al otro lado del charco de tu amigo Sele!
Gracias por lo de Lucas,
Sele
Me has hecho emocionar, precioso relato. Se lo que sientes, ànimo y como
dice Tux : sonríe por haberlo conocido
aissshh, qué pellizco Sele.
Piensa en que fue un ser feliz que cumplió su ciclo vital, y que tu le diste lo mejor… es lo que me consolaría un poco a mi.
Un abrazo,
xan
Sele,
Recuerdo cuando entre en tu pág. por primera vez y leí el artículo en el que hablas sobre tí y en el que también citas a Lucas. Entonces me sentí identificada contigo porque nosotros también somos uno más en la familia.
Desde el principio hasta el final de tu relato he llorado como una niña pequeña pensando en Lucas y en Cromm (mi pequeña fierecilla) y en lo maravilloso que es tener un compañero de viaje y de vida, aunque sólo sea por unos años!
Un fuerte abrazo y ÁNIMO!
Hola Patricia!
De verdad, muchas gracais. Ya ha hecho más de un mes y le echo muchísimo de menos al pequeño Lucas, pero cada vez van pesando más los recuerdos buenos y empiezo a pensar en él con una sonrisa.
Son nuestros compañeros de viaje, ¿verdad? Lo que hay que hacer es quererles y cuidarles mucho.
Un beso fuerte y gracias por tus palabras,
Sele
Sele. soy de la ciudad de México y siendo las 3:08 de la madrugada he de decirte que me ha conmovido la manera en que te expresas de Lucas, ya que en esas palabras encontré las que describirían a la perdida de mi perrita Maxi que me acompaño por 18 años, comparto tu dolor y a la vez tu alegría por haber dado y recibido mucho cariño de un ser que jamas te abandonara aunque no este con nosotros.
No me queda más que enviarte un cordial saludo y felicitarte por este gran sitio en el que nos permites ver lugares hermosos.
sin mas por el momento, recibe un fuerte abrazo desde México.
atentamente, Rubén Lababastida Alejo
8-9-2004 nació Noah, una peludona partor alemán que nos dejó este lunes 9-9-2013 después haber peleado lo indecible. Después de dos años he vuelto a leer este artículo con sus comentarios. Para calmar el dolor los he tomado como balsamo. También reconforta que no la van a dejar sola otros compis como Lucas, Toby,…. Ahora solo siento las palabras de Sele y las que repetía Ana, mi esposa,una y mil veces.
Sele -Sé que mucha gente no comprende ni comprenderá que tu marcha, siendo un animal a cuatro patas, pueda hacerme llorar como nunca lo he hecho y tener este agujero en mi estómago.Te echamos mucho de menos, Noah.
Y ahora, mi vida, te has marchado dejándonos un vacío tremendo, unas ganas de llorar que no se van y esa necesidad de mirar a nuestro lado y verte aquí.
Ana -¿Cómo se puede querer tanto a esta cosita tan peluda?
[…] para no sonreir todos los días. Toda mi familia está cerca y me apoya. Salvo mis abuelos y mi pequeño Lucas, que ya se fueron lejos, todos están a mi lado. Despierto cada día con una chica que me hace […]
[…] No abunda la poesía como podéis comprobar. A día de hoy puedo decir que viajé lo que pude, tuve un perro al que adoré como a un hermano, no dejo de hacer rutas por castillos de cuento, llevo disfrutadas cuatro Copas […]