Particularidades sobre los safaris para ver tigres en India
Recientemente tuvimos la ocasión de buscar la mirada del tigre de Bengala en el corazón de la India. Nos centramos en los parques de Kanha y Bandhavgarh, al sur del Estado de Madhya Pradesh, puesto que según todo los censos es donde encuentra la mayor densidad de tigres en el continente asiático. Y, por tanto, donde existen ciertas posibilidades para ver ver y fotografiar en libertad a estos grandes felinos. Aunque para ello sean necesarias altas dosis de paciencia y, sobre todo, de suerte.
A continuación he recopilado algunas particularidades sobre este tipo de safaris para ver tigres en India para conocer mejor cómo funcionan, sus diferencias con los safaris en África y, de ese modo, poderle sacar el mejor partido a uno de los viajes de naturaleza más apasionantes que se pueden llevar a cabo en el mundo.
Recomendaciones y consejos a tener en cuenta en los safaris para ver tigres en India
En la primera expedición del Comando Piraña (un equipo de dos con el que nos denominamos mi amigo Víctor Alonso y yo) nos propusimos viajar a India y no regresar a casa hasta que no viéramos, fotografiáramos y filmáramos en movimiento al mayor felino que existe. Nuestra misión se vestía de naranja y rayas negras, y también llevaba unos colmillos de impresión. Pero ver tigres en su estado salvaje no es fácil ni mucho menos. A pesar de encontrarse en distintas áreas de países como India, Bangladesh o Nepal, por ejemplo, son muy huidizos, y se esconden en selvas cuanto más tupidas mejor. En los años setenta se vieron al borde de la extinción porque su hábitat menguó debido a la deforestación y, sobre todo, su talón de Aquiles fue la caza indiscriminada de un animal al que llamaban «el devorahombres», un auténtico demonio de la naturaleza.
Parques de Madhya Pradesh como Kanha y, sobre todo, Bandhavgarh, son los líderes de una red de reservas naturales en las que los safaris para ver tigres en India en libertad han demostrado a la población que vale más un tigre vivo que cien muertos. La conservación del territorio ha aumentado la población de estos felinos en el país, lo que ha repercutido en un aumento de viajeros que incluyen este tipo de safaris fotográficos en sus viajes a India y, por tanto, de infraestructuras turísticas que requieren una mano de obra local beneficiada por esta situación. Siempre he pensado que una cámara de fotos tiene más fuerza que cien escopetas y que poco a poco entre todos se logrará apartar a muchos de los desalmados que logran la excitación disparando a matar.
Durante nuestra expedición tomé nota sobre este tipo de safaris, dado que no existe demasiada información en la red, y conviene dejar algunos conceptos claros antes de preparar el viaje. Allá van:
La del tigre es una misión complicada (pero no imposible)
– El tigre es muy pero que muy difícil de ver. Cuanto antes asumamos esto mejor. De hecho existen posibilidades, y no pocas, de no tener éxito si hacemos un safari en estos u otros parques de India con el objeto único de observar y fotografiar tigres de Bengala. Conviene tenerlo claro lo antes posible y erradicar toda presión posible, puesto que ésto puede llegar a impedirnos disfrutar de una gran experiencia en la naturaleza. Bandhavgarh (si se entra por la puerta 1) y Kanha (Mukki Zone y Kanha Zone, sobre todo), sobre todo, son escenarios naturales formidables, con extensos bosques, lagunas y una cantidad de avifauna sorprendente que no se limita exclusivamente a los grandes felinos.
A la salida de los parques se puede leer un cartel con el rostro de un tigre dibujado en él que dice: «No te decepciones si no me has logrado ver. Porque yo sí que te he visto a ti». Y tiene razón el mensaje, el mero hecho de vagar por el territorio del tigre es suficientemente emocionante. Esa adrenalina que se suelta al rastrear un animal de este tipo, salir con un gran objetivo, hace que sea suficientemente bonito para que podamos pasarlo muy bien.
– Como en todo en esta vida, el éxito se mide no sólo en la suerte que te acompañe sino también en el trabajo, en este caso en el número de veces en que lo intentes. Si vas a un parque como Kanha, Bandhavgarh, Pench, Panna o el famoso Rathambore en el Rajastán, con hacer un solo safari es posible que no valga. El número de ocasiones que dispongas es directamente proporcional al aumento de probabilidades de que un safari para ver tigres en India tenga un final feliz.
– Las potenciales presas del tigre de Bengala tienen sus propias alarmas para avisarse las unas a las otras de la posible presencia del gran felino. Los ciervos e incluso los monos langures son los más escandalosos. ¡Pero es que hasta las aves participan de esta alarma colectiva! Estar atentos a los sonidos de la naturaleza puede ser clave para identificar el área donde puede encontrarse un tigre en esos momentos. Casi todos los avistamientos que se hacen en esta clase de safaris para ver tigres en India tienen como preludio una alerta dada por los propios animales.
– Resulta más sencillo ver a las hembras del tigre que a los machos (hay dimorfismo sexual, ellos son mucho más grandes que ellas). Las hembras están supeditadas en numerosas ocasiones al cuidado de sus crías, por lo que se mueven menos de su zona, mientras que los machos son solitarios y recorren más kilómetros para cazar o marcar el territorio. Si se ven dos machos juntos… es que su intención es pelearse para demostrar su liderazgo. Incluso los padres matan a sus hijos (y viceversa) cuando son mayores y los ven como un rival. Su descendencia termina siendo su mayor amenaza.
¿Kanha o Bandhavgarh?
– Si el objetivo número uno de viajar a India es ver el tigre de Bengala en su estado salvaje y hay que decantarse por un solo parque, es Bandhavgarh el que más fácil lo pone. Simplemente porque su extensión es pequeña y hay un número considerable de tigres en su territorio. Si bien es cierto que se tiene acceso hoy día a un 20% del parque, sería muy mala suerte no ver al tigre al menos una vez si se llevan a cabo al menos tres o cuatro intentos. En cuatro safaris (y con safari me refiero a una salida de mañana o tarde, no de todo un día) hay en torno a un 50% de posibilidades de regresar al hotel con un momento que no olvidar nunca.
– Si el deseo de ver el tigre es compartido con el de disfrutar de la belleza de un parque natural, quizás el más apropiado sea Kanha, que es además donde se basó Rudyard Kipling para escribir El Libro de la Selva que después Disney llevara al cine en su versión de dibujos animados. Este parque es hermosísimo, pero sus dimensiones son tremendas (casi 2000 km2), lo que complica bastante el tema de ver tigres. Aunque últimamente se está logrando avistar muy a menudo en el área de Mukki (nosotros lo hicimos).
No sólo tigres…
– No conviene olvidar que además de tigres de Bengala en estos parques hay leopardos (más escurridizos aún que éstos), osos asiáticos, ciervos moteados (el plato preferido del tigre), los míticos sambar (ciervos de gran tamaño), barasinghas (ciervos de los pantanos), monos langures, búfalos o incluso ocasionalmente se dejan ver los nilgó (toros azules, los mayores antílopes asiáticos que existen). Además, por supuesto, de un número ingente de especies de aves. Los bosques de Madhya Pradesh se han convertido en auténticos favoritos para los aficionados a la ornitología (acuden muchos británicos para fotografiar aves sin importarles si ven el tigre o no).
– Las aldeas que hay en los alrededores de Kanha y Bandhavgarh son muy pintorescas. Con casas blancas y azules y enormes patios interiores, proporcionan una imagen de la India rural muy agradable. La gente es estupenda en esta zona y no existe el stress (ni el acoso al turista) que hay en determinadas zonas turísticas del país. Cualquier pueblito anónimo puede ser la «aldea de los hombres» que aparece en El libro de la Selva y merece la pena visitar cualquiera de ellos así como compartir tiempo con los agradecidos lugareños a los que les encanta recibir gente. Además tienen más historias sobre tigres de las que nos podamos imaginar. Y es que viven prácticamente en el mismo territorio.
Consideraciones sobre los parques (mejor época, reservas, horarios, cómo llegar, etc.)
– Es normal que los parques naturales (ejemplos Kanha y Bandhavgarh) tengan dos horarios diferentes, uno de mañana (normalmente entre las 6 de la mañana y las 11:00) y otro de tarde (de 15:00 a 18:00). Cada vez que se reserva un safari se está haciendo en uno de estos tramos. Las mayores probabilidades de avistar fauna salvaje es a primera hora de la mañana y última de la tarde. Muchos de los depredadores, entre los que se incluye el gran tigre de Bengala, son de hábitos nocturnos, pero a horas tempraneras y crepusculares es normal que salgan de un letargo provocado por el calor que les hace pasarse durmiendo casi todo el día (sobre todo en abril, mayo y junio, donde las temperaturas son extremadamente altas).
– El clima de la región tiene dos temporadas diferenciadas. Los veranos (de mayo a octubre) son muy cálidos y muy lluviosos por culpa de los monzones. Los inviernos (noviembre a febrero) tienen noches muy frías y durante el día se llegan a los 20 grados. Los parques de Kanha y Bandhavgarh cierran desde julio a mitad de octubre porque los terrenos se vuelven impracticables para los vehículos de safari. Si bien se recomienda visitar estos parques durante «su invierno», las bondades de abril y mayo (y primeros de junio) se traducen en un aumento de posibilidades de ver al tigre. Con el calor y la desaparición de los cauces de arroyos y lagunas, se ven obligados a ir a ríos más grandes o lagos más conocidos, quedando más expuestos de lo que a ellos les gustaría. «Hay zonas en las que es difícil que fallen en verano» nos confirmaron algunos especialistas de Kanha.
– Los safaris en los parques de Kanha y Bandhavgarh deben reservarse con antelación suficiente. En temporada alta se agotan un 90% de las reservas, quedando tan sólo un 10% que se pueden vender in situ (y se habla de gente haciendo cola durante la noche para poder salir a las 6:00). El método más usual y diría que fácil es hacerse con el conocido como Jungle Plan que ofrecen algunos hoteles próximos a estos parques. Es un paquete que gestiona todos los permisos que necesitemos (conviene tener claros los días que estaremos en cada uno de los parques) y que incluye, además de guía, un hotel con pensión completa. Muchos alojamientos son tipo lodge en mitad de la nada y sólo ofrecen esta opción, utilizando siempre como intermediarias a las agencias de viaje. La española turistaloserástú.es gestiona viajes a medida de este tipo en parques de Madhya Pradesh como Kanha, Bandhavgarh e incluso Pench. Los precios parten de los 1000/1200 euros por persona como mínimo (alrededor de 5 días y 6 noches) y aumentan en función de los días, los traslados internos y la calidad de los hoteles elegidos.
– Es MUY IMPORTANTE a la hora de preparar el viaje que se tenga en cuenta de que Kanha no permite los accesos los miércoles durante todo el día mientras que Bandhavgarh cierra únicamente las tardes de los miércoles. Si nuestro viaje coincide con este día de la semana y tenemos pensado visitar los dos parques una buena idea es hacer el safari de la mañana en Bandhavgarh y realizar el traslado a Kanha, que viene a durar unas 7 horas en vehículo privado. Así no desaprovechamos nuestras opciones.
– Jabalpur es la ciudad de Madhya Pradesh con aeropuerto que queda a mitad de camino entre ambos parques (aprox 3-4 horas tiene a Kanha al sur y Bandhavgarh al norte). Se puede llegar a ella en tren directo desde Delhi, pero tienen una duración aproximada de 15 horas, para las que habría que añadir las de un taxi/vehículo contratado con conductor. Lo más aconsejable es tomar uno de los dos vuelos diarios que hay desde el aeropuerto internacional de Delhi (salidas domésticas) a las 9:00 de la mañana y a mediodía, y que vienen a durar apenas hora y media.
– Desde Khajuraho (donde los templos del kamasutra Patrimonio UNESCO) no hay demasiada distancia con Bandhavgarh (aprox 5 horas) ni con Panna (1 hora, pero muy pocos tigres dentro de este nuevo parque natural) en vehículo privado.
Comparativas con otros destinos de naturaleza
– Si uno está acostumbrado a los safaris en África, o éstos son su única referencia en cuanto a viajes de naturaleza, cabe destacar que en India aún no se ha llegado a su nivel en la calidad de los safaris. La profesionalidad de los conductores/guías aún está muy lejos de lo que se debe esperar en este tipo de safaris tan exclusivos y se nota que muchos de ellos cometen errores de parvulario del tipo «ser muy ruidosos o acercarse demasiado a los animales, etc.» En nuestro caso buscando tigres, los guías se ponían más nerviosos que nosotros y eso que los han visto decenas de veces. En una ocasión tuvimos la suerte de encontrar a dos leopardos intentando cazar un ciervo, pero se quisieron acercar tanto y fueron tan poco discretos, que los felinos (que son más difíciles de observar aquí que a los propios tigres) salieron corriendo enseguida. Si yo hubiera sido leopardo también lo hubiera hecho…
En un safari el 80% es el guía. Y los que proporcionan los hoteles a veces son buenos o lo intentan (lamentablemente no siempre). Pero los parques exigen que vaya un funcionario con ellos en todos estos viajes, supuestamente para ayudar a los conductores con los avistamientos, que no se sobrepasen ciertos límites y actuar como observadores, y éstos terminan siendo más un estorbo que otra cosa. Es importante nada más llegar al hotel o lodge dejar claros nuestros objetivos y exigir un conductor que, al menos, sea buen profesional y un mejor rastreador. Y si no nos gusta, no hay que callárselo sino decirlo al responsable del hotel o de las excursiones, que será raro que no lo cambie.
– Hace algunos años al parecer se cometían muchos errores garrafales con la gestión de estos parques naturales, así como con el comportamiento de los guías. La ley de protección del tigre de 2012 hizo disminuir la extensión de los parques a los que se podía entrar, se recortó ostensiblemente el número de coches en los safaris de mañana y de tarde, prohibiendo además los de la noche así como el conocido como «tiger show» en que un mahout en elefante localizaba al tigre y hacía el recorrido con turistas subidos a él una y otra vez. Esto importunaba a los animales, que no les dejaba ni cazar ni descansar durante las horas de sol, por lo que se terminaron atendiendo las peticiones de los ecologistas que veían que esta zona estaba a punto de convertirse en un auténtico circo.
En definitiva, para resumir todo esto que acabo de contar en breves palabras creo que hay que quedarse con que: Uno no debe obsesionarse por el tigre y abrir la mente a más cosas, se debe reservar con mucha antelación, olvidarse de julio, agosto y septiembre, no esperar el trato y las formas de los safaris en Kenia o Botswana y detenerse, al menos, en una de las aldeas de los alrededores para disfrutar de la versión completa de la película. Son extrapolables, igualmente, muchos de los consejos para hacer un safari en África que publicamos en este blog hace varios meses en cuanto a vestimenta, equipo fotográfico, comportamiento, etc.
Y, tienen razón, no nos agobiemos si nos volvemos a casa sin conseguir la misión del ver tigres salvajes. Ellos sí que nos habrán visto a nosotros…
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
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2 Respuestas a “Particularidades sobre los safaris para ver tigres en India”
Me gusta hacer safari por ver tigre en parque nacional . Aqui usted ha explicado bueno
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