12 cosas que ver y hacer de viaje por Gante - El rincón de Sele

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12 cosas que ver y hacer de viaje por Gante

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Tengo grabada en la mente la primera vez que miré a los ojos a Gante. Acababa de venir de Brujas y me hallaba en el Puente de San Miguel (Sint-Michielsbrug) al poco de bajarme de un tranvía proveniente de la estación. En ese punto concreto puedo asegurar que comenzó mi idilio con Gante y el que a la postre sería una especie de amor platónico. Frente a mí se disponía de forma casi milagrosa un paisaje urbano lleno de monumentalidad y armonía. Y no sólo eso, disfrutaba de una de las postales más hermosas que jamás vería en Europa. A posteriori descubriría sus rincones más bellos como Graslei y Korenlei, los muelles principales de la ciudad, o el imponente castillo de los Condes de Flandes. Pero no tuve más remedio que provocar aposta que no fuera aquel mi único viaje a Gante y poder regresar a la ciudad flamenca, mi preferida en la región, cuantas veces fuera necesario. De ese modo, seguiría indagando por sus calles y canales, incluso utilizando la bicicleta para moverme. Con esta última van ya tres escapadas a Gante, todas muy diferentes entre sí.

Graslei en Gante (Flandes, Bélgica)

Para quienes no conozcan aún Gante o quieran retomar su idilio con la capital de Flandes Oriental que vio nacer a Carlos V, he dispuesto una serie de ideas y consejos rescatados de mi cuaderno de notas con los que aprovechar al máximo la estancia en la ciudad. Me gustaría mostraros a continuación 12 cosas que ver y hacer en Gante, la que para mi es la más incomparable de las ciudades flamencas. 

Gante, el orgullo de una ciudadanía

Dicen que en Gante la gente se vuelve algo obstinada en sus pretensiones. Y no sólo los ganteses. Lo fue incluso Doña Juana de Castilla, recordada por la Historia como Juana la Loca, quien estando en la ciudad decidió asistir a una fiesta en el Palacio Prinsenhof cuando se hallaba en un avanzadísimo estado de gestación para no dejar solo a su libidinoso marido Felipe el Hermoso. Sus celos enfermizos le llevaron a dar a luz en el cuarto de baño. Y no a un varón cualquiera, sino al que sería el futuro Emperador Carlos V, cabeza de un gran Imperio donde el Sol no se pondría durante siglos.

Edificios de Gante (Flandes, Bélgica)

Los ganteses, considerados unos rebeldes natos, no se lo pusieron fácil al propio Carlos V (él tampoco a ellos) y se revolvieron de manera más frecuente que en otras ciudades del Imperio. En una ocasión como castigo para sofocar una revuelta hizo que cientos de los habitantes que habían protestado por varias de sus medidas, caminaran hasta su palacio con una soga al cuello como símbolo de «Ni una más o ya sabéis lo que os espera». Varios siglos después todavía se recuerda este hecho con la gente celebrando las fiestas de la ciudad con cuerdas enrolladas en el cuello.

Estatua con la soga al cuello en Gante (Flandes)

Daba igual si borgoñones, si eran reyes, condes o poderosos emperadores, que en Gante se luchaba por todos y cada uno de los derechos obtenidos a lo largo del tiempo en el que fuera un gran puerto fluvial con salida al Mar del Norte. Su riqueza fomentó un burgo fuerte y se rentabilizaban las mercancías que llegaban en barco por los río Lys y el Escalda, una confluencia más que casual que había facilitado el nacimiento y posterior expansión de la ciudad. El declive llegó con la pérdida de su acceso al mar, pero Gante volvió a resurgir y sus grandes construcciones nos permiten hoy en día admirar una de las ciudades más hermosas no sólo de la Región de Flandes sino del continente europeo.

Gante forma parte del itinerario recomendado de 5 días en 5 ciudades de Flandes.

Consejos para ver y hacer en Gante

Bélgica posee unas comunicaciones envidiables que permiten ir de una punta a otra en tan sólo un par de horas. El aeropuerto de Bruselas, así como las muchas conexiones low cost en Charleroi (Os recomiendo leer 3 rutas distintas desde Charleroi) permiten una escapada rápida a múltiples maravillas belgas dada su cercanía. Por ejemplo el Aeropuerto Internacional Zaventem de Bruselas se encuentra tan sólo a sesenta minutos en tren de Gante o a apenas hora y media de Brujas. La red ferroviaria del país se caracteriza por ser eficaz, veloz y económica. Los horarios son amplios y casi podemos estar hablando de trenes de cercanías que tomar utilizando billetes abiertos expendidos en taquillas presenciales o electrónicas para su uso en un día concreto.

Castillo de los Condes de Flandes en Gante (Flandes, Bélgica)

Gante es una ciudad que da para estar mínimo un par de días para asimilarla mejor. Si bien es cierto que su casco histórico es pequeño y concentra gran parte de sus atractivos turísticos, un día puede considerarse algo escaso para nuestra visita (aunque no voy a negar que para hacer los lugares TOP puede valer). En este caso no está de más considerar hacer una visita guiada en castellano entre cuantas se ofrecen para ponerse en situación. Pero, como he comentado al principio, Gante da para regresar en múltiples ocasiones y seguir sorprendiéndonos de su gran oferta cultural y de ocio todos y cada uno de los días del año. Además, al ser universitaria (más de 70.000 estudiantes), cuenta con mucho ambiente y movimiento sea el mes que sea. Y el día que sale el más tibio rayo de sol, es buen momento para callejear, irse de terrazas o quedar con la gente en Graslei.

El callejón de los grafitis de Gante

Este es el plan que propongo para un viaje a Gante aplicable para una duración de uno o dos días:

1. Hazte con la CityCard Gent, un pasaporte para toda la ciudad

Muchas veces las City Cards de algunas ciudades del mundo se nos quedan pequeñas o, simplemente, no compensan. Este no es el caso de la que se ofrece en la Oficina de Turismo de Gante (en Sint-Veerleplein número 5) o en algunas de las grandes atracciones participantes. Por 38€ la de 48 horas y 44€ la de 72 horas (no sería mala idea sacar una de 24 horas) se incluyen entradas a monumentos, casas históricas o museos, el transporte en tranvía o autobús urbano, un paseo en barco por los canales (imprescindible), el uso del tranvía del agua (como mero medio para moverse) y, lo que ya me parece sencillamente genial, el alquiler para todo un día de una bicicleta para poder recorrer la ciudad.

CityCard Gent

Ya sólo con ir y venir de la estación en tranvía, tomar una bici, montar en barco, observar de cerca el Cordero Místico de los hermanos Van Eyck en la catedral, subir al campanario (Belfort) y visitar el castillo de los Condes de Flandes tenemos amortizada por completo la City Card. Y estoy hablando de lo más básico e imprescindible de Gante. Merece la pena.

Sele en bici por Gante (Flandes, Bélgica)

+ Más info en www.visitgent.be/es/citycard-gent.

2. Alquila una bicicleta (o tráela puesta) porque la vas a necesitar

A veces da la impresión de que la región de Flandes nació para ser recorrida en bici. Las ciudades están muy preparadas, existe una convivencia idílica entre peatones, coches y ciclistas e incluso me atrevo a decir que hay más bicicletas que habitantes. Además nos encontramos en una zona de Europa completamente llana, por lo que no son necesarios los esfuerzos en cuestas porque simplemente no las hay. Por tanto, Gante, así como Brujas, Lovaina, Malinas u otros lugares de esta parte de Bélgica, constituyen ciudades ideales para moverse en bici. Y los campos flamencos son una maravilla cuando llega el buen tiempo.

Sele en bicicleta en Gante

En el centro de alquiler de bicis Gent Centrum (Emile Braunplein, entre la iglesia de San Nicolás y el Campanario) o en el que hay junto a la Estación Sint Pieters uno puede hacerse con una bicicleta normal por 7€/medio día, 9€/día completo, 20€ el fin de semana o 30€ una semana entera. O ser gratis si hemos adquirido la CityCard Gent. También disponen de bicis eléctricas o tándems con los que poder ir más personas. Estos centros además se utilizan como parking gratuito y protegido por si deseamos dejar la bici cuando necesitemos con total seguridad (hay muchos lugares en realidad donde podemos hacerlo, y sin miedo a robos).

Bicicletas en Gante (Flandes, Bélgica)

Para quien estéis interesados en el tema bici no os perdáis el artículo Gante a golpe de pedal (Ruta en bicicleta por Gante) donde detallo una jornada sobre las dos ruedas en la ciudad flamenca.

3. Visita la Catedral de San Bavón y admira el Cordero Místico

Dedicada al santo patrón de la ciudad, San Bavón, la Catedral de Gante posee una la última de las tres grandes torres que podemos admirar desde el puente de San Miguel (Las dos primeras son San Nicolás y la torre del campanario).Se trata de una de las joyas del gótico flamenco. La misma que albergara el bautizo del Emperador Carlos V, su máximo benefactor económico, es, también, un auténtico museo con grandes obras de arte no sólo pictóricas (por ahí anda un tal Pedro Pablo Rubens) sino también escultóricas. El altar mayor en mármol que entremezcla el blanco con el negro, es absolutamente maravilloso, como perderse entre los labrados sepulcros de obispos y ricos donantes que allí fueron enterrados. Nota: Entrada gratuita de 8:30 a 18:00 (en verano) y 8:30 a 17:00 (en invierno).

La Adoración del Cordero Místico de los hermanos Van Eyck (Catedral de San Bavón, Gante)

Pero si hay que escoger una sola cosa de la catedral de San Bavón no es su nave central abovedada o sus retablos barrocos. La verdadera protagonista de la visita a la Catedral (y casi de Gante) es una de las obras maestras de la pintura flamenca que la Historia ha tenido a bien conservar hasta nuestros días: La Adoración del Cordero Místico. Se trata de un políptico de doce tablas al óleo elaborado en 1432 por los hermanos Van Eyck que recrea la bíblica redención del hombre. El detalle y el colorido de este retablo medieval se podía apreciar cuando se abría únicamente en distintas festividades, lo que permitió su preservación. Pero fue robado nada menos que en seis ocasiones. En una de ellas Napoleón se lo llevó al Louvre como hizo con tantos cuadros, mientras que durante la II Guerra Mundial fue robado por los nazis y guardado en unas minas de sal germanas que hallaron los famosos Monument Men que se ocupaban de recuperar y proteger obras de arte durante la contienda (cuya película protagonizada por George Clooney se estrenó en 2014).

Para ver El Cordero místico, pintura cumbre del medievo, hay que pagar 12,5 euros (nada si llevamos la CityCard Gent). Aunque existen opciones para tener una inmersión en el cuadro a través de tecnología de realidad virtual (16€).

4. Sube a lo más alto de la torre del campanario (Belfort) para disfrutar de las vistas de Gante

Levantada en el siglo XIV es uno de los grandes símbolos del poder civil de Gante. Al igual que otros grandes campanarios del norte de Francia y Bélgica, protegidos como Patrimonio de la Humanidad, no se trata de ninguna torre perteneciente a una iglesia o catedral. Desde ella se daban avisos a la población tanto en festejos como, sobre todo, en tiempos de guerra. Era un auténtico reclamo para la ciudadanía y, en este caso, de la pujante industria textil (Lonja de los paños). La de Gante se considera está entre los campanarios municipales más altos de todo el mundo, destacando con una altura de 91 metros. Subir hasta arriba se ha convertido en una de las visitas obligadas de los viajeros que quieren disfrutar de unas panorámicas envidiables de la ciudad (Horario: De 10:00 a 18:00, precio 6€, gratis con la CityCard Gent).

Campanario de Gante (Flandes)

5. Palpa el corazón de Gante en los muelles Graslei y Korenlei

Graslei y Korenlei son las dos orillas que conservan el alma mercader y de puerto que siempre tuvo la ciudad. Gante se explica (y se fotografía) desde el Graslei (Muelle de las hortalizas y hierbas) al Korenlei (Muelle del trigo) y viceversa (esta última opción mejor aún). El esplendor arquitectónico gantés lo podemos observar en, Graslei, por ejemplo, con sus espectaculares casas gremiales estilo barroco desde algunas de las cuales se controlaba la mercancía que iba llegando (en la más pequeña se pesaba el grano). Aunque la torre que se asemeja al Big Ben, si bien más pequeña, es de finales del XIX y forma parte del viejo palacio de Correos. Al otro lado, en Korenlei, la fachada del actual hotel Hilton tiene dos cisnes mirando cada uno a un lado, símbolo para muchos de que allí hubiera en su día un burdel (En la Edad Media el amor son dos cisnes que se miran, lo contrario es la infidelidad).

Graslei en Gante (Flandes, Bélgica)

En esta parte de la ciudad salen los barcos para hacer pequeños cruceros fluviales de unos 40 minutos que son, también, parte de los «imprescindibles de Gante». Aunque lo mejor es acudir cuando llega la tarde y tenemos el sol a nuestro favor para hacer las fotos, sentarnos en la orilla y, si es posible, entablar conversación con la juventud venida de todas partes del mundo y que estudia en la universidad. O sentarnos en una terraza cercana a beber algo, llámese cerveza belga, llámese X.

Graslei en Gante (Flandes, Bélgica)

He aquí uno de los testigos más importantes del florecimiento de una ciudad que no se cansa de renacer sin olvidarse de su Historia. Graslei-Korenlei es Gante. De hecho, yo diría que es FLANDES.

6. Saca tu mejor foto de Gante en el Puente de San Miguel (Sint-Michielsbrug)

Toda la ciudad en un solo lugar. El puente de San Miguel, llamado así por la iglesia que tiene a su costado, es una de las panorámicas urbanas más fabulosas que se recuerdan en el continente europeo. Y no exagero. Muy pocos lugares cuentan con esa magia y espectacularidad a cualquier hora del día. Las tres grandes torres de Gante así como el Graslei y el Korenlei quedan a la vista desde este puente por el que pasan los tranvías, y en definitiva, la vida de los transeúntes ganteses y los muchos viajeros que llegan al corazón de Flandes.

Graslei y Korenlei desde el puente de San Miguel (Gante, Flandes)

La famosa foto de postal del puente de San Miguel está bien en cualquier momento del día, pero mucho mejor a partir de la tarde, cuando tenemos el sol a nuestra espalda. Y, sobre todo, en la hora azul, justo cuando restan minutos para el anochecer y sobrevive un pequeño resquicio de luz que vuelve el cielo de este color, Sint-Michielsbrug se convierte en un lugar que te deja sin aliento.

Hora azul en el puente de San Miguel de Gante (Flandes, Bélgica)

7. Vive la Edad Media en el castillo de los Condes de Flandes

Desde el siglo XII el poder en Gante ha tenido un nombre propio, el Castillo de los Condes. Se trata de una fortaleza medieval de las de antes levantada sobre el río Lys en un emplazamiento que lo hacía difícil de conquistar. Gravensteen, su nombre en flamenco, es el rescoldo medieval más reconocible y parte esencial en la historia de la ciudad. Aunque todavía genere confusión entre los turistas que piensan que fue el lugar de nacimiento de Carlos V cuando este hecho tuvo lugar en Prinsenhof, un palacio más moderno y lujoso que este castillo residencial y defensivo a partes iguales que se había quedado viejo y no permitía demasiadas galas ni demasiados dispendios.

Castillo de los Condes de Flandes en Gante

En su interior hoy día no se ve nada del mobiliario original de las habitaciones que quedaron vacías. Pero sí una colección muy interesante de armas y de instrumentos de tortura de cuando se encarcelaba a la gente en sus calabozos. Y las vistas desde lo alto de la torre del homenaje o de las murallas, que se pueden rodear por completo, son magníficas.

Vistas de Gante desde el Castillo de los Condes de Flandes

El horario de apertura es de 10:00 a 18:00 entre abril y octubre (ambos inclusive), mientras que cierran a las 17:00 horas el resto del año. El precio de entrada es de 12€ (gratis con CityCard Gent).

Interior del castillo de los Condes de Flandes en Gante

8. Toma un bote y haz un crucero fluvial por Gante

Es un clásico en Gante tomar uno de los botes que salen de Graslei y Korenlei para hacer un recorrido por la ciudad que viene a durar unos cuarenta minutos. Sin duda constituye una visita muy interesante con la que conocer mucho mejor los entresijos de la Gante de los mercaderes, los señores condes e incluso observar la cantidad de ánades, fochas o cormoranes que habitan el río Lys o los canales ganteses. Permite de una forma sosegada y cómoda (salvo cuando llueve, aunque disponen de paraguas y mantas para cuando hay mal tiempo) disfrutar y aprender sobre el que fuera uno de los más importantes puertos fluviales de todo Flandes.

Crucero en barco por Gante (Flandes, Bélgica)

Hay varios embarcaderos pero el de Graslei es el más conocido (y de donde sale la mejor foto). Diversas compañías se ocupan de estos tours y los precios rondan los 7€ por pasajero. Quienes dispongan de la CityCard Gent tienen derecho a un viaje gratis.

9. Disfruta de la animación, la cerveza y la gastronomía de Korenmarkt.

Justo en la parte trasera de Graslei se encuentra la PLAZA con mayúsculas de Gante. La ciudad se concentra en el viejo mercado del grano (ese es el significado de Korenmarkt) para sentarse en apacibles terrazas que se utilizan durante todo el año. Los ganteses, muy aficionados al terraceo (ahí seguro hay parte del gen español de la época de los Tercios de Flandes) ocupan sus espacios a partir del medio día. El trasiego es constante en este punto neurálgico de la ciudad. De por sí, como espacio urbanístico, es una preciosidad, pero más aún si somos capaces de disfrutarlo «como un gantés» sentándonos a beber algo o a comer en una terraza.

Korenmarkt (Gante, Flandes)

Para disfrutar de la beuna gastronomía recomiendo en el número 10 de esta plaza el Restaurant Du Progres, con una gran variedad de platos de la cocina flamenca y donde preparan unos tournedós de ternera deliciosos (el Comte d’Ursel lleva crema de pimientos y merece la pena probarlo). Aunque Korenmarkt cuenta también con franquicias o bares en los que caben todo tipo de presupuestos.

Tournedó en el Restaurant Du Progres (Gante)

Si os va el tema gastronómico y pensáis viajar a la región no os perdáis algunos de mis restaurantes preferidos para comer bien en Flandes y Bruselas.

10. Visita las desconocidas ruinas de la Abadía de San Bavón

Hay muchos lugares de Gante que no aparecen en las guías de viaje pero que no podemos pasarlos por alto. La vieja abadía de San Bavón se encuentra a las afueras de la ciudad vieja, aunque tratándose de las dimensiones de Gante hablamos de apenas un cuarto de hora a pie desde la catedral (ver ubicación y distancias en Google Maps). Es un lugar en ruinas que abre sus puertas las tardes de los fines de semana y cuya entrada ya nos dice mucho, ya que se sitúa en Spanjardstraat, que en lengua flamenca significa «Calle de los españoles». Y esta denominación no es azarosa en absoluto.

Lápida de la abadía de San Bavón (Gante, Flandes)

Sobre una antigua abadía sita en este lugar Carlos V mandó construir una ciudadela que sirviera de cuartel militar para los españoles venidos para luchar a Flandes. El capitán Alatriste de turno que idearía Arturo Pérez-Reverte así como muchas de las personas que llegaron hasta Flandes siguiendo el «camino español» tuvieron aquí su campamento base. Es por eso que lo que queda de la abadía, en lo que respecta al claustro y los jardines, se encuentra hoy en día en ruinas. El interior de la iglesia de la abadía en un espectacular museo de lápidas que se rescataron en la zona. Muchos cuerpos de los españoles de los Tercios muertos en el campo de batalla, están enterrados bajo la hierba de un inmenso jardín con columnas tiradas que nos retrotrae a las abadías románticas que hoy día se pueden ver en Gran Bretaña tras la disolución de los monasterios (no te pierdas este reportaje sobre las abadías abandonadas de Yorkshire).

Abadía de San Bavón en Gante (Flandes, Bélgica)

Los vecinos del barrio tienen las llaves de este lugar y lo suelen abrir y mostrar los fines de semana, aunque al parecer los domingos a partir de las 14:00 es el día idóneo para hacer esta visita insólita a las huellas del paso de los españoles en Flandes.

Si quieres saber más sobre este lugar no te pierdas el artículo: La abadía de San Bavón, el cuartel de los españoles en Gante. Y si te gusta la Historia te recomiendo persigas las huellas del Emperador Carlos V en Flandes como lo hice yo en varios viajes a la región.

11. Conoce los beaterios de Gante

En la Región de Flandes, así como en muchas ciudades no sólo de Bélgica sino también de Alemania, se puso de moda en la Edad Media la edificación de beaterios en la que mujeres solteras o viudas, las beguinas, dirigían su vida hacia Dios y a los más necesitados sin formar parte de la jerarquía eclesiástica. Hacían voto de pobreza y castidad, aunque podían casarse cuando quisieran y abandonar estas casas de quienes fueron una parte esencial de la sociedad medieval en buena parte de Europa. Una red de beaterios o beguinajes flamencos están protegidos como Patrimonio de la Humanidad, y Gante conserva nada menos que tres. El beaterio de Santa Isabel fue el más grande de su época en la ciudad, aunque con posterioridad derribaron sus muros y se hizo uno de mayor tamaño como Sint-Amandsberg a finales del siglo XIX.

Beaterio pequeño de Gante (Flandes, Bélgica)

Ambos son muy destacables pero me gustaría recomendar el tercero y más pequeño, el de Nuestra Señora de Ter Hoyen (Lange Violettestraat 235), del siglo XIII y donde la última beata murió en 2005. Las casas hoy día son viviendas sociales pero conserva una atmósfera de paz que merece la pena conocer.
La de los beaterios de Gante es una de esas rutas que uno podría plantearse hacer en bicicleta.

12. Sal a seguir descubriendo la Región de Flandes

Gante es maravilloso, por supuesto, pero nos queda aún mucho por hacer en Flandes. Brujas es una ciudad de cuento y de canales, razón por la cual muchos dicen es la Venecia del norte. Por otro lado tenemos Amberes, la ciudad de los diamantes, con una plaza fantástica y la posibilidad de ver una imprenta antigua (Plantinus). Y Lovaina y Malinas cierran el círculo de las urbes flamencas más pintorescas. Por otro lado nos queda disfrutar del campo, visitar pueblecitos como Damme, conocer castillos de cuento, el lugar donde se casó Juana la loca o sentir la brisa del mar en las playas de Ostende. Flandes es ciclismo, cerveza, chocolate, arte y un sinfín de historias. Y todo a un paso de Bruselas.

Campiña de Flandes

Si bien la región de Flandes está bien comunicada por trenes y autobuses, también es muy recomendable y rápido manejarse con un coche de alquiler.

+ Si te apetece ir con más organización puede serte útil echar un vistazo a estas visitas guiadas (en castellano) que se hacen desde el centro de Gante o bien saliendo (y regresando) desde Bruselas. O incluso combinando una excursión a Gante con Brujas también desde Bruselas. Aunque quizás quieras echar un ojo a todas estas visitas guiadas o excursiones que puedes hacer en Bélgica.
+ Más información de Gante en la web de la oficina de turismo de la ciudad: www.visitgent.be/es/home (En castellano, muy completa).
+ Toda la región de Flandes en la web: www.flandes.net (En castellano y catalán. Te envían folletos gratis a casa).

¿Ahora entendéis por qué Gante es una de mis ciudades preferidas de toda Europa?

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