El otro Gijón II (Neolítico, astur, romano y medieval) - El rincón de Sele

Blog

El otro Gijón II (Neolítico, astur, romano y medieval)

Print Friendly, PDF & Email

Utere felix domum tuam reza una inscripción latina a carboncillo sobre la superficie de un ladrillo hallado en en el yacimiento arqueológico de la villa romana de Veranes, en el corazón del concejo de Gijón, por la que pasa además la celebérrima Vía de la Plata. Su traducción sería algo así como «Que uses felizmente tu casa» o, más coloquial y al grano, «disfruta de tu casa». Este hallazgo en forma de buen deseo puede ser una manera entrañable de comenzar un nuevo capítulo de «El otro Gijón» dedicado, en esta ocasión, a dar luz a algunos restos memorables de su pasado más lejano. Manteniendo, por supuesto, la línea de tratar de desentrañar otras parroquias que forman parte de Gijón, olvidándonos de la ciudad por unos instantes y, de ese modo, buscar motivos para recorrer un territorio que abarca un sinfín de rincones dignos de conocer.

Villa romana de Veranes (Concejo de Gijón)

Caminaremos sobre los túmulos neolíticos del Monte Deva y avistaremos las siluetas pétreas del castro cilúrnigo de la Campa Torres frente al Cantábrico donde Roma dejó también su impronta. Y del que puede ser considerado el origen de la hermosa villa asturiana de Gijón subiremos a la parroquia de Cenero para rebuscar el modo de vida romano en Veranes y las ajadas torres señoriales de dos de las familias más importantes en la Asturias del medievo. Si te apuntas, mejor déjate el reloj en casa, que el tiempo precisamente hoy no lo vamos a medir con horas, minutos y segundos. 

Gijón y las huellas de su origen

En el capítulo anterior de «El otro Gijón» tocábamos algunos de los mejores ejemplos que el románico dejó en el concejo durante la Edad Media. Unas construcciones religiosas relacionadas, en cierto modo, con el paso de uno de los ramales más importantes del Camino de Santiago (el sendero del norte o de la costa) aprovechando además las veredas y calzadas desplegadas en la época romana. Que aquí se encuentre el punto más septentrional de la Vía de la Plata con la que se pretendía comunicar el sur de Hispania con el mar Cantábrico hace evidente, por tanto, la importancia de Roma en la zona.

Símbolo del Parque Arueológico de la Campa Torres (Concejo de Gijón)

Romanos que se encontraron a su llegada con los pobladores astures en el Oppidum Noega (Campa Torres). Pero hay que retroceder mucho más en el tiempo hasta llegar a ese punto de la Historia. Para ello mi intención es que viajemos en primer lugar sudeste del concejo de Gijón con el objeto de caminar en las alturas del bosque cerrado del Monte Deva donde hay restos de miles de años antes de que el General romano Publio Carisio sometiera a los astures.

Los túmulos neolíticos del Monte Deva

Desde lo más alto del monte Deva (759 metros sobre el nivel del mar) la villa de Gijón parece una diminuta maqueta de sí misma. Y en días de cierta claridad el reguero ondulado de las montañas más bellas del Principado de Asturias acompaña a sus visitantes. Pero muchos desconocen que se encuentran en un lugar sagrado. Deva lleva implícito en su nombre a la diosa celta del agua, las emociones y los sentimientos. Venerada desde muy antiguo se encuentra en los topónimos de no pocas cuencas fluviales del norte peninsular (Desde Galicia a los Pirineos). Y se encuentra aquí, en un monte desde el cual las estrellas y los fenómenos astronómicos se observan nítidos en un cielo pulcro e ideal precisamente para la contemplación de las perseidas en las largas noches de agosto. De frondosas arboledas y el canto de los pájaros desvelando en su lenguaje inteligible algunos de los secretos de una montaña que desde antiguo ha sido considerada como mágica.

Bosque del Monte Deva (Gijón)

Este paraje, de increíble belleza natural, fue elegido durante miles de años como el lugar en el que descansarían los muertos de las gentes que habitaron esta zona en el neolítico. Y eso se conoce gracias a los hallazgos arqueológicos que han destapado varias zonas de túmulos. Hablamos de una necrópolis con más de 5.000 años de antigüedad repartida en distintos segmentos de la montaña .

Túmulo neolítico en el Monte Deva (Gijón)

De los doce yacimientos neolíticos del monte Deva, nueve de ellos son túmulos y uno corresponde a la vieja cantera de donde extraían el material para hacer unos intrincados mausoleos que hoy día son montículos de hierba. A la vista por la carretera a Gijón vienen convenientemente señalizados los túmulos III y V, junto a dicha cantera. Son los únicos que han sido excavados y analizados en profundidad. Gracias a los trabajos de los arqueólogos Otilia Requejo y Miguel Ángel de Blas hace un par de décadas (entre 1998 y 2002) podemos saber cómo se levantaron dichas construcciones funerarias. Las gentes de entonces reunían inmensos bloques de piedra, algo que tenían que hacer entre numerosos miembros del clan, dejando una cavidad en el centro donde se situaba la cámara mortuoria, una cavidad rectangular en la que además se podían depositar distintas ofrendas junto al difunto.

Túmulo neolítico del Monte Deva (Gijón)

También se sabe cómo era la extracción de la piedra utilizada. A través de incisiones en grandes grupos de rocas para después llenarlas de un agua. Más tarde, encendían hogueras para calentar dichas piedras y aprovechar los efectos del gran contraste térmico que ejercían. A partir de entonces utilizarían palancas y la fuerza de muchas personas para resquebrajar el rocaje y poder, al fin, levantar esos grandes túmulos que hoy, si uno no se da cuenta, pasarían desapercibidos como meros montículos cubiertos por una alfombra herbácea.

Mapa de los túmulos del Monte Deva

Para llegar a los túmulos III y V, así como a la cantera neolítica hay que salir del Centro de Interpretación de la Naturaleza y camino al área recreativa, pero sin llegar, tomar la carretera de la derecha dirección Gijón. Los túmulos están señalizados en el margen derecho.

Monte Deva – Centro de interpretación

El Monte Deva da mucho de sí. Es un lugar propicio para pasarse una mañana en la que, si el tiempo acompaña, hacer picnic, diversas rutas de senderismo o para bicicleta. ¡Incluso dispone de observatorio astronómico! Seguir las huellas de los enterramientos neolíticos es, por supuesto, una de las facetas más interesantes de este monte sagrado para los astures. Pero si queremos sacarle el máximo partido posible a este rincón del concejo de Gijón recomiendo pasarse por el Centro de Interpretación de la Naturaleza del Monte Deva o repasar la multitud de actividades y talleres que ofrecen para visitantes (muy pensado para familias), así como información de esa faceta prehistórica que tanto nos interesa a a algunos.

 

Centro de Interpretación de la Naturaleza del Monte Deva (Gijón)

El Monte Areo

Otro monte sagrado al que no conviene quitar ojo es el Monte Areo, que reparte su territorio entre los concejos de Carreño y de Gijón, el cual dispone también de una amalgama de túmulos neolíticos que lo convierten en una auténtica necrópolis del 3000-4000 antes de Cristo. Pero donde además se conservan varios dólmenes, por lo que junto al Deva supone todo un viaje a la prehistoria en el norte de Asturias.

Una recomendación gastronómica: Ya que estamos en esos límites de Gijón y Carreño, no dejes de pasar a Prendes y comer en Casa Gerardo, un Estrella Michelin con más de 130 años de vida que no basa sus creaciones en minimalismos ni deconstrucciones sino en lo mejor de la cocina tradicional asturiana. Sus platos más aplaudidos, la fabada y el arroz con leche. Pero siempre antecedidos de no pocas sorpresas culinarias y un precio razonable. Más información en www.restaurantecasagerardo.es. (Además forma parte de Gijón Gourmet, con menús especiales y asequibles mediante reserva previa). De estos sitios de los de salir con el cinturón desabrochado…

 

Casa Gerardo (Estrella Michelín en Asturias que forma parte de la red de establecimientos Gijón Gourmet)

La Campa Torres, castro astur, pueblo romano y faro de Gijón

Debería ser la primera visita que hiciera cualquier persona que llegara a Gijón por primera vez. En el Cabo Torres hay más historia de la que muchos seríamos capaces de asimilar. Flanqueado al oeste de la bahía, con unas vistas asombrosas del mar cuando se enrabieta, custodia a su vez las raíces de la urbe que se observa de forma nítida al otro lado. Convertido en el Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres tras haberse utilizado durante décadas para cuitas tan poco culturales como las de ser instalación militares vive ahora un gran momento de redescubrimiento así como de provocador del orgullo de parte del pueblo gijonés y asturiano, que se siente un poco descendiente de este lugar de inmensas proporciones. Se extiende con una pradera verde intensa hasta caer al océano, pero lo primero con lo que uno se topa es con una muralla y un foso (no natural) cuya función era proteger el castro de las incursiones foráneas.

Parque arqueológico de la Campa Torres (Gijón)

Conviene fijarse en este zigzagueante sistema defensivo que, en vez de ser lineal, se compone de diversos módulos que compartimentan la muralla. Y tiene sentido dicha fragmentación puesto que si ésta sufría daños, se podría recomponer parcialmente y no afectar a toda la estructura.

Foso y muralla de la Campa Torres (Gijón)

Si se avanza dejando atrás el muro se observa una planicie donde un viento endiablado se convierte en un visitante más de este emplazamiento de astures transmontanos, concretamente los cilúrnigos, pueblo que ocupó esta zona y que se sabe desarrollaron la metalurgia a gran nivel a tenor de los muchos hallazgos que se han desenterrado hasta la fecha (de hecho este nombre proviene, al parecer, del céltico «cilurnum» cuyo significado es caldero, por lo que tiene sentido con esta labor por la que eran conocidos). Las líneas pétreas que corresponden con los cimientos y la base de las construcciones empleadas como viviendas, muestran perfectamente el tipo de casas astures, de planta circular, así como las romanas, de planta rectangular y un estilo que no resulta para nada lejano hoy día.

Ruinas de una vivienda astur en la Campa Torres de Gijón

La presencia de ambas ya nos hacen percatarnos de un período de romanización que mantuvo vivo el castro durante varios siglos. Y ahí está una de las peculiaridades de este yacimiento arqueológico, que permite observar e interpretar este proceso de transición de un pueblo prerromano hasta formar de facto como parte del Imperio.

Reconstrucción de una vivienda astur en la Campa Torres (Gijón)

Conviene prestar atención a los pozos excavados hasta la zona freática y que aún podría ser utilizado como tal en la actualidad. Con escalones que facilitaban el acceso a los mismos. Así como a lo que parece, a todas luces, un horno de fundición y que nos vuelve a mostrar evidencias de una intensa actividad metalúrgica. Estas cubetas eran semiesféricas y se escavaban en el suelo. Se cubrían mediante una bóveda que podía ser de arcilla y piedras. Y era allí donde se dejaban los recipientes de carbón, cobre y estaño que permitían mantener muy altas temperaturas.

Pozo artesanal en la Campa Torres (Gijón)

Una de las instalaciones donde poder comprender mejor todo esto es el Centro de visitantes, un pequeño museo que ocupa un antiguo búnker donde no sólo se limita a exhibir piezas encontradas (algunas magníficas) sino a hacer más fácil e interpretable este paseo por el Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres. Del cual se sabe muchas cosas por la inquietud del ilustre gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, quien encargó investigar la zona a Manuel Reguera. Éste se ocupó de las excavaciones y estudios en la zona, realizando un valioso informe gracias al cual se conocen hoy día no sólo lo evidente sino algunos elementos desaparecidos de la Campa Torres, como el faro que un día se erigió en época romana para señalar el acceso a la bahía de Gijón. Sin sus mediciones precisas se hubiese perdido mucha información puesto que muchos lugares de elevada importancia arqueológica fueron derribados con los siglos.

Objeto cilúrnigo expuesto en el Museo de la Campa Torres en Gijón

Sí permanece un faro más moderno en el último extremo del Cabo, el cual se puede visitar, puesto que en su planta baja tiene una exposición permanente sobre la evolución de la bahía de Gijón desde época prerromana hasta hoy, mientras que la planta superior contienen oficinas de los museos arqueológicos así como la biblioteca arqueológica Manuel Fernández-Miranda.

Esta visita da mucho de sí. Incluso en su faceta natural, como mirador y núcleo de observación de aves, sobre todo marinas, que puede resultar interesante a los aficionados (y no tan aficionados) a la ornitología.

Horarios y precios de la entrada al Parque Arqueológico

  • De octubre a marzo: Martes a domingos y festivos, de 10:00 a 17:00 horas.
  • De abril a septiembre: Martes a domingos y festivos, de 10:30 a 19:00 horas.

Desde el 1 de enero de 2020 la entrada al Parque Arqueológico y otros museos de Gijón como el museo de las termas romanas de Campo Valdés, la villa romana de Veranes, la casa natal de Jovellanos, el muséu del pueblo d’Asturies, el museo del ferrocarril de Asturias, el museo Nicanor Piñole o la Ciudadela de Celestino Solar tienen la entrada gratuita.

 

Museo de la Campa Torres (Gijón)

 

Más información actualizada aquí.

La villa romana de Veranes

Nos alejamos de la Campa Torres para tomar la Vía de la Plata (o, para los más ortodoxos, la Vía Carisa) y llegar así a la parroquia de Cenero, donde conviene dedicarle unas horas. Nos olvidamos, por tanto, del mar y los astures para avanzar en el tiempo hasta los siglos III y IV después de Cristo, con los romanos bien asentados en el territorio y la aparición en la campiña de las conocidas como villas. Lugares donde los terratenientes de la época dirigían sus explotaciones agropecuarias. Simple y llanamente lo que hoy vendríamos llamando hacienda o cortijo. En el caso de la villa romana de Veranes (Dominus  Veranius) hay que tener muy claro que se trata de las mejores que se conservan en todo el Principado. Y que desvela con nitidez el funcionamiento de este tipo de estructuras donde se ejercía, por un lado, la vida del campo (ganadería y agricultura) y, por el otro, la de la opulencia y ostentación por parte de los señores que gozaban del poder y las tierras que otros trabajaban por ellos.

Yacimientos arqueológicos de Gijón
Mapa de yacimientos arqueológicos romanos del concejo de Gijón, los cuales siguen la Vía de la Plata.

Veranes no es una villa romana cualquiera ni un yacimiento arqueológico más de cuantos tiene Gijón para sumar en la lista porque sí. Veranes es especial y motivos no me faltarían para recomendar la visita al lugar. Como, por ejemplo, el excelente estado de conservación del yacimiento, el cual nos permitirá identificar múltiples elementos de esta casona o palacete. Permitiéndonos recorrer con la vista las distintas habitaciones o estancias, e incluso disfrutar de un estupendo mosaico en lo que debía ser el espacio de representación (Decus) donde los señores de la casa hacían acto de presencia colocándose por encima de sus invitados.

Sele en la villa romana de Veranes (Gijón)

Mosaico de la villa romana de Veranes en el concejo de Gijón

Además posee uno de los museos mejor explicados y más interactivos que se pueden visitar actualmente en Asturias. De hecho está muy bien pensado que se acceda primero a este edificio interpretativo para sumergirse de lleno en el siglo IV (dan incluso gafas de realidad virtual), analizar y comprender cómo fue este edificio en su origen, qué sucedió con él durante la Edad Media (cuando se utilizó el triclinium o sala de comedor como iglesia así como cuando los dormitorios pasaron a ser una necrópolis) y qué hallazgos vieron la luz en pleno siglo XX, muchos de los cuales se exponen en el propio museo. Es aquí donde se pueden admirar las maquetas de la villa de ayer y hoy o admirar ese ladrillo con mensaje del que hablaba al principio de este capítulo y que decía eso de «Disfruta de tu casa».

Maqueta y plano de la villa romana de Veranes

El recorrido a través de los restos arqueológicos de la villa romana de Veranes se lleva a cabo utilizando un sendero con diferentes puntos de observación desde los cuales poder admirar todas las estancias. Que son muchas además de los mencionados triclinium (que no es de extrañar que fuera después templo cristiano pues hasta contaba con ábside semicircular) o el espacio de representación. Hay dormitorios, la habitación del señor convenientemente calefactada, termas y estructuras agrícolas reconocidas hoy día como puede ser un hórreo o almacén de productos que no dejar a expensas de la humedad o los roedores.

Muros de la villa romana de Veranes (Concejo de Gijón)

Se sea o no amante de la arqueología, este lugar merece una parada, y no precisamente breve, que permitirá otro viaje (uno más) en el tiempo.

Villa romana de Veranes (Concejo de Gijón)

Horarios y precios de acceso a la Villa romana de Veranes

  • Del 16 de septiembre al 15 de junio: Martes a domingos y festivos entre las 10.00 a 15.00 horas (*)
  • Del 16 de junio al 15 de septiembre: Martes a domingos y festivos de 10:30 a 19:00 horas.*Semana Santa: de 10.00 a 17.00 horas, de martes a domingo.

Piedra con la inscripción Utere felix domum tuam (Que disfrutes de tu casa)

La entrada a la villa romana de Veranes es totalmente gratuita (suplemento de 1’50€ por videoguía).

El Turruxón de los Valdés y la torre de los Álvarez de las Asturias en Trubia (Cenero)

Sin salir de la parroquia de Cenero donde nos encontramos nos trasladamos en unos minutos al barrio de Trubia. Lugar que  primera vista puede ofrecer la sensación de no ser especial. Carretera estrecha, las típicas casas propias del entorno rural donde lucen los clásicos hórreos y paneras y hay espacio suficiente entre unas construcciones y otras. Lo que viene siendo una población más dentro del concejo de Gijón. Pero si nos fijamos bien, aunque en ocasiones toque preguntar a la gente si no se sabe bien a dónde se va, hay edificios de cierta importancia histórica que logran trasladarnos hasta la Edad Media. Y no son visitables pero sí dignos de echarles un vistazo, al menos, desde fuera.

Turroxón de Trubia (Concejo de Gijón)

El esqueleto de un edificio de sillares gruesos nos muestra el conocido como Turruxón, construcción bajomedieval perteneciente a la Casa de los Valdés, una de las familias más poderosas y conocidas de Asturias desde la Edad Media. Muestra lo que pudo ser un gran torreón de carácter defensivo que quizás vivió su propia reconversión en opulenta residencia señorial. Aún los historiadores tienen mucho que decir al respecto puesto que son más las incógnitas que las certezas las rodean este monumento que merece una puesta en valor dada la cantidad de capítulos que puede desvelar de esta época. De hecho hay diversidad de opiniones de quienes aseguran que se levantó en el siglo XIII mientras que la mayoría piensa que es de comienzos del siglo XV. Todo, en definitiva, está por hacer con respecto a este lugar tan importante.

Turruxón de Trubia difuminado tras una tela de araña (Concejo de Gijón)

Bajando la calle, a tan sólo unos metros, sorprende una casona palaciega de tres alturas todavía habitada. No se conserva en el mejor estado posible y se advierten las modificaciones por su uso continuado. Se trata de la torre de los Álvarez de Asturias, probablemente la familia asturiana con mayores galardones y noble linaje. Se cuenta que pudo ser mandado levantar en el siglo XIII por Rodrigo Álvarez de las Asturias, Conde de Noreña y de Gijón, personaje influyente en la política castellana de la época.

Antigua residencia de los Álvarez de las Asturias en Trubia (Concejo de Gijón)

Frente a la misma la capilla de la Virgen de la O, de muros blancos, guarda la leyenda de una doncella que fue mandada encerrar por su padre en la torre de los Álvarez de las Asturias debido a sus continuas deshonras a la familia (el clásico amor prohibido). Y para que ella pudiera escuchar las misas el padre de de esta dama abrió un boquete en la habitación. El templo que se puede ver hoy día está levantado sobre las ruinas de una ermita anterior.

Parroquia de la Virgen de la O en Trubia (Concejo de Gijón)

A poco más de un kilómetro de Trubia: San Juan de Cenero, puro románico.

San Juan de Cenero es el fin de esta ruta arqueológica que desde el neolítico nos ha hecho alcanzar el medievo. Esta iglesia, con una portada maravillosa, nos retrotrae al primer relato del otro Gijón dedicado al románico y los senderos milenarios. Todo, al fin y al cabo está relacionado. Y permite rebuscar una y otra vez dentro de un concejo como el de Gijón en el que hay mucho que ver. Sin duda, más de lo que uno podría imaginar.

Pórtico polibulado y capiteles de la iglesia románica de San Juan de Cenero (Concejo de Gijón)

Y en el próximo capítulo de «El otro Gijón»…

Para el tercer y último relato de esta serie dedicada a descubrir ese otro Gijón me olvidaré de los monumentos por un instante para simplemente disfrutar de la buena vida. Lugares para el deleite, el descanso y la rica gastronomía. Recomendaciones de ciertos sitios que daría a mi mejor amigo para que volviera de Gijón con un par de kilos de más… pero mucho más feliz.

Salón comedor del Hotel La ermita de Deva (Concejo de Gijón, Asturias)

¿Te va la buena vida?

Sele

+ En Twitter @elrincondesele

Canal Facebook

Instagram @elrincondesele

PD: Puedes encontrar todos los artículos sobre España en su apartado correspondiente: RINCONES DE ESPAÑA.

Deja un comentario