Rumbo al Tíbet: Arranca una gran aventura
Hay viajes que no necesitan adorno ni gala alguna para su descripción. En ocasiones basta una sola palabra para narrar una declaración de intenciones e inspirar admiración. Decir TÍBET representa volar muy alto, concretamente al techo del mundo, y recorrer con la mente un paisaje de montañas colosales, llanuras con yaks pastando amparados por su lanudo pelaje así como con inmensos monasterios budistas refugiados en el eco que provoca un viejo dungchen, la clásica trompeta que utilizan los monjes para sus ceremoniales religiosos. Espiritualidad, historias perdidas y otras más cercanas y esa ensoñación permanente que quienes aman los viajes y la aventura guardan bajo llave como un auténtico tesoro. En efecto, hasta para este tipo de cosas existen palabras mayores que infunden respeto. Y el nombre de Tíbet, no cabe duda, que entra perfectamente en esta categoría.
Una idea, recorrer el Tíbet entrando por tierra tras un largo viaje desde Shanghai. Una aventura con una previa magnífica y digna para todo lo que llegará después. Y muchos objetivos, como mirar a la cara al Everest desde su campo base y comprender (más que visitar) la idiosincrasia tibetana a través de sus templos, sus pueblos y su gente.
Dos amigos en el Tíbet
De los creadores de «Dos gatos sobre los tejados de Persia», «Viviendo un auténtico documental en Galápagos», «Safari móvil en Botswana», «Tras las luces verdes en Laponia Noruega» y «Alaska en autocaravana, roadtrip en la última frontera» llega a sus pantallas «Destino Tíbet», la vivencia y narración en directo de una aventura en la tierra acaricia el cielo con la yema de sus dedos, que son las montañas de la cordillera del Himalaya. Fuera de bromas, creo que los dos miembros de este viaje, Isaac de Chavetas y un servidor, nos estamos acostumbrando a buscar buenos objetivos que vivir, escribir, fotografiar y filmar. Y esta vez nuestra ilusión se llama Tíbet. De hecho cuando estéis leyendo estas palabras nos encontraremos a punto de tomar un avión de Finnair desde Madrid a Shanghai para iniciar uno de esos viajes que esperamos nos deparen fantásticas experiencias y aprendizajes.
Algunos de nuestros objetivos durante el viaje
Como adelanté al principio, entraremos al Tíbet por tierra. Tras aterrizar en Shanghai iniciaremos un periplo de varios días en los que iremos tomando altura y actitud antes de entrar a la Región Autónoma del Tíbet. No dejaremos de disfrutar de una visión futurista de Shanghai (a la que no viajo desde hace una docena de años), de los miles de figuras de terracota en la enigmática Xi’an para subir a Xining (ya en la meseta tibetana-Qinghai) y aclimatarnos a la altura antes de tomar el tren de las nubes que nos llevará a Lhasa tras hacer 1792 kilómetros. Recordemos que a partir de ese momento no bajaremos de los 3500 metros sobre el nivel del mar y que lo único que haremos es subir (el campo base norte del Everest se sitúa a nada menos que 5150 metros), por lo que esta opción por ferrocarril, y pasando algo de tiempo en esta parte de China, resulta ideal para evitar o mitigar el mal de altura todo lo posible.
¿Cuáles son nuestros objetivos para esta aventura? Aquí van algunos de los más interesantes:
- Pernoctar en un monasterio budista. Tenemos permiso, por ahora, para hacerlo en el monasterio Bailin de Shijiazhuang en la provincia china de Hebei.
- Recorrer Xi’An y ver no sólo sus guerreros de terracota sino también su ciudad vieja y amurallada.
- Hacer el tren transtibetano, también llamado «tren de las nubes» desde Xining.
- Pasar varios días en Lhasa entre monasterios (y el gran palacio de Potala), escuelas budistas, centros de medicina tradicional y dar alguna que otra clase de cocina tibetana. Esta parte nos la vamos a tomar con mucha calma.
- Visitar el lago Yamdrok, uno de los más característicos de la meseta tibetana, así como monasterios que lo rodean.
- Vislumbrar las ruinas del antiguo fuerte de Shegar (también llamado «de cristal»).
- Llegar al Campo Base del Everest, donde los escaladores comienzan su ascenso a la montaña más alta del mundo. Visitar el cercano monasterio Rongbuk, situado a más de 4800 metros de altura sobre el nivel del mar.
- Sobrevolar (si el tiempo no lo impide) el Lago Namtso, uno de los considerados sagrados por los tibetanos.
- Conocer más sobre el budismo tibetano en templos y monasterios de la Región Autónoma del Tíbet.
¿Cómo lo haremos?
Dadas las circunstancias tan particulares del Tíbet éste no se ha convertido en un viaje fácil, ni mucho menos. A día de hoy no se puede viajar por libre en la Región Autónoma y no sólo son necesarios unos permisos (además del visado chino pertinente) emitidos por la Tibet Tourism Bureau sino que la organización y gestiones de este viaje necesitan siempre de una agencia que pueda operar en este territorio. De ahí que hemos trabajado en un viaje completamente a medida (y dialogado durante meses) con la agencia española Youlan Tours, especializada en China que nos sedujo por sus planes y rutas que van más allá de lo tradicional.
Tenemos que dar las gracias a su máxima responsable, Irene Baró por ayudarnos a diseñar un recorrido soñado que va más allá de lo típico, con un montón de actividades muy especiales (paseo en sidecar por el barrio viejo de Shanghai, pernoctación en monasterio budista, helicóptero sobre un lago sagrado, etc.) además del gran engorro que es el permiso del Tíbet, los tickets del tren de las nubes y un montón de detalles para que todo salga a pedir de boca. Valoramos mucho el diálogo de tú a tú, la aportación de ideas comunes y la creación de una ruta nada rígida para la ocasión. Además trabajan en zonas de China a las que tenemos muchísimas ganas, por lo que me da que no será la única ocasión en la que recurramos a ellos.
Para volar a China utilizaremos la aerolínea Finnair para hacer Madrid-Helsinki-Shanghai y viceversa. Tiene bastantes destinos a los que vuela en China y además el hub de Helsinki se considera una de las lanzaderas que requieren un trayecto más corto para volar al lejano oriente desde Europa (llega a Pekín en menos de 8 horas). Después los tramos internos los haremos por carretera y ferrocarril mayoritariamente.
Hace algún tiempo estuve realmente cerca…
Cuando viajé por última vez a China, hará un par de años, me centré en la provincia de Yunnan, al sur del país. Aquí hay una porción que pertenece histórica y culturalmente al Tibet, al igual que en Sichuan y en Qinghai, que está completamente abierta a todos los viajeros que deseen ir (no son necesarios permisos). De hecho pude estar en Zhōngdiàn, ahora llamada Shangri-La, en honor a los «Horizontes perdidos» de James Hilton. En ésta hay un conjunto monástico coetáneo del Palacio de Potala, Songzanlin, el más importante de cuantos tiene la secta Gelukpa en esta parte del país. Aquí la población es de etnia tibetana, lengua tibetana y siguen los preceptos del budismo tibetano. Pero el territorio no está dentro de la conocida como «Región autónoma», aunque si es parte del Tibet histórico.
Allí (el distrito de Deqen) pasé unos días más allá de Shangri-La (bajé a la zona de Benzelan y disfruté de uno de los primeros meandros del Yangtzé). Me empapé de la cultura local y hasta tuve la suerte de asistir a la boda de una pareja de lugareños que organizaron una fiesta de cuidado.
Ahora lo que espera es Lhasa y la inmensa meseta tibetana. Y el sueño de ver despejado el mítico Everest. Veremos si se cumple.
Síguenos por China y Tíbet
Siendo conscientes de las dificultades que tendremos en buena parte de la ruta para conectarnos a internet, vamos a tratar de llevaros en directo al Lejano Oriente a través de nuestras redes sociales (tanto de Chavetas como mías). La idea es sentirnos acompañados en nuestro viaje de altura e iros contando impresiones, momentos y compartir las primeras fotografías de la aventura.
El hashtag de para twitter e instagram será #ViajarAlTíbet.
Se terminaron las esperas. ¡Nos vamos al Tíbet!
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
6 Respuestas a “Rumbo al Tíbet: Arranca una gran aventura”
envidia que me das,os deseo un viaje fantástico y deseando leer vuestras experiencias,BUEN VIAJE maria de Viveiro
Ya estoy siguiendo vuestro viaje por Instagram, un poco de envidia sí dais, hehehehe.
Ramon
Tomo buena nota, es un viaje que deseo hacer dese hace mucho tiempo!
Qué pasada! Estoy pensando en gastar unos ahorros y pegarme el gustazo.
¿cual es la mejor época del año?
Del templo de Jokhang, considerado el «corazón espiritual de la ciudad» y lo más sagrado en el Tíbet se encuentra en el centro de una red de antiguos templos budistas en Lhasa. Hemos tenido el privilegio de visitar el apartamento del Dalai Lama en este monasterio del que escapó del régimen de Mao Zedong.
Muchas gracias por toda la información.
Nos está siendo de gran ayuda para preparar nuestro viaje a China y Tíbet
Lo vamos a hacer también con la ayuda de youlantours
Te quería preguntar una cosa muy concreta. Cuanto es la propina adecuada para el guía y el. conductor?
Gracias