La experiencia de montar en trineo de perros en Laponia Noruega
El viento gélido se ocupaba de formar un imponente aura en nuestro trayecto por aquellos paisajes de Laponia Noruega teñidos de blanco. Durante aquella mañana de cielos despejados la nieve se había convertido en el sendero más rápido y seguro posible para nuestro nuevo medio de transporte. Subidos a un trineo tirado por perros dejó de existir para nosotros la más mínima muestra de noción del tiempo que pudiéramos cargar como equipaje. El ímpetu de los canes se ocupaba de guiarnos por colinas y terraplenes en los que se mantenía inalterable un escenario fantástico de montañas blancas y brillantes fiordos. Aquello no podía ser más hermoso. Sin duda estábamos disfrutando de una de las razones más convincentes para disfrutar de lo mejor de Noruega en invierno.
La experiencia de montar en trineo de perros en Laponia Noruega (o hacer mushing) abraza conceptos indisolublemente nórdicos como son naturaleza, tradición, nieve, libertad y adrenalina. Una vivencia emocionante con la que crear tu propia historia al otro lado de la línea imaginaria del Círculo Polar Ártico.
Travesía en trineo de perros por los alrededores de Tromsø (Laponia Noruega)
Habíamos llegado apenas un día antes a Tromsø, donde fuimos recibidos con una espléndida noche de auroras boreales que se contonearon en el cielo lapón y sobre nuestras propias cabezas. Las nubes parecían llevar varios días vetadas en la ciudad más importante del norte de Noruega, a nada menos que 350 kilómetros de la línea del Círculo Polar Ártico. Y las previsiones eran excelentes para el día siguiente. Nuestro objetivo de este viaje con tintes nórdicos pasaba por que tanto Isaac (Chavetas) como yo saliésemos a descubrir y disfrutar algunas de las maravillas de aquella parte de Laponia Noruega. Se trataba de una aventura que llevaríamos a cabo con Tierras Polares en la que saldríamos a buscar auroras boreales, haríamos diversos trekkings con raquetas de nieve (o por lagos helados), aprenderíamos sobre los nativos que aún viven en la zona o recorreríamos las maravillosas Islas Lofoten, sin olvidarnos de sus hermanas menos nombradas, las Vesterålen.
Y, por supuesto, algo que no podía faltar por nada del mundo era el placer de surcar los paisajes nevados en un medio utilizado de manera tradicional por los habitantes de los pueblos del Ártico (aquí los saamis) y por los exploradores polares que mostraron al mundo estas tierras lejanas por primera vez. No hablo si no, de subirnos a un trineo de perros y disfrutar de una experiencia 100% lapona.
La web oficial de Turismo de Noruega cuenta con una sección especial con información para llevar a cabo un viaje a este país en invierno.
¿Dónde practicamos mushing en el norte de Noruega?
Apenas a media hora de la ciudad de Tromsø, en la isla de Kvaløya (la 5ª más grande de la Noruega continental), se encontraba la base de operaciones desde la que saldríamos a hacer una ruta en trineo de perros de aproximadamente una hora de duración. Villmarketssenter se trata de un lugar muy recomendado no sólo por la oficina de turismo de la propia Tromsø sino también por los viajeros que han dejado su opinión en blogs de viajes o foros de internet (es más que recomendable reservar esta actividad online con antelación). Allí nada más llegar escuchamos el ladrido de los perros. Al acercarnos a ellos nos quedamos muy sorprendidos de su gran vitalidad y la impaciencia por ser los elegidos para correr por la nieve. Pero antes el personal del centro nos ofreció unos trajes tipo mono bien gruesos, así como unas botas y unos guantes. Y tengo que reconocer que aunque uno vaya bien equipado de casa es muy recomendable hacer caso a sus recomendaciones y ponérselos. No sólo por el frío o la posible lluvia/nieve sino porque cuando estás con los perritos es fácil que se te suban a jugar y te babeen por todas partes. Las botas, además, nos previenen de pisar barro o excrementos caninos antes de partir (hay recuerdos de Noruega que es mejor no llevarse).
Allí podía haber, sin exagerar, más de un centenar de perros. No eran de una raza en concreto. Unos pocos huskies, otros Alaska Malamute, pero la mayor parte de los mismos carecía de pedigree puesto que éste no resulta en absoluto necesario para desarrollar una serie de capacidades que los canes aprenden desde bien jóvenes. De hecho, algo que me causó mucha ternura, fue conocer a una perrita ciega llamada Troika, que habían rescatado de la calle y que en la actualidad se vuelve completamente loca participando en travesías en trineo. Obviamente no va en primera línea, pero conoce a la perfección su papel y lo desempeña a la perfección.
El comienzo de la ruta en trineo de perros
A Isaac y a mí nos asignaron un trineo en el que ir juntos. Detrás de nuestro asiento cubierto con pelaje de reno estaba el musher, la persona que se encargaba de saber dirigir a los perros y conseguir que aquello pasase a convertirse en una unidad. Partimos junto a otros trineos, formando en la nieve una fotogénica caravana puesto que cada uno iba tirado de aproximadamente diez perros. Y comenzó entonces un precioso viaje por la nieve en la isla de Kvaløya en el que seríamos deleitados por un paisaje que tintaba de blanco valles y montañas. Y en el cual podíamos admirar constantemente una enorme lengua de mar que se ocupaba de separarnos de Tromsø y otras islas de alrededor.
Si bien éste es un medio pensado y preparado para hacer largas travesías (se ofrecen para rutas de varios días), nuestro viaje tendría una duración aproximada de 40-60 minutos. Las paradas eran constantes (en unos trineos más que en otros) porque los perros en ocasiones se despistaban, otras veces se detenían a marcar el territorio e incluso para pelearse entre ellos para garantizar su liderazgo. Pero para separarlos y que no se perdieran estaba el musher, convertido en el timón perfecto en un medio de transporte que no ha cambiado apenas a lo largo de los siglos y que los pueblos nórdicos de Europa, América y Siberia han utilizado (y siguen utilizando) para trasladarse por lugares en los que las carreteras no existen ni se las esperan.
Cuando la belleza se convierte en la mejor adrenalina
La velocidad de este tipo de travesías no es considerable salvo cuando surgen los descensos que los canes aprovechan para explayarse especialmente. Pero dentro del trineo uno se da cuenta de que la sensación de adrenalina no tiene que ver en absoluto con los kilómetros por hora sino con con algo que está muy por encima y que resulta difícil de explicar. Te das cuenta de que la belleza del momento es la mejor adrenalina de todas. Las escenas parecen surgir a cámara lenta (incluso la manera en la que corren tus compañeros de viaje) y te preguntas cómo es posible de que estés viviendo una de las mayores experiencias que el invierno es capaz de regalar en un país como Noruega.
El sonido de la nieve crujiendo, el perfil sigiloso del viento y la sensación de estar dentro de una burbuja en lo que todo lo demás deja de tener sentido. Saber que tu mundo se encuentra por completo en aquella travesía en un lugar recóndito del norte europeo. Cuesta situar las palabras correctas con las que poder narrar un momento así. Por eso me gustaría compartir un pequeño vídeo con unos segundos grabados desde nuestro trineo de perros en Noruega.
Pasó la hora de ruta en trineo de perros. Y, sin quitarnos los trajes, nos quedamos jugando con ellos y con los cachorros a los que les fascinaba restregarse en la nieve y en el barro. Entonces entendimos el porqué de llevar los trajes y las botas. Si no los hubiéramos aceptado no nos hubiera quedado más remedio que salir de allí con «mierda hasta las orejas».
Una sopa caliente con guiso de reno
Ya en un iglú de madera que imitaba las viviendas típicas saami aprovechamos a calentarnos cerca del fuego y reponer energías. Una sopa con temperaturas próximas a la ebullición, y con carne guisada de reno, nos sirvió para continuar nuestra ruta. En este caso al archipiélago de las Vesterålen donde tendríamos de nuevo una increíble noche de auroras boreales con aroma a Laponia Noruega. Parecíamos tener un pacto con el cielo en ese viaje y lo aprovechamos al máximo.
Si queréis más información sobre este destino y cómo fue nuestro viaje no os perdáis la web de Tierras Polares así como la siempre recomendada página oficial de Turismo de Noruega, que cuenta con una sección especial con información para llevar a cabo un viaje a este país en invierno.. Y recordad que en este blog tenemos publicados unos cuantos relatos sobre Laponia Noruega y cómo sacarle partido a un viaje a Noruega en pleno invierno.
¡¡Salud y viajes!!
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
7 Respuestas a “La experiencia de montar en trineo de perros en Laponia Noruega”
Madre mía que guayyy. Estoy deseando probarlo. Me encantan los perros (tengo varios) y cada vez me estoy planteando más lo de meterme en esto de los deportes con ellos.
He visto en esta página web bestialbark.com/como-funciona-el-trineo-con-perros-mushing) mucha información, y también tienen mucho material de mushing y juguetes. ¿Alguien podría recomendarme por dónde empezar a meter la cabecita en este mundo? jajajaja
De momento le he comprado a mis perros unos cuantos juguetes interactivos, unos discos y esas cosas jajaja (y una alfombra refrescante porque con este calor no lo aguantan los pobrecitos).
Pues eso si alguien me puede ayudar os lo agradezco mucho.
Saludos
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