Una visita a los osos panda en Chendú - El rincón de Sele

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Una visita a los osos panda en su casa de Chengdú (China)

Leía hace algún tiempo en un reportaje de National Geographic que eso de que los osos panda nos resulten tan irresistibles tiene incluso explicación científica. Al parecer durante toda la vida retenemos en nuestro subconsciente ciertas características infantiles y cuando observamos un animal con la ternura de un bebé se estimula nuestra producción de oxitocina, la considerada como «hormona del amor».  Internet está lleno de vídeos de adorables ositos panda con números récord en visualizaciones. Y sí, reconozco que a mí también me encantan. Así que cuando planeé viajar al suroeste de China me detuve unos días en Chengdú para visitar, entre otras cosas, el Centro de Investigación y Cría del Panda Gigante y así contemplar de cerca a estos animales a los que entran ganas de achuchar como a un peluche.

Oso panda de Chengdú (China)

Aunque son oriundos de las montañas de Sichuan, en Chendú desde 1987 llevan haciendo una labor encomiable que les ha llevado a lograr más de 200 nacimientos de una especie que hasta hace muy poco rozaba su propia extinción. Hoy día el centro es una de las atracciones más importantes con las que cuenta la ciudad china. 

Chendú, la ciudad de los osos panda

En Chendú la figura de oso panda se repite de manera constante. Dibujos de pandas te reciben en el aeropuerto nada más llegar a la capital de Sichuan. Aparecen en los nombres de infinidad de hoteles, restaurantes o tiendas de la ciudad. Y es todo un souvenir en forma de camisetas, gorras, peluches e imanes de nevera. Está claro que este animal blanquinegro se trata de un indiscutible icono para esta urbe utilizada de paso por muchos viajeros que salen a descubrir la provincia (a tan sólo un par de horas se encuentra el gran Buda de Leshan o el monte Emei), hacen escala camino a Yunnan (ese fue mi caso) o degustan la rica gastronomía sichuanesa donde es famosa su particular pimienta que se ha puesto muy de moda últimamente fuera de las fronteras de Asia.

Estatua de oso panda en Chengdú (China)

Dado que ver un oso panda en libertad en las montañas de Sichuan (quedan en torno a 1800 ejemplares) es prácticamente imposible, la opción de observar con seguridad varias decenas de miembros de esta especie en un entorno abierto de grandes dimensiones y aprender sus muchas particularidades, ha provocado que el Centro de Investigación y Cría del Panda Gigante que se sitúa a apenas 10 kilómetros a las afueras de Chengdú se haya convertido en una de las visitas más recomendables de cuantas posee esta ciudad.

Recordando al mítico Chu-Lin

Me acuerdo perfectamente cómo siendo muy pequeño fui con mis padres en más de una ocasión a visitar al oso Chu-Lin en el zoológico de Madrid. Había sido el primer oso panda nacido en cautividad en toda Europa y su presencia en España era todo un acontecimiento. Tanto que hasta el dúo Enrique y Ana le dedicaron una canción tanto a él como a su madre, Shao-Shao, que os recomiendo no escuchar si no queréis tener el estribillo metido en la cabeza todo el día. Qué tiempos aquellos…

Así es el lugar de Chengdú donde pueden ver más pandas de todo el mundo

Estando en Chengdú me programé dos cosas. Por un lado visitar al Buda de Leshan, considerada la estatua budista en piedra más grande del mundo, y por el otro acudir a la casa de los osos panda. Así que me reservé una mañana y siguiendo los consejos de algunas guías y blogs, me planté en la puerta del famoso Chengdu Research Base of Giant Panda Breeding a la hora de su apertura, las siete y media de la mañana. Que madrugara para estar tan temprano en el centro tenía una explicación muy razonable que iba más allá que mis ganas de ver pandas. A primera hora de la mañana los osos panda están más activos y se dejan ver mejor. Porque a partir de las diez, sobre todo en los meses de verano en que hay más calor, se van a dormir o se retiran a zonas interiores para aprovechar la fuerza del aire acondicionado (no están acostumbrados a temperaturas altas, ya que su hábitat normal son bosques montañosos que, a menudo, superan los 3000 e incluso los 4000 metros de altitud). Por otro lado al ser un lugar muy turístico, uno puede aprovechar dos o tres horas sin demasiada afluencia de público (hay mucho turismo local que viene en grupo, colegios, etc.). A mediodía se forman colas para casi todo y la visita se vuelve un tanto incómoda.

Cartel del Centro de Conservación y Cría de Osos Panda de Chengdú (China)

CONSEJOS IMPORTANTES:

  • Es muy aconsejable estar en el centro a primera hora de la mañana (abren a las 7:30). Los pandas están más activos y hay muchos menos turistas.
  • Ir sección a sección siguiendo un plan establecido con cierto orden. Es fácil perderse por el parque y quizás no podamos (o sepamos) volver después donde lo habíamos dejado.
  • Está prohibido dar cualquier tipo de alimento a los animales y conviene no armar barullo para no molestar ni a los osos panda ni a los pandas rojos. Seamos un poquito civilizados, por favor.

 

Oso Panda en Chengdú (China)

Así que fui en taxi desde mi hotel por unos 40 yuanes (aprox 5€) y pagué los 58 yuanes relativos a la entrada (aprox 8€). Después me hice con un mapa del parque para organizarme un poco, ya que el lugar era mucho más grande de lo que me había imaginado. Cuesta creer que todo comenzara como un lugar que custodiara media docena pandas y que tres décadas más tarde haya unos ochenta en un espacio inmenso. Ni los más optimistas entonces hubieran imaginado que sería el lugar del mundo con un mayor número de osos panda en cautividad. Y que sus labores de conservación, reproducción y estudio de esta especie haya ayudado no sólo a que haya más miembros en el centro sino que haya aumentado su población dentro de su hábitat montañoso en la propia Sichuan. Los programas para conservar los menguantes bosques de bambú y para penalizar la caza de este animal han sido esenciales para detener una sangría que estuvo a punto de llevarles a desaparecer del mapa.

Oso panda del Chengdú (China)

Comer, dormir… y también jugar

El Centro de Investigación y Cría del Panda Gigante aprovecha sus enormes dimensiones para albergar diferentes secciones y que los osos panda de distintas edades puedan tener suficiente espacio para poder llevar a cabo su actividad diaria. Aunque cuando llegan a la edad adulta y no dependen de su madre (alcanzan la madurez sexual a los 7 años) sus rutinas pasan por comer y dormir. Su dieta diaria requiere, como mínimo, de 12 kilogramos de bambú (en ramas u hojas) y cuando no están dedicando su tiempo a alimentarse se pasan las horas durmiendo para poder hacer la digestión de semejantes cantidades. Aunque si son muy jóvenes también dejan algo de tiempo a jugar con otros osos o trepar a los árboles. En en esos instantes en que son más activos cuando uno pierde la noción de las cosas haciendo fotografías o mirando a la densa capa de vegetación convertida en su hogar, para buscar escenas cargadas de simpatía que hacen que la oxitocina se dispare y nos volvamos un tanto ñoños.

Oso panda de Chengdú (China)

Sabías quéA pesar de que la dieta de los osos panda es propia de los herbívoros, su aparato digestivo sigue siendo muy similar de un carnívoro, por lo que les cuesta digerir bien su alimento (de ahí que consuman tan poca energía a lo largo del día). Al parecer antiguamente también comían carne, pero existe la hipótesis que debido a la pérdida de su hábitat y, sobre todo, a las disputas con otros depredadores (como el oso asiático) se vieron obligados a alimentarse del tallo y las hojas del bambú de manera casi exclusiva.

 

Oso panda de Chengdú (China)

Aunque no todo es comer, dormir y jugar en el mundo panda. Obviamente también se reproducen. La primavera (de marzo a mayo) es la época en que los machos se acercan a cortejar a la hembra con la que desean reproducirse. Si consiguen fecundarla la gestación viene a durar unos cinco meses. Para el otoño puede nacer una cría, a veces dos. Cuando esto último sucede la madre se ve en la obligación de elegir a una de ellas puesto que no se ve capaz de criar a ambas por sí sola. De ahí que una sea abandonada y muera (afortunadamente en el centro de Chengdú se salva al bebé rechazado). Las crías de oso panda nacen ciegas, con apenas 100 gramos de peso (lo que viene a ser el tamaño de un hámster) y sin casi pelo. Además requieren ser amamantadas cada treinta minutos. Los índices de supervivencia de un cachorro de oso panda es inferior al de otras muchas especies de mamíferos.

Oso panda de Chengdú (China)

Si se tiene la oportunidad de visitar la «guardería de pandas» uno puede ver auténticos osos de peluche, los cuales son tremendamente juguetones y muy divertidos. Aunque cabe decir que no todas las secciones del parque pueden permanecer abiertas en función de la época que se vaya. El centro de conservación y cría del oso panda gigante de Chengdú está en constante mantenimiento y eso puede afectar a que existan zonas que no se puedan visitar.

Los simpáticos pandas rojos

Si bien el gran protagonista de este parque de Chengdú es el oso panda, existe un apartado en el que se puede ver también a otra especie oriunda de China (también de Tibet o Bután) como es el panda rojo. Si bien este animal tiene más parecido a un mapache que a un oso, se ha convertido en otro de los propósitos de la lucha contra una situación vulnerable de la especie. Se calcula que sobreviven en libertad en torno a 2500 ejemplares de panda rojo en las provincias chinas de Sichuan y Yunnan, aunque tener la ocasión de poder verlos en su estado salvaje es tan o más complicado que con sus vecinos los osos panda.

Panda rojo en Chengdú (China)

Esta especie de hábitos nocturnos se deja ver con más facilidad a primera hora de la mañana nada más reciben su comida diaria. Cuando llega el calor no hay ni rastro de los mismos puesto que también huyen de las temperaturas altas del estío. Son bastante dormilones pero cuando están en el suelo correteando resultan muy graciosos tanto en sus movimientos como en sus gestos. Curiosamente hay una parte del camino en el centro en el que existen aperturas en las vallas (aposta, para favorecer su movimiento en el parque) y estando solo en una ocasión se me cruzó casi a los pies uno de estos pandas rojos para dirigirse a su objetivo justo al otro lado.

Panda rojo en Chengdú (China)

Las otras cosas del Centro de osos panda de Chengdú

La parafernalia del Centro de Investigación y Cría del Panda Gigante de Chengdú da para otro post. Ahí es cuando entra la parte más de parque temático. El museo es interesante e incluso organizan pequeños talleres donde explican particularidades de los pandas (como, por ejemplo, el nacimiento). Pero el objetivo está más que cumplido cuando se puede observar, sobre todo, a primera hora de la mañana, a los adorables osos panda y a sus hermanos (o más bien primos lejanos) pandas rojos.

Oso panda de Chengdú (China)

Recomiendo invertir en esta visita no menos de tres horas. Cuatro ya dan para ver todas las secciones o, al menos, las más importantes. Y así salir cuando las largas filas en taquilla den sentido al refrán que dice que «al que madruga Dios le ayuda.» Hay mucho Chengdú para ver además…

CÓMO LLEGAR

+ Chengdú está conectada a través de la aerolínea KLM vía Ámsterdam, que se trata, sin duda, de las maneras más rápidas, cómodas y económicas que encontré para llegar a esta parte de China. Desde allí hice además la conexión con Kunming para recorrer posteriormente la provincia de Yunnan.

+ El Centro de Investigación y Cría del Panda Gigante (en chino simplificado se escribe de la siguiente manera: 成都大熊猫繁育研究基地) se encuentra a 10 km del centro de la ciudad. Se puede llegar en metro o autobús, pero por tiempo y ganas de no complicarse la vida compensa un taxi, que no te costará más de 40-60 yuanes (desde el aeropuerto puede subir un poco).

+ Esta excursión se puede hacer con un guía privado en español (incluye traslados) combinada con un recorrido por los mejores lugares que visitar en Chengdú.

+ Más información en la web oficial del centro (con horarios, precios, direcciones, etc.): www.panda.org.cn/english

Vídeo de mi experiencia en Chengdú con los osos panda

Para rematar os recomiendo que no os perdáis el vídeo que he preparado sobre mi experiencia en este centro de conservación sichuanés. Se titula 3 minutos con los osos panda de Chengdú y muestra en movimiento a estas ricuras blancas y negras.

Oso panda de Chengdú (China)Pincha sobre la imagen para ver el vídeo

La misión de ver osos panda sólo era una de muchas de cuantas me había anotado en mi viaje al suroeste chino. Pero esta aventura no había hecho más que comenzar. A las pocas horas Yunnan me estaba esperando.

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Banner del viaje a Yunnan y Sichuan (China)

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