Hasta no hace demasiado tiempo tener una discapacidad motora o incluso visual suponía un impedimento insalvable para pasar unas vacaciones en un camping. Pero, por fortuna, a día de hoy comienzan a proliferar las propuestas de los denominados campings accesibles, espacios turísticos en entornos campestres completamente enfocados a satisfacer las necesidades de personas con problemas de movilidad. Estos establecimientos, adaptados de manera total o parcial, constituyen un paso fundamental para facilitar de una vez por todas la estadía de quienes también tienen derecho a disfrutar de estancias dignas y diseñadas para la normalización de un turismo inclusivo que no deje a nadie atrás.

Existen una serie de buenas prácticas que indican si un camping es accesible u ofrece servicios adaptados a viajeros y viajeras con dificultades de movilidad y/o visibilidad. Claves para ayudar a normalizar lo que no debería ser impedimento en una infraestructura turística de este tipo.

¿Qué es exactamente un camping accesible?

Se puede definir como campings accesibles a un tipo de espacio turísticos, normalmente integrados en un entorno natural, que cuentan con una orientación particular hacia personas con determinados problemas de movilidad. En dichos establecimientos los visitantes pueden disfrutar de las actividades y destinos presentados gracias a la disposición de una serie de estructuras que faciliten los desplazamientos, el movimiento así como el libre uso de las instalaciones con el objetivo final de lograr la mayor independencia posible de estas personas durante su estancia, sea breve o prolongada.

Dichos recintos además de facilitar la entrada o el movimiento de sus clientes, sin excluir a visitante alguno por unas características físicas particulares, proponen además diversas actividades para los huéspedes alojados, ya sea piscina, senderismo, playa, juegos, pesca, etcétera, proporcionándoles además todas las herramientas necesarias para su correcto desarrollo.

Buenas prácticas de los campings accesibles

Cabe recalcar que hoy día son muchos aún los campings que no están diseñados de manera adecuada para aquellas personas con determinados tipos de discapacidad ni para moverse libremente en buena parte de las instalaciones de las que disponen los centros. Por lo que siempre se recomienda preguntar antes de reservar a los profesionales de estos establecimientos turísticos si disponen de unas instalaciones adecuadas para personas con limitaciones de movilidad, así como actividades enfocadas para ellas. A la hora de escoger uno de estos campings se deberían tener en cuenta determinados aspectos o buenas prácticas donde se garantice la mejor estancia de este tipo de huéspedes. He aquí algunas de las más reseñables:

• Espacios sin barreras que permitan la movilidad y circulación de los huéspedes con problemas a la hora de desplazarse, ya sea con o sin silla de ruedas. Éstos deberían poder moverse sin dificultad por el recinto. Esto implica que no se encuentren con escalones o contar con una amplitud suficiente en puertas y pasillos. En el caso de zonas que se encuentren fuera del nivel del suelo debería haber rampas y/o elevadores.

• El transporte hasta el lugar de destino debe ser también accesible para las personas con movilidad reducida así como para sus vehículos.

• Las áreas de pernocta así como las zonas comunes deben garantizar la mayor independencia posible a personas con discapacidad motora, visual y/o auditiva.

• Bungalows, tiendas o servicios adaptados. También espacios preparados para autocaravanas accesibles que requieran de un mayor espacio.

• Entre los servicios ofrecidos a sus clientes debe haber un amplio catálogo de actividades en los que puedan participar (senderismo, actividades en piscina, río o mar, juegos, estancia en playas o zonas de baño, etc.).

• Plasmación de información Braille en determinados elementos o instalaciones para la correcta lectura de personas con discapacidad visual total o parcial.

Estas son sólo algunas de las claves que los viajeros puedan gozar de este tipo de campings accesibles y completamente adaptados en los cuales poder conectar, como cualquier otro visitante, con la naturaleza o el entorno que les rodea. Queda mucho por hacer, por supuesto, pero para esto se puede asegurar que no cabe mirar atrás. Que la única barrera de viajar en camping sea precisamente la dificultad para elegir entre una amplia selección de lugares plenamente accesibles.

Sele

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