Navidad cada día…
Vamos a hacer un ejercicio juntos. Nos vamos a ir a un día cualquiera de una Navidad cualquiera, pudiera ser esta misma. Empecemos a quitarle toda clase de envoltorios y artificios de anuncio de televisión. Apagamos las luces, escondemos en el armario los árboles decorados hasta arriba, los belenes, nos olvidamos de los carteles de Rebajas, de los paquetes que ocultamos en los rincones más insospechados de la casa. Apagamos también la radio donde dan el Sorteo de la Lotería y, por supuesto, la tele, donde Raphael vuelve a cantar el tamborilero, y las pajaritas y lentejuelas hacen acto de presencia. Tampoco hay cabalgatas de Reyes ni Papás Noeles que valgan. Ni si quiera resuenan villancicos en cada esquina. Nos quedamos pensando. Probablemente la parafernalia ya no esté pero en nuestra mente aparece lo más importante de todo, nuestra gente, llámese familia, novio, novia, amigos y amigas del alma, incluso las mascotas que revolotean por el hogar y tan felices nos hacen. He aquí lo que es la verdadera Navidad, compartir con tus seres queridos, con cualquier alma de la que estés enamorado (en todos los sentidos del término), un tiempo que después recordaremos para toda la vida. Ellos son mi Navidad cada día, la estrella que ilumina el cielo que veo por encima, y debo estar lo suficientemente lúcido para no olvidar que los tengo a mi lado y que son mi gran suerte, mi gran lotería.
A veces tengo miedo de olvidarme de lo verdaderamente importante, de quienes me quieren con mis pocas virtudes y mis muchos defectos, y a quienes yo quiero con locura. No deseo que eso ocurra, por eso quiero vivir la Navidad cada día…
Muchas veces nos quejamos (yo me incluyo el primero) de lo que no tenemos, de dónde no podemos ir o lo que no podemos comprar. Por mi parte no tengo ni derecho ni justificación para no sonreir todos los días. Toda mi familia está cerca y me apoya. Salvo mis abuelos y mi pequeño Lucas, que ya se fueron lejos, todos están a mi lado. Despierto cada día con una chica que me hace sentir especial, tengo al lado a la mejor madre del mundo, la que siempre ha confiado en mí y ha estado conmigo pasara lo que pasara, un padre que me ha inculcado las ganas de averiguar más allá de mis narices, una hermana que me ha dado unos sobrinos guapísimos y con la que no voy a negar que me he reído mucho en mi infancia… En realidad no puedo quejarme ni de mi familia política. Sin comerlo ni beberlo tengo unos suegros que me tratan como a un hijo e incluso una nueva abuela para mí.
Y vaya, tengo amigos… muchos amigos, en quienes puedo confiar y con quienes he vivido grandes momentos. Lo mejor de todo es que no dejan de aparecer más gracias a este invento de internet que me ha traído de carne y hueso a gente con la que he compartido incluso viajes por el mundo y buenas horas de conversación. Eso de hablar en alto de una pasión como viajar hace que aparezcan personas con las que da gusto aprender cosas nuevas.
Me siento afortunado puesto que es mucha gente la que no puede disfrutar de los suyos por culpa de los males que golpean a nuestro mundo constantemente. Las guerras, el hambre, la enfermedad, el egoísmo y las pocas ganas de comprenderse los unos a los otros, enturbian lo que debía ser una existencia maravillosa en un cuento que sólo se vive una vez.
Cuando viajo, y no hace falta irme demasiado lejos, paseo entre injusticias y zancadillas, entre ausencias y fantasmas. Veo sonrisas pero también aprecio lágrimas, muchas lágrimas. Igualmente aprendo que no es necesario rodearnos de mil avalorios cuando de verdad la felicidad está en las cosas pequeñas y en la gente que nos rodea. He visto reir de verdad en lugares paupérrimos, sin la décima parte de los recursos de los que muchos disponemos. Esa gente es pobre materialmente pero tiene una riqueza de espíritu que muchos ni si quiera soñarían. Y es que, ¿para qué demonios sirve estar rodeado de cosas si no nos detenemos a compartirlas con los demás? ¿De qué sirve un coche con asientos de cuero si no tenemos quien se siente a nuestro lado?
Debemos aferrarnos a nuestro corazón y tener un gesto con quienes de verdad tenemos pasión. No podemos dejarlos escapar, que huyan o lloren en silencio. Hace mucho tiempo supe que la única bandera que amo de verdad es la luz que me permite mirar a mi familia a los ojos y que no me olvide de que soy el chico con más suerte del mundo por tenerlos a mi lado.
Por ello no hacen falta fechas. O no, quizás si hacen falta. Nunca decimos suficientemente lo que nos queremos y lo que nos necesitamos. Toda excusa es poca para celebrar todo esto. Pero olvidémonos de lo artificial, de lo que de verdad no interesa. Me he propuesto a mí mismo vivir la Navidad cada día.
Dedicado a quienes me hacéis sentir especial… todos y cada uno de los días del año.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
17 Respuestas a “Navidad cada día…”
Sele, tú que ya me conoces un poco, sabrás que este artículo me ha gustado especialmente y por ello me paro a escribirte y desearos a ti, a Rebe y a los tuyos !!FELICES FIESTAS!!
Porque además de poder compartir todo ello con alguien, dime si no es verdad que el mejor momento de un viaje es ese en el que, después de mucho tiempo, regresas al hogar… 😉
Un fuerte abrazo Sele y felices fiestas!!!
2012 para ti no ha sido un año más y seguro que quedará en tu memoria para siempre, solo espero que 2013 siga cumpliendo tus expectativas.
Espero que nos veamos pronto 😉
Me ha gustado mucho tu post, hasta me ha asomado una lagrimilla! Estoy totalmente de acuerdo contigo, no sirve de nada tener un montón de cosas si no lo puedes compartir. Podría escribir aquí un montón de cosas más pero… Me detendré y solo aprovecharé para desearte feliz Navidad y feliz 2013 para ti y para esa familia tan estupenda que tienes 🙂 Y que nos leamos otro añito más!
Gran post y cuanta verdad en lo que dices. No te conozco en persona (aunque espero coincidir contigo en algún evento o charla bloguera), pero se nota que lo que escribes lo dices de corazón. Lo importante es poder compartir con alguien lo que vives y lo que tienes. Al fin y al cabo eso también lo haces en cierta manera con el blog, no?
Ya que estoy aprovecho para darte mi nominación a los premios Liebster Awards. Se que es para gente con poco seguidores, pero bueno, no pasa nada por saltarse las reglas de vez en cuando.
Un abrazo
Hola Sele!
Espero que pases unas muy felices fiestas, compartiendo con los tuyos estos días. Me gustó mucho tu artículo; alguna frase me recordó a la película «Hacia rutas salvajes», que te recomiendo si no la has visto ya. Cuídate mucho, y que en 2013 se cumplan los proyectos que te propongas!
Un abrazo desde Shenyang (R.P.China) adonde he llegado hace poco por trabajo, y que será mi hogar (y lanzadera para conocer todo lo que pueda de Asia) durante 3 años.
Un artículo preciosos, me ha encantado, ojala tuvieramos siempre presente muchas de las cosas que aquí dices, no solo en fechas señaladas.
Un abrazo!
Me ha encantado el post. Parece que necesitamos ocasiones especiales para decirnos lo que sentimos y deberia ser lo normal y cotidiano, nos sentiriamos mucho mejor.
Gracias por este post!
Un saludo
Felices fiestas compañero, preciosa forma de ver de qué va todo esto!
Es que la Navidad es eso, chicos, las pequeñas cosas que nos hacen felices…
+ Isaac: Sé que tú has captado rápido la clave de este artículo navideño porque tú vives tu Navidad día a día con la gente que quieres. Por cierto, que no pase de este año sin vernos. Te doy hasta verano..
+ José Carlos: 2012 no fue un año… fue mi año. Espero 2013 nos traiga muchas alegrías a todos. Felices Fiestas!
+ Arantxa: Compartir lo que uno vive, ese es el sentido de todo. Feliz Navidad!!
+ Alberto: Cierto, a ver si nos conocemos pronto. Y muchísimas gracias por nominarme a los Liebster, es todo un honor. Feliz Navidad!
+ Fito: Así que te me has ido a China a vivir… eso sí que es un cambio!!! Espero que en estos 3 años me de tiempo a volver a ese país y quien sabe si hacerte una visita, ok? Feliz Navidad, viajero!
+ Castillos: Pues hay que hacerlo cada día… Luego nos arrepentimos de no haber dicho que queremos a alguien lo que merecía… Felicidades!
+ Emprendedores: Lo mismo que he comentado antes, no dejes para mañana decir lo que sientes a los tuyos…
+ Pau: Amigo, 2012 fue uno de mis mejores años, pero me da que 2013 va a estar entre esos años que no vas a olvidar jamás. Amigo, viajero y compañero de calendario… Feliz Navidad a tí y a tu familia.
Esto sigue… estoy preparando un vídeo resumen con imágenes y música de lo más importante de este año que no os podéis perder!!
Abrazos y Felices fiestas!!
Sele
Una muy bonita entrada Sele. Al final, lo más importante es la gente que tenemos al lado.
Te deseo unas felices fiestas y un 2013 que sea, como mínimo, como este 2012 que dejamos ya atrás.
Un saludo compañero 🙂
Ciertamente me he emocionado al leer el artículo completo … además has conseguido que al leerlo, aunque fuese tu historia personal, … éste te tradujese a la mía propia … y me ha gustado … me has hecho pensar en todo …
Deberías escribir un libro (seguro que ya te lo habías planteado) …
Un abrazo para tí, Rebeca y todos los que te rodean!, te deseo lo mejor para 2013!
El tuyo si que ha sido un súper año viajero. Me alegro que hayas tenido la oportunidad de hacer realidad uno de tus sueños y te deseo lo mejor este 2013 que pronto empezamos.
Un beso,
Preciosa reflexión Sele! La gente que nos quiere y rodea es lo que da sentido a nuestras vidas!
Que paséis unas fiestas estupendas y que el 2013 os traiga todo lo mejor.Espero volver a verte muy pronto y me cuentes tu viajazo de este año en persona.
Un fuerte abrazo para Rebe y para ti!
Muchas veces las experiencias que buscamos fuera están más cerca de lo que creemos. Y qué bonito es contemplar y conocer esos rincones del mundo teniendo alguien al lado con quien poder compartir esos momentos…
Felices fiestas y que 2013 te lleve a todos aquellos lugares que ya has pensado y a otros muchos que aún no sabes.
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!
Qué bonito!! Navidad debería ser cada día porque es una pena que su espíritu sólo se conserve durante 15 días
Que grandes verdades amigo. Una suerte contar con tu amistad. Un fuerte abrazo!
[…] son bonitas cuando se es niño o se tienen niños. Y, si me lo permitís, niego la mayor. Creo que la Navidad está en uno mismo y se vive cada día, en la actitud que ponemos para disfrutar de la familia, la pareja o los amigos. En estos tiempos […]