Florencia, ciudad del Arte

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Florencia, la ciudad del arte

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Si la temporada viajera de 2008 la cerró Marruecos, qué mejor comienzo para 2009 que pasar un fin de semana romántico con mi novia en la cuna del Renacimiento, del Arte, de Miguel Ángel, de Dante, de los Médici.. Es decir, en la inigualable Florencia. Nuestro primer contacto con la capital de la Toscana llegó en forma de un regalo de cumpleaños que mantuve oculto a la incauta de Rebeca hasta 48 horas antes de irnos.

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Como desde Madrid las conexiones aéreas con la ciudad de Florencia son limitadas, con escala obligatoria y muy caras, nos decantamos en ir hasta allí volando con Easyjet destino Milán. Dormimos en la capital lombarda en un hotel muy próximo a la Stazione Centrale de trenes (Hotel Amadeus, normalito, nada del otro mundo) para tomar un Tren de Alta Velocidad a horas muy tempranas. Y en apenas dos horas y diez minutos ya estábamos en la que para mi gusto se encuentra entre las dos o tres ciudades más hermosas del mundo. Razones no le faltan a la «bellisima Firenze».

Había reservado una habitación en uno de los mejores hoteles de la ciudad, el Grand Cavour (www.hotelcavour.com), aprovechándome de una ofertón que encontré por casualidad en su página web. En temporada alta los precios pueden superar los 300€ por noche, pero aquel sábado 17 de enero del recién estrenado 2009, la doble costó 70 euros.

La ubicación de este antiguo palazzo es tan magnífica como su exclusivo interior, ya que se sitúa a medio camino de la Catedral y de la Piazza della Signoria. Y las vistas eran realmente sensacionales. Asomarse a la terraza y ver la Cúpula de Il Duomo o abrir la ventana y deleitarse los torreones medievales y los viejos tejados fiorentinos es una sensación fantástica.

Florencia está moldeada con el delicado cincel de genios universales como Miguel Ángel, Giotto o Brunelleschi y coloreada con los virtuosos pinceles de Rafael, Veronese, Caravaggio, Tintoretto, Vasari o Leonardo Da Vinci. El Renacimiento, la vuelta a los clásicos, supuso una explosión de creatividad difícilmente superable con la aparición de artistas muy polifacéticos apoyados por la cuenta corriente de los Médici, gobernantes de la ciudad durante más de tres siglos y cuyo mezenazgo resultó clave.

Este viaje supuso la culminación de unas expectativas, que se presentaban tan altas, que antes de ir tenía miedo a la decepción, al no es para tanto. Pero en Florencia la palabra miedo y decepción no existe. Esta ciudad posee tantos tesoros que es difícil hablar de todos, pero procuraré comentar de forma breve los más destacados y que llamaron más nuestra atención:

Santa Maria dei Fiore es la Catedral o, mejor dicho, Il Duomo de la capital toscana y está considerada como uno de los templos más magníficos del mundo cristiano. Destaca por la grandiosidad de una cúpula de 114 metros de altura y 45 de diámetro (medidas del exterior) que levantó Filippo Brunelleschi con una solución ingeniosa consistente en elevarla sobre un tambor octogonal.

Su característica linterna coronándola y su peculiar teja de ladrillo ornamentan el que hoy día es el símbolo más importante de la ciudad, cuya silueta es posible visualizar desde cualquier punto. 8 euros es el coste que tiene subir a lo más alto de la cúpula, pero las vistas lo merecen. Expectativa alta y superada.

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Y si la cúpula de Brunelleschi es un símbolo, el David de Miguel Ángel, ubicado en la Galería de la Academia (Precio entrada: 6´50€), es un icono de masas. A pesar de habérsele visto hasta la saciedad en libros, guías, revistas, posters, televisión, internet y cualquiera de los medios audiovisuales o escritos, impresiona sobremanera. La perfección y la delicadeza de sus formas, expresadas hasta el más mínimo detalle, demuestran cómo cinco siglos atrás Miguel Ángel moldeó el mármol como si fuese mantequilla. Expectativa alta y superada.

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La Piazza della Signoria es la sede del poder político de carácter regio que imprimieron los Médici. En forma de L, es el lugar donde se ubica el Palazzo Vecchio, coronado por la Torre de Arnolfo (95 m.) que emerge de una balconada recubierta de almenas. Si su exterior sorprende, los cuartos monumentales y salas que se extienden en su interior son simplemente excepcionales (Precio de la entrada: 6€). Y no es el único Palacio de la Plaza, aunque sí el más importante. En la misma también se encuentra la Logia de los Lanceros, que contiene numerosas esculturas renacentistas y de la época romana, sobresaliendo para mi gusto la figura de Perseo sosteniendo la cabeza de Medusa. Junto al Palazzo Vecchio la fuente de Neptuno completa un conjunto escultórico realmente magistral que decora la Plaza más hermosa de Florencia. Expectativa alta y superada.

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Desde la Piazza della Signoría se accede a la Galería de los Uffizi, la mejor pinacoteca de Italia y entre las tres más valiosas del mundo, que es reflejo de la capacidad de Florencia para atraer a los mejores pintores y a sus mejores obras. De dos largas alas con sus largos corredores emergen decenas de habitaciones contenedoras de la excelente colección pictórica. Quizá las obras más conocidas del Museo pertenezcan a Botticcelli, como por ejemplo «El Nacimiento de Venus» o «La Primavera». Pero no faltan maestros como Leonardo, Tintoretto, Veronese, Caravaggio, Vasari, El Greco, Giotto, Miguel Ángel, Rafael y otros muchos genios de la Historia del Arte. El coste de la entrada es de 6,5€. Expectativa alta y superada.

El Río Arno en Florencia representa lo que a Budapest el Danubio o a París el Sena y regala a los paseantes preciosas escenas en su ribera. Se puede cruzar de un lado al otro por numerosos puentes de piedra, pero uno de ellos se ha ganado también una fama bien merezida. El Ponte Vecchio es de origen medieval, aunque fue el Renacimiento el que le confirió su aspecto actual. Cosme I de Médici le pidió a Vasari que construyera un corredor que uniera el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti y así lo hizo. La originalidad está en que en dicho puente hay Platerías y Orfebrerías, prestigiosos comercios cubiertos que sustituyeron las carnicerías medievales que no daban ningún prestigio ante el rutinario paso de un Médici. Expectativa alta y superada.

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He mencionado algunos de los atractivos turísticos que más me llamaron la atención, pero son apenas una mínima parte de lo que hay en Florencia, que supone un viaje al arte medieval, gótico y sobre todo renacentista palpable en cada paso que se da sobre el empedrado. Sería injusto olvidarme de la Basílica de la Santa Cruz (Santa Croce), que merece la categoría de Catedral, y que alberga los restos de personajes importantes que dieron un nombre a la ciudad como Galileo, Miguel Ángel Buonarroti o Nicolás Maquiavelo. O de la Iglesia de San Lorenzo aledaña a la Capilla de los Médici, Panteón funerario de imprescindible visita. Y así una infinidad de Palacios Renacentistas, templos cristianos escondidos, museos de escultura o pintura, que merecen un viaje mucho más sosegado. Todas ellas Expectativas alta y superadas.

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Uno de los momentos más recordados de la noche del sábado llegó en el Forte Michelangelo, en una colina al otro lado del Arno, desde donde disfrutamos de una panorámica «inigualable» de la ciudad y donde pude realizar algunas instantáneas hermosísimas que me agrada compartir con todos los lectores del Rincón de Sele. Y es que una imagen vale más que mil palabras. No sabría expresarlo de otra forma.

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Así que la mejor aportación posible a todos vosotros y vosotras es esa, la COLECCIÓN DE FOTOGRÍAS DE FLORENCIA que pude llevar a cabo en este precioso y perfecto fin de semana. Fue un regalo a una persona muy especial y acabó siendo también un regalo para mí. Florencia es hermosísima y ha supuesto una Expectativa alta y superada.

Nos vemos en otra crónica. Hasta pronto!

Sele

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