Siria se desangra, día a día, minuto a minuto. Vive una guerra sin cuartel que se escapa totalmente de un origen entre rebeldes hastiados y el régimen de un Al-Assad aferrado fuertemente al sillón presidencial a costa de su pueblo. Y se complica día tras día porque aquello es un todos contra todos en el que han aflorado los radicalismos y los grupos terroristas están aumentando su poder cada vez más. Este país es posible que sea actualmente uno de los más peligrosos del mundo, donde los muertos se cuentan con decenas de miles y el silencio se fuerca secuestrando periodistas que eran los ojos que nos informaban de lo que estaba sucediendo. Sólo se sabrá lo que pasa en Siria cuando la batalla termine, cuando quienes pueden hacer algo dejen de dar la espalda y mirar hacia otro lado. Entonces nos daremos cuenta de que además de esas vidas que se apagaron para siempre, se habrán esfumado lugares de incalculable valor. Siria tiene historia de muchos miles de años en sus muros, lugares bíblicos, castillos cruzados, pedacitos del Imperio Romano y un preciosista legado árabe en cada calle. Quien sabe si, como sucedió con los budas de Bamiyan en Afganistán, ya es demasiado tarde para lamentarnos. Porque hoy día estamos perdiendo unos valores históricos en Siria que cuando todo acabe lloraremos para siempre.
Tuve la inmensa suerte de recorrer Siria hace varios años y conocer rincones espectaculares, muchos de ellos Patrimonio de la Humanidad con o sin UNESCO de por medio. Cada vez que leo las noticias me llevo las manos a la cabeza ante las tropelías que se cometen en los conjuntos históricos, los saqueos a museos y los bombardeos que se suceden en castillos o ruinas milenarias. Por ello, me gustaría tirar de memoria y caminar por esos lugares que estamos perdiendo en Siria con la guerra… Leer artículo completo ➜