Una postal desde Borneo en pleno atardecer - El rincón de Sele

Blog

Una postal desde Borneo en pleno atardecer

Print Friendly, PDF & Email

Atardecer en Borneo

Tengo la suerte de encontrarme en un lugar en el que las puestas de Sol no se producen sin que el cielo prenda fuego a sus colores. Así es Borneo, esa isla de sueños de aventura inmersa en una naturaleza única que me trae a la cabeza demasiados recuerdos bonitos para dejarlos atrás. Si antes vislumbré algunos sus encantos en el lado indonesio (que ocupa la mayor parte) esta vez lo estoy haciendo desde Sarawak, de donde pertenece esta postal robada al mar, y también desde Sabah, el estado malasio en el que me encuentro ahora mismo a pocas horas de salir a buscar orangutanes y otros seres vivos sin los cuales el Planeta Tierra sería más frío, inhóspito y triste. Otra vez estoy cumpliendo un sueño, que no es otro que regresar sin dejar de descubrir rincones nuevos que escribir en un cuaderno de notas con sus alegrías, sus sorpresas y también sus infortunios, por qué no decirlo. Estoy feliz de estar aquí, en Borneo, uno de los lugares en los que las palabras remoto, salvaje y natural todavía se escuchan al otro lado del Monte Kinabalu.

Llevo ya unos cuantos días en Malasia, sobre todo en Borneo. Y estoy muy cerca de lo que he venido a buscar… de lo que he venido a vivir. Necesito saber si todavía hay lugar para la esperanza, si el gesto de un orangután sigue valiendo todo un viaje y si es cierto las maravillas que he escuchado sobre surcar el río Kinabatangan cuando se va a echar la tarde encima y escucha el sabio discurso de la Madre Naturaleza. No pienso irme sin captar y, sobre todo, sentir el influjo de la biodiversidad de esta isla eliminando los añadidos artificiales. Así tenga que intentarlo varias veces, no volveré a casa con el corazón y la cámara vacíos. Lo prometo…

Mientras tanto quería compartir la escena de un atardecer en Miri, en Sarawak. Realmente estaba dando a la espalda al mar cuando me percaté de que todo lo que tenía delante había cambiado de color. Me giré y no pude despertar de mi asombro al ver cómo el mar era incapaz de apagar las llamas celestes que se mostraban recias, incandescentes prendiendo incluso a las nubes que habían amagado horas antes con hacerse tormenta y romper definitivamente este cuadro que bien pudo haber pintado Edvard Munch. Sin gritos, sólo silencio, sólo la verdad de un nuevo día que se resistía a ser devorado por el fuego.

Borneo es especial, diferente. Es, en realidad, una postal de la propia vida…

Sele

5 Respuestas a “Una postal desde Borneo en pleno atardecer”

Deja un comentario