No es sólo una estúpida pajita de plástico
Quién me iba a decir hace algún tiempo que para sorber mi refresco en el cine o en la hamburguesería de turno estaba sirviéndome de una auténtica arma de destrucción masiva para el medio ambiente. ¿Cómo podría imaginar entonces que algo tan insignificante y delgado que se estruja con la mano resultaba tan dañino para la vida en nuestros mares y océanos? Nunca me había parado a pensarlo, la verdad. Mi ignorancia y estupidez no se percataron hasta mucho después de lo que suponen para el mundo estos elementos a priori inofensivos pero que son parte de un problema global. Recuerdo que un día navegando por internet me topé con la realidad de no uno, sino varios, vídeos en los que veterinarios de animales salvajes se las veían y deseaban para arrebatar estos materiales plásticos que se habían incrustado en nariz, boca e incluso ojos de grandes tortugas marinas que los había confundido con alimento. Aquel día sentí asco y, sobre todo, pena. Mucha pena. De haber sido (y ser) parte del problema y no haberme dado cuenta antes de las terribles consecuencias de algo que va más allá de una estúpida pajita de plástico.
Buena parte de las sustancias que contaminan nuestros océanos tiene tienen que ver con este material de sorber y tirar cuyo uso, salvo excepciones, es no sólo una inutilidad sino un lujo que nuestro planeta no se puede permitir por más tiempo. Ya no.
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Según algunos estudios representa un 4% de la basura que hay en nuestros mares. Sólo en el continente europeo se usan nada menos que 36.500 millones de pajitas al año. En España, el país de la UE que que más utiliza y desecha este material plástico, se calcula un consumo de en torno a 13 millones de pajitas cada día. Estados Unidos 500 millones/día. ¿Os imagináis la cuenta que sale si sumamos a China, India, Pakistán, México, Japón, Nigeria y así hasta 193 países?.
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Algo que se caracteriza por un uso tan efímero una vez llega al mar tarda en degradarse por completo alrededor de 500 años. Y lo peor es cuando se empieza a descomponer en pequeñas partículas, los temibles microplásticos, ingeridos por peces, aves y, de vuelta en muchas ocasiones, por nosotros mismos.
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Más de un millón de aves, decenas de miles de mamíferos marinos y millones de peces mueren cada año por culpa de los plásticos que inundan los océanos. Hace algunos años dio la vuelta al mundo el vídeo en que se le quita a una tortuga una pajita que tiene clavada en su fosa nasal. Son imágenes duras pero son pura realidad y, de un modo u otro, empezaron a crear conciencia ante lo que supone una grave amenaza para la fauna marina y, en definitiva, para todo el planeta.
No te pierdas el artículo: De tortugas marinas y otros milagros.
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Es algo sumamente inútil y prescindible. Por supuesto, salvo algunos casos, como personas enfermas o que necesitan esta forma de ingerir líquidos o alimentos. Pero no para que en España se necesiten 13 millones diarios (además en nuestro país se reciclan apenas en 37% de los envases plásticos mientras que el resto se tira en cualquier sitio).
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Organismos internacionales, gobiernos y millones de empresas han sido y son responsables de que se sigan fabricando y sirviendo pajitas de plástico. Y, por supuesto, nosotros como usuarios finales.
No es sólo una estúpida pajita de plástico…
Afortunadamente algunos países están empezando a legislar para acabar con este tipo de elementos contaminantes. De hecho el Parlamento Europeo aprobó en marzo de este mismo año una medida muy aplaudida de prohibir los plásticos de un solo uso para 2021 (no sólo pajitas sino también bastoncillos, platos o cubiertos de plástico, etc.). Algunas empresas sugieren la retirada de estos elementos o sustituirlos por otros reutilizables (vidrio, acero, etc.) o incluso comestibles (en algunos bares italianos empiezan a ofrecer pajitas de pasta).
Planet 21: Acting Here
En el mundo de turismo una gran empresa que ha asumido este desafío imparable es la cadena hotelera Accor, creadora de “Planet 21, Acting Here”, un programa de desarrollo sostenible en el que todos sus hoteles y clientes a nivel mundial están involucrados. Empezó con que las pajitas sólo se ofrecieran bajo demanda pero se ha comprometido a eliminarlas de raíz y en los próximos meses no quedará rastro de ellas. En el análisis de sostenibilidad que pude llevar a cabo y publicar acerca de las medidas de uno de los tres hoteles con más habitaciones de la Comunidad de Madrid, el Novotel Madrid Center, se especificó que están preparados para el uso de pajitas biodegradables.
Tratándose de una cadena hotelera con más de 5000 establecimientos en todo el mundo (hospeda cada día a lo que equivaldría a una ciudad gigante) cualquier medida es bien recibida. Y que van más allá de los plásticos de un solo uso. Algunas de sus actuaciones más interesantes:
- Proyecto Plant for the planet donde gracias al pequeño gesto de no echar la toalla al suelo para lavar todos los días, se invierte en acciones de reforestación. Y es que con lo que se ahorra en energía, lavandería, agua se han llegado a plantar más de 7 millones de árboles en casi una treintena de países.
- Compromios para disminuir el desperdicio de comida y utilizar productos de proximidad. Love Food not waste es el lema elegido.
- Huertos urbanos en sus hoteles.
- Ahorro de energía (agua, luz, etc.).
No es sólo una estúpida pajita de plástico
Ya lo veis. No es sólo una estúpida pajita, popote, absorbente, sorbete, bombilla, caña, calimete, carrizo o como quiera que se diga en todas las variantes del castellano en España e Hispanoamérica. Es algo que debe servir para que nos replanteemos todos los daños causados por los plásticos de un solo uso que se han convertido en auténtico veneno para el planeta.
Un gesto… sumado a muchos gestos hacen un mundo mejor.
De tortugas marinas y otros milagros.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
2 Respuestas a “No es sólo una estúpida pajita de plástico”
La verdad que cada vez es más terrible el tema del plástico. El año pasado estuve en Mabul (Borneo malayo) y daba mucha pena ver cómo estaba el mar inundado de plásticos, siendo este además, un Parque Nacional, y uno de los lugares con mayor bio diversidad marina del planeta. Cada día que iba a hacer snorkel, sacaba bolsas y bolsas llenas de plástico. De poco sirve, pero al menos algo se puede hacer, concienciarnos, y actuar.
Gracias Sele.
Hola Raúl,
La verdad que lo de los plásticos de un solo uso es una de las grandes cagadas de la Humanidad. Nos vamos a estar comiendo esa porquería hasta el resto de nuestros días (y de los que nos sucedan, que pensarán que éramos estúpidos).
Gracias por tu comentario!
Sele