Desde muy corta edad, siempre me gustó rebuscar información, por un lado, sobre los destinos más insólitos que conformaban el gran mapa de África y, por el otro, indagar sobre esas etnias y tribus donde las tradiciones más ancestrales perduran como antaño y sus miembros aún persiguen con los pies descalzos los caminos trazados por los dioses y espíritus que veneran. Por eso mismo, la expedición que vengo a proponerte cuenta con ciertos ingredientes que van entre la admiración, la ilusión, la pasión y el respeto por quienes aún iluminan las noches de esa África profunda con las últimas llamaradas del animismo. No se trata de un viaje corriente que verás en los catálogos de las agencias porque allá donde vamos el turismo se trata de algo absolutamente minoritario. Pero esa es la idea, acariciar esos lugares donde aún sobrevive una pátina de autenticidad donde poder reproducir los grandes viajes de quienes nos precedieron en su afán de descubrir el mundo con sus propios ojos. Nos vamos, en un equipo muy reducido, a explorar Sudán del Sur y gozar de una experiencia reservada destinada a aquellos y aquellas amantes de la aventura, de los rincones más indómitos de nuestro planeta, para aprender in situ de algunos de los grupos étnicos más interesantes que los pueblan.

¿Te vienes conmigo de viaje a Sudán del Sur? Del 25 de enero al 6 de febrero de 2025 llevaremos a cabo una única salida donde descubriremos los secretos del país más joven del mundo, fuera del alcance durante décadas, y que hoy ofrece una inmersión cultural sin precedentes junto a los larim, los toposa, los lopit y los mundari.

¡QUEDAN 3 PLAZAS PARA ESTE VIAJE! Pídeme el programa aquí. 

VIAJE DE AUTOR A SUDÁN DEL SUR (Etnias de la última frontera)

Como el país más joven del mundo reconocido por la ONU, Sudán del Sur, el número 193, logró su independencia en 2011, tras haber estado bajo el dominio del imperio egipcio, la colonización británica y el régimen de Sudán. Aquí el animismo sigue latente, reflejando un momento crucial en la historia de la Humanidad: la transición hacia la ganadería. Un cambio histórico fundamental en nuestra evolución y el cual sirve para recordarnos cómo nuestros antepasados comenzaron a recorrer la naturaleza junto a sus animales, buscando pastos, siguiendo el ciclo de las lluvias, refugiándose en las montañas y pernoctando junto a los ríos. Un estilo de vida que, sin duda, ha protegido y aislado incluso hoy día a las etnias que encontraremos en nuestra travesía.

Nos sumergiremos en la vida de los toposa, dedicados al ganado y la minería de oro. Visitaremos a los larim, quienes en su hogar montañoso mantienen ricas tradiciones artísticas tanto en sus viviendas como en sus cuerpos. Con los lopit, presenciaremos la belleza de sus danzas, canciones y poesías que mantienen viva la herencia de sus ancestros. Para el final, además, nos adentraremos en los campamentos de ganado que los mundari poseen a orillas del Nilo Blanco, para observar la profunda reverencia que este pueblo tiene por el las vacas de grandes cornamentas, las ankole watusi, las cuales simbolizan la riqueza y un estatus por el que este grupo étnico se levanta cada mañana.

Este viaje de carácter antropológico nos transportará hasta un pasado lejano pero aún vivo de nuestra existencia. Un lugar donde conectaremos con la devoción y costumbres de un mundo abocado a desaparecer, a vislumbrar un valioso testimonio de resistencia y fe de los pueblos nilóticos en una última frontera, tanto geográfica, como temporal y espiritual. Y lo haremos abriéndonos de mente y corazón a un encuentro profundo con la humanidad en su forma más pura y esencial.

Resulta emocionante saberse ante la gran oportunidad de sumergirse en un estilo de vida que ha resistido las mareas del tiempo, un testimonio vivo de la resiliencia humana. En Sudán del Sur, se puede sentir el pulso de la historia en cada paso, en cada interacción, en cada susurro del viento que trae consigo las voces de generaciones pasadas.

Llevar a cabo un viaje antropológico a Sudán del Sur es abrir una ventana a un mundo donde el pasado y el presente convergen en una danza eterna. Es dejarse llevar por el flujo del tiempo, abrazar la simplicidad y la profundidad de una existencia en armonía con la naturaleza. Es, en última instancia, una búsqueda de conexión, una celebración de la diversidad humana y un homenaje a la riqueza cultural que define a la perfección un continente llamado África.

Una gran aventura con el sello de Rift Valley Expeditions

En este proyecto personal de viajes de autor a lugares recónditos y rutas diferentes me gusta rodearme de los mejores. Y en el caso de Sudán del Sur, nadie como Rift Valley Expeditions cuenta con mejor conocimiento, experiencia y cobertura en este territorio. Esta agencia especializada en África fue de las primeras en acceder a este nuevo país y en establecer un diálogo de primera mano entre viajeros y la población local para mostrar la riqueza cultural de estos grupos nilóticos garantes de las tradiciones más antiguas del continente. El sueño personal de Toni Espadas, el carismático viajero, fotógrafo y líder de la compañía quien tristemente nos dejó hace pocas fechas (y a quien le debo las fotos que están ilustrando este artículo), forma parte de la filosofía de Rift Valley, que no es otra que difundir y proteger el incalculable patrimonio natural y cultural del continente africano basándose en una vastísima experiencia y en un enfoque dirigido a la sostenibilidad. Educando y promoviendo el respeto por el entorno mientras se asegura una aventura completamente enriquecedora.

Así que me alegro inmensamente en poder contar en esta ocasión con el apoyo y emblema de Rift Valley Expeditions, garantía del buen hacer en los muchos de destinos de África por los que se mueven, que no son pocos precisamente.

¿Qué espero de este viaje a Sudán del Sur?

Al emprender este viaje a Sudán del Sur, pretendo que podamos sumergirnos juntos en un mundo de fascinantes culturas y tradiciones que han resistido el paso del tiempo. Con cada paso que demos en esta tierra de semejante diversidad étnica, haremos algo más que presenciar la autenticidad de las comunidades locales, aprender de su rica historia y las costumbres que vienen arraigadas en su forma de ser desde hace miles de años. Seremos testigos privilegiados de las últimas llamaradas del animismo en esta parte de África y de un mundo que inexorablemente
está abocado a desaparecer. Una foto a todo color donde las miradas más puras se entremezclen con las largas cornamentas de las vacas ankela watusi bajo el humo, las cenizas y la tierra a este lado del Nilo Blanco.

Comprobaremos cómo nos reciben con hospitalidad y calidez en las aldeas, compartiendo historias alrededor del fuego y formando parte de ceremonias tradicionales que revelan la esencia misma de su cultura. Abriremos nuestros oídos y, sobre todo, nuestra mente para absorber esas leyendas que han sido transmitidas de padres a hijos a lo largo de los siglos, a través de los más ancianos de lugar, auténticas bibliotecas de la tradición oral donde no existen los libros sino las palabras.

Aspiro a que este viaje sea más que una simple experiencia turística o unas buenas fotos que enmarcar en el salón. Sudán del sur será, en realidad, un viaje de descubrimiento personal común que nos desafíe para mirar al mundo desde una perspectiva nueva, apreciando la inmensa riqueza de la diversidad cultural que aún sobrevive en el continente africano. Espero que, al final de todo, cuando lleguemos a casa, lo hagamos con el corazón lleno de recuerdos inolvidables y la mente enriquecida por las lecciones aprendidas en las tierras del Nilo Blanco. Y, por qué no, sintiéndonos orgullosos de haber conformado un grupo de personas entusiastas de los viajes que llegaron a este remoto destino sin conocerse y regresaron siendo un gran equipo. Forjado a través de la empatía, la paciencia, las ganas constantes de aprender, la emoción y el entusiasmo. Con la hoguera, el campamento y los polvorientos senderos atravesados por los mundari, los toposa, los larim o los lopit imprimiendo una rúbrica capaz de sellar amistades dentro de nuestro grupo.

¿Cómo formar parte del viaje a Sudán del Sur?

Será el primer viaje de autor del año 2025. Salimos el 25 de enero y estaremos de vuelta el 6 de febrero. En caso de querer formar parte no dudes en ponerte en contacto conmigo y, de ese modo, recibir más detalles sobre este viaje (itinerario completo, precios, consideraciones, etc.) a través de un programa pormenorizado. El grupo será de tan sólo 10 personas. ¡Y SÓLO QUEDAN 3 PLAZAS!

Por otro lado me gustaría dejar claro que éste se trata de un viaje nada exigente físicamente, apto para todas las edades y estados de forma. Ideal para apasionados de los rincones del mundo más salvajes e indómitos, a quienes les interesa conocer a fondo los grupos étnicos que mejor conservan sus tradiciones.

En este afán por ofrecer las experiencias más extraordinarias y únicas del mundo, proyectamos nuestra ilusión a este viaje tan singular, esperando que te animes a participar y así convertirte en protagonista de una de las mejores expediciones en las que nos habremos embarcado en mucho tiempo. Esta es tu oportunidad para formar parte de algo realmente especial, y sólo falta tu entusiasmo para vivir juntos una aventura inolvidable.

Consulta todos los viajes de autor con plazas disponibles.En estos momentos para 2024 sólo quedan plazas para Venezuela (10-21 de noviembre).

¿Te vienes a ponerte junto a una hoguera frente al Nilo Blanco?

Sele

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NOTA: Todas las fotografías utilizadas de Sudán del Sur fueron cedidas por Toni Espadas y Rift Valley Expeditions.