Fotografías de la ciudadela de Bam una década después del terremoto
La madrugada del 26 de diciembre de 2003 un fuerte terremoto sacudió salvajemente una de las ciudades más históricas de Oriente Medio. En el sudeste de Irán el conocido como terremoto de Bam ocasionó el desmoronamiento de un 80% de los edificios, provocando que más de 40.000 ciudadanos perdieran la vida y más de 50.000 fueran heridos. Unas 80.000 personas se quedaron sin hogar en una de las mayores catástrofes de la década. Pero además la ciudadela de barro más grande del mundo, Arg-é Bam, con aproximadamente 2500 años de antigüedad, se vino prácticamente abajo en su totalidad. Uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad más destacados no sólo de Irán sino de todo el mundo se rompió por completo. Desde ese mismo instante, cuando todos creíamos que se había perdido para siempre, hubo quienes juraron esa misma noche que Bam volvería a ser la que era, costase lo que costase, aunque llevara mucho tiempo conseguirlo. Se estudiaría cómo levantar de nuevo la ciudadela con las mismas técnicas e instrumentosd e antaño para recuperar la esencia de la ciudad de adobe más inmensa que jamás existió, con 180.000 metros cuadrados de extensión en un estado de conservación que hasta entonces había sido perfecto.
Diez años después del terremoto de Bam, cuando el Arg-é-Bam había dejado de aparecer en los mapas y en las rutas de muchos viajeros a Irán, tuvimos la oportunidad de comprobar in situ cómo lentamente la ciudadela estaba volviendo a su ser. Los trabajos de restauración estaban aún muy por debajo del 10-20%, pero aún así puedo asegurar que merece la pena ir a Bam puesto que personalmente es de los lugares más grandiosos que he podido ver en toda mi vida.
Antes y durante el viaje de tres semanas recorriendo Irán no faltó la gente que nos contaba que no incluían a Bam en su itinerario por el país porque les habían dicho que no quedaba absolutamente nada de ella. Muchos nos confesaban que sustituían el viaje a Bam por otra ciudadela de barro más próxima a Kerman, la de Rayen, que era a la cual acudían los gobernantes de Bam durante los veranos y que se conservaba de forma excelente. Además no habíamos encontrado información alguna de cómo iban los trabajos de restauración o textos de otros viajeros que se hubieran acercado a ver cómo estaba la cosa. Pero apenas un mes antes de nuestra marcha la UNESCO daba la noticia de que retiraba a Bam de la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro, dado lo bien que se estaban haciendo las cosas y lo que se había logrado recuperar. No había una sola foto de Bam 10 años después pero no teníamos ninguna duda de que teníamos que ir, debíamos comprobar que el Arg-é-Bam no había muerto del todo. Algo nos decía que no nos íbamos a sentir decepcionados…
Y así fue… El día que tuve la suerte de ver este lugar con mis propios ojos escribí nada más regresar a Kerman unas notas en este blog bajo el titular ¡Bam sigue viva! Era como si acabase de descubrir las Pirámides de Egipto, Petra o Abu Simbel y quisiese contárselo a todo el mundo. La pregunta que mi cabeza llevaba tanto tiempo haciéndose de si merece o no la pena ir a Bam después del terremoto hallaba la más positiva de las respuestas. ¡Por supuesto que sí! Todo aquello es más que un monumento, es la recuperación de un sueño, la constatación de que una obra de 2500 años no se la iba a llevar un aterrador zelzele (así es como se dice terremoto en persa). Los viajeros estamos de enhorabuena. Bam no se ha perdido, Bam sigue estando ahí…
Antes de mostraros las fotografías de este prodigio me gustaría destacar que no sólo el lugar nos impresionó sobremanera sino que lo vimos sin apenas gente. Nadie o casi nadie visita Bam desde que temblara la tierra aquella terrible noche de diciembre. Porque no hay información, porque quien la vio en su máximo esplendor quiere quedarse con la última imagen que guarda en la memoria, porque en Irán mucha gente se ocupa de decirte que no vale la pena ir tan lejos para nada. Durante las tres horas que anduvimos por las ruinas de la ciudadela de barro modelada entre partos y safávidas pudimos cruzarnos con un total de diez personas, llegando a estar solos la mayor parte del tiempo. Eso, reconozco, que también hizo mucho para que nuestra impresión sobre este lugar fuese aún mejor. Porque en pocos rincones del mundo hay posibilidad de degustar una maravilla (y además Patrimonio de la Humanidad) a solas. Eso sólo ya invalida el resto de argumentos que se ocupan de ofrecerte una y otra vez.
Y ahora sí, no dilato más y vamos con la demostración de todo lo que os acabo de contar, que Bam sigue vivita y coleando, a pesar de que queda mucho por hacer.
IMÁGENES DE BAM DIEZ AÑOS DESPUÉS
– La entrada principal por la vía que se dirige hacia el castillo y donde se desplegaba el antiguo bazar. Se ha recuperado este acceso, aunque los edificios y viviendas de los laterales aún siguen tal cual quedó tras el terremoto.
– Panorámica general de Arg-é-Bam, con el castillo al fondo. Aunque no tiene la pose anterior al seísmo, es una imagen que sigue poniendo los pelos de punta a los viajeros que se acercan hasta aquí. No hay palabras que describan el momento de estar en el corazón de Bam, sin nadie alrededor, y tener delante el escenario de la que fuera la ciudad de adobe más grande del mundo.
– Los primeros trabajos de restauración se se esforzaron en volver a dar forma al castillo de Bam y sus murallas. No cabe duda que es el área más lograda en una rehabilitación que llevará décadas.
– Detalle de torreón y parte de la muralla del castillo de Bam. Es evidente la minuciosidad con la que se está trabajando para devolver a su ser toda una ciudad con más de dos mil años de antigüedad.
– Lamentablemente las huellas del terremoto están presentes en Bam en un 80-90% de la ciudadela que se vino totalmente abajo durante la madrugada del 26 de diciembre de 2003. El lugar más famoso y visitado de la República Islámica de Irán escribía una de las páginas más negras de su dilatada historia. Y la mayoría pensó que había sido la última…
– A pesar de todo es inevitable que la visita a Bam deje un sabor agridulce. Por una lado viene la alegría por saber que no lo hemos perdido del todo. Por otro la tristeza de la desolación de calles derrumbadas, desiertas. Entra nostalgia incluso a quienes no la vimos florecer…
– Mirar el horizonte de Bam, comprobar que no termina nunca y preguntarse. ¿Cómo debió ser todo esto antes del terremoto? Cuando algo emociona al 10% de su original es que el 100% era simplemente inconmensurable. Dicen que la ciudad de las mil y una noches debía encontrarse aquí. Y es difícil pensar lo contrario.
– Aún es posible sentirse como un niño en la gran ciudad de barro. Muchos sueños se cumplen recorriendo senderos y buscando rincones repletos de fantasía.
– Mirar al frente, escuchar el silencio, disfrutar de la soledad, suspirar, volver a creer y gritar… ¡Bam sigue viva!
INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE BAM (CÓMO IR, PRECIOS, TIEMPO NECESARIO, ETC…)
Era costumbre que muchos turistas, antes del terremoto, se quedasen a dormir en la ciudad de Bam para estar a primera hora en la ciudadela de barro. Las infraestructuras turísticas eran mejores que ahora, obviamente, y había quien le compensaba ahorrarse las 190 kilómetros que hay desde Kerman, la ciudad más importante de la provincia. Hoy todo eso ha cambiado. Muy poca gente visita el Arg-é-Bam y durante los últimos diez años la zona habitable que se vino abajo se ha estado levantando de nuevo, dejando apenas un par de modestas opciones de hospedaje.
En nuestro caso utilizamos Kerman como base para explorar el sudeste iraní, no sólo Bam sino también Mahan, Rayen o los Kaluts en el desierto Dasht-e-Lut. Así que contratamos un taxi en el Hotel Akhavan (la mejor base de operaciones que encontramos en toda la zona) y por 1.000.000 de riales (aprox 25€) invertimos una mañana en viajar hasta Bam y visitar la ciudadela. Se tardan exactamente 2 horas (controles de carretera incluidos) y luego la visita puede llevar otras dos horas e incluso algo más si uno es de los que se detiene muy mucho a tomar fotografías. Por 200.000 riales más (aprox 5€) da tiempo a ver Rayen a la vuelta con toda la tranquilidad del mundo.
Es posible también hacer esta ruta en bus (también desde Kerman) mucho más barata aunque dependiendo en mayor medida de los horarios. Ciertamente lo ideal es contratar un coche con conductor y pagarlo entre varios. Ofrece más independencia y la posibilidad de combinarlo con otras visitas.
El precio de la entrada a la ciudadela de Bam en ese momento (2013) era de 150.000 riales (aprox 4€), que es el coste que tienen todos los monumentos de importancia en el país. Dado que abre a las 8:00 de la mañana lo ideal es salir de Kerman a las 6:00 y ser los primeros en entrar. La posibilidad de estar un buen rato a solas en la gran ciudad de barro es mucho mayor.
Espero haber puesto algo más de luz a una cuestión muy repetida para un buen número de personas que viajan a Irán. Bam lo vale… Bam nos espera.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
* Recuerda que puedes leer los distintos apartados de la Guía práctica del viaje a Irán con información relativa a:
– RUTA REALIZADA (LUGARES QUÉ VER EN IRÁN)
6 Respuestas a “Fotografías de la ciudadela de Bam una década después del terremoto”
Debo confesar que desconocía la existencia de este lugar hasta que coincidimos en Fitur. Gracias a esta entrada ahora tengo más motivos para visitar Irán, una lástima que el terremoto haya echo olvidar a muchos viajeros esta gran ciudadela. Aunque te digo una cosa… el 10% es impresionante e increíble, no puedo imaginarme como hubiese sido el 100%.
Saludos,
Jesús
Vero4travel % Siblingsontheroad
Parece un castillo de arena de playa …
Me ha realmente fascinado, además no hay nadie!!, ya me imagino que Irán está muy muy lejos aún de ser un destino turístico «típico».
Un placer que hayas estado y nos lo hayas enseñado!.
Hasta Pronto!
Un lugar precioso, sin duda. Una lástima que esté casi todo derruido. Pero es esperanzador saber que se está trabajando en su reconstrucción y que se le vuelve a dar bombo en internet en sitios como éste. Que se sepa que Bam sigue ahí.
Un abrazo.
Yo estuve en julio de 2003, por tanto antes del terremoto, y tampoco había turismo. Después del 11 S casi no había turismo en el país. Pudimos disfrutar de los maravillosos lugares y de su gente amabilísima, sin las aglomeraciones de otros destinos. Bam es un sitio espectacular que espero que restauren lo antes posible para que lo disfrute cuanta más gente mejor.
[…] suerte de conocer después de tres semanas viajando por este país del Medio Oriente. Suspiros de Bam, ejércitos de piedra surcando Persépolis, ciudades de las mil y una noches como Isfahán o Yazd, […]
[…] – Por muchas veces que se escuche que Bam no merece la pena después del terremoto haced caso omiso a dichas palabras. Si en vez de un terremoto lo hubiesen asolado las hordas mongolas hace 800 años diríamos que es una absoluta maravilla incluso como está ahora. No decepciona en absoluto. Recomiendo ir a Bam sin ninguna duda, y más después de 10 años de minuciosos trabajos de restauración. ¡Bam sigue viva! ; Fotografías una década después del terremoto de Bam. […]