Mi particular homenaje (y parodia) a Rocky Balboa en Filadelfia

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Mi particular homenaje (y parodia) a Rocky Balboa en Filadelfia

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Hay escenas en el cine que por mucho tiempo que pase se nos quedan grabadas a fuego. Ciertas frases, diálogos o secuencias permanecen en la retina e incluso hacemos que formen parte de nuestra acción cotidiana. En este caso nos vamos a los años setenta para llegar a la película de boxeo más inmortal que pueda existir, Rocky. ¿Quién no recuerda la mítica escena de un joven Sylvester Stallone encarnando la figura de Rocky Balboa corriendo apasionadamente por las calles de Filadelfia y subiendo un último y sufrido tramo de escaleras hasta que estira los brazos en la meta como señal de victoria? Sus últimos pasos en esos escalones que parecen interminables son Historia viva del celuloide. Además todo ello acompasado por una banda sonora más mítica aún que todavía muchos tararean cuando salen a correr, aunque sea al parque de al lado de casa.  Con motivo de la visita a la ciudad de Filadelfia en el que fue el último tramo del viaje de Mochilero en América no pude dejar de visitar las escaleras que llevan al Museo de Arte, las conocidas como Rocky Steps, y rendir un homenaje no sólo a un boxeador de cine sino también a todos y cada uno de los que alguna vez han soñado con emular dicha escena. En mi caso, que de deportista sólo tengo mi afición al fútbol (a verlo, no a jugar), no pude hacer más que tirar de buen humor y montar la parodia más lamentable en las calles de Filadelfia.

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En estos días que muchos quieren pintar de gris no hay mejor receta que reirnos y, a ser posible, reirnos de nosotros mismos. Y si para arrancar una sonrisa uno tiene que hacer el ridículo en Filadelfia, y plasmarlo en vídeo, pues se hace sin ningún problema. Los Rocky Sele Steps son el tributo que vengo a bien hacer para arrancar una sonrisa con la interpretación de una escena por todos conocida.

ASÍ SE HIZO LA CARRERA DE ROCKY

Desde que supe que íbamos a ir a Filadelfia (o Philadelphia, se escribe de ambas maneras) me vino a la cabeza la carrera de Rocky Balboa por lo que rápido empecé a maquinar algo para hacer cuando estuviera allí. Me pregunté dónde estarían las famosas escaleras pero la respuesta me vino por segundos gracias a internet. La escena de Rocky llegando a la meta fue rodada en las escalinatas que llevan a la fachada principal del Philadelphia Museum of Art, al oeste del centro y a los pies del Fairmount Park. Un lugar accesible a pie incluso desde del Independece Hall (30 minutos) y al que para llegar hay que pasar varios museos como el de Ciencias Naturales, la Catedral católica o una de las Bibliotecas más grandes y antiguas de los Estados Unidos.

La idea era grabar en vídeo una pequeña carrera subiendo las escaleras pero a medida nos fuimos acercando se me ocurrió hacer algo diferente y correr como un auténtico patoso (nada lejos de la realidad). Rebeca y mi madre, cámara y espectadora respectivamente, secundaron la moción y con ellas el camino hacia el Museo de Arte de Filadelfia se fue haciendo entre toma y toma, de estupidez a estupidez. Pero nos reimos tanto juntos que la llegada a la meta sólo pudo ser celebrada a lo grande, como el que da el paso previo a coronar el Everest…

Fue curioso que a la culminación de este «rodaje» tan particular se presentaran unas chicas que estaban preparando un trabajo para clase y me hicieran cuantas preguntas en torno al Museo de Arte. Al parecer es más conocido este lugar por Rocky que por la colección que posee y era algo que estaban documentando con los muchos visitantes que subían hasta allí. Aquí la muestra:

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UNA FOTO CON LA ESTATUA DE ROCKY BALBOA

Antes de subir las escaleras que van hacia la entrada principal del Museo de Arte, retirado a mano derecha, hay una estatua de Rocky Balboa levantando sus puños. Fue llevada allí en 2006, no sin polémicas, retiradas o sucesivos cambios de emplazamiento, ya que los puristas del arte no podían comprender que una escultura de Sylvester Stallone pudiese eclipsar a uno de los museos artísticos más grandes e importantes de los Estados Unidos. Sea como fuere es mucha la gente que se pone a los pies de Rocky y se hace la que es una de las fotografías más típicas que ofrece Filadelfia, le guste o no le guste a algunos.

EL ÚLTIMO DESTINO DEL VIAJE (Y EN BUENA COMPAÑÍA)

Tras Filadelfia sólo nos quedaba retornar a Nueva York para pasar un día y medio antes de tomar el vuelo que nos llevara a casa. Rebeca, mi madre (incorporación de lujo para las dos últimas semanas) y yo habíamos hecho un pequeño roadtrip por la costa este visitando no sólo Nueva York como era merecido sino también Washington o el Condado de Lancaster donde viven hoy día miles de amish. El final del gran viaje de mi vida pude compartirlo con dos personas importantísimas para mí a las que quiero con locura. No podía pedir nada más…

Y para cerrar ahí va una frase motivadora de la película Rocky que no sólo sirve para el boxeo sino para todos los ámbitos de la vida:

Si estas dispuesto a pasar por toda la lucha necesaria para llegar a donde quieres llegar…. nadie tiene derecho de detenerte

A por todas y sed felices. Y disculpadme por este despropósito de vídeo!

Sele

* No te pierdas la entrevista que me hicieron el pasado sábado en Piedra de toque, el programa de viajes de Onda Vasca.
* Recuerda que puedes seguir todos los pasos de este viaje en MOCHILERO EN AMÉRICA

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