Rumbo a Santo Tomé y Príncipe, las islas desconocidas del Golfo de Guinea
Hoy comienza un viaje a uno de esos países que aparecen en las listas de los menos visitados del mundo cada año. Incluso por debajo en cifras de turistas que la hermética Corea del Norte. Un rincón del continente africano del que no se habla casi nada (apenas hay guías o reportajes) y que mucha gente no sólo no sabría situarlo en el mapa sino que incluso ignora su existencia. Ese es el envite de Santo Tomé y Príncipe, un diminuto país compuesto por dos islas mayores y otras muy pequeñas (casi todas deshabitadas) que se encuentra en pleno Golfo de Guinea, acariciando línea del Ecuador y bastante cerca del meridiano cero, por lo que podríamos decir que está en el centro de nuestro planeta. Siento un cierto hormigueo en el estómago, como si mi ansia de viajar se hubiera multiplicado por mil y no pudiera esperar un minuto más para conocer este territorio apodado por los biólogos como «las Galápagos del Atlántico» por la cantidad de especies endémicas de fauna y flora.
Salgo rumbo a Santo Tomé y Príncipe con el objetivo de comprobar si es verdad que aún quedan paraísos escondidos. Y no sé por qué, pero algo me dice que habrá un antes y un después de esta experiencia única.
¿Dónde está Santo Tomé y Príncipe?
La República Democrática de Santo Tomé y Príncipe (en portugués São Tomé e Príncipe) es el nombre de un pequeño país africano (el segundo después de Seychelles) en el Golfo de Guinea. La línea ecuatorial pasa por la isla de Rodas, al sur de Santo Tomé, la isla principal. El meridiano de Greenwich no queda tampoco muy lejos, por lo que las líneas imaginarias lo situarían en una situación central el el globo terráqueo. A casi 150 km de Santo Tomé estaría Príncipe, aunque ésta, a diferencia de la primera que quedaría frente a las costas de Gabón, se encuentra más cerca de Guinea Ecuatorial. Este territorio estuvo deshabitado hasta 1470 cuando a sus costas arribaron los comerciantes portugueses João de Santarém, Pêro Escobar y João de Paiva bajo el reinado de Alfonso V, quien les otorgó privilegios en las islas. Tras varios años de reploblarla de perseguidos de la inquisición, sobre todo judíos sefardíes, se convertiría por fin en colonia lusa durante casi cinco siglos hasta lograr su independencia 1975. Su población es descendiente de los esclavos negros que trabajaron la tierra para los colonos, logrando incluso que las islas fuesen las mayores productoras de cacao en un largo período. El infortunio llevó a poner a Santo Tomé y Príncipe en el mapa de las rutas esclavistas entre África y el continente americano. Una historia compartida con buena parte del Golfo de Guinea.
¿Por qué Santo Tomé y Príncipe? Algunas particularidades destacables
¿Y por qué viajar a Santo Tomé y Príncipe? Ante esta pregunta prefiero darle la vuelta al enunciado. ¿Por qué no viajar a Santo Tomé y Príncipe? Y es que con estas peculiaridades lo extraño es que sea tan poco conocida:
- Ningún lugar del mundo con una extensión tan reducida cuenta con semejante número de especies animales y vegetales endémicas. Es decir, que sólo se encuentran en este lugar del globo.
- Una parte importante del territorio es bosque primario, sobreviviendo incluso a las plantaciones de cacao y de plantaciones de palma con las que se elabora aceite (junto a la pesca los pilares económicos del país). El Parque Nacional Obo (que se extiende tanto a Santo Tomé como Príncipe) cuenta con una biodiversidad única en el continente africano.
- Quedan restos de su herencia colonial en haciendas y edificios y, por supuesto, se habla portugués.
- Se pretende que Santo Tomé y Príncipe sea uno de los ejemplos de turismo sostenible. Hay muy poca infraestructura hotelera y la mayor parte de las playas (que son de postal) no cuentan con construcciones que las destrocen.
- Desovan cuatro especies de tortugas marinas, incluida la laúd (a la que llaman «ambulancia»). Santo Tomé y Príncipe es un país realmente interesante para observar este espectáculo natural.
- Está considerado un destino fantástico para hacer buceo/snorkeling y para los amantes de los pájaros (birdwatching).
- Se trata de un país seguro con unos índices de criminalidad de los más bajos de África. De hecho la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España en su apartado de recomendaciones de viaje, que se caracteriza precisamente por guardarse siempre espaldas asegura que: «La situación de Santo Tomé y Príncipe es tranquila y el viajero no corre riesgos particulares».
- Los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan visado en el caso de viajar a Santo Tomé y Príncipe por un periodo no superior a 15 días. Por tanto, no requiere trámite burocrático alguno.
- Hay vuelos directos desde Lisboa, si bien éstos no son demasiado económicos (de 800 a 1000€ como mínimo ida y vuelta).
Así que cuando me preguntan que cómo me ha dado por viajar a Santo Tomé y Príncipe, tengo muchas respuestas preparadas. Aunque realmente este viaje es muy particular por varios motivos que os explicaré a continuación.
Prospección en un mapa en blanco
Aunque muchos ya lo sabéis por las redes sociales, me gustaría confirmar hoy que he llegado a un acuerdo con Pangea The Travel Store (la tienda de viajes más grande del mundo) para poder hacer algo que llevaba intentando mucho tiempo. Y es poder organizar varios viajes al año para poder viajar con vosotros, los lectores. Pero el enfoque de los mismos no es para destinos, digamos fáciles o usuales, sino para llevar a cabo expediciones y rutas en rincones del mundo poco concurridos para vivir esa experiencia «de las de una vez en la vida». Con grupos muy reducidos, pocas salidas al año y sólo apto para gente muy viajera y que busca algo más de lo de siempre.
El primer viaje será durante la primera quincena de septiembre. A un destino de naturaleza que podría definir como «bestial», con un buen número de volcanes activos así como fauna que se deja ver con cierta facilidad. Viajando en camiones de 6×6, acampando en plena naturaleza, pasando a territorios prohibidos a los extranjeros durante mucho tiempo. El lugar exacto os lo voy a contar en marzo más tranquilamente, en cuanto vuelva de Santo Tomé y Príncipe, pero si no podéis aguantar más y queréis ir sabiendo algo escribid a Pangea o a mi correo los que estéis interesad@s en vivir una gran aventura. ¡Lo podemos pasar muy bien!
Volviendo a Santo Tomé y Príncipe después de esta introducción que creo era obligada. Me voy con algunos miembros del equipo de Pangea a una prospección turística. Es decir, a conocer de cero estas islas africanas (iremos tanto a Santo Tomé como a Príncipe) y poder plantear en un futuro muy próximo viajes a las mismas (tanto conmigo como sin mí, respetando la faceta ecoturística de la isla). No tenemos más plan que pasar casi diez días allí y conocer esos lugares tan increíbles de los que nos han hablado y llevamos tiempo leyendo. Buscaremos las mejores playas, las mejores actividades en la naturaleza, experiencias en viejas Haciendas de cacao, veremos cómo está la oferta hotelera y gastronómica y, en definitiva, recopilaremos grandes momentos que contaros.
Seguid el viaje a Santo Tomé y Príncipe
Mientras el wifi lo permita trataré de llevaros en en directo al pequeño país de Santo Tomé y Príncipe a través de las redes sociales. La pretensión es que, de una forma u otra, nos acompañéis virtualmente en esta aventura. Aquí las redes de El rincón de Sele donde irán saliendo cosas:
También os recomiendo seguir en redes sociales a Pangea (@Pangeaes tanto en Instagram como en Twitter y en Facebook PangeaESP) puesto que irán colgando vídeos y fotos de nuestra experiencia en Santo Tomé y Príncipe.
Y vosotros, ¿os vendríais a las islas un día de estos? ¡Porque me da que la cosa va a ser para repetirla!
Sele
+ En Twitter @elrincondesele