Blogtrip Cantabria Infinita (II)
Santander-27 de febrero de 2011 (08:00 horas). La expedición de bloggers viajeros, tras menos horas de sueño de las deseadas, arrancamos un nuevo día en el que pudimos anotar otra tanda de sensaciones extraordinarias dentro de nuestro cuaderno de bitácora. Seguimos descubriendo algunas de las maravillas de Cantabria, como por ejemplo la villa costera de San Vicente de la Barquera, cuyo alcalde se encargó de contarnos su Historia y su Fuero, que cumple 800 años y que es motivo de orgullo para todos los barquereños. O uno de los platos fuertes de este Blogtrip, la Cueva de El Soplao, una Catedral geológica sin igual donde las estalactitas se ocupan de burlar la Ley de la Gravedad.
Fotografía tomada en la Cueva de El Soplao (elrincondesele.com)
A veces hay quien piensa que lo ha visto todo o casi todo. Y hoy demostramos que en absoluto es así. Porque Cantabria, el 1% del territorio español, nos ofrece en cada momento motivos para no bajar la guardia.
SÁBADO 25 DE FEBRERO
Por la noche dejamos las cortinas de la habitación abiertas de par en par porque no queríamos que fuese el despertador el que nos sacara del sueño, sino las luces del alba cuando invadieran poco a poco la Bahía. Y así fue cómo el sol coloreó con su fuego el Mar Cantábrico que tenía faenando a los primeros barcos de pesca.
En semejantes circuntancias es imposible concebir no abrir los ojos con una sonrisa. La primera del día.
Otras llegarían más tarde, en el desayuno o en el minibús contándonos cómo había acabado cada uno la última noche. Y con los tweets o retweets todo fluía más fácil a todas partes.
LA CUEVA DEL SOPLAO: UNA CAVIDAD QUE DESAFÍA TODA LÓGICA
El cielo no fue tan benévolo como el día anterior. Ya desde el bus pudimos percibir ese tipo de lluvia tan del norte, para unos txirimiri, para otros calabobos, porque de tan fina que es parece que no moja pero cuando te quieres dar cuenta te ha empapado hasta los huesos. Los paisajes que íbamos encontrándonos en el camino, de verdes valles y montes poblados con algunas casonas de piedra, recogían todo ese agua y se abrazaban con bancos de niebla como murallas de una fortaleza. Nos estábamos dirigiendo por la A8, también llamada Autovía del Cantábrico, hacia la Cueva de El Soplao, un lugar de apertura relativamente reciente (2005) y que con todo derecho se está convirtiendo en un atractivo turístico de primer orden. Entre unos y otros se habían ocupado de ponernos en antecedentes y los dientes muy largos. Aunque por mucho que nos contaran nunca podíamos imaginar que estábamos a punto de conocer algo verdaderamente extraordinario, que tarde o temprano formará parte del Patrimonio de la Humanidad. Está escrito…
La cueva del Soplao se encuentra en la Sierra de Arnero, muy cerca del municipio de Valdáliga, y hasta hace muy poco se llegaba a ella por «caminos de cabras», inaccesibles para los automóviles. Esto se debe a que la proyección turística de la cueva fue un planteamiento de la última década. Porque en el Soplao todo ha ido muy deprisa. Bueno… todo menos su creación, para la que se necesitaron más de cien millones de años.
Aquí se encontraban unas minas muy importantes de zinc que comenzaron a funcionar en la segunda mitad del Siglo XIX. Con sus momentos más activos y otros más pausados (hubo una interrupción de los trabajos entre 1928 y 1948) la Mina de la Florida no dejaba de ser una más de las que abundaban en el norte de España (León, Asturias, Cantabria…). Hasta que en una de las perforaciones que se llevaron a cabo dieron con una gruta natural. Para los mineros fue una bendición ya que cuando se halla una cueva de este tipo se oxigena mucho más el aire, algo beneficioso para quien trabaja en estos interiores en los que el oxígeno no es precisamente un sobrante. Y por eso se la denominó El Soplao, un término muy minero que hace referencia a ese «soplo de aire fresco» en que se convierten estas cavidades.
Aunque nunca pensaron que se fueran a ver de cara con una de las mayores concentraciones de helíctitas o estalactitas excéntricas que se conoce hasta el momento. Las helíctitas o excéntricas son estalactitas que en vez de crecer bajo el principio de la verticalidad (de arriba a abajo) lo han hecho hacia otros lados, desafiando literalmente cualquier Ley gravitatoria. Hay cuevas que poseen este tipo de formaciones geológicas, pero en un número muy pequeño. En El Soplao estamos hablando de cientos de miles de helíctitas, que junto a las estalactitas y estalagmitas normales y unas dimensiones importantes (se han descubierto por el momento 20 kilómetros de galerías, aunque no hay año en que no aparezcan galerías nuevas). Razón por la cual se invirtió hasta hacerla accesible a espeolólogos y quienes no fueran espeolólogos. El 1 de julio de 2005 se inauguró y hoy en día lo visitan aproximadamente 300.000 personas al año, una cifra que tiende a crecer aunque todavía no esté posicionada turísticamente como se merece.
Nos subimos a un tren por las galerías de la Mina de la Florida y fuimos a parar a la cavidad que en su día perforaron accidentalmente los mineros, iniciando posteriormente un recorrido a pie de aproximadamente una hora (hay recorridos más largos que requieren de equipación).
Y entonces nos dimos cuenta que nos encontrábamos en algo más grandioso aún de lo que nos habían contado. Los comentarios más optimistas se habían quedado pequeños cuando caminamos a través de unas galerías convertidas en un capricho geológico sin igual. Porque aquellas formaciones ilógicas tan blancas como la nieve eran el escenario de una película de fantasía. Y esta vez el Hombre no ha tenido nada que ver. La Naturaleza ha hecho su trabajo, necesitando millones de años para forjar un paisaje que no parece terrenal.
La cueva de El Soplao es la entrada al mundo de los sueños, a la duda de si aquellos techos preciosos son de verdad o se esfumarán cuando cerremos los ojos para volverlos a abrir después. ¿Seguirán estando ahí? – pensamos. Y la respuesta es la mejor de todas: Sí.
Algunas partes de la cueva nos llevan a pensar en arrecifes de coral cristalizados sobre nuestras cabezas. ¿Quién sabe si muchos millones de años atrás, en el Cretácico, todo aquello formaba parte del mar?
Además, gracias a la invitación a este Encuentro de Bloggers en Cantabria, pudimos ver casi a solas la cueva con un permiso para tomar fotografías y vídeos, cuando normalmente esto está terminantemente prohibido a los visitantes. Estábamos acreditados para ello y como esa no es una oportunidad con la que se cuenta siempre, no perdí el tiempo en hacer decenas de fotografías y fundir la batería de la cámara. Todo era poco para poder reflejar mínimamente lo que estaban viendo mis ojos en ese momento. Menos mal que había puesto el trípode en la mochila, que de lo contrario hubiese sido imposible encontrar el más mínimo enfoque.
El Soplao podría ser el jardín secreto de la imaginación de Julio Verne, una inspiración irreal con la que llegar a escribir el Viaje al Centro de la Tierra. Cuesta pensar que se está pisando tierra firme, que se está despierto. Por si acaso hacemos un vídeo con el que poder compartir una imagen blanca de la gruta y el sonido de las gotas de agua que probablemente estén formando las estalactitas para dentro de un millón de años.
La cavidad posee también unas dependencias un tanto misteriosas, yo diría fantasmagóricas. La Galería de los fantasmas debe su nombre a una serie de estalagmitas relativamente anchas que se asemejan a fantasmas envueltos en sábanas. De hecho la primera vez que los mineros las vieron con la poca luz que tenían, se dieron un buen susto.
Aunque los fantasmas no restan protagonismo a las famosas helíctitas que para crecer incluso se retuercen en un techo de color blanco. En distintos tramos en las que pasan casi al ras de la cabeza se aprecian estas joyas en bruto que iluminan por sí solas toda la galería.
En fín, una hora que se nos pasó en segundos que nos hace pensar que no siempre lo mejor es lo más conocido. El Soplao no lo es aún y puede ser perfectamente un motivo de consideración para viajar a Cantabria.
Los precios de entrada para una visita guiada normal (Pasarela) son asequibles (10,50€ la general y 8€ con descuento de estudiantes, pensionistas, discapacitados o grupos), mientras que los de la visita tipo aventura son más caros porque requieren más tiempo y deben proporcionarte parte del equipo (32€ la general, 26€ para grupos. Conviene reservar). Abren todos los días salvo los lunes de enero a junio y octubre a diciembre. Además cuenta con facilidades para gente con silla de ruedas ya que un 90% de la cueva es accesible. (Información actualizada en la web oficial de la Cueva, www.elsoplao.es)
No hay excusa para perderse El Soplao…
A la salida, en una de las puertas de acceso a las vieja Mina de la Florida, vimos un cartel que venía en perfecta consonancia con este Encuentro de bloggers de viajes. Tenía un mensaje subliminal para todos aquellos que nos dedicamos a escribir en la red de redes:
Pues eso mismo, que hay que postear bien…
SAN VICENTE DE LA BARQUERA, UNA VILLA DE MAR CON FUEROS MEDIEVALES
No más de 15 minutos nos separaban de San Vicente de la Barquera, una de las poblaciones con mayor encanto del litoral cántabro. Prácticamente lindando con el Principado de Asturias, este lugar, que tanta gente identifica con el cantante David Bustamante, tiene tanta Historia que incluso puede congratularse de celebrar unos Fueros medievales que acaban de cumplir los ochocientos años. Anterior es su castillo, lugar en el que nos recibió el Alcalde de la villa de San Vicente de la Barquera, D. Julián Vélez González, para explicarnos tanto los orígenes medievales de esta localidad tan relacionada con la pesca y el comercio con privilegios forales otorgados por el Rey Alfonso VIII.
Fue muy de agradecer la deferencia que tuvo con nosotros, quienes aprovechamos su amabilidad para hacerle una serie de preguntas de ámbito turístico. Fue interesante cómo nos contó que sí que hubo un «Efecto Bustamante» quien, a raíz del Concurso televisivo Operación Triunfo, puso a San Vicente de la Barquera en el mapa de millones de españoles.
Tras la charla con el Alcalde le dedicamos un tiempo a visitar el Castillo del Rey y aprender algo más de una de las construcciones medievales más importantes de San Vicente de la Barquera y de toda la comarca. Además de disponer de unas panorámicas privilegiadas de este precioso entorno costero que está preparado para recibir un número de turistas que multiplica por ocho la población actual de la villa (aprox 4600 habitantes).
No abandonamos el castillo sin hacernos una foto de grupo que la gente no tardó ni un minuto en mandar por twitter, la más inmediata de las redes sociales que existen en el momento. Sin duda se nos ve a todos que estamos muy contentos…
De derecha a izquierda los bloggers: Eddy, Doris, Rafa, Juan Antonio, Inés, Rebeca, Quique, Sergi, Maria Jesús, Juan y Sele
Dimos después una vuelta por el casco histórico de San Vicente, llegando hasta la Iglesia de Santa María de los Ángeles, del Siglo XIII y considerada Bien de Interés Cultural. De estilo gótico, es una de las paradas de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago por el norte.
La Iglesia, situada en un promontorio, finiquitó el recorrido por la parte más antigua de la villa, teniendo que dar media vuelta para continuar caminando. Desde allí la Ría, baja por las mareas, nos mostró su hermoso semblante.
Fuimos buscando el Puerto, ya que se acercaba la hora de comer y nos tenían una mesa preparada en el Restaurante Boga Boga. Con el lema por bandera de «El sabor del mar en la mesa» iniciamos una incursión a exquisitos pescados y mariscos en una comida realmente distendida entre las personas que estamos detrás de nuestros respectivos blogs. Con el inimitable Don Andrés, el Jefe de Promoción Turística de Cantabria, no existe almuerzo o cena que no esté acompañada de buenas anécdotas y risas. Sin duda este hombre se ha convertido de pleno derecho en una de las revelaciones del viaje.
Nécoras, anchoas del Cantábrico, rabas de calamar, surtido de pescados (Rodaballo, Merluza, Lenguado y Salmonete) y profiteroles de postre. Casi nada al aparato!
La sobremesa nos aniquiló, aunque aún hubo fuerzas para disfrutar de las panorámicas de Oyambre, de la arquitectura modernista de Comillas y de todos y cada uno de los montes que, casi al ras del mar, formaron parte de nuestro camino de vuelta a Santander. Muchos de nosotros coincidimos en las similitudes de Irlanda o la costa de Inglaterra con el litoral cántabro. Quizás por las atrevidas casas de los Indianos o por el verdor del campo que casi se sumerge en agua si no fuera por los rocosos acantilados que se mantienen erguidos.
TARDE DE DESCANSO EN SANTANDER Y CENA DEL SÁBADO NOCHE
Nuestra escasez de horas de sueño (Hay que reconocerlo, en los blogtrips se duerme poco) nos hizo resguardarnos un buen rato en el hotel para poder descansar. No sin antes contemplar otro atardecer reflejado en la Bahía e ir preparando el próximo artículo. Ya a las diez de la noche nos juntaríamos de nuevo para ir a cenar a La Bodega del Riojano, un clásico de la cocina tradicional en el centro santanderino, muy cerca del Edificio histórico del Banco Santander. Su decoración te atrapa casi tanto como la comida que ofrecen. Todas las tapas de las barricas están pintadas por un buen número de artistas contemporáneos que han dejado su sello en la madera de roble. Se cuenta que cuando algunos de ellos no tenían dinero para pagar (muy pocos pintores fueron ricos en vida) le regalaban al dueño una pintura en la barrica. Y así, después de varias décadas, uno de los imprescindibles de Santander posee junto a sus mesas toda una pinacoteca con Arte…pagado con rica gastronomía.
Y es que aquí toda Cantabria posee ese Arte, ya sea artificial o generado por la propia naturaleza, capaz de seguir sorprendiendo a quienes no tenemos más remedio que caer rendidos a sus pies.
Sele
PD1: Puedes ver el Álbum de fotos del Encuentro (que se irá incrementando cada día) pinchando aquí.
PD2: Mañana no te pierdas un nuevo artículo, el correspondiente a lo que esté sucediendo hoy domingo.
4 Respuestas a “Blogtrip Cantabria Infinita (II)”
Eiiiiiiii!! Fenomenal artículo!! Que pasada la Cueva del Soplao.. la verdad es que estais pasándol en grande, y la organización increible !!
Anoche no vimos vuestra llamada pero hoy nos llamamos..
Un abrazo muy fuerte
Isaac y Paula
Magnífico post demostrando que Cantabria es bonita por dentro y por fuera.
Como podéis comprobar merece la pena visitar esta maravillosa tierra por su prehistoria, su historia, sus paisajes, su gastronomía…
Muchas gracias por saber explicar tan bien nuestra realidad.
Un saludo.
Muy buen post!! (y el I también)… Me está gustando mucho cómo estás relatando las bondades de nuestra Tierruca!… Como bien indicas, contar con Andrés Alonso como maestro de ceremonias es una auténtica maravilla y un grato honor!…
Me alegro de que estéis disfrutando de la iniciativa del Gobierno de Cantabria. La verdad es que considero que os están haciendo un magnífico recorrido por lo más destacable de nuestra querida Cantabria Infinita.
Da gusto leerte, consigues teletransportarnos a todos los lugares (y muy buenas también las fotos de Flickr)… Me ha encantado, especialmente, el cariño con el que has hablado de El Soplao (por cierto, es necesario adquirir la entrada con antelación, tanto para la visita turística como para la de Turismo Aventura ;-))…una maravilla de la Naturaleza, como bien dices, digna de disfrutar con todos los sentidos una y mil veces (qué suertudos con lo de las fotos!! :))…
Ya estoy deseando leer tu post de mañana sobre la jornada de hoy… A disfrutar de Santillana y del resto de lugares!…
Saludos!! Y enhorabuena!
Marta
muy bueno el post y las fotos de la cueva te han quedado geniales…