Un paseo por nuestro campamento móvil en Botswana
Durante un safari móvil como el que hicimos en Botswana es lógico pensar tan sólo en esos momentos con los 4×4 rastreando huellas, curiosas escenas de animales que ansiábamos fotografiar y en esos atardeceres multicolor reflejándose en el corazón de un humedal cualquiera de Chobe o Moremi. Pero no menos importante resulta el campamento, esa base en mitad de los parques en la que no sólo íbamos a dormir, a comer o a asearnos, sino también a convivir con el grupo, a hacer piña alrededor de la hoguera y cargarnos nuevamente de la adrenalina que soltaríamos jornada a jornada. El campamento del Mopane Team bien merece una reflexión aparte porque durante muchos días se convirtió en el hogar de los miembros de un safari extraordinario.
¿Os apetece conocer cómo era nuestro campamento en Botswana? ¿Queréis entrar al corazón de las tiendas de campaña donde pasábamos la noche al son de hienas y leones? ¿Ver dónde desayunábamos cada mañana o la hoguera donde depositábamos nuestros deseos? Adelante y poneros cómodos. ¡Estáis invitados a pasar dentro!
¡Incluye vídeo del campamento más adelante!
El Campamento Mopane, nuestra base en el interior de los parques de Botswana
Una de las ideas que más pesan en el concepto de lo que significa hacer un safari móvil en Botswana tiene que ver con que el campamento es trasladado e instalado en distintos puntos en los que la expedición va a transitar. Durante los días de transición en que abandonábamos una zona para empezar a rastrear otra, un camión movía de un sitio a otro las tiendas de campaña, mesas, sillas, cocina, etc. para que al llegar la tarde nos encontremos, por ejemplo en Savuti, lo que habíamos dejado atrás en Moremi. En resumen, que durante este tipo de safari móvil no se duerme en campamentos fijos sino en lugares que están autorizados para acampar en el interior de los parques naturales. Y que se preparan a conciencia para que durante las horas en que no se está en los coches viendo animales, uno pueda descansar, cargar su equipo electrónico, darse una buena ducha o compartir una cerveza fría alrededor de la hoguera.
Los espacios del campamento
Ya os conté hace poco cómo era una jornada normal en un safari móvil de este tipo. Ahora me gustaría incidir un poco más en cómo era el campamento montado por Mopane Game Safaris en el que nacían muchas de nuestras aspiraciones diarias. En primer lugar, podemos considerar cuatro áreas o espacios independientes los que conforman el campamento. A saber, las tiendas, el comedor, la zona staff y la hoguera. Sólo en estos cuatro elementos se sustentaba la que era nuestra base para explorar lugares como Moremi o Chobe.
Las tiendas de campaña
Una de las razones del éxito del campamento radicaba en las tiendas donde pasábamos la noche durante las jornadas de safari móvil. Este tipo de «tiendas meru» que viene utilizando Mopane en sus safaris, cuentan con una amplitud destacada de aproximadamente 20 metros cuadrados, lo que para hacernos una idea podría ser la media estándar de las dimensiones una habitación doble de hotel. Cada tienda cuenta con un par de camas con colchón, entre medias una mesilla presidida por un candil clásico y espacio suficiente para dejar las cosas. Frente éstas hay una especie de baúl con mantas y más sitio para guardar maletas y otros enseres. Por supuesto que se incluye toda la ropa de cama, toallas y hasta sprays antimosquitos (que nunca están de más, sobre todo en la época lluviosa). Hay ventanas con mosquitera en ambos lados de la tienda, lo que permite que pase mejor el aire cuando hace calor o cerrarlas si no queremos que nos moleste nada y quedarnos completamente a oscuras.
Si dormir sobre una cama confortable y limpia estando en mitad de la nada más absoluta me parece ya una auténtica pasada, no he mencionado todavía el PUNTO FUERTE de las tiendas. Y es que las meru que nos proporcionó Mopane para nuestro safari contaba con baño interior separado por una cremallera. Allí se encontraba en un lado la ducha cuyo depósito se recargaba con agua caliente cada vez que veníamos de los coches o lo pedíamos. Al otro lado era donde se colocaba un váter portátil sobre agujero que hacía de WC y que se rellenaba de arena con cada uso.
Lo del baño interior cuando se está de acampada en un parque natural es todo un acierto, sobre todo para quienes sean algo miedosos por la noche y deseen tener más intimidad a la hora de darse una ducha o ir al retrete. Y sin afectar en absoluto sobre el entorno, ya que de esta manera el impacto medioambiental es igual a cero.
El comedor
Una mesa larga y bien resguardada bajo techo nos reunía a todos en cada desayuno, comida y cena que se preparaba. Era el punto clave para la convivencia en el campamento. Y donde teníamos el placer de probar los platos que cada día nos preparaba nuestra queridísima cocinera, que siempre daba en el clavo con el menú y que fue capaz de lograr un gran imposible como olvidarnos de echar de menos la comida de casa por unos días.
Sobre esta mesa se tenían muchos debates, se bebía cerveza, refrescos (y también vino) o se mostraban algunas fotos de los safaris que guardábamos en los ordenadores portátiles. Era el corazón de la vida en el campamento, el punto de encuentro en el que siempre aparecía alguien con quien conversar. Y donde preparábamos con los conductores el safari del día siguiente (o jugábamos a acertar qué animales veríamos).
La hoguera
Cuando llegaba la oscuridad, tanto antes como después de cenar, sentarse junto al fuego que se preparaba todos y cada uno de los días en que pernoctamos en el campamento Mopane, se convertía en un pequeño placer. Ahí no sólo se comentaba la jugada o se comían palomitas de maíz como si no hubiera un mañana sino que, sobre todo, se miraban las estrellas o cerrábamos los ojos para diferenciar los sonidos que los animales hacían durante la noche. No era raro escuchar a leones, hienas o elefantes emitir sus ruidos característicos. ¿Puede haber algo más hermoso que escuchar la Banda Sonora de África sentado junto al fuego?
Esta fotografía tan chula no es mía sino que pertenece a Noelia Sánchez García (@kanowe) y su buen tino para escribir con luces cuando se hacía de noche en el campamento.
La zona-staff
Mantener en perfectas condiciones un campamento de este tipo, controlar el equipamiento necesario en todo momento o preparar los alimentos para tantos días no se podría conseguir sin la gente que está al otro lado sin hacer ruido y sin los cuales no se entendería el excelente funcionamiento de todo. Este campamento es un lujo en todos los sentidos, pero siempre gracias a la labor que la gente local que trabaja con Mopane hace para proporcionarte agua caliente justo cuando la necesitas, la comida o la cena a la hora establecida, las habitaciones limpias nada más regresar del safari de la mañana o la hoguera en todo su esplendor nada más ocultarse el sol.
Junto al camión que trae todo el campamento que se monta y desmonta para llevarlo de un parque a otro, surge el fuego donde se cocinan los alimentos y las sonrisas de un equipo que funciona como un reloj y siempre te hace ser bienvenido. Tengo que darles las gracias además, por dejarme cargar el ordenador, el móvil o la cámara de fotos cuando así lo necesitaba (tanto el camión como los todoterrenos tienen un sistema para que la gente pueda cargar sus equipos electrónicos) y siempre mostrarse amables con todos nosotros.
El campamento en vídeo
Por mucho que pueda describiros el Mopane Camp, nada mejor que ver todo esto que os explico en un vídeo en el que Isaac Chavetas y yo trataremos de trasladaros a las entrañas de nuestro campamento. ¿Entráis con nosotros?
Tener luz allá donde no hay electricidad, poder darse una ducha calentita cuando no hay agua corriente, dormir bien arropado en una cómoda cama escuchando los sonidos de la naturaleza, dar cuenta a riquísimos platos y conversar alrededor de una hoguera mientras dejas la cámara cargando es una gran dosis de lujo perceptivo. Porque, sin darte cuenta, estás tocando la vida salvaje de Botswana, de lo mejorcito del sur de África, sin perder la noción de confort que uno siempre gusta vivir cuando está de viaje.
Ya sabéis un poco más del safari móvil que pudimos llevar a cabo en Botswana, de dónde dormíamos y pasábamos las horas, de algunos de los mejores momentos que pudimos disfrutar durante el viaje, o qué parques y reservas recomiendo ver en este país, recorriendo los parques naturales más importantes del país. Pero aún me quedan muchas más cosas que contaros. Así que permaneced atentos a El rincón de Sele estos días (y a Chavetas, por supuesto), porque hay Botswana para rato.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
6 Respuestas a “Un paseo por nuestro campamento móvil en Botswana”
Hola!
Yo estuve en Namibia y Botswana hace un par de años y te recomiendo hacerlo por tu cuenta. Alquilamos un vehiculo 4×4 con cama, cocina y ducha y dormimos dentro de todos los parques más significativos. Toda una experiencia oir rugir a los leones y ver todo tipo de animales por las noches.
Precioso publireportaje!
La verdad es que pinta muy bien. Da la sensación de ser un tended camp, pero lo puede poner donde quieras.
[…] que no desean prescindir del confort ni sacrificar una gota de autenticidad. Una ruta en la que el campamento base se va trasladando en camión mientras los todoterrenos se adentran en la naturaleza para […]
[…] máximo de doce personas (es decir, dos por fila), dos rangers locales y guía de habla hispana. Un campamento móvil super equipado, que se llevaba en un camión y se montaba en mitad de Moremi o Savuti (Chobe), así como la […]
[…] de recorrer los principales parques y reservas del norte de Botswana en 4×4, hospedándonos en campamentos móviles que se trasladaban en camión. Allí pudimos ver tal cantidad de fauna en el que pudo ser el mejor […]
[…] por muchas razones. Ofrecen recorridos intensos con muchas horas de safari con guías expertos, acampando en el corazón de los parques en campamentos móviles super equipados y muy recomendados para quienes no nos cansamos de pasarnos un día detrás de […]