8 lugares imprescindibles que ver en Botswana - El rincón de Sele

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Lugares imprescindibles que ver en Botswana (Mejores parques donde hacer un safari)

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Botswana, en África austral, es un puro documental en vivo sin pantallas de por medio. Un territorio capaz de nutrir al visitante de fantásticos safaris a través de una sucesión de parajes indómitos que llevamos toda la vida viendo por televisión, aunque a veces no recordemos sus nombres. No es de extrañar que servir como refugio a cientos de especies de animales sea su verdadera razón de ser. Un país que tiene la particularidad de ver desembocar uno de los ríos más caudalosos de África en un desierto como el Kalahari y no en el océano como parece lo más lógico es abandonar por completo la idea de ser corriente. Se puede asegurar con firmeza que contar con el Delta del Okavango en sus filas significa poder regar de vida, rugidos de león e incontables manadas de elefantes sus incomparables atardeceres de fuego. También de apasionantes leyendas que los san, conocidos popularmente como bosquimanos, se encargan de seguir contando en la hoguera generación tras generación.

Leopardo sobre un árbol en Botswana (¿Qué ver en Botswana? Mejores parques para irse de safari)

¿Qué ver en Botswana? ¿Dónde se pueden realizar los mejores safaris? Te recomiendo subas conmigo a esta avioneta virtual, que vamos a conocer juntos esta versión austral de Memorias de África. Y prometo que, en esta ocasión, la cosa terminará bien. 

Botswana fue el tema elegido de la segunda entrega de El Galeón de Manila, el programa radiofónico sobre viajes que tengo el orgullo de presentar junto a Rodrigo de Pablo todos los sábados en Onda Madrid. Aquí podéis escuchar el podcast:

Botswana, un país de documental en el sur de África

La vida me ha permitido poder viajar a Botswana en dos ocasiones. Una completamente por libre, con los amigos del barrio y conduciendo jeeps alquilados, y otra realizando un safari móvil con guías expertos  durmiendo en grandes tiendas no exentas de comodidades en el corazón de los parques que iba trasladando un camión mientras que con otro vehículo íbamos moviéndonos para ver y fotografiar los animales que viven en este país. Ambas experiencias fueron formidables, una aventura a la que mi cabeza no deja de dar vueltas y más vueltas. No obstante Botswana formó parte de mi primera vez en el África Subsahariana hace más de una década y es probable que allí haya vivido algunas de los mejores safaris de toda mi vida. De hecho estoy convencido de que este país austral es uno de los destinos más impresionantes y recomendables del mundo donde ver animales salvajes en su hábitat natural, como debe ser, sin la presión turística de otras zonas del continente. Porque si algo tiene Botswana es que el documental que sirve jornada a jornada lo puedes disfrutar en vivo y en directo con los mínimos testigos posibles.

Toco de pico amarillo en Botswana

La superficie del país (581.730 km²) es algo mayor que España y muy similar a otros estados africanos como Kenia o Madagascar. Pero su población, que por poco supera los 2 millones, no llega ni a la de toda una provincia como Valencia. No cuenta con salida al mar y se vanagloria de ser uno de los pocos, o el único en realidad, de los países de África donde no han tenido cabida los golpes de Estado. Su independencia de Reino Unido en 1966 fue pacífica y su estabilidad política mantenida a lo largo del tiempo es la envidia del continente. Su economía esta concentrada, en su mayor parte, en el sector minero (es uno de los máximos productores y exportadores de diamantes del mundo) y, en segundo lugar, en el turismo. Contar la mayor población de elefantes de la Tierra y ser morada de cientos de especies de avifauna lo convierte en destino excepcional para hacer un safari fotográfico y conocer, por supuesto, su lado cultural, que también lo tiene.

El todoterreno con el que hicimos nuestro safari móvil en Botswana

¿Qué ver en Botswana? Selección de lugares imprescindibles que visitar en el país africano

1. El delta del Okavango (en avioneta, en mokoro e incluso a pie).

Que un río no desemboque en el mar es una rareza geológica se mire donde se mire. Sucede en muy pocas ocasiones y probablemente en ninguna con la contundencia en que lo hace en el noroeste de Botswana cuando, tras pasarse miles de kilómetros descendiendo desde Angola el río Okanvango termina de esparcir su abundante caudal en las tierras secas que pertenecen al Kalahari, el desierto más austral de África. Es entonces cuando en esa porción el curso fluvial se abre como los dedos de una mano, generando un universo de humedales, canales e infinidad de islotes a los cuales son atraídas de forma masiva numerosas especies de animales.

El delta del Okavango desde el aire (avioneta en Botswana)

El Delta del Okagango no sólo basa su poder de atracción en la fauna a la que acoge sino también en la recreación de uno de los mejores paisajes de África. Y, utilizando el pequeño municipio de Maun como base, es posible admirarlo navegando en un mokoro, un tipo de canoa alargada muy estrecha que los locales manejan con un palo que recuerda a una pértiga con el que poder tomar impulso en estas aguas muy poco profundas. También se hacen, con frecuencia, safaris a pie en algunas de las islas más grandes. Pero, sin duda, la manera más impactante de observar el Delta del Okavango es sobrevolándolo en avioneta (o helicóptero) porque es desde el aire cuando se comprueba este fenómeno paisajístico. Un cuadro impresionista (e impresionante) que ni los mayores genios de la pintura hubieran sido capaces de crear. Todo ello aderezado con senderos de elefantes, búfalos, hipopótamos así como las sombras de los largos cuellos de las jirafas proyectados en la tierra.

Mokoros en el Delta del Okavango (Botswana)

Maun es la ciudad más próxima al Delta del Okavango, en el borde de la zona inundable. La llamada «capital del Okavango», con un pequeño aeropuerto internacional y una interesante infraestructura hotelera, constituye la base idónea para explorar el delta en avioneta o en mokoro, así como punto de partida de safaris en 4×4 a las reservas de Moremi y el Parque Nacional Chobe.

2. Reserva de Moremi.

Denominada desde su creación en 1963 «Reserva de caza de Moremi», este valioso enclave natural por fortuna ahora no se utiliza para que algunos desahoguen su violencia reprimida ni su cobardía disparando con un rifle sino para la conservación de las especies que lo habitan. De hecho se le dice Reserva de Moremi o Moremi a secas. Con casi 5.000 km² abarca el oriente del delta del Okavango, aunque no está cubierto por completo de agua, salvo determinadas zonas, por lo que es posible moverse por el mismo en jeep de safari. Al nordeste limita con el Chobe, de un tamaño mucho mayor. Por lo que para quienes inician su ruta de naturaleza en Maun, suele ser el protagonista de su primer safari en Botswana.

León en la Reserva de Moremi (Botswana)

El sabor de boca que deja Moremi es fantástico. Por la gran diversidad de hábitats y paisajes que posee, con su porción de sabana, de arboledas donde crecen acacias y mopanes, así como canales, lagunas de gran tamaño y planicies que se inundan en determinadas épocas del año. Razones convincentes para estar considerada como una excepcional reserva faunística . Con una importante presencia de mamíferos (se pueden ver los Big Five al completo, es decir, leones, leopardos, rinocerontes, búfalos y elefantes) y más de 500 especies de aves aprovechando la abundancia de humedales.

Leopardo cazando un impala en Moremi (Botswana)

También es una de las zonas más importantes del sur de África para observar licaones o cánidos salvajes, cuya población ha disminuido tanto que se trata de una especie amenazada. Pero en Moremi (también en Chobe) existe posibilidad de encontrarse con una de estas jaurías con mayor porcentaje de éxito en sus cacerías.

Licaones y jirafa en la Reserva de Moremi (Botswana)

Sus pistas, a veces con demasiada agua y otras con una gran cantidad de arena, son de difícil conducción, por lo que no es complicado atrancarse con los vehículos si no se cuenta con la pericia suficiente para manejarlos en estas condiciones.

Coche atrapado en las arenas de Moremi (Botswana)

3. Parque Nacional de Chobe, el paraíso de los felinos y los elefantes.

Con una extensión que duplica a Moremi se encuentra uno de los parques naturales de mayor riqueza en todo el África austral. El Parque Nacional de Chobe, cuyo tamaño es similar al de países como Líbano, Gambia o Qatar, es el corazón de los mejores safaris en Botswana. Requiere varios días para atravesarlo desde el sur (por la carretera que parte de Maun hasta la entrada principal) hasta el norte (donde la ciudad principal es Kasane, próxima a las fronteras de Zimbabwe y Zambia) y viceversa. No es para pasarlo de largo sin más sino para disfrutar con tiempo y prácticamente a solas de uno de los rincones más genuinos y salvajes del planeta. Es el hábitat de más de 100.000 elefantes (no hay tantos en ningún país de África) y de un número de especies ingentes donde tampoco faltan los Big Five e incontables rarezas.

Elefantes en el río Khwai (Botswana)

El Chobe se divide geográficamente en cuatro zonas o áreas diferenciadas que responden a los nombres de Serondela, Savuti, Linyanti y Nogatsaa/Tchinga. De ellas destacan dos en mayor medida. Por un lado Savuti, con una situación más central y aislada dentro del parque, es el paraíso de los grandes felinos. Son famosas sus manadas de leones (particularmente en Savuti fui testigo de increíble un escena de caza) y la posibilidad de llevar a cabo el rastreo del elegante leopardo se convierte en un de las experiencias más fascinantes que se pueden vivir en un viaje a Botswana.

El Serondela y el área que rodea a Kasane hay también posibilidad de hacer buenos avistamientos, sobre todo navegando en torno al río Chobe donde se puede apreciar una inigualable concentración de elefantes así como ver hipopótamos, cocodrilos y un montón de especies de aves.

Elefantes en Botswana (Guía con los lugares imprescindibles que ver en Botswana)

Kasane, la puerta a las cataratas Victoria

Desde Kasane es muy fácil pasar tanto a Zambia como a Zimbabwe para disfrutar de las cataratas Victoria. En ocasiones son excursiones de un día de duración en los que no hace falta pernocta, aunque la recomendación es quedarse a dormir bien en Livingstone (Zambia) o Victoria Falls (Zimbabwe) para poder visitar con más calma ambos lados de las cascadas. Pero si hubiera que elegir un solo lado porque no queda más remedio, quizás el más impresionante es el que corresponde a Zimbabwe.

 

Sele en las cataratas Victoria (Lado de Zimbabwe)

4. Los salares de Makgadikgadi.

En el noroeste de Botswana, antes de que al desierto le toquen las aguas del Delta del Okavango hay un área extensa en la que se sitúan dos parques nacionales como son Makgadikgadi y Nxai Pan. Hace mucho tiempo allí existió un lago de más de 16.000 km², el Makgadikgadi, pero este se evaporó. El territorio sigue siendo salado, auténtico barro blanquecino que se pasa seco la mayor parte del año y que, aunque a priori pueda parecer inhóspito, también se dejan ver bastante animales cuando allí llueve (sobre todo cuando se produce una interesante y poco estudiada migración de ñúes que atrae a otras muchas especies).

Vista desde el satélite de los salares de Makgadikgadi (¿Qué ver en Botswana?)

Este desierto de sal, que en determinados tramos completamente blancos recuerda al Salar de Uyuni en Bolivia, es un solitario paraíso de naturaleza. Uno de los imprescindibles de Makgadikgadi Pans es la isla Kubu, donde crecen los baobabs en su suelo de rocas de granito y que para los locales tiene cierto carácter sagrado. Accesible únicamente con todoterreno, ya que en esta zona tampoco hay carreteras. Se suele partir de la ciudad de Nata para visitar la zona, aunque también hay quien hace el largo viaje desde Maun.

Isla Kubu (Botswana)

5. Aventura salvaje en el Kalahari.

El gran desierto de Kalahari, cuyo nombre en la lengua de los tswanos es Kgalagadi  y viene a significar «gran sed», abarca casi un millón de kilómetros cuadrados (el equivalente a pasíses como Egipto, Tanzania o Mauritania). Y, si bien se encuentra su mayor parte en territorio de Botswana, éste se adentra en otros países como Namibia y Sudáfrica. El gran Livingstone, quién si no, fue el primer explorador europeo que pudo atravesarlo, aunque son muchas las caravanas de esclavos, así como otros exploradores, quienes dirigiéndose hacia Angola (o viceversa) no lograron sobrevivir.

Desierto del Kalahari

En Botswana el Parque transfronterizo de Kgalagadi comparte territorio con Sudáfrica y, aunque parece imposible, está plagado de especies animales. Son famosos los grupos de suricatas que abandonan sus madrigueras para ponerse de pie y escudriñar un territorio hostil para el ser humano (aunque los miembros de la etnia san no lo vean así) pero no para la fauna. También se dejan ver los oryx y, por supuesto, los felinos más grandes de África como leones, leopardos y guepardos.

Grupo de suricatas

Este gran parque, así como otras zonas del Kalahari, reciben muchos menos visitantes que los parques del noroeste del país. Las infraestructuras y facilidades son mínimas, pero la experiencia es realmente auténtica.

León macho en Chobe (Botswana)

6. Convivencia con los bosquimanos.

Las tradiciones ancestrales de los pueblos bosquimanos en el sur de África están en claro peligro de extinción. Los distintos grupos étnicos de «cazadores-recolectores», que lleva muchos miles de años viviendo en el territorio que ocupa la actual Botswana, así como Sudáfrica, Namibia e incluso Angola, han tenido al Kalahari Central como su hogar. Pero la mayoría ya ni caza ni recolecta. Y tampoco vive en las chozas de antaño sino en casas más modernas tras un polémico realojo por parte del Gobierno del país. Para buscar a los asentamientos san donde se mantiene un mayor arraigo a sus costumbres hay que buscar, y mucho. Pero cuando se logra, es posible observar los modos de vida de gentes pertenecientes a uno de los pueblos más antiguos de la Tierra.

En la localidad de Ghanzi, muy próxima a la frontera con Namibia, hay varias comunidades san. No es mal sitio para tirar del hilo y conocer un poco más sobre sobre el pueblo bosquimano. Pero para ir más allá hay que asesorarse bien y hacerlo con quien, de verdad, controle de esta cuestión. Porque no es fácil dar quienes aún se resisten a abandonar su modo de vida, aunque sí posible.

7. Las pinturas rupestres de Tsodillo Hills.

En pleno Kalahari hay una muestras de la presencia desde antiguo de los pueblos bosquimanos en la región. Basta con ascender por las colinas de Tsodilo para vislumbrar una de las mayores concentraciones de arte rupestre no sólo de África sino del mundo, razón por la que este sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001. Se han hallado nada menos que 4500 pinturas en este enclave sagrado que, según los lugareños, está habitado por los espíritus de los ancestros. Cuentan con miles de años de antigüedad y muestran la biodiversidad de un territorio por medio de animales (hay pintadas incluso ballenas), aunque también se dan múltiples figuras humanas que muestran las tradiciones casi perdidas de los san.

Rinoceronte pintado en Tsodilo Hills, una de los lugares de arte rupestre más importantes de África

Llegar hasta ellas requiere un largo viaje por carretera desde Maun, ya que se encuentran en el noroeste del país y hay que dar un buen rodeo.

8. Santuario de rinconerontes de Khama.

Lejos del entorno del Okavango, Chobe o Moremi hay un santuario de naturaleza que desde 1992 lleva dedicándose a la cría, protección y reintroducción en otras áreas del país de los rinocerontes, quienes desaparecieron prácticamente de este territorio en los años noventa. Ahora es cuando se están empezando a ver resultados y se puede decir que el rinoceronte ha vuelto, aunque no exento de peligros (en 2019 los cazadores furtivos mataron a un 10% de la población total de Botswana). El nivel de protección de estos animales en el santuario situado a mitad de camino entre Gaborone y Francistown es máximo, por lo que las probabilidades de avistamiento son muy altas. Y no sólo rinocerontes blancos o negros sino de otras muchas especies que se encuentran en esta reserva con cada vez más adeptos.

Rinoceronte blanco

Información de utilidad para viajar a Botswana

  • ¿Cómo llegar a Botswana?: No hay vuelos directos desde fuera de África. Se puede llegar desde ciudades del África austral como Johannesburgo o Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Windhoek (Namibia), Livingstone o Lusaka (Zambia) o Victoria Falls y Harare (Zimbabwe). Tanto a Gaborone como a Maun.
  • ¿Cuándo es la mejor época para viajar a Botswana?: La época seca tiene lugar entre abril y octubre (coincidente con el invierno austral) lo que convierte a estos meses en ideales para transitar y poder hacer buenos safaris. Aunque la época de lluvias o Green Season tiene su gracia, con las inundaciones del Okavango, unos paisajes aún más vistosos y saber que es la época en la que nacen muchos animales. Pero para irse de safari y tener más avistamientos, mejor escoger de abril a octubre.

Paisaje de Moremi en Botswana

  • ¿Hace falta visado?: Botswana no exige visado a españoles para viajes inferiores a noventa días. El pasaporte debe contar con una vigencia de, al menos, seis meses.
  • ¿Se pueden pasar vehículos alquilados en otros países del entorno?: Sí es posible, pero hay que mostrar la documentación que confirme que se tiene permiso para entrar a Botswana desde países como Sudáfrica o Namibia (por lo que hay que pedirlo a la compañía de alquiler correspondiente).
  • ¿Alguna agencia recomendada para hacer un safari en Botswana?: Mi enorme experiencia con la agencia española Mopane Game Safaris me hace ser muy claro al respecto. La recomiendo de verdad. Sus safaris móviles y la estancia en campamentos realmente confortables (con cama, ducha de agua caliente, etc.), así como la gran experiencia de sus guías no me hace tener dudas de que si regreso a Botswana lo haré con ellos.

Sele en Botswana

  • ¿Viajar con seguro o sin seguro?: Es IMPRESCINDIBLE viajar siempre con un seguro. No sólo a Botswana sino a cualquier parte. Y no escatimando en la cobertura médica disponible y teniendo muy en cuenta las cláusulas de las pólizas. Para un viaje de este tipo donde hay escasez de hospitales y medios, viajar sin seguro sería una irresponsabilidad que podría salir muy cara. Yo suelo utilizar siempre el seguro de viajes de IATI (además quien adquiera su seguro con ellos pinchando en este enlace o en la imagen reciba un descuento por ello).

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PD: Puedes leer todos los artículos dedicados a Botswana, que no son pocos precisamente.

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