Viaje al Sur de África en 4x4: Introducción y Guía Práctica

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Viaje al Sur de África en 4×4: Introducción y Guía Práctica

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Hay experiencias que jamás se olvidan. Es más, las hay que se te quedan grabadas a fuego en la piel y en el corazón, y que forman ya parte de tu ser, de tu vida y de tu historia personal. Cuando uno vuelve de un viaje como este, cargado de vivencias únicas, no puede evitar sentir la necesidad de compartirlas con los demás, gritar a los cuatro vientos lo maravillosa que es la vida, y estar orgulloso de haber pertenecido por unas semanas a un devenir que siempre se había visto de lejos, por la pantalla de la televisón o por el negro sobre blanco de los libros. En este viaje africano no han sido las cámaras de National Geographic las que han captado el sigiloso descender de un árbol de un elegante leopardo, el aullido de hambrientas hienas en la oscuridad de un bosque impenetrable o la risa de unos niños emocionados de que extraños foráneos visiten su poblado. En esta aventura por el Sur del continente negro los protagonistas, los cámaras, los observadores, los conductores, los supervivientes… hemos sido ocho, con nombres y apellidos, quienes hemos tenido la fortuna de que nadie nos lo cuente.

Es difícil asumir todo lo que ha ocurrido, asimilar que has estado allí, que hasta hace pocas horas te quedaste atrapado en el espesor de un bosque plagado de animales, que viste con tus propios ojos cómo el Delta del Okavango es un rincón lleno de vida y de color, que presenciaste un hermoso amanecer sentado en una duna o que escuchaste surcar las aguas a una manada de elefantes. Eso mismo es lo que buscábamos todos antes de partir, cuando meses atrás desplegamos los primeros mapas del África austral para decir «esto es una simple cuestión de determinación, lo vamos a conseguir». Y así fue…la aventura comenzó y terminó apenas horas antes de plasmar estas palabras introductorias de una Historia fascinante llena de retos, de desesperaciones, de emociones y de sensaciones contradictorias.

Porque para eso estamos aquí, para contarlo, para decir que hay rincones del mundo que hacen que esta vida merezca la pena, y que nada es imposible por muy complicado que parezca. Hemos tenido el privilegio de acceder a lugares que parecían vedados para que entren únicamente los que hacen los documentales. Y ahora tenemos la suerte de poder decir que es algo que todos y cada uno de vosotros, lectores de este rincón, podéis convertir en realidad. Para eso servirá nuestra historia, para sacar todo lo vivido en esos días y para mostraros de forma práctica cómo se puede planificar un viaje similar, con sus aciertos y sus errores, que en realidad no son pocos, pero que de una forma u otra, si os lo proponéis, os hará algún día ser vosotros mismos los protagonistas de vuestra propia aventura.

EL EQUIPO

Mientras tanto, os mostraremos aquí quienes formamos parte del equipo que viajó entre el 31 de julio y el 24 de agosto de 2009 a lo más profundo y silencioso del Sur africano. Estos fueron o ,mejor dicho, fuimos los miembros de la expedición que compartió todas estas sensaciones de las que estamos hablando.

A excepción de Ana, novia de Juanra, y Alberto, ex-compañero de trabajo de Chema, había viajado con todos al menos una vez. Con Chema, responsable de www.eldiamanteescarbon.com, compartí el Interrail 2001, el Transiberiano 2005 y el Viaje a Oriente Medio del verano de 2006. Grandes amigos de la infancia y vecinos del Diamante (en en barrio de Aluche), siempre nos han gustado los grandes retos y tenemos la misma «necesidad vital» de viajar. Con su novia Pilar, también había probado los trenes de la ruta transiberiana y los «mezzes» con que se deleita en una comida en los países del Medio Oriente. Bernon formó también parte de ese grupo interrailero pionero de Aluche que se animó en 2001 a descubrir Europa en tren. No volví a coincidir con él hasta que celebramos la despedida de soltero de nuestro amigo Álvaro en la ciudad alemana de Colonia en mayo de 2006. Con Juanra, también aluchino, tan sólo había vivido un desenfrenado fin de semana en las ciudades danesas de Aarhus y Ribe. Finalmente Rebeca, mi novia, había sido protagonista en numerosos weekends viajeros (Dinamarca en dos ocasiones, Londres, Cerdeña, Stonehenge, Liechtenstein, Amsterdam, Interlaken, Florencia o Flandes) y en viajes de más infudia como el del Oeste de Estados Unidos, Stavanger (Noruega) o Marruecos.

Todos diferentes y todos complementarios, cada uno tiene algo que les/nos hace únicos:

* Chema: Osadía que roza el límite de la imprudencia, determinación incuestionable y el «Nada es imposible» como bandera.
* Pilar:  Se ha adaptado perfectamente a las contiendas viajeras del barrio y se ha convertido en una fija en las convocatorias. Estuvo tan sólo dos semanas.
* Alberto: Un todoterreno dispuesto a colaborar en todo momento. Estuvo tan sólo dos semanas. ACK!
* Ana: El lado más hippie del grupo. Bob Marley es su icono y es absoluta y pura conciencia social.
* Bernon: La lógica con carácter. Determinado y siempre listo para el buen humor y la ironía de calidad. Estuvo tan sólo dos semanas.
* Juanra: La hiperactividad convertida en Arte. Siempre dispuesto a hacer reir e imán de marrones y pilladas.
* Rebeca: Alegría, generosidad y prudencia multiplicada a la enésima potencia. Si ha soportado este viaje, no habrá nada que se le resista. Si algo no lo tiene en su campo de visión, irremediablemente se ha perdido…
* Sele: Está mal que sea yo el que me defina. Sólo puedo decir que absorbí cada segundo de África y que disfruté como un enano, tanto en el pre-viaje (organización y documentación) como en el periplo de tres semanas.

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EL RECORRIDO REALIZADO

Quienes pudimos estar tres semanas (31 de julio-24 de agosto) realizamos un total de 7500 kilómetros, 2300 más de quienes tuvieron que marcharse antes (31 de julio-16 de agosto). Al abarcar un territorio bastante grande, las horas de coche fueron quizás las que más mella hicieron durante el viaje. Fueron precisamente los todoterreno los protagonistas de los mejores y peores momentos de nuestra travesía africana que nos llevó a penetrar en distintos países como Sudáfrica, Botswana, Namibia (hasta aquí los ocho juntos), Swazilandia y Mozambique. Varios de nosotros (Chema, Pilar, Rebeca, Alberto y yo) hicimos una larga escala en la lujosa ciudad de los Emiratos Árabes, Dubai, a la que llegamos desde Dusseldorf (Alemania) con la compañía Emirates Airlines. Bernon voló directamente con Iberia desde Madrid. Y tanto Ana como Juanra, utilizaron la compañía South African Airways para llegar, previa escala en el Aeropuerto londinense de Heathrow, antes que nadie a un punto de encuentro que no era otra que la sudafricana Johannesburgo.

Aquí podéis ver un mapa con el recorrido realizado durante el viaje:

Madrid (ESPAÑA)-Dusseldorf (ALEMANIA)-Dubai (EMIRATOS ÁRABES UNIDOS)- Johannesburgo (SUDÁFRICA)-Proximidades de Gaborone-Francistown-Maun-Delta del Okavango-Coto Moremi-Parque Nacional Chobe-Kasane (BOTSWANA)-Victoria Falls (ZIMBABWE)-Kasane (BOTSWANA)-Franja del Caprivi-Proximidades de Grootfontein-Meteorito de Hoba-Swakopmund-Cape Cross-Walvis Bay-Sesriem-Sossusvlei y Desierto del Namib-Windhoek (NAMIBIA)-Johannesburgo-Ermelo (Sudáfrica)-Mbabane-Mantenga Falls-Hlane Royal National Park (SWAZILANDIA)-Maputo-Isla Inhaca-Maputo (MOZAMBIQUE)-Johannesburgo (SUDÁFRICA)-Dubai (EMIRATOS ÁRABES UNIDOS)-Dusseldorf (ALEMANIA)-Madrid (ESPAÑA)

A bote pronto un itinerario demasiado ajustado para lo que podía haber sido, pero con el que se pretendió acceder a una serie de lugares señalados que no nos quisimos perder.

VISITAS IMPORTANTES

*Dubai (Emiratos Árabes Unidos): Promete ser la ciudad de la modernidad y el lujo. Mientras tanto el 20% de las grúas de todo el Planeta trabajan en que así sea. Los petrodólares dan sobrada muestra en construcciones futuristas pensadas hasta el más mínimo detalle. Edificios con la Burj Dubai (el más alto del mundo superando los 800 m.) o el Burj Al Arab (el famoso hotel de siete estrellas presente en miles de power points) se abren en pleno desierto bañado por el Golfo Pérsico. Un destino con clase que disfrutamos tanto a la ida (24 horas) como a la vuelta (8 horas), a pesar del calor.


* Delta del Okavango (Botswana) utilizando tanto coche, avioneta y mokoro (canoas tradicionales). El río Okavango no desemboca en el mar, sino en tierra firme, fenómeno en el que viven miles de animales en plena libertad.

* Coto Moremi (Botswana): Uno de los parques con mayor y mejor fauna de África, bañado también por las aguas del Delta del Okavango.

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* Parque Nacional Chobe (Botswana): Probablemente el mejor área natural que se conserve en el Continente africano.

* Cataratas Victoria (lado Zimbauense): Con 1´7 km. de ancho y 100 metros de altura son sin duda el salto de agua más impresionante de África. El Zambeze, que es el río cuya caída las forma, separa Zimbabwe de Zambia. Escogimos el lado de Zimbabwe porque las vistas son mucho mejores desde allí.

* Franja del Caprivi (Namibia): Corredor paralelo al río Zambeze que se mete entre Angola y Botswana, con importante presencia de elefantes, y poseedor de numerosos poblados tradicionales con casas circulares de madera donde se vive igual desde hace siglos.

* Cape Cross (Namibia): Decenas de miles de focas forman una de las colonias más importantes de África.

* Desierto del Namib (Namibia): El desierto más antiguo del mundo consta de gigantescas dunas naranjas, entre ellas la 45 (Sossusvlei), preferida por los viajeros para asistir a un soberbio amanecer. Imprescindible la Laguna Muerta (Dead Vlei).

* Mantenga Falls (Swazilandia): Paraíso de agua en el Reino de Swazilandia que descubrimos casi por casualidad. No son tan espectaculares como las Victoria pero no dejan de ser preciosas.
* Hlane Royal National Park (Swazilandia): Uno de los Parques Naturales imprescindibles en la pequeña Swazilandia. Aquí vimos el último Big Five que nos faltaba, el rinconceronte.

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* Maputo (Mozambique): Unas horas en la capital mozambiqueña son necesarias para darse cuenta de que se ha entrado a la África más real y profunda. Con lo bueno y lo malo que esto conlleva…

* Isla Inhaca (Mozambique): Isla tropical a tan sólo 40 kilómetros mar adentro de Maputo. Sus playas vírgenes permanecen solitarias la mayor parte de los días del año. Llegamos a la misma en lancha.

MISIÓN BIG FIVE CUMPLIDA CON ÉXITO

Antes de marcharnos conté en que se basaba la Misión Big Five, que a grandes rasgos trataba de retratar a los cinco grandes mamíferos, reyes de la Sabana, disputados por los viejos cazadores como sus más preciadas piezas. Los Big Five son el león, el elefante, el leopardo, el búfalo y el rinoceronte.

Es muy probable que en un viaje de estas características se escape alguno del visor fotográfico del viajero, sobre todo el leopardo y el rinoceronte, que son bastante escurridizos y huyen a kilómetros de los humanos. Pero afortunadamente hemos podido tener la ocasión de «cazar» a cada uno de ellos, aunque fue una labor que se terminó casi con el tiempo añadido. El primero fue el elefante (una manada en el Okavango abrió la veda de los paquidermos), el segundo el león (una hembra que iba detrás de unas jirafas en Moremi), el tercero el leopardo, al que vimos en dos ocasiones durante el mismo día (Chobe y alrededores). Próximo a Kasane, en pleno Chobe, nos deslumbró la primera y estruendosa manada de búfalos. Y casi al final, en el Hlane Royal National Park de Swazilandia, aparecieron varios rinocerontes justo a una charca para cerrar el círculo de los Big Five.

Los cinco grandes representan un codiciado icono y aunque no hay medalla ni galardón, aquellos que logran verlos cara a cara se vuelven a casa con la sensación del trabajo cumplido. Lo mejor de todo es lograr avistarlos por tu cuenta, sin guía que te lleve a sus escondrijos, pero con toda la determinación posible para penetrar al máximo por el bosque y la sabana, y ser bienvenidos a su hogar.

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Si no hubiésemos logrado la misión Big Five habríamos marchado igual de tranquilos y sin penas porque aunque no no logres ver al león o a cualquiera de los miembros de este prestigioso club, debes estar completamente seguro de que ellos si que te han visto a tí.

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NO SÓLO DE LOS BIG FIVE VIVE ÁFRICA

Los Big Five se llevan gran parte de los focos de fotógrafos y turistas que acuden a las Reservas Naturales, pero no debe dudarse de que no son los únicos miembros del mundo animal que allí se encuentran. No hay que olvidar de que en Botswana, Sudáfrica o Namibia están representadas, salvo limitadas excepciones, más del 90% de mamíferos y aves de todo el continente. Con lo que ello conlleva.

Por nuestra parte hemos podido ver, retratar con nuestras cámaras y disfrutar de especies como:

– Cebras
– Jirafas
– Hipopótamos
– Hienas
– Cocodrilos
– Ñús
– El lince africano
– Gacelas thomson
– Impalas
– Springboks
– Kudus
– La cobra moteada
– El escorpión
– Águilas
– Avestruces
– Cormoranes y garzas
– Lechuzas
– Buitres
– Martín pescador
– Tocos de pico amarillo
– Perrillos de las praderas
– Monos/Babuinos
– Focas
– Jabalíes

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Buen material para montar un zoo, ¿no creéis? Si juntamos a estas especies con los Big Five ya mencionados, y pensamos que no utilizamos para nada a un guía local/conductor que nos moviera por los parques y reservas naturales, creo que hemos tenido bastante suerte, aunque se nos hayan escapado del visor a otros que ya hubieramos querido ver como los guepardos, osos hormigueros o los tan en peligro de extinción rinoncerontes negros (nosotros vimos a los blancos).

MEDIOS DE TRANSPORTE UTILIZADOS

– El vehículo con tracción a las cuatro ruedas, es decir, el 4×4 o todoterreno de toda la vida, es un elemento indispensable para recorrer esta porción de África, y más cuando uno quiere profundizar más allá de las sorprendentes carreteras con las que cuentan Sudáfrica, Namibia y Botswana. En Johannesburgo alquilamos dos Land Rover Freelander (uno para cada cuatro personas) en la compañía SMH CAR HIRE por un precio aproximado de 1500 euros/vehículo.

En África hablar de seguros a todo riesgo es una pura utopía, ya que la probabilidad de hacer daños al vehículo es bastante grande cuando se hace un recorrido similar al nuestro. Es por ello que las compañías tienen un «seguro con franquicia». Nuestros todoterreno tenían cada uno 1200 euros de franquicia. Eso supone que si el coche lo destrozáramos, nosotros pagamos los primeros 1200€ que hemos dejado de depósito (lo bloquean de la tarjeta cuando te llevas el coche) y el resto lo pagan ellos. Conclusión: El depósito es muy difícil salvarlo entero, porque como mínimo lo vas a rayar con los arbustos y algún golpe o chinazo en la luna se lleva. A la espera de que nos lleguen noticias de la compañía, el depósito de uno de los coches lo salvamos por completo y otro lo perdemos, por lo menos mayoritariamente, debido a que le dimos un golpe en la puerta trasera, nos robaron los retrovisores en Maputo, tenemos tres chinazos en la luna delantera y tiene más rayas que una reunión de cebras (un poco de humor animal ante la pérdida).

Uno de los Land Rover tuvo una avería en el alternador y nos trajeron un Land Rover Discovery para continuar con nuestro recorrido. No fue por nuestra culpa y sin duda fue la razón de un retardo de dos días, pero que finalmente supuso la vivencia de los momentos más intensos del viaje. Después de conocer el magnífico Discovery nos dimos cuenta de que los Freelander son más bien un sub-todoterreno que van muy muy justitos para cubrir ese recorrido.

Que los Land Rover fueron los protagonistas es innegable, y más después de 7500 km en tres semanas, pero no fueron los únicos medios de transporte que utilizamos en aquellos días.

Mokoros: Canoas de madera típicas de Botswana con que surcamos más a fondo los dominios del impresionante Delta del Okavango durante una apasionante ruta de ocho horas. Utilizamos cuatro canoas, ya que en ellas pueden ir tan sólo dos personas además del «conductor» que se maneja con un enorme palo que hunde en el agua para producir el avance. Esto fue algo que contratamos en The Old Bridge, uno de los campings más conocidos de Maun, a un coste aproximado de 60€ por persona.

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Lanchas: Las utilizamos en dos ocasiones. La primera para acceder a los mokoros en el interior del Okavango (casi atropellamos un hipopótamo). La segunda para llegar a la Isla mozambiqueña de Inhaca a través de unas olas que nos dejaron literalmente empapados.

Avionetas: Sólo hay una manera mejor del Mokoro con el que apreciar la grandiosidad del Delta del Okavango, y esta no es otra que sobrevolarlo en avioneta. La compañía Sefofane, cuyas oficinas están en el pequeño Aeropuerto de Maun, hizo un precio especial al Rincón de Sele para que tomáramos dos avionetas durante una hora por 60€ por persona. Esta es sin duda una de las actividades que más disfruté durante el viaje, ya que admirar el colorido y la vida del Delta desde el aire, es más que una suerte un privilegio.

– Barca de paseo: Con ella recorrimos durante tres horas el Río Chobe y así disfrutar de los elefantes, hipopótamos, los cormoranes buceando en sus aguas y el mejor atardecer de las tres semanas. Contratamos la excursión en Thebe River Camp (Kasane) por aproximadamente 25 dólares/persona.

– Taxis falsos: Como Zimbabwe es un país poco seguro para meter el coche no nos quisimos arriesgar pasar el nuestro a dicho país y por ello lo dejamos en la frontera de Botswana. Contratamos nada más entrar a terreno zimbauense a dos coches con conductor que nos llevaran a las Cataratas Victoria por aproximadamente 9€ por persona. Hasta ahí todo bien hasta que a uno de ellos se le acabó el depósito a mitad de camino…

– Taxis verdaderos: En Maputo (Mozambique) si uno no quiere sacar demasiado el coche a pasear, por lo que conlleva (robos y multas), la mejor decisión fue utilizar los taxis para movernos. Lo mismo hicimos en la ciudad de Dubai o en Windhoek, perfectamente equipados y a un precio bastante asequible.

– Trasera de un pick-up: Para ir al Cabo Santa María en la Isla mozambiqueña de Inhaca nos tuvieron que llevar por sinuosos y cerrados caminos en la parte de atrás de un pick-up. Bien agarrados, eso sí.

EL ALOJAMIENTO DURANTE EL VIAJE

La tienda de campaña se convirtió en nuestra casa durante la mayor parte de los días, sobre todo en Botswana y Namibia donde hicimos uso de ella todos los días excepto en tres ocasiones. Todos los gastos que generaba el coche los aminorábamos con el escaso coste de utilizar un camping (aproximadamente 4€/pers/día) e incluso de dormir a la intemperie (próximos a Gaborone y en el Chobe National Park tras la avería de uno de los Land Rover).

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En las ciudades de Swakopmund y Windhoek (Namibia) dormimos en cama, al igual que en Kang, una parada de carretera dentro del Desiertodel Kalahari (Botswana). El coste por persona apenas superó los 7 euros en cada una de las noches.

Ya para la última semana pasada en Swazilandia y Mozambique prescindimos de las tiendas de campaña para utilizar un hostel y un hotel (Maputo), y una casa con cuartos (Inhaca).

Para todos estos alojamientos no llevábamos reserva previa. Íbamos consultando las guías y preguntando a nuestra llegada a los sitios. Si se quiere dormir en el interior de los Parques Naturales es necesario reservar con antelación con las Oficinas de cada país, pero su pésima gestión por internet y la existencia de otros lugares próximos, nos hizo arriesgarnos y que la cosa funcionara. Siempre tuvimos sitio allá donde fuimos. Total, la tienda y el coche nunca nos abandonarían…

Estos son uno por uno los lugares donde nos hospedamos durante el viaje:

* 31 de julio y 1 de agosto. Avión Dusseldorf-Dubai y Dubai-Johannesburgo: Los vuelos nocturnos son muy socorridos para no gastarse un euro en el alojamiento. Lo bueno que al estar tan cansado después de recorrer la ciudad es que caes dormido enseguida.

* 2 de agosto. Afueras de Gaborone (Botswana): Pasamos la noche acampando en el interior de un camino próximo a la carretera a Francistown, ya que se nos hizo tarde y no encontramos dónde dormir. Obviamente esto supuso un coste cero a las arcas del grupo.

* 3 y 4 de agosto. Audi Camp (Maun, Botswana): Precio de 45 pulas (aprox 4,5€) por persona y noche para uno de los Campings más completos que pisamos durante el viaje.

* 5 de agosto. Kazikini Community Camp (a 28´5 km. de la Puerta Sur de Moremi, Botswana): No dispone de web. Teléfono: 00267 6800664. Precio aproximado de 50 pulas (aprox 5€) por persona y noche. Es la mejor opción si no se tiene reservado un camping del interior del Parque Moremi y se quiere invertir un día entero en recorrerlo. Dispone de muy pocos medios pero su cercanía a la Puerta Sur le hacen ser una opción valorable. Viniendo desde Maun hay que tomar la carretera hacia el parque (a la izquierda, no hacia el Chobe/Kasane) y en muy pocos metros se encuentra la señal.

* 6 de agosto. Terreno de las Oficinas del Khwai Community Camp (A 15 km de la Puerta Norte de Moremi, Botswana): Este fue el camping-estafa del viaje. Nos recogieron cuando andábamos perdidos con el coche y nos llevaron hasta lo que ellos llamaban camping, cuando en realidad no había absolutamente nada allí. Por la mañana nos quisieron cobrar 22 euros por persona y al negarnos a pagar cuatro veces más de lo normal en lo que en asboluto era un lugar de acampada, llamaron a la policía, quienes con amenazas nos exigieron pagar, no quedando más remedio que hacerlo.

* 7 y 8 de agosto. Explanada junto a la Mababe Gate del Parque Nacional Chobe (Botswana): Una avería en el alternador de uno de los Land Rover provocó que pasáramos dos noches a la intemperie con nuestras tiendas de campaña en pleno Chobe. Coste cero, emoción 100%.

* 9 y 10 de agosto. Thebe River Camp (Kasane, Botswana): Por un precio de 50 pulas por persona (aprox 5€) este camping nos sirvió de alojamiento para Kasane. Les contratamos por 25 dólares por persona una excursión de tres horas en barca por el Río Chobe. No dispone de web pero tampoco de pérdida. Tan sólo hay que preguntar en el pueblo o fijarse en los carteles ya que está en la calle principal (Kazungula Road).

* 11 de agosto. Roy´s Rest Camp (a 53 km. norte de Grootfontein, en la carretera de Rundu, Namibia): Un lugar de paso pero bastante acogedor. Precio de 45 dólares namibios por persona (aprox 4´5 euros). Las habitaciones privadas tenían un precio que se salía de nuestro presupuesto por lo que nos decantamos por las tiendas. Moran las gacelas a escasos metros de las tiendas. No se necesita demasiado tiempo para darse cuenta.

* 12 de agosto. Mile 4 Caravan Park & Holiday Resort (Swakopmund, Namibia): Aquí alquilamos un bungalow para pasar la noche. Tenía cuatro camas individuales, una de matrimonio, y un amplísimo salón. Todo por un coste total de 70 euros. Cuartos muy fríos por la noche sobre todo en el invierno austral que estábamos viviendo, que bajaba el termómetro rápidamente en cuanto el sol dice adiós. Fue la primera cama que catamos desde nuestra llegada. Disponían de bastante terreno para acampar, pero con tanto viento al estar en pleno desierto y tan cerca del mar, corríamos el peligro de salir volando o congelarnos, sino las dos.

* 13 de agosto. Sesriem Camp Site (Sesriem, a las puertas de Sossusvlei, Namibia): El camping más completo, por no decir el único que tiene la población más cercana a la mítica Duna 45 y al área más espectacular del Desierto de Namib. Si se quiere vivir un amanecer en lo alto de la gran duna y no arruinarse con el precio de los Lodges vecinos, este es el sitio ideal. Suele estar lleno y requiere reservar, aunque si se llega de noche siempre te dejan pasar para que acampes por 300 dólares namibios (aprox 30 €) por cada ocho personas más 150 (aprox 15€) por cada uno de los que vayan a dormir. Cuenta con gasolinera, bar-restaurante, y desde el mismo se abre la puerta de acceso a Sossusvlei a eso de las 5:30 de la mañana.

* 14 de agosto. Cardboard Box Backpackers (Windhoek, Namibia): Sin duda un buen hostel con buen ambiente mochilero el de la capital namibia. A pesar de no contar con reserva nos encontraron rápido una habitación con baño privado para los ocho por 6 dólares americanos por persona (desayuno incluido, pobre eso sí, pero incluido). Personal bastante atento y colaborador con el viajero.

* 15 de agosto. Kang Ultra Stop (Kang, Botswana): En la Transkalahari Route, viniendo de Namibia, fue el único lugar que encontramos en casi 400 kilómetros. En pleno Kalahari este camping-lodge-gasolinera-restaurante-tienda de souvenirs-supermercado es la única baza de alojamiento con la que cuenta el viajero que está harto de que se le crucen animales por la noche. Conseguimos pequeñas y coquetas (también frías) cabañitas de madera por 9 euros por persona. Los burros que se movían por los aledaños nos dieron algún que otro susto al rebuznar fuertemente junto a las cabañas.

* 16 de agosto. Hotel Ermelo Inn (Ermelo, Sudáfrica): Este hotel de paso a mitad de camino entre Johannesburgo y Swazilandia por la carretera N-17 fue lo único aceptable y abierto que encontramos aquella noche. Las habitaciones dobles costaban 600 rands (aprox 60 euros) por persona, pero un paripé con el recepcionista («es que sólo tenemos 60 para seis personas, déjanoslo más barato, somos estudiantes, la tarjeta de crédito no nos funciona…») nos sirvió para que en las dos grandes camas de la habitación pudiéramos subir a dormir los seis por el mismo precio. Lo más gracioso de todo es que después de decirle eso nos fuimos a sacar dinero a un cajero. Buenas habitaciones que oscilaban entre las 3 y las 4 estrellas.

* 17 y 18 de agosto. Hotel Africa (Maputo, Mozambique): Un tres estrellas con clase y desayuno incluido por 70€ la habitación doble. Más caro de lo normal pero después de dos semanas y medio durmiendo en tiendas de campaña necesitábamos cuartos y baños limpios con los que reponernos y coger más fuerzas.

* 19 de agosto. Cool Runnings (Isla Inhaca, Mozambique): Aquí conseguimos gracias a la persona que nos llevó en lancha desde Maputo un par de cuartos que no estaban nada mal (cama con dosel para evitar los mosquitos) por 1000 metacais cada uno. En total 2000 metacais, que no suponían más de cuatro euros por persona. Buena y barata elección (tampoco hay mucho donde elegir en un lugar donde apenas había un Lodge llamado Pestanha Inhaca que costaba más de 300 dólares americanos la noche).

* 20 de agosto. Fatima´s Place (Maputo, Mozambique): Una habitación para los cinco que quedábamos en el albergue más conocido de la ciudad nos salió por apenas 10 dólares americanos por persona. A pesar de contar con todas las facilidades para el mochilero la actitud chulesca y seca del personal nos hizo bajarle bastantes puntos a este lugar demasiado bien valorado en las guías. Lo bueno que al estar tan publicitado siempre habrá un taxi a la puerta y todo el mundo sabrá llegar. Lo malo, que lo sabe la policía, quien se oculta entre bambalinas para darte un buen sablazo con una multa falsa.

* 21 de agosto. Purple Palms (Johannesburgo, Sudáfrica): 500 rands (aprox 50 €) la noche por una habitación con baño privado para los tres últimos viajeros (Chema, Rebeca y yo). Ubicado en el barrio de Kempton Park se aleja del tan poco recomendable centro de la ciudad. Tenían más medios de seguridad que en la cárcel de Alcatraz. Algo debe tener el agua cuando la bendicen, ¿no?.

* 22 de agosto. Vuelo Johannesburgo-Dubai. Dormimos en un aburrido vuelo de ocho horas.
* 23 de agosto. Hotel Ibis de la Estación Central de Dusseldorf (Alemania).
Ya he comentado que para pernoctar en el interior de los Parques Nacionales tanto de Sudáfrica como Botswana y Namibia se suele necesitar una reserva previa ya que las plazas son muy limitadas y siempre están llenos. Estas reservas se hacen en las Agencias de Naturaleza de cada uno de estos países, cuyas páginas vienen en internet, aunque en el caso de Botswana haya que conformarse con datos de teléfono y fax. En ese caso lo mejor es acudir directamente a las oficinas en las ciudades principales de este país, de lo contrario espera un calvario de esperas.

Sudáfrica: SAN PARKS (http://www.sanparks.org/)

Namibia: Namibia Wildlife Resorts (http://www.nwr.com.na)

Botswana: Las Oficinas del Department of Wildlife and National Parks (DWNP) no tienen página web. Las hay en Gaborone, Maun, Kasane, Francistown, Thsabong, Ghanzi, Kang y Letlhakane, y como desde enero de 2009 es obligatorio contratar las reservas de entrada a los parques (ya no sólo los campings sino los propios accesos), lo que recomiendo es acudir directamente a las propias oficinas. Aún así aquí dejo los datos de las de Gaborone y Maun por si alguien quiere probar suerte.

Gaborone Reservations Office
PO Box 131
Gaborone
Botswana
Tel: (+267) 3180774 / 3971405
Fax: (+267) 3180775 / 393 2205 / 3912354
Emails: dwnp.parrogabs@gov.bw, dwnp@gov.bw
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Maun Reservations Office
Lun-Sáb: 07h30-12h45, 13h45-16h30
Domingos: 07h30-12h00
Tel (+267)-686-1265 / 686-0368
Fax: (+267)-686-1264.

Pero si alguien se la quiere jugar, que no tema, que no se va a quedar sin acomodo. Y un consejo, aunque en persona te digan que está todo reservado (fully booked) como dicen que ya está para el verano 2009-2010, siempre harán un hueco si se insiste (¿Nos váis a dejar aquí en medio por la noche?).

VÍVERES Y COMPRAS NECESARIAS PARA EL VIAJE

Nosotros realizamos una compra principal en un enorme Centro Comercial con supermercado en Johannesburgo, nada más llegar. Además de la comida necesaria que cocinar durante la primera semana (pastas, sopas de sobre, salchichas, fruta, tomate, galletas, leche, etc.) nos hicimos con otras cosas también importantes. Entre Madrid y Johannesburgo, dejamos apañado bastante material.

De todas las compras que hicimos hay algunos aspectos especiales en que me gustaría incidir y recomendar a los futuros viajeros:

* Un bidón de gasolina por coche: Hay tramos bastante grandes que no cuentan con gasolineras, sobre todo si se quiere hacer el trayecto Maun-Kasane (Botswana) sin miedo a quedarse tirados. Si se llevan reservas extra de medio depósito por coche se evitarán disgustos. En supermercados y centros comerciales se pueden encontrar estos «Petrol Cans».

* Garrafas de agua: Si hay algo que nunca debe faltar es el agua por lo que es importante estar bien provistos.

* Camping gas: Para cocinar en cualquier parte. En diez minutos tienes un buen plato de espaguettis…

* Taza, plato y cubiertos. Si no se quiere comer con las manos, esta es la solución.

* Cables para remolcar: Con un 99% de probabilidades, haciendo el recorrido que hicimos, quedarse atrancado en la arena o en el agua es un clásico. Yendo dos vehículos, estos cables de acero pueden ser la salvación en esos casos. Otra cosa será cuando se queden atrancados los dos a la vez, cosa que nos ocurrió en un camino de arena de Moremi.

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* Lumigás: Cuando se acampa siempre viene bien una luz potente que ilumine el espacio que se está utilizando.

* Cargador para el coche: Este es un inventazo para este tipo de viajes en que no pasas por sitios con corriente eléctrica y quieres cargar móviles, cámaras y demás aparatos. Conectando el cargador al mechero del coche se podrán conectar enchufes con los que estar a tope de energía. Esto lo compramos en Madrid, en un MediaMarkt cualquiera. Un precio aproximado de este objeto ronda los 35 euros.

* Pastillas potabilizadoras: En momentos en que el agua mineral escasea, una pastillita puede dejar el agua de un río lista para beber. A prueba de bacterias!

* Linternas frontales: Se acabaron volviendo imprescindibles, sobre todo para hacer los «reconocimientos» o «batidas» de los animales nocturnos que nos venían a visitar. Para cocinar, preparar las tiendas, buscar en el coche, los frontales (9 euros) siempre vienen muy bien.

Si tenemos esto, las tiendas de campaña para dormir y las cámaras de fotos listas para captar todo lo que nos propongamos, tan sólo hará falta el afán y determinación para que nadie ni nada pueda pararte. Bueno, una manada de elefantes si se lo propone puede hacerlo…

UN INCISO SOBRE LA SEGURIDAD EN LA ZONA

Algo que me preguntó mucha gente antes de marcharme fue si en algún país que teníamos pensado visitar había algún conflicto o problemas de seguridad para el turista. Afortunadamente mi respuesta siempre fue negativa al respecto debido a que actualmente ni en Sudáfrica, Namibia, Botswana, Swazilandia o Mozambique hay ningún enfrentamiento bélico. En Mozambique hace ya más de 15 años que se le puso fin a su cruenta guerra civil, y sin duda alguna en el sur africano no hay motivos como para preocuparse.

Otra cosa es el tema de la delincuencia, que adquiere niveles elevados en ciudades grandes como Johannesburgo, Windhoek o Maputo, donde caminar tranquilamente por la noche puede ser un deporte de riesgo, sobre todo en la primera. En esos casos siempre hay que ser precavidos y en la medida de lo posible evitar acudir a los townships sudafricanos sin guía de confianza ni llevar objetos de valor a la calle que atraigan la atención de los cacos, que son muchos.

En Mozambique la policía es bastante corrupta y no dudarán en sacarse un sobresueldo con una buena «mordida» camuflada como multa. Nosotros sufrimos una de sus acometidas, aunque nos pasó por ser incautos y andar con el coche en Maputo pasadas las doce de la noche, donde la ciudad es una selva. En el Sur de áfrica «los maderos» son más peligrosos que un grupo de leones hambrientos.

Pero como en esta clase de viajes las ciudades grandes se suelen pasar bastante por alto, no hay que vivir con el miedo en el cuerpo ya que fuera de ellas es posible sentirse totalmente seguro e incluso encontrar una policía colaboradora y amable con los turistas.

En resumen, precauciones lógicas pero no histeria.

¿CUÁL HA SIDO EL CLIMA EN PLENO AGOSTO?

El invierno austral se deja notar cuando más al sur nos encontremos. La diferencia de grados entre Johannesburgo (Sudáfrica) y Kasane (norte de Botswana) era más que evidente, haciendo mucho más frío en la primera que en la segunda. Pasado Sudáfrica las temperaturas diurnas eran suaves y agradables, para ir en manga corta. Pero en las noches aparecía el claro contraste climatológico haciendo bajar el termómetro en ocasiones por debajo de los 7 u 8 grados centígrados.

Afortunadamente el invierno de Botswana y Namibia es realmente seco, y la lluvia desaparece de raíz en el mes de agosto. En Sudáfrica es otra cosa, sobre todo si se quiere bajar más abajo (Cape Town registra los mayores índices de pluviosidad del año).

¿Con esto qué quiero decir? Que no hay que olvidarse de la ropa de abrigo para sobrellevar las noches de la mejor manera posible. Y anocheciendo a las seis de la tarde no estoy diciendo ninguna tontería. Pero queda a su favor que las mañanas son espectaculares y que se podrá ver un cielo despejado digno de los mejores amaneceres y atardeceres del Planeta.

¿PARA CUÁNDO LOS RELATOS?

El siguiente paso después de este super post introductorio va a ser desgranar día a día lo sucedido allí. Así que lo mejor es estar atentos porque aún espera una serie de capítulos bastante entretenidos. No veo el momento de contaros cómo vimos a la leona, el episodio de la cobra o la noche de las hienas…

YA DISPONIBLES TODOS LOS CAPÍTULOS:

Capítulo 1: Dusseldorf y Dubai.
Capítulo 2: Llegada a Johannesburgo, cruce fronterizo a Botswana y rumbo a Maun.
Capítulo 3: El Delta del Okavango en avioneta.
Capítula 4: El Silencio salvaje del mokoro.
Capítulo 5: De Safari en el Coto de Moremi.
Capítulo 6: Noche de hienas
Capítulo 7: Atrapados en el Chobe por segundo día consecutivo y Objetivo Kasane
Capítulo 8: Tras la pista del Doctor Livingstone…supongo
Capítulo 9: La Franja del Caprivi, rumbo a Swakopmund y los lobos marinos de Cape Cross
Capítulo 10: El Desierto del Namib y recorrido a través de la Trans-Kalahari Highway
Capítulo 11: Swazilandia y llegada a Maputo
Capítulo 12: Maputo y la Isla de Inhaca
Capítulo 13: Salida de Inhaca, trayecto a Joburg y final en Dubai y Dusseldorf

LAS FOTOS Y LOS VIDEOS DEL VIAJE

Aún estamos en proceso de juntar fotografías y videos realizados durante aquellos días. A medida que salgan los relatos iré incluyendo en un Album de Fotos aquellas que más representen nuestras vivencias. Hay una pila que supera el millar, muchas de ellas de gran calidad.

En este apartado dejaré el link a las fotos en función que vayan apareciendo los nuevos capítulos.

YA DISPONIBLES TODAS LAS FOTOS EN FUNCIÓN DE LOS CAPÍTULOS:

Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 1 (Dusseldorf y Dubai)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 2 (Johannesbourg, cruce fronterizo con Botswana y rumbo a Maun)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 3 (El Delta del Okavango en avioneta)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 4 (El Delta del Okavango en mokoro)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 5 (Safari en Moremi)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 6 (Noche de hienas en el Chobe)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 7 (Atrapados en el Chobe y Objetivo Kasane)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 8 (Tras la pista del Doctor Livingstone…supongo)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 9 (Franja del Caprivi, rumbo a Swapkomund y los lobos marinos)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 10 (Dunas del Namib y Trans-Kalahari Highway)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 11 (Swazilandia y nuestro último Big Five, el Rinoceronte)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 12 (Mozambique: Maputo e Isla Inhaca)
Álbum fotográfico correspondiente al capítulo 13 (El regreso: Inhaca, Maputo, Johannesburgo y Dubai)

UN VIAJE ELDIAMANTEESCARBON.COM Y ELRINCONDESELE.COM

elrincondeseleyeldiamanteescarbon por ti.

Desde la creación de la web que aglutina los viajes de la gente del barrio (www.eldiamanteescarbon.com) no nos habíamos vuelto a juntar para compartir una aventura de este calibre. En esta ocasión Aluche se unió de nuevo para vivir uno de los meses más frenéticos desde que comenzáramos a viajar aquel verano de 2001. Aunque aquella es una página donde todos hemos puesto nuestro granito de arena, Chema es en realidad la persona que más dedicación le ha puesto en este tiempo. Y doy fe de que ha sido un orgullo que por tres semanas El rincón de Sele.com y El Diamante es carbón.com fueran una sola para convivir en uno de los viajes más apasionantes de nuestras vidas.

P1080955 por ti.

Es por ello que a la finalización de esta serie de relatos que están por venir, cederé a www.eldiamanteescarbon.com los textos finales para que también podáis encontrarlos allí. Es algo que ya hice con Interrail 2001, Transiberiano 2005 y Oriente Medio y Balcanes 2006. Más que páginas amigas son páginas hermanas.

Con todo esto en orden, a partir de ahora lo que toca es profundizar y contar el día a día de lo que no tengo ninguna duda será uno de nuestros viajes más recordados. En breve llegará el primer relato que narre los inicios de la que ha sido una aventura con ocho protagonistas muy distintos pero a la vez complementarios, los cuales hemos aprendido que no hay quien nos detenga…

P1080658 por ti.

Sele

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