Nuestro viaje a Colombia de la A a la Z
Un mes viajando por Colombia da para mucho, ya lo creo. Por lo menos para que se te meta en la sangre y se convierta en uno de los destinos más queridos y sorprendentes de tu vida. Éste es un país muy maltratado por los medios de comunicación y una historia reciente realmente dura que se está destacando como un destino maravilloso para viajar y salir a descubrirlo sin prejuicios. Una vez nos quitamos la venda de los ojos nos encontramos con esa Colombia deseosa de abrirse a los demás, con una gente increíblemente amable y unos parajes de belleza extraordinaria. Uno no sabe si mirar a las playas, las selvas, las montañas, los muchos pueblos con encanto o esas ciudades que no paran de crecer. En realidad lo es todo, cada detalle y cada sabor, los que componen ese lema tan acertado que dice que «El riesgo es que te quieras quedar».
Para describir uno de los mejores meses que he pasado en este viaje de Mochilero en América se me ha ocurrido contarlo de la A a la Z. Letra a letra, palabra a palabra, daremos una vuelta por aquellos aspectos que han formado parte de un paso por un país del que puedo decir en voz alta que se ha convertido en uno de mis predilectos.
Sin más dilación, allá vamos con esas palabras y nombres que mucho han tenido que ver con viajar y, por tanto, amar, a esa Colombia tan maravillosa. Podrían salir muchas combinaciones pero estas son las que han aparecido en primer lugar. ¿Preparados? Aquí están:
A –> Andrés Carne de Res: Una comida-merienda-cena en el que probablemente sea el restaurante más emblemático y divertido de toda Colombia fue toda una experiencia. Con dos amigos colombianos, Hernando (Club Altum) y Carlos, pasamos nada menos que siete horas en este inmenso y original local situado en Chía (el genuino), a las afueras de Bogotá. No se trata simplemente de comer, que se hace muy pero que muy bien, sino de dejarse llevar por la música, los actores que amenizan la velada y el saber sólo cuándo se entra pero no cuándo se sale. Nos cantaron, nos pusiero una banda con los colores del estandarte colombiano, incluso me cantaron el Cumpleaños Feliz cuando aún faltaba mes y medio para ser 1 de agosto. Una bendita locura con sabor a carne de la buena y muy buena onda por parte de todos.
B–> Barichara: La denominación de «el pueblo más bello de Colombia» deja signos evidentes de que éste lugar fue uno de los indiscutibles del viaje. Rebeca y yo lo definimos como el refugio perfecto para retirarse, la constatación de que la calidad de vida existe realmente en estos parajes santandereanos. Palpamos los pedazos de su historia, caminamos por sus callas blancas que dejan entrever verdaderas obras de arte de madera en puertas, ventanas y balcones… y respiramos aire puro. Barichara no sólo es el pueblo, también son sus alrededores primorosos que merece la pena explorar (El camino real de Guane, San Gil o el Cañón del Chicamocha). Si a todo eso le sumamos que pasamos unos días fabulosos en la finca que nuestro amigo Jorge (Color de hormiga) tiene allí no podemos sino decir que Barichara fue una estadía sencillamente perfecta. Puedes leer más sobre nuestra experiencia aquí en «La buena vida de Barichara»
C–> Cartagena de Indias: Una ciudad para enamorarse. Su casco histórico colonial es uno de los más destacados en todo el mundo. Cada fachada es un museo al aire libre, cada ventana una joya digna de retratar. Perdernos por las calles del centro fue una aventura cada vez, porque cada camino que tomábamos (obviamente de forma azarosa) nos llevaba al más difícil todavía, a no puede ser que Cartagena sea tan bella… Pero lo es, vaya si lo es. Esta ciudad bañada por el Mar Caribe está protegida por un férreo sistema de baluartes y murallas, sin olvidar el inexpugnable Castillo de San Felipe de Barajas desde donde Blas de Lezo derrotó a 25.000 ingleses con 2.500 valientes soladados refugiados en el mismo. Por tanto encontramos Historia, Arte a raudales, un halo decadente realmente delicioso, y la constatación de que su gente forma parte de un paraíso urbano que con todo merecimiento es el destino número 1 en Colombia.
Probablemente una de las ciudades más adorables y preciosistas que he visitado en mi vida viajera. Un placer caribeño que ni el horripilante calor es capaz de difuminar un ápice.
D–> Descansar sobre una hamaca: Hay formas y formas de descansar. Cuando se hace sobre una hamaca de tela al aire libre en plena Naturaleza, con la temperatura perfecta y los pájaros revoloteando a tu lado uno deja atrás cualquier pensamiento negativo. Esto fue posible, cómo no, en Colombia, tanto en Barichara como en Salento, nuestros dos rinconcitos favoritos para comprender el significado de vivir la vida tan ricamente…
E–> Eje Cafetero: No hablar de café en Colombia es como olvidarse del vino en La Rioja o del sushi en Japón. Pocos productos son tan internacionales y consumidos como éste. Y su cultivo en las benévolas tierras colombianas es la base perfecta para obtener el mejor sabor y aroma perfecto. En el eje cafetero, compuesto sobre todo por ese triángulo Armenia – Pereira – Manizales, uno puede vivir (y saborear) esta actividad agrícola que baña unos paisajes grandiosos. En nuestro caso escogimos Salento para descubrir algunos de los secretos del café, montar a caballo y salir a disfrutar de panoramas únicos como el del Valle de Cocora.
Personalmente puedo afirmar que visitar esta región ha sido la mejor parte de todo el viaje a Colombia.
F–> Fernando Botero: La huella del artista colombiano más internacional (hablando de artes pictóricas y escultóricas) está muy presente en su propio país (del que sí es profeta), cómo no podía ser menos. Bogotá y, sobre todo, Medellín, poseen una colección envidiable de este icono del Arte. Nosotros, como buenos aficionados a su obra, no nos quisimos perder a sus «gordos y gordas» tanto en cuadros como esculturas. Por un lado visitamos el Museo de Botero situado en la capital. Y por otro recorrimos su colección escultórica en la Plaza de las Estatuas de Medellín, amén de numerosísimas obras maestras en el Museo de Antioquia, situado en la misma ciudad que, por otra parte, fue la que le vio nacer.
G–> Gente: El veradero valor añadido de un viaje a Colombia es su gente. La amabilidad y disposición a ayudar al visitante que tienen los colombianos es el motivo por el que quien viaja a este país desea volver después. Su trato es tan bueno que te hacen sentir realmente cómodo allá donde vayas. Nosotros no nos sentimos extranjeros sin más sino amigos de quienes hemos ido conociendo por Colombia. Así nos lo han hecho ver ellos. De verdad, son la baza que hace de Colombia un destino perfecto. Amigos de buena la conversación, de saludarte siempre con una buena sonrisa y hacer que «te encuentres» cuando andas perdido. ¡Geniales!
H–> Hormigas: En Colombia, y más concretamente en Barichara, pude probar el Sabor de las hormigas culonas. A uno le puede extrañar que estos grandes insectos que se tuestan se encuentren dentro de la gastronomía santandereana, pero si se eliminan los prejuicios descubrirá un pequeño y crujiente manjar. Tuve la suerte de probar hormigas culonas y salsa de hormiga culona en el Restaurante de Barichara llamado Color de hormiga. Y me gustaron mucho…
I–> Ipiales: Fue el punto por el que entré a Colombia prodecente de Ecuador. En Ipiales viví mis primeras sonrisas colombianas y muy cerca de esta localidad pude visitar el Santuario de las Lajas, un lugar de peregrinación que a uno le cuesta imaginarse fuera de Europa.
J–> Jugos de frutas: Me relamo sólo de pensar en la cantidad y calidad de los zumos o jugos naturales que nos hemos bebido durante nuestra estadía en Colombia. De Lulo, Tomate de árbol, Guayaba, Mora, Papaya, Mango, Corozo, Uchuva… y el favorito tanto de Rebeca como mío, el de Guanábana, una fruta parecida a la Chirimoya, que batida en leche sabe a gloria bendita. No exagero si digo que nos hemos podido beber cerca de cuarenta cada uno. Fácil caían dos al día. Fueron nuestro vicio más sano.
K–> Kilómetros: Colombia tiene unas dimensiones que sumarían las de España y Francia. Si a esto le añadimos que es realmente montañosa uno puede adivinar que recorrerla requiere kilómetros y más kilómetros. Durante un mes el recorrido ha sido mayoritariamente por tierra (en bus), aunque ha habido un trayecto en avión (Popayán – Bogotá). En el mapa podéis ver la ruta que hemos hecho en Colombia.
Estos son los lugares que han entrado dentro de nuestro recorrido colombiano: Ipiales – Pasto y Laguna de la Cocha – Popayán – Bogotá – Villa de Leyva – Barichara – Santa Marta – PN Tayrona – Cartagena de Indias – Medellín – Santa Fe de Antioquia – Salento y Valle de Cocora (Eje cafetero) – Botogá.
Es una ruta pero son muchos los rincones que aún nos han quedado por disfrutar en Colombia, un país enorme y de grandes posibilidades. Se me ocurren a bote pronto San Andrés, el Chocó (Pacífico), Leticia (Amazonas), Cali, los Llanos, y así un largo etcétera que a uno le hace comprender que no basta un viaje para ver Colombia. El sabor de boca que nos ha dejado es tan sumamente bueno, que no dudo que volveremos… ¡Seguro!
L–> Laguna de la Cocha: Desde Pasto, a 20 kilómetros que serpentean por una cadena montañosa y un bosque nublado, llegué en un taxi compartido a la Laguna de la Cocha. A pesar de que el clima no era el mejor (es una zona en la que llueve mucho) pasé unas horas estupendas en esta laguna rodeada de la planta de totora y con una isla idílica en el centro de la misma (La Corota) a la que fui en la pequeña lancha de un lugareño de la localidad El Encano, destacada por sus casitas de madera a todo color.
M–> Medellín: La visita a esta ciudad puede comprenderse como la constatación de un buen trabajo de un carácter social. Hace poco más de una década era una de las cinco ciudades más peligrosas del mundo (Pablo Escobar, el Cártel de Medellín, las FARC, sicariato, bandas mafiosas, etc…) y gracias a una labor enfocada a promover la cultura, la educación y dotar de excelentes sistemas de transporte hechos por y para sus ciudadanos, ésta ha sufrido una transformación radical siendo una de las urbes más prósperas no sólo de Colombia sino de toda Sudamérica. Es un exponente claro de cómo bañando una ciudad con museos, bibliotecas, centros de enseñanza y mejorando las infraestucturas y el sistema desde la base se consiguen muchas cosas positivas.
La Plaza de las Esculturas, el Museo de Antioquia, el Pueblito paisa, el Poblado, el Parque Explora, el Parque Arví, el metroplus y los teleféricos que llegan a zonas antes marginadas… son señas de identidad de una ciudad que cambia a cada minuto (para bien). Aunque su gran baza es la de la propia gente de Medellín que hacen sentir al visitante como si estuviera en su casa.
N–> Naturaleza: Colombia está inmersa en un entramado natural absolutamente magnífico. Posee selva, bosques nubosos, montañas altísimas (Es la terminación más septentrional de Los Andes), páramos, humedales, playas de postal… No obstante es el tercer país con mayor biodiversidad del mundo. Basta un viaje cualquiera en buseta para darse cuenta de cuán increíbles panoramas le esperan al viajero. Da igual si en el norte, sur, este u oeste, que siempre la belleza natural está presente.
Los paisajes colombianos son «de traca», un intenso y sentido regalo por los que los viajeros suspiramos sin descanso. No sabría si quedarme con el litoral selvático del Tayrona, los alrededores de Barichara, las montañas espigadas que ví entre Pasto y Popayán o el Valle de Cocora y sus larguísimas palmas de cera, así como las plantaciones cafeteras que inundan los valles.
Para los amantes de la flora y la fauna, en Colombia las posibilidades son máximas….
Ñ–> Cañón del Chicamocha: Una grieta con una profundidad de 2000 metros es la cicatriz más elegante del Departamento colombiano de Santander. Asomarse a cualquiera de sus filos es un desafío al vértigo y una oda a las vistas de altura. Fue una excursión de medio día desde Barichara (junto a San Gil son las localidades importantes más próximas) en compañía de dos amigos bogotanos. Y como se dice por allí «La pasamos muy bien».
O–> Oro: Cuando los españoles llegaron al actual territorio colombiano (Nueva Granada) tuvieron serios indicios de que fuera realidad la existencia de una ciudad repleta de tesoros a la que se le denominó «El Dorado». Muchos de los grupos indígenas que habitaban aquellas tierras trabajaban el oro para sus ornamentos u ofrendas a los dioses. Y aunque gran parte de éstos fueron robados o fundidos para hacer lingotes u otros objetos, se conservan valiosísimas colecciones que son un reflejo de estas culturas pre-hispánicas.
En nuestro viaje a Colombia hemos visitado dos museos del oro. El primero y el mejor (por cantidad y calidad de las piezas) no sólo del país sino de América Latina fue el de Bogotá (precio 3000 pesos, domingos gratis). El segundo, más pequeño pero también recomendable (y gratuito), fue el de Cartagena de Indias. El preciosismo y detalle de estas joyas labradas en oro puro son parte de la Historia del Nuevo Mundo. Y por fortuna, han sobrevivido para disfrute visual de los visitantes. Conviene no perdérselo en ningún caso, sobre todo el bogotano, una auténtica maravilla.
P–> Popayán: Llegué a esta ciudad por pura casualidad, ya que tenía que tomar allí un vuelo hacia Bogotá. No había oído hablar de ella en la vida pero resultó ser una agradabilísima sorpresa de carácter colonial teñida de armoniosos edificios inmaculadamente blancos. Popayán es la capital del Departamento del Cauca, en el sur del país a medio camino entre Pasto y Cali. Y, a pesar de mi desconocimiento previo, resulta ser una de las ciudades coloniales mejor conservadas de Sudamérica, cosa que no se tarda un solo segundo en comprobar.
No suele entrar dentro de los circuitos turísticos habituales en Colombia pero ciertamente merece un esfuerzo. En mi caso fue la casualidad, quizás por ello la sienta de forma más especial todavía.
Q–> Quindío: El Departamento de Quindío está dentro del Eje cafetero y fue en la ciudad de Salento donde salimos a descubrirlo. Son más de cinco mil plantaciones de café las que tapizan el Quindío, lo que uno puede hacerse a la idea de lo que le espera en estos parajes realmente sobresalientes. En estos valles y montañas terminamos de arrodillarnos a ese destino único llamado Colombia.
R–> Rural: Hacer turismo rural en Colombia es una de las mejores opciones para poder disfrutar de este país. No sólo porque su oferta es del todo amplia sino también por la variedad de los de parajes donde uno puede escoger llevar a cabo esta saludable práctica. En nuestro caso «turisteamos ruralmente» en pequeñas poblaciones como Villa de Leyva, Barichara, Santa Fe de Antioquía o Salento. Desde allí pudimos hacer visitas monumentales, senderismo, montar a caballo y un largo etcétera.
Lo dicho, Colombia y el Turismo rural forman un buenísimo equipo.
S–> Seguridad: Dado que este país ha formado parte de los telediarios de nuestra vida por razones para nada positivas es lógica la pregunta de ¿Colombia es segura? Y mi respuesta es que pocas veces me he sentido tan seguro viajando. No sólo no hemos tenido un sólo problema en un mes sino que hemos comprobado fehacientemente que las medidas de seguridad son extraordinarias. Es cierto que conviene tener ciertas precauciones y enterarse dónde están las «zonas más calientes» del momento pero será sumamente fácil quedarse fuera de cualquier problema puntual.
Colombia está haciendo un gran trabajo para que quienes viajen a su territorio se sientan seguros. De ahí que su lema sea «El riesgo es que te quiera quedar». De hecho es una gran verdad.
T–> Tayrona: Probablente cuando se habla de Tayrona se habla del Parque Nacional Natural más célebre y querido por los viajeros que vienen a Colombia. Y no les falta razón porque es una «paradisíaca composición». Basta con colocar una porción de selva impenetrable que remate en idílicas playas de arena fina y agua clara. Un mar de Naturaleza de aspecto virginal en el que lo mismo cantan los monos aulladores que una bandada de pelícanos planean distintas estrategias de pesca justo delante tuyo.
En el Tayrona pasamos 3 días en los que nos quedábamos a dormir la tienda de campaña de un camping. El tiempo lo invertimos en hacer senderismo, bañarnos en playas de postal (Piscinas o Arenillas son preciosas) y disfrutar en un panorama de naturaleza realmente irresistible. Puedes leer más sobre nuestra experiencia aquí en «Cuando el Paraíso se llama Tayrona«.
U–> Única: Colombia es única, por supuesto que sí. Por todo lo que le ofrece al viajero pero, sobre todo, por contar con unas de las gentes más amables y hospitalarias que uno puede encontrar en el mundo. Otra cosa muy apreciable es que es un destino no demasiado explotado, lo que le hace ser más auténtico aún.
V–> Villa de Leyva: «He escuchado que a medio camino de Bogotá a Barichara hay un pueblo bonito llamado Villa de Leyva» – le comenté a Rebeca. «Podríamos parar allí» – continúe. Y así fue cómo al final este bonito pueblo de Boyacá se convirtió en uno de nuestros rincones preferidos de Colombia (no son pocos, cierto). Su arquitectura colonial se acentúa en cada detalle. Basta pisar su Plaza mayor, de las más grandes de América Latina, para darse cuenta de ello. Aunque lo mejor es el color y el aroma de esas calles siempre florecidas o la calidez de la gente que te habla como vecino y no como forastero.
Si se dice que Barichara es el pueblo más bello de Colombia, yo no me olvidaría de incluir en esa denominación a Villa de Leyva. Bien que lo merece…
W–> Willys: Es la marca de jeep que se usa en Salento y otras poblaciones del Quindío para trasladar a la gente. Como un taxi compartido pero con tracción a las cuatro ruedas y la posibilidad de ir bien agarrado detrás. Como un medio de transporte más, los Willys son todo unos clásicos de los viajes por el Eje cafetero. Nosotros los utilizamos en su tramo más popular, que es el Salento – Valle de Cocora (3000 pesos/pasajero).
X–> Extranjero: Precisamente cómo uno no se siente cuando viaja a Colombia. Por lo menos así fue en nuestro caso llevando la contraria a lo que en ocasiones los prejuicios son capaces de provocar. Cuando consigues que el panadero te salude por la calle, es que ya te has hecho un hueco en un lugar. Pues qué decir… en Colombia eso sucede casi siempre.
Y–> Ya volveremos: Como decía al principio del artículo, un mes en Colombia da para mucho, pero no es suficiente. Nunca es suficiente. Atrás hemos dejado incontables lugares que serían protagonistas en uno y más viajes. Amazonía, los Lllanos, el Chocó, las Islas de San Andrés y Providencia, Guatapé… y un largo etcétera de lugares de seguro increíbles que formarán parte de la frase «Ya volveremos». Fue tomar el avión de salida y echar Colombia de menos. Prometo que regresaré, más pronto que tarde. Sueño con hacerlo…
z–> Zipaquirá: En esta localidad situada en el Departamento de Cundinamarca, 50 km al norte de Bogotá, se encuentran las conocidas como minas de sal. Su tamaño es tal que ha dado para construir una Catedral de Sal en sus subterráneos, constituyendo un rincón arquitectónico tremendamente original y una excursión ideal de un día desde la capital. Nosotros combinamos la visita a la Catedral de Sal de Zipaquirá con una larga velada en el Restaurante Andrés Carne de Res de Chía, a mitad de camino.
Y aquí termina el repaso al abecedario de nuestro viaje a Colombia, un destino que como habréis podido entrever, nos ha dejado algo más que un buenísimo recuerdo. Ahora los pasos de esta aventura nos llevan a seguir las huellas mayas en la Península de Yucatán. Y no es por ser 2012 ni mucho menos (aunque por si acaso prometemos aprovechar el tiempo al máximo posible).
Con el azul del Caribe al otro lado de la ventana me despido hasta un nuevo relato,
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
43 Respuestas a “Nuestro viaje a Colombia de la A a la Z”
Gran recopilación, se nota que has disfrutado de Colombia de la A a la Z
Que envidia! Pedazo de viaje os estais pegando! Cada día estoy ansiosa mirando si ya teneis nuevos relatos!
Seguid disfruntando tanto cómo hasta ahora en vuestro nuevo destino! Yo mientras me apunto Colombia a mi larga lista, que con estos relatos se me han puesto los dientes largos!
Nosotros en 3 semanas nos vamos a Indonesia con muchos de tus consejos en la mochila! Gracias por tus maravillosos relatos, nos ayudan mucho a los que nos encanta viajar!
Genial artículo Sele, la verdad es que yo también soy un enamorado de Colombia y ver que otra persona también puede ver la realidad del país cafetero por encima de los prejuicios que nos muestra la televisión es genial. Seguir disfrutando de tan maravilloso viaje!!
Un post tan interesante como original. Colombia me está llamando !!!!
Un besazo para los dos y espero que continuéis disfrutando como hasta ahora.
M.Teresa
Qué maravilloso relato, muy inspirador para quiénes vivimos en Colombia y no conocemos nuestro país, además un gran ejemplo para el blog que estoy comenzando sobre relatos de viaje, te invito a conocerlo, cualquier sugerencia será bien recibida. http://blog.fanturs.com/ saludos.
Muy buen resumen, la verdad que Colombia da para mucho y para los que amamos la naturaleza y los animales, es un sitio que hay que visitar obligatoriamente 😀
Dios mio,vivo en francia y sinceramente no pasa un dia en que quiera volver a mi tierra colombia y en especial a medellin,me alegra que vean cosas positivas de mi tierra.
Mi sueno es vover a vivir en mi tierra,oala que algun dia se me haga realidad
Solamente la mente amplia y viajera de Sele consigue plasmar en palabras mágicas la maravilla de país que es Colombia. Un gran abrazo a ti y a Rebeca, y espero volver a coincidir contigo en cualquier otro destino. De momento nuestra experiencia colombiana fue un gran abrebocas.
– La verdad es que dan ganas de preparar la maleta y salir para allá.
Sele!!!
Es así!!! El riesgo es que te quieras quedar!!! ¿Por qué será que todos los que van a Colombia dicen lo mismo? Porque realmente es así!!! Nosotros lo hicimos a dedo y no tuvimos ni un solo problema, al contrario, los camioneros nos ayudaron muchísimo! Uno de los lugares más lindos que visitamos y al que seguro volveríamos mil veces!! Nos han quedado muy buenos amigos allá!!
Qué lindo que lo hayan podido disfrutar tanto!!
Sé que ahora están en Estados Unidos!! Los estamos siguiendo atentos!!
Que siga todo super bien y que sigan descubriendo la magia del camino!!!
un beso enorme desde Buenos Aires!!! (a punto de salir nuevamente!!!)
Aldana y Dino
precioso post, y super currado. tenemos muchas ganas de conocer suramerica…a ver si pronto podremos mochilear por allí! saludos
Sele, enhorabuena, un post super completo de la pe a la pa, o mejor dicho de la A a la Z como bien indicas, y algunos de los sitios que tú mencionas como pendientes para el próximo viaje los tengo yo también en mi lista. Un abrazo y a seguir mochileando.
Mil gracias por tan buenos comentarios acerca de nuestro país, de verdad que falta muchisima información para poder juzgar y decir cómo es un país….Colombia es y será por excelencia un país lleno de gente amable y trabajadora. Lastima los gobernantes que tenemos.
Gracias por ese recorrido y esos comentarios tan acertados y maravillosos sobre esta tierra tan hermosa como lo es nuestra amada COLOMBIA, tenemos una gran biodiversidad, tal vez única en el mundo y somos buena gente. Te recomiendo para una próxima visita La Capital Petrolera de Colombia, BARRANCABERMEJA, en el Magdalena Medio, quedarás
enamorado de por vida.
Gracias por hablar bien de Colombia, muchos de nosotros los Colombianos deberíamos leer más sobre relatos similares a ver si pujamos más patriotismo..
Felicidades!
GRACIAS MIL POR TAN HERMOSOS COMENTARIOS SOBRE COLOMBIA. MÀS HERMOSA Y PLACENTERA SERÀ CUANDO TENGAMOS LA PAZ. !INMENSA SERÀ COLOMBIA!
Gracias por tu relato. Vivo en Bogotá desde hace un par de meses y de momento solamente he estado en la costa caribeña (Cartagena, Sta Marta, Tayrona…). Poco a poco iré visitando más lugares.
Una cosa que me sorprendió de tu relato es tu visita a Andrés carne de res y lo bien que hablas de ese sitio. Yo he estado allí un par de vece, y la verdad es que con una visita es más que suficiente. Me gusta mezclarme con gente llana, y ese es el sitio más elitista de toda Colombia. Es extremadamente caro, y solamente la «jet set» de Bogotá se mueve por esos lugares. La verdad es que si uno viaja de mochilero… no es el tipo de lugar por el que se mueve, según mi opnión.
Un saludo
Hola Javier,
Lo de Andrés Carne de Res tiene su explicación… nos invitó un buen amigo bogotano que quiso conociéramos este lugar que realmente es un emblema. A mí también me pareció caro, pero comimos bien y nos divertimos muchísimo. Eso sí, con el presupuesto que llevábamos no nos lo hubiésemos podido permitir ni en broma jeje 😉
Sele
Hola, qué alegría leer tu post sobre Colombia, llegué aquí por referencia del blog de Victor del Pozo (Mi patria son mis zapatos). Acabo de regresar de Perú y estaba buscando algunos comentarios para volver a conocer algunas partes que nos quedaron faltando.
Ver cómo hablas de Colombia conmueve hasta las lágrimas, ver a Colombia desde otra perspectiva te hace replantear las cosas que ves todos los días; Gracias por los comentarios tan hermosos acerca del eje cafetero (de donde soy) y por mostrar la realidad de un país que a veces nos resistimos a ver. Un abrazo gigante desde Colombia. Bienvenido.
Hola..
yo soy una Colombiana viviendo en España…di con tu blog por casualidad y la verdad es que no me he arrepentido de leer esta reseña tan emotiva del país que amo y que me enorgullece. Gracias por mostrarlo de esta manera tan diferente, tan fresca, tan natural. Espero que anime a muchos a viajar por nuestras tierras que son espléndidas… ya que como bien dices el riesgo es que te quieras quedar…..
Hermoso el blog y el post. Yo me vine a vivir a Colombia porque quedé enamorado de las playas y las preciosas mujeres. Voy a organizar un viaje siguiendo los sitios de este post. Muchas gracias
Sele, realmente mueves tantos sentimientos con tus expresiones sobre mi bella Colombia que a mi se me hizo un nudo en la garganta literalmente. Colombia es pura pasión, y siempre esta con sus puertas y brazos abiertos para el mundo entero, tanto para sus hijos que estamos fuera de ella por diversos motivos, cuanto para los «extranjeros» que quieran conocerla y enamorarsen de ella, (extranjeros está en comillas por que realmente no son extranjeros en nuestra tierra, son nuestros hermanos) y siempre seremos y seran BIENVENIDOS en ella. Yo soy una Caleña amante de la salsa y puedo garantizarte que en tu visita a Cali (la capital mundial de la salsa) vas a pasarla…… de lo lindooooo y vas a bailar salsa hasta que se te ampollen los pies. te envia un abrazo gigante esta Colombiana y ojala que sea pronto tu regreso a Colombia.
Hola, a fin de este año viajare a Colombia y tu viaje me ayudo mucho para poder concretar detalles del mio.
Quisiera consultarte cuanto tiempo estuvieron desde que llegaron a Ipiales hasta Bogotá y cuanto de Bogotá hasta su partida de Cartagena?
Me ayudarias mucho para poder resolver como hacer mi camino.
Saludos.
Hola Martín,
Entre Ipiales y Bogotá hubo apenas unos 4 días. En Bogotá nos quedamos 3/4 contando las minas de sal.
En bus uno se mueve perfectamente en Colombia. Y sobre la marcha, comprando los billetes en la estación. Es todo muy fácil y la gente es muy amable para hacerte sentir bien.
Si necesitas algo Martín, dímelo y te ayudaré encantado.
Gracias!!
Sele
Hola, Viendo entradas sobre México, a donde voy en breve por segunda vez (muy interesantes, por cierto), he descubierto tu blog y he curioseado sobre lo que cuentas de Colombia. Animarte a que vuelvas más veces!! Yo he ido unas cuatro y creo que hay otras zonas que te van a encantar. Por lo menos dos: el Amazonas. Pero más que Leticia, que es una ‘gran urbe’, vete a Puerto Nariño. Y allí pregunta por las cabañas del Fray, donde sentirás de verdad el placer de las hamacas rodeado de monos ardilla y guacamayas mientras disfrutas del güisqui colombiano, la chuchuhuasa que elabora el Fray. Y los Llanos, mucha parte de los cuales ya es segura, donde puedes disfrutar del coleo, si te atraen los caballos, y la mamona (ternera). Ah, y el Pacífico, a avistar ballenas. Cali…
A mí aún me queda mucho por ver también… Creo que haría falta un año para hacerse una idea de lo que da de sí Colombia. Hasta que regrese, sigo mirando tus propuestas mexicanas. Un placer leerte.
Hola Marisa,
Muchas gracias por tu comentario. Por supuesto debo regresar a Colombia, es un país al que le tengo mucho cariño. Me sentí tan bien tratado que siempre se lo recomiendo a la gente de todas partes, que no se imaginan las maravillas que les aguardan allí.
Bienvenida a El rincón de Sele!!!
Super, que buena descripción del país, gracias compa, seguimos mejorando para recibirlos cada vez mejor, estas super invitado a conocer el territorio de los chibchas, la cultura indigena mas grande de Colombia y la tercera del continente, Boyacá, en Tunja te recibiremos ala
hola!! me encantó el post! tengo planeado un viaje parecido para diciembre ’16/ enero ’17 y me preguntaba al rededor de cuanta plata se debe contar para hacerlo. No tengo experiencia en viajes a mochila, este sería el primero, me podrían ayudar??? desde ya, muchas gracias! un beso!!
Hola Aldana,
El tema de la plata es tan particular. Depende de muchos factores, los días que estés, lo cómodo que te guste dormir, si quieres hacer alguna ruta que requiera guía o tomar aviones…
No me pareció un país muy caro, pero ya te digo que depende mucho de tu forma de viajar. Hay muchos hostels económicos, comer es barato y hasta ahora no te cobran por disfrutar de museos al aire libre como la maravillosa Cartagena de Indias o el Valle de Cocora.
Ánimo y disfruta de un gran viaje. Colombia lo merece!
Sele
Estoy preparando mi viaje a Colombia que será en un par de meses y me he encontrado vuestro blog. Me ha parecido muy original e interesante, enhorabuena !
Desde luego voy a tener en cuenta muchas de vuestras recomendaciones y sugerencias.
Tengo muchas ganas de partir rumbo a esa tierra paradisíaca.
Gracias y repetirlo en próximos viajes que seguro realizaréis !
David
Mucha suerte David. Ya sabes, en Colombia el único riesgo… es que te quieras quedar!!
Un abrazo!
Sele
Gracias Sele, hace algunos meses te sigo y me encanta tus relatos y poder viajar imaginariamente a través de tus fotos e historias, y gracias por plasmar mi hermoso país (Colombia) con tus hermosas palabras. Mil gracias Dios te bendiga y buen viaje.
Andrés, soy un enamorado de Colombia. En pocos países he disfrutado tanto como allí. La gente es espectacular y tiene muchísimo para visitar. Y para volver una y otra vez.
Me alegra que te haya gustado el relato de Colombia.
Un fuerte abrazo!!
Sele
Un rincon de colombia TODO UN PARAISO
youtube.com/watch?v=JyCtX3CCT54
Hola Sele! Una gozada leer tu blog, se disfruta mucho leyendo a personas con tanta pasión por viajar y por conocer sin ningún tipo de prejuicio.
Soy es España como tú aunque actualmente vivo en Estados Unidos y en abril de 2017 tengo planeado un viaje de dos semanas a Colombia. Que es lo que más me recomiendas, teniendo en cuenta que tengo un tiempo limitado? Empezaré desde Cali, puesto que tengo una gran amiga allí. Cuál crees que es la mejor ruta que puedo tomar?
Gracias y sigue así. Ya soy fan de este rincón 🙂
Hola María,
¡¡Mil gracias por tu comentario!! La verdad que se agradece.
Te comento. Aunque Colombia es un país inmenso, te puede dar tiempo a hacer muchas cosas en dos semanas. Toma nota de estos destinos e inclúyelos en tu itinerario porque no fallarás:
Además de Cali (y sus rumbeos por doquier) apunta Bogotá, Villa de Leyva, Barichara y alrededores (de esto tienes post en el blog), Santa Marta y el Parque Nacional Tayrona (también hay info en el blog) y, por supuesto Cartagena de Indias. Añade sin dudar el Eje Cafetero (pon de base Salento y visita todo el Quindío y el maravilloso Valle de Cocora). Si te queda tiempo, que creo que poco, tantea la posibilidad de visitar Popayán o las ruinas de San Agustín. Incluso si te gusta el trekking infórmate sobre la ruta a la Ciudad Perdida (en el norte del país), que lleva varios días pero quien la ha hecho ha venido entusiasmado.
Espero haberte ayudado. Y gracias por pasarte por este rincón 😉
Un saludo!!
Sele
Muchísimas gracias por respondes, Sele. Una última pregunta: recomiendas Bogotá antes que Cartagena o La Guajira? Es una pena esto de tener que descartar lugares…jajajajajaja ?
Espera María, que no metí sin querer Cartagena. No lo dudes Cartagena de Indias es IMPRESCINDIBLE!!! No te puedes dejar la ciudad colonial más bonita de América. La Guajira es una opción a plantear, pero entonces descarta lo que te dije de San Agustín o Popayán, porque no te daría tiempo.
Saludos!!
Sele
Que buen articulo , me has hecho recorrer el pais desde la computadora , muy buenas opciones para aprovechar algun fin de semana para darme una vuelta por ellos.
Hola! Hermoso todo lo que cuentas. Me podrias ayudar con que transporte tomar desde salento a medellin. Avion, bus.. !? Gracias!
Fernanda
Hola Fernanda,
Fui de Medellín a Salento en autobús haciendo una parada en Armenia. O sea, Medellín-Armenia en bus nocturno. Y luego ya un ratito solo de Armenia a Salento.
De los mejores lugares que he visitado en la vida.
Suerte!
Sele
[…] 23 de julio de 2012: Nuestro viaje a Colombia de la A a la Z […]
[…] ahí mi nueva parada en el camino por Colombia, pero eso será otro día. Ahora me quedo con el recuerdo de los dos días que pase en el PNN de […]