Si tuviéramos más vidas que un gato y la suerte de viajar a Nueva York todo lo que quisiéramos, seguirían quedado rincones de la ciudad que descubrir y de los que enamorarnos. Uno de mis favoritos neoyorkinos que no goza de tanta popularidad como otros y que nunca voy a dejar de recomendar es Gantry Plaza State Park, justo en la orilla del East River en Queens. Desde allí he podido disfrutar en varias ocasiones de una panorámica envidiable de Manhattan, exactamente Midtown, que luce resplandeciente tanto de día como de noche.

Gantry no sólo es un parque, sino un paseo sosegado al otro lado de la jungla de rascacielos, ideal para hacer un paréntesis al bullicio del centro y dedicarse a disfrutar de las mejores vistas de Midtown Manhattan.

Hace varios meses, cuando estuve en la ciudad, me hospedé en la zona de Vernon Boulevard, Long Island, ya que buscando hasta la saciedad hoteles en Nueva York me costó atinar con un precio más o menos manejable para el presupuesto que tenía. Me encontraba en las postrimerías del gran viaje por América y el dinero escaseaba. Además venía mi madre a la última etapa y tampoco podía llevarla a cualquier sitio. Finalmente a dos paradas de Times Square, a un paso de todo, pudimos quedarnos a un precio razonable. Y, de paso, descubrir por fortuna uno de nuestros favoritos en todo el viaje a Nueva York.

Como si de un paseo marítimo se tratase, nació Gantry Plaza State Park hace pocos años en un barrio más industrial que residencial, bastante dejado a su suerte. Pero poco a poco Vernon Boulevard y Jackson Avenue fueron renovados, convirtiéndose en una zona privilegiada de la ciudad. Y frente a ellos un parque con vistas despejadas de Midtown Manhattan en el que no faltan bancos e incluso hamacas en los que tumbarse a tomar el sol. Lo que antes estaba abandonado ahora es, como dicen por esos lares, muy “cool”.

Dado que no es un lugar que venga repetido en muchas guías de viaje de la ciudad, no vimos apenas turistas. La mayoría era gente local que aprovechaba las últimas tardes del verano para hacer pic-nic, pasear o bajar a los niños a jugar. El parque lo merecía, sobre todo por las panorámicas de una inmensa hilera de rascacielos al otro lado del East River.

Asomándonos a los miradores del viejo embarcadero pudimos apreciar el Empire State o el Chrysler Building, así como la sede de las Naciones Unidas, como si todo fuese una maqueta del extremo más oriental de la isla de Manhattan. Siempre tenía la sensación de que Nueva York cabía en la palma de mis manos y que edificios de más de 200 metros eran apenas juguetes.

Hace algo más de una década aquella era un área destinado a la carga y descarga de los productos traídos en barco. Muchas grúas, que cuentan con cerca de un siglo de antigüedad, se restauraron muy acertadamente y forman parte del decorado del parque. También se conserva un enorme cartel de Pepsi de los años treinta, ya que aquí en su momento estuvo una de las fábricas del popular refresco. Dicho poste publicitario es uno de los grandes iconos sobre los que se sostiene la ciudad.

Ir a Gantry Plaza State Park es recomendable a cualquier hora del día, pero quizás sea por la noche cuando despliega su magia al completo. La oscuridad contrasta con millones de luces procedentes de las ventanas de los rascacielos, dibujando una silueta crepuscular perfecta del Midtown Manhattan. Y es con nocturnidad y alevosía cuando se convierte en un lugar frecuentado por románticos, cortejadores y lanzadores al aire de anillos y campanas de boda.

Tengo la suerte de coincidir con mis compañeras del viaje a Nueva York, Rebeca y mi madre, quien aprovechó venir para traerme a Madrid “de las orejas”, con que aquel rinconcito de Long Island sea uno de nuestros favoritos. Siempre recordaremos los paseos que allí nos dimos, las cenas compradas de supermercado, y que tenemos pendiente regresar una vez más…

INFORMACIÓN PRÁCTICA: CÓMO IR AL GANTRY PLAZA STATE PARK

Al Gantry se llega muy fácil y rápido (tanto si estamos en Manhattan como en el oeste de Long Island) en metro, utilizando la línea 7 (violeta) y bajándose en la estación Vernon-Jackson Avenue. A un paso, mirando hacia el East River, uno encuentra en antiguo embarcadero convertido ahora en uno de los parques más recomendables de Nueva York.

Un destino que conviene no perderse… y que además es gratis.

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