Tras una primera parte de la Guía del viaje a Irán en la que viene reflejada tanto la ruta como los mejores momentos vividos en la vieja Persia, esta vez pretendo centrarme en otra información más práctica aún si cabe. Ya tenemos claro un recorrido de tres semanas por el país del Medio Oriente, pero es momento de compartir datos concretos en torno al alojamiento. A continuación iré desgranando poco a poco todos los hoteles en los que estuvimos y ofrecer algunos consejos en torno a si es recomendable reservar previamente, si se puede regatear los precios oficiales o qué lugares debemos evitar en la medida de lo posible.

Irán cuenta con unas infraestructuras turísticas sorprendentes y, aunque tengo la convicción de que la improvisación es la mejor aliada en un viaje de este tipo, no está de más que os cuente dónde dormir en Irán, trucos a la hora de hospedarse y no morir en el intento, así como los precios con los que nos encontramos en todo momento.

LA IMPROVISACIÓN AL PODER

En Irán el minuto a minuto completa la que puede ser la aventura de tu vida. Es un país con tantas posibilidades que no hay dos viajes iguales. Y entonces, ¿por qué cerrarse puertas cuando no es necesario? Si algo teníamos claro tanto Isaac como yo al subirnos al avión que nos dejó una madrugada en Teherán era que nos teníamos que dejar llevar por el propio destino (en sus dos acepciones como lugar y como hado). Si nos gustaba una ciudad quedarnos lo que fuera necesario (o todo lo contrario y marcharnos lo antes posible). Si nos hablaban de un caravasar perdido en el desierto, ir hacia él sin remedio. Si leíamos una buena recomendación, meditar si merecía la pena. Lo que no queríamos era dejar de hacer cosas por llevarlo todo demasiado planificado, por lo que salvo la primera noche ni la ruta, ni los hoteles, ni los transportes que utilizaríamos para llegar a según que lugares habían dejado de ser de nuestra incumbencia. Pero una cosa es planificar al detalle y otra documentarse. Esto segundo sí que lo hicimos, y a base de bien, a través de libros, blogs, foros y un montón de recomendaciones que pudimos recopilar en internet. Siempre he pensado que el viaje comienza mucho antes de que tomemos el primer avión.

¿Sabéis que en Irán se puede dormir en antiguos caravasares como este de Zein-o-din, cerca de Yazd?

Irán es un país que se presta mucho a la improvisación. De hecho creo que este es uno de sus grandes valores. Si desde fuera puede parecer cerrado por su insulsa burocracia o las noticias televisivas, una vez dentro se puede llegar prácticamente a cualquier parte haciéndolo sobre la marcha. Hay suficientes medios de transporte, hospedajes para todos los presupuestos, así como gente local dispuesta a formar parte de un viaje sorprendente.

Así que vamos paso por paso explicando todo lo que hicimos para que pueda orientar a otros viajeros que estén pensando en conocer Irán próximamente, o que quieran volver nuevamente. Con la improvisación por bandera, eso sí.

EL ALOJAMIENTO DURANTE EL VIAJE A IRÁN

En Irán la oferta de alojamiento es sumamente amplia y con posibilidades para todos los bolsillos. Pero cuenta con un pequeño problema para quienes gustan de cerrar todo en su viaje, que muchos de los hoteles no permiten aún hacer reservas online. Sólo los 5 estrellas (y algunos de 4) permiten efectura una reserva en el instante, aunque siempre a un coste sumamente elevado. Muchos alojamientos, aunque tienen web, especifican que se les envíe un e-mail o se les llame a un número de teléfono si un cliente se quiere hacer con una habitación. Mi recomendación es tratar de reservar el primer hotel, sobre todo si se llega al destino en horas intempestivas, y desde ahí moverse sobre la marcha.

No llevar nada planificado en cuanto a hospedaje fue una bendición porque en Irán:

– Es posible regatear en los hoteles. Los precios acordados por teléfono o internet tienden a ser mayores que los que uno se encuentra hablando con el ó la recepcionista.

– Muchos tratan de dar gato por liebre con las habitaciones y te aseguras escoger dónde quieres dormir sabiendo que tienes otras alternativas.

– Es muy útil utilizar un taxi/coche con conductor al llegar a una ciudad determinada para poder ir a buscar alojamiento y quedarse finalmente en el que más te guste.

Así que sabiendo que es posible negociar el precio, mejorar la habitación o evitar que te pongan en un cuarto con baño de agujero (cuando suelen tener también el formato occidental), lo mejor es tener cuanto menos reservas hechas previamente mejor. Tendremos más libertad y pagaremos menos. Aunque esto cambia en festividades nacionales como Now Ruz, la Ashura, el Día del Cordero, etcétera, cuando el país se moviliza y entonces sí que conviene echar mano del e-mail o el teléfono. Aún así nos hemos fijado que Irán no es un país en el que admitan siempre reservas previas. Hemos encontrado «llenos» por teléfono en sitios que tenían disponibilidad. Quizás no se fíen de que el posible cliente nunca se presente.

El baño iraní se puede evitar en muchas ocasiones. Hay hoteles que tienen distintos tipos de inodoros y si se quiere uno occidental conviene pedirlo expresamente si no queremos que el de la foto sea nuestro lujoso retrete…

Por lo general la mayoría de alojamientos ofrecen wifi gratis y desayuno, aunque este último sea un poco de pan de pita con mermelada. En Irán no se esmeran demasiado con la que para muchos es la comida más importante del día. Pero en general en cuanto a la calidad de los hospedajes según nuestra experiencia en el país recalcaría que abundan los hoteles de categoría media y que para tener algo decente y limpio, tipo habitación con baño privado, el precio de la doble no suele sobrepasar los 30€ por noche, disminuyendo en bastantes casos.

He aquí todos los hoteles a los que fuimos en Irán con los precios (de hab. doble/noche) y una opinión sobre los mismos:

+ Teherán: Hotel Khayyam, 900.000 riales la doble por noche desayuno incl. (aprox 12 € pers/noche). En el centro de la capital, a una distancia de 15-20 minutos a pie del gran bazar de Teherán y el Palacio de Golestán. En realidad fue el único que nos admitió reserva a través de e-mail, ya que llegábamos a la ciudad a las dos de la madrugada y necesitábamos un sitio donde dormir. Nos ofrecieron traslado en taxi a la ciudad y fueron tan simpáticos que no nos lo cobraron. Cierto es que la habitación que nos dieron era de la casa de los horrores, donde el váter de agujero era lo menos malo. Los colchones de sus camas son de los que te dejan la espalda hecha una porquería cuando te levantas, pero la ilusión del primer día, la amabilidad del personal de cara a ayudarnos con todo lo necesario, hicieron que le cogiéramos cariño a esa pequeña cuadra. Tenía wifi gratis y desayuno muy básico.

A dos pasos cerca está el recomendadísimo Firouzeh Hotel, también con precios buenos y, al parecer, con mejores habitaciones. Pero en este caso cuando quisimos reservar con antelación nos dijeron que no admitían reservas previas. Sabemos que no es así, pero no se querrían comprometer con nosotros, así que no podemos contaros qué tal es el hotel. Sólo que como el Khayyam se cuentra en un callejón estrecho lleno de tiendas de neumáticos.

Ambos sabemos que ayudan a los viajeros con transportes, etc… De hecho en la recepción del Khayyam logramos que nos pusieran en contacto con un taxista que nos llevó a Qom esa misma tarde.

+ Qom: Hotel Mahan, 1.000.000 de riales la doble por noche desayuno incl. (aprox 12´5€ pers/noche). Lo encontramos por la más pura de casualidad buscando hospedaje por la ciudad con un taxi que nos llevó desde Teherán. Cerca del Mausoleo de Fátima, lo más importante que hay que ver en Qom, a no más de 10 minutos a pie por una avenida, nos enseñaron una habitación en el Hotel Mahan que nos gustó bastante. Con unos estándares de calidad y limpieza muy superiores a los que habíamos visto en Teherán, cocina, nevera, buena atención por parte del personal, restaurante económico para cenar, wifi gratis (pero sólo en el lobby) y un típico desayuno iraní por las mañanas.

Pedimos expresamente un cuarto sin váter a la turca y conseguimos un mixto que se encuentra bastante en Irán. Inodoro de plástico sobre el agujero tradicional. Así contentos todos.

Nos ayudaron a conseguir coche con conductor para viajar hasta Kashan.

+ Kashan: Noghli House, 800.000 riales la doble por noche desayuno incl. (aprox 10€ pers/noche). Detrás de la Mezquita más importante de la ciudad, la Āghā Bozorg, se encuentra esta casa tradicional convertida en hotel. En Kashan abundan las grandes y antiguas casonas de mercaderes en las que su corazón es un amplio patio abierto. Noghli es una de estas casas históricas y por un módico precio se puede dormir en ella. Es realmente auténtico el lugar, muy tranquilo ya que está alejado de cualquier carretera principal. Su único pero está en que las camas son demasiado duras y, por tanto, no nos resultaron demasiado cómodas. Aunque eso era solventado por la flauta que nos despertó para ir a desayunar y el buen ambiente que había en el lugar. Tampoco estaba nada mal el desayuno que preparaban.

Wifi gratis y cuarto de baño con inodoro occidental. Ni agujero, ni mixto, sino como el que tenemos en casa.

Si Noghli se encuentra tras la mezquita, en el lado opuesto, entrando desde la calle Fazel-e Naraghi, está otra casa tradicional muy famosa que también hace de hotel. Se trata de Khan-e Ehsan y la recomiendan en todas partes (Lonely Planet, foros, blogs, etc…), pero no tenían ni una habitación libre. Aún así entramos para verla y nos pareció que tenía una pinta estupenda. Si volvemos a Kashan ya sabemos dónde intentar quedarnos a pasar la noche.

+ Isfahán: Hotel Sepahan, 1.200.000 riales la doble por noche desayuno incl. (aprox 15€ pers/noche). A su excelente situación en Ostandari Street a 10 minutos a pie de la emblemática Plaza del Imán (Naqsh-e Jahan) hay que añadirle que tiene habitaciones de categoría que podrían corresponder a un 3 estrellas. Nuestra habitación era bastante amplia, limpísima, con nevera, baño occidental y un wifi sorprendentemente potente. Nos pedían al principio 1.6000.000 por noche, pero después de mucho hablar con la recepcionista amable del hotel (tenían otra con cara de amargada que era su antítesis) logramos un precio muy acorde con la calidad del servicio y las instalaciones. El desayuno fue de los más completos que encotramos en Irán, aunque sin ser tampoco la octava maravilla.

Nos gestionaron los billetes de autobús para irnos a Shiraz, por lo que nos ahorramos tener que ir por adelantado a la Estación. Muy recomendable este hotel, la verdad.

+ Shiraz: Eram Hotel, 1.200.000 riales la doble por noche desayuno incl. (aprox 15€ pers/noche). Del tipo de grandes hoteles de categoría en tiempos del Shah de Persia que después se vieron afectados por el paso del tiempo, aunque conservan parte del encanto y esplendor de aquella época. Así es el Eram, situado en la avenida principal de la ciudad (Zand Boulevard), a cinco minutos a pie caminando de la ciudadela y a un par más del zoco/mezquita Vakil. Nos dieron la habitación más grande que tuvimos en el viaje y creo que acertamos finalmente quedándonos allí tras recorrer varios alojamientos en un taxi que tomamos en la estación de autobuses. Su gran pero es que hay que pedir un código wifi distinto en cada hora de uso y que que muchas veces la conexión no funciona bien.

A favor, además de unas instalaciones excelentes (y muy limpias), que su personal es amable y siempre dispuesto a ayudar. Precisamente uno de los recepcionistas, Vahid, fue quien nos llevó en su coche a recorrer las ruinas de Pasargadae, Naqsh-e Rostam, Naqsh-e Rajab y Persépolis a un buen precio (1.000.000 Riales, aprox 25€), y nos consiguió un taxista que nos regogiera en Persépolis para llevarnos a nuestro siguiente destino, que era Yazd.

El Eram Hotel es una base excelente para explorar tanto la ciudad de Shiraz como los complejos arqueológicos que hay a su alrededor. Una buena elección.

+ Yazd: Oasis Hotel, 680.000 riales la doble por noche con desayuno incl. (aprox 8`5€ pers/noche). Reconozco que no entramos con el mejor pie posible en este hospedaje dentro de una casa tradicional de Yazd a pocos metros de la Mezquita del viernes. Quizás fuera porque habíamos reservado por teléfono en el Silk Road Hotel, que está al lado y cuya fama ha traspasado fronteras, en el cual cuando llegamos habían dado nuestra habitación a otros clientes (comportamiento lamentable por su parte) y el Oasis era el único hospedaje que tenía algo libre a la medianoche. Nos dieron para la primera noche una habitación compartida (pero no ocupada) que resultó ser una absoluta cuadra sin baño (que era lo de menos) en la que las sábanas y las almohadas tenían mugre de no haber sido lavadas en meses. Tan guarro era el sitio que abrimos los sacos de dormir para no mezclarnos con esa ropa de cama maloliente.

Al día siguiente nos dieron una habitación algo mejor (con baño interior y donde llegaba el wifi), que tampoco es que fuera el colmo de la limpieza y con la que nos conformamos. No sabíamos la razón pero en esas fechas Yazd estaba al completo. Así que aguantamos en el Oasis tres días en total para hacer la ciudad y las excursiones de alrededor (Chak Chak, Kharanaq y Meybod). Su desayuno se reducía a pan con mantequilla y mermelada, no disponían de agua y las excursiones que venían sólo resultaban económicas si se viajaba en grupo de varios.

Tampoco los dueños se caracterizaban por su amabilidad, por lo que salvo la ubicación céntrica y las vistas desde la azotea no le veo nada bueno a este hotel. Por 7 euros más cada uno podríamos haber dormido en el Fahadan Great Hotel, una casa tradicional preciosa con dos patios, habitaciones de primera categoría y ubicada en el interior de la medina de Yazd, justo enfrente de la Prisión de Alejandro. El del Oasis Hotel es el claro ejemplo del dicho popular «lo barato sale caro». No lo recomiendo y tampoco el Silk Road Hotel el cual, a pesar de sus buenas críticas, nos trató con muy mala educación y no respetó una reserva que habíamos corroborado por teléfono con ellos apenas unas horas antes. Y gente que te deja tirado a medianoche no merece que se les de más publicidad.

Fahadan Great Hotel… sí. Oasis hotel… no.

+ Kerman: Akhavan Hotel, 1.600.000 riales la doble por noche con desayuno incl. (aprox 14´5€ pers/noche). En Ayatolah Saduqi Street, muy cerca e Azadi Square (a casi 2km del centro histórico en el que NO EXISTE hay alojamiento alguno) encontramos un lugar en Irán al que pudimos llamar hogar. Así nos sentimos en este magnífico hotel de Kerman que establecimos como base para recorrer el sudeste iraní (Bam, Rayen, Mahan y los Kaluts en el Desierto de Lut). Y digo hogar porque entrábamos a las cocinas del restaurante como Pedro por su casa escogiendo los mejores platos que Mr Mohammed cocinaba, nos hicimos amigos de los recepcionistas que nos ayudarnos con las excursiones y nunca nos faltó la taza de té y los dulces cuando bajábamos a los sofás a conectarnos a internet (sólo llega el wifi al lobby).

La habitación era cómoda y limpia, contaban con servicio de lavandería y el día que nos marchamos por la noche nos dejaron usar todo el tiempo que quisiéramos una habitación libre que tenían. Nos invitaron a la primera cena y las demás tenían un coste de 3€ por persona aproximadamente. Pero merecieron la pena todas y cada una de ellas, ya que puedes pedir lo que quieras a Mr Mohammed, el simpático jefe de cocina, que se trata de mostrar a la gente que la gastronomía persa no sólo se trata de kebab con una montaña de arroz sin sabor. Allí elabora recetas deliciosas que no se encuentran en casi cualquier restaurante, amén de que si quieres unos huevos con patatas fritas te los hace sin ningún problema ni coste adicional. Todo un acierto y un alivio para un estómago agotado de fast food y kebab.

Una base ideal y un personal dispuesto a ayudarte en todo momento. Amén de una habitación amplia, equipada y limpia. 100% Recomendable.

+ Kaluts: Tienda de campaña en el desierto. En este caso no hizo falta hotel sino coche con conductor, guía y un par de tiendas de campaña para dormir en mitad de los Kaluts, una experiencia extraordinaria. Pagamos por toda la excursión 2.800.000 riales (sobraban los 800.000 de un guía que sólo servía para poner trabas a todo, bastaba con el conductor) que viene siendo aproximadamente 70€ total (35 cada uno). Incluía 2 días de viaje viendo Mahan y los Kaluts, la cena (ligera), el desayuno y hacer el cabra por uno de los desiertos más hermosos que hemos visto en nuestra vida. Habitación con vistas al cañón tal y como decidimos nosotros mismos.

+ Aeropuerto de Mehrabad (Teherán): Hotel Mehrabad, 1.400.000 riales la doble por noche sin desayuno pero con wifi (aprox 35€). Caímos ahí por la más pura casualidad. Dado que modificamos la ruta final en el último momento buscamos alojamiento en el propio aeropuerto (a sabiendas de que iba a ser más caro) para salir temprano a la mañana siguiente hacia Masuleh (que finalmente fue Qazvin). Hotel sencillo y limpio de aeropuerto con el wifi funcionando a ratos en el lobby y un recepcionista muy malhumorado. Fue un daño colateral a un cambio radical del epílogo a nuestro viaje.

+ Mashhad: Ilia Apartments, 1.100.000 riales la doble por noche sin desayuno ni wifi (aprox 14€ pers/noche). En el más improtante núcleo de peregrinación religiosa de todo Irán si hay algo que no falla son las opciones de alojamiento. Nosotros fuimos en vísperas de la Fiesta del Cordero, pero aún así encontramos hospedaje en uno de los muchos apartamentos que dan a la avenida principal en la que se encuentra el Haram (Santuario sagrado y tumba de Imán Reza). Ilia apartments parece a priori un prostíbulo pero nada más lejos de la realidad. Habitación grande pero descuidada y con camas la mar de incómodas. Disponía de cocina y un baño aceptable, pero nada más. Se pueden encontrar habitaciones de este tipo en casi cualquier parte, por lo que lo mejor es llegar a Mashhad y ponerse a buscar en las próximidades al santuario.

+ Qazvin: Hotel Alborz, 1.000.000 riales la doble por noche con desayuno incl. (aprox 12´5€ pers/noche). Un hotel acogedor y céntrico (En Taleqani Street, junto a Azadi Square) desde el que se puede ir a cualquier parte a pie. Habitaciones bastante pequeñas pero limpias y confortables. Unas son con baño iraní y otras con occidental, por lo que hay que pedirlas expresamente estas últimas. Desde recepción te ayudan a organizar excursiones al Valle de Alamut o con los transportes que necesites en tu viaje. Dispone de wifi gratuito. Probablemente la mejor opción calidad/precio de todo Qazvin.

* NOTA IMPORTANTE: Esta información fue recopilada durante el viaje a Irán que hicimos entre septiembre y octubre de 2013, por lo que los precios son los que había entonces. En ese instante 40.000 riales equivalían a 1 euro. Pero Irán es un país con una moneda muy vulnerable y la inflación o la devaluación están a la orden del día, por lo que conviene informarse de la cotización en tiempo real para hacerse una idea de los precios de los alojamientos, excursiones, entradas, comidas, etc…

Además de todo esto conviene destacar que Irán es uno de los países del mundo con mayor número de personas que hacen Couchsurfing y hospedan a gente en sus casas de forma totalmente gratuita. Pero para ello lo más recomendable es conocer fechas con mayor antelación para solicitar alojamiento, aunque siempre se cuenta con la ventaja de conocer el país a través de la gente local y que el presupuesto para hoteles se vería notablemente reducido.

Nosotros no recurrimos a Couchsurfing precisamente porque decidíamos todo sobre la marcha y no contábamos con tiempo suficiente para contactar con los couchsurfers persas. Quizás para otra ocasión en el país no dudemos en hacerlo puesto que esta forma de viajar nos gusta… y mucho.

Y hasta aquí la guía práctica del viaje a Irán en cuanto a alojamiento. La tercera parte versará sobre los medios de transporte utilizados en todos los recorridos con los precios que pagamos por ellos.

Sele

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* Si quieres ver en detalle toda la ruta que hicimos en Irán te recomendamos no te pierdas la primera parte de la guía del viaje a Irán: Recorrido y momentos únicos.