Valle de Ocón, el paraíso secreto de La Rioja
Entre la depresión del Ebro y la conocida como Sierra de La Hez, casi a mitad de camino entre Logroño y Calahorra, asciende con cierta docilidad una pendiente continuada de praderas, viñedos y viejos olivares cubriendo pequeños y apacibles núcleos rurales. Se trata del Valle de Ocón, una de esas sorpresas que depara La Rioja más tímida e indómita. Las pupilas se empeñan en dibujar un paisaje humanizado de tintes toscanos en el cual está permitido acariciar el placer de lo bucólico. Una vez dejamos atrás el molino de viento, los trujales detenidos en su empeño de perfumarse con el zumo de las olivas, o las ruinas históricas, llega el momento de alcanzar mayor altura y toparse con un paraje ondulante de hayas y robles en que los corzos corretean y las estrellas parecen brillar con un mayor fulgor. Es la luz natural, en todo caso, la que nutre el Valle de Ocón, un territorio donde el turismo rural levanta la mano para declarar su sana intención de conformar un viaje dedicado precisamente en agudizar los cinco sentidos y en dejarse llevar por la autenticidad más absoluta.
El Valle de Ocón se cubre de inocencia para atraer al visitante con su naturalidad y el saberse un destino aún por descubrir. Son las ventajas de uno de los últimos paraísos secretos de La Rioja. Porque puedo asegurarte que, tras recorrerlo y conocerlo en primera persona, no te lo esperas.
¿Qué ver en el Valle de Ocón? Razones para visitar este territorio de La Rioja
En La Rioja sobran los motivos. Territorio enoturístico y gastronómico de primer nivel con un elevado número de bodegas visitables, un patrimonio excelso, la fortuna de ser atravesada por los peregrinos durante siglos en algunas de las etapas más entrañables del Camino de Santiago, una colección de parajes naturales de gran valor o ese dueto de monasterios en San Millán de la Cogolla reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Recientemente tenía la oportunidad, de hecho, de escribir largo y tendido sobre el triángulo cultural de La Rioja (Monasterios de Suso y Yuso, así como las ciudades de Nájera y Santo Domingo de la Calzada) dentro de La Rioja Alta en este mismo medio. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que aún quedan muchos lugares por descubrir donde perderse se convierte en virtud. Rincones en los cuales no existe más expectativa que los ojos que los miran y cuya gracia mayor está precisamente en la capacidad de dejarse sorprender por ellos. Es entonces cuando sale a la palestra un territorio histórico y natural formidable, el Valle de Ocón, uno de los primeros enclaves de lo que se conoce como Rioja Baja o Rioja Oriental, situado a escasos treinta minutos de la capital, Logroño, o de Calahorra.
¿Por qué visitar el Valle de Ocón? ¿Qué justifica desviarse de la ruta o planificar una escapada e incluso unas vacaciones en una faz mucho menos conocida de la Comunidad Autónoma de La Rioja? Sobran, en realidad, los motivos.
Pueblos singularmente encantadores
Al valle de Ocón le salpican pueblos de pequeño tamaño y carácter agrícola. De los de calles silenciosas, casonas señoriales y campanarios marcando los biorritmos del territorio. Entramados urbanos en los cuales se desliza la vida minuto a minuto, siglo a siglo, convertidos en los propios rellanos de los campos y parajes que los abrazan. De todos ellos destaca la villa de Ocón, arremolinada en un cerro, donde los restos de un castillo de origen musulmán, así como las ruinas de las antiguas murallas, son testigos de excepción de todo lo que sucede en el valle. Si se mira desde la Sierra de la Hez, a más de mil metros sobre el nivel del mar, se convierte en una de las postales más encantadoras de la comarca.
De Ocón forman parte otros núcleos de población como Aldealobos, Los Molinos, Las Ruedas, Pipaona o Santa Lucía. Mientras que otros, que antaño fueron parte de la villa, como El Redal (mi base para explorar la zona), Corera, Galilea, Ausejo o Alcanadre (este último conecta con el río Ebro), resultan entidades independientes pero con el mismo apego al valle que los demás.
En Oteruelo, que sí permaneció siempre ligado a la villa, ya no resta un solo habitante, quedando despoblado hace décadas, pero en cuyas fantasmagóricas ruinas (quedan más de treinta casas y una iglesia levantada entre los siglos XVI y XVII) da gusto pasear, tomar fotografías e imaginárselo cuando aún los niños correteaban hacia la escuela.
Encanto rural, aroma a chimenea, con conversaciones puerta a puerta. En definitiva, auténticos supervivientes de unos ritmos de vida diferentes y mucho más sanos. El estrés no es bienvenido en el valle de Ocón.
Diversidad de paisajes en el Valle de Ocón
Si por algo destaca el valle es por su capacidad de recomponer el paisaje una y otra vez. A medida nos alejamos del Ebro este puzzle de paisajes campestres y humanizados en sentido ascendente difiere entre los cultivos, los olivos y los almendrales para después dejar paso a los encinares y otros elementos propios del bosque mediterráneo hasta toparse a una mayor altura con un mar de hayas y robles que visten con sus frondosas copas la Sierra de La Hez, que pocos siglos atrás fuera territorio dominado por el oso y el lobo ibérico.
En 2003 la parte más meridional del territorio recibió entró a formar parte de la Reserva de la Biosfera, denominación compartida con otras comarcas riojanas. Es, por tanto, un espacio representativo de un ecosistema de gran valor donde se promueve la conservación, la investigación científica y la aplicación de modelos de sostenibilidad donde los propios habitantes son los verdaderos protagonistas.
Con semejante esplendor en la naturaleza que dibuja el valle de Ocón existe espacio para interesantes rutas de senderismo bien señalizadas, así como múltiples posibilidades para la bicicleta de montaña (Rutas BTT). Y los amantes de la fotografía cuentan en el bosque de hayas con millones de postales hermosas a partir de la primavera. Si bien cabe destacar que el otoño en la Sierra de la Hez, así como en todo el valle, es espectacular como pocos.
Destino Starlight
De cuantas Reservas Starlight que hay en España, una de ellas está en La Rioja y, como es obvio, el valle de Ocón no escapa a la suerte de poder disfrutar de nítidos cielos estrellados carentes de contaminación lumínica donde observar los astros se convierte en un motivo más para conocer la zona.
El molino de viento y el trujal, el patrimonio de las tradiciones
Los lugareños siempre habían hablado del cerro del molino o de los molinos, aunque sólo el emplazamiento parecía presagiar que antaño pudiera haber un molino de viento. Investigaciones posteriores permitieron hallar la base de un molino harinero que pudo haberse levantado en torno al siglo XIV. Y manejaron entonces dos opciones, reconstruirlo por completo o dejar el original y levantar uno nuevo a su imagen y semejanza justo a pocos metros. Escogieron, e intuyo que de manera acertada, la segunda, no sólo limitándose a la carcasa sino también a la maquinaria completa para llevar a cabo la molienda. Y por ello hoy día se puede visitar el único ejemplo de este tipo de molinos «quijotescos» en La Rioja, siendo uno de los pocos del norte de España (el único visitable). Algo que conlleva un precio muy asumible de 2€ por persona bajo reserva telefónica con, al menos, 24 horas de antelación (941438048, de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas ó 630 720 938 tardes, fines de semana y festivos). Más información en visitasocon@hotmail.com o en el restaurante La Alameda de Pipaona.
Además, a comienzos del mes de agosto, el molino se yergue como protagonista en la conocida como Fiesta de la Molienda, de interés turístico regional, donde los lugareños se ajustan vestimentas tradicionales para recrear el proceso de siega, trilla y molienda. Donde, por supuesto, se termina dándole rienda al buen yantar y a la música en uno de los eventos riojanos de mayor interés durante la temporada estival.
Por otro lado, en la localidad de Los Molinos, se puede acceder a un antiguo trujal, denominación que por estas tierras se dan a las antiguas almazaras donde se procesaban las aceitunas para obtener el aceite de oliva. Esta instalación industrial, la cual conserva intactos los espacios y maquinaria de mediados del siglo XX, constituye un ejemplo realmente valioso del patrimonio etnográfico del Valle de Ocón. Y una visita más que interesante para conocer el proceso de creación del oro líquido sobre el que se basa la rica dieta mediterránea.
* Nota práctica: El precio de la entrada al trujal es de 3€ por persona y la visita guiada se gestiona de la misma manera que el molino, bajo reserva telefónica con, al menos, 24 horas de antelación (941438048, de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas ó 630 720 938 tardes, fines de semana y festivos). Más información dejando un mensaje visitasocon@hotmail.com o en el restaurante La Alameda de Pipaona.
Los milagros de San Millán en las ruinas arqueológicas de Parpalinas
La presencia de diversos vestigios arqueológicos marca, sin lugar a dudas, el creciente interés turístico del Valle de Ocón. Uno de los yacimientos a tener en cuenta a la hora de idear una ruta por la zona es el de Parpalinas en Pipaona de Ocón. Dentro de lo que había sido una villa romana, quedan restos de un templo cristiano tardoantiguo (siglos V y VI d.C.) donde se observa el espacio donde se llevaba a cabo el sacramento del bautismo sumergiéndose en una pequeña alberca. Es sabido que en dicha villa tuvo lugar el único milagro de San Millán documentado fuera de su retiro (actual monasterio de Suso en San Millán de la Cogolla, parte del Triángulo cultural de La Rioja). Supuestamente el anacoreta había sido hecho llamar por propietario de la villa, de nombre Honorio, para liberar el demonio de su casa. De hecho dicho exorcismo aparece reflejando en los marfiles que decoran el arca que custodian los restos del propio San Millán.
Arte en la Tierra
En agosto el Festival Arte en la Tierra se encarga desde el año 2003 de cubrir los ricos paisajes de Santa Lucía de Ocón, así como sus alrededores, con creaciones efímeras y transgresoras de distintos artistas con las que imprimir un mensaje a la sociedad así como aportar una mayor visibilidad a la zona. Se trata de un evento consolidado que tiene lugar cada mes de agosto gracias a la idea del matrimonio de artistas que residen en el municipio, Félix Reyes y Rosa Castellot.
Año tras año, acude gente de muchos lugares de España para atrapar sensorialmente la esencia de unas obras que utilizan la naturaleza del entorno con el objeto de reaprender el territorio así como la forma de vida del valle de Ocón. Y que tal como llegan, desaparecen para dar lugar a nuevas creaciones artísticas, como si de un campo de cultivo se tratara.
Alojamiento rural de calidad
Con semejantes propuestas parece lógico que la opción de realizar turismo rural en el Valle de Ocón sea considerado como una excelente idea, ya sea para pasar una noche, un fin de semana, un puente o unas vacaciones en familia. Sin aditivos ni pretensiones, con la verdad y la sencillez por bandera. Un buen ejemplo de hacer bien las cosas lo pude comprobar personalmente en El Redal, concretamente en La Casa de la Condesa (www.casaruraldelacondesa.com), donde sus dueños María Solano, Condesa del Carpio (de ahí el nombre de la casa), y el arquitecto Fernando Trueba han dotado de personalidad las nueve habitaciones así como dependencias de las que consta esta casona del siglo XVI cargada de Historia (y de historias). Cada una de ellas recrea la esencia de un personaje familiar, desde la dedicada a Rita Barrenechea (I Condesa del Carpio y II Marquesa de la Solana) a quien pintara el mismísimo Francisco de Goya hasta la que recibe el nombre del Marqués del Socorro, Don José Solano y Bote, uno de los héroes españoles en la independencia de los Estados Unidos a finales del siglo XVIII. Los ancestros como hilo conductor que se ha tenido en cuenta en el mobiliario, la decoración y, por supuesto, en los libros, puesto que tanto Fernando como María eligen con tino la literatura que dejan a sus huéspedes para poder sumergirse en la historia de una familia con un árbol genealógico de ilustre ramaje.
La chimenea del salón aporta calidez, mientras que el jardín romántico donde el sapo Sancho y aves como los jilgueros, los mirlos y los petirrojos invitan a la reflexión y al relax. Un plan sin fisuras donde los productos del valle de Ocón desempeñan un papel importante en los deliciosos desayunos de cada mañana. ¿Para cenar? Lo mejor es pedir un plato de migas con huevos (de Huevocón) para alcanzar la gloria y no querer abandonar de ninguna manera La Casa de la Condesa.
Orgullo de los productos de la tierra
La pequeña Toscana riojana ofrece productos gastronómicos de alto nivel desde un punto de vista cualitativo y donde se tiene muy en cuenta la sostenibilidad medioambiental y el buen trato a la materia. Mencionar La Rioja es hablar de vino. Y en Ocón es decir Finca Vista Hermosa, donde se practica la viticultura ecológica en altitud, con una extensión de 163 hectáreas y con la Reserva de Garnachas de Cepa Vieja de mayor tamaño dentro de la Comunidad Autónoma. En medio del viñedo poseen una pequeña bodega donde se producen vinos de edición limitada en los cuales se trata de materializar la esencia del valle dentro de la botella. Si se reserva con antelación se pueden realizar visitas guiadas in situ por distintos medios de locomoción, desde nuestros pies a una calesa de caballos. ¡Incluso en tractor! Con catas seleccionadas y comidas camperas en plenos viñedos. Una actividad para todos los públicos, sean o no entusiastas del mundo del vino.
Por otro lado en Galilea, cuyo nombre tiene que ver con un pasado templario, se elabora uno de los mejores vinos. GALILEA, bajo el paraguas de la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja, permite arropar de sabor y aroma la mejor gastronomía riojana.
Y en Los Molinos de Ocón la Granja Huevocón se convierte en el mejor gallinero de casa. La esencia del huevo campero, tanto de gallinas como de ocas, tiene lugar aquí, en el medio natural y con una oferta sin intermediarios ni cortapisas. Donde el buen trato a los animales no es mera obligación, sino pura filosofía.
Con la miel de Santa Lucía, los embutidos tradicionales, los champiñones y las setas, las almendras y un largo etcétera se terminan nutriendo las mesas del valle. Productos de la tierra donde la autenticidad se convierte en valor añadido.
¿DÓNDE COMER? MESA, MANTEL Y LA TIERRA EN EL PLATO EN «LA ALAMEDA DE PIPAONA»
En la Plaza del Frontón de la localidad de Pipaona se encuentra uno de esos sitios donde el compromiso con el entorno natural, el producto de kilómetro cero y la cocina tradicional van de la mano en la mejor propuesta gastronómica posible del Valle de Ocón. Poseen la capacidad de plasmar de manera magistral el territorio en cada plato, desde su plato estrella, el cochinillo lechal, a las verduras y hortalizas, todos ellos productos locales, con las cuales miman el paladar de los comensales que acuden para dar fe de lo que supone formar parte de la marca «Reserva de la Biosfera».
Pertenecen a la Ruta del Vino de La Rioja Oriental, por lo que su carta de vinos se compone mayoritariamente de los caldos obtenidos en esta zona. Además, tienen un compromiso con la visibilización del valle, por lo que organizan jornadas gastronómicas, concentraciones y encuentros de lo más variopintos, pues creen firmemente en que el Valle de Ocón es uno de esos secretos dignos de ser descubiertos precisamente de la mano de los propios lugareños.
Más información en www.laalamedadepipaona.com (Teléfono de contacto para reservas: 659 922 075).
* NOTA: Durante el invierno utilizan el Restaurante de La Plaza (junto al frontón), mientras que en verano bajan al Parque de La Alameda.
En el Valle de Ocón pude reencontrarme con la inocencia y la humildad de un destino que aún le queda todo por contar. Donde se vive la esencia del turismo rural con mayúsculas, sin otros ingredientes que los de ser fieles a sí mismos y confiar en lo que el propio territorio es capaz de ofrecer, que es mucho. Esa otra Rioja que a veces no viste documentales ni portadas, pero cuyas virtudes son captadas enseguida por quien toma el desvío en la carretera nacional y decide perderse en busca de lo más auténtico.
Más información sobre la zona en la web www.descubreelvalledeocon.com y, por supuesto, en la página oficial de Turismo de La Rioja lariojaturismo.com donde da gusto prepararse buenas rutas por la Comunidad Autónoma.
Salud y… ¡VIAJES!
Sele
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