Hemos hablado largo y tendido de Las Hurdes como un viaje de leyenda a todo color, de esa postal fantástica de la naturaleza llamada Meandro del Melero, incluso de una atractiva ruta por las alquerías hurdanas como máximos exponentes de la arquitectura negra. Y después de todo nos hemos quedado con un poco de hambre. Así que, si me lo permitís y os interesa, voy a dejar anotados a continuación varios restaurantes y un bar tipiquísimo donde probar la rica gastronomía de esta pequeña comarca montañosa situada al norte de Cáceres.

En todos los viajes o escapadas que se precien el tema gastronómico cuenta con bastante importancia, sobre todo si se trata de lugares con alma que van más allá de lo que cuentan sus platos. Así que, sin temor a desviarme demasiado, voy a comentar dónde comer en Las Hurdes. O, mejor dicho, dónde comer bien en Las Hurdes (y sin necesidad de rascarse demasiado el bolsillo). 

Las Hurdes, destino (naturalmente) gastronómico

Es cierto que la comarca cacereña de Las Hurdes destaca por un cúmulo de paisajes dotados por la frondosidad y colorido que la naturaleza tuvo a bien regalarle. Por la presencia de valles escarpados y abancalados en los que sus habitantes se dejaron las manos y la piel para cultivarlos. O por una red de alquerías o pequeñas aldeas con casas hechas de pizarra desde el suelo al tejado. Y, por supuesto, por esa leyenda negra que trató de deshumanizar a los hurdanos cuya única culpa había sido habitar una especie de plató de pobreza y miseria que no era ajena a otras localidades españolas de comienzos del siglo XX.

Foto panorámica del Meandro del Melero (Las Hurdes)

Pero Las Hurdes se reinventaron a sí mismas, abriéndose a los foráneos que se dieron cuenta de que aquella no era tierra sin pan sino un auténtico destino de mesa, mantel y no dejar nada en el plato. Hoy día en Las Hurdes se puede disfrutar de una gastronomía deliciosa con una excelente materia prima y con unos precios asequibles. Todo en lugares con carácter, de los de historias escritas en sus paredes y la ilusión de los hurdanos por sorprender a quienes les visitan. Así que los turistas nos volvemos a su vez, huéspedes y comensales en busca del alma culinaria de esta buena tierra.

Típicas casas de pizarra de El Gasco (Ruta de la arquitectura negra en las alquerías de Las Hurdes)

6 restaurantes y 1 bar donde comer bien en Las Hurdes (y a buen precio)

Durante mi primer viaje a Las Hurdes tuve la suerte de degustar las maravillas hurdanas en seis restaurantes y un pequeño bar donde los sabores dejaron marcada su tendencia hace mucho tiempo. Y puesto que esto, al fin y al cabo, consiste en ser un cuaderno de bitácora en el que se narran experiencias y se dan recomendaciones viajeras, aquí tenéis una lista (totalmente subjetiva) que seguro le viene bien a quien visite la zona y quiera irse satisfecho (y con el cinturón desabrochado).

PINOFRANQUEADO

Restaurante El Puente

Nada más entrar a Pinofranqueado basta con bajar del camino que sale de su puente arqueado construido a principios del siglo XX y encontrar dos muy buenos restaurantes (El Puente y Castúo). En primer lugar, por orden de aparición, surge El Puente, que también cuenta con hotel. Experto en «comidas típicas hurdanas» sin trampa ni cartón (de hecho la carta tiene un especial con ese título). La clásica ensalada de limón y naranja con huevo frito y chorizo como refrescante y contundente entrada y una selección de carnes asadas o a la brasa dignas de pedir que se rehaga por completo el documental de Buñuel. Dejarse de llamar Tierra sin pan y proclamarse definitivamente Tierra con cabrito. En caldereta, a la brasa o al horno de leña. Aunque con las carnes rojas tampoco va mal servido. De postre unos socochones, que son castañas cocidas con leche y el otro elemento indispensable en Las Hurdes, la miel.

Restaurante Castúo

Siguiendo las orillas del Río de Los Ángeles, apenas unos metros después de El Puente, tenemos otro indispensable de Pinofranqueado. En Castúo se mima no sólo la calidad del plato sino su presentación. En este espacio con terraza junto a la mayor piscina natural de Las Hurdes sirven comida casera 100% hurdana en la que no cabe la decepción en ninguno de sus platos. Pero aquí su gran secreto, la receta de una de las mejores tartas de queso (o la mejor) que he probado en toda mi vida. Gente no sólo de Las Hurdes sino también venida de bien lejos se dirigen al Castúo en busca de su tarta de queso, en porciones o entera para llevársela a casa.

CAMINOMORISCO

Restaurante El Abuelo

En un espacio de Caminomorisco que ofrece también habitaciones nació hace ya muchos años la esencia de uno de los primeros mesones de Las Hurdes. En El Abuelo se pueden probar los platos tradicionales hurdanos pero con un toque de autor que busca siempre darle su toque particular. Destaca el delicioso cabrito con salsa de polen, aunque el restaurante también muy frecuentado por quienes vienen buscando degustar cervezas artesanales (incluso es productor de distintos tipos de aceites).

VEGAS DE CORIA

Restaurante Los Ángeles

En la localidad de Vegas de Coria no hay quien no haya pisado el Hotel Rural y Restaurante Los Ángeles. Su fachada de pizarra es inconfundible. ¡De hecho te invita a entrar! El resultado llega por medio de los mejores asados hurdanos, la posibilidad de maridar con una enorme propuesta de vinos y contar con un trato exquisito por parte de un personal hospitalario y cercano. ¿Queréis una recomendación de platos? Tomad buena nota: Zorongollo de pimientos asados con migas de bacalao, cabrito de Las Hurdes a la brasa con patatas de la abuela, solomillo ibérico a la brasa con vinagreta de Las Hurdes o de postre un buen repapado de castallas con miel, flan casero y los irresistibles bombones de higo.

EL GASCO

Restaurante La Meancera

¿Es compatible la alta cocina con la autenticidad de platos típicos? En la alquería de El Gasco, una de las más hermosas de Las Hurdes, han dado tres vueltas de tuerca a la gastronomía hurdana para estar a la altura de un restaurante moderno que no se olvida de sus raíces. Un pedacito del encanto que podríamos encontrar en el corazón de París pero asomado a los paisajes maravillosos del valle de Malvellido. Con una noble intención de hacer pasar un muy buen rato a sus comensales a través de la presentación de auténticas obras de arte plagadas de originalidad. Pero en La Meancera no son amigos del minimalismo, por lo que sus degustaciones no dejan con hambre a nadie. ¡Lo difícil es llegar al final! Un lugar para dejarse sorprender y disfrutar verdaderamente de la cocina de autor a precios asequibles (hay inabarcables menús degustación de 20€ y 30€). No ando demasiado desencaminado si digo que para mi fue el mejor restaurante que pisé en Las Hurdes. Ya sabéis que me cuesta ser objetivo, sobre todo cuando se trata del noble arte del yantar.

CASAR DE PALOMERO

La Posada del Casar

Los viajeros que pasen por Casar de Palomero deben anotar (y subrayar) a La Posada del Casar como uno de los restaurantes TOP de la comarca de Las Hurdes. Se presentan los platos de siempre con un toque modernizado enfocado a deleitar por tierra, mar y aire nuestras papilas gustativas. Siempre cuidando los detalles. El chuletón, el atún rojo y la bandeja de pizarra con distintos quesos de cabra que sirven en esta acogedora posada son una explosión de placer donde más que arriesgar, se acierta siempre.

ACEITUNILLA

Taberna El Bailaero

Aceitunilla es una pequeña e interesante alquería de Las Hurdes con muestras evidentes de la arquitectura negra que caracteriza a la región. De este lugar no voy a recomendar un restaurante sino una barra de bar con chimenea y conversación. ¿Acaso es poco? En El Bailaero de Aceitunilla no se va en busca de pintxos de categoría mundial ni de grandes platos. Se va en busca de la autenticidad de un pequeño bar donde la palabra típico se le ha quedado pequeña. Un lugar DE VERDAD (así, con mayúsculas) donde si el dueño tiene a bien mostrarlas, se guardan bandejas de embutidos caseros o deliciosos peces de río (bogas) hechos al ajillo o adobados que comerse con las manos y de la cabeza a la cola.

Es para un aperitivo con un buen trago. Y la sensación de comprender la esencia de Las Hurdes en su rincón más humilde.

Sólo espero que este compendio gastronómico hurdano deje vuestro mantel bien pringoso. Y, como diría mi abuela, sin nada en el plato. ¡Qué aproveche!

Sele