Las sensaciones de viajar en un crucero por primera vez
Observar desde la ventana cómo íbamos avanzando en ese sendero de olas azules que pintaba el mar era una de mis mayores aficiones en el Costa Fortuna. En este barco de vastas dimensiones se podían hacer muchas cosas, pero la esencia la encontré en el movimiento, en la incuestionable compañía del mar en proa y en popa, a babor y a estribor. Todo lo demás me resultaba secundario, un mero acompañamiento a mi primera experiencia en un crucero transatlántico que se dirigía a Brasil y en el que pude completar una ruta realmente interesante como era la de ir de Barcelona a Tenerife deteniéndonos en ciudades como Málaga y Casablanca. Como ya he dicho en alguna ocasión, no voy a pasar ahora a ser el mayor defensor del viaje tipo crucero, porque por el momento no se ha convertido en mi forma preferida de viajar, pero sí voy a narrar las sensaciones buenas y no tan buenas que me produjo el que para mí fue un placentero experimento en alta mar.
Viajar en crucero durante varios días me ha permitido divagar, descansar y, a su vez, ofrecerme un hálito de sensatez ante una afición que engancha a muchas personas que con orgullo se declaran “cruceristas”, y que a otras no les ha logrado seducir del todo.
FAMTRIP CON COSTA CRUCEROS
No pretendo engañar a nadie. La de probar una experiencia en una de las embarcaciones estrella de Costa Cruceros, el Costa Fortuna, fue una propuesta de la compañía italiana para participar en un Famtrip, que viene a ser un “viaje de familiarización” con un producto, en este caso el crucero, junto a agentes de viajes, periodistas y, por una vez, blogueros viajeros. Mi objetivo era contar paso a paso esta travesía marítima, aunque las redes no fueron precisamente aliadas y no me permitieron conectarme lo que hubiese deseado. Y es que este viaje ha estado provisto de muchos aciertos pero también de algunos traspiés de los que estoy convencido tienen fácil subsanación.
En estos días, a través de la subjetividad de vivir una experiencia, he podido replantearme ciertas objetividades y escribir un artículo que hace un tiempo me hubiese parecido imposible redactar.
LAS VENTAJAS E INCONVENIENTES DE VIAJAR EN UN CRUCERO
Reconozco que mi forma de viajar se aleja bastante de la del modelo crucero con todo (o casi todo) incluído en la que se realizan pírricas paradas en destinos que muchas veces merecen más dedicación. No tengo inconveniente en afirmar que soy demasiado inquieto como para no poder improvisar, decidir por completo una ruta o poner mis límites entre la proa y la popa. Pero no puedo negar que es una opción de viaje capaz de aportar sensaciones nuevas, muy placenteras y tan lícita y respetable como la del que le gusta perderse en la montaña o en los mayores antros de la India.
Lo que me gusta de un crucero
– En este crucero me ha ganado, sobre todo, la posibilidad de desconectarse del mundo, ser dueño del tiempo y no de un maldito reloj. Que las olas del mar sean las únicas vecinas que te acompañen día y noche resulta cuanto menos motivador. El stress se suele quedar en el puerto y a bordo suben las ganas de dedicarse a uno mismo, ni más ni menos. Y eso es algo a lo que todos tenemos derecho.
– A bordo se hacen buenas amistades, no cabe duda. La socialización es vital cuando se pasan tantas horas en un barco y son tantos los lugares que posee una embarcación de este tipo, que compartirlos es una fase más de un viaje en crucero. El Costa Fortuna está provisto de piscinas, jacuzzis, bares, casino, teatro, gimnasio, biblioteca, ludoteca y un largo ectétera que va implícito a esta ciudad flotante con algo más de cuatro mil habitantes si contamos viajeros y tripulación. El que se aburre es porque quiere…
– Paradas breves pero intensas son las que uno dispone en un viaje en crucero de este tipo. Así como debo señalar que parar un solo día en ciudades como Roma o Atenas es una verdadera aberración (por eso no me llaman nada la atención los clásicos cruceros por el Mediterráneo), tengo que decir que en esta ruta las paradas han sido un acierto en elección y en tiempo de dedicación. Málaga y Casablanca, por ejemplo, son lugares que pueden dar mucho de sí en una sola jornada. En ambos casos los participantes de este famtrip pudimos hacer muchas cosas, unos a nuestra manera y otros de forma más organizada. Barcelona, Málaga, Casablanca y Tenerife fueron los pasos previos de un transatlántico que tenía a la ciudad brasileña de Santos como último destino.
– El mero hecho de asomarme al balcón de mi camarote me hacía relajar la mente. Quedarse en blanco mirando al mar es uno de los más eficaces ejercicios de reflexión y relajación que pueden existir. El inmenso azul oceánico me sirvió de terapia con la que aplacar nervios y pensar en mí mismo minimizando las preocupaciones y las velocidades del día a día, de ese maleficio llamado rutina.
– Viajar en un crucero ya no es de ricos, ni mucho menos. Esta práctica se ha ajustado a las apreturas en tiempos de crisis y se ha democratizado para convertirse en una posibilidad vacacional realmente asequible. Cada vez es mayor el número de plazas en esta clase de embarcaciones, por lo que los precios son más ajustados. Y qué decir de lo que sucede en esta época (temporada baja europea). El Costa Fortuna en noviembre hace lo que viene a llamarse “un reposicionamiento” que supone cruzar el charco hasta las Américas para abandonar el invierno europeo y dedicarse por unos meses a países que viven su verano en esta época como Brasil o Argentina. Esos viajes transoceánicos pueden llegar a costar 400 euros con comidas incluidas, lo que puede significar “ser más barato estar de crucero que en casa” en algunos casos. Son muchas las grandes embarcaciones las que llevan a cabo este paso tan a tener en cuenta y que reconozco desconocía hasta ahora. Con esto está claro que la del crucero es una opción de viajar realmente económica.
Lo que no me gusta de un crucero
– Todo lo que me viene impuesto y organizado me arrebata la esencia que ansío en los viajes como son la planificación, la improvisación y la posibilidad de elegir en todo momento lo que deseo hacer. En estos momentos no es la forma de viajar que busco, aunque sí una de las mejores maneras de perderse y olvidarse de las preocupaciones.
– La elección de los destinos y de los tiempos de parada (la mayor parte de menos de un día) muchas veces (y este no ha sido el caso) me resulta desesperante. Me duele ver eso de “se disponen de seis horas para visitar Atenas” o “Venecia en una mañana”, pero es algo que suele ir implícito a este tipo de viajes. Si alguna vez repito en un crucero me gustaría hacer “islas pequeñas”, lugares manejables en las horas de las que uno dispone. Viajar de forma atropellada no es lo mío, rompe la esencia del relax y el sosiego que hemos conseguido en alta mar antes de desembarcar.
– El de las excursiones organizadas (en sitios que mayoritariamente los puede hacer uno por su cuenta) es uno de los mayores negocios de los cruceros. Se ofrecen precios exagerados en los que muchos no ven más remedio si quieren hacer una visita panorámica a una ciudad o a un destino determinado. Unos precios que multiplican por tres o por cuatro lo que uno podría hacer por sí mismo sin dificultad alguna.
– Internet… un extra de lujo. Soy bastante reacio a quienes ven negocio en permitir que alguien se conecte a internet. Y si me parece lamentable que un hotel de cuatro o cinco estrellas cobre por navegar en la red cuando lo habilitan hasta en el hostel más cutre del mundo, debo decir lo mismo en el caso de muchos cruceros (entre los que se incluye el que yo he hecho). En un famtrip o blogtrip supuestamente se le invita a un blogger de viajes para que cuente su experiencia y utilice la inmediatez de las redes sociales para compartir sus vivencias y reflexiones. En mi caso puedo decir que apenas he disfrutado de unos minutos gratis de conexión a internet con lo que hacerlo. Es como si un médico tiene que operar en quirófano y no dispone de bisturí ni anestesista. Lo diré una y mil veces “internet es no es un lujo sino un derecho”. Además no existe mejor publicidad que la de las redes sociales. Imaginad que en torno a mil personas suban fotos a su Facebook con su experiencia real y en directo… Hoy en día son muchos (más de un 30% según estudios recientes) quienes deciden sus viajes o vacaciones con lo que tienen de inspiración los blogs y las redes sociales. Por lo que simplemente ellos se lo pierden…
DE BARCELONA A TENERIFE: CONSIDERACIONES DE UNA RUTA GENIAL
Si algo me sedujo la idea de hacer este crucero en el Costa Fortuna fue, sin duda, la del recorrido que nos habían planteado. Embarcar en Barcelona y finalizar en Tenerife, pasando del Mediterráneo al Atlántico cruzando el Estrecho de Gibraltar y haciendo paradas intermedias tan apetecibles y diferentes como pueden ser Málaga y Casablanca. Cierto es que me hubiese quedado los 18 días al completo que dura este crucero que nació realmente en el Puerto de Savona y cumplió su objetivo al llegar a Santos después de haber atracado en lugares como Fortaleza o Río de Janeiro. El barco iba bien repleto de brasileños quienes en diciembre empezaban a vivir un largo verano que les llevará a pasar las Navidades con Sol y playa hasta que en febrero pasen a ser mecidos por las mieles y el jolgorio del Carnaval.
Mapa con la ruta realizada en el Costa Fortuna
Miro en el Geolocalizador del iPhone y veo que mientras escribo estas líneas estamos a la altura de Essaouira, una de las ciudades que más me gustan de Marruecos. Un buen dato, aunque desde el balcón unicamente se ve el mar y algún barco solitario en el horizonte. La costa queda demasiado lejos en este sendero trazado a las Islas Canarias para poder si quiera atisbar la silueta amurallada de la que fuera Mogador en tiempo de la colonia portuguesa en aquellas tierras.
Hace tan sólo un día había bajado bien temprano al puerto de Casablanca para recorrer la ciudad marroquí por tercera vez en los últimos años. Es curioso lo que Marruecos es capaz de despertarme, la sensación de felicidad de encontrarme en el “más cercano de los países lejanos” como no me canso de repetir. Y es que, aunque hablamos de Casablanca como probablemente la ciudad más moderna de Marruecos, es todo un mundo de contrastes y un evidente viaje a otros tiempos el perderse por las entrañas de su descuidada medina y buscar escenas cargadas de autenticidad.
Si cierto es que Casablanca no es ni la suela de las babuchas de Marrakech, Fez, Meknès, Rabat o un largo etcétera de las joyas del país alauíta, ofrece la grandeza de Mezquitas como la de Hassan II que hacen que merezca la pena la visita. Aunque no cabe duda de que también funciona mucho el glamour de tener su nombre hermanado al título de una de las mejores películas de todos los tiempos. En este caso se puede decir que sólo hay aires cinematográficos en el Rick´s Café, que trata de ser ese rinconcito colonial que trató de mostrar la cinta protagonizada por el semblante serio de Humprhey Bogart.
Justo antes de Casablanca había tenido la oportunidad de disfrutar del mejor de los cielos azules de la capital de la Costa del Sol, que no es otra que Málaga. Y la cual, tengo que decir, me gusta cada vez más. Hay que reconocer que la ciudad ha mejorado mucho en los últimos años y que los arreglos en el centro histórico, así como haberle sido devuelta a los ciudadanos por encima de los automóviles, y la admirable restauración de la Alcazaba, han devuelto un esplendor que nunca debió perder.
Ya simplemente porque luce el sol más de 300 días al año, que el invierno es menos invierno que en casi cualquier parte de Europa, que la gente llena las calles y que siempre hay buena excusa para sentarse a comer un buen pescaíto frito, Málaga es un destino que no conviene ser pasado por alto. Esto se nota en la cantidad de nuevos hoteles en Costa del Sol. Y las compañías de barcos como Costa Cruceros se han dado cuenta que no podían prescindir de este Puerto con mayúsculas en algunas de sus rutas.
Por eso y por los paseos silenciosos por la Alcazaba, sentarse a tomar algo en la Plaza del Obispo o en el Pimpi, mezclarse con la gente en la Calle Larios y descubrir algunas sorpresas que esconde una ciudad con carácter de la quienes la conocemos no podemos sentirnos más orgullosos.
Vuelvo a mirar el GPS cuando han pasado 72 horas desde que pasamos por Málaga y de repente veo el barco atracado en el Muelle de Santa Cruz de Tenerife. Un paisaje de ondulantes y verdes montañas son un deleite ante la última jornada del crucero en la que visitaría la isla en buena compañía.
Los amigos blogueros Unmundopara3 y Lagavetavoladora se erigieron como los perfectos anfitriones para hacer sentirme en casa en la Isla de Tenerife. Me llevaron a lugares como el Puerto de la Cruz o el Mirador de Humboldt con una panorámica hermosísima del nublado Valle de la Orotava. Con gran entusiasmo y orgullo aprendí más sobre Tenerife, aunque aún recordaba que con doce años, en plena Expo de Sevilla y a semanas de las Olimpiadas de Barcelona 92, visité la isla con mi familia durante unas vacaciones.
El remate perfecto fue ir a Casa Tomás a comer escaldón de gofio y unas costillas con papas y mojo verde capaces de desdecir a quien ose meterse con la deliciosa comida canaria. Allí viajamos sin salir de la mesa puesto que nos juntamos cinco personas de esas a las que si la casa se cae no nos va a atrapar dentro. Para mí fue un gustazo obtener tal recibimiento, compartir unas horas con gente maravillosa por la que da gusto escribir aventuras dentro de un blog. Si no fuera por estos momentos y estos amigos, la de bloguear sería una operación quirúrjica sin camilla ni pacientes… Faltaría lo más importante, la gente que hay alrededor y a la que merece la pena conocer y, sobre todo, escuchar.
Con el estómago lleno y los recuerdos de unos días intensamente vividos tomé un avión de vuelta a casa. De los 22º grados de Canarias a los 5º con los que me esperaba mi ciudad, Madrid.
COSTA FORTUNA, UNA CIUDAD FLOTANTE
Desde fuera un barco como el Costa Fortuna se ve como un coloso, pero desde dentro se vislumbra como una gigantesca ciudad flotante. Ese apelativo le va al pelo si se tienen en cuenta que entre pasajeros y tripulación lo habitan unas 4500 personas. Tiene restaurantes, bares, gimnasio, piscinas, discoteca, hospital, biblioteca, guardería, salas de trabajo, teatro, capilla, casino, pista para hacer footing, una galería comercial y un largo etcétera que jalona esta embarcación inaugurada en el año 2003. Por tener tiene hasta un periódico diario, El Today, como si de una guía del ocio a bordo se tratara.
En las largas horas de navegación tuve tiempo de darme largos paseos por las instalaciones, subir y bajar escaleras (o los ascensores) y fijarme en todo lo que se podía hacer ahí dentro. Es curioso ver cómo emplean su tiempo en el barco los distintos tipos de personas que se suben a él. Unos más fiesteros (y resacosos), otros en busca del relax total, otros amantes del mar que se acompañan de mapas para adivinar por dónde van en ese momento… los que nunca desocupan la barra del bar, quienes no se pierden por nada los juegos, conferencias y espectáculos que se desarrollan a todas horas o los que bajan una y otra vez a recepción por cualquier motivo. Al igual que en una ciudad hay un pasajero único en cada camarote.
102578 toneladas de peso, 272´2 metros de eslora, 35´5 de manga, 17 puentes… y el mar siempre de fondo y de perfil rugiendo al paso de la embarcación. Al fin y al cabo lo que me quedaba en tantas horas era precisamente eso, el mar. El premio de despertar cada mañana con el mismo horizonte tras el balcón, de escuchar las olas antes de dormir, de quedarme leyendo en mitad del Océano…
En el Costa Fortuna pude conocer mucha gente que vivió cada una a su manera estos días de crucero. La conversación a 20 nudos siempre sienta bien con gente como Antonio, Carlos, David, Cristina, Felipe, Ángel o Javi… Cada uno se fue a su casa con una respuesta resuelta y, alguno que otro, con más interrogantes todavía. Pero las tradiciones del mar nos enseñan que lo que sucede a bordo mejor debe quedarse a bordo.
Para hablar de algo conviene conocerlo. Esta fue mi primera vez en un crucero. Ahora sí que lo tengo todo más claro,
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
31 Respuestas a “Las sensaciones de viajar en un crucero por primera vez”
Fíjate que yo no soy muy amigo de los cruceros … pero … la verdad que hoy en día tienen precios muy competitivos y quizás para un descanso de «otras mochileras vacaciones» es genial!.
Un saludo.
No he probado nunca un crucero, pero sin que tengo la intención de alguna vez probar uno, mi opinión antes de embarcar, son muy similares a tus sensaciones, no es el estilo de viaje que me gusta, pero no vienen mal para una ruta de placer y si las paradas son en puntos que se pueden visitar facilmente.
Una auténtica pena no haber podido coincidir en Málaga, mi situación de vivir a caballo entre el oeste y el este de la provincia, me tiene itinerante y con una agenda muy apretada, pero seré bueno y para el año que viene te devolveré la visita, que no se diga 😀
Un abrazo!!!
Yo estoy como tu… no creo que me gusten los cruceros por el mismo motivo, aunque si se quiere descansar, si que son buena opción… pero para eso ya descanso en los fines de semana y no en las vacaciones… aunque para gustos, colores.
Contemplar las olas desde un crucero cuando navegas es igual de hipnotizante que cuando en una casita de montaña, dejando el frío invierno a las puertas, te sientas ante una chimenea y te quedas horas contemplando el baile de las llamas.
Me ha gustado mucho tu post. Felicidades! Y estoy totalmente de acuerdo que eso de Venecia en 6 horas es horroroso, pero ya algunas navieras ofrecen paradas de día y medio en ciudades como Venecia, Roma o Barcelona.
Respeto a los que viajen en crucero, pero a mi la verdad como que no. Espantosa la vista de un crucero en Kotor durante mi pasado viaje. Y todavía recuerdo el impacto visual que me causo tanto en el pasado viaje como cuando destruía la vista en Dubrovnik. Imagino que es dinero y una forma de viajar para un tipo de personas, pero como dijo Reverte sobre el Titanic, no era un barco honrado.
Nosotros nunca hemos viajado en un crucero, quizás por las mismas razones que comentas en tu post. No descartamos la idea de aventuranos algún día, aunque por nuestra forma de vivir y viajar esta idea no encaja demasiado y el destino sin duda más que interesante. Lo que no se entiende a estas alturas, es el tema de cobrar y caro el internet en hoteles y como en este caso es un crucero.
Jose, gracias porque en tu corta estancia entre nosotros nos enseñaste como se viaja y se disfruta haciéndolo sin movernos de una mesa…eso si llena de buenas viandas canarias.
Excelente post, como siempre
Un abrazo, Montse, Octavio y Álvaro.
Imagino que como todo es cuestión de gustos. Mi primera salida (y de momento última a mi pesar) fue también un famtrip, ahí hubo como se va exponiendo por aquí cosas buenas y malas, a mi señora la comida se le antojaba mejorable a muy mejorable, a mi me daba un poco de agobio el tema de sentirme prisionero en el barco con una cantidad tan importante de gente (para qué salgo de Barcelona? 😉 y los niños… Los niños son un caso aparte. Sí que se requirió una dosis extra de paciencia pero se adaptaron al nuevo ritmo enseguida y las actividades «para niños» eran claramente «para descanso de los padres»… Y funcionaban muy bien.
Con todo, el Mediterráneo Clásico fue de media un regalo para todos y las fotos de los peques no tienen precio. De momento, pero, me quedo con el resort all-inc.
un saludo
Sólo me apuntaría a un crucero si fuera un chollo de verdad, no me atrae para nada, aunque no lo descarto en un futuro.
Un saludo
Solo quería comentar que el precio de Internet a bordo de un barco de cruceros es muy elevado porque se hace mediante conexión por satélite en movimiento, que a la compañía le cuesta un ojo de la cara, y aunque te parezca lo contrario, Costa Cruceros es una de las compañías que mas barato lo pone. Esto no es una ADSL con el Wifi compartido de un hostel… es algo tecnológicamente mas complicado y caro. Internet en un barco en altamar si es un lujo.
Profanos hablando de cruceros?. Cuanto topico.
A lo que cita Infocrucero, mucho rollo de wifi satélite, pero si hoy en día se está usando en algunos aviones y de forma gratuita, no creo que sea un gasto tan mastodóntico… Otra cosa es que mole cobrar por servicios que aún no están asumidos por el consumidor.
Y que menos que en las paradas en puerto se pudiera usar una red wifi gratuita, pero se ve que no interesa, mejor poner pegas que buscar soluciones.
Me gusta este blog aunque hecho en falta respuestas a los mensajes, Sele debe ser un chico ocupado, así como su participación en otros. Hay que mojarse carajo.
Vaya, vaya, no paro quieto… pero me asomo al hilo y veo que ha habido un montón de intervenciones. Así me gusta. Alfredo, no seas malo jeje que yo estoy encantado con este movimiento. Llevo un tiempo en el que no paro un minuto pero prometo participar más en los comentarios 😉
Veo que aparecen muchas de las cuestiones que salen cuando se habla de un crucero. Y estoy de acuerdo con todos un poco. Haberlo experimentado en mis propias carnes me ha hecho replantearme las cosas. Ni todo es tan bueno ni todo es tan malo. Viajar es una opción que hay que llevar a cabo como a uno le guste. Es igual de respetable o de emocionante un viaje más tranquilo que otro más intenso, lo importante es hacerlo sin más. Particularmente no es mi opción preferida, ya lo he dicho, y hay razones que me hacen tirar por otras opciones.
Creo que más o menos esa ha sido la tónica general. Alfredo se me ha adelantado cuando ha contestado a Infocrucero sobre Internet. Es cierto que hoy en día el tema del wifi ha evolucionado bastante y si hay aerolíneas (si no me equivoco Norwegian Airways es un ejemplo) que lo sirven de forma GRATUITA es que se puede hacer lo mismo en el mar. De hecho estando muy cerca de la costa no me funcionaba bien el teléfono, y mucho menos el 3G, siendo más poderosa la señal de satélite que tenía el barco y que cobraba por hablar por teléfono 10 euros el minuto!!! Internet sigo diciendo que no debe ser visto como un negocio sino como una fabulosa oportunidad de conseguir publicidad gratuita. Y ya no es excusa el wifi satelital. Si se quiere se puede…
Lo que está claro es que veo dos extremos, quienes no le ven absolutamente nada interesante a los cruceros y quienes aseguran que es la mejor opción de todas. Yo voy a ponerme un poco en medio para decir que me gusta pero que hasta el momento no es lo que he estado buscando.
Y aunque a veces cuesta ver enormes barcos inundando puertos y llenando de turistas algunos destinos, también hay que pensar en el lado económico. El otro día se juntaron 3 naves de Costa Cruceros en Tenerife. Esos son 10.000 pasajeros del tirón. Había cáculos acerca de que un gasto aproximado en la isla iba a ser 600.000/700.000 euros en un día. En estos tiempos que corren es para muchos una oportunidad, no cabe duda.
Gracias a todos por los comentarios que estáis dejando. Y disculpad si he no he participado antes de forma más activa. Lo que es seguro que mañana ya tenemos algo nuevo en el blog. Y van a haber muchas sorpresas en los próximos días.
Un fuerte abrazo,
Sele
Hola Sele,
Los cruceros como todo tienen sus cosas buenas y también malas…
La muy buena, es como un micromundo, estás como en una burbuja que te hace desconectar de los problemas diarios, sin preocupaciones
La menos buena, hay que saber escoger qué crucero, evitar los que tienen paradas cortas, yo recomiendo siempre los que van al Caribe o a las Antillas.
La mala, mucho cuidadito con la señal que se pilla de teléfono o internet que casi siempre, por no decir siempre va a ser vía satélite y cuesta un pastón. Mejor siempre esperar a puerto.
Abrazos.
Puffs. Solo he montado en un mini crucero y la verdad es que me quede con muchas ganas. Estoy muy a favor de uno de los comentarios que contiene el post. Creo que un crucero no es para visitar ciudades super turísticas como Roma y que hay que elegir destinos pequeños que se puedan recorrer en medio dia y te lleves un buen sabor de boca. Lugares como islas griegas, tunez, monaco o los que se nombran en el post pueden estar bien para ese tipo de viajes.
Soy de Málaga y la verdad que la ciudad y la provincia dan para muchos dias. Hay pueblos muy encantadores que invito a conocer: Nerja, Mijas, Antequera, Ronda, Marbella, entre otros. Un saludo a todos
Hola, muy bueno tu artículo. Colaboro en cruceroadicto y coincido en muchas de tus opiniones, incluso en la de las escalas en ciudades como Roma o Venecia, aunque con matices.
Comentarte que en Roma ya he estado en tres ocasiones en crucero y, aunque me faltan muchas cosas por ver, creo que tengo una idea clara de lo que es la ciudad eterna. Venecia era una ciudad que ya había visitado por mi cuenta antes de llegar a ella en barco. Eso sí, estas escalas sirven para que un viajero anote mentalmente destinos para conocer mejor en un futuro, ¿no piensas igual?
De todas formas, todos los destinos merecen todos los días que quieras dedicarle. Me explico. Roma no es solo Roma. Cerca de Roma tienes lugares espectaculares, como puede ser la necrópolis etrusca de Cerveteri, Tarquinia, el lago Bracciano y las localidades que lo rodean, Viterbo… Estas visitas exigirían un mayor número de días, por lo que no creo que sean tan malas esas escalas de escasa horas; al final te amoldas al tiempo que tienes y programas unas excursiones dependiendo del mismo: un poco de Roma, Roma, Roma y alrededores,…
Un saludo y enhorabuena por tu blog
Jesús
Buenas,
Sin ser un defensor de los cruceros, los considero una manera tan válida como cualquier otra de viajar, voy a entrar en un tema que siempre me ha llamado la atención.
Podemos estar de acuerdo que 1 día en Roma en muy poco, pero cada día veo blogs de viajeros, muchos mochileros, que se atribuyen haber visto un pais en una semana. Destesto los coleccionistas de destinos o paises, aunque los respetos no le encuentro ningún sentido a ese tipo de viajes.
Si 1 dia en Roma es muy poco. Una semana en Italia es una aberración, y más cuando se pone uno las medallas de marcar en un mapa como visitado una pais de tanta riqueza, histórica y cultural.
A mi personalmente no me gusta los listados de paises, encuentro más lógicos los listados de ciudades, siempre partiendo de la base que una lista de lugares visitados siempre es tendenciosa, pero entiendo que es necesaría.
Visitar Paris, Londres, Roma y Amsterdam, no es haber visto 4 paises ni mucho menos media Europa. Es simplemente haber visitado 4 ciudaes europeos de 4 paises diferentes.
Lo importante es que un viaje te llene personalmente y si después quieres alardear con tus amigos o publicar las fotos en el facebook pues cada uno es libre de hacerlo. En el fondo los humanos tenemos el ego subido y somos narcisistas en potencia, y yo el primero.
Un Saludo.
Hola Rafa,
En parte tienes razón. O no… tienes mucha razón. Cada vez estoy más convencido no en aglutinar países o ciudades (aunque soy el primero en listarlas) sino en acumular experiencias, independientemente donde sean. Los viajeros vamos evolucionando y en mi caso creo estar más interesado en tachar experiencias (sea «montar en camello en el Sáhara» o «dormir en una yurta») que en hacerlo con ciudades.
Buena apreciación 😉 Y gracias por ofrecer tu opinión!
Sele
Buenas Sele,
Te sigo hace mucho tiempo pero es la primera vez que he dejado un comentario, pertenezco a un conjunto de personas silenciosas que seguramente forman parte de un contador de visitas, hasta el otro día.
Tu forma de viajar, sin ánimo de ser pelota, es admirable y la respeto profundamente. La combinación de viajes exprés, mochila, aventura exótica y escapadas en puentes varios creo que es la forma idónea de conocer el mundo del siglo XXI combinándolo con trabajo y familia.
Hace 2 años en Venecia conocí a una chica estadounidense, que perdida por la laberíntica ciudad del Véneto tuve que ayudar a encontrar la estación de trenes. Esto quedaría en anéctoda de no saber el motivo de la urgencia de nuestra «aventurera». Resulta que llevaba un lista de paises con diferentes ciudades y monumentos a visitar. Formaba parte de un grupo de chicos estadounidenses que querían «visitar» 9 paises europeos en 15 días, y al llegar a su casa en Colorado enseñar las fotos de su pasión viajera a sus amigos. A patir de aquí que cada persona saque su conclusión. Pero lo más sorprendente es que este tipo de viajes se está poniendo de moda por un sector de viajeros, sobretodo de habla anglosajona y especialmente USA.
Ahh y primero de todo entiendo que hacer listas e indices de paises y ciudades visitados es necesario, porque sinó cómo buscamos el destino que queremos?
Comparto más la opinión de buscar experiencias o prestar atención en los lugares que realmente nos apasione por diferentes motivos.
Después de 1 año casi sin viajes, empezaremos 2013 con nuevas energias para conocer nuestro planeta a partir de ahora en trio. Empieza el reto de viajar con niños, en mi caso niña.
El siguiente la ceración de un blog, pero la escritura me cuesta horrores y creo necesario ampliar mis esperiencias viajeras antes.
Un Saludo.
Rafa
A mi me costó aventurarme la primera vez para viajar en un crucero, la verdad pensaba que me iba a marear y a aburrir. Pero una vez entras en el circulo empiezas a descubrir que son muchas las compañías que existen y todas ofrecen una forma distinta de viajar.
Me ha encantado el artículo. Mi familia y yo vamos a hacer este año nuestra tercera ruta en crucero, y si bien tienes toda la razón del mundo en tu afirmación de que los destinos no se disfrutan, puesto que en un rato no da tiempo a ver Roma o Florencia, a nosotros este tipo de viajes nos sirve como una primera toma de contacto con las ciudades para saber cuáles queremos conocer más a fondo. Del primer crucero, hemos decidido que tanto Florencia como la isla de Córcega se merecen una visita exclusiva. Y del segundo, tendremos que repetir Copenhague y Brujas.
Si lo piensas, puede ser una buena opción para descartar destinos…
Un saludo
Muchas gracias Violeta!! Lo mejor es decidir buenas rutas, aunque lo importante es buscar que te guste a tí.
Saludos!!
Sele
Estoy de acuerdo en cuanto a las programaciones un poco apretadas pero si intensas. Supongo que sabréis que afortunadamente existen agencias externas que hacen las excursiones por menos de la mitad de precio ofreciendo lo mismo. Yo me embarco en abril. Ya estamos en contacto un grupo de gente. Alguna haremos por nuestra cuenta pero el resto con una agencia externa. Gracias. Buena suerte.
Acabamos de hacer un crucero en el Costa Neoclásica de Estambul a Venecia.
Manipularon al pasaje constantemente. Los camarotes no cumplen ninguna norma básica de higiene duchas en mal estado y con juntas negras.
Servían hielo que habían transportado en un pozal «blanco» de plástico de 30 litros y posteriormente echaban en una poza metálica.
Las paradas en puerto muy limitadas en tiempo. Atascos constantes en las entradas y salidas del barco. Muy preocupados porque contratarás sus excursiones y no otras. Precios abusivos para trasladarte a una ciudad o lugar.
Excursiones en autobuses más caras que en taxi.
Descuidos como olvidarse el segundo plato y pasar al postre.
De dos días que prometen en Estambul y Venecia con suerte se queda en 1.
Convocaron una reunión de Información general para que en el segundo día en Venecia abandonara la gente el barco antes de las ocho dejando las maletas en el puerto. y no pudiendo recogerlas hasta las 13:20. Con lo cual la mayoría del pasaje se paso al sol el ultimo día en Venecia sin una triste botella de agua que no facilitarón en ninguna excursión.
Y un largo etcétera de desatenciones mala actitud y vejación al cliente. (Maletas rotas, entrar en el camarote a cualquier hora sin llamar, no contestar, responder con evasivas en atención al cliente y pésima seguridad. …)
Me encantaría de poder hacer un crucero por el Mediterráneo, pero a mi mujerblemdanun miedo impresionante , me gustaría de poder concvencerla algunndiany poder realizar unnviaje de esta envergadura….
Rufino, algún día… Son barcos enormemente grandes. Es como si estuvieras en un hotel gigantesco!!
A ver si un día puedes llevarlo a cabo.
Mucha suerte y feliz año!
Sele
Yo trabajé en un crucero de la linea Costa durante 7 meses. También fue mi primera vez en un crucero. Fui para vivir una aventura y eso fue, pero también muy duro. Os cuento por si os parece curioso conocer la otra cara.
Se trabajan 12 horas al día y con mucha presión en general por parte de los jefes (vender y vender y mantener las apariencias). La mayoría de mis compañeros eran filipinos o indios que estaban allí por necesidad más que por gusto como yo. El salario un poco ajustado, la verdad. Es dificil de determinar si está bien pagado. (Debo añadir que todo en negro!) Por un lado lo ahorras casi todo, pero por otro estás trabajando una jornada muy larga. Pero si que tenia sensación de explotación, yo trabajaba en el Spa, si veis la carta, hay masajes de 100 euros (y mas!) de los que nosotros recibimos… 7 euros!! Por eso las propinas son más que bien recibidas y necesarias en muchos casos. (no se cuanto cobran los filipinos pero era sabido que muy poco, asi que dadles una propinilla cuando podais, os lo agradeceran muchisimo)
La tripulación no puede utilizar las instalaciones de los pasajeros en su tiempo libre ni tampoco comer en sus restaurantes. Tenemos un par de cantinas para comer en esa parte que los pasajeros no ven (detras de las puertas de emergencia es donde empieza el mundo de la tripulacion). Unos pasillos blancos y largos de chapa y camarotes minúsculos siempre compartidos (sin ventana claro!! eso es para los pasajeros)
El dia que empiezas se quedan tu pasaporte y no lo recibes hasta que te vas el ultimo dia. Nos dejan claro que si a la hora de embarcar falta un pasajero se le espera, pero que NO se espera a un miembro de la tripulación. (Hay que ser muy irresponsable para perder el barco de todas formas, pero pueden pasar cosas) Además es obligatorio que nosotros embarquemos una hora antes que los pasajeros, y pobre de ti como llegues 5 minutos tarde. Aun asi, lo he visto, irnos sin un compañero (y sin su pasaporte, que sigue en la oficina). ¿Como se las apañó? ¿tenía dinero? ah, ahí está la crueldad del trabajo en el mar!
Hay mucha seguridad a bordo, los guardias no pasan ni una y las normas son muy estrictas. Hay inspecciones de cabinas para ver si tenemos objetos peligrosos, o simplemete comida, que esta prohibido. Os sorprenderia saber algunas de nuestras normas, como que no puedes ir de la mano con tu noviete en público, o que si vas a la parte de pasajeros no puedes sentarte (solo puedes ir de paso). Si juntas 5 advertencias por parte de la policia en el siguiente puerto te echan! (tal cual!). A mi me pusieron una por faltar a un simulacro (a parte del que hacemos con los pasajeros nosotros tenemos que hacer otro extra, es un rollo mortal, creo que fue lo que mas odie de todo) También recibiriamos una advertencia de esas por bailar en la discoteca de los pasajeros, pero algunos de los «privilegios» que tenemos es el crew bar, el bar de la tripulacion donde hay bebidas baratas (ahi sale el espiritu marinero) karaokes y fiestas varias. (como la fiesta «de verdad» que le enseña Leonardo Dicaprio a Kate Winslet en Titanic). También lo son con los pasajeros, es muy importante mantener el orden, al fin y al cabo es tu casa, y estás aislado, no pueden socorrerte los bomberos tan rápido como en tierra. Si un pasajero representa un peligro para los demás puede ser arrestado en su camarote o estar bajo vigilancia e incluso obligarle a que desembarque, esto lo he visto también.
Aún asi tengo recuerdos preciosos de los que proporciona el mar. A veces miraba al mar durante el día y no ves NADA a tu alrededor, ahi es cuando dices estoy en medio de la nada a saber donde. Y me sentia muy sola entonces. Sin embargo cuando anochecia las luces se encendian y veias que no estabas tan en medio de la nada, entonces se podían ver ciudades o las luces de otro barco. De mis recuerdos estrella, fue los fiordos, que daban ganas de llorar de la emocion, y la salida de Helsinki al atardecer, vas pasando al lado de islas que no terminan, cientos de islas minusculas con las que parece que vas a chocar. No siempre puedes salir en los puertos, depende de si te lo asigna tu jefe. Aún así 7 meses dan para muchas ciudades y lo que vi no tiene precio.
Ahora me gustaría ir como pasajera alguna vez para ver que se siente al otro lado : D
Disfrutad de vuestros cruceros, estais en buenas manos, y no olvideis dar una propinilla 😛
Y que tal el mareo?
Que pasa si hay tormenta, se mueve mucho el barco ? Veo en vídeos que andan como si nada en los cruceros
Hola Rh,
Tiene que ser un tormentón increíble para que notes algo. Yo he pillado algunos días de tormenta y los barcos son tan grandes que apenas te das cuenta porque miras por la ventana o sales a cubierta. Y te lo dice alguien que se marea en los barcos… Pero en los cruceros apenas notas nada.
Saludos!
Sele
Este verano viviré mi primer crucero y este artículo me ha servido de gran ayuda.
Gracias por la información y un saludo.
Buen trabajo.
Muy buen post,
gracias
Nicolás
[…] hace algún tiempo os contaba las sensaciones de viajar en crucero por primera vez, o la vez en que fui en barco a Malmö hasta el Festival de Eurovisión como corresponsal de Los […]