Saboreando Gijón en 48 horas y 12 imágenes - El rincón de Sele

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Saboreando Gijón en 48 horas y 12 imágenes

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De los muchos pecados y faltas que tengo en mi vida uno los que más me pesaba era no haber estado en Asturias. Y hablo en pasado porque hace algunas semanas tuve la ocasión de enmendar semejante error pasando un fin de semana estupendo en la ciudad de Gijón. Junto a otros amigos blogueros traté de aprovechar al máximo el tiempo y sacar partido a muchas de las opciones que ofrece este balcón asturiano que se asoma al Mar Cantábrico. ¿Queréis que saboreemos juntos Gijón en 48 horas y 12 imágenes? Porque hubo mucho que ver y mucho qué hacer, pero, sobre todo, mucho hueco para la sorpresa y darme cuenta de que gran parte de su valor, su gran secreto, está en la forma de ser de su gente.

Cartel de Gijón en el puerto

Gijón me ayudó a escribir una primera vez en Asturias que reconozco estaba deseando que llegara. Otra cosa no, pero me abrió el apetito a seguir recorriendo esta tierra paso a paso, culín de sidra a culín de sidra.

He recopilado doce fotografías con las que paladear la ciudad de Gijón en 48 horas:

Aires pesqueros en Cimadevilla

Una de las estampas más clásicas de Gijón es la de su puerto con las casas de Cimadevilla como telón de fondo. No se puede comprender la ciudad sin su barrio más típico, el de los pescadores que vistieron sus calles con la tela de la tradicionalidad y el encantamiento más sosegado y entrañable. Justo detrás del cartelón rojo que resalta las cinco letras que dan nombre a Gijón y en el que todo el mundo se hace fotos, se puede vislumbrar la silueta de la ciudad de siempre, la ciudad que jamás dejó caer al vacío su personalidad.

Puerto de Gijón con Cimadevilla al fondo

De color verde Asturias

Para que nadie olvide de que esto es el norte la hierba crece hasta fusionarse con las olas del mar, perdiéndose en el horizonte nublado del Cantábrico. Es el Gijón más primario y natural, esa puesta de largo de prendas de color verde Asturias. Cualquier lugar frente al mar sirve para perderse y olvidarse de todo, para entender que una ciudad se saborea a partir de su silueta original.

Prado y mar en Gijón

La Laboral… el edificio más grande de España

Mucha gente desconoce que el edificio más grande de España es el de la Universidad Laboral de Gijón. Una especie de Escorial estudiantil construído después de la Guerra Civil y que ahora hace funciones de Ciudad de Cultura ofreciendo sede a numerosas instituciones del ámbito educativo, histórico o cultural. A 3 km del casco histórico y a un paso del Jardín Botánico, es posiblemente la visita más ineludible que se debe hacer en Gijón. Arquitectónicamente es un prodigio que aglutina grandes construcciones no sólo de España sino del mundo. Uno cree ver la Giralda en su torre (a la que recomiendo subir para comprender este prodigio) o el Partenón ateniense en sus columnas.

Universidad Laboral de Gijón

Resulta realmente interesante hacer una «visita guiada» para percatarse de los detalles y entrar a dependencias que de otra forma no sería posible. La entrada cuesta 4,20 € de miércoles a domingo (lunes y martes cerrado salvo excepciones) y por apenas 70 céntimos más se puede combinar con el Jardín botánico (Opción más que recomendada). Un consejo… pedir que os enseñen las cocinas.

Su pasado como residencia de estudiantes en la España franquista hizo que muchos no la vieran (ni la sigan viendo) con los mejores ojos, pero personalmente creo que merece la pena. Sobre todo porque además la ciudad le ha dado un vuelco tremendo para convertir sus impresionantes instalaciones en una amalgama de culturas y saberes. Y no todos los días se visita el edificio más grande de España…

Gijón elegante

La ciudad de Gijón cuenta con muchos detalles en un pequeño casco histórico que está muy concentrado en las puertas traseras del puerto y de Cimadevilla. Allí se erige el Palacio de un personaje histórico tan importante como Jovellanos o una interesantísima Plaza mayor cuyos soportales sirven de refugio a sus ciudadanos en los muchos días de lluvia que les acompañan.

Plaza mayor de Gijón

La flor de los manzanos

Apenas a cinco minutos de la ciudad se pueden disfrutar paisajes de verdes montañas y manzanos en flor en primavera. Gijón se mece entre el mar y las montañas. Basta tomar cualquier carretera secundaria para terminar en una aldea en mitad de la naturaleza. La foto pertenece a la población de Lavandera, a 11 km al sur del puerto de Gijón por la AS-248. Esta población tiene mucho que ver con la cultura de la sidra…

Manzanos en flor a las afueras de Gijón

Visitando llagares y bodegas de Trabanco en Lavandera

Para saborear Gijón… y toda Asturias hay que entrar a una bodega con barricas de sidra. Visitar los llagares y conocer los conceptos de pomarada, escanciar o espichar es esencial para juguetear con el sentido del gusto en esta tierra. Un culín de sidrina no basta en muchas ocasiones para colmar las ganas de disfrutar del elixir de las manzanas que nacen ahí fuera.

Espichando sidra en una bodega de Trabanco (Gijón, Asturias)

Conocimos las entrañas de Casa Trabanco, uno de los productores de sidra más reconocidos de Asturias. En una de sus bodegas asistimos a «la espicha» o, lo que es lo mismo, la apertura de una barrica, para después mezclar esos buenos caldos con quesos de la tierra. Blindamos nuestro estómago por lo que llegaría después en el propio restaurante de Trabanco, una deliciosa fabada y los tortos de maíz, maravillas asturianas de toda la vida, sin más añadidos que los del cariño y el fuego lento en cocina.

This is… FABADA

Asturias y fabada, fabada y Asturias. Dos compañeros de viaje inseparables y el reconocimiento al trabajo bien hecho, a la meticulosidad con que se añaden ingredientes y se les hace bailar en los fogones. Aunque Gijón sabe muy bien de qué va eso de las Estrellas Michelín (porque tiene y porque puede) si hay algo que busca el viajero es el el sabor de siempre, el aroma que se retuerce en el humo que sale hasta la calle. Y eso, más que nada, lo pone una buena fabada.

Fabada asturiana (Casa Trabanco, Asturias)

Viajar a Asturias sin al menos una fabada de por medio es como lanzar una flecha con los pies. Jugar con la cuchara para mezclar alubias, chorizo, morcilla, tocino… es una de las mejores formas que conozco de saborear Gijón (o cualquier rincón asturiano que se precie).

¡Pero qué goloso es Gijón!

Un bono que equivale a 10 degustaciones en las mejores pastelerías de la ciudad. Por 13€ disfrutamos del «Gijón goloso», una dulce manera de callejear buscando pequeñas obras de arte regadas de chocolate, almendra y esas cosas que a uno le hacen la boca agua. Nos presentábamos en distintas pastelerías para probar sus productos artesanales. Sólo digo que no fuimos capaz de terminar el bono entero…

Gijón goloso en una de las pastelerías de la ciudadPero además esta ruta por las pastelerías del Gijón goloso no la hicimos a pie. ¿Queréis saber cómo? Doy paso a la siguiente imagen y os lo explico.

Recorriendo Gijón en segway

En este viaje de fin de semana combinamos la tarde del sábado el Gijón goloso pastelería a pastelería con una forma increíblemente divertida de moverse por cualquier ciudad, el Segway. Durante algo más de dos horas unos cuantos nos perdimos por las calles utilizando las dos ruedas de ese medio de transporte que está tan en boga en muchos lugares turísticos. Me gustó tanto la experiencia que os aseguro que si no fueran tan caros me compraría uno. Son rápidos, tienen larga autonomía, consumen poco y para recargar su energía hace falta tan sólo un enchufe.

Recorriendo Gijón en Segway

Cuando apenas llevaba un minuto me daba cuenta que manejarlos era tan fácil como caminar. Lo que me daba un poco de pena es que sean aún «artículos de lujo» que sólo se pueden alquilar en las ciudades a un coste por hora demasiado elevado para la que está cayendo.

Un paseo por el Jardín Botánico de Gijón

Justo a dos minutos caminando de la Laboral se encuentra uno de los mejores jardines botánicos en los que he estado. La mañana del domingo visitamos tanto el que ya he comentado es el edificio más grande de España junto esta maravilla de la vegetación (precio combinado 4´90€). A través de distintos climas y ecosistemas conocimos numerosos secretos de árboles y plantas con las que se elaboran productos alimentcios o medicinas.

Jardín botánico de Gijón

Allí pude conocer los distintos entornos paisajísticos que se extienden en un jardín en el que pasear y aprender van de la mano. Me parece otra de esas visitas TOP que uno debe hacer en Gijón.

Graffitis en el espigón

Me encanta el arte urbano, los graffitis bien hechos (no las firmas churretosas que no dicen nada). Y en espigón de Gijón hay unos cuantos que están realmente bien.

Graffitis del espigón de Gijón

Cada vez más creo que se debe apostar por el arte urbano en las ciudades. Hay rincones donde viene bien el toque de esos grandes genios que para muchos no lo son por no hacer su trabajo con lienzo y pinceles. Un gran ejemplo es lo que está empezándose a hacer en Orleans (Francia) con Monsieur Chat, el personaje animado de Thoma Vuille. De los tejados de Francia empezando en la clandestinidad hasta llegar a ser un valoradísimo icono mundial.

Gijón con amigos blogueros

Todo este viaje fue más especial aún porque lo hice con amigos bloggers. Victor Gómez (@machbel), Victoria (@victoriamdq), Jesús @fotonazos, Ana Fañanás (@anapiccola), Lala (@LalaViajera), María Jesús Tomé (@tusdestinos) y Marita (@marita_palma).

Blogueros en Gijón

Las cosas, sin son con gente afín, son mucho más divertidas. Aunque no cabe duda que Gijón tiene tanto que ofrecer que 48 horas se nos quedaron cortas.

Sele

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