Guía de lugares increíbles que ver en Isla Reunión - El rincón de Sele

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Guía de lugares increíbles que ver en Isla Reunión

La joya de las Mascareñas se refugia en el océano Índico gracias a un dosel de montañas y un velo de niebla con que mitigar el verdor explosivo de inmensos bosques y palmerales que van a morir a los pies de una playa blanca. Isla Reunión, el secreto mejor guardado de los franceses en ultramar, alivia su timidez innata con la rotundidad de unos paisajes mayúsculos a la sombra del gran Piton des Neiges con sus 3070 metros de altura y a la luz de los efluvios de lava de Le Piton de la Fournaise, considerado uno de los volcanes más activos del planeta. Entre los dos nacen bucólicos valles y antiguas calderas completamente verdes llamadas circos donde sobreviven pueblos encantadores sostenidos por el vértigo. Alrededor del mar, más fiero en La Reunión que en otras islas de alrededor, plantaciones de caña de azúcar y vainilla sirven en bandeja los aromas de un paraíso de la naturaleza en bruto. Un lugar en el que el mestizaje de razas, culturas y religiones se convierte en el mejor regalo de un viajero sorprendido que se pregunta cómo ha tardado tanto en llegar hasta él.

Imagen de Isla Reunión tomada desde un helicóptero

La cantidad de lugares extraordinarios que ver en Isla Reunión me ha empujado a elaborar una breve guía práctica para el viajero que se encuentre haciendo una ruta en coche por el secreto mejor guardado del Índico y quiera conocer esos sitios que no puede perderse bajo ningún concepto. Hay que reconocer que Isla Reunión está cargada de imprescindibles en los que detenernos y disfrutar. Y aquí van unos cuantos… 

No te pierdas la recopilación de 50 consejos útiles para viajar a Isla Reunión

 Una ruta en coche por algunos de los mejores lugares que ver en Isla Reunión

Tras viajar por Isla Reunión durante diez días completos he recopilado todos aquellos lugares que tuve la oportunidad de conocer. Son unas notas con bastante de lo mejor que ver en Isla Reunión en un recorrido en coche de alquiler (aquí lo alquilé yo). Un paseo por las panorámicas más increíbles, los pueblos en los que merece la pena pararse o cataratas impresionantes accesibles para todos. En esta selección no indago en lugares a los que sólo se llegan tras caminatas salvajes a pie de mil horas sino en los puntos más señalados de la isla a los que cualquiera podría poner sus pies y hacerse a la idea de cómo es La Reunión.

Isla Reunión es un destino perfecto para recorrer en coche de alquilerVehículo que alquilé en el aeropuerto Roland Garros de Isla Reunión (comparar precios)

Empezaré por la capital norteña, Saint Denis, y de ahí avanzaré en el sentido de las agujas del reloj tal como hice durante el viaje. Unas pinceladas de los sitios en que tuve la suerte de estar (hay muchos más por descubrir por los que seguro no anduve) y que pueden formar parte perfectamente de una lista de lugares que ver en Isla Reunión. ¿Empezamos? ¡Vamos allá!

NORTE DE ISLA REUNIÓN

Saint Denis, capital y punto de partida

La ciudad más grande e importante de Isla Reunión es normalmente el punto de entrada de los viajeros que aterrizan en el Aeropuerto Roland Garros (este aviador que da nombre a un torneo de tenis era reunionnais). No es una ciudad que de mucho de sí, pero en la que es recomendable pasar, al menos, un día en ella para aclimatarse. Además el casco histórico, pequeño y animado, es bastante hermoso. La Avenue de le la Victoire se une con Rue de Paris desde el malecón de los cañones (Barachois) dejando a un lado y otro edificios coloniales muy destacados. Es aquí donde se junta una de las mayores recopilaciones de mansiones criollas de toda la isla en los últimos tres siglos, las cuales vienen a terminar en Jardin de l’État, una especie de jardín botánico con un museo de ciencias naturales a la vista.

Mansión criolla en Saint Denis (Isla Reunión)

Muy recomendable entrar al templo hindú Maha Kali en Rue LeClerc, uno de los más interesantes «y accesibles a todo el mundo» en La Reunión. Sigue los estándares arquitectónicos de los templos hinduístas del sur de la India, de ahí tanta profusión de estatuas y ese colorido (consejo: procurar asistir a alguna una ceremonia para verlo con vida y humeando por el incienso).

Templo hindú de Saint Denis (Isla Reunión)

Sea como sea no caben dudas de que el viaje comienza en Saint Denis.

CIRCO DE SALAZIE

Apenas a tres cuartos de hora de Saint Denis el circo más cercano es el de Salazie. Éste es el más frondoso y lluvioso si lo comparamos con los otros dos (Mafate y Cilaos), así como uno de las zonas de la isla más interesantes para practicar senderismo. La población principal de este lugar con montañas en sus 360º (de ahí que sea un circo) es Salazie, aunque las más turísticas son Hell-Bourg y Grand-Îlet. He aquí algunos rincones a tener en cuenta de la zona:

Grand Mare, gran cascada a las puertas de Salazie

No más de cuatro kilómetros antes de entrar al circo de Salazie desde Saint André aparece un salto de agua enorme que no aparece marcado en las guías y cuyo nombre es Grand-Mère. Para verlo hay que detenerse con el coche en la medida de lo posible y es probable que surgan diversas rutas a pie hasta la misma, aunque queda lejos y el terreno es frondoso y, sobre todo húmedo. Es una de las mejores bienvenidas que se me ocurren de cara a adentrarse a Salazie.

Cascada Grand-Mère (Salazie, Isla Reunión)

Le Voile de la Mariée (el velo de la novia)

Saliendo del pequeño pueblo de Salazie, unos metros antes de que la carretera nos haga escoger entre ir a Hell-Bourg o a Grand-Îlet tenemos a mano derecha una amalgama de pequeñas cascadas que se juntan en una que recuerda a «el velo de una novia», de ahí su nombre. Es una de las postales más típicas de Salazie y, aunque no hay mucho sitio donde parar (es mejor dar la vuelta y aprovechar una anchura en el arcén) tenemos que hacerlo para disfrutar de una panorámica natural envidiable.

El velo de la novia (cascada de Salazie)

Hell-Bourg, ¿el pueblo más hermoso de Isla Reunión?

Tras una subida entretenida en coche desde Salazie entramos a una vieja estación termal donde la gente más acaudalada de La Reunión se construyó espléndidas casas criollas desde mediados del XIX a principios del XX. Tras un período de esplendor y otro de declive Hell-Bourg se ha convertido probablemente en el pueblo más bonito de Isla Reunión, así como base predilecta para buena parte de las rutas de senderismo en el circo de Salazie (muy buena la del bosque hasta el albergue Gîte de Bélouve y de ahí a las cascadas Trou de Fer, aunque requiere bastantes horas de caminata).

Circo de Salazie desde Hell-Bourg (Isla Reunión)

Un lugar en el que callejear tiene premio, aunque saliendo un poco a pie (hay info de trekkings en la Oficina de Turismo) nos encontraremos una visión del circo más frondoso, verde (y lluvioso) de la isla. Para los que no sean demasiado fans del senderismo queda seguir la ruta de las casas criollas para ver auténticos tesoros de madera coloreada y lambrequines sucumbiendo de los tejadillos. Es un imprescindible de todo viaje a Isla Reunión y aconsejo pasar aquí al menos una noche.

Casa criolla en Hell-Bourg (Salazie, Isla Reunión)

Grand-Îlet, el otro brazo de Salazie

Desandamos lo andado y justo cuando tengamos a la vista «el velo de la novia» tomamos otro camino hasta Grand-Îlet, un pueblo no tan extraordinario como Hell-Bourg pero mucho más interesante que el municipio de Salazie. Por ejemplo, tiene una de las iglesias más bonitas de la isla y la carretera al estanque Mare á Martin (ideal para un pic-nic tranquilo) es preciosa.También desde aquí salen numerosas rutas a pie (A La Roche Écrite o incluso un largo acceso al circo de Mafate), pero desde el coche las panorámicas que podemos alcanzar son tan fascinantes como mareantes.

La Gran Mare (Isla Reunión)

PERFIL ORIENTAL DE ISLA REUNIÓN

Detalles de Saint André

Tuve la mala suerte de llegar a Saint André desde Salazie (a 20 minutos) en un día de lluvia a más no poder, por lo que no pude hacer las visitas que me hubiera gustado como, por ejemplo, la plantación Vanille Roulof, de la que tenía buenas referencias. Pero en una de las localidades con más presencia de población hindú de La Reunión pude asomarme a su gran templo Le Colosse (aunque a éste no pueden pasar los no feligreses) y contemplar una preciosa mansión victoriana de madera como es la Maison Valliamée, declarada monumento histórico de la región.

Cascade Niagara

Antes de entrar a Sainte Suzanne nos desviamos a mano derecha y entramos por una serie de carreteras mal asfaltadas que atraviesan las plantaciones. Si seguimos las señales durante apenas cuatro o cinco kilómetros éstas nos conducirán hasta una cascada que, aunque tiene el nombre de Niagara no tiene nada que ver con las cataratas americanas. Es una cascada sin más, pero muy fotogénica y a la que mucha gente va a hacer escalada o darse un baño en los días soleados. Me parece un desvío bastante interesante que tiene un acceso extremadamente sencillo y por una vez hay donde dejar el coche bien aparcado.

Cascade Niagara (Isla Reunión)

Valle de Takamaka, una postal real de la isla de Parque Jurásico

Bajando por la N2 sentido Saint-Benoit, antes de llegar a esta ciudad, hay que desviarse por la D-53. Durante media hora no dejaremos de subir pasando una curva tras otra, pero os aseguro el resultado merece la pena. Al final del camino, justo donde hay una estación hidroeléctrica, y si la niebla y la lluvia no se pasan más de la cuenta, se encuentra el mejor mirador del Valle de Takamaka y sin discusión una de las más bellas panorámicas de naturaleza de toda Isla Reunión.

Panorámica del Valle de Takamaka (Isla Reunión)

El Valle de Takamaka según los expertos está entre los lugares con mayor índice de pluviosidad del planeta y lo raro es encontrarlo despejado, pero cuando se tiene la suerte de poderlo admirar bien da para estarse contemplando la escena y haciendo fotos durante mucho tiempo. Una sucesión de finas cascadas cae vertiginosamente por una colección de colinas de puro bosque nublado que a uno le recuerda todas esas imágenes de Isla Nublar, el escenario tropical de Parque Jurásico (aunque la película en realidad fue rodada en Costa Rica).

Valle de Takamaka (Isla Reunión)

Durante mi viaje cuando llegué por primera vez lo encontré totalmente tapado. Sólo se veía una pared de niebla densa y nada más. Bajé resignado a comer a Saint Benoit, pero cuando me dirigía a  otra parte cambié de sentido donde pude y volví a subir al valle. Entonces la tupida niebla desapareció y me regaló una de las visiones que más me impresionaron de la isla. El valle de Takamaka hace que merezca la pena cualquier intentona. Es absolutamente increíble.

Valle de Takamaka (Isla Reunión)

* Nota: De la central sale un sendero pero dada la cantidad de lluvia que cae resulta escurridizo hasta el extremo. Conviene mantener todas las precauciones y darse la vuelta si el terreno está impracticable.

Santa Rosa y Nuestra Señora de las Lavas

Sainte-Rose o Santa Rosa es una de las últimas localidades habitadas del oeste de La Reunión antes de llegar a Le Grand brûlé, un área kilométrica devastada por las lavas del volcán Piton de la Fournaise. De hecho ella misma ha sido víctima de las acometidas del volcán por medio de ríos de lava que llegaron hasta la playa en una fuerte erupción vivida en el año 1977. Una iglesia católica, Notre Dame des laves (Nuestra Señora de las lavas) conmemora la salvación milagrosa del templo así como de muchas casas del pueblo que vieron llegar las coladas de lava a sus puertas. De hecho para entrar al templo por el acceso frontal hay que descender por unas escalerillas siendo flanqueados por el magma solidificado que en tramos supera los dos metros altura.
Si continuamos bajando hacia el mar, ya sea caminando o en coche, se puede ver un bosque mezclado por las piedras de lava de la erupción del 77 que debió ser salvaje para llegar hasta allí.

Anse des cascades

A menos de dos minutos en coche por la N2 después de dejar la iglesia hay otro desvío a mano izquierda que dice «Anse des cascades». Anse quiere decir «ensenada» o «caleta», y la de Santa Rosa se trata de una de las zonas más bonitas de la costa oeste de Reunión. En este recodo que llega a ser una bahía en miniatura vienen a caer numerosas cascadas de las colinas de alrededor. Los locales vienen aquí de pic-nic o a pasar el día aprovechando semejante escenario. Merece la pena parar y relajarse contemplando numerosos saltos de agua apenas a unos metros del mar.

Anse des cascades (Isla Reunión)

Le Grand brûlé

La traducción literal de Le Grand brûlé es algo así como «la gran quemadura». Sentido tiene, si tenemos en cuenta que ocupa buena parte del sudeste de Isla Reunión, que es donde han ido a venir a lo largo de los siglos los ríos de lava más frecuentes del volcán Piton de la Fournaise. Es una vastísima extensión de lava petrificada reverderecida por el musgo y que llega hasta el océano. La carretera atraviesa un paraje absolutamente fantasmal que va señalando dónde fueron las principales coladas de los últimos cuarenta años.

Le Grand Brulé (Isla Reunión)

Este desierto de lava y soledad es una de las pocas zonas del litoral que no cuentan con ciudades o pueblos. Razón no falta, puesto que es una de las muchas erupciones que tiene el gran volcán el magma incandescente puede llegar hasta aquí y destrozar todo lo que tenga a su paso. En 2007 precisamente se vivió una de las erupciones más fuertes y devastadoras de Le Piton de la Fournaise y se pueden comprobar los efectos ocasionados por el recorrido imparable de las coladas de lava. Sólo una más de las que vendrán porque si algo tiene este volcán es que se encuentra más despierto que nunca.

Cascada Grand Galet (Langevin)

Más al sur que al este, muy cerca de Saint-Joseph (pero antes de llegar) desemboca el río Langevin. Persiguiendo su curso por una carretera que se adentra por un valle muy exuberante llegaremos a una de esas cascadas que podríamos quedarnos horas mirando completamente embobados. No es un salto sino varios a la vez que se mezclan en las sombras de una pared tan húmeda como rocosa. Es un lugar típico para hacer barranquismo e incluso bañarse en el río, habiendo quien incluso se tira al estanque que forma la propia cascada (aunque hay que conocer el camino para el que uno debe estar sorteando piedras y ramas, así que lo mejor es no liarse y seguir a un local que sepa).

Cascada Grand Galet (Langevin, Isla Reunión)

Grande-Anse

Una caleta pasado Saint-Joseph donde la playa parece de postal pero en la que debemos tener claro que sólo podemos conformarnos con hacer pic-nic, tumbarnos al sol o tomar fotografías. Aquí las corrientes marinas son bastante peligrosas y es sabido que mucha gente ha perdido la vida en esta parte de la isla (hay cruces y mensajes por los desaparecidos en la zona en los últimos años).

Grande-Anse (Isla Reunión)

Esto no quita que siga siendo uno de los parajes preferidos para venir familias de La Reunión a pasar el día o comer juntos en una explanada con hierba que hay entre la arena y los palmerales (Se come bien en los dos kioskos con que cuenta Grande-Anse, sobre todo el más apartado).

CAMINO AL GRAN VOLCÁN PITON DE LA FOURNAISE

Arranca en Bourg Murat una de las carreteras más fascinantes de la isla. Son 25 kilómetros desde esta localidad hasta Pas de Bellecombe, el mejor mirador del volcán Piton de la Fournaise al que se puede llegar con vehículo propio. 25 kilómetros de ascensos, cambios de paisaje y panorámicas que quitan el hipo. Si bien el gran volcán es la estrella de la isla, llegar hasta él es una de las partes más interesantes de todo viaje a La Reunión. Sobre todo si lo encontramos en plena erupción.

Bourg Murat

En esta localidad, donde nace la carretera hacia Le Piton de la Fournaise, se encuentra un importante y renovado museo que explica las particularidades no sólo del gran volcán sino que te pone en la pista de los conceptos más esenciales de la vulcanología. La Cité du volcan, antes conocida como La maison du volcan se trata de uno de los museos interactivos más visitados de la isla. Abre todos los días de 9:30 a 17:00 (los lunes a las 13:30) y su precio de entrada es 9€.
Pero en Bourg Murat su mayor atractivo es que empezamos a salvar desnivel para alcanzar por fin el gran volcán.

Nez de Boeuf

Tras subir por una carretera repleta de curvas empiezan a surgir bosques y miradores. En días despejados se aprecia perfectamente el Piton des Neiges (la montaña más alta de la isla) y las praderas están repletas de vacas y terneros. Si bien surgen muchos caminos y miradores, probablemente uno de los más bonitos de esta primera parte de recorrido hacia el volcán es Nez de Boeuf, con unas vistas privilegiadas hacia un profundo valle conocido como Rivière des remparts. La parada es imprescindible por su espectacularidad. Justo ahí precisamente se termina lo verde porque apenas un par de minutos más tarde empieza a vislumbrarse el territorio marciano.

Nez de Boeuf (Isla Reunión)

Cratère Commerson

Cuando el camino se parece cada vez más a las Cañadas del Teide en Tenerife (hay bastantes similitudes en esta parte de la isla) y hemos superado los 2000 metros de altitud la niebla se cuela levemente por la poca vegetación amarilla que surge de la tierra enrojecida. Nos van entrando muchas ganas de parar pero conviene esperar hasta ver un cartel que diga Cratère Commerson. Justo, en un espacio que hay para dejar los coches, hay que bajarse sí o sí. Y caminar apenas un minuto por un sendero. Veremos un gran cráter desde su borde. Al parecer fue el resultado de una de las erupciones más potentes de la Historia de las que Le Piton de la Fournaise fue responsable. Y, aunque se calcula que fue hace dos mil años, parece que la explosión fue ayer mismo.

Cratère Commerson (Isla Reunión)

Unos pasos más adelante, dejando el cráter detrás, hay un balcón natural de piedra desde donde tomar muy buenas fotos de los llanos de Plaine des Cafres y Piton des Neiges.

Plaine des Sables

Su nombre quiere decir «la llanura de las arenas». Nadie duda que Plaine des Sables recrea una de las postales más típicas del camino al volcán. Lo vemos venir nada más llegar a un acantilado. Justo debajo de él se expande como una enorme planicie de arena procedente de la escoria volcánica por la que pasa una carretera ya sin asfalto. Es el mejor preludio posible a la visitón definitiva de la parte más «viva» del volcán, de la que lo separan muy pocos kilómetros.

Plaine des Sables (Isla Reunión)

Esta alfombra de arena roja nos hace preguntarnos si en realidad estamos en una isla del Índico o en el mismísimo corazón de Marte. Porque más que terrestre, parece extraterrestre.

Pas de Bellecombe

El final de la carretera a la última caldera creada por Le Piton de la Fournaise ( L’Enclos Fouqué) nos lleva a su mejor mirador. Desde algo más de 2300 metros sobre el nivel del mar surgen no sólo senderos hacia los acantilados sino todo un balcón desde el que admirar el cráter Dolomieu y el pequeño Formica Leo. El Dolomieu es un cráter de los que impresionan, con casi un kilómetro de diámetro y una profundidad de 300 metros. Aunque nació allá por una de las erupciones del siglo XVIII se ha terminado de modelar en los últimos años, ya que esta caldera es la parte más activa del volcán.

Pas de Bellecombe (Piton de la Fournaise, Isla Reunión)

Hay un parking bastante grande, un albergue de montaña cercano (con restaurante) y un pequeño kiosko que hace de bar. Lo demás son barandillas de madera y mil ángulos diferentes para observar y fotografiar la parte más salvaje (y nueva) del volcán Piton de la Fournaise.
Una de las atracciones preferidas por los senderistas que viajan a Isla Reunión es subir el cráter Dolomieu y asomarse a sus profundidades, aunque es una marcha para la que hay que contar con 5/6 horas entre ida y vuelta. Conviene hacerlo muy temprano porque no hay sola sombra y, por supuesto, protegerse con gorra/sombrero, gafas de sol, crema de protección alta, así como llevar agua suficiente para el camino.

Sele en Pas de Bellecombe (Piton de la Fournaise, Isla Reunión)

Durante mi viaje no pude hacer este trekking (de dificultad media) puesto que el volcán estaba en erupción (aunque no la parte del cráter Dolomieu). Y siempre, sin excepción, prohíben los accesos al recinto más allá del Pas de Bellecombe.

Caminata hacia le Piton de Bert para ver una erupción en directo

Al coincidir con una erupción volcánica me interesé por saber el área desde el que se podría ver la explosión de lava (además de en helicóptero). Resultaba que entre Pas de Bellecombe y Plaine des Sables en un parking conocido como Foc Foc salía uno de los caminos que bordeaban el acantilado y desde el que se podía tener una visión privilegiada del nuevo cráter nacido el 24 de agosto de 2015 y que en octubre todavía expulsaba lava a raudales (actualmente esa erupción se da por finalizada). Por fortuna, haciendo una increíble marcha hacia la parte en erupción del volcán, logré llegar a admirar uno de los mayores fenómenos naturales que he presenciado en toda mi vida. Mejor os lo muestro en vídeo…

Para conocer si el volcán está en erupción (o si hay previsión próxima de ello) recomiendo esta página www.fournaise.info/ o esta otra www.ipgp.fr/fr/ovpf/actualites-ovpf. (Extraído del escrito con 50 consejos prácticos para viajar a Isla Reunión publicados en este blog).

Muy cerca del volcán:

+ El mirador de Bois Court a Grand Bassin

Desde Bourg Murat no hay más de 10 minutos en coche hacia Bois Court (en Plaine des Cafres). Aquí hay un mirador hacia Grand Bassin, una aldea aislada por carretera y a la que sólo se llega salvando un desnivel de más de 700 metros. Este es uno de los puntos donde obtener fotografías de una zona montañosa extraordinaria. Se cubre de nubes y niebla con facilidad, por lo que resulta aconsejable ir a primera hora de la mañana para verlo despejado y en su máximo esplendor.

Grand Bassin desde Bois Court (Isla Reunión)

+ Entre-Deux, el Hell-Bourg del sur

Desde Le Tampon (la localidad donde me alojé para recorrer el volcán y sus alrededores) es rápido y sencillo llegar hasta Entre-Deux, un bonito pueblo que, al igual que Hell-Bourg, conserva una buena cantidad de casas típicas criollas. Es ideal para ir a pasear y utilizarlo de enlace con una ruta de senderismo a Le Dimitile, una de las montañas que los esclavos huidos (marrons) de las plantaciones de azúcar tenían que sobrepasar para esconderse y vivir en libertad (así nació el pueblo de Cilaos, por ejemplo).

Casa criolla en Entre-Deux (Isla Reunión)

Lo ideal es hacer una visita a la oficina de turismo, en una casa antigua de madera pintada de verde, y preguntar por los lugares que ver por la zona. No es un lugar que aparezca demasiado reflejado en las guías y merece la pena.

CIRCO DE CILAOS

Destino final del marronage (este concepto se refiere a la aventura de los esclavos negros que huyeron de la explotación para ser libres en una zona suficientemente escondida), esta caldera rodeada de montañas tiene para acceder una de las carreteras preferidas por quienes nos gusta mucho conducir. Dicen que para llegar desde Saint-Louis al pueblo de Cilaos hay que pasar por más de cuatrocientas curvas. Y no es una exageración. A la sombra de Le Piton des Neiges, la montaña más elevada del Océano Índico con 2070 metros, surge un panorama extremadamente idílico donde la red de senderos de menor a mayor exigencia se cuenta por decenas. De hecho el objetivo de muchos que llegan a Cilaos es estar en la cima del Piton des Neiges al amanecer (aunque aseguran que la marcha es un rompepiernas), el volcán dormido con el que nació La Reunión hace dos millones de años.

Paisaje del Circo de Cilaos (Isla Reunión)

He aquí algunos rincones accesibles para todos a tener en cuenta de la zona:

Cilaos

Un pueblo coqueto al que llegaron en el siglo XIX, y no exentos de dificultades, los esclavos que se habían escapado de las plantaciones. Justo en el centro del circo cuenta con cierta actividad turística y algunos hoteles interesantes (Yo me quedé en el Hotel des neiges, uno de los más famosos de la zona y con una calidad/superior a la media de la isla). En cierto modo, como Hell-Bourg se convirtió más tarde en una especie de estación termal y de descanso, lo que también permitió que se realizaran construcciones interesantes. Su gran iglesia de estilo modernista contrasta con las montañas. Posee un pequeño estanque (Mare à Joncs) con barquitas y fuentes funcionado donde uno cree estar en la misma Suiza.

Cilaos (Isla Reunión)

La Roche Merveilleuse

Detrás de la iglesia de Cilaos surge un sendero que sube y sube que, tras tres cuartos de hora aproximadamente, lleva a un precioso mirador desde donde se comprende perfectamente cómo es este circo (geológicamente hablando una vez más). Pero también se puede llegar en coche tomando la carretera hacia Bras-Sec y desviándonos a mano izquierda nada más ver un cartel indicativo. Ahí el único esfuerzo que tenemos que hacer es subir unas escalerillas en dos etapas. La recompensa no puede ser mayor, con una panorámica excepcional de esta vieja caldera y Le Piton des Neiges a nuestras espaldas (cuando no está nublado, algo muy habitual sobre todo cuando llega la tarde).

Circo de Cilaos (Isla Reunión)

El bosque de las criptomerias de Mare-à-Joseph

En Isla Reunión muchas zonas devastadas por el fuego (cosa que ocurre poco porque llueve de manera abundante), la tala indiscriminada o, sobre todo, por los ciclones, se empezaron a repoblar hace décadas con criptomerias japonesas. Este árbol hermanado con las secuoyas y de crecimiento rápido se ha convertido en un símbolo muy reunionnais y, no es raro encontrárselo en bastantes lugares de la isla. Como, por ejemplo, en Mare-à-Joseph, un tupido bosque cerca de Cilaos y apenas un par de minutos después de dejar atrás La Roche Merveilleuse en sentido Bras-Sec. Allí todo está tapizado del verde de altísimas criptomerias a las que aún les faltan años para seguir creciendo. Hay zonas para caminar o hacer pic-nic.

La carretera panorámica de Ilet-à-Cordes

De Cilaos a Ilet-à-Cordes no habrá más de 14 kilómetros por la carretera D242. Pero os aseguro que se trata probablemente de una de las rutas en coche más espectaculares de Isla Reunión. Para llegar a este punto hasta hace nada aislado se sobrepasa el vértigo y las buenas vistas a base de paradas y más paradas. La mejor se encuentra apenas a cinco minutos antes de llegar a Ilet-à-Cordes, puesto que te pone delante una imagen espectacular de Le Piton des Neiges y un paisaje alpino sublime que nos hace preguntarnos si estamos en Suiza, Canadá o en una diminuta isla del océano Índico.

Paisaje de Cilaos (Isla Reunión)

Además en Ilet-à-Cordes comprenderemos qué es estar «colgado» de un acantilado. Lo de «cordes» además viene de las cuerdas que utilizaron los esclavos negros para acceder a este lugar y no ser capturados por los cazadores de hombres enviados por sus despiadados dueños (así eran llamados antes de la abolición de la esclavitud a mediados del siglo XIX) para traerlos a su presencia vivos o muertos.

Sele en Cilaos (Isla Reunión)

Nota sobre el ascenso a Le Piton des Neiges

Es probable que tres de los trekkings más famosos de Isla Reunión sean el cráter de Dolomieu en Le Piton de la Fournaise, las tres cascadas Trou de Fer en el circo de Salazie y, casi por encima de ellos, la subida a Le Piton des Neiges. Cilaos recibe a no pocos senderistas que intentan el ascenso a la montaña más alta del Oceáno Índico (3070 metros) con el objetivo de ver amanecer desde allí. El punto de partida está en un pequeño parking apenas a un par de kilómetros de Cilaos conocido como Le Bloc (poco después de pasar La Roche Merveilleuse y camino al bosque de criptomerias). Allí comienza una ruta de ida en la que hay que salvar aproximadamente 1700 metros de desnivel. Dado lo fatigoso que es el camino, éste se suele hacer en dos etapas (cada una de tres horas) con un intermedio para dormir en el Refugio de la caverne Dufour (conviene reservar sitio con antelación y no subir sin tener segura una cama) y salir al día siguiente no más tarde de las 3:00 am para estar justo a la salida del sol. El descenso se hace en menos tiempo (4-5 horas) y aunque la dificultad de la marcha a Le Piton des Neiges es media, está catalogada como una de las más exigentes (y si no estamos muy acostumbrados o entrenados, hay que contar con agujetas para los días sucesivos). No conviene subir si las previsiones meteorológicas no son buenas, ya que además de tardar mucho más tiempo no se vería más que niebla desde la cumbre.

Piton des neiges (Cilaos, Isla Reunión)

Para los más perezosos la opción de sobrevolar Isla Reunión en helicóptero sigue siendo la más fácil y cómoda (también cara, entre 260 y 320€) para pasar por la cima del gran Piton des Neiges.

LA COSTA OESTE DE ISLA REUNIÓN

El lado oeste de la isla es probablemente el más concurrido por los turistas franceses y extranjeros. Saint-Gilles es, algo así, como la Marbella de La Reunión y uno de los destinos de playa más solicitados. A su lado Boucan Canot se ha puesto de muy de moda hasta contar con una de las mejores playas de la isla y un ambiente más chic. Este área, que es la que recoge menos lluvias que vienen del oriente y las atrapa directamente le Piton des Neiges, tiene una orografía a priori más seca. Habría que ir hasta el circo de Mafate (el más aislado y menos accesible de Isla Reunión) para volver a la dinámica paisajística vista en otras regiones de la isla. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj y partiendo de la capital sureña, Saint Pierre, anotamos varios lugares a ser tenidos en cuenta en este viaje que se va acercando a su fin.

Saint Leu

A Saint Leu dicen la «capital del parapente» en Isla Reunión. Sin duda porque su entorno es el más apropiado para practicar este deporte de altura puesto que cuenta con las condiciones geográficas y climatológicas para el mismo (supera los 300 días aptos para el paragliding). Hay multitud de empresas que ofrecen estos vuelos desde 65 euros hasta los 100 euros en función del recorrido y los minutos de planeo (que pasan fácilmente de los 30). El punto idóneo donde saltar y donde la mayor parte de las empresas llevan al cliente es Colimaçons, una población a 800 metros de altitud con una explanada perfecta para iniciar esta adrenalítica experiencia.

Tortuga marina de Kélonia (Isla Reunión)

Asímismo Saint Leu cuenta con el Observatorio Kélonia de tortugas marinas, la mayor parte de ellas criadas en el centro o rescatadas heridas y maltrechas por la tan dañina pesca de arrastre. No es un acuario al uso, ya que hasta el momento han devuelto a la mar a decenas de tortugas de las que se está estudiando su recorrido y comportamiento. Los niños, desde pequeños, se conciencian con el daño que la basura que se arroja al mar hace a estos preciosos animales mientras los observan en inmensos tanques de agua transparentes. Y se puede llegar a ver crecer a estas tortugas hasta su regreso al océano, donde cada vez cuentan con mayores amenazas (Precio 7€, abre todos los días de 9:00 a 18:00).

Saint-Gilles les bains

Podría decir de Saint Gilles que es el lado más banal, impersonal y zafio de Isla Reunión. Puede ser quizás porque no era el tipo de lugar que andaba buscando. Porque no sabía si estaba en La Reunión o en un club de playa de cualquier lugar del mundo. Y para más inri sus playas tenían prohibido el baño hasta nueva orden debido a los muchos ataques de tiburones sufridos en los últimos años. Ruidosa, sin ese espíritu criollo que sí encontré en las montañas o en otras zonas de costa e inexplicablemente cara.

Playa Roches Noires de Saint Gilles (Isla Reunión)

Tuve allí mi hotel (una habitación individual con baño compartido por nada menos que 50 euros diarios) como base para explorar la zona. Una vez instalado hice varias excursiones (Mafate y una en la que retorné al sudeste para ver la cascada Grand Galet en Langevin) y un snorkeling con delfines desde el puerto con el que redondeé este viaje a Isla Reunión (y de junio a septiembre uno puede bañarse también con ballenas).

Delfines en Isla Reunión

Nota: Desde Saint Gilles salen la mayor parte de los helicópteros o avionetas con los que sobrevolar Isla Reunión. Corail y Helilagon tienen sus helipuertos al norte de la ciudad. Otra base importante suele ser Saint Pierre (sobre todo para aviones ultraligeros).

Volcán Piton de la Fournaise a vista de helicóptero

Boucan Canot

Una de las pocas «playas de postal» de la isla está en Boucan Canot, apenas a un par de kilómetros de Saint Gilles. De hecho está considerada la playa más inn y pijotera de La Reunión. Pero, en la actualidad salvo en una pequeñísima porción de la misma, está prohibido el baño. Así que sólo da para unos Gin Tonics en una terraza a ritmo de Chill Out (y no precisamente baratos).

Le Maïdo (el balcón del circo de Mafate)

El tercer circo de Isla Reunión es Mafate. Pero, a diferencia de los de Salazie y Cilaos, a éste únicamente se puede acceder a pie utilizando una red de senderos angostos. Se considera una de las zonas habitadas más aisladas de cuantas pertenecen a la Unión Europea (Porque, a pesar de estar cerca de Madagascar, la Isla Reunión es tan francesa como el himno de La marsellesa). Pero por fortuna al mejor mirador que tiene Mafate se puede llegar con vehículo propio desde Saint Gilles (tras una hora de una carretera repleta de curvas). A este lugar se le conoce como Le Maïdo y, junto al Pas de Bellecombe (Piton de la Fournaise), se trata del «observatorio panorámico» más visitado en toda la isla. Y no es para menos porque las vistas son deslumbrantes.

Mafate desde Le Maïdo (Isla Reunión)

Desde Le Maïdo hay muchos caminos para hacer trekking (incluyendo dentro de Mafate) y los domingos se llena de locales y turistas que vienen además de a disfrutar de las vistas, a comer de pic-nic en una mesa de campo. Lo malo que tiene es que el sol está de cara por la mañana, pero si vas tarde el riesgo a que se cubra de nubes por completo se multiplica. Y cuando hay nubes en Le Maïdo no se ve absolutamente nada. Ni lo que hay a dos metros.

Sele en Le Maïdo (Isla Reunión)

Un consejo: Si se va por la mañana, al descender por la ruta 430 veremos desde la ventanilla izquierda un restaurante local excelente llamado Au Petit Gourmet. Es uno de los mejores y más reconocidos establecimientos donde probar la deliciosa cocina criolla. Las carnes con cari y vainilla están para chuparse los dedos. Bueno, bonito y barato.

Mercado de Saint Paul

La ciudad más importante y poblada del este es Saint Paul, a la que pertenecen Saint-Gilles, Boucan Canot y compañía. La ciudad en sí no tiene apenas interés salvo el gran mercado local que se monta frente al mar (Quai Gilbert) los viernes y sábados por la mañana. Frutas, verduras, especias, artesanía y muchísima gente de la isla, con lo que eso supone. Aquí se puede disfrutar completamente del mestizaje que hace de La Reunión un destino tan especial.

PERO ISLA REUNIÓN DA MUCHO MÁS DE SÍ…

Estos han sido los lugares que tuve la suerte de conocer durante mi viaje a Isla Reunión. Pero son muchos los que quedaron en el camino. Fueron 1200 kilómetros realizados en un coche de alquiler a lo largo de diez días (comparar precios de coches de alquiler en el aeropuerto). Que teniendo en cuenta el tamaño de la isla tiene su mérito. Pero La Reunión es tan sorprendente que las opciones para disfrutarla se multiplican. Y cuando uno sigue haciendo planes tiene ya que marcharse con la música a otra parte.

Sele en Le Piton de la Fournaise (Isla Reunión)

Al regreso queda todavía una de las mejores partes del viaje, escribir sobre él. Y preparar nuevas aventuras. En eso estoy precisamente ahora, a una semana vista de aterrizar en Myanmar, mi próximo viaje. Pero esa… es otra historia.

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