La comarca de Cervera, más conocida como la comarca o el territorio del Valle del Alhama-Linares, afluente y subafluente del río Ebro por la margen derecha, se ubica en el extremo más suroriental de La Rioja. Y, a pesar de ser una de las zonas más desconocidas y despobladas en La Rioja Baja u Oriental, bien justifica una escapada para recorrer con calma algunos de sus atractivos más interesantes que van desde una inmensa ciudad celtibérica amurallada (Contrebia Leucade) con su propio foso y casas rupestres en los cortados rocosos, hasta una recopilación de miles de huellas de dinosaurio en el entorno de Igea, pasando por el imponente castillo medieval de Cornago o una mina de piritas única en su especie en Navajún. Con opciones para hacer senderismo, cruzar paisajes inverosímiles en bicicleta de montaña y pernoctar en un alojamiento rural donde deshacerse por completo del estrés.

Para ayudar a preparar este viaje por la comarca, he seleccionado cinco claves o lugares que ver en el Valle del Alhama-Linares de cara a cerrar una ruta de lo más variada y pintoresca de cuantas ofrece La Rioja Baja.

Comarca de Cervera, un mundo por descubrir en los valles de los ríos Alhama y Linares

La Rioja abarca en cuanto a superficie alrededor de 1% de España, siendo la Comunidad Autónoma de menor tamaño en el país después de Baleares. Pero puede considerarse entre las más ricas en cuanto a diversidad paisajística, arquitectónica y cultural se refiere. En unos pocos kilómetros, o lo que viene siendo un abrir y cerrar de ojos, el visitante puede pasar de dar pedaladas en una llanura completamente verde a estar en un pueblo de montaña acariciando la nieve. O de encontrarse en pleno idilio con la historia y el arte en el triángulo cultural de La Rioja (Nájera – Santo Domingo de la Calzada – San Millán de la Cogolla con los monasterios de Suso y de Yuso) a estar practicando enoturismo en la cuna de una de las Denominaciones de Origen de vino de mayor prestigio en todo el mundo. O cambiar completamente de tercio después de esquiar en Valdezcaray (Sierra de la Demanda) para, por más tarde, comerse un cochinillo en el Valle de Ocón.

Otro aspecto positivo de viajar a La Rioja tiene que ver con que aún quedan muchos lugares a los que no les ha alcanzado la fama y continúan conservando cierta autenticidad y candidez. Basta con desplazarnos al extremo más suroriental de la provincia, un territorio fronterizo con Navarra, Aragón y Soria, para alcanzar lo que se conoce como la Comarca de Cervera o del Valle del Alhama-Linares. Entre las faldas de las sierras de Alcarama y de Yerga, ambos ríos vertebran un territorio enormemente erosionado en el cual hoces y barrancos flanquean el paso de quienes deciden internarse en este portento paisajístico de cortados rocosos, huellas de dinosaurio y largas avenidas donde los almendros refulgen cada primavera.

La capital de la comarca es Cervera del río Alhama, atravesada por la Vía Verde del Alhama, una de las mejores propuestas de senderismo y BTT de la región. Y con un patrimonio a tener en cuenta como, por ejemplo, las iglesias de Santa Ana y San Gil, ambas catalogadas como Bien de Interés Cultural, las ruinas de un viejo castillo musulmán o varios puentes de piedra atravesando el río Alhama. Sin olvidar las icnitas o las alpargatas. Sí, lees bien, pues a Cervera se le atribuye ser la capital de la alpargata en España. Cuenta el pueblo con varios centros de producción e incluso su propio museo.

¿Qué ver en el Valle del Alhama-Linares? 5 lugares o consejos clave para visitar la comarca

No cabe duda de que este pedacito de La Rioja Baja ofrece propuestas suficientemente interesantes como para forjar una ruta extraordinaria y diversa, una escapada rural de nivel y sorpresa asegurada, por una de las comarcas más desconocidas e inesperadas de la región. Para muestra aquí van cinco lugares fabulosos que justifican por sí solos la visita:

Contrebia Leucade, una gran ciudad celtíbera a orillas del río Alhama

En la pequeña pedanía de Inestrillas, la cual forma parte del municipio de Aguilar del río Alhama, se erige un complejo arqueológico conocido como Contrebia Leucade del que podemos afirmar sin riesgo a equívoco que se trata del yacimiento mejor conservado y de mayor espectacularidad en La Rioja (y de los más completos de España). Una ciudad celtibérica que supera los dos mil años de antigüedad y donde, además de ser un estandarte de los pueblos indígenas en el tercio norte peninsular, suma huellas tanto romanas como visigóticas. El arqueólogo José Antonio Hernández Vera, la persona que más ha investigado, profundizado y difundido en este conjunto milenario, y con quien tuve el honor de recorrerlo a fondo, asegura con rotundidad que se trata de una ciudad fortificada en toda regla situada en un enclave estratégico comunicado con otra ciudad mucho más conocida, Numancia. Y, aunque apenas se ha logrado excavar un 10% de la misma (es posible que incluso menos) su riqueza y valor es evidente. Sólo hay que posicionarse junto al río Alhama para observar la doble muralla, celta y romana, esta última con gruesos torreones circulares que se han recuperado en los últimos trabajos realizados en el yacimiento.

Tras los muros acontece una sucesión de callejuelas (donde aún se aprecian las huellas de los carros que las transitaron miles de años atrás) con hileras de casas que aprovechaban los cortados para excavar las despensas, auténticos espacios rupestres que delimitaban viviendas rectangulares de dos plantas, algunas de las cuales contaban hasta con su propio lagar, muestra de que en suelo riojano se lleva haciendo vino mucho tiempo.

Calle a calle, casa a casa, se puede discernir sobre la grandiosidad de esta ciudad, aunque la mejor idea para darse cuenta de las dimensiones de la misma se obtiene cuando, caminando hasta el límite sur de Contrebia Leucade, el visitante se topa un foso perfectamente tallado de setecientos metros de longitud y una anchura de entre siete y nueve metros con más de ocho metros de profundidad. Sobre el mismo continúa una línea de murallas, aunque los habitantes de la «ciudad blanca» (uno de los posibles significados de «Contrebia Leucade») aprovechaban también la verticalidad de los riscos adyacentes como defensa. Si bien es en el lado opuesto, junto al río Alhama, donde podían contar con mayor vulnerabilidad, razón por la que el extremo norte se halle poderosamente amurallado.

Otro de los lugares esenciales del yacimiento es el pozo, cuyas escaleras llevan hasta la mismísima capa freática del río para poder obtener agua durante los asedios.

No se debería terminar la visita al yacimiento arqueológico sin acercarse al corazón de Aguilar de Alhama y acceder al Centro de Interpretación de Contrebia Leucade, donde se exponen muchos de los hallazgos (armas, cerámica, utensilios, etc.) obtenidos en las excavaciones. Viene todo magníficamente explicado para comprender lo que se ha visto en la ciudad celtíbera y existe, en la segunda planta, un recorrido a través de las sensaciones donde entre luces, sonidos, efectos, olores y texturas, poder introducirse en la antigua ciudad amurallada. Y, sobre todo, en una época no muy conocida de nuestra propia Historia. Ideal, además, para visitar con niños por su elevado nivel de interactividad.

Viaje al tiempo de los dinosaurios en Igea

Hace más de cien millones de años, el área de La Rioja era todavía un área bañada por aguas pantanosas y poco profundas pertenecientes al mar de Tethys, la cual estuvo habitada por numerosas especies de dinosaurios. Era, por tanto, un lugar de caza para ellos porque las condiciones del terreno así como su posterior evolución permitieron conservar incontables muestras del pasado en que los grandes saurópodos dominaban la Tierra. De ahí que La Rioja sea uno de los destinos principales no sólo de España sino de Europa para perseguir icnitas (huellas de dinosaurio) impregnadas en los roquedos. Y si Enciso, en la Comarca de Arnedo, se trata del lugar más conocido para los amantes de los dinosaurios en suelo riojano, el Valle del Alhama-Linares no se queda atrás en absoluto, sobre todo en Igea, donde se pueden visitar diversos yacimientos de gran interés para admirar huellas de distintas especies de saurios.

Un buen ejemplo es la Era del Peladillo, con cerca de dos mil icnitas, y considerado el yacimiento de la región con mayor número de huellas en un solo lugar. Así como los restos de un árbol completamente fosilizado.

Aunque nada mejor que comenzar en el Centro Interpretación Paleontológica de La Rioja situado en el corazón del municipio de Igea (C/ Mayor, 10) para darse cuenta de la magnitud del área y comprender la razón por la que han llegado hasta nosotros tantos rastros con millones de años de antigüedad. Destaca, entre otras muchas cosas, una pata completa (y enorme) de Baryonyx, un gran depredador que habitaba, por tanto, este territorio durante el Cretácico. Un hallazgo único, pues sólo se había encontrado hasta entonces un solo esqueleto en Surrey, Inglaterra.

Por supuesto en Igea hay más atractivos que los relacionados con aspectos paleontológicos. Como ejemplo, el espectacular Palacio del Marqués de Casa Torre, una residencia del siglo XVIII en estilo florentino donde destaca su impresionante fachada asomada al río Linares, con cinco plantas, todas ellas con simétricas galerías compuestas por arcos de medio punto.

Cornago y el castillo de los Luna

En plena Sierra de Alcarama se alza uno de los pueblos más bellos de La Rioja. Visitar Cornago significa callejear por un trazado medieval dotado de encanto y sencillez, para ascender a un castillo del siglo XII (levantado sobre una fortificación anterior) que fue para los Señores de Jubera y Cornago, la familia Luna, una de las estirpes más importantes del Reino de Castilla. Su situación prácticamente en la triple frontera castellana, aragonesa y navarra, convirtieron a Cornago en un núcleo estratégico durante siglos.

El castillo de los Luna constituye, por supuesto, uno de los reclamos turísticos más importantes de esta bellísima población riojana. Tampoco hay que perderse la iglesia de San Pedro Apóstol, desde la cual además se pueden disfrutar de unas vistas prodigiosas del pueblo. El emplazamiento es, igualmente, soberbio, otro de los regalos que supone pisar el empedrado de Cornago. Perdiéndose entre callejuelas, ermitas y algunas fachadas imponentes.

Además muy cerca, apenas a tres kilómetros de la villa, el yacimiento de Los Cayos permite también ver un buen número de icnitas. Incluso en uno de los costados del castillo hay unas rocas donde es posible observar otras huellas de dinosaurio. ¡En pleno núcleo urbano! Pocos lugares del mundo pueden decir eso, no tengo ninguna duda.

Senderismo o bicicleta en el Camino Verde del Alhama

Una de las rutas de senderismo más atractivas de La Rioja es el conocido como «Camino Verde del Alhama» el cual, a lo largo de poco más de una docena de kilómetros, comunica Cervera del río Alhama (empieza a la altura del balneario de La Albotea) con Aguilar del río Alhama. Permite disfrutar de un entorno natural de cortados calizos de formas muy diversas con hermosas choperas, alamedas, conjuntos de almendros y huertas junto al curso fluvial. Y pasa además por uno de los hitos de toda ruta por el Valle del Alhama que se precie, el yacimiento celtibérico ya mencionado de Contrebia Leucade.

También permite vislumbrar otras construcciones altomedievales en los riscos que se hallan dentro de la pedanía de Inestrillas. Por no hablar de que es una zona donde sobrevuelan grandes grupos de buitres que encuentran en la comarca el hábitat perfecto para anidar aprovechando su escarpado relieve.

Hay quien lo hace a pie, aunque se ha convertido en un clásico para los amantes de la bicicleta de montaña, pues se trata de una ruta BTT ideal sin demasiados desniveles.

Mina de Pirita en Navajún, un referente de la minerología a nivel mundial

Un yacimiento descubierto en 1965 en plena Sierra de Alcarama convertido en un referente de la minerología no sólo española sino a nivel mundial. Hablamos de la mina a cielo abierto de pirita de Navajún «Ampliación a Victoria». Muy valoradas por la excepcionalidad de sus características minerológicas. De hecho para no pocos expertos y coleccionistas, las piritas obtenidas en estas minas son «las más perfectas del mundo». Tanto que se trata de una actividad para todas las edades (idea para hacer en familia) donde uno puede convertirse en minero por un día, llegando incluso a utilizar el martillo del geólogo, hacer cribados y extraer las piritas de la explotación.

La visita a la mina se puede hacer de lunes a sábado (domingos cerrado) en distintas modalidades (8:00 a 14:00). Una visita cultural, otra en la que ser «minero a jornada completa» (7 horas de duración) y otra a media jornada (3,5€). Para reservar hay que llamar al teléfono 941 197 076 o escribir al correo electrónico pedro@piritasdenavajun.com. Para retirar las entradas hay que estar 15 minutos antes de la hora establecida en el acceso del pueblo de Navajún, concretamente en la ermita de Santa María de Atisca. Más información actualizada en www.piritasdenavajun.com.

¿Dónde dormir?

Durante mi estancia fui a pernoctar en el pequeño municipio de Muro de Aguas, ya dentro de la comarca de Arnedo, pero a escasa distancia de Cornago y cerca de muchos de los lugares aquí mencionados. La Casa Rural Muro de Aguas (www.murodeaguas.com) es ideal para utilizar de base para explorar no sólo el Valle del Alhama-Linares o la comarca de Arnedo sino muchos de las localizaciones esenciales de La Rioja Baja. Se sitúa un pueblo muy pequeño, con ruinas de un castillo próximas y múltiples rutas de senderismo alrededor.

Un espacio amplio, rústico y extremadamente tranquilo. Cumple todas las premisas para considerarse un lugar excepcional de desconexión.

Más motivos…

Haber sido declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO en 2003 o ser Destino Starlight por sus deliciosos cielos estrellados son algunos motivos más para no dejarse caer por el Valle del Alhama-Linares. Motivos que añaden alicientes para considerar viajar a esta comarca de la Rioja Baja u Oriental donde existe la sensación de que todo está por hacer. Y por disfrutar.

Sele

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