Uzbekistán y Repúblicas Bálticas: Comienza el espectáculo
Centellean las cúpulas de Samarkanda, se oyen los cantos en los minaretes de Bukhara, las murallas de Khiva parecen más fuertes que nunca y los pastores se alejan del calor del desierto con sus rebaños para que pasten junto al Río Oxus, ahora Amu Daria. Ahora sí que sí, el Gran Viaje del verano ha comenzado. Uzbekistán, el corazón de la Ruta de la Seda, late con la sangre de los Marco Polo, Tamerlán, Ibn Battuta, y se pasea con el alma de las caravanas y camelleros que un día surcaron ese camino en el que se hicieron transfusiones de sabiduría tanto o más que de mercancías. Nuestros pies buscan también posarse sobre este lugar que se rompe en la Historia del mundo mezclada en este lejano rincón de Asia Central. Pero no todo acaba allí, ya que la emoción de bifurcará en una última semana recorriendo las Repúblicas Bálticas, esos países de la ex-Unión soviética que brillan con luz propia que siempre se pronuncian al unísono y en el mismo orden: Estonia, Letonia o Lituania. Dos viajes, dos aventuras y mil retos viajan en el interior de nuestras mochilas.
No sabéis qué alegría me da deciros que esta es una realidad, que hasta que termine el mes de julio no se hablará de regresar sino de aprender de otras personas, de otros modos de vida, de lo que supone perderse dentro de las huellas de la propia Historia.
1ª ETAPA: UZBEKISTÁN
Lo mejor será que separemos este viaje en dos grandes etapas. La primera y más inmediata (en tiempo no en distancias) será de dos semanas (10 al 24 de julio) en Uzbekistán, el país de Asia Central independiente de la URSS desde hace ya 20 años, reconocible por ser una amalgama de culturas y saberes de aquí y de allá, de Oriente y Occidente. Cuatro ciudades Patrimonio de la Humanidad (Samarkanda, Bukhara, Khiva y Shakhrisabz), un ancho desierto como Kyzyl Kum, el Río Amu Daria, el extraño caso del Mar de Aral, las últimas yurtas en territorio uzbeko, la pose soviética que huele a vodka y a té, y la sombra de los mercaderes fantasmales del pasado… Son muchas las cosas las que ver, sentir y expresar en este país que tiene sus puertas abiertas al extranjero, al igual que las tuvo en tiempos de Marco Polo y en que los nómadas se refugiaban del polvo y el calor con sus camellos en viejas fondas de barro.
¿QUÉ VEREMOS?
En la cabeza fluyen un montón de ideas y de rincones soñados que van a pasar a ser realidad. Vamos a plasmarlas en un recorrido totalmente abierto, ya que como en los últimos viajes, éste se caracteriza por haber sido dejado en las manos de la improvisación, del dejarnos llevar por el hechizo de las ciudades y caminos. Arribaremos a la capital, Tashkent, y desde allí iniciaremos una ruta de ida y vuelta que aún no tiene fechas concretas ni estancias establecidas. Simplemente eso, ideas….
Un recorrido probable a priori nos llevará en tren desde Tashkent (llegamos el lunes 11 de julio, ya que el domingo pasaremos la tarde noche en Riga) a la ciudad de Samarkanda, infundada por un mar de mezquitas y madrasas, y la Plaza más hermosa de Asia Central (el mítico Registán). Sólo pronunciar su nombre, se invocan un millón de historias alrededor de un fuego nacidas más lejos de lo que pudiéramos imaginar.
De aquí dudamos en ir a Shakhrisabz, la ciudad que vio nacer a Tamerlán, que fue como un Genghis Khan a la uzbeka, conquistador y titular de un inmenso Imperio (el Timúrida), que sometió a casi toda Asia Central. Las ruinas de su Palacio, arqueología puro al sur de Samarkanda y una opción a tener en cuenta para una excursión de un día.
Seguro será nuestro paso por Bukhara (también llamada Bujará), siempre asociado a Persia y considerado como el centro musulmán más importante de Asia Central. Su casco histórico es también Patrimonio de la Humanidad y quien ha estado reconoce en esta una ciudad que quita el aliento. Trataremos de pasar aquí como mínimo un par de días. Su estructura medieval, sus palacios y mausoleos serán ideales para dejarnos perder.
De aquí seguro pasaremos a Khiva (también llamada Jiva), cuya ciudadela de Itchan Kala era una de las joyas que veían los viajeros que encontraban este oasis en medio del desierto. Una ciudad pequeña muy de las Mil y una noches donde volveremos a enamorarnos de las estrellas y de sentirnos viajeros dentro de una ruta milenaria.
Después, de una forma u otra, trataremos de llegar a otro lugar con sabor a remoto y desde las últimas décadas, a desastre, a soledad… el Mar de Aral. Un lago desecado por las locuras rusas (desviaron el curso de los ríos que lo alimentaban para hacer «regadío» en pleno desierto) que dejaron cientos de barcos varados y oxidados y ciudades muertas. Donde había puertos sólo hay tierra seca y desolación. Probablemente uno de los mayores desastres ecológicos de la historia en plena República Autónoma de Karakalpakstan y donde llegar será toda una aventura.
Y para después, ¿quién lo sabe? Será un largo retorno a Tashkent, quizás utilizando otras vías. Tenemos interés en algunos fuertes (probablemente Ayaz Qala) o en ver las yurtas en las que aún habitan algunos kazajos nómadas. Pero eso nos lo dirán las ganas, el camino y el dónde nos lleve el viento.
Sólo tenemos reservado hotel para la primera noche en Tashkent, el Retro Palace. Nada más. Mochilas al hombro iremos diseñando nuestra propia historia en Uzbekistán. Mucho mejor!
2ª ETAPA: LAS REPÚBLICAS BÁLTICAS (ESTONIA-LETONIA-LITUANIA)
El domingo 24 de julio llegamos a Riga (Letonia) a las 7:00 de la mañana prodecentes de un vuelo tomado en la capital uzbeka. Esta ciudad, que pisé por primera vez hace seis años, la visitaremos juntos durante ese día, ya que al siguiente Rebeca vuelve Madrid, y yo me quedo solo por aquellos lares norteños. He alquilado un coche en el que me moveré por las Repúblicas Bálticas. Además de las capitales (Riga-Tallin-Vilna), aprovecharé para indagar en lugares que iré señalando en el mapa de carreteras que llevo conmigo en la mochila. Aprovechando que la luz del Sol se pone muy tarde, me moveré en una ruta aún no decidida en la que hay ciertos nombres que trataré de hacer seguros tales como el castillo de Trakai o la Colina de las cruces.
Cuadro de la ciudad estonia de Tallin
No hay alojamiento a la vista aquí tampoco. Si en Uzbekistán regirá la improvisación como norma, en las Bálticas lo hará a la enésima potencia.
Tengo muchísimas ganas de conocer Tallin, de descubrir pueblos pequeños y parques naturales en medio de un verano en estas tierras septentrionales en los que la magia de la luz preside todos los actos.
¡ESTAREMOS EN CONTACTO!
Como cada año, como en cada viaje, trataré de conectarme a internet en algunas ocasiones para poder iros contando cómo van las cosas. Lo haré a través de tres medios distintos:
+ En los Comentarios que podréis ver sujetos a este post. Será donde haya más información y cuelgue más imágenes.
+ En nuestro canal de Facebook.
+ A través de Twitter. Mi usuario es @elrincondesele.
Me parece increíble que esté de nuevo hablando del Gran Viaje del verano, el undécimo seguido tratando de saborear las mieles de nuestro Planeta. Ayer fue un sueño, ahora una realidad, y al regresar un recuerdo imborrable.
Lo mejor de todo es que… comienza el espectáculo.
Hasta pronto!!! Que Marco Polo nos protega!!
Sele
PD: Aunque ya lo he comentado en las Redes Sociales, el relato que contiene tres historias distintas partiendo del Aeropuerto belga de Charleroi y que se titula «Charleroi Connection» ha sido uno de los ganadores del Concurso organizado por la Oficina de Turismo de Bélgica.
47 Respuestas a “Uzbekistán y Repúblicas Bálticas: Comienza el espectáculo”
Hola Sele !!
Cómo mola !! el viaje que váis a hacer por Uzbekistán, que poquita gente ha estado por ahí y las Repúblicas Bálticas. Que todas los sueños y esperanzas en el viaje se cumplan.
Ya sabes que estaré muy pendiente de vosotros.
Un abrazo y un beso para Rebeca, bueno vale y si quieres otro besín para ti Sele.
Mucha suerte y a disfrutar de ese pedazo de aventura.
Como siempre abriendo fronteras para nuevos viajeros.
Un fuerte abrazo para los dos desde Canarias.
Javier Y Deborah
Hola Sele,
Pues sí, ha llegado la hora, se levanta el telón y como tú dices, comienza el espectáculo. Buen viaje y a disfrutar al máximo de esta nueva experiencia viajera, trazando nuevas rutas e ilusiones.
Pasadlo bien!!
Un besazo
Muy buen viaje Sele, disfrutad todo lo que podais y ya nos contarás!.
Buen viaje!
Bueno chicos, que lo paseis muy bien. Ya os iré leyendo en twitter…
Saludos 😉
Buen viaje crack
De seguro que leeré tus cronica ya que samarkanda en una de las ciudades que me apetece visitar.
Hola Sele,
Muy buen viaje por esas tierras. Te paso el blog de un amigo que está haciendo un viaje (bueno, lleva más de un año), por toda Europa y Asia. Hay muchas etapas tanto de los países bálticos como de Uzbekistán…aunque supongo que lo llevarás preparado al dedillo..
http://charosca.wordpress.com/
A disfrutar pareja!!!
Que tal Sele? Ya habeis pisado tierras uzbekas? Esperamos ansiosos las primeras noticias. Por cierto, ayer comencé el concurso de verano en chavetas con premios y demás como siempre. Coincidió con tu partida, pero si tienes un rato ya sabes… tiene el grado de dificultad algo más alto pero tú te lo resuelves rápido, jejeje
Dale un bicazo a Rebeca también de parte mia y de Paula
Buen viaje,y disfruteis de esa gran aventura!!!!.Maria y Dani.
Pasadlo muy bien por allí. Te quería llamar cuando regresamos de los Balcanes pero he tenido mucho lío en el trabajo y no he podido, ya hablaremos en otra ocasión. Ahora a disfrutar que es lo que toca.
Un abrazo desde Balmaseda.
Sele y Rebeca!!! Espero que estéis disfrutando!!!
Dejé un comentario, pero no lo encuentro…decía que veía «mucho país» para «pocos días» pero que sobre gustos Y RITMOS cada cuál es su propio dueño y señor 🙂
Un abrazo y a disfrutar!!!!
Mucha suerte amigo!!! La aventura que te espera es tremenda…
Saludos a todos y todass desde la ciudad de Samarkanda, en Uzbekistán.
A estas horas la noche es cerrada y es momento de dejar una reflexión en la web a tres días de nuestra partida. El viaje hasta aquí ha sido bastante largo. Primero fuimos a Riga, donde pasamos una tarde-noche en la capital letona, a la que volvía después de 6 años y a la que he encontrado tan bonita como siempre y con muchísima vida en la calle.
Poco dormimos el domingo, porque nuestro avión a Tashkent salió a las 7:45 de la mañana y hubo que madrugar lo suyo.
Llegamos ayer por la tarde, por tanto, a la capital de Uzbekistán, tras las insoportables esperas aeroportuarias que hacen desesperarte. Dejamos las cosas en el hotel y empezamos a mover cosas, puesto que ya sabéis que no llevábamos reservado nada salvo lo de la noche de ayer. En primer lugar nos fuimos a la Estación de trenes para conseguir billetes para hoy por la mañana, y lo logramos… después hablamos con una persona para conseguir un hotel en Samarkanda que estuviera bien, y también lo logramos.
Hoy nos hemos pegado un lentísimo viaje en tren a Samarkanda de 6 horas (previstas 4) con dos paisanos uzbekos y un ruso borracho que se babeaba a sí mismo. Pero amigos… valió la pena. Samarkanda tiene algo que hace que todo viaje se haga corto… El Registán.
Una sola plaza, tres madrasas (centros de enseñanza islámicos) antiquísimas con sus azulejos relucientes y cúpulas azul turquesa. Es uno de los símbolos más importantes de la ruta de la seda, y ahora entiendo qué debían pensar los viajeros que llegaban hasta allí tras miles de kilómetros de duro desierto.
Emoción, verdadera emoción… Fijáos si me he quedado ensimismado con el Registán, que hace un rato, después de cenar, hemos regresado a verlo de noche (lo tenemos a 5 minutos andando del hotel). Y eso que estamos agotados..
También hemos visitado la Mezquita y el Mausoleo de Bibi Khanym, mandado construir por la mujer de Tamerlán para darle una sorpresa, aunque ésta tuviera un muy mal final (ya os contaré). La cúpula de esta mezquita es de las más grandes (sino la más) de Asia Central e impresiona bastante.
Por ahora la gente nos parece muy maja, sobre todo los uzbekos (ya sabéis que los rusos no son la alegría de la huerta, y aquí hay muchos).Esperemos seguir conociéndolos mejor.
Mañana seguimos en Samarkanda, ya que aquí hay mucho que ver (el Mausoleo de Tamerlán, Zha-i-Khinda, etc…) además del Registán. Es una ciudad un poco rara, poco acorde a sus monumentos, aunque esto ya lo sabíamos.
Así que os mandamos un fuerte abrazo desde el corazón de la ruta de la seda. Lo mejor de todo es que aún queda mucho que hacer por aquí. Acaba de empezar esta historia.
Ciao!!
Sele
PD: Muchas gracias por vuestros comentarios, porque de verdad alientan. Trataré de compensaros con buenas fotos, buenos vídeos y, sobre todo, buenos textos a la vuelta que narren lo que nuestros ojos han visto en días como hoy
PD: Seguid nuestro viaje también en Facebook y Twitter (@elrincondesele), que también colgamos cosas!
Que pasada el Registán de Samarkanda!! Tiene que ser indescriptible verlo en vivo y en directo. Me alegro que todo vaya bien, sigo atento a vuestros pasos… Saludoss¡¡
Hola pareja !!
Qué bien tener noticias vuestras desde la mítica Samarkanda !! me alegra que todo esté saliendo bien y me encanta la luz que se ve en las fotos.
Un abrazo y seguid contándonos.
Un lugar impresionante y digno de visitar.
¡Disfrutad a tope!
Que fotos,
Seguir disfrutando que el espectaculo acaba de comenzar….
Un fuerte abrazo.
Javier y Deborah
Que bonito! Me encantan las madrazas con todos los azulejos brillado con el sol! 😀
Que pasada de sitio, disfrutad y a la vuelta esperamos la crónica!!!
Un saludo
Por curiosidad, Sele: ¿es que tú distingues a los rusos de los uzbekos como para saber que unos son más simpáticos que otros? No sé, igual visten diferente o es que el idioma ruso y el uzbeko suenan muy diferentes…
Suerte en lo que os queda de viaje.
RICARDO.
Qué bonito Registán! No me extraña que hayais querido volver a pasar por allí de noche!!!
Disfrutad a tope de vuestro viaje!!
Saludos
Disfruta del viaje Sele!!! Y gracias por esa intro, que simplemente leyendola hace que te sumerjas en ese pais desconocido, y entren ganas de ir, ya irás contando que tal!!
Y en Tallin, disfruta lo que puedas, porque para mi es una ciudad con un encanto inigualable, si Riga te gusta, Tallin …
Buenas a tod@s,
Llevamos un par de dias sin conectarnos, pero hemos podido encontrar algo en un ciber de esta ciudad llamada Bukhara desde la que os decimos HOLA.
En Samarkanda rematamos todo lo que nos faltaba en una jornada en la que no paramos un segundo y en la que acabamos en la ciudad donde nacio Tamerlan, Shakhrisabz. Visitamos dos sitios que nos dejaron pasmados, Gur Emir, mausoleo del conquistador, y Sha-i-Zinda, un cementerio antiquisimo con edificios de azulejos azules… precioso.
Samarkanda bien…pero Bukhara magistral. Es mas una ciudad medieval en la que se puede pasear, no tan sovietica como la anterior. Bazares, madrasas, mausoleos, mezquitas y un minarete de 48 metros muy original. Bukhara es la esencia de la ruta de la seda, con sus caravansares, sus mercados cubiertos y uno de los entornos mas bonitos que hemos visto nunca.
Hemos estado dos dias viendola muy tranquilamente, descubriendo sitios nuevos y repitiendo otros muchos porque, de verdad, no nos cansamos de pasear por sus calles.
Ya manyana tenemos preparado un larguisimo viaje a Khiva, otra pequenya ciudad Patrimonio de la Humanidad dentro de un oasis. Al parecer estan arreglando la carretera y la cuestion nos puede llevar facil 8 horas o mas. Aunque estamos seguros de que merecera la pena.
Eso del cuento de las mil y una noches es cierto… Y a la vuelta os lo mostrare mejor.
Un fuerte abrazo y gracias por vuestros comentarios!!!
Sele & Rebe
Hola pareja !!
Me alegra tener noticias vuestras y que sigáis pasándolo genial. Primero Samarkanda, luego Bukhara y mañana Khiva…la aventura continúa por tierras uzbekas !!
Estaremos muy pendientes. Un abrazo y a seguir disfrutando.
Por fin tenemos noticias de vosotros,por lo que cuentas,los lugares visitados están siendo asombrosos.
Que cantidad de patrimonio desconocido ??
Bueno los relatos a la vuelta prometen.
Una pregunta,temperatura??mucho calor??
Un abrazo desde Canarias
Javier y Deborah
Saludos desde Khiva!!!
Acaba de atardecer en esta ciudad amurallada situada en un oasis al sureste del pais, a un paso de la vecina Turkmenistan. Es la tercera joya de la corona uzbeka y es dificil decantarse por una sola…
Khiva es simplemente de cuento. Llevo todo el dia diciendo que me siento en la peli de Aladdin y que solo nos falta que aparezca una alfombra volando en cualquier momento. Este era uno de los lugares de paso importantes de las caravanas que venian de cruzar el desierto, sobre todo desde tierras persas. Su estado de conservacion es excelente y es normal que sea Patrimonio de la Humanidad.
Llegar hasta aqui fue una odisea de 8 horas de tragar mucho polvo en el coche que nos llevo desde Bukhara atravesando el desierto de Kizyl Qum. Estan haciendo una carretera nueva, y mientras tanto se va por un camino que es «tela marinera». Ayer vimos servicios que entran en el Top Ten de sitios toxicos donde uno prefiere hacerselo encima… jeje
Hemos conseguido transporte para la siguiente etapa… el Mar de Aral. Trataremos de llegar hasta Moynaq, una ciudad que antes era puerto pero cuando el Mar de Aral se fue secando, se quedo practicamente como una ciudad fantasma. Es el simbolo de uno de los mayores desastres ecologicos de la historia. Nos han dicho que no va practicamente nadie y que estamos locos de meternos a lo que es un desierto que puede estar a casi 50 grados (en Khiva estamos a casi cuarenta, pero llevaderos porque suele hacer mas). Pero estamos determinados a conseguirlo!!!
Asi que me temo que estaremos algunos dias desconectados, pero en cuanto podamos os seguiremos contando.
Os dejo una foto del atardecer en Khiva, que es maravilloso…
Un fuerte abrazo!
Sele & Rebe
que tal todo sele¿
cuentanos algo de la comida de la zona…
Me alegro de que vaya todo bien. Viendo las fotos, echaría a correr para allá. Un abrazo
Hola pareja !!
Ya veo que continúa la aventura por tierras uzbekas…Khiva, Patrimonio de la Humanidad, Moynaq, donde casi nadie ha llegado.
Ah !! y vaya luz que tienen las fotos, cómo molan !!
Un abrazo y cuidaros.
Vaya bien que os lo estaréis pasando, me alegro muchísimo, un país que para la mayoría es un completo desconocido y todo lo que tiene para ver.
Seguid disfrutando muchísimo y dándonos envidia.
Un abrazo.
Espero que vaya bien vuestra aventura hacia el Mar de Aral. Ya nos contaréis que «se cuece» por allí, porque con esos 50 grados… ufff!
Saludos!
Buenasss amig@s!!
Desde la última vez que os dimos noticias ha habido dos grandes lugares/momentos de por medio. Por un lado nuestro viaje al lejano Mar de Aral. Impactante, desolador, triste, remoto, fantasmal… son adjetivos que a uno le sobrevienen cuando se asoma a lo que era el puerto de una ciudad aparentemente próspera llamada Moynak. Ahora, con el lago seco es un puro desierto en el que los barcos oxidados aparecen aparcados en la arena de los que eran fondos de un lago gigante (el 4º de agua dulce del mundo). Imaginad, es como si hubiese un lago con Madrid y Barcelona como orillas y que ahora sólo queda un 10%. El resto arena, sal, pesticidas… LA NADA MÁS ABSOLUTA.
¿Habíais oído hablar de la República Autónoma de Karakalpakstán? Moynak está allí, en esta república semindependiente y que no se ha soltado de Uzbekistán porque no les espera un futuro mejor sin ellos. Es para verlo.
Otra de las cosas que hemos hecho es domir en una yurta en el desierto (tb allí en Karakalpakstán), junto a una fortaleza del Siglo III d.C. He recordado mi viaje a Mongolia de hace años y esta vez he compartido con Rebeca las sensaciones de una experiencia siempre recomendable. El desierto, el silencio, las estrellas. Lo hemos pasado genial, la verdad.
La cosa se nos está dando muy bien. Hemos vuelto a Khiva y mañana nos iremos tirando hacia la capital, Tashkent, donde pararemos un día y medio (casi 2 días) antes de tomar el avión a Riga. A nadie le amarga un dulce… porque la ciudad de película que es Khiva (o mejor dicho de cuento de las 1000 y 1 noches) es un lugar en el que no importa quedarse y pasear tranquilamente, sin prisa alguna.
Tengo muchísimas cosas que contaros de Uzbekistán, pero aún el viaje sigue. Aún queda mucho para ese 31 de julio en el que regreso a Madrid. Entre otras cosas terminar aquí y pasar a Estonia, Letonia y Lituania.
Por ahora está costando encontrar internet. A ver si en los próximos días tengo más facilidades para conectarme y subir alguna fotografía.
Nuevamente sentimos el empuje de quienes os asomáis a este rincón para ver dónde estamos, si seguimos moviéndonos en este enorme viaje.
A todos vosotros os mandamos un fuerte abrazo y os emplazamos a nuevas noticias!
Sele & Rebe
Hola a los dos,
Estoy disfrutando mucho con los relatos y más o menos me hago a la idea de lo que voy a ver en unas semanas. Lo de las yurtas cómo conseguisteis hacerlo? Fue espontáneo o tuvisteis que primero contratar algún servicio de desplazamiento, etc? Yo las experimenté en Mongolia y me gustaría repetirlo.
Saludos, buen viaje de vuelta a Tashkent
Dios mio, esa zona de los barcos debe ser impresionante. Solo con ver las fotos ya da hasta miedo.
Disfrutad mucho y no penséis en el día de vuelta que no merece la pena, jeje.
Un abrazo
Genial!!!
Continuad con este ritmo y con estas experiencias únicas.
Un abrazo para los dos desde Barcelona.
Laura
Que tal pareja?Precioso,Te escribo desde el Hospital en dos horas operan a Deborah de la vesicula,gracias que en nuestro viaje nos dio una tregua.
Ya nos contaras ese viaje en tren.
Disfrutar y un abrazo .
Javier y Deborah
Hola Rebeca y Sele,
Impactantes las imágenes del antiguo Mar de Aral, con las antiguas embarcaciones, hoy ya oxidadas y testigos del pasado.
Muy chula la yurta y sí que me recuerda a las fotos del viaje a Mongolia.
Un abrazo y que siga la aventura !!
P.D. casualidades de la vida, Ali habló con tu hermana esta tarde y comentaron que te encontrabas por un país de estos «raros» que tanto te gustan, Uzbekistan o algo parecido, jeje…
¡Qué pasada! Las imágenes de las embarcaciones dejan sin palabras. Y lo de dormir en una yurta debe ser alucinante.
Un saludito chicos y a seguir disfrutando 😉
Buenas a tod@s!!
A punto casi de marchar al aeropuerto para ir hacia Riga de nuevo aprovecho a dejar un comentario por aquí (subí otros antes a twitter @elrincondesele).
Estamos despidiéndonos de Tashkent, al igual que de Uzbekistán, otro de esos países que nos han dejado huella.
Tras un larguísimo viaje en tren de 23 horas (sin contar q apareció casi 4h tarde) atravesando Uzbekistán por sus desiertos de extremo a extremo hemos pasado día y medio en la capital.
Tashkent es la tipica ciudad soviética q está tratando de modernizarse. No tiene demasiado que ver, aunque su bazar (Chorsu) es de lo más interesante). Es, como me gusta decir, una ciudad bizarra, con más aires rusos que propiamente uzbekos, salvo en determinadas zonas.
Estamos apurando tiempo (y gochoneando wifi) en el hall de un hotel en el que no tenemos ni habitación.
Nuestro vuelo tiene previsto salir a las 3:40 de la madrugada, por lo q no tomaremos un taxi hasta medianoche (nos han dicho que los controles son rígidos y que vayamos con tiempo).
Cuando vuelva a ponerme en contacto con tod@s por aquí andaré liado ya con las Repúblicas Bálticas (Rebe vuelve a Eapaña este lunes) He alquilado un coche en Riga y tengo por delante una semanita intensa en aquellas tierras (no llevo definida ni la ruta, por lo que de hoteles ni hablamos).
Supongo que tendré más facilidades con internet allí que en Uzbekistán, donde es escaso y lento.
Hablamos pues en la segunda etapa de este doble viaje.
Un fuerte abrazo!
Sele & Rebe
Realmente impresionante Sele. Enhorabuena y miles de gracias por compartir con todos vuestras andanzas.
Hola a todos desde Tallin.
Hoy he subido cosas a nuestros canales facebook y twitter. Mañana detallo más aquí, que no he tenido tiempo y me voy a dormir ya mismo.
Un abrazo,
Sele
Saludos desde Tallin, Estonia,
Me alegra mucho poder hoy tener algo más de tiempo para subir un comentario más detallado al Rincón de Sele. Como sabéis, la aventura por los países Bálticos sucedió a la uzbeka, y hasta el domingo me encontraré por estas tierras septentrionales de Europa.
El domingo llegamos temprano a Riga y estuvimos Rebeca y yo pateando de arriba a abajo la capital letona, que ya nos había dejado buen sabor de boca a la ida (y hace 6 años también). Es una ciudad preciosa que tiene rincones magníficos, como por ejemplo el de la foto en la Plaza del Ayuntamiento, con la Casa de los cabezas negras, la mansión Schwab y la iglesia de San Pedro.
En Riga nos primero encontramos con Enrique, un amigo del foro Lonely Planet. Pero otro con el que me encontré de sopetón y no me esperaba fuera a estar allí fue Germán (Iconoclasta en los ambientes viajeros). El mundo fue un pañuelo una vez más. Estuvimos tomando algo los tres y hablando con él de Uzbekistán, destino al que viajaría en unas horas.
Ya ayer martes dejé a Rebeca en el aeropuerto puesto que tenía que volverse a España. Aunque no se ha ido del todo, en el fondo sé que está aquí conmigo en esta habitación de Tallin… La echo de menos, la verdad.
Empezó entonces una etapa solitaria en este viaje por las Bálticas donde poco tenía preparado. Buscando información horas antes traté de improvisar un viaje al Valle del Gauja, un Parque Natural letón con además núcleos monumentales importantes. Días antes no tenía ni la menor idea de lo que había, puesto que en Letonia, como en todas las Bálticas, los circuitos por los que se mueve la gente no suele salir de las capitales. Pero vaya sorpresa…
Paisajes asombrosos por los que surca el Río Gauja… verdísimos.
Y unos castillos como el de Turaida, junto a otras construcciones ya hechas en madera y realmente bucólicas. Allí me moví tanto por Turaida como por Sigulda, a través de una red de senderos de una zona muy preparada para el turismo, aunque todavía con poca gente.
También fui a una pequeñísima ciudad llamada Cesis, a 35 km de Sigulda y ya a 100 de Riga, con casas de madera en las calles y un castillo alucinante. Aquí lo curioso fue que subí su torre con un farol antiguo que llevaba una vela encendida. Más misterioso y evocador imposible!
A partir de ahí me esperó un viaje hacia el norte que duró 4 horas. Llegué por fín a Tallin, una ciudad que se me llevaba años resistiendo y que es simplemente increíble. Ahora entiendo la razón por la que tanta gente habla maravillas de ella. No tenía más que subirme a uno de sus miradores y suspirar ante una de las ciudades más bellas de Europa.
Me vi por la noche con Fran (de Myguiadeviajes) y su colega Fabio. Es genial conocer bloggers-lectores viajando. Y si algo me ha quedado seguro es que tengo otra excusa más para volver a Málaga lo antes posible.
Ya hoy, martes, le he dado caña yo solo a Tallin desde por la mañana temprano. Es pequeña, con un casco histórico concentrado, pero con muchísimo que ver, por lo que he estado bastante entretenido. Riga es fabulosa, pero Tallin supera con creces todo lo que se diga de ella. Es un escándalo medieval, con casitas de cuento y un sistema de murallas y torreones medievales protegiendo la ciudad de los «acechos del Báltico», que deja con la boca abierta.
Ya os hablaré cuando vuelva largo y tendido de Tallin, porque se me ha quedado muy buena imagen. El único pero es que está a reventar de turistas. Acostumbrado a la nada o casi nada de Uzbekistán, o del Gauja ayer, cuesta volverse a hacer a tanta gente.
Me ha encantado que hubiera wifi abierto por todas partes. Creo que es la número 1 en Europa en este sentido y gracias a eso he podido dejar comentarios en Twitter (@www.elrincondesele.com) y Facebook, por lo que he podido traer «virtualmente» a más viajeros hasta aquí.
¿Y mañana? Esa es la cuestión… No tengo ni idea de qué voy a hacer. Llevo todo el día tanteando posibilidades y no lo voy a tener claro hasta que me empiece a mover. Trataré de ir tirando para el sur y veré cosas de Estonia (ronroneo con un parque natural de esos que «molan»). Pero realmente no sé dónde voy a acabar por la noche… si en Estonia, en Letonia o durmiendo en una vía de servicio lituana. Todo es posible… se admiten apuestas.
Así está la cosa en estos momentos. Son las diez y pico de la noche y aquí no hay atisbos aún de anochecer. El Sol sigue puesto en el Mar Báltico y como ayer… no se marchará del todo, siempre habrá un pequeño resquicio de luz.
Veremos cómo se da la cosa mañana. Un fuerte abrazo a todos y todas. Nos vemos en el Rincón!
Sele
Ohhh que bonito Tallin y que bonitos los paisajes!!!!! Que rabia tener que haber vuelto antes. Yo también te echo de menos, me encantaría estar allí disfrutando de todo eso contigo, pero bueno, ya nos haremos una escapadita a Tallín tu y yo en otra ocasión. Pásalo bien, que aún te queda viaje, y ten cuidado.
Besos,
Rebeca
Tiene una pinta excepcional… Con ese aire medieval y esa naturaleza… Ya estoy deseando leer los relatos.
Un saludo
Tengo varias fotos en ese mismo lugar, me trae muchos recuerdos y recientes, ya que fui el año pasado, las tres capitales me parecieron preciosas,Este año toca Croacia, que según dice bien merece una visita. Sigue disfrutando de esos paises y buen regreso…espero tu relato y fotografias.
Buenas a tod@s!!
Tres días de no parar desde que no hablamos por este canal. Los que me siguen en facebook y twitter (@elrincondesele) sí han ido teniendo noticias mías, ya que es más fácil encontrar wifi en los cafés o en los hoteles.
¿Dónde nos quedamos? Ah, sí… en que partía de Tallin rumbo al sur pero destino indeterminado. El cuerpo me pedía naturaleza y la encontré, vaya si la encontré. Me metí con el coche al Parque Nacional Soomaa y salí entusiasmado. Es de esos sitios en los que moran los osos, los alces y los lobos, zona boscosa y humedales abiertos en los que hacer trekking es una gozada. Además es un punto de Estonia muy conocido por los locales pero menos famoso que otros y por eso tuve la suerte de estar en solitario en plena naturaleza y disfrutar, por ejemplo, de dos águilas (no una) volando a dos metros de mí.
Después de tener problemas con la gasolina (me quedé en reserva y llegué a un pueblo perdido de milagro) me decidí que era hora tirar para el sur. Y acabé en Lituania, dumiendo en una cabaña de madera por 20€ al lado de otro highlight de este viaje… la colina de las cruces (previo intento de «mordida» policial que acabó en fracaso para ellos). Este es un símbolo en Lituania, una colina con miles y miles de cruces que los lituanos dejan día a día. Es una pasada, simplemente impactante. Tenía ganas de ir desde hace años cuando supe de su existencia, de que era una forma de resistir al régimen soviético poco amigo de la religión.
Ayer fue cuando visité la colina, después tiré hacia la costa báltica. Primero visité Klaipeda, la 3ª ciudad lituana en importancia y que ponían bien en las guías. Pero realmente salvo alguna casa bonita de entramados de madera (se nota que durante muchos siglos fue alemana) que se salvó de la II Guerra Mundial, tampoco vale mucho. Está demasiado…industrializada. Vamos, que no me gustó un pimiento. No todo tiene que ser siempre bonito y maravilloso.
Como Klaipeda no me emocionó, crucé en ferry a la Península de Curlandia, una lengueta de tierra de más de 80 km entre el lago del mismo nombre y el Mar Báltico (parte de ella pertenece a la rusa Kaliningrado), con bosques, playas infinitas y unas dunas de más de 40 metros. Me gustó, sobre todo las casas de madera de los pescadores.
Llegué hasta Nida y me encontré con que no había una sola habitación donde pasar la noche. Después de buscar desesperado por todas partes y pedirme un riñón donde me daban alojamiento, me cogí el ferry de vuelta y probé suerte en Klaipeda. Y no había forma, todo completo. Hoteles de diez plantas sin una cama… No entiendo cómo era posible, pero me veía durmiendo en el coche. Hasta que al final la cosa se solucionó y me consiguieron una habitación en una casa de unos jubilados (y que él fue un jefecillo en tiempos de la URSS).
Hoy nada más levantarme me he hecho 3 horas de coche y he llegado al Castillo de la Isla de Trakai, probablemente el mayor reclamo turístico lituano. Es SU CASTILLO, el lugar donde gobernó el Gran Duque Vytautas que aparece en todas las banderas y escudos. Y me ha encantado, no sólo por el castillo en sí sino por el entorno, el lago, las casas de madera, el ambiente… Ha valido la pena.
A media hora de Trakai está Vilnius, la capital, y desde donde os escribo. He pasado toda la tarde recorriendo sus calles y ya me ha ganado para la causa. Es muy diferente a Riga y, sobre todo, a Tallin. Vilna (que se dice así en lituano) tiene más aires centroeuropeos… con iglesias barrocas y neoclásicas a tutiplén. Ya os contaré más cuando la vea mejor, y es que mañana estaré casi todo el día completando la visita (hay un museo de la KGB que no me lo puedo perder).
Y poco o nada queda a este viaje iniciado hace casi ya 3 semanas. Echo la vista atrás y me parece un mundo, pero todo tiene su final…
Aunque no lo voy a adelantar, que aún me quedan cosas que disfrutar. Hasta el domingo puede pasar de todo!
Un fuerte abrazo a todos los que me seguís en el rincón, en facebook y twitter!
Sele