Sudáfrica es seguro el país de continente africano con un mayor número de propuestas de turismo activo. Si estamos deseosos de vivir emociones y soltar adrenalina de la buena, la opción sudafricana es toda una garantía. Desde meterse en una jaula para ver a los tiburones blancos a nuestro lado a dar un buen salto en parapente desde una de las colinas de Ciudad del Cabo pasando por frenéticos vuelos en avioneta o helicóptero y, por supuesto, sin olvidarnos de que en su territorio se pueden realizar algunos de los mejores safaris de África.

Es evidente que en el país más meridional de África resulta imposible aburrirse. ¿Queréis saber más sobre algunas actividades adrenalíticas que experimentar en Sudáfrica y que tuvimos la suerte de poder vivir? ¡Allá van! 

Cara a cara con el tiburón blanco

La costa sudafricana es una de las mejores del mundo para avistar al gran tiburón blanco. Las aguas frías mecidas entre dos océanos como el Índico y el Atlántico traen ricos alimentos para estos superdepredadores. En el puerto de Gansbaai se organizan salidas en barco para ver bien cerca a los tiburones. Tanto que se hace desde una jaula para reducir las distancias a la mínima expresión. Y os lo digo por experiencia, tener delante a un gran blanco impone. Muchísimo.

La costa de las ballenas desde una avioneta

Sin irnos muy lejos de Gansbaai, en Grootbos, una reserva natural privada magnífica junto a la costa de las ballenas, podemos tomar una avioneta de cuatro plazas (nosotros lo hicimos con la empresa African Wings) para quedarnos deslumbrados por los paisajes de Walker Bay y observar con cierta perplejidad y nitidez la silueta de tiburones blancos así como de grandes cetáceos en el agua transparente. Cuando es época de ballenas (de finales de junio a primeros de diciembre) es posible avistar más de cuarenta muy cerca las unas de las otras. Un auténtico espectáculo.

Subir a un helicóptero en Ciudad del Cabo

Sin duda Ciudad del Cabo sólo tiene parangón con Río de Janeiro a la hora de presumir de emplazamiento y vistas increíbles. Si bien es cierto que Table Mountain es perfecta para disfrutar de las panorámicas de la city, la mejor manera que he encontrado de hacerlo es asomándome por la ventanilla… de un helicóptero. En poco más de media hora da tiempo a sobrevolar la ciudad entera e incluso acceder a algunas de las bahías de la península del Cabo que, como sabemos, es la última porción de tierra antes de llegar al Cabo de Buena Esperanza, el cual se creía hasta hace poco era el punto más austral de África (en realidad es el Cabo de las Agujas). Lo padecieron muchos navegantes en su camino a las indias pero los viajeros podemos vivirlo de otra manera, desde arriba. Sin duda está entre uno de los mejores vuelos en helicóptero que se pueden hacer en todo el mundo.

Saltar en parapente y tener Ciudad del Cabo a tus pies

Ya tenemos claro que se puede visitar Ciudad del Cabo en helicóptero pero reconozco que aún hay una manera más adrenalítica de hacerlo. Y es volando en parapente desde Silent Hill (e incluso Lion´s Head, mucho más alta) para sentir cómo te rozan los aires australes mientras planeas sobre una de las ciudades más hermosas de África. Acompañado de un monitor con miles de saltos a sus espaldas puedes vivir el instante y sentirte como uno de los pájaros con los que compartirás el viento en tu viaje.

Hacer uno de los mejores safaris de África

Uno de los grandes actractivos de Sudáfrica tiene que ver con poder ver una cantidad de fauna inimaginable. En parques y reservas naturales a lo largo de todo el país es posible toparse con leones, leopardos, rinocerontes, elefantes y un sinfín de especies que viven total libertad. Hacer un safari fotográfico en África es un clásico que lleva haciéndose muchos más años que el parapente o el helicóptero, pero no por ello a uno no deja de ponérsele el vello de punta cuando contempla el elegante caminar de un guepardo o escucha el barrito de un grupo de elefantes a la hora del baño.

De todos los parques de Sudáfrica el Kruger es el más grande (su extensión es como la de Israel) y conocido. A bordo de un 4×4 y cámara fotográfica lista para disparar se puede mirar a la naturaleza directamente a los ojos para emocionarse con impagables escenas que nos llevan a esa África con la que llevamos toda la vida soñando.

Sólo recordar que así son 2 minutos en el Kruger me unas ganas inmensas de regresar a este país:

Soltar adrenalina está bien, pero siempre es necesario llevar un seguro de viaje para estar protegidos ante los «por si acasos». Yo, por si acaso (valga la redundancia), utilizo el seguro de viaje de IATI (que si contratáis pinchando en el enlace os dan un 5% de descuento como lectores de El rincón de Sele que sois)

Sin duda Sudáfrica, la cual se narra por sí sola a través de los latidos del corazón, me parece una entrada formidable al continente africano. Una puerta amable que siempre permanece entornada esperando que vengas a abrirla de una vez por todas.

Y vosotr@s, ¿ya conocéis Sudáfrica?

Sele

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